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Ediciones FEPI
Fundación para el Estudio de los Problemas de la Infancia

Director
Alfredo País

Secretaría de Redacción
Nocmí Giuliani
Claudia Sykulcr
Fernando Barato

Comité Científico
Alfredo Jcrusalinsky
Stella M. Caniza de Pácz
Owcn Fostcr
Elsa Coriat
Haydée Coriat
Jorge Garbarz
Evelyn Levy

Coordinador operativo
Fernando Macicl

Tapa: Reproducción de "Las Meninas" N2 1, Cannes, 1957, óleo sobre lienzo,


194x260 cm, de Pablo Picasso. Museo Picasso de Barcelona.

Edición gráfica: "Entrelíneas"/Jorge Glückmann ·Tel.: 951-2471

Registro D.N.D.A. N2 313.346


© 1993 Ediciones FEPI
Estado de Isracl4247 (1185) Buenos Aires
Tel.: 89-5399

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Impreso en la Argentina- Printed in Argentina

.. ~tÚ (a. 1~ no se hace solidaria necesariamente con las opirúones vertida~


por sus colaboradores en los artículos firmados. Reservados todos los derechos.
LISTADO DE PROFESIONALES DEL Editorial
CENTRO Dra. LYDIA CORIAT

ARGERICH, MARCELA
, \
BARALO, FERNANDO
BRUCKMAN, SILVIA
BRUNER, NoRMA
CAN IZA de PAEZ, STELLA MARIS
CAPPELETII, MARÍA ALEJANDRA
CORIAT, HA YDÉE LILIANA Cuando proyectamos la edición de esta revista, la pensamos
CORIAT, ELSA HILDA como una convocatoria amplia a los profesionales que trabajan en
ENRIGHT, PATRICIA el área de los trastornos del desarrollo infantil.
FILIDORO, NORMA Si bien contábamos con una importante cantidad de colegas,
FOSTER, ÜWEN HERBERT alumnos e instituciones que esperaban una publicación de nuestra
GARBARZ, JoRGE institución, no supusimos que 1000 ejemplares no alcanzarían para
GIULIANI, NoEMí cubrir la demanda.
GROISMAN, MARIANA Nos vimos obligados a producir una segunda edición para
JERUSALINSKY, ALFREDO cumplir con los pedidos que recibimos tanto de nuestra Capital
KULESZ, ANALÍA como del interior del país y también de Brasil, Bolivia y Colombia.
LEVIN, EsTEBAN La calurosa bienvenida otorgada a ~ de ta 1~, nos
LEVY, EVELYN alentó a continuar. Hemos podido apreciar que en los lazos
MACIEL, FERNANDO interinstitucionales existentes, se vislumbra una nueva dinámica
MOKOTOFF, NoRA que apunta a propiciar el intercambio de experiencias clínicas y
PAIS, ALFREDO conceptualizaciones teóricas.
PEAGUDA, SILVIA Es justamente con la intención de incentivar el intercambio y la
RANIERI, LILIANA
participación de nuestros lectores (ya que se trata de uno de los
RUIZ, ÜRACIELA
objetivos principales del proyecto de nuestra revista), que
SCHURMAN, PAULA
estamos preparando una edición especial que abordará una
SUED, RAQUEL
SULIANSKY, ADRIANA temática de gran interés para todos los que participamos del
SYKULER, CLAUDIA campo de los problemas de la infancia: El niño y la modernidad.
WAINSZTEIN, IRENE Ya nadie duda de que la infancia de hoy no es comparable con
ZIMMERMAN, ANA la de principios de siglo: las exigencias, las posibilidades, los
V espacios, los estímulos y,fundamentalmente, el lugar que la
~úta.1~ Sumario
wu.:ia ocupa hoy en el pensamiento de la sociedad occidental,
w cambiado radicalmente. Entendemos que resulta necesario .
·ahajar esta problemática a fin de aproximarnos a delinear Sección 1
Jllteptualmente la posición del niño en la cultura, del niño en la CLINICA DE LOS PROBLEMAS DEL DESARROLLO
)('iedad, del niño en la polftica, etc. Tal necesidad surge
1\tamente de que trabajamos con niños incluidos en esta sociedad
, por lo tanto, sometidos a sus condiciones. Nora Mokotoff 1 Patricia Enright 1Stella M. Caniza de Páez
Tmnbién en esta problemática la interdisciplina se impone dada Psico-pedagogía inicial.
1 l'levada complejidad que presentan Las articulaciones De ser bebé a ser nene 1 13
OII('C'ptuaies posibles entre infancia y cultura. Adriana Suliansky 1 Irene Wainztein
01ra temática preocupante es La de las patologías psíquicas Lenguaje y psicopedagogía:
m ves. En este número son abordadas desde dos disciplinas: la De disciplinas e interdisciplina. El caso Luis 1 25
'lt'flicirza y el psicoanálisis. Mientras la primera aporta
onocirnientos recientes obtenidos mediante la investigación Fernando Barato
lfolá}fica, La segunda muestra una ubicación conceptual y una Lo que dicen los chicos que no hablan 143
ltJ,\Ihiiidad de abordaje terapéutico. Evelyn Levy
F.\ta temática será desarroLLada extensamente a Lo Largo de las De las relaciones entre psicoanálisis y educación
i~lltt'ntes ediciones de ~ ú ta. 1~. a la mediatización del aprendizaje del niño 1 49
Esteban Levin
La clínica psicomotriz 1 71
Alfredo País
Del lugar del analista en la clínica
con niños discapacitados 175
Reportaje a Jorge Fukelman
Psicosis infantil: ¿un problema nosológico
o un problema para los analistas? 183
Alfredo Jerusalinsky
Autismo: la infancia de lo real 193
Masaya Segawa
Patogénesis del autismo infantil temprano 171
V Ernesto O. Walhberg
Psicofarmacología en niños, hoy (II) 1 111
Sección 11
MIRADAS Y RECORTES DE DIVERSAS DISCIPLINAS
,,
Mariana Páez
Reflexiones para compartir 1 119

Sección III
TRIBUNA 1 123
Sección 1

Sección IV
INFORMACIONES CLINICA
Novedades bibliográficas 1 127 DE LOS PROBLEMAS
Informes 1131
Actividades institucionales 1 132
Distribuidores de~ t:ú f4 '7~ 1 140
DEL DESARROLLO
Indice de autores 1 142

·e¡¡
Psicopedagogía Inicial
e De ser bebé a ser nene

Stella M. Caniza de Páez *


Patricia Enright **
Nora Mokotoff**

Introducción. ¿De dónde venimos?

Hace ya más de veinticinco afios que el equipo entonces dirigido por la


Dra. Lydia Coriat comenzó a preguntarse acerca de los avatares del ser bebé
-bebé o nene chiquito, sin más calificativos- y de la multiplicidad de
cuestiones que se le plantean a una pareja de padres, en particular, cu(Uldo los
nifios son portadores de déficit orgánicos capaces de producir discapacidad.
En el inicio muchas de estas preguntas no tuvieron respuesta. Pero
acompafiando a los papás en el sostenimiento de sus hijos y a éstos en su
desarrollo, las respuestas que se armaron fueron tejiendo una red flexible y
dinámica que constituyó el sostén teórico de una especificidad clínica: la
estimulación temprana.
"Temprana" en la vida de los nifios, en los comienzos de su desarrollo.
"Estimulación", no en el sentido de la búsqueda de determinadas respuestas
o de bombardeo sensorial, sino en cuanto a "alimento" para la actividad del
niño, enmarcada en el deseo de los padres hacia ese hijo.
Por muchos afios la estimulación temprana sostuvo a los bebés y a los
nifios pequeños hasta que su tratamiento pudiera articularse con otras
prácticas pedagógicas o clínicas ya existentes, particularmente el ingreso a
la preescolaridad o a la escolaridad y el abordaje desde disciplinas terapéuticas
a ellas asociadas.

* Profesora de deficientes del oído, la voz y la palabra. Coordinadora de ese equipo.


Miembro del equipo de Dirección del Centro Dra. Lydia Coriat.
**Licenciadas en Psicopedagogía. Miembros del equipo de Psicopedagogía Inicial del
Centro Dra. Lydia Coriat.

FRPT 1 13
~rteta1~ PSICOPEDAGOGÍA INICIAL. DE SER BEBÉ A SER NENE
El incipiente corpus teórico no permitía aún fundamentar acabadamente diferenciarse de éste, paulatinamente comienza a saberse distinto de su
las diferencias que ya se intuían entre distintas concepciones que circulaban mamá, de quien lo mueve, del objeto que tiene en su mano. Empieza u
denominándose de modo similar aunque enunciando prácticas distintas. discriminar yo y no yo, a presentarse como un otro, a hablar de sí mismo, a
Estimulación temprana, intervención temprana, educación temprana, es- ser un nene al que yanole basta que "se le" otorgue unlugardehijo sino que
tim ulación precoz, fueron definiendo ofertas de abordaje en distintos pugna por posicionarse en él. Como tal, comenzará a reconocerse como
ám bitos e insti luciones. Otros en su deslizamiento, comenzaron a considerar miembro de una parentela ampliada, a circular por su comunidad. Transitará
"temprana" a toda intervención que se efectuara hasta el comienzo de lo que el proceso de las identificaciones.
se consideraba aprendizaje sistemático, es decir, hasta la edad escolar.
Nuestro equipo mantuvo la preocupación de sostener teóricamente la De la filiación a la identificación .•• de ser bebé a ser nene.
práctica clínica de la estimulación temprana dirigida específicamente a De Estimulación Temprana a Psicopedagogía Inicial
niños de hasta tres años, con la participación directa de sus padres. Es decir,
planteada a modo de abordaje de los pequeños a través de sus padres o de Llegamos entonces a reconocer en la práctica clínica de la Estimulación
quienes cumpliesen su función. Temprana momentos con especificidades propias que señ.alaban etapas
La experiencia clínica y la reflexión teórica nos permitieron ir elabo- diferentes en el proceso de desarrollo de los nifíos, en los cuales el
rando hipótesis y estrategias. Comprendimos que, para que un bebé pueda posicionamiento de cada uno de los protagonistas presenta características
desarrollarse armónicamente, tiene que ir constituyéndose como sujeto peculiares.
descante. Es como tal que emergerá quien desee jugar, moverse, comuni- Estas diferencias plantearon la necesidad de proponer abordajes distintos
carse, interactuar con los objetos y con los otros, aprender... nominados como Estimulación Temprana y Psicopedagogía Inicial, cnten
Son los padres quienes arman el espacio que permitirá al niño posicio- diendo a esta última como la intervención pedagógico-terapéutica que
narse en este lugar de sujeto descante, ofreciéndole una red simbólica tejida sostiene al niñ.o pequeño constructor de conocimientos y sujeto descante en
con significantes que lo sostienen como hijo. constitución, en este proceso de apropiación de los valores de la comunidad
Los terapeutas acompañan este proceso y ofertan al niñ.o situaciones que de pertenencia.
favorecen el desarrollo de sus potencialidades.
De acuerdo con lo planteado, la Estimulación Temprana tiene por Desarrollo
objetivo fundamental intervenir para que aquel bebé que llegó a una familia ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos?
portando una"deficiencia" que lo aleja en lo real del hijo deseado, y que es
"tomado" por esta diferencia que lo ubica como "ajeno" para estos padres, El lugar de la escena
sea "adoptado" por ellos como hijo, es decir puedan recorrer el camino de
lu filiación. La Psicopedagogía Inicial, como intervención terapéutica de un nif'lo
Los diagnósticos tempranos, imprescindibles como sustento para iniciar pequeño con problemas de desarrolo, es para nosotros el "armado de una
los tratamientos, pueden provocar en este sentido "fracturas" tan expuestas escena" diferente a la de la Estimulación Temprana.
que en ocasiones son muy difíciles de revertir. Depende en gran medida de Escena en que el nifío y sus padres tienen una posición distinta, que
l'<~ mo sea manejada la información, de la modalidad con que se intervenga reconocemos y una intervención del terapeuta que articula una mirada
desde la clfnica, el que el bebé con patología pueda ser filiado, tener un especial en un momento que expresa diferencias.
nombre propio, volviendo a ocupar el lugar de hijo a pesar de la diferencia Volviendo nuestra mirada a la Estimulación Temprana, en términos de
•n arcantc respecto del hijo soñado. proceso dinámico, constructivo, constitutivo, hablamos de un progresivo
camino que va "desde la filiación a la identificación", "del ser hijo de ... a ser
l'l•ro, ¡, qué pasa con este bebé a medida que va creciendo? miembro de una familia", "a ser un niño que comienza a circular por su
comunidad", "de ser bebé a ser nene", "de serftliado con un nombre propio
Este bebé mirado, hablado, movilizado y jugado desde el otro sin poder a ser identificado con un apellido".

11 1 Fl•:l'l FRPT 1 15
PSICOPEDAGOGfA INICIAL. DE SER BEB~ A SER NENE
~t:tet4'i~

La modalidad propia con la que un nif1o y su familia pivotea entre estas que se desplazan en un espacio y un tiempo próximos, homog~ncos y
posiciones en este proceso en que confluyen su constitución subjetiva, su coherentes.
construcción cognitiva, su incipiente socialización, defme las características
con que se efectuará la apertura hacia el nuevo espacio que propone la "En tanto la interacción del sujeto y el objeto se presenta bajo la forma dt~
Psicopedagogía Inicial. intercambios de débil amplitud en una zona de indiferenciación, el universo
aparece como dependiente de la actividad propia, aunque ésta se ignore a sf
misma como subjetividad. Por el contrario, en la medida en que se amplfa la
El nene de la Psicopedagogía Inicial interacción, el progreso del conocimiento en las dos direcciones complc
mentarias, de las cosas y del sujeto, permite a éste situarse entre ellas corno
"Julieta le dice 'tau' a su mamá y entra sola al consultorio[ ... ] Saca un una parte en un todo coherente y permanente" (Piaget, 1985).
recipiente con plastilina e intenta moldearla; 'papa', dice, mientras señala la
cocinita; coloca trocitos de plastilina en una cacerola, revuelve con una Es en este espacio en que, entonces, pueden separarse de su mamá para
cucharita, 'enciende' la cocina manipulando las perillas y coloca la olla al volver a reencontrarla regresando un trayecto en su sentido inverso, apm
fuego. Continúa revolviendo[ ... ] piándose de recorridos, armando un mundo cada vez más amplio en el qm•
Posteriormente, toma una cartuchera, abre el cierre y saca marcadores. pueden desplazarse, descubrir caminos, combinarlos, efectuar rodeos.
Garabatea con distintos colores. Toma una serie de dibujos, entre ellos Observamos que el niño, en determinado momento de su historia, cam bl a
algunos realizados por ella en la sesión anterior y verbaliza, ante cada uno, sustancialmente la esencia de su actividad. Aunque sin abandonar las
'mío'. Luego indaga ala terapeuta sobre cada uno de ellos: '¿Mío?'. Cuando estrategias que empleaba hasta el momento, para esta etapa ya afianzadas,
se le contesta que 'ése es de otro nene', lo toma, realiza en su parte superior incorpora paulatinamente un nuevo modo de accionar sobre el mundo que lo
trazos mientras los corresponde fonéticamente con un 'e-to-é-mí-o'. rodea: la representación mental, la simbolización.
Toma algunos dibujos y los coloca verticalmente sobre el armario, exhibién- Ya no se limitará a usar esquemas de acción simples, complejos o su
dolos ... " (Julieta, 3; 1 -Segunda sesión de Psicopedagogía Inicial). combinación sino que comenzará a manejarse a través de esquemas rcprc
sentativos. Trascenderá ellímite de la acción inmediata sobre los objetos, las
"Juan entra en el consultorio con el terapeuta pero no le permite cerrar la personas, los espacios, porque podrá, si lo desea, representarse a través de
puerta. Lanza las pelotas y arrastra una tortuga, de manera tal que hace imágenes mentales, pasos necesarios para resolver una situación o evocar a
través de significantes diferenciados que hagan referencia a esos objetos,
desplazar sistemáticamente dichos objetos fuera del consultorio, hacia la personas o situaciones.
sala de espera. Se dirige tras ellos en su búsqueda y, en la sala de espera, Esta nueva posibilidad, que al comienzo permanece muy "pegada" a la
desvía su mirada hacia su madre que tiene la vista fija en él. Desde allí, acción propia y teñida de la subjetividad y egocentrismo característicos del
vuelve al consultorio" (Juan, 2;10). niño en esta etapa, es parte de lo que marca y posibilita un cambio: cambia
el tratamiento, cambia el nombre de la especialidad, cambia el terapeuta,
Nos referiremos al niño de la PI intentando generalizar ciertos conceptos cambia la mirada de los padres. Y, a su vez, este cambio de mirada es lo que
pero enfatizando en la singularidad con que cada niño y su familia se ubican posibilita este despegue en la actividad del niño, este otro posicionamiento
en esta situación. que implica una posibilidad de autonomía creciente, una separación paulatina
Tanto Julieta como Juan entran solos, con su terapeuta de PI, al consul- y cada vez más real del adulto.
torio. Durante los últimos tiempos de Estimulación Temprana ha venido Ya diferenciado de su mamá, en una estructura familiar que ha podido
"jugándose" este cambio y continúa haciéndolo durante el tratamiento de PI. articular este "corte" que le permite decir "chau" y reencontrarse con un
Comenzando a apropiarse de la función simbólica, o en los últimos "hola", puede simbolizar esta desaparición, dar representación a esta auscn
estadios de la inteligencia sensoriomotriz, estos niños ya conciben un cia poniéndola en juego con sus propios contenidos.
universo con objetos sólidos, móviles independientes de su propia acción Para poder soportar esta ausencia, este corte, para poder ser él quien
Q

16 /FEPI FRPJ/ 17
~eteta?~ PSICO-PEDAGOGIA INICIAL. DE SER BEBÉ A SER NENE

dirija su accionar, es necesaria una transformación de su pensamiento que otras pero siempre sin diferenciación interna" (Rodulfo, M., 1992) signifi
no se restringirá al presente sino que se extenderá en la evocación, en una can el comenzar a dejar marcas propias en un espacio que se abre, el del
incipiente anticipación que lo conducirá a un "encuentro con la realidad en papel, y cuya lectura nos permite ir acompañando este proceso de apropia
niveles cada vez más profundos de comprensión y aprehensión" (Radrizzani ción simbólica que realiza el niño.
G.A.M, González, A., 1987). Es asf que el lenguaje, el juego simbólico, la
imitación diferida, la imagen mental, el dibujo, constituyen el bagaje "Espacio blanco que se poblará de marcas, trazos, archiescrituras, letra,
cognitivo con el que comenzará a contar para nombrar, jugar o dibujar esa en fin, bajo las apariencias del mamarracho en desorden. ¿Hecho simple del
realidad no presente, para anticipar procedimientos no creados aún. crecimiento? Antes bien, resonante acontecimiento vital, he aquí la pulsión
encarnada en lo que antes de su paso era una simple caja de pinturitas".
Juego (Rodulfo, M. 1992)

Nos encontramos entonces con niños que, en transición desde los rituales Estos dibujos, desde el punto de vista de la construcción del espacio
lúdicos sensorio motrices o ya instalados en un juego simbólico de deter- gráfico, tiene sus raíces en la pura acción sensorio-motriz emparentada con
minada complejidad, nos muestran que un corte se está operando dando un juego de ejercicio (Piaget) e irá transformándose hacia lo representativo,
lugar a un progresivo desplazamiento simbólico sobre objetos sustitutos que significante que aludirá a diferentes contenidos o significaciones.
aluden a un "objeto ausente". Este nuevo hecho de transponer en el papel un determinado contenido se
Que comienzan a poner en escena los significantes que ellos mismos irá enriqueciendo con la representación de relaciones topológicas
crean: ya no se trata de "ser jugados" sino de proponer un jugar, de "ser -primero aisladas y que luego irán coordinándose- que caracterizará las
hablados" sino de proponerse hablar, de ser sólo "objeto del deseo del otro" primeras figuras "diferenciadas". Asf, desde la aparición del garabato
sino de comenzar también a apropiarse de "sus" deseos, despegándose nominado, se abstraerán formas, se inaugurarán figuras humanas, monigo
paulatinamente de un juego que es mera imitación. tes en los cuales ojos, boca serán incluidos en la cara, y se esbozarán
Volviendo a los ejemplos, si seguimos a Piaget, Juan desarrolla un juego prolongaciones: piernas, luego brazos, luego tronco. El dibujo pasará a ser
netamente de ejercicio (lanzar, arrastrar objetos). No obstante, si nos un medio para expresar cierta significación.
centramos en su significación (articulada con otras sesiones con juegos
similares), propone un encuentro/desencuentro con la madre de cuya mirada Lenguaje
no logra aún desprenderse.
'-
Julieta realiza un juego claramente simbólico, con escenas armadas con Se nos presenta un niño "en búsqueda de la lengua, para apropiarse de su
cierta complejidad y una representación gráfica en la que se esboza cierto lenguaje" (Giuliani, N., Barato, F., 1993).
simbolismo. Manifiesta con su "eto-e-mi-o" la necesidad de apoderarse de Con una jerga que incorpora cierta entonación y comienza a dirigirSl' a
un espacio propio, particularmente significativo en un momento de reciente un otro, como interlocutor válido incluido en un diálogo, en tanto previa
pasaje en que terapeuta, sala, materiales, deben ser apropiados por ella. mente haya sido colocad() en ese lugar.
Jerga que irá diferenciándose en defcticos, en el intento de nominación,
Dibujo en el armado de frases sencillas ... Complicado proceso que cada niflo
recorrerá desde su singularidad. Y que, con la aparición del prirm·r
Los chicos comienzan a realizar trazos gráficos en distintos planos pronombre, expresa el encuentro de una nueva posición: ya podrá nonr
(papel, pizarrón, mesa) sin darles significación primero, otorgándosela brarse, autonominarse como "yo".
después.
Estas primerísimas producciones gráficas "formaciones figurales aún no "De las cosas y su denominación a nombrarse a sf mismo como una cosa
figurativas, compuestas por trazos que en su futura geometrización se más en el mundo. Alejarse paulatinamente de la concretud para ir apro
volverán líneas y círculos, masas que tienden al óvalo, vacías a veces, llenas piándose con un "mi-mío" de los objetos del mundo para indicar su

18 1 FEPI I<'I•:PI/ 1!1


~deta1~ PSICOPEDAGOGÍA INICIAL. DE SER BEBÉ A SER NENE

particular posición con respecto a los objetos, para marcar entonces su El nene y los otros-pares
lugar". (Giuliani, N., Baralo, F. 1993)
Los otros niños pares comienzan a cobrar un significado diferente en la
-¿Mío? -pregunta Julieta acerca de uno de los dibujos. vida del pequeño. Éste comienza a circular por la comunidad, sale al
-No. Ese es de otro nene. encuentro de los otros chicos, en la plaza, en las reuniones infantiles y
-"E-to-e-mí-o!" --dice, mientras lo reafirma con los trazos que también en ámbitos más formales: el grupo de socialización, el jardín.
"escribe" en la parte superior de la hoja.
¿Qué le propone este otro-par en este momento de su desarrollo?

Los papás Le ofrecerá una imagen especular que lo refleja, reafirmando su posición
subjetiva como discriminado del otro. Otro que será recortado desde una
La participación de los papás en el abordaje específico del niño que semejanza con el niño mismo, como un intento de reconocimiento desde
propone la Psico-pcdagogía inicial, aparece expresada en una modalidad de identificaciones narcisísticas.
intervención que se va armando desde las últimas etapas de la ET. Le presentará límites a su acción, a su espacio, proponiéndole (o impo·
La posibilidad de corte, de discriminación que se opera en la relación del niéndole) demarcar lugares diferenciados para cuyo armado deberá com -
niño con el otro, se plasma en la práctica clínica en una diferenciación de petir ... y compartir.
espacios: el niño sólo con la terapeuta y los papás, que ya no compartirán sus Se ofrecerá como modelo a observar, a imitar, invitándolo a verdaderos
sesiones, con un ámbito y tiempo propios en reuniones periódicas con el procesos de interacción imitativa.
terapeuta de PI. Representará una fuente de perturbaciones que lo lanzará a la búsqueda
Esta modalidad de participación, que apunta a mantener y enriquecer el de procedimientos para compensarlas.
compromiso de los padres como sostén del crecimiento y desarrollo de sus Comenzará a ser nominado por otros diferentes de su familia: con su
hijos, podrá tomar diferentes características que dependerán de lo que cada nombre, con un gesto significante.
situación requiera. Lo incitará a un "diálogo" corporal, gestual, de miradas o de palabras que
En este momento especial del devenir del niño y su familia, los padres representan un "ida y vuelta" de mensajes dirigidos a un otro.
abren nuevas preguntas, irrumpen en ellos nuevos temores, viejos fantas-
mas : "¿va a hablar bien?", "¿logrará hacerse entender?", "¿hasta dónde va "Los estudios psicogenéticos muestran a los niños cnmo sujetos que
a aprender?"," ¿podrá ir a escuela común?", "¿va a lograr pedirme 'caca'?, construyen sus objetos en diferentes dominios.
"¿cuándo va a dejar de usar los pañales?"," ¿y jugar con los otros chicos?", Ahora bien, dicha construcción se lleva a cabo en la interacción social con
"¿lo discriminarán?", "¿lo aceptarán en la escuela con 'su problema'?" ... un otro, discutidor o contrincante y, además, en condiciones sociales e
Momentos en que nuevamente inumpe lo desconocido en este chico, la históricas precisas" (Castorina, J., 1990).
diferencia, que "invade" su singularidad y la oculta bajo "su problema"
cuando se le imponen nuevas pruebas: adquisiciones propias de su
Con las particularidades de este momento de la historia del nif\o, en que
crecimiento, de su autonomía, cuando "se sale" a la comunidad. Interrogan-
el otro comienza a ser recortado desde el compartir un espacio, un tiempo,
tes, dudas que reaparecerán expresadas en diferentes versiones en cada uno
los materiales, iniciándose un camino hacia la reciprocidad y hacia la
de los momentos críticos del desarrollo y que el terapeuta ayudará a
desplegar para comenzar a buscar respuestas. cooperación en sentido estricto, el otro par se ofrece en una interacción que
contribuye a las "construcciones individuales" (Castorina, J., 1990) y a su
"constitución como sujeto".

20 1 FEPI FEPI/ 21
PSICO-PEDAGOOIA INICIAL. DE SER BEBÉ A SER NENE
~áeta1~

La intervención terapéutica A modo de aclaración

Una vez que hemos descrito al niño de la Psicopedagogfa Inicial, nos es Este desarrollo ha intentado esbozar, como introducción, la
necesario definir nuestra intervención específica como terapeutas de niños problemática que nos ocupa en la especificidad de la tarea de la Psicopeda
que, además de atravesar esta etapa tan panicular, ponan sobre sí el peso de gogía inicial.
sus trastornos de desarrollo, de "no responder del modo esperable" para su Por pretender ser sólo una introducción, el contenido esbozado podría
edad cronológica, de ver lentificado o "empastada" la adquisición de extenderse en cada pregunta que nos hacemos a diario, en cada reOexión
estrategias más complejas. Y que, por otro lado, muestran a través de su teórica a que nuestra práctica clínica con cada paciente, nos lanza.
juego la problemática panicular que los aqueja. Con estas precauciones pretendemos sea leído este anículo: hemos
Nuestro modo de acercamiento a los niños es a través del juego; juego puesto en palabras el acontecer del nacimiento de nuestro equipo, de su
diagnóstico en las primeras entrevistas, juego terapéutico en las siguientes. crecimiento e intentamos seguir construyendo un camino. Camino no lineal
En ese "jugar" en sesión, en el cual se reproducen modelos imitados, se ni predeterminado que, en ocasiones, nos obliga a detenemos para repensar
incluyen dibujos y palabras, el niño plasma sus propios fantasmas, crea nuestro recorrido antes de decidir con qué rumbo proseguiremos nuestra
activamente sus versiones para enfrentarse a lo que lo rodea, para elaborar marcha.
y aconar la distancia entre lo que sus padres esperan de él, soñaron para él
y lo que su realidad y su presente le imponen. "Asimila deformantemente"
el mundo como manera de dominarlo, de recrearlo.
Y en este ·~transponer simbólico" utiliza sus esquemas de conocimiento,
los objetos le oponen resistencia, se perturba, intenta reequilibrarse. Bibliografía
Como terapeutas observamos, adoptamos los roles que los chicos nos
Castorina, J.: Problemas en psicologla genética, Ed. Miño y Dávila, Buenos Aires, 1990.
adjudican transformándonos en juguetes Uuguetes-objetos,
Cap."La posición del objeto en el desarrollo del conocimiento", pág. 53.
juguetes-personajes), formulamos hipótesis acerca de la significación Freud, S. :Más allá del principio de placer, punto ll, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1971
subjetiva de ese jugar, de los procesos cognitivos que subyacen a las Giuliani, N., Baralo, F.: "Re!1exiones sobre la adquisición del lenguaje. Camino haci11 lo~
estrategias y procedimientos que despliega y, en base a ellas, nos propone- pronombres personales", Publicación FEPI 1993 Escritos de la Infancia N° 1, pág. 7(1
mos como interlocutores participantes enmarcados en un proceso de Levy E.: "Posición e intervención en la dirección del tratamiento psicopedagógico". Pum•!
''demanda-interpelación''. 3er. Congreso Nacional sobre Aprendizaje- ?mas. Jornadas Nacionales, Septiembre dl'
"La formulación demanda-interpelación" supone intervenciones 1990.
Piaget, J.: La formación del símbolo en el niño, Ed. Fondo de Cultura Económica, Bueno~
específicas en relación a los distintos objetos y sistemas de conocimiento y Aires, 1961.
retrabaja aspectos del movimiento de la transferencia, diferenciándose de ___ :El nacimiento de la inteligencia en el niño, Ed. Aguilar, Buenos Aires, 1974.
una clínica de la abstención o de la planificación" (Levy E. 1990). ___ : La construcción de lo real en el niño, Ed. Psique, Buenos Aires 1985. Cap. "Ln
El equipo de Psicopedagogía Inicial retrabaja en conjunto en forma elaboración del universo", pág. 320.
Radrizzani Goñi, A.M. y González, A.: El niño y el juego, Ed. Nueva Visión, 1987, Cnp.
constante las alternativas del proceso terapéutico de cada niño y es sostenido "Significación cognitiva del juego", pág. 21.
por el equipo interdisciplinario institucional. Este,desde la especificidad de Rodulfo, M.: El niño y el dibujo . Estudio psicoanalítico del grafismo y sus funciones 1'11111
cada uno de sus miembros, aporta elementos para responder aquellas construcción temprana del cuerpo, Ed. Paidós, 1992. Cap. "La formación de la suh
preguntas que nos aparecen sin respuestas y promueve a la reflexión acerca jetividad y sus tiempos", pág. 75 .
del niño y del lugar que cada profesional ocupa en relación con los pacientes
y su familia facilitando los corrimientos que puedan ser necesarios cuando
algún deslizamiento se detecta en la intervención terapéutica.

FEPI/
22 1 FEPI
F.E.P.I. Instituto
Privado de
Lenguaje y psicopedagogía:
Fundación para el Perfeccionamiento
Estudio
de los Problemas
Docente de disciplinas e interdisciplina.
"Dra. L YDIA CORIAT"
de la Infancia S.N.E.P. 1075/89
El caso Luis
Adriana Suliansky*
Irene Wainsztein*

Presentación

En el presente escrito intentaremos conceptualizar las intervenciones


realizadas en el marco de los tratamientos de lenguaje y psicopedagogía con
nuestro paciente Luis.
Este niño que padece síndrome de Down tiene actualmente 10 años . Su
madre Marta tiene 35 af'íos y es asistente social. Su padre, Luis tiene 45 y es
Fecha: del 13 al 18 de diciembre de 1993.
empleado. Luis tiene dos hermanos, Leonor y Juan de 12 y 7 af'íos respcc
Duración: 55 horas.
tivamcnte.
A partir de las interconsultas llevadas a cabo, en las que confrontábamos
ACTIVIDADES A REALIZAR: y analizábamos la evolución del niño, surgió nuestra inquietud de transm ili r
SEMINARIOS: esta experiencia compartida.
• Neurología y genética. Los logros alcanzados por Luis nos llevan a corroborar y a seguu·
• Psicología y Psicoanálisis. sosteniendo determinada posición teórica en relación al trabajo con nif'los
• Estimulación temprana. con problemas del desarrollo.
• Psicopedagogía inicial.
• Psicomotricidad.
• Psicopedagogía clínica.
• Lenguaje. Introducción
PRACTICA CLINICA: Observaciones clínicas en cámara Gesell; un ateneo
clínico compartido con la totalidad del equipo del Centro; observación de algunos Síndrome de Down. Una patología. En derredor muchas "frases hechas".
videos con debate posterior. Vacantes limitadas. Tabúes y prejuicios: "son niños alegres", "son cariñosos", "les gusta la
música", "no se alfabetizan".
Informes: Estado de Israel4243n- (1185) Buenos Aires. Creer esto cierra la posibilidad de descubrir a cada niño en su singulan
Tel.: 89-5399- Tel./Fax: 865-7282 dad. Sin embargo, nada está fijado de antemano y saberlo nos pcrnlll l'
(Dirigirse a F.E.P.I. consignando su número telefónico y domicilio).
*Miembros del equipo del Centro "Dra. Lydia Coriat", psicopedagoga y fonoaudi 61owa
respectivamente.

