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LAS ENSEÑANZAS DE PATANJ ALI

Patanjali fue un sabio, un Maestro del Yoga. No se sabe exactamente en qué época vivió, hay grandes
diferencias entre un texto y otro, pero la versión que tomamos lo ubica 300 años A.C.

A través de sus Yogasutras analizó al Yoga y lo transformó en un verdadero sistema filosófico. Explicó al
Yoga utilizando Sutras, que son aforismos, frases que se utilizan para describir grandes leyes o
enseñanzas profundas con el menor número de palabras posible y con la mayor precisión posible (ver
significado en la sección "Parábolas y Aforismos"). A veces los Sutras suelen ser difíciles de entender por
estar escritos con muy pocas palabras, pero cuando los entendemos, nos brindan una enorme enseñanza.

Los Yogasutras de Patanjali no solamente describen al Yoga, sino que al estar ordenados de determinada
forma, se relacionan entre sí de manera que en un libro relativamente pequeño (son sólo 196 Sutras)
podemos encontrar una increíble cantidad de conceptos del Yoga, de sabiduría y de enseñanzas. Eso es
así por las posibilidades de compactación que tienen los Sutras, aunque explicar todos los conceptos
encerrados en esas pocas palabras suele llevar muchas páginas.

Este libro consta de 4 secciones:

I) Samadhi: es la etapa final del Yoga, es una conexión armónica entre cuerpo, mente y emociones, de
manera que se produce una ampliación de conciencia, un estado de iluminación donde se percibe que
nuestra parte interna está conectada al Todo, y que el Todo a su vez fluye a través nuestro, esto nos
proporciona sabiduría e inspiración. Podría resultarnos extraño que Patanjali empiece sus Yogasutras
describiendo el Samadhi, que es la parte más avanzada del Yoga, pero lo hace para explicarle al que entra
en el camino del Yoga, a qué puede llegar, qué se persigue, cuál es la meta.

II) Sadhana: nos describe cómo alcanzar el Samadhi. Son los medios, las técnicas o recursos que se
pueden aplicar para llegar al Samadhi.

III) Siddhis: son las facultades trascendentes, que están más allá del plano físico (clarividencia, telepatía,
intuición, etc.). Después de que se describió al Samadhi y a los medios para lograrlo, el practicante debe
saber qué son los Siddhis, cómo manejarlos y cómo utilizarlos para seguir potenciando su crecimiento sin
quedar encandilado por esos poderes extraños, para usarlos para bien de alguien o de sí mismo.

IV) Kaivalya: es el estado del Maestro, que está más allá del Samadhi. Con esto Patanjali nos quiere
dejar en claro que la expansión de conciencia, este camino de la Maestría que no termina nunca, está más
allá del Samadhi.

Algunos de los temas tr atados en los Yogasutr as de Patanjali son los siguientes:  

ASTANGA YOGA

El sistema de Yoga que propone Patanjali consta de 8 partes (Asta : 8  anga : serie, paso). Aunque pueden
practicarse en cierta medida en forma independiente unas de otras, existe una relación de secuencia entre
ellas, y la práctica eficaz de cualquiera de esas partes requiere haber dominado, al menos parcialmente,
las anteriores.

1.­ YAMAS : son autorrestricciones, normas éticas que nos conducen a armonizarnos con principios
universales, por lo tanto son permanentes, no cambian con el tiempo ni con el lugar. De manera
inconsciente solemos hacer pequeñas transgresiones que suelen perturbar nuestro bienestar, y mientras no
las detectamos, pensamos que nuestras dificultades y fracasos se originan en lo exterior, sin darnos cuenta
de que la causa está en nuestro interior. Meditando sobre los Yamas podemos saber en qué puntos
estamos transgrediendo las leyes, para corregirnos y liberarnos de esos obstáculos, y así obtener progresos
más elevados. Los Yamas actúan como una llave de fuerza muy importante que nos va orientando para
poner en funcionamiento y a nuestro servicio una ley superior.

   1.1.­ Ahimsa: es el primer precepto, y significa la no violencia, nos conduce a estar en armonía con la
Ley del Amor. Habitualmente solemos ejercer violencia contra nosotros mismos, inclusive agredimos a
otro. Al violentarnos innecesariamente contra algo o alguien, esa violencia repercute y de alguna manera
se nos vuelve en contra (por ejemplo: el ser humano violentó a la naturaleza, rompió la ecología y ahora
ese desequilibrio ecológico se le está volviendo gravemente en contra). Lo que nos permite acceder a la
Ley del Amor es la no­violencia  bien entendida, por eso nos cuesta tanto conectarnos con nuestra parte
sensible, con el afecto y el amor.

Transgredir Ahimsa en el cuerpo físico es no respetar al cuerpo, no quererlo, no cuidarlo,  exigirle más de
lo que puede. A veces el cuerpo no tiene enfermedades graves concretas pero funciona mal, y suele ser
porque en algún momento lo rechazamos, lo vimos feo o lo descalificamos. Es importante hacernos
"amigos" del cuerpo. Si lo aceptamos, si lo queremos incondicionalmente, como es y como esté, si le
damos afecto, fluye una energía que alivia muchos malestares. Cuando el cuerpo recibe esa energía
afectiva empieza a irradiar belleza, atractivo, porque la facultad principal del amor es el embellecimiento.

Transgredir Ahimsa en el cuerpo emocional es la imposibilidad de demostrar o de recibir afecto. Por


ejemplo: una montaña no es más que una acumulación de rocas, pero nuestra sensibilidad emocional nos
conmueve y hace que irradiemos afecto hacia ese paisaje. Somos nosotros los que la convertimos en bella
o no. Conectándonos armoniosamente con ella, abrimos nuestros canales emocionales, irradiamos amor
sobre la montaña que se refleja y vuelve, haciendo que la veamos bella. Por eso la persona depresiva, que
no puede irradiar afecto, no encuentra nada en el mundo que le atraiga, porque no puede irradiar esa
energía de amor que tiene ida y vuelta. Un artista, un pintor o un músico, si no ponen capacidad afectiva
no pueden crear algo bello.

