 Himno inicial: 46 Un príncipe tenemos.

 Oración
 Himno: 33 En la tierra soy un peregrino
 Oportunidad: Pastor Florindo Márquez
 Oportunidad: Familia
 Oportunidad: Voluntarios Hno. Manuel Vilches
 Himno: 145 Hay una ciudad
 Oportunidad: Jóvenes y Oficiales Hno. Daniel Márquez
 Oportunidad: Dorcas Hna.
 Oportunidad:
 Oportunidad:
 Himno: 300 En la mansión do Cristo está
 Palabra Pastor
 Himno: 231 Cuando anuncie el arcángel
 Bendición final

Francisco José Madrid Calderon, nació el 21 de febrero del 1939 en

Melipilla, miembro activo de nuestra iglesia por más de 40 años, donde
trabajó arduamente siendo Oficial, Jefe de Coro, Voluntarios y del punto de
predica.
Algunos de los himnos que le gustaban eran: Un príncipe tenemos, Cuán
gloriosa será la mañana y Varios años he luchado por ser bueno, y como
olvidar: Yo he venido de nuevo hasta aquí… como olvidar cuando con su
guitarra se paseaba al cantar por el pasillo en el templo antiguo dirigiendo el
coro.
60 años de matrimonio junto a nuestra hna. Laura Román, como ella
siempre lo menciona buen esposo, buen trabajador buen hijo, hermano,
vecino y muy preocupado de su iglesia. Dios no les concedió el poder
engendrar hijos en la carne, pero sin duda con los años en Rocío
engendraron una hija en el amor, demostrando el ser un hombre intachable,
de principios, recto, justo temeroso de Dios.
Como jóvenes recordamos que en navidad buscaba la forma de preparar el
chocolate. Dentro de los voluntarios recordados como un hombre muy
cooperador, parte de los muros de este templo fueron levantados con las
fuerzas de sus manos.
Ya no sentiremos su voz, ni veremos su sonrisa, esa que se reflejaba hasta
en sus ojos achinados, pero aguardo una esperanza, esa que nos dice:
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen,
para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida
del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras.”
1 tesalonicenses 4: 13-18