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recorrer un camino cuya dirección es dibujada por el niño y las vicisitudes inhibición a la exploración y de la pasividad al despliegue de situaciones
de su crecimiento. lúdicas.
Sabemos que el nacimiento de un niñ.o con síndrome de Down implica El nacimiento de su hermano Juan, cuando Luis tenía 3 años, el aprendí
una ruptura en la ilusión de una pareja acerca del lugar que este hijo vendría zaje del control de esfínteres y la integración a un grupo de socialización,
a ocupar. Una herida, un dolor, un desencuentro que de un modo u otro fueron instancias importantes en este período.
deberá resolverse. A veces, la negación determina una posición sobre- Las adquisiciones de Juan en su desarrollo, fueron enfrentando a Luis
exigente: se abruma al niño con expectativas desmedidas. Otras, centrados con sus limitaciones. Sin embargo, estos logros lo lanzaban a la búsqueda
en la falta, se le niegan sus posibilidades de desarrollo y crecimiento. de nuevos aprendizajes. Así fue como la rápida adquisición del lenguaje en
Sea corno fuera, esto hará marcas en el proceso de constitución subjetiva Juan, planteaba diferencias. En un comienzo, Luis participaba del festejo de
del niño. los padres hacia Juan, ante la aparición de sus primeras palabras; luego se
El sujeto se constituye en el campo del otro y es allí también donde fue quedando callado y triste. Luis que hasta ese momento se expresaba aún
quedan jugados sus aprendizajes, ya que éstos forman parte de su consti- corporalmente, se sentía interpelado por este hermano que ahora introducfa
tución. Si no hay un otro que espere que un niñ.o aprenda (a hablar, a vestirse, la palabra entre sus cuerpos y sus juegos.
a escribir), difícilmente estos aprendizajes puedan ser incorporados. Este lugar, Juan lo jugó nuevamente, algunos años mas tarde, cuando
La posibilidad de aprender estaría determinada por el hecho de que haya ingresó a la escuela primaria. En ese momento, "casualmente" Luis co
alguien (madre, institución, escuela), que demande adecuadamente. menzó a interesarse y a preguntar por la Iecto-escritura. Así, juntos,
Se podrá aprender si el otro no lo sabe todo; no puede decirlo todo. Si el iniciaron el proceso de alfabetización.
otro está incompleto y permite la constitución de un sujeto descante. En su competencia con Juan, había un punto en el que Luis se scntfa
"Un sujeto con síndrome de Down puede no presentar trastornos, ganador: él, y no su hermano, se llamaba Luis como el padre.
entendidos como conflictos con el aprendizaje, si su entorno demanda Los padres presentaban a Luis como un niño creativo, conciliador,
proporcionalmente". interesado por la cosas. Valoraban y reconocían cada nueva adquisición ,
Aprenderá con su ritmo, más lentamente, sin sepultar su deseo de saber. respetaban sus tiempos y lo acompañaban en sus procesos lentificados.
Su deficiencia podrá poner límite al quantum de su conocimiento pero no Mostraban una actitud de apertura y respeto hacia aquello que se les ofrccfa.
a las posibilidades de buscarlo y utilizarlo inteligentemente (Baraldi, 1989). Su capacidad de reflexión y autocrftica revelaba un registro poco común.
Esto les permitía ver a Luis con sus posibilidades y limitaciones.
En las entrevistas decfan:"Noso'tros intelectualizábamos, veníamos,
La llegada de Luis aceptábamos pero ahora vemos que en realidad no lo sentíamos" ... ; "el
cambio de Luis fue nuestro cambio ...Nosotros nos conectamos con él y le
Los padres llegaron a la consulta en el centro Dra. Lydia Coriat en dimos la posibilidad de ser": "Al año y medio se despabiló ... nosotros nos
diciembre de 1983, cuando Luis era un bebé de un mes. Habían recibido el despabilarnos"; "No esperarnos que sea un orador. No somos sobreexigcn -
diagnóstico cinco horas después de su nacimiento. tes. La expectativa es que se destrabe, que se pueda largar a hablar. Nos
Durante el primer año de vida las cosas no fueron fáciles: bronquitis a importa que pueda estar más cómodo, que logre fluidez para comunicarse
repetición, problemas de alimentación, un soplo funcional, pasividad y con nosotros y con los otros. ¿Será eso la sobreexigencia?"
cansancio, lentitud en la adquisición de las pautas madurativas. Estas frases fueron marcando un lugar para Luis, posibilitándole consti
El impacto, la repercusión de su nacimiento y de las visicitudes que lo tuirse corno un sujeto independiente y autónomo.
acompañaban comenzaron a trabajarse en el tratamiento de estimulación En los tratamientos de lenguaje y psicopedagogía, Luis se caracteri1.ó
temprana. por ser un niño con posibilidades de lograr un encuentro con el otro sin
A los 3 años, dado el retraso y la inhibición que se observaba en el distancias excesivas ni pegoteas. Con soltura y confianza, podía llevar
desarrollo psicomotor, se consideró necesario realizar una intervención en adelante sus propuestas e ideas. Ante la presentación de distintos elementos,
este campo. En el transcurso de este tratamiento, Luis fue pasando de la Luis desplegaba riqueza y creatividad en el desarrollo del juego simbólico.

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Los tftcres, autos, muf\ecos, animales ... le pennitfan armar secuencias como un hilo invisible envuelve y contiene al bebé. Esa voz en la que viaja
novedosas que se enriquecían con nuevas asociaciones. Desfilaban por este todo el sentir del otro y que por eso lleva en su timbre los contrastes de las
escenario diversos personajes: el papá, los hermanos, el doctor y otras distintas emociones. Winnicott plantea que un niño necesita para pasar del
figuras que surgían de su vida cotidiana. La familia Simpson, las Tortugas principio de placer al de realidad una "madre suficientemente buena" (que
Ninja, los Cazafantasmas, Carlín, entre otros, tomaron parte de nuestras no tiene por qué ser la biológica). Al principio la madre lleva a cabo la
sesiones. adaptación activa a las necesidades del niño y las disminuye poco a poco,
Los detalles que aparecían, tanto en el juego como en sus dibujos, según la capacidad creciente del bebé para tolerar la frustración. Al
revelaban su capacidad de observación y el buen nivel en el área de la comienzo la madre está pendiente del niño y le ofrece la oportunidad de
representación gráfica. crearse la "ilusión" de que su pecho es parte de él, de que lo que él necesita
Una pregunta se mantuvo abierta mucho tiempo. ¿Por qué el nivel, existe. La tarea posterior de la madre consiste en desilusionar al niño en
presente en el dibujo, en el juego, en sus discursos y argumentaciones, no forma gradual; a medida que él progresa va retirándose de a poco. Llega un
se reflejaba suficientemente en el nivel de lenguaje expresivo y en sus momento en que la criatura puede esperar unos minutos porque los ruidos
producciones lecto-escritas y numéricas? de la cocina o la voz de la mamá le anuncian la pronta aparición de la comida.
Este interrogante fue guiando la dirección de ambos tratamientos; Ya puede aplicar esos sonidos a su capacidad de espera.
apuntando a descubrir la lógica de esta disparidad y apostando a que sus El niño transita de la "dependencia absoluta" a la "dependencia relativa",
posibilidades intelectuales pudieran también expresarse en estas áreas. de la "ilusión" a la "desilusión", descubriendo los contrastes que organizan
la realidad. Adentro-afuera; cerca-lejos; presencia-ausencia; la ausencia del
objeto dará lugar a la palabra que mediatiza el pedido.
La terapia del lenguaje En la construcción del lenguaje hay un juego pennanente entre dos polos:
lo subjetivo y lo objetivo. Por un lado, como enuncia Saussure,"decimos
Cómo pensar nuestro lugar sin un "aquí" que ubique el cuerpo propio. hombre y perro porque antes que nosotros se dijo hombre y perro". La lengua
Cómo recuperar nuestro "ayer" si no es a través de la palabra. El mundo en con su legalidad siempre nos precede, está antes de nosotros. Por otro lado,
que vivimos se organiza en un espacio y un tiempo, coordenadas que se existe, cobra vida, cuando alquien se apropia de ella y dice. Por lo tanto, la
entrecruzan en función de un sujeto que se enuncia como un "yo" en relación lengua simpre llega encamada en un otro. Al recibirla ya no es un fragmento
a un "tú". Cada niño llevará a cabo esta construcción en la adquisición del de un código objetivo, tiene la form~ de un enunciado, la marca del sujeto
lenguaje. Sabemos que un niño al nacer se encuentra en un estado de inde- de la enunciación, el sello de su singularidad. Al adquirir el lenguaje, cada
fensión total; por eso entrará en una trama simbólica en la que cada una de niño hace un recorrido en ese sentido para poder ubicarse a mitad de camino
sus producciones deberá ser interpretada por otro. Ese otro dará sentido a entre el cuerpo y el código, entre lo personal y lo convencional. Según Gori;
sus llantos, a sus movimientos, a sus muecas y al hacerlo pasará por su propia "El niño debe adquirir reglas que disminuyan su libertad de manipuleo del
subjetividad lo hecho por el bebé. Podrá, por ejemplo, significar su llanto lenguaje y le confieran una cualidad objetiva. A partir de entonces no
como un llamado de hambre y acudir con alimento o bien captar un volverá a encontrar esa libertad de juego 'primitivo' con el no-sentido de las
movimiento como un dolor de panza y mecer al niño para calmarlo. Son los palabras, salvo en el chiste o la poesía" (Gori, 1986).
primeros intercambios; el diálogo tónico; las diferencias que marcan en- Acompañar al niño en este proceso, eligiendo los momentos y el modo
cuentros y desencuentros y un camino para pasar de lo corporal a lo verbal, de ofrecerle nuestras técnicas, es parte de nuestra tarea como terapeutas dd
del llanto a la palabra. lenguaje.
En el ejercicio de la función materna se juega algo de la ilusión. Esto está Cuando Luis tenía 5 años y 7 meses finalizó su tratamiento de psiconw
presente al otorgar significado a las manifestaciones del bebé, al recibir sus tricidad y se decidió que lo más indicado en ese momento era un tratamiento
vocalizaciones como un decir, al hablarle como si pudiera comprender. Uno de lenguaje.
de los primeros rasgos que un bebé percibe del lenguaje es la voz. La evaluación mostraba que en el plano de la comprensión Luis Jlll'
La voz familiar que con su tonalidad se toma reconocible. Esa voz que sentaba un nivel muy satisfactorio. Al hacerle preguntas referidas a situa

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ciones cotidianas o ante consignas con elementos y variables espacio ("meno" por bueno). Además utilizaba algunas palabras y frases incorrectas
temporales conocidas por él, las respuestas eran adecuadas. En el aspecto que estaban fuertemente arraigadas: "pivo" en vez de colectivo, "noma ió"
semántico se veía que disponía de un amplio vocabulario que utilizaba proveniente de "no ma qucio" (no quiero más). A nivel de la elocución
correctamente en la comprensión. Aplicado al plano expresivo, al denomi- aparecían también dos síntomas frecuentes que estaban relacionados, a mi
nar objetos o imágenes aparecían sobreextensiones semánticas o usos de entender, con el proceso de constitución subjetiva: tartamudez y ecolalia. La
palabras cuyos rasgos de diferenciación pasaban aún más por una construc- tartamudez se expresaba a través de repeticiones o bloqueos iniciales. A
~ ión "personal'' que por un recorte basado en las normas convencionales. veces, cuando Luis quería mantener un diálogo o relatar algún aconte-
Por ejemplo: cimiento, se trababa; aparecía un bloqueo, una detención, un corte en la
Luis: -¡Qué pinta! respiración y luego la resolución a través de la producción de una "nnn"
Terapeuta: -¿Qué quiere decir "qué pinta"? alargada, que iniciaba la palabra en cuestión y pennitía poner en marcha el
Luis: -Que va a trabajar. sutil funcionamiento fonatorio. ("nnnqueca" por manteca, "nnntapa" por
Puede observarse que la expresión metafórica"¡ Qué pinta!" quedó en un tapa).
~omienzo ligada a la percepción del papá que se va a trabajar. Tendrá que Otras veces había una repetición de la primera sílaba acompañada de una
;er oída y pronunciada en diferentes instancias para que el niño vaya delimi- gran tensión facial, que luego permitía la salida de la palabra como un
ando el campo en que el uso de dicha exclamación sea ligufsticamente disparo. ("coco co comía" por comida ).
)ertinente. Debemos recordar que este mecanismo configura una parte del Con respecto a la ecolalia, se notaba que por momentos, ante cualquier
1nnado semántico; paralelamente hay otro proceso singular por el cual cada pregunta, Luis repetía mecánimente la última palabra de su interlocutor. Por
)a!abra tendrá una cierta "valencia" y quedará asociada a otras según la ejemplo, yo le preguntaba "¿jugaste?" y el repetía "¿jugaste?". Estas
1istoria particular del sujeto. manifestaciones me hacían pensar en su historia: en la inhibición como un
En lo sintáctico, Luis fonnaba frases de hasta tres o cuatro palabras rasgo suyo que se había expresado antes corporalmente y ahora a nivel de
fUxtapuestas. Frases cuyos componentes revelaban un orden y una síntesis la palabra, frenando la acción, el movimiento, tergiversando la expresión de
;oherente, ya que él seleccionaba aquellas palabras de significado más un deseo propio que intentaba articularse en un hacer y en un decir. Pensaba
nclusivo, que aún en ausencia de nexos conjuntivos y preposicionales en lo difícil que le resultaba ubicarse como sujeto de la enunciación, en el
>odían comunicar un sentido. ("Chau, papi tabajo", o sea "Chau, papi se va lugar del "yo" que se compromete, que se juega en lo que dice.
1 trabajar").
En la respuesta ecolálica se veía como\él quedaba adherido al discurso
En el aspecto morfológico había una estructura más rudimentaria. Se del otro; no podía aún correrse de ese lugar y disponer del lenguaje para
1otaba que estaba transitando un pasaje: de un nivel onomatopéyico ("miau" elaborar su propia respuesta.
>or gato; "ico" por caballo; "gol" por pelota), a uno más evolucionado, en En síntesis, surgía de esta evaluación un defasaje importante entre la
:1 cual desde una estructura bisilábica, intentaba producir las palabras. excelente comprensión de Luis y sus posibilidades de elocución. En este
Ej.:"cane" por carne; "noia" por zanahoria; "pato" por zapato). nivel ciertos síntomas expresaban dificultades en la estructuración psíquica
En cuanto a la estructura fonológica, Luis podía diferenciar y producir (como la tartamudez y la ecolalia), y otros expresaban una lentificación en
odos los fonemas, excepto la "d", "g", "r" y "rr". Sin embargo en muchos el proceso de discriminación y reconocimiento de los fonemas, así como la
:asos la producción correcta sólo se daba al repetir. Esas mismas oposi- alteración de los procesos neurodinámicos necesarios para la ejecución
:iones que él era capaz de percibir y respetar sostenido por el adulto, no fonoarticulatoria y la apropiación de esas realizaciones.
>odía mantenerlas por él mismo y utilizarlas al hablar espontáneamente. Con estas hipótesis diagnósticas comenzó el tratamiento de Luis, pen-
Por ejemplo, si yo le hacía notar que se dice "sí'' y no "chí'', Luis podía sando que habría que oscilar entre la atención de los síntomas más ligados
:orregirlo, pero cuando volvía a decirlo espontáneamente, aparecía nueva- a su constitución psíquica y aquellos relacionados con lo neurofisiológico.
neme el "chí". Había una serie de dislalias sistematizadas, tales como "n" Explicité a Luis "las reglas del juego". Esto implicaba para mí algunas
>or "g" ("nande" por grande); "eh" por "s" ("chopa" por sopa); "m" por "b" aclaraciones: informarle para qué iba a venir, decirle que durante nuestras

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Luis adjudica a la palabra "maricón":"el que tiene familia" permitiría una
sesiones íbamos a jugar pero, a veces, cuando él no pronunciara bien íbamos interesante lectura relacionada con su proceso de constitución psíquica. S m
a parar para corregir. embargo a los fines del presente trabajo ese tema no será desarrollado.
Con respecto a la tartamudez de Luis, la primera decisión fue no darle Mi papel allí era estar atenta al desarrollo del juego y lista para entrar
ninguna indicación relativa a la forma de respirar ni al modo de hacer algo cuando él me daba algún rol activo e instrucciones precisas: Ej.:"vo mam~"
por evitar el tartamudeo. Me pareció importante transmitirle calma en lugar o "noni cama". Por momentos y de acuerdo a lo pactado, yo inter!llmpfa el
de angustia. Me propuse comunicarle con mi actitud y mis palabras que ese juego para traer la legalidad del lenguaje. Mostraba la diferencia entre lo
era un espacio suyo y que teníamos mucho tiempo. Yo no estaba apurada y dicho por él y la forma correcta. Era retomar lo dicho por él y devolvérselo
podía acompañarlo hasta que las palabras salieran. Traté de respetar el mejor organizado, acercándoselo para que pudiera tomarlo. Le decía pm
diálogo, esperar a que Luis pronunciara las palabras; no adivinarle ni ejemplo "me parece que vos querés decir: 'vos sos la mamá' o 'ahora hacés
disimular. Pasaron unos cuatro meses y la tartamudez comenzó a desapa- noni en la cama' ." Había que dosificar, tratando de decirlo en los momentos
recer. de mayor disponibilidad, sin abrumar. A veces cuando Luis se dirigía a otro
Luis estaba más suelto, el síntoma dejaba de ser la preocupación central personaje, yo retomaba a continuación lo dicho por él, lo reforlaha y
de los padres y tendía a desvanecerse. rearmaba sintáctica y fonológicamente .
En relación a la ecolalia, la operación que más favorecía a Luis era el Ej.: Luis:"¡A guauguau a cucha!"
silencio. Un silencio tranquilo que suspendía la voz pero en el cual el diálogo Terapeuta: "Sí, perrito, ¡te vas a la cucha!"
continuaba a través de la mirada,de la postura, del gesto. Intentaba crear un Al decir esto cuidaba de respetar tanto el sentido como su prop1a
espacio para que Luis pudiera conectarse con sus propias palabras. Mientras entonación. A veces cortaba el juego para marcar directamente: "Espcrá. No
tanto instrumentaba otras intervenciones dirigidas a que Luis pudiera se dice'nande', se dice' grande'," articulándolo lenta y exageradamente y
avanzar en la diferenciación de los fonemas. Sabemos que la lengua es un tocándome con mi dedo la garganta, para que percibiera de dónde venfa el
sistema en donde todo es oposición y diferencia, tanto del punto de vista sonido. En ésta línea de intervenciones fui haciendo todo lo que me parecía
semántico como desde lo fonológico. Un signo no es nada fuera del sistema, útil para que Luis notara las diferencias: realzar lo distinto desde diferentes
su significado está determinado por los demás significados. A nivel de los ángulos, desde lo semántico y desde lo fonológico; llamar la atención acerca
fonemas también vemos que éstos se caracterizan por ser lo que otros no son. de cómo suena una palabra y mostrar el punto de articulación correcto,
Así por ejemplo el fonema "t" fuera de la estructura fonológica no es nada, dibujar la boca y la lengua en la posición que quería mostrar. Cuando Luís
pero en función de constituyente de un significante sí encierra un valor comenzó a interesarse por las letras, se abrió en este espacio la posibilidad
distintivo. Ej.: Vemos que si reemplazamos la "t" de "tapa"por una de incluir estos elementos que reforzaban la relación entre fonema y
"p"="papa". grafema. La imagen visual podfa en ese momento sostener la imagen
La tarea se dió al principio en el marco del diálogo espontáneo y del acústica.
lenguaje que acompañaba al juego simbólico. Luis armaba una escena Hoy Luis tiene lO años y sigue creciendo. Utiliza palabras más abstractas
lúdica y allí el lenguaje organizaba la acción. El iba creando el guión, cuando y cuenta chistes. Se perfila con las actitudes de un púber, que muestra interés
a través de distintas voces daba vida a cada uno de los personajes. Durante y curiosidad por el mundo de los adultos. En sus juegos con los títeres hay
estas secuencias era posible hacer el seguimiento de la construcción de los escenas de amor, besos, historias de encuentros y separaciones. llay
campos semánticos. A veces él utilizaba alguna palabra nueva y, al pregun- palabras que hablan de sexo, de lo permitido y lo prohibido. Luis habla de
tarle por su significado, respondía con construcciones arbitrarias, regidas su novia y el lenguaje ya le sirve para escribirle cartas de amor.
por asociaciones totalmente subjetivas. Por ejemplo:
Luis: "Dale, sos un maricón", le decía un muñeco a otro.
Terapeuta: "¿Qué quiere decir 'maricón'?" La intervención psicopedagógica
Luis: "Que tiene familia".
Al poco tiempo se notaba que había avanzado en su búsqueda y podía dar Así como hablamos del sujeto del inconsciente, los psicopedagogos
cuenta del significado correcto. Es preciso aclarar que el significado que
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hablamos también del sujeto del conocimiento, que tiene una legalidad adheridos a un mismo juego, perseveran con un mismo procedimiento (o
específica. La psicología genética nos permite pensar dentro de un marco de hipótesis) para resolver diferentes problemas, aún cuando no sea exitoso.
universalidad el proceso de construcción del conocimiento, desde el cual se Nuestras intervenciones tienden a romper con estas pcrsevcracioncs .
recortará la particularidad de cada sujeto. Decir"construir" el conocimiento Intentamos promover y generar la aparición de los procesos y aprendizajes
es decir elaborar, inventar razonamientos, poner a prueba diversas formas de que en los niños normales aparecen espontáneamente y que este funciona
resolver problemas. miento mental obstaculiza.
Consideramos al niño activamente comprometido en este proceso. El tiempo de espera es un recurso que debemos adoptar: se gencra11
Interactuando con los objetos, podrá ir atrapando sus legalidades y parti- situaciones estériles si apremiamos a un niño en la producción de una
cularidades. Caracterizar el objeto de conocimiento nos permite comprender situación de aprendizaje cuando no hay apertura para ello. Debemos esperar
los procedimientos, las estrategias y las hipótesis que cada niño se irá al momento en que podamos interpelar al niño en su producción, en su juego.
formulando. en su decir acerca del objeto. Esto no implica necesariamente silencio y
El conocimiento está mediatizado por otros significtivos para el niño, abstención (Levy, 1992) desde el interior de un juego surgen propuestas, in
que, a su vez, significan al objeto, al proceso y al sujeto mismo cuando traducimos problemas, ofrecemos información, desplegamos estrategias
conoce. originales, aceptamos y asumimos roles que ellos nos asignan.
Cada niño resignifi.cará los aprendizajes, no sólo desde su estructura El diagnóstico psicopcdagógico nos permite armar hipótesis acerca de
cognitiva que incorporará aquello que se va apropiando a lo que ya posee, los procesos cognitivos de un niño y su relación con sus producciones. Sus
sino también desde su historia personal que lo caracteriza y determina. juegos y el relato que los padres traen nos muestra su posición frente a la
Hablamos de un sujeto cognitivo particular y de un sujeto psfquico cuya familia y los aprendizajes.
historia podrá perturbar o facilitar el aprendizaje. En los problemas del desarrolllo, no contamos con los instrumentos de
En la clínica psicopedagógica, hablar del sujeto es pensarlo en dos evaluación convencionales. Su complejidad, o las adquisiciones requeridas
dimensiones: 1) la relativa a la inteligencia (el mundo objetivo y coherente para ser llevados a cabo, suelen trascender sus posibilidades.
sistematizado por el conocimiento), y 2) la dimensión del deseo, relativa al Se hace necesario adaptar, recrear, inventar otros recursos. Los juegos
universo intersubjetiva en el que se instaura el sujeto (Ageno, 1989). reglados, estructurados (que pueden mediatizar y generar preguntas relati-
La estructura lógica, si bien es universal, es propiedad de cada sujeto; la vas al conocimiento), nos permiten, en muchas ocasiones, aproximamos a
matriz de cada sujeto es singular, particular. los procesos de los niños (Lcvy, 1991). No obstante, cada uno podrá
La intervención psicopedagógica cobra sentido clínico al rescatar la otorgarles una significación particular, que dependerá no sólo de su posición
particularidad del sujeto que aprende. Hay un interjuego entre universalidad- cognitiva sino también de su posición subjetiva. Esto guiará el modo en el
particularidad, objetividad-subjetividad. Nuestro lugar se sitúa en el que el juego se irá desarrollando.
encuentro con el sujeto de conocimiento, en escenas en las que podemos La elección de la escuela, el tipo de escolaridad y la decisión acerca del
involucrarlos objetos a conocer. Es en el interior del proceso de aprender con momento de iniciación son interrogantes que se formulan en nuestra
cada contenido y con cada niñ.o en particular, donde será posible una intervención. Expectativas de los padres, del niño y nuestras. Aspectos
sociaJ.._es, culturales, cognitivos, pedagógicos ... se ponen en juego. Y una
transformación. pregunta: la alfabetización.
Con los niños con problemas del desarrollo, este espacio adquiere las
La familia de Luis, llegó a la consulta psicopedagógica con una pregunta:
mismas características, aunque ciertas particularidades marcan intervencio-
la escolaridad. Luis tenía 7 años y estaba finalizando el preescolar en un
nes específicas. jardín de infantes común. Los padres decían: "Ya lo vemos grande con el
Los niños con síndrome de Down siguen la misma evolución que los guardapolvo y la bolsita a cuadritos". La madre, que trabaja en el área de
niflos normales en el orden de sucesión de las estructuras cognitivas, aunque educación, conocía una escuela especial por referencias y ellos querían
con cierta lentificación, adherencia yviscosidad. Trabajamos en una dimensión conocer nuestra opinión acerca de las posibilidades del niño para ingresar
de tiempo diferente: los procesos son más lentos, suelen permanecer a esa institución.

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En el diagnóstico psicopedagógico, Luis reveló su capacidad para creativas con muñecos y animales, y las matizaba con algunos juegos
explorar e investigar aquello que se le ofrecía. Su interés, su ánimo reglados de cierta sencillez para sus posiblidades. La persistencia en el modo
investigador, sus interacciones con los objetos manifestaban una apertura a en que éstos se desarrollaban denotaba cierta viscosidad. Mis intervenciones
nuevos descubrimientos, a nuevos conocimientos. intentaban mostrar, abrir hacia algo novedoso: Pensando en voz alta, mis
Luis participaba en los juegos reglados, pero la presencia de algún reflexiones eran enunciadas (como ideas propias), y escuchadas por Luis.
obstáculo llevaba a su inmediata interrupción (aun cuando por su desem- Las preguntas que me formulaba, las variables que tenía en cuenta, el
peño era de suponer que podría resolverlos). No obstante, la lógica de sus
ordenamiento de algunas ideas, el cambio de estrategia, las consideraciones
argumemaciones y su capacidad para modificar algún procedimiento ante
que realizaba, las opciones ...todo era pronunciado, de modo tal que Luis
la presencia de un error, se contradecía con estas actitudes.
Algunos juegos adquirían ciertas particularidades: los dados dejaban de podía tomarlo y acomodarlo a su juego. En ocasiones, casi instantá
cumplir con su función, el camino a recomer con una ficha era reducido o neameme, se lo escuchaba al niño adoptar algún comentario y usarlo correc-
tamente.
simplificado, el objetivo cambiaba por otro.
El "quién es quién" era un juego frecuentemente elegido. En él, a través En ese momento del tratamiento, toda propuesta relacionada con letras,
de pregumas, se debe deducir el personaje que tiene el otro participante. El o números era rechazada. Decía: "Jugar... trabaja no". Esta dicotomía juego
niño conocía los aspectos formales y sus preguntas correspondían al (juegos y juguetes)-trabajo (letras - números) planteada por Luis, se aclaró
objetivo, pero las respuestas que recibía, no eran tomadas a modo de guía al hablar con su maestra. Ella decía: "Es vago para trabajar... prefiere jugar...
para encontrar al personaje. Su interrogatorio se repetía o carecía de sentido es difícil llevarlo al trabajo". Mi intervención tendía a ofrecer un espacio
al no pensar en lo que se contestaba. Preguntaba por ejemplo: ¿Es hombre?, lúdico para el aprendizaje, y promover un abordaje similar en la escuela.
sf... ¿Es mujer?; ¿Tiene pelo marrón?, sf... ¿Tiene pelo amarillo?. A pesar de sus resistencias, en las sesiones de trabajo, se le seguían
El "Quién es quién" se transformó en un juego de correspondencias (cada ofertando nuevos juegos, planteando preguntas, situaciones a resolver, aún
uno debía encontrar en su tablero el personaje mostrado), para luego cuando Luis se enojaba o los obviara.
convertirse en un juego de adivinanzas (a través de pistas como "tiene Comenzaban a vislumbrarse algunos cambios: advertía mayor cantidad
anteojos, es varón... " debíamos señalar el personaje). de variables en un juego, se mostraba más flexible ante los obstáculos, y
Transformar los juegos, simplificarlos, es un recurso que puede ser de evolucionaba en sus represemaciones gráficas.
utilidad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento. En este último caso, Desde una mirada psicopedagógica tradicional, estructuralista "las no-
el tiempo de trabajo nos permite acercarnos a su uso convencional. ciones y los instrumentos cognitivos, que se consideran "previos" a la lccto
En lo que respecta a la construcción de la lecto-escritura, Luis se maneja- escritura y el número, estaban construidos ... ". Sin embargo, estos procesos
ba con hipótesis muy primitivas : escrituras presilábicas, utilizando líneas seguían muy detenidos. ¿Había algo del orden de la subjetividad del niño
en zigzag imitando la cursiva; y con la hlpótesis de nombre para interpretar que los detenía? Nada me hacía pensar que así fuera. En realidad, me
textos. No reconocía los números, para contarobjetosdecfa "uno, uno, uno". inclinaba más a considerar la falta de ofertas (fundamentalmente de la
Teniendo en cuenta el potencial que Luis manifestó en el juego escuela). Sabemos, por los aportes de la psicología genética, que si bien es
simbólico, en el área de la representación gráfica, en las adquisiciones de necesario, no es suficiente haber alcanzado un nivel estructural para acceder
ciertos instrumentos cognitivos, sumado a su curiosidad y apertura, consi- a estds conocimientos. Es en el proceso de interacción con el objeto que es
deré oportuno el ingreso del niño a la escuela elegida. No obstante este posible apropiarse de ellos. ¿Cuáles eran las ofertas que Luis recibía fuera
potencial no aparecía en sus producciones lectoescritas ni numéricas. Esto del tratamienLo? ¿Qué de esas ofertas era tomado? Era necesario promover
· se constituyó en una pregunta a ser develada. Iniciamos tratamiento psi- situaciones de encuentro con estos sistemas, armar juegos que lo inter-
copedagógico, abriendo un espacio en el que sus hipótesis serían interpela- pelaran ..
das para promover y apuntar a la aparición y al desarrollo de otras nuevas. En el tratamiento no las aceptaba... ¿Qué sucedía en la escuela? La
Nos mantendríamos en comunicación con su escuela. maestra hablaba del "aprestamiento", el "trabajo con los colores, cuan-
Al iniciar el tratamiento, Luis desplegaba t::scenas lúdicas muy ricas y tificadores ... los nombres .•.". Sugerimos que trabajaran más sistemá-

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li camente, con la lecto-escritura. Luis contaba con los instrumentos como Luis en proceso de alfabetización. En su escuela seguían con el
para acceder a niveles de mayor conocimiento. "aprestamicnto": estaban haciendo "un repaso ... un ajuste de tuerca de lo
Pasados varios meses de tratamiento, jugando con animales, Luis armó anterior". La madre comentó: "Está bien el aprestamiento si es lo que
un zoológico. Por primera vez, el niño escribió el nombre de cada animal, corresponde, pero yo creo que podrían informar un poco más". Esta inquietud
usando una hipótesis original: el tamaño de la escritura variaba según el se cerraba con rapidez: "¿Qué hago si pregunto y no me gusta? ... No tengo
tamaño del animal. Para sostener y consolidar este primer criterio de dife- otras opciones ... no hay otras escuelas".
n.: nciación entre escrituras, interpreté sus producciones desde su hipótesis: No obstante, el interrogante acerca de la escuela seguía abierto para m(.
los cartelitos con escrituras cortas correspondían a los animales pequeños, Había algunos puntos que no estaban claros. En el cuaderno que Luis tra(a
y las largas a los más grandes. para mostrarme, las consignas y el tipo de trabajos que le proponían parec(an
En un segundo momento, mi intervención tendió a promover la aparición estar lejos de los intereses y las adquisiciones que el niño había manifestado.
de alguna hipótesis nueva. Contradiciendo las interpretaciones que el niño ¿Qué se le estaba ofertando y cómo? ¿Qué concepción de aprendizaje tenfan
hacfa de sus escrituras, Luis se enfrentaba con preguntas que no podía en la escuela? Por otro lado, ¿cuál era el criterio de agrupabilidad con que
responder, y quedaba confrontado con sus razonamientos. Esto enojó trabajaban?, ¿quiénes y qué niveles tenían los compafieros del niño? La
mucho a Luis, quien en una sesión finalizó un diálogo diciendo " Basta de escuela no respondía claramente a estas preguntas. Nuestras posiciones se
escribi r... vamos a hacer carreras con los animales". No obstante, esto diferenciaban, ya que nuestros abordajes y la manera en que pensábamos al
1cndría sus efectos: las siguientes escrituras (que denominaban a la familia nift.o y el aprendizaje eran radicalmente distintos; por lo tanto, nuestros
Simpson) fueron efectuadas con letras (de su nombre), diferenciando inter discursos no se podían complementar.
e intra fi guralmente cada palabra. El ingreso de Luis a la escuela especial tuvo efectos en los padres: un
Un nuevo objetivo cobró mi intervención: promover el descubrimiento alejamiento, un distanciamiento de la escolaridad. Esto apareció también en
de la relación existente entre los aspectos sonoros del habla y la escritura. los tratamientos, con ausencias reiteradas, cansancio y cierto desgano de la
Comencé a "leer" sus producciones otorgándole a cada letra un valor madre.
silábico (hipótesis silábica; la siguiente a la de Luis en el proceso de Armamos una intervención con los padres, en la que estos aspectos
psicogénesis de la escritura). El niño trataba de justificar las "letras que pudieran ser abordados. Trabajamos también sobre las producciones de Luis
sobraban": borraba, cambiaba su interpretación ... se lo notaba cognitiva- en el tratamiento y en la escuela. Los padres hablaron de sus dudas, quejas
mente conflictuado. Esto condujo a Luis a esperar mi "lectura" (a cada letra y enojos con ella. Este despliegue nos permitió repensar la permanencia de
una sílaba) para continuar con cada uno de sus escritos. Lentamente se lo Luis en esa institución. El recorrido realizado por diversas escuelas (espe-
escuchó escribir silabeando, apropiándose de esa idea que se le estaba pro- ciales, por falta de escuelas de recuperación en la zona), hasta encontrar una
porcionando. El espacio para el trabajo lecto-escrito estaba abierto y Luis que se ajustara más a las condiciones y necesidades del niño, fue un trabajo
lo fo rmuló diciendo: "Enseñame, decime cómo se escribe" conjunto: buscamos informaciones de varias instituciones, realizamos
Empezó a descubrir y establecer relaciones ("¿Sabés que Leonardo consultas, visitas, entrevistas, etc. Esto nos permitió elegir una que le
nombre de su amigo- se escribe con la de Luis?"), y a pedir información. ofertaría y propondría situaciones de aprendizaje más cercanas a las in-
Escribíamos y leíamos simultáneamente cada producción, incluyendo de a 'quietudes y posibilidades de Luis, no sólo con la lecto-escritura y el número,
poco las vocales con el valor sonoro convencional. Incorporé esta adqui- sino también con contenidos de otras áreas (sociales, naturales, etc.),
sición a la lectura, y los errores (resaltados por la no coincidencia del sonido información que Luis ya podía construir y aprender.
con la palabra) eran rápidamente repensados. Estas intervenciones respeta- Al momento del presente trabajo, Luis lee y escribe con hipótesis siláhi
ban el proceso y el tiempo particular de Luis. Las argumentaciones y ca-alfabética. No se presentaron dificultades en el ingreso a su nueva ese ue
contraargumentaciones que yo realizaba desde su misma hipótesis y/o desde la. Sobre ese tema, la madre dijo: "Ahora vemos la diferencia ... la carpl~ la
la siguiente, tenían como objeto no alejarme demasiado de sus conceptuali- de trabajo ... las cosas que hacen ... nada que ver, es una maravilla". Nosotros
zaciones, para posibilitar el abordaje (del niño) de las situaciones de estamos trabajando principalmente con juegos y propuestas que apuntan a la
conOicto cognitivo que se promovían, y su confrontación. interacción con nuestro sistema de numeración. Trabajamos con cartas,
1
38 1 FEPI FF.Pl 1 :19
~tief41~l4 LENGUAJE Y PSICOPEDAGOOIA: DE DISCIPUNAS E INTERDISCIPLINA

1istas de precios (de supennercados, fannacia) bingo, dados, etc. Luis en equipo, nuestro espacio de inteconsulta, nos pennitió confrontar las
n•conoce algunos números y ha comenzado a fonnularse algunas hipótesis lecturas de cada una; discutir las hipótesis, evaluar las estrategias necesarias.
ron respecto a ellos. El espacio abierto en el tratamiento psicopedagógico y Nuestras miradas se ampliaban con los aportes y preguntas que desde cada
sus Intervenciones tuvieron efectos en la estructura psíquica de Luis, pero disciplina nos formulábamos. Esto nos pennitió mantener alejada la exigen-
a los lines de este trabajo, ésto no ha podido ser desarrollado mas detenida- cia omnipotente de verlo todo y profundizar sobre determinados aspectos
nlc nte. específicos, abocándonos a su solución. Los movimientos transferenciales
del niño y de sus padres determinaban que ciertos temas fueran abordados
por una u otra terapeuta y que nuestras intervenciones pudieran ser es-
( 'onclusiones cuchadas. Nuestra posición, centrada en respetar la singularidad de cada
niño; sin prejuicios fijados de antemano, facilitó que fuera Luis, el eje de
Actualmente, Luis se puede expresar con fluidez; aunque aún subsisten nuestras preguntas, fonnulaciones y refonnulaciones.
algu nas di slalias, su lenguaje es totalmente inteligible. La palabra está en él
en función del pensamiento, del relato, del juego, del sentimiento.
Valiéndose de ella, sigue descubriendo y organizando el mundo, alejándose Bibliografía
dL' lo concreto para referirse a lo abstracto.
En este recorrido, Luis pudo ir construyendo sistemas cognitivos cada Baraldi, C.: "El sujeto y las visicitudes de sus aprendizajes: una posible lectura" (Cuadernos
VL'/ más complejos y abarcativos, que pennitieron el acceso al sistema lccto de Psicologfa y Psicoanálisis · 1989).
Ageno, R: "La problemática del aprendizaje- Del tiempo cronológico al tiempo lógico".
('s<.:ri to y numérico. Leer, escribir y comenzar a reconocer los números
(Cuadernos de Psicologfa y Psicoanálisis · 1991 ).
l:uv.aron a Luis hacia una participación más activa e independiente en los Levy, E.: *' De las relaciones entre psicoanálisi y educación a la mediatización del
111tcrcambios sociales y culturales en los cuales estos sistemas intervienen. aprendizaje del niño" (lnea. 1991).
Esto constituye en sf mismo una fuente de infinitas posibilidades y tuvo *"De la significación a la intervención en la clínica psicopedagógica hospitalari a"
sus efectos en la organización del lenguaje. A través de la escritura Luis (Rev .EPPEC; 1992).
Arceno, M.E. :"Contenidos, el gran olvido de la clínica psicopedagógica" (Rev. El quehacer
pul'dc percibir visualmente las diferencias entre una y otra letra. ~

psicopedagógico- Hospital P.Piñero, 1988).