Transgredir Ahimsa en el cuerpo mental es descalificar nuestra mente porque nos parece que no somos lo
suficientemente capaces, nos enojamos porque cometimos un error y no nos lo permitimos. Entonces la
mente descalificada, al no recibir amor, deja de ser creativa, se vuelve rígida, defensiva porque está
herida, y empieza a tomar una especie de soberbia o superioridad que utiliza para tapar la inferioridad que
le transmitimos. La persona rígida, soberbia, en realidad está tapando una enorme autodesvalorización. Si
aceptamos a la mente como es, si le permitimos opinar, pensar cosas nuevas, la mente empieza a crecer y
a crear cada vez cosas mejores.

Respetar el principio de Ahimsa produce belleza, nos da una irradiación que armoniza nuestra aura,
reforzando su consistencia y formando una barrera de psicoprotección que nos protege incluso de
enfermedades graves, produce embellecimiento, e irradiamos una onda tan especial que los animales y los
pájaros al no tener miedo, se nos acercan.

   1.2.­ Satya: es no mentir (sat: verdad). Nos conduce a armonizarnos con la Ley de la Verdad. No nos
referimos a la mentira estratégica a veces necesaria en la vida diaria, sino a ser auténticos y sinceros,
incluso con nosotros mismos, sobre lo que verdaderamente somos. Aceptándonos comos somos tal vez
encontremos más cualidades en nuestro interior que las que queremos aparentar. A veces esto es causado
por el temor al rechazo de los demás, así vamos adoptando distintas máscaras.

Mentir para conseguir algo de otro es una estafa moral. Al mentir estamos reemplazando un valor real por
uno ilusorio, así ponemos una pantalla que tapa la realidad, entonces en lugar de ir de una situación
confusa a otra más clara, la mentira nos lleva a otra situación más confusa todavía.

En la medida en que mentimos o "nos mentimos", debemos mantener un cierto recuerdo o concentración
para que no se descubra eso que queremos tapar. Esa mentira luego se va a asociar a otras que van a
formar una especie de estructura que produce un conflicto interno, generando un gran gasto de energías
para sostenerla y no contradecirnos. Esto debilita nuestra capacidad de observación, de penetrar más allá
de la superficie de las cosas y de las apariencias, porque cuanto más energía ponemos en mantener las
mentiras, menos nos queda para profundizar, quedamos cada vez más entrampados en lo ilusiorio,
aumentando nuestra confusión interna.

Quien está en armonía con Satya vive en paz y despreocupadamente, e irradia un magnetismo que impone
r espeto. Al estar insertos en Maya (la mágica y divina ilusión) sabemos que el mundo que nos rodea es
ilusorio, lo que no significa que no exista, sino que es cambiante y engañoso. Cuando Satya se practica
bien, la mente se va ordenando, empieza a aumentar nuestra seguridad, lucidez y agudeza mental,
desarrollando nuestra percepción intuitiva y permitiéndonos hacer el camino del Yoga, que es pasar de lo
ilusorio a lo real, así se produce un verdadero desarrollo interior.
   1.3.­ Asteya: significa no robar, y nos conduce a la armonía con la Ley del Trabajo. Fundamentalmente
es no "robar­nos". Al robar estamos apoderándonos de algo de lo que no somos merecedores, y lo
hacemos porque creemos que no podemos conseguir eso por nuestros propios méritos, nos hacemos
trampa. Al conseguir las cosas por un camino inadecuado nos estamos autodesvalorizando, nos decimos
que no somos capaces de conseguir algo, entonces debilitamos nuestra capacidad de lograr cosas en lugar
de fortalecerla.

Transgrede Asteya el alumno que aprueba una materia sin estudiar y engañando al profesor, pensando que
eso es viveza de su parte, cuando en realidad el robo es hacia sí mismo, ya que cuando tenga que emplear
ese conocimiento, no lo tendrá. También quien se queja de su situación, de que las cosas le van mal, pero
no hace los esfuerzos necesarios para mejorar, quien prefiere lo fácil y se siente siempre vacío y débil.

Lo que logramos por merecimiento propio le da valor a lo obtenido, pero lo robado no sólo lo desmerece
sino que hace que se pueda perder fácilmente. El que está muy ansioso tratando de obtener algo en forma
ilícita, bloquea la energía intuitiva que lo puede conectar con aquello valioso, pero si simplemente quiere
aquello que se merece, trabajando y luchando por conseguirlo, tranquilo y seguro de su capacidad de
lograr, irradia una energía que lo conecta con cosas o personas valiosas, va encontrando verdaderos
"tesoros" en su vida.

Respetar el principio de Asteya da fuer za, porque al trabajar desarrollamos nuestras capacidades. Aplicar
la Ley del Trabajo tiene que ver con el "sacrificio gozoso", con el esfuerzo que se hace con alegría de
vivir, para crecer. Hacer un sacrificio (sacro oficio) no es hacer algo penoso, sino valerse de las fuerzas de
lo Superior para que nos ayuden a lograr algo de la mejor forma posible, es ponernos en armonía con la
Divinidad, es como "ponerlo de socio a Dios" en lo que hacemos. Cuanto más eficientemente trabajamos,
más podemos avanzar hacia nuestras metas elevadas.

   1.4.­ Br ahmachar ya: (acharya: el que cumple el camino del dharma) es el acharya al servicio de
Brahma. Representa a aquella persona espiritualmente elevada que cumple el camino elevado al servicio
de Brahma, de la Divinidad. Significa no desenfrenarse y nos conduce a la armonía con la Ley del Justo
Equilibrio o del Camino Medio. Es un precepto de gran importancia porque cumplirlo nos equilibra y
armoniza.

En el aspecto físico se transgrede Brahmacharya cometiendo excesos o desarreglos, que se suelen pagar
caro. Escuchar al cuerpo, conectándose con él para saber qué necesita y hasta dónde lo necesita, es una
forma de conseguir la armonía en el cuerpo. A veces por autoexigencia vamos pasando de un extremo a
otro, y eso nos lleva a un desenfreno muy perjudicial.

