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Ensayo:

Roles de genero

Natalia Vásquez Gómez

Universidad de Medellín

Taller de lectura y escritura analítica

Carlos Andrés Londoño Agudelo

Facultad de comunicación

Medellín

2019
Para empezar, es necesario aclarar qué significado tienen los términos sexo y género, pues a menudo
son confundidos. El concepto sexo se refiere a las características biológicas, anatómicas y fisiológicas
de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; es decir, son aquellas características
con las que cada persona nace y permite diferenciarnos del sexo opuesto. Por otro lado, el género es
el conjunto de creencias y atribuciones sociales que cada cultura le ha asignado a cada uno de los
sexos desde los principios de la humanidad misma, eso sí, ha ido cambiando dependiendo del
momento histórico. Así pues, a partir de ésta relación entre masculinidad y feminidad surge el
comportamiento, las funciones y la valoración que se le da a cada uno. La creencia común es que el
sexo femenino es sumiso, sentimental, dependiente y frágil, y el masculino, al contrario, es fuerte,
autónomo, valiente y racional. Aunque es habitual pensar que cada atributo corresponde a un solo
género, estos no son propios de ninguno de los dos, ya que un hombre es sentimental como una mujer
es racional. El designio de la mujer como personaje sumiso y secundario no es reciente, se remonta
al principio de las civilizaciones humanas, por ejemplo, en el periodo Neolítico en donde los hombres
realizaban las labores implacables, de agilidad, de velocidad y de estrategia como cazar animales para
brindar alimento a su familia, construir instrumentos con lo que la naturaleza le ofrecía y producir
abrigo con las pieles de los animales cazados, mientras que las mujeres recolectaban frutos silvestres,
pescaban y cuidaban a los niños, es decir, los hombres tenían una función productiva y de liderazgo
y las mujeres una reproductiva, de crianza y cuidados, teniendo en cuenta que ellas tenían mayor
fuerza física que las mujeres modernas, pues según un estudio de la Universidad de Cambridge tenían
más fuerza física que los deportistas de remo en la actualidad debido a las labores de labranza de los
terrenos, recogida de la cosecha y molida del grano durante cinco horas diarias con el objeto de hacer
harina.1 Es decir, las labores que ejercían los hombres también podían ser realizadas por las mujeres,
pues tenían la capacidad física para hacerlas, sin embargo, como en esa época primitiva las
característica de las mujeres era ser vistas cómo cuidadoras, maternales y fuente de fecundidad, eran
ellas las encargadas de la protección de los menores.
Como éstos hay muchos más ejemplos acontecidos a través de los años, la sumisión también la
podemos observar en varios pasajes de la Biblia, en donde en cada ejemplo aquí expuesto se presenta
la cosificación de la mujer, es decir, se le asigna la función de un objeto, en ocasiones ignorando el
hecho de que al igual que los hombres, es un ser racional con la capacidad de expresarse y decidir por
sí misma, por ejemplo la Biblia narra en Éxodo 20:10: “No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su
mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de lo que le pertenezca" 2 en este
versículo se trata a la mujer como un objeto que es propiedad de su esposo, como si ésta estuviera a
su disposición para hacer con ella lo que le plazca, así como lo puede hacer con su buey, su asno o su
siervo. Podemos ver otra actitud machista en Deuteronomio 21:11-15: "Si ves entre los prisioneros
una mujer hermosa, te enamoras de ella y deseas hacerla tu esposa, la llevarás a tu casa, se rapará la
cabeza y se cortará las uñas, se quitará el vestido de cautiva, se quedará en tu casa y llorará a su padre
y a su madre durante un mes. Luego podrás unirte a ella. Si deja de gustarte, le darás la libertad, pero
no la venderás por dinero ni sacarás provecho alguno, pues ya la has humillado."3 Y es que en esté
otro versículo, también se ve percibe a la mujer como si fuera una cosa que puede ser usada a diestra
y siniestra, como algo que solo debe hacer aquello que le es ordenado, nada de lo que le hacen parece
tener su consentimiento sino que pareciese que se hablara de un producto que viene con instrucciones
de uso para seguir al pie de la letra, como si ésta no tuviera voz para expresar aquello que piensa. Un
versículo más en Jueces 19:24-25 dice: “Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permitidme
que las saque para que abuséis de ellas y hagáis con ellas lo que queráis, pero no cometáis semejante
infamia contra este hombre. Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su
concubina y {la} trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana;
entonces la dejaron libre al amanecer.”4 En donde se presencia de una manera clara y contundente un
caso de maltrato psicológico al ultrajarla, y, al parecer sin quedar satisfechos con esto la violan
físicamente entre varios hombres, obviamente sin un consentimiento expresado por parte de la mujer,
eso sí, el único que autorizó para que abusaran e hicieran con ellas lo que quisieran fue su padre, una
vez más, la voz de la mujer queda completamente silenciada. Casos en donde los pensamientos, las
ideas, las creencias y los deseos de las mujeres han sido ignorados o forzosamente silenciados hay
por montón, como cuando las mujeres no podían votar en asuntos políticos porque según los hombres
que hacían la ley en ese momento: “las mujeres no sienten la necesidad de participar en asuntos
públicos o movimientos colectivos”5 como lo argumentaban quienes redactaron la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, o en Estados Unidos durante la guerra civil cuando
las mujeres no podían ir a la guerra, así que más de 500 mujeres fingieron ser hombres para enlistarse
en las filas del ejército, la razón de los hombres para no permitir su entrada era “que la gente no está
preparada para ver cómo los cuerpos de las mujeres caídas regresan en bolsas, o el instinto del soldado
masculino de proteger a la mujer y que podría provocar el descuido de sus deberes durante un
ataque.”6, fue en 1970 cuando finalmente se incorporó a la mujer en escenarios bélicos (no en
combates directos), los pioneros de la inclusión de la mujer al Ejercito fueron los países pertenecientes
a la OTAN en ese momento (Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Francia).