Así, la diferencia fugaz de sonido se puede trazar en el papel, dejarla Arceno, M.E.- Krell, F. : "Otra perspectiva en psicopedagogía: un lugar ara seguir pensando"
plasmada y volver a ella las veces que fuera necesario. Es un canal más para (Rev . El quehacer psicopedagógico- Hospital P.Piñero, 1988).
pcrc1hir las di ferencias fonemáticas y recortar los rasgos esenciales de cada Saussure, F.: "Curso de lingüística general 1". Ed. Losada, 1986.
loncma.Desde el abordaje psicopedagógico, se pudo ir observando la Benveniste, E.: "Problemas de lingüística general 1 y ll". Ed. Siglo XXI, 1985.
llll' Hkncia de las omisiones y sustituciones fonemáticas en las producciones
Winnicott, D.: "Realidad y juego". Ed. Gedisa, 1985.
Gori, R. y otros: "Psicoanálisis y lenguaje". Ed. Kapelusz, Buenos Aires, 1980. ·
t•scn tas. Los aportes recibidos a partir del tratamiento de lenguaje pennitfan
rl'lacwnar y signilicar esas producciones teniendo en cuenta el nivel de
l'structu ración linguística del niño.
l.uis cumple 10 años. Sus juegos se transfonnaron. Las Tortugas Ninja \
y los Sunpson cedieron espacio a escenas que manifiestan su preocupación
:H·erca del encuentro con el otro sexo. Parejas, novios, abrazos y besos
t::11 gados de erotismo constituyen ahora la trama de su juego.
Pl' nsamos que varios factores facilitaron el tránsito por este camino,
t'lllll' el los la posibilidad de un trabajo interdisciplinario. El poder encarar
lllll' IVCIICiones paralelas nos pennitió centrar nuestra escucha y nuestra
11111 ad a en aquello que hace a cada especificidad: el lenguaje, el aprendizaje
y d posicionamiento del niño frente a ellos, como sujeto psíquico. El trabajo

10 1 FEI'I FEPI 1 41
~det4'7~

Escuela de Especialización en los


Lo que dicen los chicos
Problemas del Desarrollo Infantil
que no hablan
"Dra. Lydia Coriat"
Incorporada a la enseñanza oficial A-959 (El día después del diagnóstico de sordera)

CURSOS 1994 Fernando Barato*


Denominación: "Jugando al Destino".
Sobre la función del juego en la clínica
de niños
Dirigido a: Profesionales de la salud y de la educación Aída había entrado en esa zona donde los monstruos, los fantasmas, las
que trabajan con niños visiones y las amenazas se multiplicaban en lo cotidiano, donde la manteca
Profesor a cargo : Lic. Norma Bruner. dejaba de ser aquello que sobre el pan expandía su sabor y se habfa
Duración: 12 horas reloj. transformado en ocasión de un nuevo round más de la pelea por el supuesto
Fecha y horarios: a determinar. "hablar". "Decilo bien: man-te-ca". El resto es conocido: la negativa, el
rostro sufriente, el desencuentro y la manteca derritiéndose sin que ya nadie
Denominación: Aspectos terapéuticos de la práctica docente. se interese por ella.
Dirigido a: Profesores de Educación Física y El "pronunciá bien" se metió espantando los sabores. Pero, para ser
Profesores de Jardines de Infantes. honestos, esta película o esta pelea empieza antes.
Fecha y horarios: a determinar. Los monstruos invaden cuando un diagnóstico llega, y llega para quedarse,
Responsables: Miembros del equipo interdisciplinario del y no siempre este intruso llega de buenos modos. A veces un diagnóstico es
Centro Dra. Lydia Coriat. tan mal comunicado que transforma en intruso al hijo, el hijo pasa a ser
Oenominación: Psicoanálisis y psicoanalistas en los monstruificado, ajeno, distante, enigmático pero en lo peor. .. No en la
problemas del desarrollo infantil. pregunta por el crecimiento, sino en el interrogante por la patología. Le falta
Dirigido a: Psicólogos, psicoanalistas, estudiantes avanza- la audición. ¿Le falta o carece?
dos de Psicología y profesionales que tengan En esa escena de la manteca, podemos imaginar a cientos de nifios sordos
un recorrido teórico en Psicoanálisis. a cuyos padres la desesperación -apuntalada por la violencia de ciertos
Fechas y horario: a determinar. dis~rsos científicos-lleva a perder de vista a sus hijos, y a perderse ellos,
Responsables: Dr. Alfredo Jerusa~insky, Lic. Elsa Coriat,
olvidando su saber de padres, a tal punto que sus funciones -materna y
Lic. Liliana Ranieri, Lic. Alfredo País,
paterna- salen despedidas como consecuencia de un efecto centrífugo que
Lic. Norma Bruner, Lic. Ana Zimmerman,
Lic. Fernando Maciel. las desparrama por diversas zonas.
Entonces los padres consultan a los docentes y a los terapeutas por todas
las cosas que bordean la vida del niño, desde las trascendentes hasta las
insólitas, desde si "¿va a leer bien?" hasta "¿es bueno que mire a Xuxa?".

Informes e inscripción: Estado de Israel4247- Buenos Aires


Tel.: 89-5399. Tei./Fax: 865-7282 * Lic. en Fonoaudiología. Miembro del equipo del Centro Dra. Lydia Coriat.

FRPT 1 43
12 1 Fl•:PI
~deta-1~ LO QUE DICEN LOS CHICOS QUE NO HABLAN

Lo que es claro es que el saber lo tienen otros, y que la pregunta casi nunca situaciones de angustia con recetas, mandatos, estadísticas y enormes
se dirige al hijo. Es siempre el mismo intruso. recetarios de estímulos y respuestas y refuerzos y cosméticos de más
Entre estos sobresaltos y búsquedas esperanzadas y tristezas despiada- estímulos ... refuerzos ... ¡¡uf!!, si hasta duele enunciarlo.
das , en cada una de las fisuras que la sordera deja, se mete la batalla, se La arbitrariedad de las estadísticas se impone como discurso autoritario
entromete el murmullo incansable, la palabra articulada se entroniza, es el atravesando todas las producciones del nifio, mutilando la espontaneidad,
trofeo más buscado, el discreto certificado de salud, el modesto pero ofreciendo anestesia para el dolor de los padres, negando la angusli:l
efectivo comprobante de no-idiotez, la vuelta olímpica tantas veces pretendiendo transformarla en algo así como gimnasia.
anhelada ... La búsqueda de la palabra articulada convierte la relación en un Sucede que la angustia, más que de ejercicios, necesita de palabras y más
campo de batalla, toda situación es válida para hacer "practicar" al niño las que de palabras recitadas por los profesionales que dan cátedra a los padres,
palabras que debe decir, todo momento puede entonces ser violado, vejado necesita de alguna intervención que la ubique en otro plano. Antes que saber
en su intimidad con tal de que pronuncie como debe pronunciar, así un "Te y opinar sobre el destino de un nifio, preguntar por sus juguetes, hacer el
quiero" puede obtener como respuesta "a ver... dccilo otra vez ... " o puede intento por conocerlo, por dejar de predecir sobre un anónimo.
un ni ño pasar horas de sed porque no dijo "agua", etc. etc. Mencionamos al diálogo. El diálogo como una relación de dos, donde uno
Lo más importante se nos escapa. El diálogo es intimidado. El acto que habla y otro escucha, donde se da un intercambio en un campo lingüístico,
engendra a un niño, inscribe a ese proyecto de sujeto en una trama particular, donde los lugares no son fijos, donde el que habla hace una pausa y le cede
el niño nacerá en un mundo de lenguaje, un mundo de nombres y él con su la palabra al otro que pasará a ser hablante y su interlocutor escuchan te.
nombre ocupará un lugar. Es más, antes de nacer sus padres lo ubican en el Pero ... ¿escuchar a un sordo?
lenguaje y en el mundo con su nombre, que marca filiación y sexuación. Los nifios sordos me ensefiaron que, a pesar de sus desastrosas
Las mujeres embarazadas no necesitan una ecografía para pensar en audiometrías, podían escuchar -no sé si oír-lo que yo tenía para decirles.
como será su niño o su niña, no precisan ninguna medida de ese cuerpo que Claro, no es tan fácil, y además tuve que esperar mucho tiempo desde el
albergan en el vientre, basta con saber de su presencia como para proyectar, silencio, anclarme en mi silencio cargado de escucha para ellos, escucha m(a
anticipar, soñar... Y cada sueño, cada imagen de su niño vislumbrada, cada en el medio del silencio, llamando a la palabra, pero no a la palabra muerta
proyecto forma una serie de enunciados que se cruzan se entrelazan y arman del vocabulario categorial, sino llamando y convocando a la palabra genuina,
una red. En esa red (simbólica) se instala un niño al nacer y sin ella, se la palabra viva y singular que vive en los enunciados y no en las oraciones.
precipita dentro del abismo que contundéntemente describió R. Spitz. Llamando y esperando, sin presiones y con pasiones, a esa palabra que el
No alcanza el alimento para que el ser humano viva, debe ser "alimen- nifio sólo dice cuando se siente escuchado, cuundo el diálogo está ofrecido,
tado" con algo más, un mucho más que es esa posición simbólica donde lo mostrado como posible lugar de encuentro o desencuentro, pero no como
ubica el lenguaje. Sin esto, por más comida que le demos ... muere. Y hay zona de pruebas o campo de batalla.
muchas formas de morir; no es la biológica la única muerte. Muchas veces ¿Qué? ¿Escuchar al sordo? Escuchar como disposición a resonar con el
un diagnóstico, de sordera, de deficiencia mental, de S. de Down, provoca otro, en un juego de lugares y discurso, un juego donde la sordera no lit'
una ruptura feroz de esa red simbólica de la que venimos hablando; de tal u~ique como "falta-lápida" sino en el campo de la carencia, carencia como
suerte que todo lo soñado, imaginado sobre este niño cae. Cae en un rasgo simbolizable en la identidad.
pantanoso y confuso lugar, donde los padres envueltos en la melancolía Escuchar trasciende al oír, así como el lenguaje trasciende a la comuni
deberán sobrevivir y sortear esa violenta rajadura de su narcisismo; ahí cación, así como hablar es mucho más que pronunciar, y decir es mostrar .
queda suspendido su saber de padres, callan porque sabían para otro hijo Mi propuesta de trabajo sobre la lengua oral deriva de una concepción dt"l
pero no para este intruso-desconocido-no conocido. lenguaje. De pensar el lenguaje y estudiarlo en su doble sujeción al código
Hasta aquí las cosas, por cierto muy dolorosas, nos muestran a seres de la lengua y a la estructura del deseo.
humanos que en su gran mayoría no esperan un niño deficiente, ni sospechan Comencé hablando de una nifia, Aída. En nuestros primeros encucnt ms
las tantas máscaras que la discapacidad ostenta; sin embargo y hasta parece ella me mostraba que no quería saber nada con hablar en la lengua ornl .
absurdo decirlo, mucha gente propone "científicamente" salir de semejantes Cerraba sus ojos y sus orejas, todo delante de mí eran párpados ccrrándost·,

44 1 FEPI FF.Pl 1 4
~áeta-1~ LO QUE DICEN LOS CHICOS QUE NO HABLAN

diciéndome no. Yo tomé esto como un decir, esto me hablaba de ella, de su Bibliografía:
relación con el lenguaje. Lo único que pudo permitir que ella me mire fue
mi más absoluto silencio, mi más fuerte mirada. Este operador: el silencio, Spitz. Primer año de vida. Ed. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1979.
suspendió el efecto de un enunciado al cual ella respondía. Ese enunciado Saussure Curso de linguística general. Ed. Losada, Buenos Aires, 1945.
yo lo imaginé así: "la lengua oral es displacentera, es donde fallas, donde no Benveniste E.: Problemas de linguística general I y Il. Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1977.
te sale, donde perdés el control" ... Bajtirn M.: Estética de la creación verbal. Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1982.
Heidegger: De camino al habla. Ed. Paidós, 1971.
"Mi pregunta fue: ¿Cómo mostrar algo distinto, cómo invitarla a encon-
Giuliani N. y BaraJo F. : Reflexiones sobre el lenguaje camino a la adquisición de los
trarse conmigo en algo que tuviera que ver con el lenguaje, pero que no fuera pronombres personales. Revista Escritos de la Infancia, nq 1, Buenos Aires, 1993.
una exigencia, un examen más ... ?
La respuesta me la dio ella, lo sonoro nos reunió, lo sonoro en la música
y en la musicalidad de la lengua, en la música bailantera de la F.M. y en lo
sonoro de nuestras voces buscándonos y llamándonos cuando jugábamos a
las escondidas. Cuerpos sonoros, buscándonos debajo de la mesa, estimu-
lación auditiva con la voz, la voz llevando nuestros nombres ... Escuchamos
lo que para nosotros tiene sentido. Apareció con la escondida, la risa ... como
siempre, y cuando hay juego de escondidas, el lenguaje va bien.
Lo fundamental estaba instalado, el campo de batalla se iba transfor-
mando en un lugar para encontramos y desencontramos, una zona donde
valfa la búsqueda, hasta en la imaginación, de lo sonoro ... El diálogo en la
lengua oral era un lugar más donde ella podía apropiarse de la lepgua y
desplegar su subjetividad. Y esto tuvo efectos tan contundentes que no sólo
la marcó en un reconocimiento, en ser reconocida como hablante sino
también que me habilitó a mí para poner en juego la legalidad del código,
siguiendo minuciosamente la estructuración de su sistema fonológico,
acompañando la adquisición de la sintaxis y de la semántica de la lengua. Su
habilitación me dio espacio para aplicar recursos técnicos pero sabiendo ella
que eran para mejorar su hablar y no un capricho ajeno. Por eso nunca temí
mostrar un punto y modo de articulación, pero dentro del diálogo.
En ese escenario que montamos para nuestros encuentros dejamos claro que
lo técnico, lo específico no tienen porque ser nuestros enemigos, solo que
para que no lo sean deben dejar de ser fines en sí mismos. Durante mucho \
tiempo Aída sustituía en todas las palabras el fonema /m/ por /p/. La
diferencia en la producción de los fonemas /m/ y /p/ es relevante para Aída
desde que pudo entender la diferencia más trascendente: que es que con la
bilabial sonora nasal /m/ llama y convoca a esa señora que le prepara la leche
por las tardes y la lleva a la escuela, y la quiere y es mamá y que con bilabial,
sorda oral /p/ llama y convoca a ese señor que viene del trabajo en bicicleta,
y le trae un chupetín y un cuento y la quiere y es papá. Antes de esta
fundamental operación /m/ y /p/ para Aída eran la misma cosa, como para
tantísimos niños sordos.

46 1 FEPI
FEPI/ 41
~4ta1~

Escuela de Especialización en los De las relaciones entre


Problemas del Desarrollo Infantil
"Dra. Lydia Coriat" psicoanálisis y educación
Incorporada a la enseñanza oficial A -959
a la mediatización del aprendizaje
CURSOS 1994 del niño
Denominación:
Dirigido a:
"Psicosis y autismo infantiles".
Profesores, docentes, psicoanalistas, psicólogos,
Evelyn Levy *
médicos y terapeutas que trabajen con
estas patologías.
Horario y fechas: a determinar
Profesor a cargo: Dr. Alfredo Jerusalinsky. La enunciación de las relaciones entre psicoanálisis y educación, a la
Denominación: "La clínica psicomotriz en los problemas del mediatización del aprendizaje del nifio, define la posición que me representa
desarrollo ínfanti 1". en mis intervenciones en la clínica psicopedagógica.
Dirigido a: Profesores especiales, profesores de educación física, Esta posición supone un punto de partida teórico-clínico que, fuera de la
fonoaudiólogos, psicopedagogos, terapistas disyunción ¿psicoanálisis o educación?, define tina operación particular.
ocupacionales, músícoterapeutas, psicólogos, Ella aparece sintetizada de alguna manera en el título de partida y supone
especialistas en Estimulacíón Temprana, kinesiólbgos, un análisis crítico de los efectos que los recortes clínico-discursivos tienen
psícomotrícistas, médicos, fisíatras, maestros en las intervenciones en el aprendizaje en la infancia. Estos efectos son
jardineros. producto de intervenciones y conceptualizaciones en "exclusión-omisión"
llorario y fechas: a determinar discursivas o de estrategias en disyunción. A ellas me referí ya en otra
Profesor a cargo: Licenciado Esteban Levin.
oportunidad (1).
Estas posiciones son bien diferentes de aquella que parte de la
Ocnominación: "El diagnóstico psícopedagógico en niños con mediatización clínica de los diferentes discursos en la intervención como en
trastornos del desarrollo. la conceptualización (2, 3, 18).
Estrategias e intervenciones clínicas. Evidentemente, ningún profesional dudaría en afinnar que en las inter-
l>irigido a: Profesores del campo de la salud y de la educación venciones en el proceso de aprendizaje del niñ.o, los discursos neuropediátrico,
interesados en el trabajo con niños con · analít~o, fonoaudiológico, psicomotor, sociocognitivo, pedagógico,
trastornos en el desarrollo. psicolingüístico, etc., son cruciales, y que la intervención psicopedagógica
llorario y frecuencia: Los miércoles de 20.00 a 21.30 hs. no podría pensarse ni desde la ausencia ni desde la lectura parcial de alguno
l>uraci6n: 8 reuniones a partir del4 de mayo de 1994. de ellos.
Modalidad: Exposición teórica y presentación de material clínico. Ahora bien, las coincidencias se acaban a la hora de pensar de qué manera
nocentes: Equipo de Psicopedagogía Clínica integrado por:
Lic. Evelyn Levy (coord.), Lic. Norma Fílidoro,
hacer trabajar la interdisciplinariedad de los diferentes discursos en la
Líe. Analía Kulez, Lic. Mercedes Pedemonte,
Líe. Paula Shurman y Lic. Adríana Sulíansly.
* Licenciada en Ciencias de la Educación y Psicología. Coordinadora del equipo de
Informes e inscripción: Estado de Israel 4247 - Buenos Aires psicopedagogía clínica del Centro Dra. Lydia Coriat y miembro de la dirección de dicha
Tel.: 89-5399. Tel./Fax: 865-7282 institución.

4K 1 FEI'I FF.PT 1 4Q
DE LAS RELACIONES ENTREPSICOANALISIS YEDUCACION
~ttef41~
respuestas que los discursos de referencia aún no pueden brindamos y que
in tcrvención. Más aún, es aquí donde las diferencias de las distintas posicio- estos tiempos de circulación son necesarios a los efectos de que dichas
nes de la clínica psicopedagógica quedan claramente plasmadas, por cómo reformulaciones sean posibles.
definen sus estrategias clínicas. Dicho movimiento interdisciplinario -desde el interior al exterior de 1a
Tiempo atrás planteé que la posición del psicopedagogo respecto de los intervención psicopedagógica- no sólo tendría consecuencias cruciales en
di rerentes discursos no es sin consecuencias, ni en el establecimiento de las el interior de la misma sino que abriría nuevas vías de investigación en el
estrategias diagnósticas (0), ni en la dirección del tratamiento (1, 2). Estas exterior de dicha clínica, abrie;¡¡do un campo de análisis interdisciplinario
di rerencias no sólo inciden en la especificidad de las estrategias de la clínica respecto a problemáticas parciales específicas en relación con el proceso de
psicopedagógica en sí misma, sino también en el trabajo interdisciplinario aprendizaje en la infancia.
que posibilitan y generan. Los tiempos de reformulación de algunas cuestiones planteadas por las
Cuando en las intervenciones psicopedagógicas y/o en sus elaboraciones diferentes disciplinas -como la posibilidad de que ciertas reformulaciones
conceptuales se parte desde una posición de omisión-exclusión de uno de los acontezcan, en parte como efecto de las novedades que en nuestra clínica
discursos, centrando a priori la significación en uno de ellos, se equivoca la descubramos-, no son inmediatos ni siempre posibles. Sí creemos que es
cuestión. El error de estas intervenciones en disyunción no es menor en un aspecto crucial de la interdisciplinariedad de nuestra intervención. La
consecuencias clínicas de aquellos que bajo una supuesta interdisciplinarie- derivación de dichas cuestiones novedosas a los investigadores y/o profe-
dad piensan la intervención y/o conceptualización desde la homologación o sionales de las diferentes disciplinas, quizá permitan un avance en aquéllas,
yuxtaposición de los diferentes discursos. Decimos interdisciplinariedad y a posteriori de dicha circulación, al regresar a nuestra intervención,
supuesta porque en tales casos pareceríamos asisitir más a una enriquezcan nuestras estrategias terapéuticas.
multidisciplinariedad que a una verdadera interdisciplinariedad en el interior Si bien me he referido hasta aquí a la clínica psicopedagógica, considero
<le la intervención (A, 3, 18).
que en el lugar de la misma podrían estar situados tanto los fonoaudiólogos
Ahora bien, no es lo mismo el establecimiento a priori de la verdad de un
como los psicomotricistas, por la manera en que dichas prácticas aparecen
discurso en la determinación de las estrategias terapéuticas y/o en la
conceptualización de la intervención, que pensar la centración en uno de cuestiones similares a las que acontecen en nuestra intervención y
ell os como una operación de "suspensión momentánea" por efecto de un conceptualización. V ale allí la salvedad de analizar las diferencias de lo que
movimiento en la intervención o conceptualización. Estos movimientos en ellas a la palabra y al cuerpo se refiere. En otra oportunidad (4), me he
teórico-clínicos, a los que me referí en otra oportunidad (1, 2) son diferentes referido alas anal9gías de problemas teórico-clínicos que en dichas prácticas
según se produzcan como efecto de nuestras transferencias con problemas acontecen de manera semejante a las de la clínica psicopedagógica. El
clfnicos o producciones teóricas novedosas, o según sean efecto de los carácter interdisciplinario de dichas intervenciones hace que sea así. Jlo y,
tiempos de formación de los psicopedagogos. En todo caso, considero además de reformular algunas de las cuestiones que en aquella oportunidad
fundamental enfatizar que hay una inevitabilidad de estos efectos de planteaba, enfatizo la importancia que las ofertas del fonoaudiólogo y del
centración, por la estructura interdisciplinaria de nuestra intervención. psic~otricista pueden tener en el proceso de aprendizaje del nifío.
Podríamos pensar también que la interdisciplinariedad de nuestra inter- En el comienzo de este trabajo anticipé que iba a desarrollar la distancia
vención nos lleva inevitablemente a internamos por algún tiempo en ciettos que separa la enunciación "de las relaciones entre psicoanálisis y educación
recortes que la clínica nos demanda. El punto es no quedar entrampados en al proceso de mediatización".
los mi smos y volver al movimiento intredisciplinario. Ahora bien, para que A fin de llevar a cabo dicha propuesta se me hace necesario diferenciar
dicho recorrido sea posible y tenga efectos no sólo en nuestra intervención con ustedes los conceptos desarrollo, aprendizaje y educación, diferen-
si no que simultánean1ente abra cuestiones específicas de investigación, sería ciación desde la cual se comprenderá más facilmente la relación de los
interesante que las preguntas que por esta vía formulamos a las diferentes mediatiza dores y la mediatización en las intervenciones en el aprendizaje del
disciplinas, pudieran ser tomadas e indagadas en el contexto de las mismas, niño (B, 19).
para que, luego de dicha circulación, puedan volver nuevamente renovadas Evidentemente, no es lo mismo pensar el desarrollo en términos de la
a nuestra intervención y conceptualización. Evidentemente, hay ciertas

FF.PT 1 SI
'iO /FEPI
~úta,1~ DE LAS RELACIONES ENTRE PSICOANAUSIS Y EDUCACION

ncuropediatría que referirse al mismo en el sentido de las fases que caracte- la abordó como las acciones restrictivas a la sexualidad infantil por parte de
rizan la evolución psicosexual, comprenderlo como las habilidades y/o los progenitores.
destrezas de cierto período de la evolución de los niños, que entenderlo como Mientras la consideró la causante de las neurosis con que se topaba en el
los procesos espontáneos de adquisición del conocimiento desde un análisis análisis de adultos, supuso que una modificación en la misma permitiría
constructivista. Cada una de estas significaciones supone diferentes inter- atenuarlas o hacerlas desaparecer. Posteriormente planteó haber sobrestima-
venciones. do el valor de la educación, y que una modificación en la misma no implicaría
No es lo mismo pensar la educación como instrucción, como educación prevención posible de las neurosis, pues la sexualidad en sí misma es
sistemática impartida por la escuela, referirse a la educación del niño por perturbadora. "La tarea de la educación -dice- es el gobierno de lo
parte de sus padres, que pensarla desde las postulaciones analíticas en pulsional, es imposible dar libertad de seguir sus impulsos sin limitación
relación con la posición del docente. No es lo mismo entender el aprendizaje alguna, pues se haría imposible la vida a los padres y los niños sufrirían de
como un acto en el que se actualizan potencialidades innatas, pensarlo como grandes perjuicios. El objeto de la educación es prohibir, dominar las
la repetición de conocimientos, habilidades o destrezas transmitidas por los pulsiones y la adaptación social" (5). Quienes plantean la necesidad de
adultos, que considerarlo como efecto de un proceso de construcción prescindir de medidas normativas y educativas en la infancia parecen
cognitiva, en el cu alla función del sujeto y el objeto del conocimiento difiere desconocer estas formulaciones. Este desconocimiento ha sido con conse-
según el contexto cognitivo y social. Ahora bien, no es lo mismo pensar el cuencias tanto en el ámbito escolar, en el de la educación parental como en
proceso de aprendizaje del niño como efecto de saber, pensar desde cada una el clínico. El complejo equilibrio entre Escila y Caribdis en cada uno de di-
de estas posiciones por separado, que analizar el proceso de aprendizaje del chos ámbitos es crucial por los efectos que tiene en la normatización,
niño desde una interpelación interdisciplinaria en la que los diferentes simbolización y aprendizaje del niño.
aspectos del proceso de aprendizaje sean puestos a trabajar desde las Hasta aquí las formulaciones freudianas se refieren a la educación del
diferentes perspectivas y niveles de análisis, facilitando asíla intervención niño por parte de los padres, que luego se extenderá a los docentes. No aborda
sobre los mediatizadores y el proceso de mediatización. preguntas específicas en relación con el aprendizaje y los procesos cognosci-
No me referiré en esta oportunidad a las diferentes explicaciones que se tivos que lo posibilitan pues, "como psicoanalista -dirá en "Psicología del
han dado respecto de las relaciones entre psicología y educación. Analizaré colegial"- se interesa más por los procesos afectivos que por los intelectua-
tan sólo algunas formulaciones que de las relaciones entre psicoanálisis y les, más por la vida anímica inconsciente que por la consciente". En el mismo
educación fueron formuladas, por cómo incidieron o pueden incidir en la artículo plantea la importancia del concepto de transferencia en el ámbito
posición e intervención del psicopedago, fonoaudiólogo o psicomo- escolar y la posición del objeto del docente. "El camino a las ciencias
tricista. -dice- pasaba más por la persona de nuestros maestros que por la
Desde Freud en adelante, han sido muchas las maneras de pensar las disciplina en sí misma". Subrayo aquí: transferencia, lugar de objeto, del
relaciones entre psicoanálisis y educación. Estas diferentes maneras de dar ideal y sublimación, conceptos que retomaré al referirme a la intervención
cuenta de las mismas han generado intervenciones diferentes tanto en el del psiQopedagogo. ¿Qué han planteado los primeros analistas de nifíos
ámbito educativo sistemático, en el analítico, como en las intervenciones de respectÜI a las relaciones entre psicoanálisis y educación? Es necesario
los diferentes profesionales de la salud y la educación. Quisiera recorrer con atravesar sus posiciones teórico-clínicas radicalmente diferentes, pues cada
ustedes estas distintas maneras con que el psicoanálisis se refirió al concepto una de ellas aborda cuestiones singulares de suma importancia que permiten
"educación" a fin de analizarlas a la luz de otra perspectiva: la de la clínica diferenciar y analizar las distintas implicancias que tiene pensar la interven-
psicopedagógica. Considero que ello tendrá consecuencias importantes en lo ción en términos de educación, desarrollo, aprendizaje, normalización o
que hace a las diferentes intervenciones interdisciplinarias. mediatización.
llagamos un poco de historia: Freud plantea (5) que la aplicación del Melanie Klein sostenía que toda perturbación del desarrollo anímico
psicoanálisis a otros campos supone conocimientos especializados que el podía ser eliminada o mejorada por el análisis. Según ella, las dificultades de
analista no posee, en tanto quienes lo poseen -los especialistas- no saben aprendizaje eran consecuencia del significado simbólico sexual que algún
de él (C). ¿A qué se refiere Freud cuando habla de educación? En un principio elemento de la situación escolar -el docente, el cuaderno, el lápiz o el acto