En cuanto al aspecto mental se transgrede cuando la mente está desordenada, con muchos pensamientos a
la vez. Brahmacharya significaría ordenar la mente para hacer una cosa por vez y pensando solamente en
aquello que estamos haciendo en ese momento, disfrutando y poniendo toda nuestra energía en eso.
Cuando terminamos esa tarea, pensamos en la que sigue, pero no mezclamos cosas, porque eso lleva al
desorden mental. Una mente disciplinada se ordena y se vuelve lúcida.

En el aspecto emocional se transgrede con una mala distribución de los afectos, al poner mucho afecto en
algo que no lo merece, dejando de lado cosas valiosas y pequeñas cosas que hemos olvidado justamente
porque son pequeñas, lo que nos va llevando al desorden. Los sentimientos se ordenan dándole a cada
cosa su justo valor y poniendo el afecto en algo valioso.

Si se desobedece Brahmacharya se transgreden los demás preceptos, ya que el desorden provoca


desarmonía, que es contraria a los Yamas. Respetarlo es saber hasta dónde avanzar pero también dónde
detenerse, hasta cuándo actuar y a partir de qué momento saber esperar, cuánto hablar y a partir de qué
punto saber callar. La enseñanza fundamental que nos brinda Brahmacharya es focalizar y utilizar
nuestras energías de acuerdo a la actividad a desarrollar. Actuar en forma moderada y adecuada en todas
las cosas, nos conduce a la eficiencia, a la habilidad de acertar con el camino correcto.

   1.5.­ Apar igr aha: significa no posesividad, y nos conduce a la armonía con la Ley del Altruismo. A
veces se piensa que ser altruista es entregar todo a los demás y quedarse sin nada, o dedicar la vida a otros
olvidándose de sí mismo, esto es erróneo porque sabemos que no podemos ayudar a otros cuando no
hemos hecho nada por nosotros mismos, no podemos dar aquello que no tenemos. Altruismo es saber
compartir.

Transgredir Aparigraha es un recelo a compartir: siendo muy celoso del propio cuerpo y no permitiendo
el contacto con los demás. También queriendo tener la exclusividad de conocimientos adquiridos, por
ejemplo el profesor que no enseña del todo su profesión a sus alumnos por temor a que ellos aprendan
bien y lo sobrepasen, sin darse cuenta de que quien más da más recibe. Otro caso sería el del temor de
hacer alguna pregunta o de exponer las propias ideas y quedar en evidencia, o de querer saber más para
lucirse. Hay personas que tienen un conocimiento importante, que puede ser muy válido, y se apegan a él
creyendo que ese conocimiento es la verdad absoluta y última, pero de ser muy sabios pasan a ser
ignorantes, porque no van a querer aprender más nada nuevo y no se van a actualizar. Transgrede
Aparigraha la persona especuladora, que solamente da pensando en lo que va a recibir a cambio,
perdiendo así la posibilidad de brindarse generosamente.

Estar en armonía con Aparigraha es darse cuenta de que uno disfruta y crece compartiendo lo que tiene y
dando desinteresadamente, dentro de cierta medida. De esta manera, al considerar que nuestro éxito es
ayudar al otro, y nuestro crecimiento es el crecimiento del otro, no tenemos que estar defendiéndonos ni
ocultando nada, así la mente se relaja y permite que nuestra conciencia profundice en la mente interna,
conectándonos con lo trascendente y obteniendo así sabidur ía e inspir ación.

2.­ NIYAMAS : consisten en 5 preceptos que son potencialidades o capacidades ocultas que todos
poseemos y que generalmente no usamos. Actúan como autodisciplinas que al aplicarlas producen
activaciones de la mente interna que nos permiten acceder a leyes superiores. Al contrario de los Yamas,
que son autorrestricciones, los Niyamas nos dicen qué es lo que sí debemos hacer para estar en armonía
con principios universales.

   2.1.­ Sauca : es la purificación, y nos conduce a la armonía con la Ley de la Salud. Al hablar de
purificación nos referimos a eliminar de nuestros cuerpos físico, mental y emocional todos aquellos
elementos y condiciones que nos impiden alcanzar ese estado de plenitud y autorrealización que
llamamos "salud". Como en el caso de los vidrios de un auto: si están limpios se ve mejor el paisaje que
nos rodea, así Sauca produce esa purificación que nos da una visión más clara de la realidad.

Con respecto al cuerpo físico, Sauca nos lleva a cuidarlo con una buena higiene, dándole alimentos sanos
y bien balanceados, un buen descanso y ejercicios físicos y respiratorios adecuados. Un cuerpo físico sano
se tonifica, refresca y rejuvenece, aumenta sus defensas y su fuerza vital. 

La purificación mental y emocional se logra excluyendo de la mente todos los pensamientos y emociones
indeseables, reemplazándolos por otros de índole superior y más sutil, tratando de desear sin ansiedad, sin
codicia y sin el temor de que lo que deseamos no se cumpla, seguros de nuestra capacidad de lograr. Esto
genera una mente lúcida, serena y profunda, con pensamientos frescos y sanos, y nos permite ver la
presencia del orden cósmico en todo lo que nos rodea.

   2.2.­ Samtosa : es el contentamiento, que nos conduce a la armonía con la Ley de la Alegría Superior.
Tiene que ver con estar contento sin tener un motivo específico, y disfrutar continuamente de ese estado.
Es una característica clásica del practicante del Yoga o de cualquiera que está en el estudio de alguna
rama metafísica, porque percibe que las cosas que va practicando no sólo le dan crecimiento y sabiduría,
sino que van haciendo la vida más fascinante.

La alegría es un estado natural y normal del Ser. Cuando depende de nuestro interior, independientemente
de lo externo, se manifiesta mediante una sonrisa que ilumina el rostro y que se irradia desde adentro, por
los ojos. Es un estado de plenitud y beatitud que todos tenemos adentro, pero que generalmente está muy
tapado por estar atados a las cosas y situaciones mundanas. Es estar contentos por descubrir nuestros
valores internos y la naturaleza divina que hay dentro nuestro.

