La radio tuvo un papel fundamental durante dicha época, ya que permitía que se
supiera lo que sucedía en la capital del país y las decisiones que se tomaban,
además por el contexto que se vivía, el cual estaba ligado a la violencia, en las
familias donde no contaban con este medio de comunicación masiva presidía la
confusión. Dentro de los hecho más destacados esta la concentración frente al
palacio presidencial, el cual estaba defendido por el ejército nacional y civiles
conservadores, también se desarrollaron diferentes quemas a edificios
gubernamentales y eclesiásticos, así como la toma de un gran número de emisoras
por parte de gaitanistas, esto con el fin de dar instrucciones por medio de la señal
radial. Retomando lo mencionado al comienzo del escrito, esta gran protesta social
se convierte en un fantasma para la oligarquía del país, los cuales pusieron como
uno de los principales fines la no repetición de estos hechos que podrían
comprometer su estabilidad en el poder, de igual manera se proponen no dejar
prosperar líderes políticos populares con el mismo fin. Las presidencias que se
posesionaron posteriormente se dedicaron a desarrollar un plan de medidas
represarías y explotadoras contra sindicatos, huelgas, protestas y demás formas de
participación política y de exigencia de derechos del pueblo, dentro de los
presidentes que estuvieron en el poder en dicho periodo se destacan Laureano
Gómez, Alberto Lleras Camargo y Mariano Ospina Pérez, todos de filiación
conservadora.