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DE LAS RELACIONES ENTRE PSICOANALISlS Y El)UC A<' ION
de escribir- tenía para el niño; dichas dificultades desaparecían una vez Freud a equivocar su función. Esta cuestión, tan actual aún en nuestros dfas
realizada la interpretación correcta (6). En el caso Dick plantea en qué en ciertos ámbitos institucionales y profesionales, educativos como el fnicos,
sentido las intervenciones educativas habían resbalado previo a sus interpre- fue la que me llevó a trabajar la diferencia que existe entre educación,
taciones (7). Piensa aquí en términos de disyunción: intervención analítica- desarrollo, instrucción y el proceso de mediatización. Hay aquí varios
educación sistemática. Si bien sus afirmaciones dan cuenta de las implicancias niveles de análisis e intervenciones superpuestos en esta enunciación, que
psíquicas en los procesos y dificultades de aprendizaje en la infancia, cabría convendría diferenciarlos. No es :i.a misma intervención educativa la que se
recordar que todas las dificultades con las que el niño se topa en la institución lleva a cabo en un jardín de infantes común que en uno terapéutico; no es la
educativa, no pueden entenderse como dificultades de aprendizaje. ¿A qué misma intervención educativa en estos ámbitos que la que se lleva a cabo en
nos referimos con la enunciación dificultades de aprendizaje? ¿Cuándo y una escuela primaria, y mucho menos aún en un hospital de día. No es lo
cómo intervenir respecto a las mismas? A la hora de decidir acerca de las mismo pensar la relación en términos de la educación de hábitos y
intervenciones en la infancia es necesario analizar en las producciones automatismos, que referirse ala educación sistemática, y menos aún pensarla
infantiles los procesos y contextos sociocognitivos, como así también las en tém1inos de normativización. Pero avancemos un poco más en las
semejanzas y diferencias que las formaciones clínicas de los procesos de conceptualizaciones de otra psicoanalista: Maud Mannoni.
aprendizaje de niños neuróticos, psicóticos y deficientes mentales, nos M. Mannoni ha tenido la suerte -o la desgracia, depende de dónde se lo
aportan desde una lectura interdisciplinaria. mire-, de asisitir a intervenciones de aprendizaje pseudoclínicas en rela-
¿Qué ha planteado Anna Freud, a quien su padre legó esta _temática? No ción con niños con diversas patologías, y desde allí abre sus planteas. Deci-
abordaré las críticas que se han formulado a sus postulaciones de un análisis mos pseudoclínicas porque sus encuentros han sido con reeducadores que
pedagógico: me centraré en su perspectiva respecto a los conceptos educa- privilegiaban las significaciones instrumentales, desconociendo la impor-
ción, desarrollo y aprendizaje, por sus aportes a la intervención tancia de la posición subjetiva y, agregaríamos nosotros,la especificidad de
psicopedagógica. Ella sostiene que el análisis debe cumplir, además de una los procesos cognitivos en relación con los diferentes objetos de concoci-
finalidad analítica, una pedagógica. Por ésta entiende el dominio de la vida miento. Sus críticas, más que analizar la particular concepción de aprendi-
instintiva del niño y la posterior orientación de los impulsos suprimidos (8). zaje que subyace en las intervenciones por ella cuestionadas, es una crítica
Acentúa la importancia de la vinculación afectiva educador-educando, como a la intervención pedagogizante que intenta la domesticación en una inter-
condición para cualquier aprendizaje (9); retoma aquí las afirmaciones de su vención que desconoce al sujeto (11). Cabría recordar aquí que llama la
padre en "Psicología del colegial". Es interesante cotejar cómo llama la atención a los especialistas que intervienen en el abordaje de los trastornos
atención a los docentes influenciados por la formación psicoanalítica reci- del desarrollo en la infancia, a no centrar su atención tan sólo en los aspectos
bida, a no equivocar su intervención. "Le compete al docente --dice- cognitivos e instrumentales.
prohibir, conservarla disciplina, educar, instruir y malamente podrá cumplir Su crítica a la pedagogía autoritaria, en la que el maestro está colocado
su misión pedagógica si se le ocurriera retirarse a una posición de pasivo como depositario del saber y el alumno como ignorante, está centrada en el
observador [... ] La función del docente es desarrollar los intereses y posicionamiento subjetivo. Si bien los especialistas en psicología genética
funciones yoicas, promover las sublimaciones y facilitar la adaptación" ( 10). acordarían con algunas de sus críticas, lo harían desde otra posición bien
Pensamos que para desarrollar los intereses y funciones yoicas, si bien es diferenciada, aspecto que me parece importante enfatizar, pues no son pocas
necesario pensar en el movimiento desiderativo y pulsional, ello es insufi- las conceptualizaciones psicopedagógicas que, tras la virtual semejanza de
ciente, y es aquí donde la clínica psicopedagógica ha dado otra respuesta a sendas formulaciones, homologan dichas teorizaciones. Su propuesta de
la cuestión. Simultáneamente, considero que respecto a sendas formulaciones "que el educador se eclipse, se corra del lugar de quien da las respuestas al
niño, para esperar serie útil el día en que tenga deseos de saber" (11), tiene
es necesario aclarar que no es lo mismo intervenir en el aprendizaje del niño
su soporte en el saber, en la mediatización del otro, no en una teoría del
en el ámbito educativo que hacerlo en la clínica de las dificultades de
conocimiento. Esta formulación, si bien ha sido de fundamental importancia
aprendizaje. en las intervenciones clínicas, llevó a algunos psicopedagogos,
Es interesante analizar de qué manera el discurso analítico, al poner en fonoaudiólogos, psicomotricistas, docentes e instituciones a abstenerse de
cuestión el discurso educativo, llevó a los docentes a los que se dirige A.
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toda propuesta, pensando así en ténninos de desarrollo espontáneo del En la clínica psicopedagógica, la puesta en juego de los conceptos
conocimiento. Si bien los niños se fonnulan espontáneamente preguntas en mencionados -lugar de objeto, lugar del ideal, transferencia y subli-
relación con los diferentes objetos de conocimiento -punto que la psico- mación, en relación con la posición del psicopedagogo en la dirección del
logía genética ha abordado ampliamente-lo hacen en contextos e inter- tratamiento-, se engarzan con una teoría del aprendizaje que sustenta
cambios cognitivos en los cuales la infonnación es crucial. Sin información la intervención.
no hay construcción posible. El punto es cuándo y cómo hacerla circular. Se Cuando nos encontramos con niños pequefíos con patología en su
trata de no confundir aprendizaje, desarrollo espontáneo y educación. proceso de constitución y desarrollo y que no juegan, que estereotipadamente
Pensar sólo en términos de mediatización del aprendizaje, en el sentido ponen, sacan y desplazan objetos de lugar, sin poder armar escena, la
de la posición del docente para favorecer la libidinización de los objetos de intervención a realizar no estará centrada en la adquisición de habilidades y
conocimiento, es necesario pero insuficiente para una adecuada intervención destrezas ni en los aspectos estructurales del conocimiento. Si no se trata de
tanto por parte del docente como del psicopedagogo. forzar reeducativamente la entrada en la lógica cognoscitiva, tampoco se
Es necesario entonces pensar las postulaciones de M. Mannoni en trata de presenciar dichas producciones ecolálicas, de esta zona intermedia
relación con una teoría del aprendizaje que, si bien no desconozca en la de juego y ausencia de juego, desde una posición de abstención (2).
intervención psicopedagógica las múltiples incidencias de las relaciones Cuando estos niños, espontáneamente, no pueden jugar y tomar las
entre saber y conocimiento, al pensar las estrategias clínicas con el niño, ofertas de los objetos a disposición, la intervención del psicopedagogo debe
aborde las ofertas a éste con mediatizadores específicos en un contexto de apuntar a ello. ¿Por qué? Sabemos que los aprendizajes, razonamientos y
mediatización (B, 19, 2, 3). juegos que los niños normales despliegan espontáneamente, en el caso de
Con respecto a los adolescentes psicóticos, Mannoni plantea su encuentro aquellos niños a menudo hay que generarlos (2). No se trata de introducir
con artesanos que no está pensado en términos educativos sino que pone en conocimientos desde un pseudojuego pedagogizante, con solicitudes del
juego los conceptos sublimación, ideal y transferencia. Cuando desde tipo de "Poné el auto azul en el garaje azul, así cuando el semáforo esté rojo,
algunas posiciones analíticas se considera la oferta al niño sólo en términos sacás el auto rojo por la ruta larga" ... La introducción sin sentido de nociones
de demanda-mediación, se parte de la premisa que con generar marcas, en el como éstas no sólo imposibilitan el juego sino que, además, carecen de
sentido de libidinizar los objetos del conocimiento, es suficiente para que los sentido para el proceso de aprendizaje en sí mismo. Estos niños aprenderán
ni !los aprendan. Así lo refiere incluso O'Neil (12) respecto a la intervención estas nociones espontáneamente cuando la situación se lo demande.
docente. Mannoni (11) se refiere a las afmnaciones de O'Neil cuando Ahora bien, plantear que "la situación se los demande" no supone un
plantea no ofertar a los niños situaciones cognitivas, pues cuando ellos encuentro azaroso sino la presencia de una oferta puesta a disposición
quieran saber así lo demandarán, pudiendo acceder entonces al conocimiento. en el ámbito de la intervención.
Si bien los psicopedagogos no desconocemos la importancia de la mediación Si lo central del proceso de aprendizaje no radica en clasificaciones o
en relación al proceso de aprendizaje, llamamos la atención a los docentes seriaciones vacías de contenido, sino en un trabajo sobre las propiedades de
a no olvidar la función social de la escuela y a los profesionales de los ámbitos los diferentes objetos materiales y de conocimiento, en el que el estableci-
el fnicos y terapéuticos a no desconocer la necesidad de ofertar situaciones de miento de relaciones de semejanza y diferencia juega un papel crucial, las
aprendizaje específicas a los niños a quienes nos referimos, pues de lo ofertas del psicopedagogo, fonoaudiól(}go y psicomotricista no deberían
contrario difícilmente arribarán a ellas o lo harán a un destiempo que no es desconocerlas. Cuando en las intervenciones psicopedagógicas mediamos
sin consecuencias, no sólo para su proceso de aprendizaje sino también para entre el saber y el conocimiento, ponemos en movimiento la múltiple
su constitución psíquica (3, 2, 0). En la clínica psicopedagógica con nií'íos incidencia del trabajo entre los mediatizadores cognitivos y el proceso
con patología del desarrollo he descubierto justamente esta diferencia de mediatización.
radical: los efectos de estrategias clínicas a las que nos referimos, facilitan Hablar del establecimiento de relaciones de semejanzas y diferencias
1a asunción de una otra posición por parte del niño en lo que hace a su proceso supone referirnos a diferentes contextos y procedimientos cognitivos es-
<le constitución y otra circulación en relación con sus procesos específicos pecíficos, como así también a la incidencia del posicionamiento psíquico del
de aprendizaje. niño, en relación con las marcas que lo representan. La incidencia recíproca

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de las mismas influye en su proceso de constitución psíquica y aprendizaje. diferenciación entre saber y conocimiento en lo que hace a la intervención
Es por ello que considero necesaria la interpelación interdisciplinaria en psicopedagógica y a su conceptualización, puede hacer equivocar al
el contexto mismo de la intervención (3). psicopedagogo en su función.
Cuando en la clmica psicopedagógica nos encontramos con la es tereoti- Retomemos la situación clínica de Carina. Decíamos que la niña no
pia de estos niños, la mera caracterización descriptiva que se ha dado desde armaba escena de juego ni tomaba las propuestas de los juegos a disposición,
los diferentes discursos respecto de la misma, es insuficiente para pensar más que para repetir casi reeducativamente: "Éste es un rojo ... un azul",
la intervención (3). Es por ello que se nos hace necesario interpelados desde coincidiera o no con el color del objeto en cuestión. Nuestra intervención con
las formaciones clínicas mismas, para pensar la intervención: las preguntas ella se centró, como comentáramos, en el armado de escenas lúdicas y desde
por las relaciones entre la adhesividad de la libido y la viscosidad de las mismas ofertábamos interpelaciones cognoscitivas e instrumentales a
los procesos de pensamiento, como así también por aquellas que se refieren través de diferentes juegos no estructurados, estructurados y reglados
a las oscilaciones de los procesos cognoscitivos difícilmente reformulables primitivizados (19, 2, G). La niña comienza a tomar nuestras ofertas
y a la inercia mental descrita por la neuropsiquiatría, convendrían ser incluyéndolas espontáneamente en sus juegos. La reiteración estereotipada
interpeladas interdisciplinariamente, caso por caso, al pensar la estrategia de acciones comenzó a ceder.
terapéutica (3). En las repeticiones a las que asistimos posteriormente, había ya otro tipo
Veamos una situación clínica: Carina tenía tres años y medio cuando nos de producción. Cuando una y otra vez reproducía una misma acción (prender
consultan. Esta niña LC, que había sufrido numerosas intercurrencias y y apagar un cigarrillo, pintarse las ufías o nos llevaba desde el rol de mamá
operaciones de gravedad, aparecía ante nosotros perdida en movimientos al consultorio de Evelyn), asistíamos en esa reiteración de escenas a un
estereotipados, sin poder annar escena ni utilizar los juegos estructurados y intento de abrochamiento y escenificación. En estos casos, si bien algunas
no reglados a disposición. En nuestros encuentros con ella intentamos que se veces presenciábamos la escena sin intervenir, en otras ofertábamos li-
constituyera la posibilidad de escenificación y que descubriera las propie- bretos y situaciones cognoscitivas e instrumentales para que la escena
dades cognoscitivas e instrumentales de los objetos a disposición. Para ello continuara desplegándose. La ampliación de referentes ofertada in-
fu e necesario que no desconociéramos los efectos de su constitución psíquica tentaba generar ciertas marcas, libidiniz2r ciertas vías cognoscitivas e
en 1a disponibilidad cognoscitiva e instrumental, como así tampoco el efecto instrumentales a partir de las ofertas materiales, instrumentales y
que las ofertas de aprendizaje tendrían en su proceso de simbolización. cognoscitivas, puestas a disposición (D, 19).
Cuando sostenemos, como planteáramos anteriormente, que la manera Si en las rupturas o despliegues de escenas puntuábamos las preguntas
de intervenir en el aprendizaje de un niño incide en su entramado que por esta vía la niña se formulaba, con la oferta de armado de objetos
psíquico, partimos de la corroboración clínica de que las ofertas de efectuábamos una prestación en el sentido de una ampliación referencial
nprendizaje, cognoscitivas e instrumentales, al generar una modifica- (D, 19).
ción en el yo facilitan el proceso de simbolización, el proceso de esta- "La historia del sujeto --dice Lacan- se desarrolla en una serie más o
blecimiento de semejanzas y diferencias por la singular interacción que menos típica de identificaciones ideales que representan los más puros
entre los mediatizadores cognoscitivos e instrumentales y el proceso de fenómenos psíquicos por el hecho que-revelan la función de la imago. El yo
mediatización se produce. El efecto que en el entramado simbólico del es un sistema central de estas formaciones y al que hay que comprender de
nitio produce este ensanchamiento de la disponibilidad del yo, eviden- la misma forma que a ellas en su estructura imaginaria y valor libidinal. El
temente es bien diferente de aquellas conceptualizaciones que consideran
yo no es lo mismo que el sujeto. La alienación del sujeto es necesaria para
que por vía de un ensanchamiento en el conocimiento se producen
su constitución" (14). Sin mediación no hay aprendizaje.
modificaciones en el saber.
En las reiteraciones que la niña efectuaba en el juego, observamos
Algunas críticas de J. Lacan a ciertas intervenciones analíticas (13) que
dirigen la cura en este sentido, buscan -retomando a Freud- aclarar aspectos de este movimiento identificatorio. Si asistir a éste era necesario, no
juslamente esta cuestión. No es por la vía del conocimiento que el sujeto era suficiente para pensar la intervención psicopedagógica. Si bien por esta
avanza en su saber. La no diferenciación de estas perspectivas, como la no vía facilitábamos el proceso de mediatización y su constitución, los efectos

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de las ofertas instrumentales y cognoscitivas jugaban evidentemente otra con nadie. Tira los objetos por el aire intentando "hacer magia", como él dice,
función (D). sin poder sustraer objetos, ni sustraerse del otro y de sus palabras. Sus
A partir de los efectos clínicos que menciono, considero interesante descargas motoras de origen lesiona! parecían estar potenciadas por un
investigar más profundamente respecto de la incidencia que las intervencio- estado de excitación que parecía no poder tramitar psíquicamente. Poseía
nes instrumentales y cognoscitivas tienen para el yo y en la constitución buenas posibilidades cognoscitivas pero no podía desplegarlas. Su torpeza
psíquica de un niño (H). e hipotonía, acerca de cuyo soporte orgánico no cabía duda, parecían estar
Con las ofertas materiales y de juego abríamos preguntas a las relaciones potenciadas por su posición subjetiva.
espaciales y representativas, facilitando la construcción del a imagen mental Veremos por qué un analista y un psicopedagogo deciden que no es el
de los objetos y el pasaje a la representación. No intentamos sellar con ellas momento de una intervención analítica sino psieopedagógica.
representaciones biunívocas: objeto armado-objeto representado. En el caso No sólo era necesaria una intervención que mediara su relación con los
de estos niños, cuyas fallas instrumentales perturban el proceso de objetos de conocimiento e instrumentales sino que, además, era crucial una
simbolización y aprendizaje, esta ampliación referencial, material, buena ubicación escolar. Enfatizo aquí la importancia terapéutica que una
cognitivo-instrumental y lúdica es imprescindible, tanto en los ámbitos adecuada ubicación escolar tiene para los niños (E).
referidos como respecto alos de conocimiento lectocscrito ylógicomatemático Respecto a las estrategias terapéuticas a seguir con Federico, decía, no
(19, 2, D). dudábamos acerca de la necesidad de una intervención psicopedagógica,
Abara bien, hay niños que, dada su posición subjetiva, no toleran pues era necesario que hubiera una oferta cognoscitiva e instrumental que,
propuesta alguna por parte del otro, que rebotan la misma antes de ser mediatizando los objetos de conocimiento, le permitiera construir los
enunciada. ¿Cómo y qué ofertar aquí? ¿Acaso se trata de presenciar en mediatizado res instrumentales y cognoscitivos. Para ello era necesario que
silencio su deambular por el consultorio, esperando que por efecto de una las ofertas materiales movieran al niño hacia un acercamiento a los diferentes
pregunta o puntuación su aprendizaje se desarrolle espontáneamente? objetos de conocimiento y ámbitos instrumentales, enriqueciendo así sus
En algunas situaciones clínicas con estos pacientes soportamos en producciones.
silencio los lugares a los que nos lanzan, pues no es a nuestro yo a quien va Cuando pensaba en la importancia terapéutica que estas ofertas tenían
dirigida la palabra. Tal es el caso cuando Andrea, ya mencionada por para Federico, recordaba las palabras de L. Hornstein, en su análisis de las
nosotros en otra publicación (19), nos grita: "¡Callate tonta, pelotuda, relaciones entre psicoanálisis y sublimación: "Así como hay un beneficio
aprendete sola!" En estas situaciones sostenemos desde nuestro silencio y/ primario y secundario de la enfermedad, hay un perjuicio primario y
o puntuación que este decir, que acompafia o interrumpe el trabajo y/o la secundario de la misma". Intentar ayudar a Federico a correrse de la posición
escena, se despliegue. En otras situaciones o escenas intervenimos simultá- mortífera en la que estaba instalado, no significaba generar una adaptación
neamente, o posteriormente conmediatizadores instrumentales y cognitivos. a toda costa, que bajo el signo de unfuror curandis o docendis avasalle su
Nuestro objetivo es facilitar el proceso de aprendizaje, dentro del contexto constitución psíquica, robotizándolo. Recordemos que Freud nos dice que
de mediatización y no a pesar de él. la inhibición de ciertas actividades se producen por no estar investidas
libidinalmente. El aburrimiento, el displacer, la evitación de ciertas activi-
llace algunos afias planteaba que los niños normales se plantean espon-
dades son consecuencia de ello. Pero también plantea que las limitaciones
t~neamente interrogantes respecto de los diferentes objetos de conocimien-
funcionales del yo se producen por sentir como desmesuradas las diferen-
to, pero en los niños con patologías a menudo hay que generarlos (2). cias existentes entre aquellas actividades por realizar y la imagen que de sf
Federico tenía 5 años cuando los profesionales que lo atendían suspenden tiene.
los tratamientos fonoaudiológico y psicomotriz, porque les era imposible Las dificultades psicomotoras y la hipotonía de los miembros superiores
toda intervención. El niño aparece agarrado ala palabra y al cuerpo sin poder le dificultaban el armado de objetos, y por ende perturbaban en parte la
establecer intercambios con sus pares ni con los objetos. Habla todo el construcción de una adecuada imagen mental de los mismos, tanto como su
tkmpo sin poder parar de hacerlo; pregunta acerca de la composición de representación. Ahora bien, silahipotoníamencionada tenía indudablemente
di rerentes elementos, materiales y aparatos, pero no puede jugar con nada ni un soporte lesiona!, daba la impresión de que la misma estaba potenciada por

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Si~ tÚ (4, 'l~ DE LAS RELACIONES ENTRE PSICOANALISJS Y EDUCAC!ON

su posicionamiento psíquico. Respecto a la hipotonía de los miembros nos preguntamos si sus dificultades instrumentales psicomotrices y su
inferiores, por ejemplo, llamaba la atención la diferencia entre sus mo- hipotonía no eran también una vía facilitada por donde su posicionamiento
vimientos de descarga involuntarios, en los que saltaba activamente, psíquico se manifestaba. Nos parece que, si bien su dificultoso
y la flojedad de sus piernas ante ciertas propuestas de treparse a muebles posicionamiento psíquico potenciaba y ahondaba las dificultades
bajos. instrumentales, éstas potenciaban simultáneamente su posicionamiento
Cuando le proponíamos trepar o el desplazamiento a través de circuitos, subjetivo. Así lo confirmaron las interconsultas realizadas con dos
observamos que, en un principio, no disponía de recursos espontáneos para neuropediatras y un consultor pediátrico.
llevarlo a cabo, como suelen hacerlo los niños normales de 4 años. Llamaba La oferta de juegos estructurados, no estructurados y reglados tendieron
la atención la manera cómo se agarraba fuertemente de nosotros por su temor a generar y sostener (2) las preguntas que espontáneamente no podfa
a caer. A veces ante dichas situaciones se reía, refiriéndome su temor a caer formularse. En ellas puse por momentos un particular acento en situaciones
o cuando, al realizarlas bajo un estado de llamativa excitación, hablaba de sus de conocimiento físico y en el encuentro con materiales fuertemente finali-
dificultades para llevarlas a cabo y del miedo que tenía. zados (2, 20), que por sus características ponen en movimiento las produc-
Si bien no dudaríamos en afirmar que en los saltitos de descarga, los ciones del nil1o sin requerir de interpelaciones por parte del psicopedagogo.
aspectos neurofuncionales causaban los movimientos involuntarios men- Es evidente, a partir de sus dificultades en la interlocución con los otros y los
cionados, había otras situaciones en las que llamaba la atención la oscilación objetos de conocimiento, el p0r qué de dicha intervención. Con ellos
entre una mejor disponibilidad motora y la flojedad de sus piernas. abrimos, por esta vía, instancias de interrogación que permitieron pivotear
A lo largo del tiempo observamos que Federico comienza a recurrir, entre el saber y el conocimiento (1). Cuando Federico toma el juego
espontáneamente o por nuestra sugerencia, a la utilización de estrategias "Divertido circuito de bolitas" (F) puesto a disposición, si bien le cuesta
conocidas o a la construcción de otras novedosas para sortear dichas armar las rampas, cuando lo consigue puede, con nuestra intervención,
dificultades, logrando otra circulación en relación con las mismas. Con preguntarse e indagar trayectos posibles. Mientras lo hace, simultáneamente
respecto a los miembros superiores, recuerdo que cuando agarraba el lápiz dice: "Che, bolita, no te caigas, dejáme tranquila". Repiqueteamos:
o el marcador lo hacía con tanta flojedad que el mismo caía de su mano y no "¿Tranquila?". En otra situación, al repartir las fichas de un juego logico-
podfa efectuar trazo alguno. Sin embargo, en otros momentos, ante la matemático propuesto, dice: "Éstas para vos, y éstas para la otra nena".
propuesta de dibujar, efectuaba descargas gráficas de punteados y rayados Nuestras sucesivas puntuaciones respecto a estas enunciaciones abrieron
sobre la hoja. Esta diferencia en el sostenimiento del lápiz como en el tipo una instancia para que Federico se sorprendiera escuchándose: "¡Oia!, ¿qu<5
de trazo que podía dejar en la hoja, no podían ser desconocidas pornosotros. dije, cansada?" Nuevos despliegues se abren. Sostenemos un trabajo sobre
Decfa anteriormente que las dificultades instrumentales de Federico, si bien los mismos y sobre las interpelaciones cognoscitivas, preguntándonos qué
tcnfan un sopmte disfuncional, ponían de manifiesto, por esta otra vía, otra relación había entre esas enunciaciones de Federico en posición femenina y
versión de su dificultoso acercamiento a los otros y a los objetos materiales su hipotonía muscular, su imposibilidad de armar objetos y hacer trazos. A
y de conocimiento. lo largo de nuestras intervenciones, Federico pasa de la imposibilidad de
f'edericono jugaba ni podía sostenerse en un intercambio verbal con otros treparse y saltar a poder hacerlo, de la imposibilidad de armar objetos con
ni f1os. Con los adultos tenía interlocuciones, en las cuales preguntaba una y materiales estructurados (daki, lego, click) a poder lograrlo, de la imposibi-
otra vez acerca del funcionamiento de ciertos aparatos o situaciones. En mi lidad de sostener el lápiz y efectuar representaciones a poder hacerlo y
i ntcrvención intenté que dispusiera de mejores posibilidades instrumentales comenzar a tomar nuestras ofertas de representación numérica y lectoescrita.
y cognoscitivas, porque era con consecuencias para el futuro de este niño Arma con material no estructurado de telgopor y escarbadientes departa-
drmorar las posibilidades de aprendizaje que sí pensaba podía adquirir y de mentos, casas y autos pasando luego a la representación gráfica de los
las que podía beneficiarse tanto en lo que a sus posibilidades cognoscitivas mismos y posteriormente a la escritura. Su hipotonía comienza a ceder. Las
como ordenamiento simbólico hacía. preguntas en relación con los objetos de conocimiento lectoescrito y lógico-
Ahora bien, si en un principio sus descargas nos impresionaban como matemático comienzan lentamente a tomar vuelo. Las prestaciones ins-
siendo de origen neurofuncional, a medida que fue transcurriendo el tiempo

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trumentales y lúdico-cognoscitivas le permitieron, evidentemente, disponer no pueden tramitarse mediante la misma técnica" (17) y la clínica
de dicho sostén. psicopedagógica ha mostrado un rumbo en tal sentido.
Ahora bien, volvamos al punto de partida de las relaciones entre psicoa- Cuando algunos analistas, por efecto de una cosmovisión analítica,
nálisis y educación al proceso de mediatización sobre un punto que hace a cuestionan las ofertas psicopedagógicas, desconocen las caractensticas de
los conceptos subrayados: lugar del ideal, de objeto, transferencia, esta especificidad en el abordaje de los problemas de aprendizaje. La critica
sublimación y preguntémonos: ¿cómo juega en la intervención del de Lacan a la objetividad no apunta a negar la existencia del sujeto de
psicopedagogo este lugar de ideal en el que, al igual que el docente, está conocimiento, como a n10strar de qué modo el inconsciente freudiano
l'Oiocado? ¿Qué relación podemos pensar entre la puesta en juego de la propone una diferente concepción del su jeto, de evidente importancia en los
transferencia y esta vía a la sublimación en la que la problemática de la problemas que hacen a la transferencia. Cuando rechaza la intervención por
identificación no está al margen? el conocimiento, critica a los que pretenden, por esta vía, englobar la verdad
Sabemos que el yo se constituye incorporando rasgos y cualidades de los del sujeto. Se trata de no confundir sab~r con conocimiento, ni al sujeto con
objetos y que la sublimación está vinculada al ideal. Este destino de pulsión su yo. Cuando Freud pone de manifiesto que el sujeto no se confunde con el
en el que la valorización sociocultural está presente, no puede producirse individuo, abre una perspectiva: la de la subjetividad. El sujeto no se
sino a partir de la historia de cada sujeto. Por eso la clínica psicopedagógica confunde con su inteligencia, no está sobre el mismo eje, es excéntrico. El
es una clínica de la singularidad, en la que es necesario mediar en el caso a sujeto del inconsciente, como tal, no es un organismo que se adapta. Es otra
caso entre saber y conocimiento. cosa y, para quien sabe oír, su conducta habla en otra parte.
Ilistóricamente se han planteado -y es obvio para todos-los efectos e Si las propuestas planificadas y pautadas a priori de los reeducadores de
implicancias de la constitución psíquica en los procesos cognoscitivos. antaño tuvieron efectos terapéuticos poco felices para algunos de estos
Ahora bien, la clínica con estos niños nos ha mostrado en qué sentido las niños, la ausencia de intervenciones enrelación con los objetos y situaciones
intervenciones en el proceso de aprendizaje, al pivotear entre el saber y el de conocimiento por parte de algunos psicopedagogos no lo ha sido menos.
conocimiento, inciden en su constitución subjetiva. Los psicopedagogos no debemos confundimos con las críticas que los
Freud ( 15) plantea que uno de los objetivos del análisis es fortalecer el yo, analistas dirigen a los analistas, trasladándolas .sin más a nuestra clfuica y
en e1sentido de hacerlo más independiente del superyó, ensanchar su campo perdiendo de vista nuestra especificidad. Si un analista no puede desconocer
de percepción y ampliar su organización de manera que pueda apropiarse de que no hay análisis "in absentiae et in efmge", un psicopedagogo no puede
nuevos fragmentos del ello: "Donde ello era, el yo debe advenir". Con desconocer que no hay tratamiento psicopedagógico fuera de la presencia de
nuestras intervenciones intentamos favorecer el aprendizaje del niñ.o y su situaciones y objetos de conocimiento.
adaptación a las situaciones de vida, ayudándolo a dejar de estar sometido Decíamos en otra oportunidad: la clfuica psicopedagógica no es un
compulsivamente a acciones e inhibiciones, abriendo las vías a ciertas encuentro armonioso de la interdisciplina en nuestra intervención. Las
sustituciones. El "wo es war, soll ich werden" podría pensarse también en el situaciones clfuicas referidas parecen abrir una brecha de investigación. En
sentido de la apertura de caminos que, con la oferta psicopedagógica, facilita este sentido, los problemas en la dirección del tratamiento psicopedagógico
un otro ordenamiento. no son sólo un problema intrapsicopedagógico sino que se constituyen en un
¿Cómo inciden las ofertas del psicopedagogo en el proceso de problema interdisciplinario en la medida en que las formaciones clfuicas e
intervenciones interpelan a los discursos implicados.
simbolización y constitución? "La solución a los problemas del conocimien-
to -dice Freud- posee una cualidad que importa algún día caracterizar
metapsicológicamente. El trabajo liga a la realidad, inserta en forma segura Notas
en la comunidad humana. Es importante desplazar sobre el trabajo y los
vínculos humanos que con él se enlazan, una considerable medida de (A) Consideramos que no es lo mismo pensar la intervención desde posiciones en las
componentes libidinales" (16). cuales los diferentes discursos recorren multidisciplinariamente, en forma paralela al fcnó
"Las variadas formas de enfermedad con que trabajamos-dice Freud- meno clínico, que desde una Interpelación lnterdisclpHnarla en el Interior de la Interven-
ción. Ahora bien, para que ésta sea posible, son necesarias instancias interdisciplinarittR

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"'.
~«eta,'l~ DE LAS RELACIONES ENTREI'Sl< '<>ANAI .ISI[l Y I ! DIJ<~ ACION

teóricas como clínicas en el exterior de la intervención. Profundizo aquí, desde el análisis de Los psicopedagogos hemos tomado algunas de sus pnlahrn\ y n•m:l'plos Jl'lr ulu\i~llcl'-'1'-'~ y
diversas situaciones clínicas, algunas cuestiones planteadas por Castorina, J.A. en "Obstácu- profundizándolos en nuestra intervención y conceptualizuci(ln.
los epis temológicos en la constitución de la psicopedagogía", en Problemas en psicología D) En otra oportunidad (19)yamehereferido ala reiteración de esccnu~ t¡m· he uhsrr vnclu
gfnética (Ed. Miño y Dávila). Las instancias interdisciplinarias en las cuales problemas en la clínica psicopedagógica con niños pequeños. Me refiero alareitemción de escenl\8 que,
parciales son analizados desde diferentes lecturas en un contexto de interpelación y elabora- cual despliegues temáticos, intentan ciertas metabolizaciones.Hoy quiero cnfut11.ur de qué
ción teórica, son necesarias pero insuficientes para la clínica psicopedagógica. El análisis manera, en la intervención psicopedagógica,la escenificación y la a m pllaclón rcfcrcnclul
lntcrdlsciplinarlo de las diferentes estrategias de la clínica psicopedagógica abre no sólo inciden en el proceso de constitución de los mediatizadores cognoscitivos e
nuevos problemas e interrogantes a las diferentes disciplinas. El abordaje instrumentales, sino que la manera de abordarlos Incide tanto en el proceso de
lntcrdisciplinario, que tanto en el interior como en el exterior de la misma se realice, aprendizaje del niño como en su ordenamiento simbólico, ensuentramadopsiqulco. Nos
llevará necesariamente a nuevas elaboraciones conceptuales como intervenciones clíni- encontramos trabajando en este momento algunas de estas cuestiones en el abordaje clínico
cus. Recordemos, porejemplo,las intervenciones y formulaciones teóricas alas queme referí de las neurosis graves en la primera infancia en relación con el proceso de identificación,
en otra oportunidad en relación con el retardo disfásico y construcción lectoescrita (ob. cit. analizando el pasaje de lo idéntico a lo semejante (verpágs.11 y 12, respecto a los comentarios
3 y Ficha: "De la multidisciplina a la interpelación intcrdisciplinaria en la intervención en relación con el establecimiento de semejanzas y diferencias). El concepto de tematización
psicopcdagógica") . mencionado, al que me referí en otra oportunidad (19), intenta caracterizar ciertas produccio-
B) En otra oportunidad (19) me referí a los mediatizadores y al proceso de mediatización. nes discursivas de los niños que suelen aparecer en laescenadenuestraintervención. Además
Hoy intento profundizar la incidencia recíproca de los mismos. Considero que la diferencia- de cortes y rupturas en el discurso lógico, actos fallidos y lapsus,los niños suelen desplegar
l'ión de los conceptos desarrollo, educación y aprendizaje, y el análisis de las situaciones diferentes temas con juegos simbólicos, r-anciones, comentarios que interrumpen o acompañan
l'línicas alas que enes te trabajo refiero, pueden facilitar la comprensión de dichos conceptos. sus producciones instrumentales y cognoscitivas. Me refiero a niños pequeños que por su edad
El proceso de mediatización del conocimiento parte de las afirmaciones de Freud, S., Freud, o estructuración psíquica se sostienen de esa manera en la palabra.
A.yMannoni,M.,respectoalaposicióndeldoccntecomomediadorcntreelniñoylosobjetos Respecto a la ampliación referencial en el transcurso de las escenas que los niños
de conocimiento. El supone entonces los conceptos: transferencia, lugar de objeto, del ideal, despliegan, recuerdo aquí una situación con respecto a Carina: cuando una tarde, desde el rol
pubión,libido (libidinización de los objetos de conocimiento) y sublimación. Coincido con demamá,nosllevaalconsultorio,meniegoaseguirlaydigodesdemiroldehija:"No,mamá"
did10s autores en afirmar que el proceso de mediatización incide en la construcción de Jos (luego del corte y silencio dirijo lamiradahaciaotro lugar y digo: "Quiero un ... un chupetín").
mcdiatizadores cognoscitivos e instrumentales. Ahora bien, es mi intención mostrar a partir Y mientras terminaba de enunciar dichas palabras, armaba conmaterialno estructurado uno,
de algunos ejemplos clínicos que un cierto abordaje sobre los mediatizadores instrumentales dirigiendo la palabra a un supuesto quiosquero. Carina me mira, sonríe, y tomando la posta,
y cognoscitivos incide, no sólo en el proceso de aprendizaje, sino también en el proceso continúa el juego. Al prestar vestuarios y escenas llevamos a cabo una función que no ha sido
de mediatización. llevada a cabo o que lo fue dificultosamente. No siempre ante la reiteración intervenimos por
Esta afirmación lleva necesariamente a otra que desde hace tiempo sostenemos: la in- esta vía, en muchos casos esta intervención está contraindicada. Consideramos importante
ddt•ncla recíproca de las intervenciones en relación con el saber y el conocimiento por marcar que la prestación de temas ensancha el repertorio de niños enquistados en lo idéntico,
t•l'cctos de la intervención psicopedagógica en el proceso de aprendizaje. La manera de y la oferta de armado de objetos, chupetines, chocolates, caramelos, etc., con material no
ubordur las intervenciones respecto a los mediatizadores instrumentales y cognoscitivos estructurado, no sólo incide en su proceso de simbolización sino también en el armado de la
cmic¡uccen las estrategias de conocimiento de los niños ampliando así sus marcos de imagen mental de los objetos y la representación gráfica. Es evidente, y así lo hemos
rl·fcrencia. En la primera infancia vemos que el abordaje clínico de los mismos no sólo incide manifestado (19), que el armado de objetos que ofertamos no supone generar una sistemática
en su proceso de aprendizaje, sino también en su armado simbólico. Los mediatizadores relación biunívoca: objeto armado-objeto representado. Ellas intentan abrir el camino a la
t"ogniscitivos son las hipótesis, instrumentos y procesos cognoscitivos de todo tipo, que sustitución simbólica en el contexto de una oferta instrumental y cognoscitiva.
pcr rniten otorgar significaciones cognitivas a diferentes objetos y situaciones cognoscitivas. E) La adecuada ubicación escolar de un niño es ya una intervención terapéutica. Una de
Nut·stras i¡¡tervenciones tienden a facilitar la construcción y disponibilidad de los mismos, las intervenciones que los psicopedagogos solemos llevar a cabo, es orientar la misma. Para
l'lllllldo los niños espontáneamentenopuedenhacerlo. Los mediatizadores instrumentales son ello se requieren intervenciones específicas con los niños, los padres y con las posibles
los soportes neurofuncionales que los niños requieren para la resolución de diferentes instituciones. En los encuentros con niños analizamos los procedimientos cognoscitivos
situaciones de vida y aprendizaje. Me refiero aquí a la disponibilidad de los soportes respectoalosdiferentesobjetosdeconocimientocomosumodalidaddeencuentroconelotro
ncurofuncionales de orden psicomotor, visual, neurolingüístico, etc. La especificidad de la y los objetos de conocimiento y la manera en que tramitan los obstáculos con los que se topan
in Invención psicopedagógica se caracteriza justamente por abordar la incidencia recíproca en el despliegue de sus estrategias cognoscitivas e instrumentales. Ellos nos permiten pensar
,., rt.re los mediatizadores y el proceso de mediatización. el tipo de institución al que les es más conveniente concurrir. Hace algunos años, en" Aspectos
C) Evidentemente, esta formulación freudiana de 1934 sería reformulada hoy, fm de m
terapéuticos de la práctica pedagógica" (conferencia Simposio Nacional sobre Trastornos
Ni¡•.l o, por Freud mismo, al cotejar de qué manera las formulaciones analíticas, al incidir en de Aprendizaje,! Simposiolberoamericano,1987), me referí ala importancia terapéutica que
el i le rentes ámbitos de la cultura, la salud y la educación, han plasmado algunas de sus ideas la intervención de un docente puede tener para un niño. La ubicación escolar, tanto en lo que
t' uknlcs. Recordemos sus palabras: "Espero haber abierto el camino a nuevas intelicciones", al grado o institución se refiere, puede tener la misma implicancia. Respecto a las propuestas
el it·c al referirse a su esperanza de que los aportes del psicoanálisis beneficien a la educación. de aprendizaje y la importancia terapéutica de las mismas, puede consultarse:" Análisis de los