Al apartarnos de las leyes naturales generamos conflictos que producen suficiente interferencia como para
olvidar o dejar de ver esta naturaleza divina. Cuando podemos liberarnos de estos conflictos externos y
mundanos, al estar por encima de ellos desaparece el estado de tensión, y a pesar de lo que pase afuera
logramos ese estado de alegría profunda y felicidad superlativa que nos permite descubrir la belleza
oculta en todas las cosas.

   2.3.­ Tapas : es la austeridad que nos conduce a armonizarnos con la Ley del Sacrificio Gozoso. La
palabra "sacrificio" (sacro oficio) no significa hacer algo muy sufrido, sino hacer algo sagrado. Tapas es
un sacrificio con alegría, nos esforzamos pero sabemos que ese esfuerzo nos va a permitir lograr algo, de
esa manera lo disfrutamos porque sabemos que nos va a permitir crecer. Es "quemar la escoria para que
aparezca el oro".

Es el mínimo esfuerzo con la máxima eficiencia, o sea la capacidad de simplificar las cosas con más
logros. Es saber cuándo y dónde actuar, y de qué manera adecuada hacerlo para conseguir el éxito.

Al practicar Tapas conseguimos una mente lúcida y con suficiente poder como para manejar al cuerpo y a
las emociones, descubriendo y desarrollando todos aquellos recursos y posibilidades que no solemos
utilizar. Obtenemos un cuerpo hábil, purificado y sensible, con sus canales de percepción bien agudizados
y subordinado a la mente. Desarrollamos emociones profundas, donde mente y emociones se enriquecen
mutuamente. Es casi el alineamiento entre cuerpo, mente y emociones para que todo actúe en forma
adecuada. 

   2.4.­ Svadhyaya : es el autoconocimiento, y nos armoniza con la Ley del Conocimiento Profundo. Es
saber quiénes somos, qué necesitamos, cómo conseguirlo y luego cómo disfrutarlo. Conocernos es
conocer el mundo que nos rodea, y conocer el mundo nos lleva a conocernos a nosotros mismos. Si no
tenemos autoconocimiento, si no sabemos acerca de nosotros mismos, todo lo demás que sabemos no nos
sirve de nada y no podemos vivir bien.

Con respecto al cuerpo físico, Svadhyaya se da conociendo la anatomía vivencial, es decir aprendiendo a
escucharlo, a sentirlo, entendiendo por qué quiere o rechaza algo. De esa manera lo convertimos en un
instrumento altamente sensible.

Conocer la mente es explorarla para descubrir recursos ocultos y facultades que posee y que podemos
llegar a desarrollar para que se vaya ampliando y expandiendo. De la misma manera, en el aspecto
emocional  nos da un conocimiento insospechado de nuestro esquema afectivo, permitiéndonos una
comunicación más profunda con el otro, de parte interna a parte interna.

Svadhyaya nos da una gran sabiduría, llevándonos al conocimiento trascendente de todas las cosas y a la
relación de ese conocimiento con nuestra propia esencia, comprendiendo la relación entre el hombre y el
Cosmos.

   2.5.­ Isvar a­Pr anidhana : es la devoción a un ideal superior, y nos conduce a estar en armonía con la
Ley del Servicio al Plan Cósmico o a lo Superior. El Universo no va al azar, existe un plan cósmico por
medio del cual va evolucionando hacia una meta, conducido por una Sabiduría Superior. Dentro de ese
plan todos tenemos nuestra misión cósmica, que no anula nuestro libre albedrío, sino que tiene que ver
con nuestra vocación, con aquello que al hacerlo nos da alegría de vivir, disfrutamos y aprendemos. Es
nuestra mejor manera de colaborar con el plan cósmico.

En el cuerpo físico significa conectarlo con las vibraciones de lo Superior, que lo van refrescando,
rejuveneciendo y despejando. En el plano mental, encontrar el ideal superior es descubrir esas cosas
importantes que le dan sentido a nuestra vida y que la vuelven fascinante. Y desde las emociones es sentir
el amor de Dios o de lo Superior, percibir la belleza de todo lo que nos rodea, y cómo lo Trascendente se
manifiesta a través de ello. Significa irradiar amor universal y también amor individual. Darnos cuenta de
que al establecer un canal de afecto hacia lo Superior, por resonancia o armonía vibratoria baja otro canal
de afecto que nos da seguridad y alegría de vivir.

Para tener éxito en una empresa no hay mejor cosa que "ponerlo de Socio a Dios", sabiendo encontrar Su
Presencia más allá del intelecto y produciendo ese detonante de "ayúdate a ti mismo que Dios te
ayudará".

3.­ ASANA : son posturas que influyen sobre el sistema endócrino y las corrientes pránicas. Tienden a
producir cambios notorios en el cuerpo, y si se practican correctamente durante un tiempo prolongado
favorecen notablemente la salud, haciendo al cuerpo resistente a la fatiga y a la tensión, y desarrollando el
poder de nuestra voluntad. Un cuerpo saludable y flexible permite una mejor fluencia de las corrientes
energéticas, lo que facilita la expansión de la conciencia.

Requisitos esenciales de la práctica de un Asana son la firmeza y comodidad al permanecer en ella,


reducir gradualmente el esfuerzo y mantener la atención focalizada en la postura evitando toda
distracción.

4.­ PRANAYAMA : (de Prana: energía ­ Ayama: dirigir, regular) es el control o el dominio de las
energías a través de la mente. Generalmente se realiza mediante la práctica de ejercicios respiratorios que
regulan la circulación del Prana por los canales (nadis) que lo van distribuyendo por todo el cuerpo
energético (doble etérico).

5.­ PRATYAHARA : es la abstracción y el control de los sentidos físicos. Es retraer la mente para
interponer una persiana entre ella y los órganos sensorios, de modo que quede completamente aislada del
mundo exterior.

