La deficiente educación rural en el Perú es un problema importante a tratar, ya que existe una

gran diferencia con la educación urbana. Si bien lo que se quiere es transmitir el conocimiento
academicista de las escuelas limeñas en las zonas rurales, sin embargo esto no se logra.
Puesto que las realidades en las que se imparten son distintas. Esto se evidencia en los
distintos factores que intervienen para que la educación rural sea deficiente, como la falta de
profesores dispuestos a dictar en zonas rurales y el desinterés del Estado ante el problema.
Analizando el problema, encontramos aspectos positivos que ayudan en el proceso de
solución. Por ejemplo, pese a que las escuelas rurales cuentan con infraestructuras dañadas
y, en ocasiones, las aulas no están equipadas con mesas ni sillas o un pizarrón donde
desarrollar la clase, los estudiantes aún conservan la voluntad de aprender. Esta actitud
demuestra que la población quiere educarse, pero le resulta complicado por el insuficiente
apoyo que recibe. Además, pese a las paupérrimas condiciones en los colegios, los
profesores se muestran colaboradores y optimistas, ya que, al no contar con el suficiente
material ni el mobiliario, estos doblan sus esfuerzos para brindar una clase óptima. Sin
embargo, la cantidad de docentes que desean dictar en zonas rurales es insuficiente debido
a que el Estado no reconoce los esfuerzos realizados por los educadores, que intentan
trabajar con lo que poseen. Esta es una parte negativa del problema, ya que el Estado debe
velar por la comodidad de todos sus habitantes y ayudar al desarrollo de la nación. Sin
embargo, el Estado se muestra indiferente y poco empático ante las dificultades que
atraviesan los miembros de las escuelas rurales. En escasas ocasiones, el Estado contribuye
con la sociedad al elaborar proyectos para la mejora de la educación rural. No obstante, estas
medidas no son efectivas, debido a su deficiente elaboración. Además, otro factor por el cual
no son funcionales es que no concuerdan con la realidad de la población rural. Usualmente,
el Estado, cuando intenta construir colegios en las zonas rurales, lo hace pobremente debido
a que el monto destinado a la construcción se ve disminuido por la corrupción de los
funcionarios que llevan a cabo la obra. Esta mala utilización de fondos generan que las
construcciones posean un tiempo de vida reducido y que los alumnos resulten perjudicados
en el tiempo.
Para finalizar, la experiencia del proyecto nos ayudó a profundizar nuestras ideas acerca de
los problemas que padece la educación en las zonas rurales del Perú. Si bien la recolección
de información fue difícil, lo recolectado es verídico, relevante y muy interesante. Además,
este boletín tiene como propósito informar sobre la deficiente educación rural y las
complicadas condiciones donde se desarrolla. A su vez, este nos lleva a reflexionar acerca
del reducido apoyo que se le brinda a la educación en las zonas rurales del país. Los maestros
cumplen un papel protagónico, debido al arduo trabajo que realizan por transmitir sus
conocimientos, a pesar de las desfavorables condiciones en la que desarrollan sus
actividades. También, el de los alumnos, que no se rinden a pesar de la lejanía entre sus
colegios y sus hogares o de la poca disponibilidad de tiempo que poseen, ya que en algunas
ocasiones trabajan junto con sus padre. El Estado se muestra como un antagonista, debido
a que muestra su indiferencia con su reducida participación, a pesar de tener los recursos y
la solvencia para mejorar la educación rural.