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1

~deta-1~
DE LAS RELACIONES ENTRI! I'~IC'OANAUSIS Y Jll)llf'ACION
pnx:csos lcctoescritos en niños con patología del desarrollo, en Psicoanálisis de los proble-
ma.\· del desarrollo infantil, Nueva Visión, 1988, y"Un enfoque psicopedagógico en el trabajo do estrategias para ayudarse ellamismaallevara cabodichutlll ivid 1111 l .u~ n•fllM tr iillit y Iw
l'1 ín ico con niños con patología del desarrollo", Revista Argentina de Psicolog(a N 2 31, año los utilizaba para la resolución de otras actividades.
XIII, 1980, y "El proceso de integración, sus implicancias", conferencias/publicar, ficha Evidentemente no sólo nos interesaba la utilización de la tijcru l'Oillo in ~ tr\11111'11111, 111111
XI~9. de qué manera el trabajo realizado sobre la misma permitía un nbordnJC sobre nrr '·' '
F) "Divertido circuito de bolitas" es un juego estructurado, no reglado, que consta de relaciones espaciales, psicomotrices y otra disponibilidad corporal. Cuando una intc:r vc:rrdt'nr
rampas, pilares y bases con las cuales se arman circuitos,puentes por donde circulan bolitas. psicopedagógica se queda en l? centración psicoanálisis-educación, puede olvidur uspl'l'tm
Fl desplazamiento de éstas depende del armado del circuito. Los niños comienzan a hacer crucialescomoéstosenlaintervención.Enelcasodeestaniñaapareceunrealneurofunrionnl
intcractuar sus anticipaciones con los efectos de sus armados sucesivos, realizando muy fuerte que, evidentemente, no seríadesconocidoporningún psicopedagogo; ahoru bim,
l'Xpcrimcntaciones y producciones novedosas en función de los sucesivos armados y en la clínica psicopedagógicaconniños neuróticos con problemas de aprendizaje, situucionc ,
despliegues de las bolitas. A partir de ellos comienzan a formularse nuevas preguntas y como éstas de dificultades de representarse ciertos movimientos, o dificultades de re¡lrCSl'll
real i1.an otros armados y ordenamientos. Ellos dependen de las significaciones cognoscitivas tación de origen neurofuncional menor aparecen endecibeles menores que, de no estar aten toN
espaciales representativas y físicas como del análisis de los posibles que los niños descubran, a los mismos, pueden pasar desapercibidos. Que aparezcan en decibeles menores no si¡¡nifl(' u
oh. cit. 20, ob. cit. 3. que no estén, se trata de poderlos escuchar y mirar. Así como ciertas intervencionc ~
G) Los juegos ofertados a los niños suponen significaciones cognoscitivas específicas. cognoscitivas y de aprendizaje inciden en la constitución psíquica de un niño, un movimiento
Cuda juego supone diferentes objetos de conocimientos implícitos en los mismos. Al jugar análogo se produce en relación con los aspectos instrumentales.
con ellos se ponen en movimiento no sólo las significaciones espontáneas que al respecto los 1) En el trabajo y en la nota (G) hemos puesto suficientemente de manifiesto que el
111ismos niños construyen, sino también las estrategias y procedimientos singulares que las objetivo de la inclusión de ciertos juegos no es generar despliegues temáticos espccfficus.
interacciones de los diferentes objetos de conocimiento implicados en el material, generan. Éstos se producen más allá de toda intención. Si un material genera el despliegue de urHI
Difcrentcs autores ginebrinos y argentinos (entre otros, Akerman, Valladao,Blanchet, Saada, significación temática en un sujeto, ésta es singular en ese momento, en ese paciente y en el
Robert,M. Radrizzani Goñi, A. González, etc.) han analizado la psicogénesis de las diferentes contexto de dicha situación. Hay algunos autores y terapeutas, sin embargo, que considcrun
estrategias y procedimientos espontáneos de los niños respecto a diferentes juegos reglados que para que ciertas asociaciones aparezcan en la infancia se hace necesario ofertar ciertos
y estructurados conocidos. Gracias al conocimiento de dichas investigaciones, como a juegos o lecturas en Jos cuales esos temas se movilicen. Evidentemente por lo referido, no es
nuestras investigaciones clínicas respecto a las interpelaciones de los diferentes ámbitos de ésta nuestra posición. Las puntuaciones, como el sostenimiento de dichos despliegues,
conocimiento implicados en los diferentes juegos, pensamos diferentes maneras de primitivizar, permiten avanzar en la producción de un saber, cuyos efectos en los procesos de aprendizaje
simplificar ciertos juegos, para que los niños descubran las propiedades de las que queremos no es desconocido. Así parece constatarse en las relaciones que respecto a la hipotonfa de
comiencen a tomar nota. Muchas veces hemos descubierto algunas primitivizaciones a partir Federico, su posicionamiento en femenino y la dificultosa constitución de ciertas marcas
de las novedades producidas por diferentes niños, otras veces las hemos creado nosotros, gráficas hemos manifestado.
repentinamente en el curso de una sesión y luego acuñado en nuestro bagaje clínico. Ello nos
permite ayudar a los niños a que descubran ciertas estrategias y procedimientos cognoscitivos.
l 1) Recordemos que la niña tenía una hemiparesia lateral izquierda por la cual no disponía Referencias bibliográficas
adecuadamente ni de su pierna ni de su brazo y mano izquierdos. La demanda interpelación
que desde la oferta de ciertos materiales poníamos a disposición, convocaron la utilización (X) Freud, S.: "Sobre la psicología del colegial", O.C., Amorrortu ed., T. XIII.
de dichas partes de su cuerpo. Evidentemente, la manera de incorporar al circuito del trabajo (O) Levy, E.: "El proceso diagnóstico en la intervención psicopedagógica". Conferencia
los (L~pectos neurofuncionales fue con consecuencias importantes, pues al ayudar a libidinizar Jornadas sobre Diagnóstico en la Institución Hospitalaria. Hospital Nacional
las mismas, en un contexto de oferta que demandara su utilización, la niña comienza a hacer Infantojuvenil C. Tobar García, noviembre 1991.Aprendizaje Hoy Ng 23/24, novimbrc
uso de las mismas en la resolución de diferentes actividades. Con otras estrategias a las que 1992.
~;e vio sometida poco tiempo antes de que la conociéramos, ello no habría sido posible; más (1) Levy, E.: "De la significación a la intervención en la clínica psicopedagógicahospitalaria".
u(i n, 1a niña se resistía a hacer uso de su mano izquierda. Recordemos que una de las consignas Reorganización y Síntesis de la Conferencia de la Mesa de Apertura de las VI Jornad¡t~
que por entonces se le había dado a la mamá, era que le comprara una tijera con una forma Nacionales sobre Problemas de Aprendizaje EPPEC-CAIFI, Río Cuarto, Córdoba,
particular tal, que se ajustara a la flexión de su muñeca. Le propusimos alamadreque esperara 1989,ydelaponenciaypublicaciónenactasde"Laclínicapsicopedagógicahospitalarin.
con la compra de dicha tijera, que nos parecía mejor que Carina descubriera las diferentes De la significación ala intervención". Primeras Jornadas Hospitalarias de Psicoanálisis
p<lsiciones posibles en que podía sostener una tijera común, y analizara de qué manera su de Niños, Servicio de Salud Mental, Hospital Intenonal de Agudos Evita (ex Arám:
llliUlO derecha podía ayudarle en ello. Carina comienza a recortar mientras le sostenemos el Alfara), Lanús, 1989. Public. en prensa Temas de PsicopedagogíaN2 6, Aprendizaj
papel y posteriormente comienza a sostenerlo ella. De allí en más un diálogo tónico corporal Hoy,EPPEC,l993.
comienza a realizarse entre ambas manos. Carina varegistrandocon nuestra intervención los (2) Levy, E.: "Posición e intervención en la dirección del tratamiento psicopedagógico".
¡¡i ros y rotaciones que va llevando a cabo. Nuestras puntualizaciones sobre los movimientos Conferencia VII Jornadas de Aprendizaje, liT Congreso de Aprendizaje EPPEC 1989.
l! ue ella espontáneamente realizaba le permitió estar atenta a analizar los mismos, descubrien- Publicación Temas de Psicopedagogía, Anuario EPPEC, Aprendizaje Hoy N2 5, se
tiembre 1990.

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FRPJ 1 69
~úta'l~

(J) l cvy, E.: "La interpelación interdisciplinaria en la intervención psicopedagógica".


Conferencia! Congreso Internacional sobre Aprendizaje. EPPEC, agosto 1992.Public.
en prensa Anuario Aprendizaje Hoy EPPEC Temas de Psicopedagog(a N 2 6, 1993.
La clínica psicomotri".
(•1) Lcvy, E. : "El psicopedagogo, la interdisciplina, el conocimiento y el otro". Publicación
Temas de Psicopedagogía NO 3. Anuario Aprendizaje lloy EPPEC, octubre 1987. Hay
un a versión en Psicoanálisis en los problemas del desarrollo infantil, Nueva Visión,
1988. En este último se constata fe de erratas: donde dice transdisciplina debe leerse
siempre interdisciplina. La autora sostuvo este concepto. Por un error de compilación
se s ustituyó al editarlo un concepto por otro.
(5) Frcud, S.: "Conferencia 34: Esclarecimiento, aplicaciones, orientaciones". O.C., Esteban LeviJ(~
Amorrortu ed., T. XXII, 1933.
((i) K1cin,M.:Laimportanciadelaformacióndelsímboloeneldesarrollodelyo. Ed.Hormé,
1930. Citado por Arma Freud en El psicoanálisis del niño, cap. "Iniciación del análisis",
Ed. Hormé,1980.
(7) K1ein, M.: La importancia de la formación del símbolo en el desarrollo del yo. Ob. cit.,
pág. 86.
(!!) Frcud, A.: El psicoanálisis del niño. Ob. cit., conferencias N 2 3 y N 2 4.
¿Qué es la clínica psicom0triz? ¿De qué se ocupa? ¿Cuál es la difcrl'nrta
(<)) Freud, A.: El psicoanálisis del niño. Ob. cit., conferencia NO 4. con otras prácticas clínicas?
( 10) Freud , A.: Introducción al psicoanálisis para educadores, cap. 1 y 5, Paidós, 1980. Intentaremos dar una suscinta respuesta a estos interrogantes. El pstL'O
( 11) Mannoni, M.: La educación imposible. Ed. Siglo XXI, 1973. motricista se ocupa del cuerpo, las posturas, los gestos y el movimiento qm·
( 12) N eil, A. S. : Hijos en libertad. Granica, colecc. Libertad y Cambio, 1970. no funcionan. Viene a ocuparse de este mirar singular que puntuali;a Mt
( 13) Lacan, J.: "Las relaciones de objeto y las estructuras freudianas", 1956-1957.
( 14) Lacan, J.: "Acerca de la causalidad psíquica". Ed. Horno Sapiens, p. 92. accionar clínico en la franja que va de la imagen corporal y la imagen dd
( 15) Freud, S.: " Conferencia 31: La descomposición de la personalidad". O.C., Amorrortu movimiento, al esquema corporal y el proyecto motor.
ed., T. XXII, 1933. Es en la mirada psicomotriz de la infancia donde tiene cabida el SUJCio
( 16) Freud, S.: "Malestar en la cultura". O.C., Amorrortu ed., T. XXI, 1930. que se mueve torpemente, que no domina su cuerpo, que no consigue tilla
(17) Freud, S.: "Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica". O.C., Amorrortued., T. XVII,
postura, que retarda la movilidad que inhibe la actitud corporal, que dcsL·
1919.
(18) Levy, E.: "Las estrategias diagnósticas en la clínica psicopedagógica. Efectos de la quilibra su marcha tomándola inestable, que se cae desorientándose, quL·
interpelación interdisciplinaria". Conferencia I Encuentro Nacional de Debate Acadé- tropieza y se lastima.
m ico ¿Qué es la psicopedagogía hoy?, setiembre 1993. Para apropiarse del cuerpo, el niño tendrá que realizar importantes con
(19) Lcvy, E.: "Sujeto y objeto en la clínica psicopedagógica. Su presencia y posición". quistas en relación con su espacio, sus posturas, sus gestos, sus tiempos. Por
Conferencia Congreso Internacional Multiprofesional, Universidad de Passo Fundo,
Bras il, 1989. Public. Temas de psicopedagogía Ng 4 Anuario Aprendizaje Hoy EPPEC
las fallas e interferencias en esta ardorosa conquista que implica la represen
1990. tación del cuerpo, surge la clínica psicomotriz y su mirada particular que SL'
"Ante el encuentro del sujeto y el objeto en la clínica psicopedagógica. Síntesis". Public. centraliza en el cuerpo y la motricidad de un sujeto.
l as. Jornadas de Psicopedagogía II Encuentro Interinstitucional El quehacer El síntoma psicomotor del niño (la inestabilidad, la inhibición, las
psicopedagógico, Hospital Piñero, noviembre 1988, Actas. Art. inédito. torpezas, las dispraxias,las distonias, etc.) en articulación con la patologra
(20) RobertSaada, M., Sinclair, H.: "Réglages actives et actions de transformation. Étude du
cnchainement des conduites d 'un groupe d. enfans de trois a cinq ansa propos de tache
orgánica, si la hubiere, es producto y efecto de su singular historia, al mismo
d' ajus tement de grandeur et/nu deforme". Arch. Psychologie. XLII,167 -168, págs. 425 tiempo que impide y detiene su desarrollo.
a 458, mencionado en ob. cit. 2. Este síntoma tiene un carácter eni!:,rmático, no es sólo señal de algo, sino
que representa al sujeto. Por lo tanto, no se trata de eliminarlo ni de olvidar
lo, sino de intentar que su enigma se vaya desplegando en el encadenamiento

* Psicomotricista, psicoanalista, profesor de Educación Física. Miembro del equi¡Xl dl'


psicomotricidad del Centro Dra. Lydia Coriat. ...

70 /FEPI FEPI 1 71
~tte/41~ LA CLINICA PSI< 'OMOTIH,,

simbólico que se sostiene en la relación transferencia!. Destacamos que propio cuerpo y a los otros, se ha ido modificando, pues no sólo han
l:ualquier síntoma en la niñez ocupa un lugar diferente que en el adulto. El desaparecido sus temores al movimiento sino que, pese a su parálisis, cl111f'lo
dNicit instrumental en determinado momento puede obstaculizar la cons- camina y su postura y actitud corporal se han transformado, adquiriendo un
titución subjetiva. En la niñez hay una serie de hitos consecutivos y dominio de su cuerpo que antes no se vislumbraba.
cvolutivos cuya secuencia no podemos desconocer. Por ejemplo, si un niño No siempre intervenir en el campo de la transferencia es interpretar, pues
uo camina, llegará un momento en el que será indispensable que lo haga para si el psicomotricista (porque el niño lo demanda) tiene que indicar cierta
estructurar su desarrollo psicomotor. postura, o moverle una mano, o sostenerlo para que no tropiece y se caiga.
El valor diferente del síntoma en el adulto y en el niño, o sea su función no lo hace dirigiéndose a una maquinaria de músculos, a un cuerpo mecan1
subjetivante y constitutiva, justifica que en determinado momento el zado, sino que para cada niño este acto va a significar algo diferente dentro
psicomotricista opere en lo instrumental, siempre y cuando, al referirse al de una red histórica, adquiere así una dimensión de existencia. En cada intl'r
cuerpo como instrumento, no deje de hacerlo en el orden imaginario y vención clínica nos preguntaremos por los efectos significantes que ella
simbólico o sea articulándolo con la historia que lo determina. suscita en esa singular red simbólica.
Pero, ¿cuál sería el momento apropiado para operar clínicamente en lo El interrogante clínico no es, entonces, obtener un resultado del cuerpo
instrumental? Llegado ese momento, ¿cómo incluimos el deseo del niño? (que, por lo general, se exige sea medible y evaluable) sino que un sujeto
Muchas veces el niño nos demanda ayuda en el nivel instrumental. Por siempre tiene algo que decir, que jugar, que "hacer", en tanto acto discursivo
ejemplo: recuerdo un niño que por primera vez jugaba al fútbol y demandaba y espera que lo miren, que lo escuchen, que lo lean en la relación transle
que le indicara cómo colocarse para poder patear, porque él, con sus 9 años, rencial que en y por el acto clínico se produce.
no sabía cómo hacerlo. Introduciéndonos de este modo, en ese recorrido dinámico que se ins
Otro niño, de 4 años, reclamaba que lo ayudara a treparse a una mesa y cribe a medida que se desarrolla la escena posibilitando la representación dd
desde allí saltar a una colchoneta, experiencia corporal que hasta entonces no cuerpo, lo que abre las posibilidades del movimiento.
habfa podido realizar. Un niño, de 3 años, con dificultades motoras (cuyo Para que un sujeto pueda moverse será necesario que arribe al saber de
diagnóstico neurológico era parálisis cerebral pirárnide-extrapiramidal) su cuerpo y a su representación, en tanto simbolización (dialéctica prescn
propone un juego consistente en una carrera de sillas (autos) por todo el da-ausencia).
consultorio. Es imposible caminar pensando en el movimiento de cada pierna: es
Sostenido de la silla (auto), puede desplazarse con menor dificultad y, a necesario representarse las piernas para poder caminar. Si en la elfnica
su vez, dominar mejor su postura para lo cual intervengo sosteniéndolo, psicomotriz está presente la palabra, el decir, ofrecemos la posibilidad para
posibilitándole una adecuada base de sustentación para emprender la mar- que las piernas (el cuerpo) y el movimiento puedan sostenerse en lo
cha. Al mismo tiempo que se mueve, hace sonidos de motores de autos y de simbólico, y así podrán representarse, ligarse, para poder caminar. Pues el
hocinas. Jugar que, a partir de allí, continúa en su casa con su hermano, con cuerpo está siempre allí, sólo la palabra le permite estar no estando, sino
quien tenía dificultades para relacionarse y construir un juego. En sesiones como representación.
posteriores, el despliegue lúdico e instrumental continúa. El niño trae un El psicomotricista entra y es introducido por esa historia subjetiva dcsck
bolso lleno de tornillos, clavos, arandelas y elementos en desuso que donde intervendrá. No desde la t~cnica reglamentaria, sino desde ese otro
pertenecían a su padre y con los cuales comienza a construir un velador. lugar que se construye en la transferencia.
M e pide ayuda para colocar una lámpara o sostener una arandela, a la vez Desde esta posición, las técnicas instrumentales necesarias para producir
qu icre arreglar unos juguetes que estaban rotos o les faltaba algún tornillo por el despliegue lúdico-motor-simbólico del niño, se implementarán en con
lo cual no funcionaban bien . Pese a su manifiesta dificultad instrumental, en sonancia con la problemática de cada niño.
el jugar mismo va dominando mejor su postura y sus movimientos. Precisa- No podemos considerar a la técnica como una globalidad de recursos il
mente, por no haber trabajado nunca con ejercitaciones motrices tendientes aplicar sistemáticamente, sino desde la singularidad de un niño que en su
u reparar el déficit, la posición subjetiva del niño en relación con su cuerpo nos da a ver su sufrimiento. Por lo tanto, no es el cuerpo el que sufre,

2 /FEPI FEPI 1 71
~eteta.1~

n l'l que habla, sino un sujeto a través de su cuerpo, de sus movimientos, de


s11s n•acciones tónicas, de sus gestos. Del lugar del analista en la
ll lhl iografía clínica con niños discapacitados
kan Bcrges, Escritos da Cria11fa, NQ2, Porto Alegre, Brasil.
G~ll'lmn Levin, La clínica psicomotriz. El cuerpo en el lenguaje. Nueva Visión, Buenos Ai-
res, 1991.
Alfredo País *

Clínica de los problemas en el desarrollo: lugar de convocatoria ampl la


y de grandes desavenencias entre todos los que participamos en él.
Digo convocatoria amplia dado que la demanda de los sujetos
discapacitados se diversifica allí hacia una gran cantidad de disciplinas a las
que acuden en busca de intervenciones específicas, en tanto ellas han
generado culturalmente cada cual su propia promesa. Promesa que com-
promete a sus representantes en una intervención eficaz, en áreas más o
menos recortadas del sujeto - su patrimonio genético, su sistema nervioso,
su aparato respiratorio, sus estructuras de conocimiento, su motricidad, su
estructura fantasmática, su sistema circulatorio, sus síntomas psíquicos,
etcétera-.
Con los psicoanalistas las desavenencias comienzan cuando advertimos
y, en consecuencia, hacemos la advertencia, que tales demandas dirigidas a
las distintas disciplinas contemplan, no sólo la dimensión positiva del
determinante observable que hace pertinente la intervención de tal o cual
especialista (el nene tiene una cardiopatía congénita, por ejemplo), sino
también aquella que ubica al niño en su centro como objeto de un desco-
nocimiento. Desconocimiento tanto en el sentido de aquello de lo que no se
sabe, como de aquello que es rechazado por resultar extraño a una filiación.
Estas desavenencias se producen cuando dos discursos se cruzan sin
atravesarse (se cruzan imaginariamente sin tocarse en ningún punto) o
cuando, de manera muy distinta, se atraviesan y se enriquecen.
Una situación propia del primer caso es aquella donde se cruzan el
discurso de las terapéuticas que se sostienen en las técnicas de rehabilitación,
y el de las terapéuticas sostenidas en la ética del psicoanálisis.
*Psicólogo y psicoanalista. Miembro del equipo de psicología y psicoanálisis del Centm
Dra. Lydia Coriat. Miembro del equipo de dirección del mismo.
1•1 / FEJ>I FEPT 1 1~
~tteta1~ DEL LUGAR DEL ANALISTA llN I.A c~ l . l NIGACON NI Nf i!l 1JI

Mientras que los rehabilitadores sostendrán como sentido de su práctica Esta pregunta aparece muchas Vl'n~s. lii S I II I C íti C !it C !II~ ,
1a obtención de resultados esperables para las diversas patologías, y como eje nuestra historia profesional, expresada <k diVl!lfi!I S llt (llt(' i'llfl; /,Vw
1as técnicas que conducen a tales logros, las terapéuticas fundadas en el haciendo con este paciente? Con Carlitas algo ptHk lt.u,·r¡ >C ííJ ru)
rnarco de la ética del psicoanálisis encontrarán su sentido sólo si los qué, o las preguntas con relación a los padres: ¡,Qué pul·do ha,~e • Cült Oli lí•
t'C Millados obtenidos aparecen como propiedad, como instrumento subjctivado padres, deteriorados económica y moralmente, que ticnctl <:il' rtas lli th·rrlt.ult
ek 1paciente. de comprensión y que, además, están desocupados, lo que ks dtltntlt;t
Dicho de otra manera: el hecho de que un paciente logre hablar bien, alimentar a sus cuatro hijos?, o las preguntas que nos surgen con n: la eiúll a
rnantener el equilibrio o alfabetizarse, no significarán demasiado para profesionales de distintas especialidades, que nos consultan porque ltau
lonoaudiólogos, psicomotricistas o psicopedagogos que conducen su in- advertido algún obstáculo de orden fantasmático en el tratamiento, o porque
tervención en el marco de la ética psicoanalítica, si esos logros no pueden ser el nene se masturba en clase, o porque no lo pueden tener quieto en el aula.
1>u estos por el paciente al servicio de procurarse un lazo social; si el hablar ¿Acaso no han tenido muchas veces esa sensación de detención en un
rto sirve más que para repetir la palabra de otro, si mantenerse en equilibrio punto del que creen no van a poder salir nunca, hasta que de repente
110 tiene otra utilidad que recibir los aplausos de sus observadores y si leer escuchan, o alguien -supervisor, compañ.ero de trabajo, amigo, etc.- les
i 111 pi ica repetir palabras que no adquieren ningún sentido para el paciente, hace escuchar un significante que les indica el camino a seguir? Ocurre que
ltab1ar, caminar y lcertendrán tanto valor para un humano, como lo tiene para tomamos por allí y encontramos que algo se ha anudado, algo ha adquirido
una foca el sostener una pelota con su hocico. sentido y el discurso es relanzado, la vida continúa y los fantasmas desaparecen.
En general estas discusiones son más políticas y proselitistas que Aunque sólo por un rato.
Ctl'lltfficas (aunque no por ello menos válidas), dado que sabemos de Algún tiempo después esta pregunta se vuelve a producir, pero ya con
ant emano que quienes sostienen su trabajo en una línea teórica definida, diferencias. Se vuelve a producir allí donde lo real se resiste a ser cortado por
di l"fcilmente reconocerán la más mínima crítica de quienes la sostienen en un significante que lo haga caer al fondo, a un fondo del que no retome para
ell ra línea, sobre todo cuando se trate de los fundamentos de sus posiciones molestar nuestra felicidad.
ll'óricas que, en definitiva, son las que verdaderamente entran en juego en En nuestro caso, la felicidad consistiría en triunfar sobre la repetición, en
l'sla discusión. cuanto a la dimensión de lo logrado y en saber qué hacer en cada momento
El segundo caso es el que se produce cuando las diversas disciplinas se con nuestros pacientes en relación con el momento mismo de la praxis.
wrt in!1uidas por las conceptualizaciones fuertes que otra u otras ponen en Sabemos que nuestra felicidad es imposible. Y si nos acercamos a ella,
Jlll'gO en el campo interdisciplinario. Estas desavenencias son siempre no lograremos mantenemos allí por mucho tiempo.
¡.; ulridas -aunque bienvenidas- dado que invariablemente son portadoras Ya habrán advertido que para mí esta pregunta surge directamente de la
dl' un permanente enriquecimiento de los instrumentos clínicos. experiencia clínica. Hay pacientes con los que nos preguntamos infinidad de
Es nuestro objetivo ocupamos de este caso y dentro de él pensar en la veces ¿y ahora, qué hago? y aún así, o con más precisión justamente por eso,
1>a r1 icularidad de la inclusión de un psicoanalista en este dispositivo clínico. los tratamientos continúan y los chicos mejoran.
1'odemos pensar más concretamente en la inclusión de un psicoanalista Podemos decir que esta pregunta se produce y reproduce en la práctica
ltil'lt formado,contrayectoriaclínica. Unpsicoanalistaquehayademostrado clínica; insiste a modo de algo que retoma en busca de una ligazón que lo
su ha hi lidad en la conducción de casos difíciles y de quien podamos decir que sustraiga de su errar permanente y le permita descansar en paz, al modo en
Ita superado muchos obstáculos imaginarios, propios de un profesional que aparecen en algunas historias macabras esas almas, esos fantasmas de
11ovd y/o con un pobre trayecto en su análisis personal. personas que no han sido bien asesinadas y retoman en busca de venganza
Seguramente, a poco de andar, y después de haber tenido algunas
y de alguien que termine de matarlos en nombre del amor. En general, este
1-irsroncs con su paciente --quien se encuentra afectado por un síndrome
truktcnninado que le provoca trastornos en su motricidad y su capacidad alguien, este personaje, es encamado por el novio de la amada del fantasma
tllll'll·ctual y, además, presenta serios signos de desconexión-, encontra- quien es acompañ.ado por algún viejo que sabe acerca de exorcismos, de
' fillltos que se está preguntando: ¿y ahora, qué hago? fantasmas, de dónde localizarlos y de cómo terminar con ellos.

'11; 1 Fl~l'l FRPT 1 77


~«eta-1~ DELLUGARDELANALISTAENLACLINICACONNJÑOSDISCAPACITADOS

No vamos a hablar aquí ni de Drácula ni de Hamlet, pero sí quiero decir pleno, el nirvana, el saber que apacigüe las dudas más angustiantes o que
que en esta última obra (donde el fantasma coincide con el viejo que sabe; sostenga la borne geneidad total del universo simbólico, sólo será un analista
l'll1crmano del fantasma es quien lo asesina y quien se queda con su amada cu¡1ndo advierta que este objeto está más allá de él, cuando advierta que él
con el beneplácito de ella; la amada del fantasma es nada más ni nada menos sólo está operando como su soporte y desde allí, desde ese lugar de soporte
que la madre del muchachito quien, a su vez, es el hijo del fantasma y el -donde lo que le ocurre al paciente no le ocurre con él sino con lo que él
elegido por éste como brazo ejecutor de su venganza) queda bien claro por soporta-, recupere en una intervención los significantes que ubiquen al
qu~ había cierto olor a podrido en Dinamarca. Ésta es la forma en que sujeto en la vía de su reproducción discursiva.
Shakespeare nos dice que cuando la ley se transgrede, "se pudre todo". Sólo bajo esa condición, su palabra, su interpretación poseerá la eficacia
¿Por qué me resulta esto de suma importancia? Porque es en relación con simbólica necesaria para producir el relanzamiento del discurso detenido en
la ley que ordenamos nuestra conducta en la vida y en nuestra práctica la transferencia, expresado en la repetición o para producir el corte simbólico
profesional. de aquello que retoma de lo real. De otro modo, es decir, fuera de esta
Si hay ley es porque hubo falta -aunque su inscripción sea mítica y condición ética, la intervención del profesional estará en posición de
filogenética- es esta falta la que determina nuestra deuda y la que orienta sugestión condicionante.
nuestro curso. Desde ella nos dirigimos con la ilusión de cancelarla, con la En tal caso podemos decir que del lado del sujeto, con mucha suerte, no
esperanza de darle algún sentido. habrá análisis; del lado del profesional, seguramente no habrá analista.
Desde aquí podemos decir que estamos frente a una dimensión moral y Finalmente --continúa Lacan-, es necesario que [el analista] pague
ante una dimensión ética de la ley: una dimensión moral en tanto recono- con un juicio en lo concerniente a su acción.[...] El análisis es un juicio[...]
cemos una deuda y una dimensión ética en tanto nos proponemos una desde un cierto ángulo, el analista tiene altamente conciencia de que no
orientación para nuestra conducta en el sentido de el modo y el rigor con que puede saber qué hacer en psicoanálisis. Una parte de esa acción permanece
conducimos nuestro hacer, nuestro acto profesional, nuestro acto velada para él mismo. Podemos agregar: porque nada sabemos acerca del
psicoanalítico. deseo del analizante ni de la amplitud paradigmática que el significante
La deuda entra en relación con la promesa que el psicoanálisis hace en pueda adquirir en un sujeto singular.
t~rminos de cultura, en términos de algo que circula entre los miembros de Es en relación con este juicio que nos encontramos cuando se nos re-
una comunidad, en términos de algo ofrecido a quien lo necesite o quien produce esa pregunta de la que partimos: ¿y ahora, qué hago? Es en relación
quiera tomarlo. con este no saber qué hacer que quedamos ubicados cuando advertimos que
¿A qué se ofrece el psicoanálisis sostenido en la persona del psicoana- el discurso se ha detenido, cuando advertimos que algo no estamos escuchan-
1i sta? Podemos responder con seguridad: a recibir la demanda de la felicidad. do. Pero también es en relación con estos puntos donde el análisis verifica
Nos podemos preguntar entonces si la promesa del psicoanálisis está en su producción. Necesitamos de ellos para que nuestra intervención se haga
relación con un bien (como podría ser esa felicidad que se demanda). necesaria.
El recibir la demanda de felicidad coloca al analista en deuda en tanto tal Son estos momentos en los que nuestra conciencia moral-según el dcci r
recepción lo unge de los atributos necesarios para que su función adquiera de Freud- se nos presenta reclamando el cumplimiento de la deuda
scnLido. Para sostener su función -nos dice Lacan- el analista debe pagar contraída con el paciente. Esa deuda que nos impone el pago de un
algo. Paga con palabras sus interpretaciones (Lacan, 1986).
Pero este pago es un pago sólo en la medida en que el analista respete la significante, pero no de cualquier significante, sino de aquel que el discurso
ll'Y· Esa ley que le prohibe poner en juego sus propias tendencias, su propio del sujeto describe, perfila, pero que, esencialmente, falta en él.
deseo. Pero si cumple con esta ley enajena su propia persona. Así es como Es esta posición ética la que define el lugar del analista. Ella no cambia
l.acan continúa diciendo: Paga con su persona, en la medida en que,por la en cuanto se trate de la clínica de los trastornos del desarrollo. Sólo que en
transferencia, es literalmente desposeído de ella. ésta el analista no sólo se ofrece a escuchar la demanda de felicidad
Quien se ofrece a soportar la transferencia, quien se ofrece en consecuencia· proveniente del paciente (incluimos a los padres) sino que también está
11 ser ubicado en el lugar de ese objeto capaz de otorgar la felicidad, el goce ofrecido a escuchar las del resto de profesionales del equipo que encuentran