Cualquier persona que esté absorta en alguna actividad puede desconectarse por completo del mundo
externo, pero esta desconexión es involuntaria, mientras la mente sigue concentrada en alguna cosa del
mundo externo. En Pratyahara la abstracción es involuntaria y la mente no está atraída por ningún objeto
exterior. Su campo de actividad está íntegramente dentro de ella misma, y al mundo externo lo mantiene
fuera por pura fuerza de voluntad. De esta manera nos convertimos en dueños de nuestros sentidos
físicos, pudiendo "apagarlos y encenderlos" a voluntad.

6.­ DHARANA : significa concentración. Equivale a una forma de meditación parcial e intermitente. Si
se está meditando en un objeto, Dharana es cuando hay una conexión con una parte de ese objeto, luego
con otra parte distinta, no logrando ver el objeto en su totalidad.

7.­ DHYANA : es la meditación profunda. El que observa, o sea el meditador, y el observado, o sea el
objeto sobre el cual se medita, se fusionan y se hacen uno. Allí el objeto se ve completo. Por ejemplo: si
estamos observando un cubo, no podemos ver las seis caras a la vez, pero si estamos en Dhyana vemos
simultáneamente las seis caras, es como una visión holográfica.

Se llega a este estado cuando se logra mantener la mente concentrada todo el tiempo que se quiera. La
diferencia entre Dharana y Dhyana es que en el primero todavía pueden aparecer distracciones
ocasionales en la mente.

8.­ SAMADHI : es la expansión y ampliación total de la conciencia iluminada, en armonía y


comprensión con el Todo.

KLESHAS

La palabra sánscrita "klesha" significa pena, aflicción o miseria. La filosofía de las Kleshas es un análisis
de las causas de esa aflición o miseria, y del modo como se puede salir de ella. Este análisis no se basa
únicamente en la consideración de los hechos como los percibimos por medio de nuestros sentidos. Los
Rishis (Sabios) que expusieron esta filosofía combinaron en sí mismos la sabiduría racional con la
religión y el aspecto místico o devocional del amor. Con esta visión más amplia estudiaron el gran
problema de la vida para encontrar una solución a los interrogantes del hombre atado a la realidad del
plano físico.

Las Kleshas se generan por confusiones basadas en reemplazar un valor real por uno ilusorio. Tal
confusión está en la mente interna o subconsciente, que es un lugar adonde nuestro razonamiento y
observación no suelen llegar. Eso hace que nos sucedan situaciones adversas que pensamos que vienen de
afuera, y como son repetitivas creemos que hay una especie de mala suerte que nos persigue, y no nos
damos cuenta de que somos nosotros los que las provocamos desde nuestro interior. Mientras no
cambiemos la causa interna, así vayamos a otro lugar del mundo, hagamos lo que hagamos en el mundo
externo, la adversidad no cambia. Y recíprocamente, cambiando la causa interna, cambia
automáticamente todo el medio que nos rodea. Por eso decimos que el tema de las Kleshas es una
psicología profunda del Yoga.

Todos tenemos Kleshas. A veces pueden estar en estado latente, o sea muy débil o inactivo, pero pueden
desarrollarse y tener una actividad mucho más notoria.

AVIDYA : es la ignorancia o ceguera fundamental que consiste en creer que todo se reduce al plano
físico, y no ver nada más allá de él.

Patanjali le dedica dos Sutras a Avidya. El Nro. 4 dice: "Avidya es la fuente de las demás Kleshas, ya
estén en condición latente, atenuada, alternante o desarrollada". Esto significa que es el Klesha
fundamental, el que empieza primero, que está vinculado a los otros, y que todos los Kleshas forman un
solo cuerpo interrelacionados entre sí.

El Sutra Nro. 5 dice: "Avidya es el resultado de tomar lo no eterno, impuro, doloroso y no Atman, como
si fuera eterno, puro, bueno y Atman." O sea que surge por confundir a las situaciones transitorias
tomándolas como si fueran eternas, a los elementos perecederos del plano físico como si fueran de
naturaleza divina como el Atman, y a las situaciones que producen dolor como si fueran buenas. 

Esta confusión se debe a que el Atman, que es ilimitado en sabiduría, tiempo y espacio, tiene que
manifestarse a través de las posibilidades limitadas del cuerpo, y la única forma en que puede vibrar en
esa frecuencia es "olvidando" todos los conocimientos superiores que posee, porque no pueden ser
expresados ni entendidos por la mente racional. Así se va identificando o fusionando con el cuerpo, va
entrando de olvido en olvido y se va introduciendo cada vez más en Avidya. Pero llega un momento en
que el Atman empieza a tener algún recuerdo o reminiscencia de su vida superior, entonces comenzamos
a tener alguna inquietud y atractivo por la vida espiritual o metafísica, empezamos a hacer un trabajo
interno, a ampliar nuestra conciencia, y el Atman de nuevo va creciendo y recuperando toda esa sabiduría
olvidada, pero ahora integrado a un cuerpo, mente y emociones, de manera que todo el conjunto
evoluciona: el Atman enseñando a la materia a obedecerle, y el cuerpo aprendiendo a asociarse
armónicamente a ese Atman, de modo que poco a poco se va instalando la semilla divina en el plano
físico y se va expandiendo el nivel del Cosmos.

En muchas personas el Atman está muy adormecido y limitado por la mente racional. Esta confusión nos
lleva a perder de vista el Orden Cósmico y todo lo trascendente, así dejamos de ver el lugar de las causas
y de percibir el sentido y la belleza de la vida. Todo esto trae una pérdida de interés por los valores
profundos, y genera angustia que se quiere tapar buscando refugio en la adquisición de bienes materiales. 

ASMITA : deriva de la raíz sánscrita "asmi", que significa literalmente "yo soy". Es la identificación de
la conciencia (el conocedor) con el vehículo por medio del cual se expresa (el vehículo del conocimiento)
y con lo que se quiere conocer (lo conocido).

