Opsoninas: Molécula que se une a las células, los microorganismos o las partículas para
facilitar su fagocitosis por células fagocíticas. Las opsoninas principales son los anticuerpos, que
se unen a la partícula por su región variable y a la célula fagocítica por su fracción Fc, facilitando
de esta forma que esta fagocite a aquella. Se comportan también como opsoninas la fracción
C3b del complemento o la fibronectina.
Fuente: https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/opsonina
La producción de las citoquinas suele ser breve (transitoria), limitada al lapso de tiempo que
dura el estímulo (es decir, el agente extraño) En muchos casos ello se debe a que los
correspondientes ARNm tienen una corta vida media.
Lisozima: Desde que la lisozima fue descubierta por Alexander Fleming en 1922, muchos son
los trabajos que se han llevado a cabo para describir las distintas actividades biológicas de esta
proteína como son su actividad antibacteriana, antiviral, antinflamatoria, analgésica,
antitumoral y antioxidante.
En los humanos, la lisozima juega un rol muy importante en la defensa frente a las infecciones.
En las lágrimas se encuentra en cantidades comprendidas entre 3.000 y 5.000 μg/mL y protege
frente a bacterias y virus. En la saliva protege frente una gran variedad de microorganismos
como bacterias, virus y hongos de diferentes especies de Candida. Además de la actividad
antibacteriana, se han descrito muchas otras actividades biológicas de la lisozima: por ejemplo
la actividad antiviral. La lisozima administrada por vía oral y cutánea previene enfermedades de
la piel, como herpes simple y la varicela, debido a su actividad antiinflamatoria.
Fuente:
Lisozima - Revista SAN
PDF www.revistasan.org.ar › RSAN_14_4_314. Páginas 314-316
Reactantes de Fase Aguda: Las proteínas plasmáticas que sufren alteraciones durante la
inflamación, se conocen como reactantes de la fase aguda. Este grupo proteico juega un
importante papel en el complejo proceso de la inflamación. Los cambios en su concentración
plasmática, responden a un aumento en la síntesis por parte de hígado, no permiten conocer ni
la ubicación, ni las causas de la reacción inflamatoria, pero constituyen una excelente
herramienta. Los niveles plasmáticos de dichas proteínas, se elevan en tiempos diferentes. En
primer lugar, lo hacen la proteína C reactiva y la alfa 1 antitripsina; después, se elevan la alfa 1
glicoproteína ácida, la haptoglobina, la fracción C4 del complemento y el fibrinógeno. Las últimas
en elevarse son la ceruloplasmina y la fracción C3 del complemento. La proteína C reactiva fue
poco utilizada durante muchos años; en la actualidad constituye una valiosa herramienta como
marcador inflamatorio en las enfermedades reumatológicas de origen inmunológico.
Mastocitos:
Características de los mastocitos
Los mastocitos son leucocitos derivados de células hematopoyéticas pluripotenciales
CD34+ de la médula ósea que, a diferencia de otras células mieloides, completan su
diferenciación y maduración en los tejidos periféricos. Su crecimiento y diferenciación se
producen bajo la influencia de las citocinas, IL-3, IL-4, IL-9, IL-10 y el factor de células madre
(stem cell factor, SCF), factores de crecimiento, factor de crecimiento de nervios (nerve growth
factor, NGF), prostaglandina E2 (PGE2) y por la interacción con determinadas moléculas de
adhesión. La presencia de los mastocitos en los tejidos depende de la acción de su receptor
tirosin-cinasa, c-kit, y de su ligando, el SCF. En humanos, el SCF es la principal citocina implicada
en la maduración, la activación y la quimiotaxis de los mastocitos. Su maduración final está
condicionada por la interacción con el microambiente del tejido en el que residan, siendo
especialmente activa en el caso de existir inflamación local.
Mastocitos y angiogénesis
La angiogénesis es un proceso que implica el crecimiento de nuevos vasos, así como la
migración, la proliferación, la formación y la supervivencia de células endoteliales.
Los factores angiogénicos de crecimiento son producidos por distintas células, tales como los
fibroblastos, los linfocitos T, las células plasmáticas, los neutrófilos y los eosinófilos. Los
mastocitos están implicados en la neovascularización tanto fisiológica como patológica, dada su
localización próxima a capilares y a canales linfáticos en el tejido conectivo. Su incremento está,
asimismo, relacionado con la angiogénesis asociada a hemangiomas, neoplasias, reparación de
heridas, ovulación y disfunción miocárdica. Los mediadores mastocitarios asociados a este
proceso son la triptasa, la heparina y la histamina, así como el TNF- y el VEGF.
Fuente:
https://www.researchgate.net/publication/262475363_IDENTIFICACION_DE_LAS_CELULAS_D
E_PANETH_EN_EL_INTESTINO_DELGADO_DE_ALPACAS_EN_LOS_PRIMEROS_21_DIAS_DE_ED
AD
Aunque está compuesta por una sola capa de células, el epitelio intestinal forma una barrera
frente a la penetración de microbios. Los defectos de la función barrera protectora contribuyen
al desarrollo y perpetuación de inflamación en la IBD. Las células epiteliales del intestino delgado
están recubiertas de un glicocalix de mucinas y otras glicoproteínas que pueden interaccionar y
atrapar bacterias en el moco. Además, las células de Paneth, localizadas en el fondo de las criptas
intestinales, secretan péptidos antimicrobianos, como defensinas. Las células epiteliales
también actúan como sensores microbianos secretando factores como IL-8, MCP-1, RANTES,
TNFα e IL-6 en respuesta a la entrada de bacterias. Esto permite el reclutamiento de neutrófilos,
eosinófilos, monocitos, macrófagos fagocíticos y células T, lo que ayuda a generar una respuesta
inmunitaria protectora. Aunque muchas de estas células están presentes en el intestino normal,
bajo condiciones fisiológicas están condicionadas a un estado no inflamatorio debido a factores
en el microambiente local. El intestino normal e inflamado contiene muchos tipos celulares
específicos, incluyendo células plasmáticas secretoras de IgA, células T CD4+ y CD8+, células T
reguladoras y células T.