Si nos preguntamos, ¿qué labor o tarea puede hacer un hombre que una mujer físicamente no pueda
hacer? La respuesta es ninguna, tanto hombres como mujeres tienen las mismas capacidades físicas
y mentales para realizar cualquier tarea, y sí, es cierto que los hombres evidentemente tienen más
fuerza física que las mujeres, sin embargo, el problema radica cuando se trata a la mujer como el sexo
débil sin ni siquiera permitir que demuestre que puede realizar alguna tarea, y es que es una idea tan
arraigada en la sociedad que desde las generaciones anteriores a la actual son las mismas mujeres las
que permiten o piden a los hombres que les hagan favores relacionados con fuerza. Una mujer puede
llegar a tener la misma o más fuerza física que un hombre, aunque esa afirmación depende de un
sinfín de factores como la edad, los deportes que ésta realice, entre muchos otros, mi punto central es
que las labores o tareas que están divididas por géneros en la actualidad realmente dependen poco de
qué tan capacitados están unos de otros, sino que es producto de los roles de género que se han
asignado y se han normalizado en la sociedad moderna, no existe ningún destino biológico o
psicológico que defina a las mujeres o a los hombres con las características que se les ha asignado,
por tanto: no se nace con un género, la sociedad es quien atribuye uno. Varios estudios han
comprobado que “hasta los cinco años los niños son más emocionales que las niñas”7 sentimentalismo
que en la mayoría de casos los padres se encargan de despojar antes de que el niño exprese otros
rasgos “femeninos” y se convierta en lo que gran número de padres preferiría no tener: un hijo
homosexual. ¿Está bien educar a un niño con la idea de que es una “niña” si llora? ¿Y en qué momento
la palabra “niña” se convirtió en unan palabra para designar debilidad? Este estudio solo prueba que
tanto niños como niñas nacen con igualdad de capacidades, ambos lloran y ambos tienen miedos.
Otro estudio publicado en The Journal of Pediatric Phsicology afirma que “los padres son hasta
cuatro veces más sobreprotectores con las niñas que con los niños”8 esto constata que la educación
basada en los estereotipos de género es la culpable de que las niñas sean sobreprotegidas por ser
consideradas frágiles, tanto psicológica como físicamente, mientras que los niños son alentados a
afrontar aquello que los asusta, como resultado de esto “las mujeres crecen con poca confianza para
decidir y tomar riesgos y los niños se acostumbran a tener la iniciativa y tomar decisiones por sí
mismos.”9