Cuando la conciencia queda atada por las limitaciones de Avidya vamos perdiendo el contacto con la
parte trascendente del mundo que nos rodea. Al ir identificándonos cada vez más con la materia, también
perdemos contacto con la parte superior que tenemos dentro nuestro. Así vamos poniendo nuestra
seguridad cada vez más en las cosas materiales y comenzamos a suponer que cuantas más cosas
poseemos, más posibilidades tenemos de salir de nuestros inconvenientes, entonces acumulamos cosas
materiales a las que les damos mucho valor, impulsados por el dinero y el poder, y nos vamos aferrando a
nuestros bienes hasta que terminan por transformarse en algo imprescindible.

Al ir avanzando Asmita nos aferramos también a las personas, viviendo los afectos de manera posesiva y
considerándolos como una propiedad privada. Es el caso de la persona que pone excesivos límites a su
esposa e hijos, que no quiere prestar ni compartir nada por temor a perderlo, porque si pierde algo se
siente como si le faltara una parte de su vida. Todo esto lo va llevando a una terrible dependencia y
angustia, llenándolo de ansiedad y miedos. Asmita se relaciona también con el ahogo y la asfixia, se
somatiza con los resfríos y las afecciones crónicas de las vías respiratorias.

RAGA : es el excesivo atractivo por los placeres inmediatos, es creer que lo que deseamos es lo que
necesitamos. 
Al estar muy enganchados en Maya (la mágica y divina ilusión), muchas veces no nos damos cuenta de lo
que necesitamos, de lo que nos haría sentir bien. Necesidad es lo que resuelve algún problema en nuestras
vidas, es aquello que, si lo tenemos, nos haría sentir plenos y autorrealizados, favoreciendo nuestra
evolución. Deseo es cualquier cosa que nos atraiga. No siempre lo que deseamos es lo que necesitamos.
Tomemos por ejemplo el caso de un fumador: él puede tener enormes deseos de fumar, y al estar en Raga
piensa que eso es lo que necesita. Cuando se siente angustiado, al fumar le va a bajar un poco su angustia,
entonces cree que eso le hace bien, pero como no lo va a satisfacer plenamente porque no es lo que
realmente necesita para estar armónico, la angustia le vuelve otra vez, entonces simplemente vuelve a
fumar para sentirse mínimamente bien, y así se va generando una verdadera adicción.

La persona que está en Raga suele ser una eterna disconforme, muy acelerada. Busca cada vez más cosas
y se satisface cada vez menos. Trata de aturdirse con todo lo que excite intensamente los sentidos y las
emociones.

Las satisfacciones por excitación son compulsivas y rápidas, tienen que ver con el estímulo de los
sentidos, por ejemplo los juegos de azar, correr carreras de autos, tomarse un vaso de whisky, etc. Son
buenas si están acompañadas de otras cosas serenas, profundas, como por ejemplo caminar serenamente
por un bosque apreciando la naturaleza, escuchar una buena música que mueva cosas internas, meditar o
disfrutar profundizando algún estudio o investigación.

Quien está en Raga sólo tiene satisfacciones por excitación, impaciente y nervioso no tiene paz de
espíritu. Al buscar cada vez más esa excitación para bajar su angustia, empieza a entrar en una
aceleración que no le permite detenerse a pensar ni profundizar en nada, ni compartir una conversación
con un amigo, no puede disfrutar de las pequeñas cosas, así va superficializando cada vez más su vida.

DVESA : es el excesivo rechazo a personas o cosas. Se manifiesta cuando una persona desconfía de
todos, encuentra defectos en todas las personas que lo rodean, o nadie le cae bien. Esto sucede porque el
aspecto que rechaza en sí mismo lo proyecta hacia afuera, en los demás. Es una confusión que surge por
poner afuera aquello que no aceptamos en nosotros mismos, que se manifiesta de tres maneras distintas:

­ Los demás, por su actitud, nos recuerdan aquello que no soportamos en nosotros mismos.

­ Lo que rechazamos en nosotros lo ponemos en los demás. En realidad tratamos de escapar de algo que
tenemos adentro y que nos produce angustia, entonces lo proyectamos hacia los demás y así intentamos
tomar distancia.

­ Irradiamos una energía que no soportamos, de manera que los demás reflejan esa energía y la traen de
vuelta, entonces creemos que esa mala onda viene del otro, pero en realidad somos nosotros quienes la
estamos transmitiendo.

 En los tres casos vemos en el otro lo que rechazamos en nosotros mismos. De esta forma vamos tomando
distancia de los demás, nos vamos aislando y huyendo, alejándonos de todo lo que nos rodea.

Si una persona está dominada por Raga y Dvesa, no sólo corre hacia el placer inmediato, que lo deja más
vacío que antes, sino que también corre huyendo de lo que le causa rechazo, porque en realidad proyecta
cosas de su interior. Ese proceso de atracción­repulsión, de escapar hacia un lado y correr hacia otro, le va
produciendo una sensación de miedo, de persecución y de falta de paz.

ABHINIVESHA : es el excesivo miedo a la muerte, y también el exagerado apego a la vida. Al tener tal
miedo a la muerte se empieza a tener miedo a todas las cosas que pudieran producir muerte (por ejemplo
ir de viaje) y aparecen todo tipo de pequeños miedos relacionados. El problema es que se toma a la
muerte como la aniquilación total del ser, cuando en realidad es una transición, es lo que produce un
pasaje de una vida a otra, y todo lo que está vivo tiene que morir. No es la contrapartida de la vida, sino
del nacimiento, porque éste es una transición desde un lugar hacia este plano físico, mientras que la
muerte es la transición opuesta desde el plano físico nuevamente hacia ese lugar.

Sabemos que los miedos atan, frenan, nos impiden actuar con libertad, así que quien esté en Abhinivesha
suele ser una persona amargada, muy preocupada por todo, le resulta muy difícil disfrutar de las cosas,
siempre aprensiva y desconfiada, y no se permite nada nuevo.

Si, como expresó Patanjali, todas las Kleshas están conectadas y Avidya es su raíz, Abhinivesha es el
fruto o expresión final de esta cadena de causas y efectos que comienzan con Avidya.

