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ENSAYO CRÍTICO

PRESENTADO POR:

JOSÉ MANUEL HIGUERA TARAZONA

FUNDACION UNIVERSITARIA PARA EL DESARROLLO HUMANO

UNINPAHU

FACULTAD DE INGENIERIA Y TECNOLOGIA DE LA INFORMACIÓN

PROFESIONAL EN CIENCIAS DE LA INFORMACION Y BIBLIOTECOLOGIA

BOGOTÁ D.C.

ABRIL 2019

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ENSAYO CRÍTICO

Trabajo académico en la materia mercadeo de la información


Profesora:
Ana Julia Alfonso Delgado
Docente

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA PARA EL DESARROLLO HUMANO

UNINPAHU

FACULTAD DE INGENIERIA Y TÉCNOLOGIA DE LA INFORMACIÓN

PROFESIONAL EN CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN Y BIBLIOTECOLOGÍA

BOGOTÁ D.C.

ABRIL 2019

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Ensayo crítico sobre el artículo de “El mercadeo social/estratégico de los productos/servicios y la definición
del perfil de competencias del profesional de la información”, escrito por R. Portillo Hernández y J. Pírela
Morillo.

Regla 1: El cliente siempre tiene la razón. Regla 2: Si el cliente se equivoca alguna vez, relea la regla 1.
Stew Leonard

En el presente ensayo, se fija una posición crítica sobre el artículo de R. Portillo Hernández y J. Pirela
Morillo, titulado: “El mercadeo social/estratégico de los productos/servicios y la definición del perfil de
competencias del profesional de la información”, en el cual los autores proponen competencias que de
acuerdo a su estudio e investigación realizada para elaborar su artículo, son deseables para que los
profesionales de la información, según su criterio deben realizar actividades o funciones que vayan a la par
de los nuevos modelos de mercadeo y así poder responder a las demandas y necesidades de información
de los usuarios, esto teniendo en cuenta le evolución tecnológica, las nuevas estructuras económicas,
educativas y culturales caracterizadas en el la información así mismo el conocimiento adquirido, según los
autores mencionados.

Según María E. Trujillo, (2000), en su artículo titulado “Nuevos retos del profesional de la información a las
puertas del tercer milenio”, la opinión sobre el bibliotecólogo o profesional de la información, era la de ser
custodio, cuya función era la de preservar la integridad física de los libros evitando la perdida y cuidándolos
de las polillas, así mismo afirma que en los años 70 las instituciones o unidades de información eran de
carácter patrimonial y que su objetivo primordial era la protección de los bienes desligándose de los
procesos sociales, en resumidas palabras la formación del bibliotecario se enfocaba más en la gestión de
documentos y no de la información como tal, ahora bien, la evolución tecnológica y los nuevos modelos de
mercadeo ha llevado a replantear la formación del nuevo profesional de la información, quien debe adoptar
una serie de competencias formativas y complementarias, lo que nos plantea el siguiente interrogante: ¿La
remuneración del profesional de la información se ajusta a las competencias formativas exigidas en su
profesión?

De acuerdo el artículo de Zapata, Carlos, A. (2007), “La oferta formativa en bibliotecología en Colombia”,
en el estudio realizado para este artículo demostró que, en relación con los perfiles de los profesionales de
la información, cada programa ofertado por las diferentes instituciones educativas tiene una visión diferente
al campo diciplinar, por lo anterior si se quiere incorporar las competencias descritas por R. Portillo
Hernández y J. Pirela Morillo (2009), para formar a los profesionales de la información las instituciones
educativas tendrán que restructurar los pénsum en cada programa que ofertan lo cual implica que los
costos de estas carreras se tornen un poco mas costosas y menos asequibles para los interesados en
encaminarse en este campo académico y laboral.

En cuanto a la relación de categorías y propiedades del mercadeo social y estratégico, se puede evidenciar
que en el primero busca una trasformación social impulsado por acciones de diagnóstico de desarrollo a
travez del mercadeo de información, lo que permite identificar las necesidades del usuario, darle una
respuesta o solución a sus sugerencias, en el segundo básicamente lo que se pretende es buscar un
posicionamiento y una rentabilidad lo que en otras palabras podemos decir que mientras en el mercadeo
social se ofrecen o prestan servicios en el mercadeo estratégico se ofrecen productos; los dos modelos de
una u otra forma se plantean con un enfoque netamente sostenible y rentable para las organizaciones, en
este caso para las unidades de información, pero que no ofrece incentivos o garantías al profesional de la
información al que si le exigen una serie de capacidades y competencias y no se le tiene en cuenta sus
esfuerzos físicos y económicos para profesionalizarse.

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Desde mi percepción personal los actores R. Portillo Hernández y J. Pirela Morillo, si bien tienen razón en
que el profesional de la información debe adoptar las competencias mencionadas en su artículo, las cuales
complementan su perfil, me deja el sin sabor de que así mismo no plantean mecanismos o estrategias de
incentivos que aporten crecimiento económico y desarrollo personal delos profesionales, a mi parecer acá
lo único que interesa es que las instituciones o unidades de información obtengan mayor beneficios con
poca inversión, buscan que el profesional de la información sea mas competitivo e integro que pueda
desenvolverse en las diferentes áreas o servicios pero al que si bien es cierto ASCOLBI 1en el caso de
Colombia establece una tabla o escala de sueldos, en la práctica no se cumplen.