71! 1!!'EPI FRPT 1 7~


~de/41~ DEL LUGAR DEL ANAUSTA EN LA CLINICA CON NIÑOS DISCAPACITADOS

dificultades de orden fantasrnático o sintomático en el desarrollo de los tratar lo real por lo simbólico (Lacan, 1964), contempla en uno de los
tratamientos. términos de tal concertación -en el paciente-, la radicación del descono-
Es por esto que proponemos que todo paciente de cualquier disciplina cimiento, en tanto que en el otro -en el profesional-, ubica el saber. Un
que se trate, debe tener un analista que se ocupe de orientar las interven- saber versado sobre la posibilidad de suprimir el dolor del primero. Y, nos
ciones en transferencia que inevitablemente harán todos los especialistas. guste o no a quienes quedamos implicados en este juego -tanto por nuestra
Esta intervención se propone a fin de evitar la iatrogenia que puede elección como por la demanda del paciente-, quedamos en deuda al
producirse cuando un profesional queda atrapado en la relación de desco- aceptarla. En todo caso, desconocer tal demanda en su dimensión inconsciente,
nocimiento parental de la que hablábamos al principio y desde ella responde no nos exime de nuestra deuda ni de los efectos que tiene sobre el paciente
a la demanda de los padres, confirmando -en general- que ese nifio con pagarla con moneda espuria. Como tal pueden ser considerados los
trastornos biológicos que aparece entre sus brazos, carece de las condiciones significantes que cubren la demanda de los padres en relación con ese niño
imaginarias que posibilitan a todo padre otorgarle a su hijo los atributos que se les presenta como un desconocido, al que no saben cómo tratar y con
simbólicos que lo designen como perteneciente a una filiación, corno el que no saben qué hacer.
poseedor de una filiación a la cual amarrar su producción histórica, su Estos significantes, que responden a la demanda desde un saber general,
producción subjetiva. científico o clerical, pero que nada dicen acerca del sujeto por el que se
La madre de un paciente mongólico de 17 años dice: "Cualquier chico consulta, tienen la propiedad de orientar a los padres desde lo que son:
normal puede intentar levantarse a una chica, pero Guille no y sin embargo saberes generales acerca de objetos más o menos bien descritos. Pero si los
él lo hace. A mí me resulta muy molesto". Le pregunto por qué Guille no pacientes carecen de un espacio para articular en sus propios significantes
debería hacerlo. Responde: "Porque es deficiente mental". Le pregunto qué esta información, con la idea del hijo que ellos ya habían construido en su
relación supone que hay entre la deficiencia mental y el amor. Su respuesta cabeza desde antes de que éste naciera, ocurre lo que ocurrió en el caso de
es muy clara: "Ninguna, pero yo sé que ninguna chica lo va a aceptar Guille y de tantos otros: los padres privan a los nifios de una filiación en tanto
justamente porque es deficiente mental". han sido inclinados a tratarlos como mongólico o espástica restándole es-
La categoría "chicas" si es despojada de cuestiones imaginarias, puede pacio a Guillermo o a María.
ser leída legítimamente como "mujeres en condiciones de aceptar propuestas Ahora bien, ¿los psicoanalistas quedamos eximidos de producir tales
amorosas". Esta madre de cuarenta años es, más allá de su apariencia intervenciones? De ninguna manera. Más aún, corremos tantos riesgos de
estética, una mujer que puede quedar abarcada por esta categoría. Es claro producirlas corno cualquier otro profesional. Es justamente en esos momentos
que ella me dice que no puede aceptar el amor de su hijo, porque es en los que nos preguntamos: ¿y ahora, qué hago? Es en esos momentos en
mongólico. Pero a esto agrega: "Cuando él nació, un médico me dijo que los que nos sentirnos exigidos, impulsados a hacer algo, cuando entramos en
nunca iba a poder procrear y que si llegaba a poder hacerlo, sólo podría riesgo.
engendrar otro mongólico". ¿Qué significa esto en términos de nuestra práctica? Hacer lo mismo que
La sentencia había sido dictada cuando Guille nació: serás condenado a el médico de Guille: dar respuestas, cubrir la demanda inconsciente de los
no ejercer tu sexualidad para librar a la humanidad de otro monstruo. padres y, en muchos casos, la de los profesionales que interconsultan con
Este significante hace cadena en el discurso de la madre posibilitándole nosotros. Pero si tenemos en cuenta que tales momentos se producen cuando
sostener fuera de ella -tanto en la palabra del médico como en las chicas- nuestra escucha se ve dificultada, también podemos preguntarnos a qué se
su propio rechazo hacia este hijo monstruoso. deben tales dificultades en la escucha. Seguramente encontraríamos que
La pertinencia de la intervención de los diversos especialistas y la eficacia algún fantasma mal asesinado en nuestro propio análisis ha retomado. ¿Y si
de sus técnicas y conocimientos científicos, no los eximen de la responsa- continuáramos con nuestra investigación, muy probablemente descubriríamos
bilidad de los efectos de su palabra en los sujetos. que tal fantasma habla sobre nuestra relación con la discapacidad, habla de
Lo que intento decir es que dentro del campo de las terapéuticas humanas, algún goce que, de no ser bien dominado, podría conducirnos a elegir a
cada práctica disciplinaria, que en esencia podemos definir con Lacan como nuestro paciente como brazo ejecutor de ... nuestra propia venganza?
una acción concertada por el hombre [...] que le pone en condiciones de

1!0 1FEPI FRPT 1 Rl


~
~úta-1~
"
Resumiendo: el analista encuentra su lugar en esta clínica interdisciplinaria,
justamente en su marco. Podemos decir que sostiene el marco ético desde Psicosis infantil
donde se orienta toda intervención, que siempre será en transferencia, y
respetar fundamentalmente el espacio que el deseo necesita para su despliegue. ¿Un problema nosológico
Pero debe quedar claro que esta función de sostén del marco ético no está o un problema para los analistas?
destinada a reprimir todo corrimiento de un supuesto modelo de intervención
con el paciente, sino a delinear un espacio donde sea posible hablar de todas
las diferencias que encontramos al escuchar los relatos clínicos de nuestros
compañeros de trabajo, donde sea posible exponer las dudas, las dificultades
que se nos presentan con este real con el que trabajamos y por el que somos Reportaje a Jorge Fukelman
permanentemente trabajados. por Alfredo Pa{s, Fernando Maciel y Liliana Ranieri
Digo entonces que ningún profesional de ninguna disciplina está auto-
rizado a avanzar en la práctica clínica sobre el campo operatorio de otra
especialidad, no sólo por una cuestión de formación o competencia y mucho Los niños afectados por graves trastornos psíquicos presentan, para los
menos por una cuestión de rol o ejercicio ilegal de la profesión, sino porque especialistas de las diversas disciplinas, problemas difíciles de resolver.
tal avance implica de hecho un corrimiento de la dimensión ética relativa a Entre ellos, la psicosis, es uno de los que mayores dificultades ofrece.
la práctica de que se trate. 1 ¿Es posible un diagnóstico de psicosis en la infancia? ¿En qué consiste
la intervención? ¿Se puede designar como juego a la relación que establece
un niño psicótico con sus objetos? ¿Cómo decidir el fin del tratamiento?
Bibliografía Estas son solo algunas de las preguntas que aparecen permanentemente en
quienes trabajamos con niños afectados por graves problemas del desar-
Frcud, S.: El malestar en la cultura. Amorrortu (tomo 21), Buenos Aires, 1976.
Jcrusalinsky, A.: Psicoanálisis en los problemas del desarrollo infanJil. Nueva Visión,
rollo. Preguntas que exigen un trabajo de construcción de instrumentos
Buenos Aires,1988. teóricos, que nos guíen en nuestra intervención clínica y que, aunque estos
Lncan, J.: La ética del psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires, 1960. instrumentos estén siendo construidos, no terminan de agotarlas cuestiones
_ _ :Los cuatro principios fundamentales del psicoanálisis. Paidós, 1964. que los motivaron.
Pnfs, A.: "Interdisciplina y transdisciplina en la clínica de los trastornos del desarrollo Es por esta razón que decidimos realizar una serie de entrevistas con
infantil". Rev. DiariosCUnicos, NQ 3, Buenos Aires,l990.
profesionales que han dedicado gran parte de su trabajo al estudio de esta
problemática. No con la expectativa de agotarla, sino con la de ofrecer a
nuestros lectores un panorama amplio de las diversas posiciones teóricas y
clínicas desde donde se aborda la psicosis infantil.
En este número de ~ de t4 1~ publicamos el primer
reportaje de esta serie.
Entrevistamos al Dr. Jorge Fukelman, destacado psicoanalista de niños,
y maestro de varias generaciones de psicoanalistas.
1
Pensar en términos de una ética general, nos remite actualmente a una posición Comenzamos la entrevista con la siguiente pregunta:
pos moderna en la cual el achatamiento del pensamiento es necesario a los fmes de sostener
1111 sistema totalitario donde el objeto sea pensado linealmente y no escape a su control. Pensar L.R .. -En relación a la Psicosis 1nfantil, te hemos escuchado decir que "no
l'll l ~m1i nos de éticas relativas, permite recuperar la pluridimensionalidad del objeto y la
ll'lnción creativa de las distintas disciplinas, con la condición de que sus representantes estén
es posible perder la razón sin antes haberla tenido". ¿Se desprenderla de
di spucstos a resignar su egoísmo mental y poner permanentemente en cuestión sus propios acá una afirmación acerca de lo impropio -en términos de psicoanálisis- del
Hu lites. uso de una categoría como la de Psicosis Infantil? ¿Podría pensarse que lo

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~
~etef4'7~ REPORTAJE A JOrlGE FUKELMAN

q ltl' se denomina Psicosis infantil constituye un de te nimie nto en la construc- historia, pero que para lo que importa ahora, implica una cierta protección;
ción de la razón? para el caso, una protección en relación a la sexualidad.
Supongamos que nos encontráramos con una situación en la que una
J. F. - Yo no recuerdo haber dicho eso. Más bien esto me suena a una cita nena de 3 aí'íos está embarazada. Esto, con alguna dificultad, podría
de La can que a su vez cita a un pensador al respecto. Puede ser que yo lo haya suponerse. Lo que es seguro es que no sería una nena, que el estatuto de nena
repetido. traba esa posibilidad. Sería seguramente una mujer con serias perturba-
Ahora bien: plantear este tema en ténninos de detención del desarrollo, ciones, pero no una nena. Podríamos pensar esta supuesta nena, como un
me parece que no es fructífero, en tanto corremos el riesgo de pensarlo en pequeño objeto para la ciencia. El problema que se nos plantearía en una
relación a una suerte de flecha temporal de un solo sentido. situación así es cómo ayudar a reconstruir un espacio de modo tal que este
Si nosotros nos ubicamos en ciertas líneas del psicoanálisis, por ejemplo objeto pase a formar parte de un juego, lo cual implicaría que algo se juega
la línea freudiana, tenemos que plantear desde la problemática sexual aparte de este juego. Dicho de otro modo: en lo que nosotros podemos
rostpuberal para atrás. plantear como la prehistoria del sujeto, la ubicación que irá construyéndose
Esto no significa que en el "para atrás" no podamos ubicar situaciones para este sujeto, depende del otro. En tanto depende del otro, nosotros
que, desde ese momento, se plantean como precedentes, pero sin ese tenemos dificultad para plantearlo como psicosis. Simplemente, se nos cam-
momento no hay precedente. bia la ubicación de este otro y entonces nos encontramos con que no hay
La idea, un poco burda, pero que a mí me resulta útil, sostiene lo psicosis.
siguiente: si no hubiera dificultades sexuales en los grandes, no nos preo- Muy groseramente, nosotros podemos encontramos con un nií'íito de 2
cuparía que pasa con los chicos. Es cierto que podríamos encontramos con aí'íos que hace pum pum con un revolver. Que el revolver sea de juguete o
si Luaciones de sufrimiento, pero de todos modos, si nosotros entendiéramos que el revolver sea una Magnum, no depende del nene, depende de los
que después este sufrimiento pasa, no deja ninguna secuela y cada cual es padres. Efectivamente, si los padres ponen ahí un revolver de verdad, este
feliz ... bueno, será como los dolores del parto. nenito se encontrará retroactivamente con que mató. Decir que este nenito
Ahora, supongamos que nosotros vamos retrocediendo (la idea del ocho mató a los 2 aí'íos, es asignarle en ese momento una responsabilidad que no
tnLerior que plantea Lacan me parece que es útil para ubicar este retroceso) corresponde a su ubicación.
y llegamos al Estadio del Espejo, llegamos a la confonnación narcisística. Tenemos, por otra parte, los problemas que clásicamente están ubicados
Planteamos que el espejo está ubicado en algún lugar. Es decir que como de la latencia, o en la latencia. Los problemas serios con los que nos
¡ustamente la importancia de la confonnación narcisfstica, atañe a que el podemos encontrar son los problemas derivados de que no termina de
narcisismo puede leerse. Aunque sea burdo decirlo así, si la confonnación estructurarse este pasaje a la latencia, es decir, simplificando: pasaje a una
narcisfstica no pudiera ser leída, si no se inscribiera en el campo del lenguaje, relación de pares.
¡,a quién le importaría la confonnación narcisística? Podría ocurrir que eso Cuando comencé a preocuparme por estas cosas, el primer punto que a
luvtera alguna importancia para el que padeciera tal conformación, pero mí me importó fue "qué era ésto de que en la nií'íez, salvo fenómenos tóxicos,
SL'tía una importancia absolutamente idiota. Le importaría solamente a esa fuera tan poco frecuente los comentarios sobre alucinaciones, que aparece
como algo (no es lo único) que podría caracterizar a la psicosis". Esto,
persona, pero no tendría ninguna posibilidad de ser ubicado en un marco más
a111plio. dejando de lado una suerte de nosología psiquiátrica, (que, para la niñez,
comenzó en el 1900, dado que antes, salvo una nosología de la debilidad, la
En este sentido, detención del desarrollo no me parece una aproximación psiquiatría no abordaba una problemática de ese orden) y qué tipo de rela-
ll·ltt., Esto no quiere decir que no nos encontremos con problemas. Y, a ción, de transvasamiento, de rearticulación, podemos plantear cuando
Vl'Cl's, con problemas que, por lo menos para nosotros, son graves. pensamos en un tipo de nosología psicoanalftica, en relación a la psicosis.
La idea más general que tengo, por lo menos con la que yo me manejo, Un poquito más estrictamente: si nosotros pensamos en lo que fuere, le
l:s que si nosotros hablamos de niñez, -por ejemplo cuando decimos pongamos el nombre que le pongamos, es porque de un modo directo o indi-
"infantil"- de hecho hacemos uso de una idea, una idea que tiene su recto, somos consultados. En este sentido nos pasan algo, como en las pos-

K·l 1 FEPI
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~tk.ta1~ REPORTAJE A JORGE FUKELMAN

Las y entonces el diagnóstico y la nosología cambian. Si los padres, directa Por supuesto el pibe era de los que si algo se cae, desapareció.
o indirectamente, nos pasan a nosotros algo, allí habrá que ver cómo se ubica La cosa es que un día la mano que encuentra ahí es la mía. Repite su rutina
elnif\o en cuestión en relación con esto que nos pasaron. y yo lo empiezo a empujar. Como la sillapropiaque yo tenía en ese momento
era "la Mannoni", le digo mientras lo empujo: "vos no podés llevarte solo
/,. R.-Hace pocos días, en tu presentación en Sur, dijiste que en la relación porque no sabés hablar", intervención bastante bruta, pero que produjo que
de un analista con un niño,seformula la siguiente pregunta: "¿De qué juego el pibe me saque la mano y comience a intentar llevar la sillita. No pudien-
se trata acá?" Sobre esto podemos decir algo solamente en un apres-coup, do, se levanta, patea la silla y se va. Pero la sorpresa fue que volvió, levantó
?tlUn "habíamosestadojugandoa ..." .Yestolorelacionásconlaprehistoria, la silla, se sentó, logró arrastrarla por sí mismo y me miró como diciendo:
con lo que queda bajo la amnesia infantil y se define desde la pérdida de la "te gané boludo, no hablo pero la muevo". Se podrían decir bastantes cosas
ubicación fálica del sujeto. En este sentido, la intervención del analista de ésto, pero la más básica es que, aún mal formulado, (en este momento yo
lograría que el juego se complete como juego, produciendo una marca allí lo pensaría de otro modo: por ejemplo, le hablaría a la sillita diciéndole que
donde antes no la había, es decir, que algo se metabolice en las redes está cargando "qué se yo qué" de los padres) yo le dije: "bueno, juguemos".
simbólicas. En este sentido creo que se puede pensar lo que planteaban ustedes.
En nuestra práctica clínica nos encontramos muy a menudo con niños Efectivamente, nosotros por ahí no sabemos de qué juego se trata. En
autistas, con rasgos de desconexión, psicóticos, que pueden tomar en sus realidad, si nos importa que un analista se meta en estas cosas, es porque
manos, y de manera indistinta, un autito, una muñeca, una llave, sin haber suponemos que tiene más posibilidades que otros sujetos para metabolizar
!techo ninguna selección del objeto a usar y lo llevan repetitivamente a la el objeto del que pueda tratarse en estos juegos, porque, finalmente, el
boca o lo golpean contra el piso o lo arrojan de forma estereotipada, desconcierto, la desesperación, la pérdida de todo sustento del objeto que
pudiendo observar con absoluta seguridad que no se trata de ningún juego. cae y que no vuelve a ser puesto en juego, lo metabolizamos nosotros.
También dijiste en tu presentación que, en la intervención con niños graves, Si nosotros lo metabolizamos, ese pasa a ser un juguete, con todo lo que
el analista queda ubicado como "dador de nombre", en el lugar del padre esto pueda implicar de representación, una vez que el juego se organizó.
totémico. ¿Podrías decirnos cómo pensás la intervención del analista con Para el caso, se reorganiza. Nosotros lo que podemos hacer es, a costa de
:stos niños que parece que no tienen prehistoria? ¿En qué cuestiones, nosotros mismos, reconstruir ese juego de modo tal, que el nene en cuestión
además, situás la diferencia en relación a la transferencia que se establece no ha sido dejado caer, sino que se está jugando ahí a "algo que cae".
con niños neuróticos? Ayer justamente me estaba acordando que hay un libro que se llama UN
NIÑO DEVIENE PSICÓTICO, de Ani Cordie, es una francesa que, por lo
J. F. -Esto que voy a contar lo conté muchas veces, así que por ahí es una menos en este libro, hace una especie de Psicoanálisis lacaniano aplicado.
reiteración. Se trata de un chiquito que atendíamos en una clínica. Tenía 10 Se los comento porque cuando yo lo leí me sorprendió muchísimo lo si-
af'los y el aspecto de esos pibes muy perturbados que aparentan tener alguna guiente: En un momento dado el pibito en cuestión se pone a hacer un juego
1csión neurológica dado que estaba lleno de tics. Aparentemente, sin relación en relación a un espejo y la analista interrumpe esto con los términos de
con el espejo. La actividad de este pibe era llegar, sacarse la ropa y pasear por "ridículo", "absurdo", "inútil", "perdida de tiempo", no sin producir efectos.
1as distintas habitaciones golpeando rítmicamente las paredes, actividad que Por ejemplo, el chico hace una otitis y todos los elementos sefíalan una suerte
está bastante descrita. de ruptura de su imagen en el espejo.
En una oportunidad, este pibe se encontró con un silloncito con ruedas, Ahora, esto no sirve para que la analista en cuestión diga: "metí la pata".
esos silloncitos de oficina. Entonces el pibe hacía lo siguiente: tomaba la Meter la pata ahí implica que Lacan metió la pata o no dijo todo, o por ahí
rn ano de alguien, iba con esa mano hasta la silla, se sentaba, apoyaba la mano en ese momento no se había planteado ciertos problemas en relación a lo
en el respaldo, y comenzaba a moverse, cosa que en general era tomada imaginario.
como que quería que lo llevaran. Parece que era así porque se ponía Valga como ejemplo a la inversa de lo que estaba tratando de decir, que
contento, sonreía cuando la mano empujaba la silla desplazándolo por la somos nosotros los que tenemos que tener la posibilidad de metabolizar la
habitación. falta de sustento. Si no el nifío se cae y, para el caso, es como si no hubiera

H6 1I!'EPI FEPI 1 81
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~tlef4?~ REPORTAJE A JORGE FUKELMAN

pi so. No es que quedó allí. Si nosotros lo podemos hacer, "se estaba jugando L.R. -¿Está en relación a la posición del analista en la transferencia?
otra cosa", si no lo podemos hacer, se cae.
J. F. -Sí, sí.
A.P. -¿Quiere decir que en el caso de esta analista vos dirías que es como
el chico que mató? Sosteniendo esto que vos decís, que "tal vez Lacan no L.R .-¿Esta posición tendría una estructura similar independientemente de
habla ofrecido un sustento teórico sobre lo imaginario", esta analista mata, la nosografía que lo ubique al chico en el lugar de un psicótico o un
pero no por ella. Salvo que es adulta y es analista. neurótico?

J. F. - Claro, lo que pasa es que en esta tarea que nos metemos, no vale decir J. F. -Sí. De hecho te podes encontrar con un chico común con tal dificul-
que ésto es porque lo dijo Lacan o lo dijo Frcud o Mago ya. O lo hacemos con tad que se encuentra con un analista que justo engancha perfecto en esa
nosotros mismos, -y es con la pérdida de nosotros mismos- o no hacemos dificultad en tal momento y ahí, neurótico, psicótico, perverso ... , da lo
nada. O hacemos otras cosas que por ahí son lucrativas, pero no hacemos mismo : ese pibe jode. Ahí el analista se ubica como en su momento se
nada referente al análisis. ubicaron los padres. Si ustedes repasan entre los conocidos, van a encontrar
que hay gente a la que los chicos les rompen las cosas, hay gente con la que
L. R. -¿En qué punto esto se diferencia de la intervención con un niño los chicos toquetean más, cte. Podemos pensar que algo del lado del analista
neurótico, en la medida que allí algo parecido a esto también sucede? se pone en movimiento.

J. F. -Sí, digamos que sí. Depende de nosotros. Hay variaciones que A. P. -De acuerdo a lo que decís, la dificultad que encuentra el analista
dependen de nuestra imagcr: corporal, de lo que pueda leerse de nuestra para su intervención, estaría más de/lado de cómo se ubica él respecto del
imagen corporal, que puede hacer que a veces sea más asequible, a veces objeto puesto en juego por el niño, que del lado de la gravedad del caso.
menos asequible, jugarla de tal modo o de tal otro. Aparentemente (yo no
tengo experiencia di recta) y sin compartir muchos criterios, Fran~oisc Dolto J. F. -Sí. Es cierto que hay pautas del imaginario que son universales y esto
era una tipa que tenía mucha facilidad para ésto. Más acá de lo que después hace que se pueda generalizar algo de la gravedad del caso para todos, en
de ésto pudiera pensar. La facilidad de ella para entrar en juego, segura- tanto para cualquiera esto afecta. Por ejemplo, los accidentes y todo aque-
mente, producía efectos. Es decir, cuanto más articulados están para llo que ponga en peligro la vida, nos afecta.
nosotros los bordes del espejo, más se facilita nuestra intervención. Cuando
el espejo parece ser infinito, más dificultades tenemos. Cuando los bordes A. P. - En este sentido la dificultad de establecer un diagnóstico (que se
aparecen no mediados, aparece lo bruto de la pared (no se puede pasar por presenta cuando nos encontramos con esos chicos a los que se llama
ahí) o la contención física. Pero de todos modos, la zona en que nos borders), no tendría porqué ser un impedimento para la intervención. Más;
movemos corresponde a objetos que pertenecen a representación de om- intentar establecer un diagnóstico, pareciera ser solo una cuestión de
nipotencia parental, en algo que no ha podido ser ratificado por los padres ejercicio teórico, más que una cuestión de necesidad para el abordaje
como de juego. Esto (dejando de lado todas las articulaciones que se han clínico.
podido plantear en relación a la escritura o al borramiento), me parece que
corre tanto para el chico gravemente perturbado como para el chico con J. F. -Si por ejercicio teórico entendemos aquello que por una parte nos
pcqucí'io problema escolar. permite transmitir, comunicar, ubicaren un contexto aquello que hacemos
Obviamente no es lo mismo que un niño tenga un pequeño problema cuando atendemos, si. Si por ejercicio teórico entendemos aquello que en
escolar, a que se golpee la cabeza contra la pared. A mi me plantea cosas nuestra relación con la teoría o el discurso analítico efectivamente nos ayuda
di stintas y seguramente que voy a intervenir de un modo distinto. Pero el a desprendemos de ciertas garantías y de la imagen de estas garantías,
diagnóstico diferencial pasa por ahí. entonces es válido, es operante. Lo que hacemos ahí dependerá de nuestra
relación con el pibe y de la relación con nuestro análisis.

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~út.a-'l~ REPORTAJE A JOIWt·: lil.ll\lli,MAN

Por ejemplo: en una supervisión una analista se tiraba de los cabellos La transferencia ubicada en relación al satx-r, l'll l\'llleh1rr '' Hl l c n ¡~l ill
porque un chiquito que atendía hacía lo siguiente: llegaba, se encerraba en mediada porlos padres, sufre, en los casos de los que nos mupauu''· t.I !!O
la cocina y no la dejaba entrar. Durante un largo tiempo había ensayado todas del orden de lo que Freud planteaba como la neurosis de trans lcll'IIC i a, n11l11)
las interpretaciones, desde el vientre materno, hasta el significante al objeto transferencia positiva. En el curso del tratamiento seguro que el asuuto l ' ll
y pasando por todas las que se les ocurra. Ya estaba a punto de declarar que algún momento se va a poner un poco más hirviente. Ese momento hirviente,
este chiquito era un caso perdido, hasta que un día, quizás un poco empujada por lo menos para los padres o subrogados paternos, es en el punto en el que
por la supervisión, el niño llega, se encierra y ella golpea la puerta. El chico nos consultan a nosotros. En el mejor de los casos logramos que se
abre y le dice "adelante". ¿De qué se trataba? Se trataba de "¡como le voy reconstruya la situación que permita que esto se vaya desplazando.
a pedir permiso para entraren mi cocina a un chico!". Esto no se podía jugar. ¿Cómo nos arreglamos con lo que esto implica para nosotros? No se. Lo
que es seguro es que no hay recetas. Yo no quisiera entrar en una discusión
F. M. -0 sea que no se podría pensar en chicos que no juegan. sobre transferencia de transferencia, si es posible o no es posible, transfe-
rencia e imagen corporal, transferencia y posibilidad de palabra; en todo
J. F. - Efectivamente . Si sacamos la dimensión del juego (fundamen- caso se trata de una metodología que ustedes están probando. Dará buenos
talmente de la primera infancia) lo que sacamos es la niñez. Desde la cosa o malos efectos y después habrá que dar cuenta de qué indican estos efectos
más precoz: si a un bebé que juguetea con el pezón, le sacamos la dimensión y ahí sí podría plantearse como pensamos la transferencia.
del jugueteo, tenemos un perverso, un mal educado, o está tratando de Sf creo que este planteo testimonia de las situaciones de dificultad .
excitar a la mamá. Frente a esto podría haber mamás que prefirieran no dar Digamos que si se nos consulta por un nenito que en la escuela escribe una
la teta. Ante esto se comenzaría a armar una situación en la que el bebé no sola letra en espejo, no pensarían que hagan falta varias personas que traten
es tomado como bebé. a ese chico. Como vos decís, en estos casos de alta dificultad, también
tenemos que vémoslas con los padres y con el lugar en que quedamos
A. P. -Nosotros estamos pensando en una temática que tiene que ver con ubicados para estos padres.
esto de soportar la transferencia. En muchos casos, cuando se hace
necesario un abordaje desde un área específica, además del tratamiento A. P. -Muchas veces nos preguntamos hasta cuando va a durar un trata-
psicoanalítico, los niños reciben más de un tratamiento. miento si no se produce algo de lo que acabas de exponer; es decir, si no se
Yo lo estaba ubicando por el lado que vos planteás cuando decís que es restablece una transferencia que posibilite algo del lazo social.
necesaria una intervención imaginaria cuando lo que aparece de/lado del
niño son solo las inscripciones pictogramáticas desanudadas. Decís que J. F. -Esto es una experiencia francamente compartida( .... ) en el interín es
l.'Ste tipo de intervención favorece que se establezca allí alguna cadena. posible que hayamos ocupado durante bastante tiempo el lugar de pares y a
Si pensamos que esta intervención es siempre gobernada desde el propósito de lo que se vaya jugando con estos pares, de lo que no pueda
fa ntasma del analista, me preguntaba si el hecho de que sean más de un jugarse, con los pares efectivos, por lo que este juego conlleva, en relación
sujeto los que allí intervengan no harían más viable esta intervención y que con los objetos primitivos (supongamos), el Dios de la mamá, en tanto dios,
allí se produzca un encadenamiento. no puede jugarse con los otros pibitos. Más bien los otros chicos lo van a
Esto viene asociado a otra pregunta que es ¿cuál sería el destino del tomar de punto. Ahora, podría ser que jugara con nosotros de Dios y que a
análisis de un chico psicótico? propósito de esto pudiera empezar a jugar con los otros pi bes. Ahí es donde
se dice chau.
J.. F. - La terminación de un tratamiento en la infancia, puede pensarse
como un restablecimiento de cierta transferencias y la posibilidad entonces
de ciertas derivaciones de ella. Algo se establece en relación a los padres y
subrogados de los padres. Esto va acompañado de una dedicación distinta
en relación a pares.

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~det.a,'J~

Autismo: la infancia de lo real*

Alfredo J erusalinsky **

Preliminares
Dos hechos preliminares de nuestro trabajo con los autistas:
El primero, hace veintidós años, al comienzo de mi trabajo con los niños:
estaba encargado, por la Dra. Lydia Coriat, en el servicio de Neurología del
Hospital de Niños de Buenos Aires, de las entrevistas con los pequeños
niños mongólicos y sus familias.
En esa época, los libros de neurología y de psiquiatría consideraban los
rasgos autistas como patognomónicos del síndrome de Down. Efectiva-
Nº 6 - DUELO Y TRAUMA mente, la casi totalidad de los niños en esa condición presentaba rasgos de
Octubre 1993 ese orden. Pero su evolución se mostraba completamente dependiente de las
intervenciones terapéuticas (especialmente psicoanalfticas) tempranas, a tal
punto que, en la comparación entre los niños que habían tenido esas inter-
Nº 7 - EL NIÑO Y LA HISTORIA venciones y los que no recibieron ningún tratamiento durante los primeros
Marzo 1994 años de su vida (es decir, aquellos que recibíamos más tarde en la primera
consulta) la diferencia era impresionante en lo concerniente a la presencia
de rasgos autistas.
Lo que notamos en ese momento fue que la queja de la madre, de que ella
no se podía reconocer en ese niño, manifestaba también la imposibilidad
Informes y suscripciones: inconsciente de reconocerlo. Esta posición de la demanda materna colocaba
PARAGUAY 3018, 4º PISO "B" al niño como identificado a la resistencia, es decir, a la resistencia materna.
(1425) BUENOS AIRES.
TEL: 961-4515
* Fragmento de una conferencia pronunciada en el Hospital de "La Salpetriere" (París,
Francia) en setiembre de 1992, en el Encuentro sobre Autismo organizado por lla Fundación
Europea de Psicoanálisis.
** Director de F.E.P.l. Director del Centro Dra. Lydia Coriat de Porto Alegre, Brasil.

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112 1 FEPI
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AUTISMO: LA INFANCIA DE LO REAL
~tleú'l~
posición negativa se extiende frecuentemente a toda manifestación de
En nuestra perspectiva, lo que sacó a los niños de la situación autística fue alteridad, aun cuando ella no consista más que en variar una secuencia fija
un giro completo de la posición de esa demanda.
de hábitos.
1~1 segundo hecho preliminar concierne a la relación con el sujeto de la Que él nos ignore en la transferencia no es más que aparente. De hecho,
rl·sistcncia. Estimulados por esta experiencia inicial, consagramos una parte se trata de una exclusión activa. Todo clínico que se ocupe de esto puede
de nuestro trabajo a diversos niños en situación autista. Estábamos, durante testimoniar hasta qué punto es notable en el autista lo que podría denomi-
todos esos años, completamente asombrados por la frecuencia con que las narse atención oblicua: es muy difícil tomarlo por sorpresa. Su vigilancia
madres de esos pequeños autistas utilizaban a sus niños para justificar el no indirecta de la posición del otro (del analista, por ejemplo) es constante y
poder hacernada ellas mismas. Es decir, no hacernada en su propia vida, sino destinada a preservar una cierta medida de alejamiento (que, evidentemente,
cuidar a su hijo. l"
no es la misma para cada uno), y a configurar una ausencia recíproca
Estos dos antecedentes nos conducen rápidamente a considerar que la imaginaria. Esta atención oblicua sólo parece disminuir cuando emprende
posición simbólica del niño autista, es decir, su posición significante, es la una larga carrera que se presenta como un alejamiento infinito del otro. A
de la barra del sujeto del discurso materno. Dicho de otro modo, que su lugar decir verdad, cuanto mayor es el intento de aproximarse, más intensas se
corresponde a un lugar vacío de significante. Es claro para nosotros que no vuelven esas manifestaciones.
se trata de una demanda de satisfacción fálica de la madre, que constituiría No vamos a describir la variedad, ya conocida por todos, de esas
una demanda en forclusión, sino que se trata de una demanda en exclusión. manifestaciones sintomático-defensivas. Vamos a relatar solamente algunas
Éste es el punto que queremos subrayar en nuestra siguiente exposición. de ellas que pueden resultar interesantes para la demostración de las
cuestiones que nos proponemos analizar aquí. Las que nos interesan espe-
cialmente son: la inestabilidad motriz, el "desmantelamiento sensorial"
Autismo: la infancia de lo real (según D. Meltzer), el mutismo (cuando está presente), el negativismo y el
oposicionismo, las ritmias, las autoagresiones y los comportamientos
La diferencia entre las estructuras psíquicas, aunque pueda estar disimu- autoeróticos en general.
La diferencia entre estos "síntomas" autistas y las manifestaciones
1ada por la eventual presencia de síntomas comunes, se manifiesta de manera
fóbicas exige una reflexión. No solamente porque se los confunde fre-
evidente cuando se analiza lo fundamental, es decir, cuando se dispone
cuentemente en la clínica en razón de su apariencia común, sino especial-
interrogar la relación del sujeto con el significante. mente porque la diferencia entre sus estructuras impone abordarlos
Es aquí que estamos confrontados a una diferencia radical entre las terapéuticamente de manera diferente. Es necesario recordar que las fobias
psicosis y el autismo. Mientras que en las psicosis esta relación es de apuntan a dar consistencia a la función paterna allí donde ésta vacila,
rorclusión, en el autismo es de exclusión. Si en las psicosis lo que perturba poniendo, para ello, el objeto fóbico en el lugar del Otro. Contrariamente a
son los significantes (¿paternos?) que, a falta de poder cumplir su función esto, el objeto eventualmente destacado en el autismo, constituye un lugar de
simbólica, no tienen más que una eficacia real, en la patología en cuestión sideración que funciona como defensa contra el otro. En ese caso, la defensa
todo significante tiene, para el autista, la eficacia de expulsarlo de su campo. no es contra el deseo, como ocurre en las fobias, sino contra la demanda de
Dicho de otra manera, el psicótico está en el campo de la palabra, mientras exclusión del Otro. La paradoja aquí se revela por el hechO que;eñla
que no lo está en el de su función. Al contrario, el autista está fuera no ~nsa misma, se pone en marcha de manera directa la
solamente de la función sino también del campo de la palabra. satisfacción de la demanda del otro; es decir, que el autista está exluido.
Esto es lo que explica que la puesta en juego de cualquier significante Es sobre este punto que habitualmente se confunden las proposiciones
tenga, para el autista, el efecto de una demanda de ausencia. Es ahí donde la terapéuticas. En efecto, ensayando invertir la respuesta del autista, se
estructura se manifiesta de manera neta sobre el campo de la mirada: el invierte la demanda con la cual se obtiene ... ¡exactamente lo mismo!
autista mira a cualquier objeto que se ofrezca fortuitamente a sus ojos, pero Las terapias" acariciantes", así como los condicionamientos que se sirven
no acepta de ninguna manera cruzar una simple mirada con el otro. Esta de la violencia explícita (aun sin ser física) van en el mismo sentido. En lo