El concepto de feminidad no es innato, es una etiqueta que se refuerza durante toda la infancia
pensando que es lo correcto y lo natural, se crea desde el momento en que los padres obsequian
juguetes a sus hijas asociados a las labores del hogar como lo son mesas para planchar, coches para
pasear a los bebés, cocinas del tamaño real de la niña, muñecas de princesas e incluso bebés que
orinan y defecan como un niño real para que las niñas los limpien, todos estos son utensilios usados
en los hogares reales, donde la función del hombre y la mujer está claramente separada, la mujer
cocina para sus hijos y esposo, limpia la casa y se encarga de cuidar a los niños, mientras tanto, el
hombre trabaja para brindar sustento económico al hogar, es así cómo las niñas a través de inocentes
juegos y diversión normalizan de manera inconsciente la idea de que la mujer nace para ser ama de
casa y el hombre es el ser independiente que trabaja. Por otro lado, los juguetes para niños varones
van desde balones, robots, carros a instrumentos musicales, que se consideran objetos para
profesiones más neutrales, interesantes y divertidas. ¿Acaso cocinar, limpiar y cuidar niños es lo que
realmente una mujer anhela? Un ejemplo concreto de la división de los roles de género en los juguetes
es Lego, que fabrica bloques que encajan entre sí con el fin de construir figuras, tanto niñas como
niños pueden construir el diseño que ellos deseen, sin embargo, como muchas marcas lo hacen, Lego
dividió los géneros ofreciendo a los niños bloques para construir carros, aviones, barcos y ser usados
en variadas profesiones como: bombero, policía, doctor, chef, astronauta, entre otros. Entretanto, los
bloques de Lego para las niñas son castillos de princesas, centros comerciales, piscina con amigas y
reuniones para tomar el té. Otra marca cuyo público objetivo está totalmente enfocado a lo femenino
es Barbie, se trata del modelo más estereotipado de mujer, pues tiene “armarios repletos de vestidos
y accesorios, una fabulosa cocina donde ésta mujer hace cupcakes sobre unos tacones de infarto, una
pasarela de modelos, juegos interactivos y todo en… rosado.”10 Se dice estereotipo porque: A. No
toda mujer prioriza la belleza en su vida. B. ¿Y si un hombre quiere ser femenino como lo es Barbie
está mal? De manera que, es notorio que desde una temprana edad, los roles de género están
claramente divididos. No solo los juguetes, tanto películas como la misma familia o personas cercanas
al niño, le asignan su género y su respectivo papel en la sociedad. De modo que, el sistema de crianza
que hasta ahora se ha utilizado, parece no ser beneficioso ni para hombres ni para mujeres ya que se
ha basado en la opresión de sus sentimientos (en el caso de los hombres) y la sumisión en la conducta
(en el caso de las mujeres), no es una educación equitativa pues gracias a la asignación de roles por
género se protege más a uno que al otro al creer que uno es frágil y el otro no tanto, como
consecuencia, uno tiende a ser más seguro de sí mismo que el otro. Y es que los microsexismos
hieren, según estudios de la Asociación Americana de Psicología (APA) los hombres son 3.5 veces
más proclives que las mujeres a suicidarse, y aunque son más los hombres que se quitan la vida, los
porcentajes más altos de depresión los presentan las mujeres. Todo esto producto de una sociedad que
ha normalizado juzgar a las personas disfrazando una crítica de comentario inofensivo, los medios
para hacerlo son muchos y todos hieren de la misma forma, a través de redes sociales las personas
comentan cosas negativas sin censura o consciencia de que no es ni una mujer ni un hombre el que
lee, sino una persona con sentimientos. Los miembros de la comunidad LGBTI son de los principales
afectados por los roles de género asignados, desde niños son obligados a vestir de una manera que no
es de su agrado y a comportarse como verdaderos “varones”, se les enseña desde temprana edad que
el llanto es de niñas y a demostrar ser fuertes para no ser llamados “mariquita”, en los colegios de
América Latina el 40% de las personas homosexuales han sufrido violencia homofóbica en el ámbito
escolar, éstos niños son excluidos socialmente y blanco de críticas y burlas, dejando como alternativa
esconder su personalidad y pretender encajar en el molde de una masculinidad tóxica que abarca
la dominación, la agresividad, la competitividad y el sexismo, viviendo constantemente un silencio
emocional que muchas veces los lleva al suicidio: “Tasa de suicidios en jóvenes LGBTI es cuatro
veces mayor que en el resto de la población”.11 Si logran sobrevivir el calvario del colegio y llegan a
su vida adulta con una pareja, serán víctimas de nuevas amarguras, como en Costa Rica y Bermudas,
países en donde está prohibido el matrimonio entre personas del mismo sexo, no existe la herencia de
los bienes de la pareja y no se puede compartir el seguro médico, éstas son cosas que las parejas
heterosexuales dan por contado pero a las homosexuales se les prohíbe por el simple hecho de no ser
aceptados por personas homofóbicas e intolerantes.