Cómo salir de las Kleshas : si bien salir completamente de las Kleshas es muy difícil, sí se las puede
atenuar. Una vez que detectamos cuál de ellas es nuestro punto débil, tratamos de compensar esa
debilidad: si es Avidya, con aquietamiento y meditación que nos permita ver lo trascendente. Si es
Asmita, practicando el desapego. Si es Raga, conectándonos con la naturaleza o con aquello que nos
permita profundizar en nuestra vida. Si es Dvesa, aceptando a los demás como son y tratando de corregir
en nosotros mismos aquello que nos disgusta tanto en los otros. Si es Abhinivesha, reflexionando en lo
ilusorio de la muerte y cómo ese miedo se dispersó en muchos otros miedos.

La práctica del Yoga nos lleva de lo ilusorio a lo real. El aquietamiento mental y la meditación nos
facilitan ver el aspecto trascendente de la vida, nos  permiten percibir que somos parte del Todo, y que el
Todo es parte nuestra. 

KRIYA YOGA : consiste en la aplicación de los tres últimos preceptos del Niyama para atenuar las
Kleshas y prepararnos para recorrer el camino del Yoga: 

 * Tapas: es la austeridad que nos lleva a actuar con eficiencia, de la forma adecuada y en el momento y
lugar adecuados. Tiene que ver con nuestros aciertos y nuestros fracasos. 

 * Svadhyaya: es el autoconocimiento que nos permite saber quiénes somos, qué necesitamos, cómo
conseguirlo y cómo disfrutarlo. 

 * Isvar a­Pr anidhana: es el amor a lo Superior que nos permite encontrar Su Presencia en todo lo que
nos rodea y en todo lo que sucede. Cuanto más conexión tengamos con lo Superior, más manejo
tendremos sobre nuestra vida y sobre nuestros logros.

VIKSEPAS

Son causas profundas de distracción de la mente. Patanjali se refiere a ellas en los Sutras Nros. 30 a 39 de
la Sección I.

­ Los obstáculos que distr aen a la mente son 9: enfer medad, abatimiento, duda, negligencia, per eza,
mundanalidad, decepción, fr acaso en una etapa e inestabilidad.

­ Los síntomas de una mente distr aída son dolor , depr esión, ner viosismo y r espir ación agitada:
cuando decimos que los Viksepas son "causas profundas", no significa que sean "graves", sino que están
internalizadas en nuestra mente, de modo que una distracción empieza a traer confusión, desorden, falta
de concentración, dificultad para decidir o para saber lo que se quiere. Eso hace que la persona sienta
impotencia frente a la posibilidad de resolver problemas, y como no se da cuenta de que la causa está
adentro, empieza a pensar que las cosas vienen mal desde afuera, como si hubiera una especie de mala
suerte que le genera más depresión que acentúa la causa de distracción, entrando así en un círculo vicioso
donde la persona empieza a andar cada vez peor. Lo curioso es que siempre piensa que las cosas salen
mal por situaciones externas, mientras que la única forma de salir de los Viksepas es modificar la causa
que está en el interior.

Muchas veces poner más fuerza o entusiasmo para resolver nuestros problemas no es suficiente, sino que
el secreto está en sacar las trabas internas, que son las que suelen tener más fuerza. Los Viksepas
representan estos obstáculos interiores que se oponen a todo tipo de progreso, y se generan por estar
atrapados en Maya, que es el aspecto ilusorio de la realidad del plano físico. Al decir "ilusorio" o
"engañoso" no significa que sea "inexistente", sino que no es exactamente lo que parece. Las personas
que no han hecho trabajo interno y no han abierto sus canales de percepción trascendente, se guían sólo
por los 5 sentidos físicos, pero estos sentidos sólo nos conectan con el plano físico, y así como este plano
es ilusorio, así engañan los 5 sentidos.
Quien se apoya sólo en lo material suele fracasar en sus emprendimientos. Como está en la ilusión se
desilusiona, va cayendo en una situación depresiva que le produce confusión mental, una sensación de
fastidio consigo mismo, decaimiento permanente, pereza, su mente interna va quedando cada vez más
aislada, la mente racional se hace más fuerte, se aferra más a lo superficial y eso lo va llevando a una vida
gris y rutinaria, llena de miedos y resignación.

Lo que Patanjali nos quiere decir es que esta situación va deteriorándose en forma progresiva, y que si no
hay algo que cambie el rumbo, este deterioro va a continuar, ya sea en el cuerpo físico o en nuestra
psiquis. Cuanto más atrapados en Maya estamos, más Viksepas hay. Cuanto más ordenamos la mente y la
agudizamos para ver más allá de las apariencias, más salimos de los Viksepas y mejor vida tenemos.

Avidya es ignorancia o ceguera fundamental. Viveka es capacidad de discernimiento entre lo ilusorio y lo


real. Si podemos darnos cuenta de qué cosa es ilusoria y qué es real, y cómo ir profundizando hacia lo
real, hacia el lugar de las causas, vamos entrando en Viveka. Salir de los Viksepas significa ir de Avidya
a Viveka.

Existen dos puntos importantes a trabajar para salir de los Viksepas:

*  Traspasar las barreras de Maya, ir saliendo de lo ilusorio.

* Profundizar el autoconocimiento (Svadhyaya).

Patanjali nos da una serie de pautas para salir de los Viksepas, y nos dice que estas causas de distracción
se atenúan de distintas maneras:

­ Cultivando algún pr incipio super ior o ver dad univer sal: se refiere a encontrar algo en la vida que
para nosotros sea importante. Todos necesitamos tener una gran meta para darle sentido a la vida, algo
que sea nuestra principal causa de entusiasmo. Quien cultiva cualquier nivel en el campo del
conocimiento suele tener armonía interior, y rara vez su vida se torna rutinaria y monótona. Muchas
personas no saben cuál es su meta elevada o desconocen cómo llegar a ella. Además el hombre común
generalmente le dedica muy poco tiempo a la meditación creativa o reflexiva, que es lo que puede
aportarle inspiración y creatividad. Al meditar, no sólo se descubre esa meta, sino que se refuerza y
clarifica, posibilitándonos avanzar en nuestro objetivo en la vida, y paralelamente profundizando en
nuestra belleza y misterio interior.