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~«eu'l~
AUTISMO: LAINFANCIADELOREAL
que concierne a las primeras, el niño devuelve, en una suerte de efecto
"boomerang", la demanda de amor, deviniendo en tirano de la madre. En La barra, lugar que escribe la castración, no puede ser simbólica ni
cuanto a los segundos, la exigencia de incorporación a un comportamiento imaginaria sino en la medida en que la cadena significante se extienda por
adquirido es correlativa con la negación del niño a hacer cualquier cosa si no ambos costados. Cuando eso no pasa, ¿qué otra alternativa queda al alcance
es con los objetos y de la manera con la cual fue condicionado, lo que muestra del niño sino balancearse o girar alrededor de la barra misma?
que el autismo, aquí, no se ha movido una pulgada. La gran frecuencia con la que aparecen los síntomas autistas en los niños
Mismo en los casos donde se opone a toda propuesta, muestra que queda nacidos con síndromes genéticos o con lesiones congénitas evidentes, ¿no es
completamente pegado al punto donde es confrontado a alguna cosa del la respuesta al hecho de que representen para sus parientes la castración en
orden de la discontinuidad. Que esta discontinuidad sea introducida por el lo real? La demostración más incuestionable aparece cuando, tras las inter-
otro, o que sea el autista mismo quien venga a oponerse a una desaparición r· vcnciones psicoanalíticas, los padres articulan una forma cualquiera de
imaginaria, en cualquier caso la imagen que emerge aquí no tendrá efecto en reconocimiento de su niño y los síntomas desaparecen de manera sorpren-
razón de la ausencia radical de un recurso tanto simbólico como real. dente. Sin cm bargo, tales síntomas persisten en los niños que no encuentran
Pero lo que queremos subrayar es el hecho de que el autista quede pegado la referencia simbólica perdida en el discurso parental.
al punto donde se manifiesta una diferencia de la cual no puede extraerse Vol vamos al análisis del punto de contacto del autista, que sabemos está.
ninguna consecuencia; se puede ir más lejos y decir: donde él mismo no topol6gicamente situado en la barra (precisamente en el agujero) de la
puede extraerse. Todo parece pasar entonces como si la sola condición de ser
castración, de la cual podemos entonces decir también que se trata de un
residiera en la repetición real de esta diferencia.
punto de contacto no imaginario sino real. Y en tanto que real, punto vado.
Se trata de un Fort-Da sin Fort y sin Da, donde la condición de ser
(introducir aquí la palabra "sujeto" parece un exceso porque, en rigor, es un Pero, ¿de qué manera podría producirse un contacto sobre un punto vacío?
fuera de lenguaje) queda enteramente situada en el traz<;> de unión. No en el Esta pregunta es pertinente, sobre todo cuando no se trata de contacto sobre
intervalo, sino precisamente en el guión en su condición de imagen real de los bordes de ese punto, puesto que es claro que se trata precisamente de un
un agujero. punto sin bordes.
El nieto de Sigmund Freud, unos días después del juego de la bobina, S. Freud quizá pueda ayudamos en esta cuestión con su esquema del
cuando se contempla delante del espejo y provoca, con su balanceo, su propia peine (Capítulo 7 de "La interpretación de los suefíos"). Freud nos dice que
aparición y desaparición diciendo: "E, e ... o, o. E, e ... a, a" (lo cual podemos durante el suefío lo que mantiene separados percepción y motricidad (sepa-
traducir por: "Bebé acá. Bebé allá.") muestra claramente dónde está situado: ración que permite la continuidad del suefío) es la activación de los complejos
no en la barra del marco del espejo, sino en una posición de sujeto de la mnémicos que provocan, en la regresión al polo perceptivo, el softar. Pero ese
enunciación que le permite contemplar su presencia y su ausencia, sin que sofíar constituye una puesta en obra del sujeto del inconsciente. Dicho de otra
esto implique su desaparición subjetiva. manera, es la estructura misma del lenguaje lo que se manifiesta aquí.
Lo que sostiene la continuidad de su ser es su posición de sujeto del Lenguaje del cual la serie es lo que permite un camino de ida y vuelta entre
lenguaje. Es esta posición la que articula su percepción y su movimiento. el polo perceptivo y el polo motor.
Dicho de otra manera, los espacios con espejo-sin espejo, separados por la Remarquemos entonces cómo el significante (que lo es siempre, en
barra del marco, se articulan con el tiempo rítmico del balanceo. Esta barra última instancia, de lo que falta) al mismo tiempo que articula, falla.
del espejo, lugar vacío del a imagen y simple punto de pasaje, constituye, sin ¿Pero qué pasaría si el lenguaje entero se organizara del lado de la
embargo, en ese juego, el punto de articulación del espacio y del tiempo, de gramática, dejando vacío el lado de la semántica, o dejando a la percepción
la percepción y de la motricidad. Pero que la barra ocupe ese lugar, o mejor, totalmente del lado del espacio -una percepción sin tiempo, repetida ad
que ella pueda venir a cumplir esa función, está determinado por la inclusión infinitum-, o bien colocando una motricidad solamente del lado del tiempo
del nieto de Freud en la cadena significante. Es gracias al hecho de que él sin cortaduras ni límites espaciales donde los cuerpos, en sus movimientos,
estuviera ya instalado en el lenguaje que la barra puede cumplir su función se interpenetren sin sustancia ni frontera?
que es función simbólica. No se trata de una ficción, porque parece que es ésta la forma de

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~út4'7~ AUTISMO: LA INFANCIA DE LO REAL

funcionamiento de los autistas. ¿Serán, éstas, tentativas frustradas de instalar pulsión misma no es del orden de lo natural. Por el contrario, es necesario
una condición cualquiera de ser allí donde toda subjetividad fracasó? Y si que el Otro (en este caso el Otro primordial) haga un corte significante en
éste fuera el caso, ¿en qué consiste este montaje? el cuerpo para que pueda emerger el registro de la falta que inaugura el
Que tiempo y espacio se condicionen recíprocamente, es decir, que se reconido de la pulsión. Su objeto, entonces, es del orden de lo que el Otro
establezcan como estructuras que, en lo cognitivo, se impongan límites allí retira (o niega) en la misma medida en que introduce un significante. El
~~ recíprocos, no es posible más que a través de la mediación simbólica. Sólo hecho de que el cuerpo sea del orden de lo imaginario viene de que el Otro
el significante introduce al sujeto en el circuito de tiempos, más allá del se encarga de colgar, en cada borde que él mismo cona, una imagen de
~ p"rcsente y del lugar en la comparación imaginaria de las medidas que lo objeto; induce así al sujeto a creer en la posibilidad de venir a constituir un
afectan. Es, entonces, en el significante que el espacio y el tiempo se reúnen, saber sabre el cual, de una manera real, le falta.
hacen intersección. Dicho de otra manera, sólo el significante permite el Lo que ocurre en los autistas es que la fuente, la fuerza, el objeto y el fin
cálculo del obstáculo, de la duración y del destino. (los cuatro caracteres de la pulsión) están comprimidos en un mismo punto
· Así, una barra sin extensión significante es un punto vacío que, cuando corporal. En el lugar del reconido significante a través del campo del Otro
es tomado como el punto pivote del ser, tiempo y espacio no se reúnen, no que corta el objeto a, aparece un retorno sobre la propia fuente, o bien un
hacen intersección, así como falta la intersección entre motricidad y per- desplazamiento totalmente comprimido sobre la superficie corporal donde
cepción, gramática y semántica. Cuando el ser reemplaza a ese punto la cada punto es, al mismo tiempo, fuente, objeto y fin. En lugar de operarse
producción de sentido, lo sabemos, ello no es posible sino al precio del la separación entre el punto de intersección que define la fuente (zona
borramiento del otro. La posibilidad de producción de sentido es siempre erógena) y el punto de intersección que define el fin pulsional, los dos puntos
efecto de la intersección de dos instancias, no de un significante. Tal punto, se confunden en uno solo. Pero la paradoja fundamental está constituida por
así estructurado, se constituye como puro espacio o puro tiempo, pura la posición del objeto, en tanto el corte que lo sitúa en el cuerpo del autista
motricidad o pura percepción, pura gramática o pura semántica. A pesar de haya sido producido por el Otro, el objeto aparecerá totalmente autónomo
la imposibilidad de desplazamiento de un polo al otro (tomando la topología de toda dimensión significante, de un modo totalmente ajeno a toda
del peine), esta exclusión del otro polo parece ser un esfuerzo suministrado alteridad. No hay en el autista ninguna alienación. El objeto le pertenece de
para constituir una forma de certeza sin sentido y sin la intervención del Otro. manera absoluta, pero su cuerpo no es de nadie, ni siquiera de sí mismo.
Si por un lado esa certeza responde al fracaso de lo simbólico, por otro Nos parece que deberíamos buscar en la manera en que este corte es
constituye una tentativa extrema del autista por producir un punto de introducido -o recibido--las razones de esta ausencia de separación entre
referencia. el ojo y la luz, entre el tocar y la superficie, entre la voz y la oreja-que es,
Lo que es curioso es que lo hace introduciendo una tentativa de corte, es ciertamente, lo que impide la constitución de la instancia de la palabra.
decir una tentativa para permitir una cierta dimensión del suefio. El problema Sólo la radicalidad de exclusión del campo significante parecería tener
es que, puesto que no hay borde, el único polo subrayado adquiere una la eficacia de situar, para quienes llamamos autistas, en una posición tal que
dimensión infinita. toda marca que él recibe, cualquiera sea el significante que entre en juego,
Es quizá por eso que el autista puede hacer de un ritmo la medida de la sea inmediatamente transformada en un automatismo de repetición.
eternidad que no puede dormir, pero al mismo tiempo nos ofrece la imagen
constante de un sueñ.o que no termina jamás.

En referencia a la pulsión

Cuando J. Lacan nos dice que "la pulsión no es sin objeto" nos sitúa, a los
que trabajamos con los autistas, frente a un interrogante a la vez crucial y
difícil. En efecto, en esta puntuación está puesto en evidencia que la

98 /FEPI FEPI 1 99
~~ta1~

Patogénesis del autismo infantil


PARA temprano*
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EN

~deta1~ ,.
Masaya Segawa, M.D. **
COMUNICARSE CON LOS TELEFONOS:

89-5399 Resumen
Tel./Fax: 865-7282
Fueron estudiados 62 casos con autismo infantil temprano (AIT), en
edades desde 1 año hasta 11 aftos y 3 meses.
El estudio de los ciclos sueño-vigilia reveló sueflo profundo durante el
dfa y una gran irregularidad en la hora de iniciación del sucflo, en la niñez
temprana. Los movimientos corporales durante el sueño aparecieron
periódicamente, sugiriendo una preservación del ritmo REM normal.
Pídalo en su kiosco Los exámenes neurológicos de 38 pacientes mostraron retraso en la
adquisición de la dominancia manual, actitudes en garra de manos y pies, y
movimientos alternantes anormales. El estudio de los mctabolitos urinarios

El Cisne
J.a única publicación mensual dedicada
de las catccolaminas mostró trastornos en la fluctuación diurna de la
excreción de mctabolitos del neurotransmisor (1) norepinefrina (NE).
Luego de "psicoterapia efectiva", el ciclo sueño-vigilia se normalizó y se
consolidó luego de la administración de 5-hidroxitriptofano. También se
estabilizó la fluctuación diurna de la excreción de los metabolitos NE.
De estos datos se sugiere que en el AIT se desarrolla inicialmente, en la
·exclusivamente a la discapacidad infancia, una disfunción del sistema que modula el ciclo sueño-vigilia,
probablemente del núcleo serotoninérgico del rafe ubicado en la lfnea media
La información más completa para padres y profesionales

Y si lo quiere recibir en su domicilio, suscríbase por 1 ano, enviando * Publicado en el Boletín de la Asociación Japonesa para el Estudio Científico de la
cheque o giro postal $ 30.· (a la orden de Ricardo Carlos Unamuno). Deficiencia Mental, 1982-4, 184-97. Este trabajo se ha continuado en otros. El último fue
presentado en el Congreso Mundial de Neurología Infantil, Buenos Aires, noviembre de
1992. [Traducción y comentarios: Dr. Owen H. Foster]
Av. Juan S. Alberdi 1120 1!! "A" **Neurólogo infantil japonés con importantes investigaciones en el campo del autismo
(C.P. 1406} Capital Federal · Tel.: 432·4724 y los trastornos neurológicos con distonías. Director de la Clínica de Neurología Infantil
Segawa, de Tokio, Japón.

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FEPI 1 101
~ tÚ (a, 1~t/a~U~A- PATOOENESIS DEL AUTISMO INFANTIL TEMPRANO

dcl tronco cerebral. Se discute la patogénesis del AIT debido a la lesión Resultados
temprana o al trastorno del desarrollo del sistema serotoninérgico.
Desde la primera descripción efectuada por Kanner en 1943, ha habido La anotación día por día de los ciclos sueño-vigilia reveló un mayor
mucha confusión respecto de los límites de este síndrome, así como con sueño diurno en la infancia tardía y en la niñez temprana. También una
respecto a su naturaleza y causa (Rutter, 1978). Examinando los ciclos marcada irregularidad de las horas de despertarse y dormirse en la infancia
sueño-vigilia de nifios con AIT y sus movimientos corporales durante el temprana, comparadas con los niños normales. En un caso se halló, aún
sueño, hallamos datos que sugieren anormalidades en el desarrollo de los durante la vida familiar normal, un patrón de sueño que tenía un curso libre,
ciclos sueño-vigilia y del sueño lento. Por lo tanto, sugerimos que el sistema es decir, no sincroni;¡:ado a las 24 horas (2). Los niños con AlT se despertaron
nervioso central (SNC) que modula estos parámetros tiene un rol importante más tarde por la mañana, durmieron más durante el día y se durmieron más
tarde a la noche. Estas tendencias fueron más marcadas entre el año y los 4
en la patogénesis del AIT. años. La diferencia más significativa fue en el total de horas de sueño diurno,
la hora de dormirse a la noche y el total de horas dormidas.
En los autistas el sueño nocturno B fue ligeramente más largo que el A
Material y métodos en los menores de 4 años; más adelante los valores fueron similares entre sf.
Se estudiaron 62 casos diagnosticados según los criterios de Rutter. En los niños normales estas dos mediciones mostraron los mismos valores
Edades: entre 1 año y 11 años 3 meses (media: 4 a 6 m ± 2a 3m). Hubo 53 después de los 3 años.
varones (85%) y 9 niñas. Los ciclos sueño-vigilia fueron anotados en un Cada medida del sueño mostró una variación acorde a la edad similar a
cuadro día por día y, en algunos casos, los movimientos corporales durante la de los normales, pero llegó a su maduración varios años más tarde que los
el sueño fueron anotados siguiendo las observaciones visuales maternas. Se normales. Los movimientos corporales, por el contrario, ocurrieron
estudiaron de la misma forma dos niños normales y tres hermanos. periódicamente, correlacionados con la hora, y esta tendencia no cambió.
Se anotaron la hora de despertar por la mañana, la hora de dormirse a la Después de psicoterapia apropiada (3),1os ciclos sueño-vigilia se hicie-
noche, el tiempo total de sueño durante el día y durante la noche. El sueño ron más apropiados, durmiéndose más temprano. La administración de
diurno indicó el total de horas dormidas en 12 horas, de 8 a 20. Respecto del 5-hidroxitriptofano (5-HTP) (17 ,5 a 30 mg/día en 3 dosis), además de la
sueño nocturno, se examinaron separadamente el sueño total de 12 horas (20 psicoterapia, hizo más estable la hora de dormirse, pero no se observaron
a 8) (sueño nocturno A), y el tiempo de sueño total (sueño nocturno B). Se cambios en la periodicidad de los movimientos corporales.
analizaron las anotaciones obtenidas en las dos semanas siguientes a la visita El estudio de los metabolitos urinarios de las catecolaminas mostró
a nuestra clínica. No se realizó tratamiento alguno durante ese tiempo. mayor excreción de ácido homovanOico (HV A), el 3-metoxi-4-hidroxi-
Se estudió a tres hermanos normales, dos varones y una mujer, en forma feniletano (MHPE), ácido vanililmandélico y 3-metoxi-4-hidroxifenilgli-
sim ilar, varias veces, entre el año y los 4 años, usándoselos como controles. col (MHPG), siendo normales los del ácido 3-4-dihidrofenilacético
Se realizaron estudios neurológicos y de los metabolitos urinarios de las (DOPAC). Los niveles de HVA eran mayores en la mañana después del
catccolaminas en 32 de los 62 pacientes: varones 27, mujeres 5. sueño, mientras que los de VMA, VA y MHPG revelaron una fluctuación
Los metabolitos urinarios de las catecolaminas fueron estudiados con el irregular diurna en los metabolitos NE, que se mantuvo aún después que el
método de cromatografía de capa fina. Se examinaron los metabolitos de la ritmo circadiano se normalizó con la psicoterapia. Sólo después de recibir
dopamina (DA), el ácido homo-vanflico (HV A), el ácido 3-4 dihidroxi- 5-HTP, esta fluctuación se hizo constante: bajo a la noche, antes del sueño,
fcnilacético (DOPAC), el3metoxi-4-hidroxifeniletanol (MHPE). También y alto por la mañana, después de dormir.
los metabolitos de la norepinefrina (NE), ácido vanililmandélico (VMA), El examen neurológico mostró posturas en garra de manos y pies;
ácido vanflico (V A) y 3-metoxi-4-hiroxifenilglicol (MHPG). Las muestras reacciones de paracaidismo incompletas (50%); persistencia anormal del
urinarias fueron tomadas antes y después del sueño nocturno. reflejo de prensión plantar (72%) y de la flexión plantar de los dedos y los
tobillos, con el test de empujar (push test) (75%). En la mayoría de los casos
se encontró hipotonía muscular difusa moderada, con reflejos osteotendino-

FEPI 1 103
102 1 FEJ>I
PATOGENESIS DEL AUTISMO INFANTIL TEMPRANO
~tú.t4'l~
períodos de movimientos oculares más cortos similares a los de be~s
sos normales. La marcha era inclinada hacia adelante, con pequeños y normales. Esto se normaliza al hacerse mayores.
rápidos pasos y con escasos movimientos coordinados (alternantes) de Sin embargo, no hubo diferencias con los controles normales de la misma
miembros superiores. Al dar pasos, había flexión de la rodilla, elevando edad en el porcentaje de tiempo de la etapa REM, patrón del ciclo REMen
hacia atrás los pies, con escasa flexión de la cadera. La mayoría de los niños el sueño de una noche y de la concordancia con el parámetro REM.
no gateó o lo hizo tarde, con los dedos de las manos que tendían a flexionarse Ornitz consideró esto como un retardo en la maduración en la diferencia-
y/o 1as puntas de los dedos dirigidos hacia afuera. Los tobillos se flexionaban ción en los patrones de EEG de sueño y en el desarrollo de los mecanismos
dorsalmente con flexión de las rodillas. Tenían temor o dificultad para bajar excitatorios fásicos durante la etapa REM. También sugirió anormalidades
en los parámetros que se desarrollan entre las 2 y las 24 semanas. Los
escaleras (66%). parámetros que maduran antes de la edad de término son normales. Estas
Hubo 19,2% de zurdos, 30,8% de ambidiestros y 50% de diestros.
Además, su piel fue más clara que la de la mayoría de los japoneses (94%). evidencias y nuestros datos sugieren que los síntomas y signos de autismo,
Tenían preferencia por comer carne. Predominaban los varones (85%). El incluyendo los trastornos del sueño, pueden desarrollarse en la infancia
74% de los padres opinaron que había sido fácil atender a sus hijos durante temprana, como ya lo había dicho Kanner.
la infancia. Etiología y efectos de los trastornos tempranos del ciclo sueño-vigilia

Los experimentos en animales muestran que el ciclo luz-oscuridad del


Discusión período temprano posnatal es importante en la modulación del ritmo
Patofisiología de los trastornos del sueño en AIT (4)
circadiano de la actividad locomotora en la vida posterior. La influencia más
inmediata se ejerce sobre el sueño lento. El ritmo de sueño REM-NREM es
El ritmo circadiano del sueño se desarrolla después del nacimiento y estable ante los cambios ambientales, por lo que el trastorno, externamente
puede estar presente al mes de edad y ser evidente a los 4 meses. El comienzo inducido, del sueño lento, resulta en una disociación del sueño REM y el
del sueño no-REM (NREM) aparece alrededor de los 2 meses y medio; la sueño lento. Los desórdenes de larga duración del ritmo pueden causar
latencia del REM tiende a aumentar después de los 3 meses. La cantidad de enfermedad, y la desincronización de los mecanismos del sueño puede
sueño lento depende del período de vigilia previo, mientras que el ritmo causar dificultad en la maduración de mecanismos del SNC.
REM-NREM parece tener control endógeno y ser estable ante los factores Defectos de sensación o percepción visual en la infancia temprana pue-
ambientales. En la infancia la mayoría de los movimientos corporales den causar trastornos prolongados del ciclo sueño-vigilia. Esto muestra la
durante el sueño se concentra en la etapa REM, distinguiéndose de la importancia de la sincronización, particularmente de la impresión de los
NREM. Lo mismo se observa en la nifiez temprana. ciclos luz-oscuridad en el período posnatal temprano, para el estable-
El ritmo de sueño anormal observado en este estudio en el AIT sugiere cimiento de los ritmos circadi anos, tanto en el hombre como en los animales.
un trastorno en la generación del ciclo sueño-vigilia y del comienzo del Mayor cantidad de vigilia o de la etapa de sueño lento disminuía la etapa
sueño NREM. Lo primero es sugerido por el cambio de sueño nocturno a REM. En un tipo particular de distonfa de la infancia, la privación selectiva
diurno y la marcada variación de cada una de las medidas del sueño. La de la etapa 4 del sueño aumenta el REM y la dopamina (DA) endógena. Esto
ocurrencia periódica de los movimientos corporales hace pensar que el sugiere que en el AIT el trastorno temprano del ciclo sueño-vigilia causa
ritmo REM es normal. Los efectos favorables de la psicoterapia, su dismi- prevalencia del REM ante el sueño lento y también predominancia de DA
nución con la edad y dcl5-HTP hacen pensar que las anomalías son funcion- sobre el metabolismo de la serotonina (5-HT).
ales, causadas por anormalidades de los mecanismos del sueño y relaciona- No había dificultades de los padres en la crianza de los niños, por lo que
dos con el sistema serotoninérgico e influenciados por los factores ambien- estos trastornos del sueño y el comportamiento debieran ser causados, sobre
tales. Estudiando registros poligráficos de sueño, Ornitz mostró que los todo, por factores endógenos, probablemente debidos a la disfunción del sis
ni t1os autistas más jóvenes tenían más actividad espicular en etapa REM y
FEPI 1 10~

l(lt1 1 FIWI
~ttet.a-1~ PATOOENESIS DEL AUTISMO INFANTIL TEMPRANO

tema que modula el sueñ.o-vigilia, regulado por el sistema serotonérgico fluctuación diurna del metabolismo NE. Un disturbio similar fue hallado t·n
central. la excreción urinaria de 17-hidroxicorticoesteroides en AIT. El efecto dl~
Se sabe que estos sistemas son influenciados por factores ambientales, normalización de la fluctuación de NE con el5-HTP sugiere que son imt'XH'•
es deci r, poco sensibles al cuidado materno, resultando un círculo vicioso. tantes las neuronas 5-HT en el AIT. Este efecto puede ser debido " la
conexión no recíproca entre los núcleos del rafe y ellocus coerulcus.
Trastornos del sueño-vigilia
Relación entre los núcleos mesencefálicos
Los núcleos supraquiasmáticos tienen un rol importante en la modula- y las características de comportamiento en AIT
ción del ritmo sueño-vigilia. Las vías ascendentes serotonérgicas (5-HT) de
los núcleos del rafe medio y dorsal mantienen el sueño lento. Estos núcleos La dcprivación socioambiental prolongada causó disfunción de las
env fan abundantes terminaciones 5-HT a los núcleos supraquiasmáticos. Se neuronas 5-HT; la lesión previa de estas neuronas causó un comportamiento
sugiere que la hipo función de los núcleos dorsales del rafe produce hipo fun- desordenado similar, que empeoró con la deprivación social. Esto sugicrt·la
ción de los núcleos supraquiasmálicos. Es sabido que la lesión nconatal de importancia de las neuronas 5-HT en el trastorno comportamental cardin;tl
estos núcleos dificulta que el animal desarrolle ritmos circadianos normales, del AIT: la inhabilidad de desarrollar una relación social. Variados cxpen
aún sin defectos de la actividad visual. memos en animales con lesiones de estas estructuras muestran la aparición
La administración de triptofano (5-HTP), por vía oral o cndovenosa, de hiperactividad, trastornos de la atención y dificultad para dejar de lado
produce efectos sobre el REMen los humanos. Algunos casos sugieren que estímulos irrelevantes; distorsiones del apego social y del afecto; hipcrcmo
si los niveles centrales de 5-HT fueran bajos, el 5-HTP podría actuar como tividad con dificultad para inhibir una respuesta aprendida. La destrucción
un precursor fisiológico del 5-HT en el SNC. Aumentaría el sueño lento, funcional u orgánica de estos núcleos en períodos tempranos podfa rcsul
disminuiría la latencia del sueño sin modificar el REM total. Efectos taren trastornos del comportamiento más adelante, después de la madura
semej antes se observaron sobre el sueño en el AIT. Se sospecha entonces ción, que eran similares a los del AIT. Por lo tanto, se postula como lcsrón
una hipofunción de las neuronas 5-HT del SNC. primaria una disfunción del sistema de 5-HT particularmente el núcll'o
La disfunción de los núcleos supraquiasmáticos, debida a la disfunción dorsal del rafe.
de la vía rafe-supraquiasmática, podría hacer a los niños autistas hiposen-
siblcs a los factores ambientales para la sincronización, incluyendo las Patofisiología de los trastornos motores en el AIT
pau tas sociales, así como los ciclos luz-oscuridad. Las lesiones en animales en relación con los núcleos mesencefálicos
prematuros de los núcleos del rafe causaron una reducción permanente del
contenido de 5-HT en el cerebro anterior y la irregularidad de la iniciación Las manifestaciones motoras del AIT tienen similitudes con la akincsia
del sueño, que se manifiesta más adelante en la niñ.ez temprana. En la del parkinsonismo. Se han propuesto como causales de estos sfntomas
infancia, las irregularidades del sueñ.o en el AIT se mostraron como retardo lesiones de los ganglios basales, particularmente el neostriatum y estructu
del ritmo circadiano con sueño diurno profundo; más adelante, en la infancia ras relacionadas del lóbulo frontal. Esta área cortical tiene la mayor
temprana, se manifestaron como irregularidad del tiempo de comienzo del proyección proveniente de los núcleos mesencefálicos, incluyendo el
sueño y menor sueño nocturno, probablemente debido a la disfunción del núcleo dorsal del rafe, ellocus coeruleus y neuronas DA límbicas; tamhit<n
ce rebro anterior. es importante el núcleo accumbens. La disfunción de estos núcleos en el AIT
Los niveles urinarios de HV A, DOPAG y MHPG reflejarían, aunque no podría causar la disfunción de la corteza frontal y originar los trastornos
<llrcctamcnte, las funciones de las catecolaminas del SNC. Los niveles de motores caracterizados por la mano y el pie en garra y la dificultad de los
11 VA y MHPG eran más altos que los normales, por lo que se sospecha el movimientos rítmicos coordinados.
compromiso de los sistemas de DA y NE en el AIT. Los niveles de excreción Las neuronas catecolaminérgicas tienen un rol en la locomoción, siendo
urimuia de catecolaminas muestran una variación diurna uniforme. En el más importante el sistema monoaminérgico de conducción lento ()\ll'
rtucstros estudios era irregular, sugiriendo la presencia de una anormal desciende desde ellocus coeruleus e inerva el generador lumbosacro de la

106 1 FEPI FEPJ 1 W7


~rteu1~ PATOGENESIS DEL AUTISMO INFANTIL TEMPRANO

marcha. Su hipoactividad inhibe la iniciación de pasos en los sistemas hiposensibles a los estímulos del ambiente. Esto causa retardo del desarrollo
reflejos para la locomoción en cuatro patas. El sistema serotonérgico tiene del ciclo sueño-vigilia y de la maduración del inicio del sueño NREM. Lo
el mismo efecto. También modula la actividad muscular. primero causa una anormal organización rítmica y lo segundo aumenta la
La hipofunción de estos sistemas descendentes pueden explicar en el razón sueño REM/sueño lento y de dopamina/serotonina.
AIT la hipotonía y la dificullad para gatear. En este período de la infancia, El agregado de la disfunción dellocus coeruleus y más tarde del sistema
la importancia del lóbulo frontal en la locomoción es menor. límbico DA, particularmente del núcleo accumbens, exacerba el trastorno
del sueño y del desbalance de los neurotransmisores, causando trastornos
Patofisiología de los trastornos de/lenguaje en el AIT emocionales y del comportamiento en la niñez temprana.
La disfunción de los núcleos dorsales del rafe, locus coeruleus y del
En algunos estudios se halló predominancia del hemisferio no dominante sistema límbico DA, resulta en la disfunción de la corteza frontal y causa
en el AIT. Cuando Jos sujetos eran menores de 6 años, había una alta la falla en los movimientos coordinados. También podría tener un rol en los
incidencia de zurdería, o de no dexteridad, mientras que esto no era evidente trastornos emocionales y aún mayor importancia en relación al retardo del
en pacientes mayores. Se sugiere que en el AIT hay un retardo en el desarrollo de la simetría cortical y los problemas del lenguaje.
desarrollo de la especialización funcional de los dos hemisferios, particu- La disfunción de los núcleos dorsales del rafe y especialmente dellocus
lannente del hemisferio dominante, o que hay un retardo en la organización coeruleus causan disfunción de la vfa espinal generadora de la marcha,
de la conexión interhemisférica. causando hipotonfa y dificultad en el gateo.
Experimentos en animales mostraron desde temprano la asimetría fun- El trastorno en el desarrollo de los núcleos del rafe y de los ritmos circa-
cional de los sistemas subcorticales (nigroestriatales dopaminérgicos) que dianos producen en los niños indiferencia ante el ambiente y aumento del
modulan la corteza frontal. Los trastornos del lenguaje podrían ser debidos sueño diurno, haciéndoles calmos. Las madres se hacen más laxas en sus
al retardo en el desarrollo de la asimetría cortical o al sindrome de cuidados causando una relativa deprivación socioambiental, decreciendo la
desconexión del desarrollo. sincronización.
En experimentos en ratas se mostró una disminución de la asimetría en Al mantenerse estas condiciones se acentuarían los trastornos emociona-
el comportamiento en la adultez, cuando no habían sido tocadas ni ma- les y comportamentales y el retardo en la maduración de la asimetría
noseadas de pequeñas. cortical.
La anormalidad de los ritmos circadianos en el AIT puede hacer al niño La severidad de la sintomatologfa clínica dependería de la edad en que
poco sensible a los cuidados matemos, que aparejaría un retardo de la cada disfunción ocurriera y podría modificarse por los distintos des balances
asimetría cortical. Los trastornos del ciclo sueño-vigilia harían sugerir la que entre esos núcleos ocurrieran.
presencia de errores de "imprinting" (5) en los trastornos del lenguaje. Considerando los disturbios de los parámetros del sueño en el AIT,
podrían obs(;rvarse los primeros síntomas entre 1 y 4 meses de edad, pro-
AIT: predominancia de varones, de coloración clara de piel bablemente como retraso en el desarrollo del ciclo sueño-vigilia o como
y de apetencia por la carne retraso en la aparición del inicio del sueño NREM.
Los signos motores podrían ser el atraso del desarrollo de los movimien-
Varios hallazgos y experimentos con animales parecen relacionar estas tos coordinados, como los del gateo.
características a la susceptibilidad a padecer particulares anormalidades Estos serían indicadores para la detección y tratamiento temprano
emocionales y del comportamiento. del AIT.

I'Cltogénesis del AIT (1) Los neurotransmisores se dividen en:


Catecolaminas: Dopamina- Adrenalina- Norepincfrina
lndolaminas: Serotonina (o 5 Hidroxitriptamina [5-HT]) Acetilcolina
Especulamos que una disfunción o retardo de la maduración del sistema Histamina
scrotonérgico (núcleos del rafe) hace a los núcleos supraquiasmáticos

1OH 1 FE PI FEPI 1 109


~
~áeta.1~ \.

Aminoácidos: Excitatorios = Acido Glutámico y otros


Inhibitorios = GABA y otros
Psicofarmacología en niños, hoy (11)
Péptidos: ACI'H y otros
Los estimulantes
(2) El ritmo sueño-vigilia tiene, en los recién nacidos, un ciclo de entre 23 a 27 horas. Para
el normal funcionamiento cerebral es necesario que se sincronice un patrón de 24 horas por
un sincronizador que está en el SNC, que es sensible a estímulos ambientales y sociales como
la luz y la ausencia de ella y los cuidados matemos, aunque no a los intervalos de la
alimentación.
Ernesto O. Wahlberg
Hay tres etapas en este desarrollo: 1) un ritmo ultradiano (de menos de24 horas) irregular
de sueño-vigilia cortos durante el primer mes; 2) un patrón de curso libre, alrededordel2 2 mes
cuando aparece el ciclo sueño-vigilia pero no puede sincronizarse al ciclo de 24 hs.; 3) un
período de sincronización que comienza al2 2 mes y que para las 16 semanas está consolidado.
En esta etapa el sueño diurno tiene la característica de pequeñas siestas, sin influencia sobre
la iniciación o calidad del sueño nocturno.
Si los ritmos biológicos no se sincronizan a 24 hs (ritmo circadiano )., cada ritmo toma su Iniciamos el desarrollo (en particular) de los grupos farmacológicos con
propio curso y esto produce importantes trastornos en la maduración cerebral en el niño
el más antiguo y más usado en los trastornos conductuales de la infancia: los
pequeño, así como enfermedad en los adultos. [N. del T.]
(3) El Dr. Segawa denomina "psicología apropiada" a un tratamiento de carácter conduc- estimulantes.
tual para afianzar el ciclo sueño-vigilia. [N. del T.]. Fármacos simpaticomiméticos, que prolongan la acción de las cateco-
(4) El sueño presenta cinco estadios, los cuatro primeros correponden al sueño lento (o laminas centrales, noradrenalina y dopamina que producen habitualmente
no REM); el quinto al sueño paradoja! o REM (Rapid Eyc Movement) o MOR (Movimientos euforia, hiperactividad motora, menor sensibilidad a la fatiga y anorexia.
Oculares Rápidos). Hay una alternancia de estas etapas (REM- NREM) cuato a siete veces
Se usaron en el pasado como coadyuvantes en depresiones atípicas y en
por noche.
(5) Entendemos que se refiere a la dificultad de percibir y/o discriminar estímulos regímenes para adelgazar. Actualmente su uso sólo es aceptado para la .
auditivos, propioceptivos y otros que forman las aferencias sobre los que se armará el narcolcpsia y en los trastornos hipcrquinéticos con déficit de la atención en
lenguaje. la infancia. Sobre esta indicación desarrollaremos su estudio.

Diagnóstico

El obstáculo mayor para su uso es la dificultad para precisar a qué niñ.os


hay que merlicar. Los criterios diagnósticos para los trastornos mentales que
acontecen en la infancia, son mucho más controvertidos que las evalua-
ciones de pacientes adultos, por los problemas derivados del proceso de
evolución y desarrollo, el mayor peso de los factores interactivos familiares
y escolares y la menor tradición nosográfica en psiquiatría infant~.
Los criterios que seguimos son los del D.S.M. III R (ver TaBla 1) y
destacamos los siguientes aspectos particulares que refuerzan la indicación.

Antecedentes familiares: La presencia en alguno de los padres de conductas


similares en la infancia, circunstancia que hemos hallado en un importante
porcentaje, así como no es frecuente encontrar un cuadro similar en otro
hermano.