Aunque los roles de género son una problemática muy antigua y conservadora, cada vez son mayores
los avances para la erradicación, o por lo menos, reducción del impacto de los roles de género,
distinguidas marcas como la mencionada anteriormente, Barbie incluyen en su línea de muñecas
profesiones diferentes a las que la sociedad asocia como oficios para mujeres, por ejemplo, piloto de
la fuerza aérea, sargento del cuerpo de marines, mujer de negocios, candidata presidencial o ingeniera
en computación, cambiando abismalmente los oficios de las primeras muñecas que lanzaron al
mercado como lo eran la Barbie diseñadora de modas, enfermera, bailarina, supermodelo o instructora
de aeróbicos, así pues, la marca se adapta a las nuevas generaciones de niñas que tienen la esperanza
de convertirse cuando sean grandes en cualquier cosa que ellas deseen ser sin ningún estereotipo que
les diga que aquella profesión no es para ellas, a su vez, Barbie le transmite a su público que entiende
y acepta que no existen los roles de género, es por eso que lanzó al mercado el muñeco de Ken con
cola de sirena, eliminando todos esos estereotipos de perfección que alguna vez fueron característicos
de su franquicia. Por su parte, Lego invierte los roles de género que caracterizaban a sus bloques:
lanzando al mercado una línea llamada Research Institute (Instituto de Investigación) que incluye a
mujeres científicas, astrónomas y paleontólogas.

Así como hay marcas que están cambiando aquellos roles, otras siguen con el pensamiento de la
antigüedad, como fue el caso de Carrefour que en su sección de juguetes colocó dos vallas grandes,
una mostraba a un niño jugando con su carro de carreras a control remoto con el texto: “Día del niño
en Carrefour. Con C de campeón/constructor” y en la sección de niñas colocó otro mostrando a una
niña con una cocina tamaño real que decía: “Día del niño en Carrefour. Con C de cocinera/coqueta”,
en donde se continúa relacionando la masculinidad con la fortaleza física, el cumplimiento de tareas
difíciles y la toma de decisiones, mientras que a la mujer se le asignan las tareas fáciles en un ámbito
doméstico o la función de ser atractivas y coquetas.

Historicamente los rasgos masculinos se han asociado con posiciones de poder, e incluso las mujeres
líderes como Margaret Thatcher debieron recurrir a entrenamientos vocales queriendo que su voz
fuera más profunda y se escuchara más autoritaria, también, en 1970 los pantalones se convirtieron
en auge entre las mujeres de negocios como un medio para la búsqueda de respeto y aceptación de
sus colegas masculinos. ¿Todo esto para qué? ¿Es necesario remplazar las características con las que
nacimos por otras para recibir más respeto o aprobación? La solución es empezar a demostrar a todas
las personas a nuestro alrededor que somos capaces tanto física como mentalmente de ser útiles, ser
productivas, ser inteligentes, agiles y estratégicas en las tareas cotidianas. Los roles de género no son
más que estereotipos erróneos, dado que todos, independiente del sexo están en igualdad de
condición, cada uno tiene la capacidad de pensar, razonar, sentir y expresarlo ante el mundo. No se
trata de idealizar por géneros creando prejuicios sino de empoderar a cada persona a que triunfe en lo
que más le guste sin que tenga miedo de ser juzgado o reprimido. Los genitales no son más que una
característica física, lo que de verdad importa es el respeto, la resiliencia, el apoyo y la comprensión
de todos con todos, pues cada quien es una persona con distintas fortalezas y debilidades y no hay un
superior. Al final, somos todos humanos.

Cibergrafia:

1. Excelsior (2017). Mujeres del neolítico tenían brazos más fuertes que deportistas de remo.

5. Rea, Cristhian (2016). ¿Por qué las mujeres no podían votar antes de 1955? Uno TV.

6. Levin, Tobe (1985). Las mujeres y el ejército. El país.

7. Reiner, A. (2016) Enseñando a los hombres a ser honestos con sus emociones. The New
York Times.
8. Paul, C. (2016) Why do we teach girls that its cute to be scared? The New York Times.
9. Pictoline (2016) The New York Times.
10. (2013) Barbie, una pesadilla rosa. El país.
11. Rehbein, Consuelo (2017). Tasa de suicidio en jóvenes LGBTI es cuatro veces mayor que en
el resto de la población. Publimetro.

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