­ Cultivando actitudes de amistad hacia los felices, compasión hacia los sufr ientes, alegr ía ante la
vir tud e indifer encia ante el vicio: este Sutra es casi un tratado de relaciones humanas. A veces nos
molesta la felicidad del otro y tomamos distancia de él. Atrás de eso se esconde cierta competitividad o
envidia. Pero si en lugar de reaccionar así lo tomamos como maestro o amigo, con humildad y afecto,
abrimos canales de resonancia vibratoria que nos permiten crecer desde el punto de vista yóguico, en
unión armónica con la otra persona.

Cuando nos va mal en algo, suele suceder que se lo contamos a algún amigo y, para nuestra sorpresa,
percibimos que siente un cierto placer que de alguna manera lo hace gozar con nuestra desgracia. Hay una
tendencia a sentir cierto desprecio o rechazo hacia el que sufre, así dicen que "los amigos se ven en los
malos momentos". Compasión no es lástima, sino una especie de tristeza afectiva por el amigo al que le
fue mal, con muchos deseos de que le vaya bien. Con ese afecto auténtico que le damos al otro, le
brindamos una enorme potencia para que pueda salir de su situación negativa. Así entramos en armonía
vibratoria y no sólo ganamos la buena amistad del otro, sino que su reconocimiento y agradecimiento
irradia una armonía que empieza a vibrar en nosotros, de manera que no solamente ayudamos al otro en
forma desinteresada, sino que por añadidura desde la otra persona nos llega una energía que refuerza
nuestra armonía.

A los seres humanos nos duele mucho perder dos cosas: la total individualidad y una sensación oculta de
placer en comprobar que estamos por encima del otro. Patanjali habla de la virtud diciendo que en lugar
de que nos molesten las capacidades que tiene la otra persona y que nosotros no tenemos, si nos abrimos
y trabajamos con un canal de alegría genuina hacia el otro, ese trabajo se ve potenciado entrando en
armonía con esa virtud y desarrollándola con mayor facilidad.
Si alguien cayó en el vicio y nos pide ayuda, lo tenemos que ayudar, pero no debemos tratar de cambiarlo
a la fuerza. No deberíamos ser indiferentes, pero tampoco podemos ayudar a quien no quiere ser ayudado.
Tanto tratar de cambiar a quien no lo quiere, como reprobarlo o potenciarle el defecto, no nos sirve ni a
nosotros ni al otro. Se debe actuar con indiferencia y tomar distancia de él. No es insensibilidad, sino
comprender que cualquier cosa que hagamos va a ser peor. Solamente se puede sacar del vicio a aquél
que abiertamente quiere salir, que lo reconoce y pide ayuda.

­ También estas causas se disipan mediante la exhalación y la r etención del aliento: la exhalación
produce desintoxicación, limpieza interior y purificación, tanto del cuerpo físico como del mental y
emocional. La retención con pulmones vacíos reordena las energías y absorbe energías de la tierra, de
polaridad negativa, e induce a la serenidad y a la paz. Por lo tanto alguien que esté muy enredado en los
Viksepas, con sufrimiento, depresión, nerviosismo o respiración entrecortada, lo primero que necesita es
una purificación y serenarse. Estas respiraciones actúan produciendo una sensación de liviandad,
tonificación y elasticidad del cuerpo físico, de serenidad mental y lucidez espiritual. Quien está
intoxicado tiene los nadis (canales energéticos) muy bloqueados y sufre desasosiego, que es como una
angustia que refuerza los Viksepas. Los nadis o canales del cuerpo astral limpios producen la serenidad
necesaria para salir de las causas de distracción.

­ Activar los sentidos super ior es también ayuda a estabilizar la mente: aquí Patanjali se refiere a las
facultades superiores como intuición, clarividencia, clariaudiencia, telepatía, capacidad de ver el aura, etc.
Nos quiere decir que si aparece alguna de estas facultades se agudiza la visión de lo trascendente,
entonces se comienza a ver más allá de las apariencias, nos vemos mejor por dentro y podemos darnos
cuenta dónde están incrustadas esas causas de distracción.

­ También por medio de ser enidad o lucidez inter na: nos propone recurrir a métodos de introspección
que hagan aflorar la lucidez de un espíritu tranquilo y la serenidad de una mente alerta. 

­ También fijando la mente en los que han tr ascendido las pasiones o apegos: Patanjali no nos sugiere
meditar en el aspecto abstracto de una virtud, sino en alguien que merezca nuestra admiración y respeto,
que para nosotros sea un maestro. Por lo general, quien trascendió la codicia y los apegos suele ser una
persona con libertad de espíritu, que disfruta de la vida, no depende de los demás, tiene las cosas a su
servicio y logra casi todo lo que se propone. Puede ser un maestro o alguien que esté muy cerca de la
maestría. Al meditar tomándolo como ejemplo, no sólo incorporamos esa virtud por aprendizaje o por
imitación, sino que al identificarnos con él, su vibración produce una vibración equivalente en nosotros, y
de ese modo adquirimos la virtud mucho más fácilmente. 

­ También apoyándose en conocimientos der ivados de ensueños o de sueño sin ensueños: llamamos
ensoñación a un estado de ultrarrelajación donde la mente racional guarda un hilo de lucidez, un punto de
alerta que mantiene a pesar de estar muy relajada y distendida. En este estado, igual que al soñar o al
meditar, se suelen ver imágenes o símbolos que cuando los interpretamos o meditamos en ellos, nos
brindan grandes enseñanzas muy importantes para nuestro crecimiento.

­ O por meditación que agr ade: cada uno tiene un tema en que le resulta agradable meditar. Para
algunas personas será un paisaje, para otras un maestro, o un mantra, figuras de colores, algún símbolo o
escuchando algún tipo de música. Las imágenes placenteras atraen nuestra energía afectiva, que nos va
bañando por dentro y nos produce un estado de serena alegría, de ganas de vivir, que por contraposición
debilitan o eliminan las causas de distracción.

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