A lo largo de la historia humana, esta se ha logrado desarrollar diversas medicinas, posibilitando la

que los humanos tengan cada vez más una mejor calidad de vida y longevidad. Desde hace mucho
tiempo, los diferentes pueblos aborígenes alrededor del mundo han desarrollado la medicina
basando sus remedios en sustancias extraídas de las plantas y animales, sin embargo, gracias al
desarrollo de varios campos del conocimiento se han desarrollado medicamentos cuyos efectos al
combatir las enfermedades son mucho más rápidos, dando lugar a lo que hoy se conoce como la
farmacología.

Uno de los campos del conocimiento que han aportado en gran medida al avance de la
farmacología es la microbiología. En el siglo XVI Zacharias Jansen y su padre inventaron el
microscopio, posibilitando así el estudio de lo que no era visible hasta entonces, si bien en un inicio
se desconocía que las algunas enfermedades eran consecuencia del ingreso de microorganismos en
el cuerpo, al cabo de algunos siglos, se ha logrado desarrollar sustancias que son capaces de
combatir dichas enfermedades.
Cada día se realizan diversos estudios que tienen como objetivo generar medicamentos no solo para
el uso de los humanos sino también, para animales y plantas. Con el desarrollo de la microbiología,
la humanidad ha podido afrontar diversas situaciones que en el pasado serían catastróficas, como lo
ocurrido en la edad media con la peste negra. El uso del campo de la microbiología en la
farmacéutica ha posibilitado que las enfermedades sean cada vez más comprendidas y por
consiguiente se creen medidas de contención y curación. Es como hoy en día microorganismos
como la E. coli o Penicillium chrysogenum son empleados para el tratamiento de enfermedades
potencialmente mortales.
Sin embargo, aunque se ha logrado tener avances a pasos agigantados en materia de medicamentos,
lo que muchos no piensan al destapar y consumir un medicamento es que millones de
microorganismos que pudieron haber contaminado dicho medicamento, pudiendo causar incluso la
muerte. Aunque es paradójico, al fabricar medicamentos que combaten y destruyen microrganismos
se corre el riesgo de que en el proceso dichos medicamentos o sus componentes se vean
contaminados por otros microrganismos, por lo cual es de vital importancia que todos los
procedimientos que se deben llevar a cabo a lo largo de la manufacturación de dichas sustancias,
sean monitoreadas constantemente, pues si bien la cantidad de microrganismos presentes los sitios
de fabricación de los medicamento puede ser controlada, la garantía de que un espacio sea
totalmente estéril es nula, a consecuencia de los muchos factores que pueden introducir estos
vectores en el lugar, como bien lo mencionan De la Rosa, Ullán, Prieto, y Mosso (2000) al escribir:
“Los microorganismos presentes en el aire del interior de los edificios (casas, escuelas, hospitales)
pueden proceder del hombre, del aire exterior, polvo, madera, pintura, papel, humidificadores y
otros”
Es a consecuencia de lo anterior, que alrededor del mundo las diferentes entidades que regulan la
fabricación y distribución de medicamentos han establecido unas normas para minimizar el riesgo
de contaminación de los mismos y en caso de presentar un estado de alarma también se establecen
los procedimientos a seguir para su contención. Para el caso de Colombia es el Invima quien regula
dichos procesos:

Es de obligatorio cumplimiento implementar las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)

de acuerdo a lo establecido en el artículo 12 del decreto 677 de 1995, para todas las
plantas farmacéuticas de Colombia, reglamentadas en la resolución No. 003183 del 23 de
 agosto de 1995, en donde se determina la adopción del Manual de BPM serie de Informes
Técnicos No. 823 (Informe 32) de la Organización Mundial de la Salud. (Delgado, Escamilla,
Pérez, & Arias, 2004)

Uno de los procedimientos que deben realizarse periódicamente en los laboratorios que son
destinados a la fabricación de fármacos es un muestreo que indique la calidad microbiológica del
aire, en donde por medio de cultivos se determina la población de agentes contaminantes como
bacterias y hongos, determinándose de esta manera la probabilidad de contaminación de los
medicamentos.

Gracias al estudio de los microorganismos, ha sido posible determinar los ciclos de vida de los
organismos patógenos, lo que ha llevado a la identificación y desarrollo de sustancias que atacan
ya sea estructuras celulares o reproductivas, de forma más eficiente y efectiva.

Finalmente, la farmacología debe su desarrollo en gran medida al estudio y experimentación con

los organismos más pequeños, puesto que gracias a ellos se ha descubierto la manera real en que
las enfermedades infectan el cuerpo, así como el modo en el que otros organismos contrarrestan
los patógenos, desarrollando mecanismos de defensa ingeribles para beneficio de los humanos. Si
bien, el hombre ha logrado hacer frente a las diferentes enfermedades que le han aquejado por
miles de años, la naturaleza constantemente pone a prueba el conocimiento y la destreza para
enfrentar dichos males, pues si bien, medicinas tales como los antibióticos ya existen, los
microrganismos evolucionan de manera exponencial sus mecanismos de respuesta dando como
resultado patógenos cada vez más resistentes a los medicamentos; es por esta razón que es de
vital importancia que mediante la farmacología basada en los microorganismos siga
desarrollándose de manera constante mediante estudios e investigación.