Licenciatura en psicología 6.- C “¿Por qué errores?” Una explicación parcialmente comprensible sobre la naturaleza del quehacer psicoterapéutico. Por: Rodolfo Alejandro Solorzano Solís En el texto se marca que en psicoterapia pueden existir errores pero la naturaleza de estos depende de la existencia de un cuadro epistemológico y metodológico que sustente la técnica así como el no olvidarse de la condición particular del asunto. Para ello se hablan de errores del terapeuta pone al autor en dos posiciones: a) Intervención psicoterapéutica ecléctica: Acoplar todas las miradas y formas de intervención b) Intervención científica: Regida en estándares y valores aprobados con criterios de carácter científico La primera opción anula la existencia del error mientras que la segunda limita el territorio de evaluación (buscando la eficacia, la eficiencia, etc). Es inútil querer buscar un punto medio por lo cual el autor propone tener una explicación fundamentada pero que sea capaz de comprender la complejidad humana y que siempre se propongan explicaciones con una estructura lógica de carácter operatoria formal. Así evitando el eclecticismo simple o la ortodoxia conceptual. El termino y categoría de diagnóstico es propio de la labor psicoterapéutica y por tanto lo pone en un terreno de poder y decisión sobre el otro, lo cual hay que evitar. Para ello el autor (a) se propone cuatro preguntas con las que se espera cuestionar el quehacer psicoterapéutico: a) ¿Un diagnóstico correcto deriva de una explicación verdadera? b) ¿Puede diagnósticarse logrando un conjunto de evaluaciones? c) ¿Existe un diagnóstico que abarque todas las áreas del sujeto? d) ¿Precede al tratamiento? El autor (a) pronuncia lo siguiente al respecto: "Un sistema se autoorganiza y define según sus estructuras, incluyendo al terapeuta y, por lo mismo, a la forma en que se lee y significa una realidad. Esto quiere decir que un diagnóstico desde la complejidad es por definición hipotético, incompleto y contradictorio, y que incluye una cantidad de elementos no predecibles e inciertos". Lo cual personalmente es decir nada, pues esta concepción del conocimiento es propia también del quehacer científico. De hecho tanto el quehacer filosófico como científico (los cuales históricamente surgen de una misma vertiente histórica) pretenden dar solución a los problemas de la realidad. Las concepciones con las cuales se han ido solucionando los problemas del conocimiento y su método son variadas pero eso no implica que lo científico tenga que ser considerado como cuadrado, gris, definitivo y absoluto (lo cual suele ser una muy mala interpretación de la ciencia). Para esto mínimo cabe indicar que los postulados tanto filosóficos como científicos, en una postura realista, pueden considerarse como aproximaciones a la realidad que van siendo sustituidas según las condiciones lógicas de sus enunciados y de su evidencia. Lo cual toma en cuenta las limitaciones del sujeto cognoscente y el objeto conocido. Con esto quiero aclarar cuatro cosas: La primera es que hay ciencia y científicos, y no por ello ambos son la misma cosa; la segunda es que la aproximación científica a los problemas de lo psicológico (ergo en su aplicación psicoterapéutica) no Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas Facultad de ciencias humanas y sociales Licenciatura en psicología 6.- C son como recetas médicas mal dadas (sin diagnóstico exhaustivo) sino que buscan acoplarse elementos cuya eficacia está probada (después de todo siempre hay objetivos y expectativas del sujeto que llega a la clínica, los cuales al seguirlos se está ejerciendo la correcta ética profesional) a cada caso particular; tercera, que una persona haya hecho mala praxis no elimina la eficacia y eficiencia de dichas técnicas (o la verdad de dichos enunciados) pues aquí recae en la labor terapéutica; por último dicha descripción de la labor psicoterapéutica, llenándola con terminología y sentidos epistémicos, es una condición propia de cualquier situación de conocimiento, es decir no es propia de la psicoterapia, por lo cual no está apuntando a la esencia del problema. (¿Cuál sería la esencia de dicho problema entonces? No lo sé, pregúnteselo al autor(a) y que clarifique, yo solo recalco que no está siendo clara y precisa -como cuando no define precisamente lo que se entiende por complejidad). Posterior a esto, el autor explica los siguientes seis errores e hipótesis que aparecen en las situaciones clínicas de la psicoterapia. Los cuales se resumen de la siguiente manera: 1. El diagnóstico es una hipótesis que se construye y transforma durante el proceso psicoterapéutico, es decir, también sería un problema si supones que trabajamos sin hipótesis diagnósticas. Lo que quiere decir aquí es que las explicaciones no se dan sino a través de un proceso. 2. La definición de una problemática (vía la demanda terapéutica) requiere de una participación activa de terapeuta y consultante, es decir, suponer que hay un rol unívoco expresado como que el consultante define la naturaleza del problema con el cual trabaja y el terapeuta, el tipo de intervención. 3. Independientemente de cuál sea la forma de relación consultante-terapeuta, ésta restringirá otras lecturas del problema. Suponer que se puede alcanzar una explicación globalizada y absoluta del problema psicoterapéutico en cuestión. 4. El acercamiento al problema no dependen en la estructura de significados sino también en el efecto que dichos tienen dadas las estructuras cognitivas tanto del terapeuta como del consultante. Por lo tanto tener una organización de la explicación y formas de intervención para el consultante es vital. 5. Las hipótesis diagnósticas necesariamente llevan un cierto nivel de contradicción e incertidumbre. (Véase lo dicho en el párrafo anterior) 6. Manejarse dentro de la "complejidad" requiere relacionar áreas de conocimiento (o marcos conceptuales) con procesos de construcción del conocimiento. (Aprobación del eclecticismo nada más que sin tintes baratos).