Análisis del libro “La enseñanza de las matemáticas en la escuela primaria.

Taller para maestros. Segunda parte, pp. 35-54” (Block, Schulmaister,

Balbuena, y Dávila, 1995).

Una de las estrategias propuestas en la página 32 es el uso de material concreto

para la comprobación de resultados, usando regletas o cintas para este propósito.
Esto con el fin de evidenciar errores y para poder hacer estimaciones y controlar
mejor los resultados obtenidos al hacer las cuentas.

Se propone un juego de medición de fracciones en la que los alumnos usan las

medidas de longitud para adivinar sus medidas con fracciones, con el fin de
estimular su interés por el trabajo con las fracciones y hacerlo mucho más
representativo y significativo.

Se ve también una propuesta innovadora de trabajar con alimentos, tal como

pastel o una manzana (objetos encontrados en la vida diaria de los alumnos), para
irlos cortando y mostrarles a los alumnos como se representan las fracciones en
su vida cotidiana y qué tan útil resulta conocerlas. De igual manera se plantean
muchos problemas de reparto mediante el uso de dibujos; esto hace que los
alumnos (sobre todo visuales) se vean enganchados en el proceso de resolución
de problemas que si solo se les presenta la representación numérica de esos
elementos.

Otra situaciones que se plantean son los "contextos de medición" que implican
mostrarle al alumno que todo a su alrededor puede ser medido y expresar esta
realidad con las medidas fraccionarias, para que no sólo aprenda a utilizarlas, sino
que las reconozca como un elemento valioso en su vida cotidiana (incluso dentro
del aula) y se dé así un aprendizaje significativo. Por último, se plantea el uso de
material concreto con ejemplos como el material recortable presente en los libros
gratuitos de texto; este puede verse en forma de tarjetas, memoramas o juegos de
dominó para mezclar la enseñanza de las diferentes operaciones con fracciones y
el juego con los alumnos.