110 /I<'EJ>I FEPI 1 111


~tie/41~ PSICOFARMACOLOGIA EN NIÑOS, HOY (Il)

Antecedentes personales: La ausencia de antecedentes de injuria sobre el Los exámenes complementarios no ayudan por el momento al diag-
Sistema Nervioso Central (S.N.C.) en el periodo perinatal o de la primera nóstico y son otra de las fuentes de controversia. El E.E.G. y la Tomografía
infancia, como sufrimiento fetal, anoxia, traumatismos cefálicos o in- Computada son prácticamente siempre normales y es un prejuicio extendido
fecciones del S.N.C. parecen ser predictores de mejor respuesta. que con estos dos estudios, se cubriría la investigación de la etiología
Los niños presentan una problemática particularmente compleja que "orgánica" del cuadro, descartándose la indicación farmacológica.
diificulla la precisión diagnóstica y en consecuencia la indicación de
estimulantes.
Etiología
Comienzo Mucho antes de los 7 años, siendo frecuente encontrarlo desde los
2 años, ya que la presentación del síndrome a los 5/6 años sin antecedentes, Las hipótesis fisiopatológicas actuales van dejando atrás las de orden
es más probable que sea secundario a otro trastorno de tipo reactivo o lesiona!, que podríamos resumir en el cada vez menos usado concepto de
lesional. disfunción cerebral mínima para postular retrasos en la neuromaduración de
los circuitos inhibitorios del S.N.C. de origen genético.
Presentación: en más de una situación habitual del niño (por ej. en el hogar Zametkin y Rapaport en una revisión exhaustiva de los aspectos neuro-
y en la escuela), pero no necesariamente en todas, ya que en contactos biológicos postulan la alteración de las influencias inhibidoras de la acti-
directos uno a uno, como son las consultas médico-psicológicas, los signos vidad cortical frontal predominantemente noradrenérgicas, sobre estructu-
se atenúan, generando uno de los motivos de controversia para la indicación ras inferiores del S.N.C. (cuerpo estriado), dopaminérgicas, como el mayor
fannacológica. centro de interés actual de los investigadores.
En razón de ello usamos las escalas como coadyuvantes de las entrevistas Este déficit madurativo podría explicar la normalidad de los estudios
diagnosticas. La Escala de Cooners Abrevi acta para el maestro, de 1Oítem es antes mencionados, así como la tendencia espontánea muchas veces hacia
que evalúan: atención, actividad motora, interacción con los demás y estado la desaparición del trastorno en la adolescencia.
de animo y para los padres la Escala de Actividades de Weiss y col. para La implicación de más de un neurotrasmisor explicaría la acción de más
situaciones dentro y fuera del hogar: en las comidas, mientras ve T.V., du- de un tipo de psicofármacos.
rante las compras, etc.
Otros síntomas que refuerzan el diagnóstico son: "facilidad" para la separa- Tratamiento farmacológico
ción, por ejemplo en el primer ingreso escolar o ir con extraños. Otro es la
"desobediencia" sistemática: el niño comete una y otra vez la misma falta sin Los estimulantes constituyen la medicación de elección. De este grupo
tratar de ocultarla y sin comprender por qué se lo castiga. De allí que sean de drogas, derivadas o similares a la anfetamina, sólo consideraremos dos:
nií'los eternamente sancionados, sin ninguna modificación en su conducta. el metilfedinato (Ritalin) de primera elección en las referencias bibliográfi-
Estas son tomadas por los padres como caprichos o desafíos, mientras que cas pero no disponible en nuestro país y la pemolina(Tamilan) sobre la que
maestros y profesionales las ven como manifestación de complacencia o de basamos nuestra experiencia por ser la única en la Argentina.
una dificultad de aquéllos para ponerles límites, cuando son el resultado de El efecto terapéutico es notorio en el 70 % de los niñ.os tratados
no poder inhibir las respuestas más automáticas e inmediatas aunque no se disminuyendo la hiperactividad y aumentando sus períodos de ~tención
adecuen a las circunstancias. Encontramos que la respuesta es mejor cuando el trastorno no esta asocia-
do a otra patología como autismo o déficit mental.
Fúunen neurológico: Es posible incluir la valoración de la presencia de los El metilfedinato es de vida media corta lo cual determina su administra-
llamados "signos blandos", movimientos involuntarios, fallas en la discri- ción en varias tomas diarias y las dosis recomendadas están entre 0,3 mg. y
nlinación D-1, nistagmus en la mirada externa, etc.; que si bien no están 2mg./Kg./día, los resultados son rápidos (días) una vez alcanzadas las dosis
tnduidos en los criterios diagnósticos, no son patognomónicos, pueden adecuadas.
considerarse como marcadores de atraso del desarrollo neurológico.

11 2 1 FEPI FEPI 1 113


~tieta-'7~ PSICOFARMACOLOOIA EN NIÑOS, HOY (11)

La pemolina es de acción prolongada y se maneja con una sola toma autoestima, la sanción y marginación social y el retraso en la adquisición de
matinal, si bien las dosis de referencia son de 1.0 a 2.0 mg./Kg./día lo los requerimientos educativos en el niño junto con el deterioro de la capaci-
habitual es que iniciemos con 25 mg./dfa y vamos aumentando progresi- dad de los padres de entender y sostener a sus hijos, plantea toda una sinto-
vamente hasta obtener respuesta sin superar los 125 mg./día. Los resultados matología asociada que trasciende el campo de la intervención farmaco-
tardan más (semanas) en manifestarse. lógica.

Efectos secundarios Bibliografía

Los más comunes son: alteración del sueño, por retraso en el inicio, American Psychiatric Association. DSM-Ill-R. Ed. APA, Washington, 1987 .
disminución del apetito, leve aumento de la frecuencia cardíaca y la presión Biederman J., Steingard R.: Psicofarmacologia en niños y adolescentes: un manual para el
arterial, se debe alertar a los padres y al niño ya que por lo menos alguno de clínico. Cuaderno Técnico N° 27. O.P.S. 1990.
Rostain A. L. Trastorno por déficit de atención en niños y adolescentes. Pediatric Clinic North
ellos suele presentarse aunque casi nunca obligan a suspender el tratamiento American N2 38: 623-654. 1991.
y se atemperan con el tiempo. Velazco Fernández, Rafael: El niño hiperkinético. Trillas, México D.F., 1985 .
Otros menos frecuentes son irritabilidad, dolores abdominales, cefaleas Wahlberg, E. "Estudio sobreeltratarnientocondrogas psicoestimulantes en quince niños con
o sudoración. Un tema que ha suscitado controversia son los efectos a largo trastornos por déficit de atención e hiperkinesia" (inéditoO), presentado en las V Jornadas
plazo: retardo del crecimiento o abuso de drogas, los estudios longitudinales Médicas del Hospital Español, 1987.
Zametkin A. Rapaporl J. L.: Neurobiology of atlention deficit disorner with hiperactivity.
con mas de 10 o 20 años de seguimiento no han confirmado estas preocu-
Where have we come in SO years? J. Am. Acad. Child. Adol. Psychiatry 26: 676-686
paciones. 1987.

Seguimiento y duración
TABLA
En razón de los posibles efectos adversos, debemos vigilar mensual- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
mente: peso, talla, presión arterial y frecuencia cardíaca; y anualmente
realizar un control hematológico y de la función hepática. Además evalua- Nota: Se considerará reunido el criterio sólo si la conducta es más frecuente
mos periódicamente con las escalas antes mencionadas (Cooners y Weiss) que la observada en la mayoría de los niños con edad mental similar.
la mejorfa sintomática.
La duración del tratamiento se plantea en periodos anuales, como es A Una alteración de por lo menos seis meses de evolución, con la presencia
habitual que se produzca tolerancia durante el mismo es conveniente para de por lo menos ocho de los síntomas siguientes:
meJorar el efecto terapéutico discontinuar la medicación durante los fines de
semana y al final de cada año suspender 1 o 2 meses para verificar además 1) Inquietud frecuente, que se aprecia por movimientos de manos o pies o
st es necesario continuar con el mismo. por moverse en el asiento (en los adolescentes puede estar limitado a
sensaciones subjetivas de impaciencia e inquietud). \
2) Dificultad para permanecer sentado cuando la situación lo requiere.
<'onclusión 3) Fácil distraibilidad por estímulos ajenos a la situación.
4) Dificultad para aguardar tumo en los juegos o situaciones de grupo.
La indicación farmacológica de estimulantes en el Trastorno por Déficit 5) Frecuencia de respuestas precipitadas antes de que se acaben de for-
<k Atención con Hiperquinesia es necesaria, y debe estar acompañada del mular las preguntas.
tratamiento psicológico y/o pedagógico que corresponda. La pérdida de la 6) Dificullad para seguir instrucciones de los demás (no debido a negati-

t 1-1 1 FEJ>I FEPI 1 115


~rúta1~

vismo, o error de comprensión). Por ejemplo, no finaliza las tareas que


se le encomiendan.
7) Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
H) Frecuentes cambios de una actividad incompleta a otra.
9) Dificultad para jugar con tranquilidad.
10) A menudo habla excesivamente, verborrea.
1 1) A menudo interrumpe o se implica en actividades de otros niños; por
ejemplo, interrumpiendo el juego que han comenzado.
12) A menudo, no escucha lo que se le dice.
13) A menudo, pierde cosas necesarias para una tarea o actividad escolar
Sección 11
(por ejemplo juguetes, lápices, libros, deberes).
14) A menudo, practica actividades físicas peligrosas sin evaluar los
posibles riesgos (no con el propósito de buscar emociones fuertes); por
ejemplo, cruzar una calle de mucho tráfico sin mirar. MIRADAS Y RECORTES
Nota: Estos ítems están ordenados de forma decreciente en relación a su
poder discriminativo, en base a los datos obtenidos en un ensayo de DE DIVERSAS
campo realizado a escala nacional, en el que se estudiaron los criterios
diagnósticos DSM-III-R para los trastornos de conducta perturbadores. DISCIPLINAS
B. Comienzo antes de los siete años.
C. No reúne los criterios para el diagnóstico de trastorno generalizado del
desarrollo.

116 1 FEPI
Reflexiones para compartir

Mariana Páez*

Agradezco a todos los organizadores de este congreso y a la gente de


ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina) que
me hayan invitado a participar, y poder compartir con ustedes algunas
experiencias de mi vida.
Cuando mamá y papá me hicieron, hace ya 25 años, no había en mi país
ningún método para saber si iba a tener Síndrome de Down.
Cuando mamá empezó a tener dolores de parto, el 2 de agosto de 1968,
se internó en un hospital. Horas después, el doctor le dijo: - Señora, empuje.
Ahí viene la cabeza. Empuje un poco más, y salí al mundo.
El médico le dijo a otro médico que tenía síndrome de Down. Cuando
mamá me vio lloró mucho. Papá le decía: "Calmate". Igual me registraron
con mi nombre propio: Mariana. Desde muy chiquita me llevaron a
estimulación temprana. La doctora Lydia Coriat, que me atendía, hablaba
con mi mamá y le decía: "Tu hija no va a ser tan inteligente, pero va a tener
mucho que hacer cuando sea grande y podrá elegir lo que quiera. Esto te lo
aseguro".
Fui creciendo y distintos profesionales me ayudaron a hablar bien, a
pensar, a leer, a escribir, a aprender muchas cosas que me prepararon para
la vida. Me fuf desarrollando lentamente y bien. Me integré a jardín de
infantes y a la escuela primaria común hasta cuarto grado.
Mis compañeros fueron mis amigos y me brindaron ayuda, siendo
buenos y comprensivos. Pero ellos aprendían mucho más rápido que yo.
Cada uno fue haciendo su propia vida y yo continué mi camino.

* Invitada como disertante al Panel de Jóvenes de la 5' Conferencia Mundial sobre


Síndrome de Down, Orlando, Florida, agosto de 1993.

FEPI 1 119
~eúta1~ REFLEXIONES PARA COMPARTIR

Seguí mi educación, hasta la adolescencia, en escuelas de educación Trabajo, estudio y lograremos con mis amigos una vida plena, aunque sea
especial. Allí hice nuevas amistades. con apoyo.
Mi familia, mis amigos y mis maestros me acompañaron durante todos Las personas con discapacidad necesitan ayuda para poder seguir ade-
esos años. Poco a poco descubrí mi verdadera vocación: ser gastrónoma lante. No todos lo entienden así.
profesional. Yo siempre dije: -"El que se ríe de un discapacitado, es más discapa-
Estoy trabajando en la escuela Rosario Vera Peñaloza, donde este año citado que nosotros".
terminaré la residencia laboral, en su fábrica de pastas. Después comenzaré Quisiera tenninar afirmando: No importa tener síndrome de Down.
mi experiencia como operaria en otra fábrica. Importa que estamos vivos, que sentimos y deseamos como todos.
Voy también al Instituto Argentino de Gastronomía y si todo sale bien, Es cierto que necesitamos ayuda para salir adelante y luchar con todo
el año que biene me recibiré de gastrónoma profesional, igual que mis para disfrutar del sabor de la vida. Pero sin duda el desafío vale la pena.
compañeros que no son discapacitados. ¡¡Muchas gracias!!
Me gustaría contarles que la gente del instituto con su directora me
apoyan mucho en mi aprendizaje gastronómico.
En los distintos eventos en los que he participado y en los que estuve
trabajando hasta las últimas horas de la madrugada, mis compañeros y el
público que me rodeaba, me hicieron sentir como ellos: no les interesa que
yo sea Down.
Mi proyecto es tener mi propia empresa gastronómica. Aunque sé que
necesito ayuda, voy a trabajar duro para salir adelante.
Me gustaría que todos los jóvenes como yo, pudieran sentir lo mismo.
Que puedan encontrar un trabajo digno y ganar dinero.
A los padres que tengan un chiquito discapacitado, les quiero decir que
lo dejen disfrutar de su amor y su cariño. Que le demuestren que no importa
tener un cromosoma de más.
Lo que importa es que se desarrolle como una persona, que tiene derecho
a vivir como cualquiera, como ser humano y tener una futuro de trabajo, con
amigos de su misma edad, sean comunes o discapacitados.
Lo que importa es que puedan ser hombres o mujeres adultos y que
cuando salgan del trabajo puedan ir a fiestas a las que los inviten, a pasar una
noche en un espectáculo.
Que no los discriminen por ser como son.
Que todas las personas nos escuchen, nos entiendan y nos reconozcan
derechos de ciudadanos.
Sobre todas las cosas, quiero decir que para mí, lo más importante es
saber que mi opinión vale.
Quiero vivir feliz, con mis padres y mis hennanos. Pero también quiero
tener mi propio hogar y mi familia, con Cristian, mi novio, apoyados en
nuestro amor.
Yo fuí aceptando mi discapacidad; pero no quiero que el día de mañana,
cuando mis padres no estén a mi lado, tenga que depender de mis hermanos.

120 1 FEI'I FEI'I 1 121


~t:úta'l~

Barbara Rogotf APRENDICES DEL PENSAMIENTO


El desarrollo cognitivo en el contexto social
D. Cohen 1 EL DESARROLLO EN LA
S. A. MacKeith IMAGINACIÓN Sección 111
Elina N. Dabas RED DE REDES
La práctica de la intervención en redes sociales

C. Sinay Millonschik EL PSICOANÁLISIS, ESA CONJETURA


El humano suplicio de interpretar TRIBUNA
Joyce McDougall ALEGATO POR UNA CIERTA
ANORMAL! DAD
Donald W. Winnicott LA NATURALEZA HUMANA
Philippe Gutton LO PUBERAL
Janine Lévy EL BEBÉ CON DISCAPACIDADES

Este espacio propuesto en el número anterior para cumplir


con uno de los objetivos fundamentales de esta publicación: pro-
mover el debate y el intercambio entre quienes comparten el
campo de la clínica de los trastornos de desarrollo, continúa
vacío.
Recordamos que reservamos esta sección para la publicación
• Enseñanza personalizada en grupos reducidos. de todos aquellos artículos orientados a debatir o discutir ideas
• Actividades especiales organizadas en talleres. expuestas tanto en esta como en otras publicaciones.
• Trabajo corporal y deportivo en campo de deportes. Nuestro objetivo se fundamenta en la convicción de que es en
• Personal especializado, orientación psicológica y psicopedagógica. la discusión de conceptos y posiciones éticas, donde se afinan y
• Certificados oficiales. afianzan nuestros instrumentos clínicos.
y en el ciclo lectivo 1994:
APERTURA DEL NIVEL POST-PRIMARIO
U na propuesta para adolescentes que requieren una modalidad
de aprendizaje acorde con sus posibilidades.

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Novedades bibliográficas

Janine Lévy
EL bebé con discapacidades. Del acogimiento a La integración
Ed. Paidós. Buenos Aires, 1993

La autora comenta su experiencia como fundadora y directora


desde hace veinticinco años del Centro de Asistencia Educativa del
Niño Pequeño (CAE), creado para la Ayuda Mutua Universitaria en
/
1971 en Parfs, Francia. Posteriormente, la ley de Orientación del 30/
6/75 establece que " .. .la educación( ... ) la integración social del niño
o del adulto discapacitado físico, sensorial o mental constituyen una
obligación nacional". Esto permitió la creación de los Centros de
Acción Médico-Social Precoz (CAMSP), que a partir de la experien-
cia del CAE se multiplicaron hasta llegar al número de 150 centros
distribuidos por Francia. Janine Lévy ejerce su profesión desde 1950.
Aplicaba en ese entonces las técnicas de reeducación clásicas. En el
libro nos comenta que" .. .la gimnasia correctiva (como ejemplo de
una de esas técnicas), al imponer la repetición de movimientos muy
precisos, eran demasiado mecánicos, poco adaptados alos movimientos
de la vida cotidiana, de modo que al salir de la sesión, muy a menudo
el cuerpo retoma sus hábitos ... "
Al mismo tiempo fue receptora atenta de los relatos de los padres
acerca de las vicisitudes de la vida cotidiana con sus hijos disca-
pacitados:" ... escuchaba sus confidencias, percibía sus sufrimientos
y buscaba aliviar sus dificultades ... "
A esta actividad llamó un tiempo "no técnico", el que si bien no era
desaprobado en forma abierta, entraba en contradicción con las
normas de la estructura hospitalaria. Ocuparse de escuchar a los
padres podía interpretarse como tiempo que se restaba al necesario
para ejercitar a los niños.

FEPI 1 127
~eúta-1~ NOVEDADES BIBUOGRAFICAS

Se propuso indagar acerca de estas cuestiones. Para ello se conectó si no tienen la oportunidad de estar presentes para reaccionar, manifestar
con otros profesionales tales como la Dra. Elizabeth Kung, pediatra su aprobación o contribuir al diálogo."
de Berna, Suiza, que se ocupaba de la detección temprana de los bebés " ... La alternativa es tratar de captar las cosas comunes que hace la
de riesgo, con la Dra. Ehrenfried, que aplicaba los métodos de la gente y ayudarle a comprender por qué lo hace."
gimnasia suave en los que se intentaba asociar el movimiento con su Con estos párrafos, que denotan el profundo respeto por la singulari-
representación mental y con los Bobath en Londres. dad de los oyentes, Donald Winnicott, pediatra y psicoanalista, comienza
El efecto de este recorrido fue modificar la manera de realzar el una serie de emisiones radiales (transcriptas en este texto), en las que se
abordaje clínico. Abandona así los métodos clásicos de reeducación irá introduciendo en los eventos cotidianos de la crianza.
e intenta un nuevo camino marcado por su propia perspectiva. Su estilo fluido y sencillo permite que la gente, los padres se acerquen
Los aspectos básicos de su tarea se apoyan en una posición de re- a temas tales como: relaciones entre padrastros e hijos; amores y odios;
conocimiento en las posibilidades del niño por encima de las dificul- costumbres de los bebés de chupar ropa u otros objetos; decir"No"; celos;
tades que se presentan por la sintomatologfa clfnica, por hacer lo que fastidia; seguridad; sentirse culpable; confianza en los niños.
evidentes los progresos de los niños ante la familia, por valorar el Tomando lo común y obvio, realiza un análisis profundo de las rela-
desarrollo global del paciente, por acompañar los logros en las ciones que allf se juegan..
distintas etapas de su circulación social (familiar, escolar etc.) y
especialmente por hacerse de un lugar y un tiempo para escuchar y
ayudar a los padres.
Por lo menos en esta publicación no despliega los referentes téc-
nicos sobre los cuales estructura sus intervenciones, salvo la mención Donald W. Winnicott
de las ideas de Fran~oise Dolto. El material que presenta tiene el valor La naturaleza humana
histórico y operativo de plantear una nueva perspectiva, de contenido Ed. Paidós, Bibl. Psicología Profunda, Buenos Aires, 1993
profundamente humanístico y crítico de la ética que debe sostener el
encuadre de trabajo en los problemas del desarrollo infantil.
En 1936 Susan Isaacs invitó a Donald Winnicott a dar una serie de
Otro de los puntos meritorios de su labor fue introducir una
conferencias sobre crecimiento y desarrollo humanos en un curso
modalidad particular: las tareas de prevención y asistencia clínica en
avanzado en la Universidad de Londres para docentes que trabajaban con
el sistema público, organizando una estructura casi barrial y de
niños pequeños. Desde 1947 dictó conferencias regularmente a asisten-
referencia próxima y directa para la comunidad
tes sociales universitarios, y estas clases fueron valoradas por él gracias
al incentivo que le producían para aclarar su propia comprensión de las
cosas y modificar sus ideas a partir de esa interacción. El objetivo de este
libro fue brindar los apuntes que los estudiantes no podían tomar y
1>onald W. Winnicott ponerlos al alcance de todos aquellos interesados en la naturaleza
( 'onversando con los padres. humana. Si bien el primer borrador fue escrito en el verano de 1954,
kwrtos y errores en la crianza de los hijos estuvo sometido a revisión hasta su muerte en 1971.
l!d. Paidós. Buenos Aires, 1ªedición, 1993. Winnicott, quien tuvo oportunidad de formarse y trabajar como psi-
coanalista, paralelamente al ejercicio profesional de la pediatría, plantea
"Quisiera, eso sí, hacer una sugerencia constructiva con respecto a las la necesidad de que los médicos reciban una formación psicoanalítica.
l'lllisiones radiales en materia de salud: es deplorable que en ellas se apele Considera que la pediatría ya no puede dedicarse a estudiar exclusi-
acualqu ier tipo de propaganda, o se le diga a la gente qué tiene que hacer. vamente las enfermedades físicas de la niñez, ubicando la salud como
Es un agravio adoctrinar a la gente por más que sea por su propio bien, ausencia de enfermedad. El avance del conocimiento científico, que ha

12X 1 FIWI FEPI 1 129


~úf4'7~

hecho posible controlar fácilmente enfennedades que eran causa de


muerte, ha ubicado al médico en un lugar de mayor exigencia: ya no
Informe
se espera de él que sólo cure al paciente de la enfennedad grave, sino
que intervenga sobre los fundamentos de su producción, es decir,
sobre los elementos propiciatorios de la patología (los que, en muchas
oportunidades, son de orden psíquico y social). Intenational Down Syndrome Conference
Por eso, así como los médicos están capacitados para tratar las
afecciones corporales, también deben formarse para atender la manera La National Down Syndrome Society en cooperación con la European
en que la angustia perturba el funcionamiento del cuerpo. El autor Down Syndrome Association, organizaron en Orlando, Florida, la V! Con-
propone que esa fonnación se busque en el psicoanálisis. Intenta ferencia Internacional sobre sfndrome de Down.
explicar la relación entre enfermedad corporal y trastorno psicológico, Se realizó desde el 11 hasta el 14 de agosto de 1993, en el Walt Disney
considerando que la pediatría debe tratar de dilucidar estos problemas. World Swan.
El desarrollo del niíío tiene, para Winnicott, su propio ritmo. "Madurez El programa, dirigido a personas portadoras de sfndrome de Down,
es salud y salud es madurez". "Un apuro o una demora siempre dejan familiares, profesionales y asociaciones de apoyo o investigación, abarcó
una cicatriz". una amplia gama de cuestiones que son motivo actual de preocupación,
En el análisis de adultos, el origen de los síntomas neuróticos debate y reflexión para el mejoramiento de la calidad de vida.
puede reconducir regularmente a la época de la tensión y sobrecarga Los participantes tuvimos la oportunidad de interactuar y reflexionar
del período previo a la latencia, cuando el adulto era un niíío de dos a acerca de diversos temas, entre los que cabe destacar:
cinco afios. Por ello el autor se ocupa del estudio de esa etapa del niíío, Ultimas investigaciones en genética, clfnica médica y neurología.
para obtener las primeras explicaciones de lo que ocurre en el curso (Estos temas fueron considerados para los distintos grupos etarios.)
del desarrollo emocional. Pero a la persona que trabaja con niííos, sin - Estimulación temprana.
ser analista, no le resulta práctico conocer los fenómenos del desarrollo -Lenguaje.
instintivo y las defensas contra la angustia de castración. Lo que sí les - Nuevas p'!.rspectivas para el aprendizaje.
resulta útil es saber por qué es tan importante que el niño tenga "un - Lecto-escritura.
medio estable" donde sea contenido. - Integración educativa.
"Operan fuerzas tremendas derivadas de los instintos y entre los Educación inicial básica.
dos y cinco afios un niíío tiene que habérselas con la herencia, los ins- Adaptaciones curriculares para la escuela media.
tintos, las peculiaridades de su cuerpo, los factores ambientales bue- Educación permanente.
nos y malos, al mismo tiempo que construye sus relaciones personales, Fonnación laboral y orientación vocacional.
sus simpatías, su conciencia moral personal y sus esperanzas para el Computación educativa.
futuro". - Tiempo libre, creatividad.
De la estabilidad familiar y el sostén que le puedan brindar al niño - Los adultos y el envejecimiento.
ele pende en gran medida la posibilidad de que pueda crecer en la salud - Los aspectos familiares. Los hermanos.
y llegar a convertirse en un ciudadano con un hogar y familia propios. - La vida en comunidad. Los recursos comunitarios.
- La vida en pareja. La sexualidad.

En este evento participaron los jóvenes portadores de Sfndrome de


Down, quienes compartieron sus experiencias vitales con todos los partici-
pantes y tuvieron una jornada paralela para debatir las cuestiones que los
preocupan particulannente.

110 1 FEPI FEPI 1 131


~ tÚ (4 '7ttja~t-el4 ACTIVIDADES INSTITUCIONALES

Di fcrcntes organizaciones del mundo entero ofrecieron información y "¿Qué se espera de los profesores de enseñanza media, hoy?
materiales de consulta en distintos stands. Fecha: 6 de noviembre de 1993. Organiza: Ier. Centro de Postgrado en Psicopeda-
gogía. Zona Norte. Informes: Gaspar Campos 225, Vicente Lopez. Tel. 760-0310,
Fueron días de intensa actividad, que nos ofrecieron importantes docu-
797-6414 y 772-5569.
llll:nlos para la discución y el debate.
Resúmenes, cassetes de audio con la grabación de todo el Congreso, los Seminario
lillimos libros editados y un videocassette sobre la utilización de la lengua Niños en psicoanálisis
de scf'las en los más pequefios, forman ahora parte del Centro de Información Coordinador: Lic. Alejandro Varela. Institución: "Propuesta Psicoanalítica Sur".
de la Fundación para el Estudio de los Problemas de la Infancia (F.E.P.I.) y Informes: Valentín Gómez 3749, J2piso. Tel. 89-0777. Próximos encuentros: 23 de
l~stamos dispuestos y deseosos de que la comunidad en general y espe- noviembre y 28 de diciembre de 1993 . Horario: 21,30 hs.
cial mente colegas, padres y los propios interesados se acerquen al Centro de Ciclo de conferencias
Diagnóstico y Tratamiento de los Problemas del Desarrollo Infantil y a la "Incidencia de la clínica psicoanalítica con niños en las teorizaciones''
Escuela Dra. Lydia Coriat, para compartir el material y debatirlo. Organiza: "Fundación Diarios Clínicos". Fecha: próximo encuentro 5 de noviembre
de 1993 de 17,30 a 19 hs. Lugar: Armenia 1322. Informes: Paraguay 3018- 4 2 piso
¡Los esperarnos! ... "B". Tel. 961-4515.

Ateneo teórico clínico


Stella M. Caniza de Páez "Trastornos en el aprendizaje"
Organiza: S.A.B.A. (Sociedad Analítica de Buenos Aires)
Próximos encuentros: 9 de noviembre "Trastornos del lenguaje desde una óptica
estructura lista. El entrecruzamiento de diferentes discursos". 23 de noviembre:
"Cuestiones de la clínica psicomotriz". Horario: 21,30 hs. Informes: Santa Fe
Actividades institucionales 1752 22 piso "B" Tel. 814-1560/61

Charla con proyección de video


"El lugar profesional en los medios. Aportes a la tarea de prevención".
Cursos Organiza E.P.P.E.C. Fecha: 12 de noviembre. Horario: de 18 a 20 hs. Informes:
"Lu voz" Beruti 2753, Tel. 84-1840.
Fonoaudióloga: Mara Belhau (Brasil). Fecha: 12 y 13 de noviembre de 1993. Próximo encuentro: 3 y 10 de noviembre:
"Abordaje de algunos contenidos matemáticos en el tratamiento". Presentación
Organiza: "ASALFA". Informes: Paraná 933 12 Pso.- Tel. 811-2851.
de casos clínicos.
Curso: Organiza E.P.P.E.C. Zona Norte. Informes: Quintana 2136,4 2 , Olivos.
"Natal formación" Tel. 795-0748. -
l'•cparación para la maternidad. Fecha: 13 al19 de noviembre de 1993. Organiza:
"Natal". Informes: Ana Juan Congresos. Sarmiento 1562 4 2 "F". Tel. 38-1777,
\1-12· 1874 y 46-0376. FAX 382-6702. ACTIVIDADES PARA 1994
IV Jornadas del Hospital Infanta Juvenil Dra. Carolina Tobar Garcia.
" 1•:1uyer, hoy y mañana de la cura en las instituciones" Video de la conferencia de Cesar Colls
Ft·cha: 19 al 20 de noviembre de 1993. Organiza: Hospital "Dra. Carolina Tobar "Constructivismo -Intervención psicopedagógica". 24 de marzo de 1994. 20 hs.
<larda". Informes: Ramón Carrillo 31 S, Tel. 26-6140/6108/2693 In t. 304. Horario: Conferencia:
<k lunes a viernes de 9 a 13 hs. "La agresión y la violencia en la escuela y la familia. Orígenes y formas de
abordaje" 9 de abril de 1994.
1' Jornada intensiva de actualización e intercambio.

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~tiel41~ CONDICIONES PARA LA PRESENTACION DE TRABAJOS

Cuando se cita más de un libro del mismo autor se escribe: apellido


CONDICIONES PARA LA e inicial del nombre del autor o autores. Debajo, en el renglón
siguiente, el año de publicación y a continuación el resto de la cita
PRESENTACIÓN DE TRABAJOS (Titulo de/libro, nombre de la editorial). Debajo se colocan en orden
cronológico el resto de los libros del autor encabezados por el año de
publicación como en el primer caso. ·
Cuando se citan más de un libro del mismo autor y año de
Escritos de la Infancia está pensada como un medio abierto a todas
publicación, se agrega, tanto en la cita del texto como en "Referencias
las disciplinas que participan directa o indirectamente del campo de
bibliográficas", una letra al año de publicación. Ej.: (Freud, 1927a),
los trastornos del desarrollo infantil.
(Freud, 1927b). Luego en referencias bibliográficas se menciona:
Su apertura llega hasta la aceptación de pensamientos diversos
dentro del cuerpo teórico de cada disciplina. Esto equivale a decir que
Freud, S.
no se rechazarán trabajos por no participar de nuestra línea teórica o
( 1905) El chiste y su relación con lo inconsciente, Tomo 8, Amorrortu.
por sostenerse en una escuela en particular.
(1927a) El porvenir de una ilusión, Tomo 21, Amorrortu.
La única condición para que un escrito sea aceptado es que muestre
(1927b) El humor, Tomo 21, Arnorrortu.
una rigurosa consistencia interna fundada en la teoría que el autor haya
adoptado como guía para su práctica. /
Las notas se colocarán al pie de página, con numeración correlativa
En cuanto al formato de presentación, solicitamos que sean escritos
hasta el final del trabajo.
a máquina, a un espacio, con renglones de 55 caracteres y no más de
Necesitarnos que nos aporten los siguientes datos del autor:
50 renglones por página, en papel tipo A-1 (211 mm. x 305 mm.) o
Nombre y apellido, profesión, domicilio, código postal, ciudad,
similares tipo carta.
número telefónico y fax, consignando la característica de la localidad,
Las citas bibliográficas se incluirán con estilo inglés donde se
cuando no resida en Buenos Aires.
coloca en el texto entre paréntesis el nombre del autor y el año de
En todos los casos necesitarnos una nota del autor, autorizándonos
publicación del libro citado (ej.: (Escardó, 1956)). Cuando la cita es
a la publicación del artículo de que se trate, identificándolo por su
textual, se coloca además el número de página (ej.: (Escardó, 1961,
nombre y fecha de producción.
pág. 125)).
Solicitamos a aquellos que utilicen computadoras compatibles con
Al final del texto se colocan las "Referencias bibliográficas"
IBM, que adjunten en su envió un diskette con el archivo del trabajo
respetando el siguiente formato: En los casos que se cita un solo libro
a fin de ser incluido en nuestra biblioteca electrónica. Es necesario que
de un autor, se coloca apellido e inicial del nombre del autor o autores,
nos informen con qué procesador de textos han trabajado o bien que
tftulo de/libro, nombre de la editorial, año de publicación. Ej.:
el archivo sea realizado por salida DOS o en ASCI. En este diskette
también se podrán incluir todos los trabajos que el autor desee que se
Piaget, J. :Psicología de la inteligencia, Ed. Psique, Buenos Aires,
incluya en la biblioteca.
1967.

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F. E.P.I. agradece a las siguientes Instituciones y profesionales, el es-
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fuerzo dedicados a la difusión de &4-~ ete ta. 'l,¿a~«ia, sin el cual no Av. Sarmiento 525, 1ºpiso, block "B", (4000) Tucumán, Tucumán,
hubiera sido posible el éxito editorial de nuestra revista.
Tel. (081) 22-6526
Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado
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San Lorenzo 522, (7000) Tandil, Buenos Aires, Tel. (0239) 2-9130
Ayacucho 782, (8000) Bahía Blanca, Buenos Aires, Tel. (091) 3-8434.
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Centro Integral de Rehabilitación
Calle 16 Nº 156, Calacoto, La Paz, Bolivia. Tel. 79-0666.
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Lic. Carmen Leites
l·lor de Manzano
Luro Cambaceres 425 (9420) Río Grande, Tierra del Fuego. Tel. (0964)
Halia 859, (8332) Gral. Roca, Río Negro, Tel. (0941) 2-4299 2-3095.
t.P.S .I. (44 P.E.)
Pedro Vargas 3621, (5521) Mendoza, Mendoza, Tel. (061) 26-3320 Centro de Desarrollo Infantil
Sarmiento 1836, (2000) Rosario, Santa Fé. Tel.(041) 810087
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L1c. Juana G. de Del Valle e Lic. Isabel Dinto de Gari


Falucho 2106, (5700) San Luis, San Luis, Tel. (0652) 2-1634

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