Primer Parcial Educación Ambiental

Reflexión de Primavera Silenciosa

Rachel L. Carson
Paula Andrea Jaime Fonseca 20151140075

La naturaleza está diseñada para adaptarse poco a poco a los cambios naturales de la vida que se
producían por ejemplo por la radiactividad que se daba por la emanación de rocas, la luz
ultravioleta, etc. y por los químicos orgánicos como el calcio, sílice y cobre obtenidos de rocas por
medio del agua y arrastrados por el mar y el rio. Pero desde la aparición del hombre que se ha
encargado de producir químicos sintéticos a gran velocidad no le da tiempo a la naturaleza a
adaptarse a ellos, entonces tanto plantas, animales y seres humanos se ven afectados por la
inclusión de estos químicos a la naturaleza.

Sin darnos cuenta nosotros mismos estamos llevándonos a la destrucción con la implementación
de químicos sintéticos específicamente de insecticidas, como dice Carson nosotros mismos
acabaremos con la especie humana. Estamos luchando ante insectos a los cuales llamamos plagas
que afectan a diversos cultivos, y pulverizamos dichos cultivos creyendo que acabamos con los
insectos que tanto afectaban la cosecha pero no nos dicen las consecuencias que realmente trae eso
como la contaminación del aire, del suelo, de la comida, del agua y como causa la muerte de
diferentes especies de animales y la contaminación de nuestro mismo cuerpo. Pero realmente en su
totalidad no es culpa de las personas que usan este tipo de químicos, si no de los investigadores
que realmente no revelan los efectos dañinos que conlleva la utilización de este producto, como
cita Carson a Rostand en su libro “la obligación de sufrir nos da el derecho de conocer”.

Los insecticidas nacieron en la segunda guerra mundial como armas, estos insecticidas se probaban
precisamente en insectos los cuales morían al instante, entonces se empezaron a utilizar como
armas contra el hombre. Anteriormente se utilizaba el arsénico que es altamente toxico y por ende
cancerígeno como plaguicida, pero se empezó a evidenciar que las personas que estaban en
contacto con este producto se enfermaban gravemente entonces por una parte se dejó de
implementar el arsénico y se volvió más común el uso del DDT en los insecticidas, para las
personas este DDT es totalmente inofensivo, entonces nuevamente estamos cayendo en la
ignorancia simplemente creemos en lo que nos dicen y no nos ponemos a investigar un poco más
afondo sobre las consecuencias que trae la utilización de este producto para nuestra propia salud,
es decir, los insecticidas que contienen DDT se utilizan para rosear cultivos para matar plagas que
acaban con las cosechas, esto queda como tal en la planta, los animales se alimentan de estas
plantas, por ejemplo la vaca consume heno este tiene parte de DDT entonces la vaca va a tener
restos de este y nosotros al consumir la leche que sale de dicha vaca también estamos incorporando
DDT en nuestro organismo, prácticamente es más fácil decir que todos en la actualidad tenemos
cierta cantidad de micrones de DDT, lo sentimos inofensivo porque este poco a poco va
incorporándose en los tejidos grasos y en el hígado sin generar sospechas hasta que en algún
momento se acumule gran cantidad de este y llegue a ser letal.

Realmente si todos conociéramos el daño tan abrupto que causa el uso de estos químicos
probablemente erradicaríamos su uso, a lo largo del mundo ha causado gran daño, tanto en plantas
y en animales acabando con diferentes especies, un gran ejemplo de esto es el caso de las aves
migratorias que llegaban a estados unidos que eran simpatizantes del olmo como el petirrojo que
era una ave que era admirada por muchos turistas, pero la llegada de estas aves a Norteamérica fue
afectada por la enfermedad que adquirió estos árboles por un hongo que hacía que las ramas se
cayeran y a su vez los coleópteros se estaban encargando de traspasar esta enfermedad a los olmos
sanos, como solución decidieron pulverizar desde el aire estos árboles pero como sabemos todo
acto tiene una consecuencia, las lombrices que se alimentaban de estos empezaron a morir, algunas
aves que llegaban a estos de igual manera morían o hacía que se cambiara su modo de reproducción
por cambios en sus testículos, entonces con el uso de estos químicos empeoraron el problema y
afectaron a varias especies de animales. Y así en varias partes del mundo la implementación de
estos químicos ha traído graves consecuencias para los ríos y los animales que viven dentro de
estas fuentes de agua, para diversos insectos, para el aire, en fin para la naturaleza como tal.

No nos damos cuenta que esta alternativa realmente no está funcionando, que la naturaleza tiene
su propio equilibrio y que para nosotros lo que puede ser maleza la cual acabamos con herbicidas
puede ser de gran alimento para diversos animales, todo está perfectamente equilibrado pero
nosotros los humanos estamos afectando ese equilibrio y estamos manejando la naturaleza a
nuestro antojo sin tomar en cuenta que eso nos puede llevar a nuestra propia destrucción. Cada vez
sacamos productos químicos más fuertes ya que los insectos se empiezan a adaptar a los
insecticidas comunes, muere el débil pero queda el más fuerte generando generaciones de insectos
aún más fuertes, entonces cada vez que es atacado con un producto más fuerte se adaptan
rápidamente pero la naturaleza a su misma vez se va dañando a una velocidad abismal.

Debemos dejar de pensar en alternativas que destruyen la naturaleza sino más bien pensar
alternativas que nos ofrezcan la conservación de la tierra. Como plantea Carson como solución lo
mejor son los factores biológicos, Soluciones como volver la fuerza de una especie contra sí misma
esterilizando al macho a través de rayos x, esterilizando a la mosca domestica con productos
químicos incorporados a la comida adecuada. Es decir, la esterilización puede ser una de las
mejores opciones para acabar con las plagas que afectan nuestra salud y son métodos inofensivos
en su aplicación, Otra técnica más actual está relacionada con el sistema de crear venenos, o armas
como Rachel. L Carson los llama, basadas en el proceso vital del insecto, ya que estos producen,
gran variedad de venenos. También se están estudiando la “hormona juvenil”, sustancia que impide
la metamorfosis de la larva hasta que no ha alcanzado, el adecuado estado de adulto. En fin hay
muchas alternativas para lidiar con insectos que se creen plaga sin afectar el medio ambiente,
debemos hacernos conocedores de los graves daños que hace la utilización de productos químicos
en las cosechas, debemos pensar en alternativas que nos lleven a un futuro sostenible, dejar de
pensar solo en el presente si no empezar a construir un buen futuro para las próximas generaciones.
Pensar que la naturaleza sin nosotros sería mucho más prospera y llevaría su equilibrio natural,
pero nosotros sin la naturaleza realmente no podríamos sobrevivir. Debemos dejar de irnos por el
camino que creemos fácil y dejar de creer en todo lo que nos dicen, debemos pensar en las
consecuencias que estos químicos sintéticos traen, más bien crear alternativas biológicas como lo
plantea Carson en este libro. Como seres que tenemos la capacidad de razonar debemos pensar que
no solo somos nosotros sino que también existen millones de seres vivos en este planeta que
merecen conservar su especie. Debemos cuidar nuestro entorno es responsabilidad de nosotros que
la vida en la tierra prospere, no debemos retroceder debemos avanzar y cuidar el mundo que nos
rodea.