Del mismo modo las instituciones educativas tendrían que incorporar en sus plantas de personal, docentes
en cada una de las áreas y competencias planteadas, y de este modo formar a los nuevos profesionales
que demanda las nuevas tendencias del mercadeo de la información, lo que conlleva tanto a las
instituciones educativas y los estudiantes o interesados en realizar o encaminarse en esta carreras, hacer
un esfuerzo económico más elevado, lo que puede significar desinterés o rechazo por esta profesión; según
Fanny Yanet Cuesta Olivos y Carolina Rozo Higuera (2012), en su artículo titulado: “Aproximación a la
situación actual del bibliotecario público municipal en Colombia”, el 57% de 110 de bibliotecarios
encuestados en su estudio para realizar dicho artículo, no se sentían bien remunerados pues solo el 15 %
devengaba mas de un millón de pesos colombianos.

Según lo planteado por Philip Kotler kartajaya y Setiawan (2005), en su libro del Marketing 3.0, la dinámica
del marketing o la evolución del mismo se puede dividir en tres fases, en donde la primera fase hace énfasis
al marketing 1.0, en donde las organizaciones se centraban en la producción, en la segunda fase,
(marketing 2.0), se involucró el interés de promover las ventas de los productos y en la tercera fase
(marketing 3.0), se complementa a las dos fases anteriores enfocándose en los valores mediante el método
de participación y de colaboración, los cuales tienen como fin tener en cuenta las críticas y las opiniones
de los usuarios y así establecer estrategias de que permitan suplir o satisfacer las necesidades requeridas
de cualquier tipo.

Siguiendo lo planteado en el párrafo en el texto anterior, Kotler presenta una decena de sugerencias o
alternativas a las cuales las denomino como los diez mandamientos del marketing, los cuales sirven como
guía para quien quiera idear e implementar estrategias de mercadeo lo que lo haga más atractivo y eficiente
a los clientes y a las organizaciones más rentables, beneficiosos y eficaces, así mismo sirve como
complemento para percibir las preocupaciones y deseos de los humanos pues son quienes exigen
innovación, creatividad, cultura y protección al medio ambiente, aspectos que se dan teniendo en cuenta
el deterioro ambiental en la actualidad, la globalización y los nuevos avaneces de la tecnología.

Este nuevo modelo de marketing planteado por Kotler, establece nuevos perfiles en los informadores y
llevados a los competencias planteadas por R. Portillo Hernández y J. Pírela Morillo, son el complemento
de los profesionales de la información, no solo por lo que plantean los actores si no por el acelerado
comportamiento y la dinámica con la que mueve la economía mundial, el mundo moderno demanda
soluciones a los problemas que surgen como resultado de la diversidad de factores que impactan los
diferentes aspectos de la vida cotidiana del ser humano como por ejemplo en la salud se tiene que avanzar
en encontrar la cura a muchas enfermedades catalogadas terminales, así mismo ocurre con el campo del
saber o la profesión bibliotecaria en la que estamos inmersos los estudiantes de esta disciplina, quienes
tenemos el gran reto de transformar los unidades de información en herramientas atractivas, eficaces,
beneficiosas y rentables para cualquier tipo de usuario.

Teniendo en cuenta los argumentos presentados por los diferentes actores aquí citados en el transcurso
de este escrito, no puedo desconocer que urge la formación de profesionales íntegros, no solo de la ciencia

1
ASCOLBI: Asociación Colombiana de Bibliotecólogos iniciativa del colegio colombiano de archivistas.

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de la información si no en todas las disciplinas con el objetivo de prestar un mejor servicio cuando
desempeñamos el rol de servidores o de obtener la solución a mis necesidades como usuario, donde se
vea un trabajo colaborativo entre la organización y el cliente, resaltando la calidad de los productos o
servicios sea cual fuere el tipo de mercadeó, logrando así satisfacción del deber cumplido en una forma
más creativa , asociativa, humanizada y sobre todo respetando los principios y valores de los seres
humanos.

Ya concluyendo, y teniendo en cuenta el comportamiento de las empresas y de los consumidores


implicando un replanteamiento en los diferentes tipos de mercadeo, puedo determinar que al perfil del
profesional de la información se hace necesario adoptar las habilidades y competencias propuestas por
Portillo Hernández y J. Pírela Morillo en su artículo, ya que son determinantes a la hora de la toma de
decisiones, el desarrollo, posicionamiento y funcionamiento de las organizaciones, como aporte a esa serie
de competencias en lo personal incluiría una la competencia espiritual como lo describe Kotler y lo
denomina como la era de la era creatividad y espiritual del marketing.

Y por último enfatizar en promover la remuneración justa, beneficios e incentivos que deben tener o recibir
los profesionales de la información, que se formen con las competencias propuestas y exigidas, ya que
estas promueven el interés por estudiar o ejercer esta disciplina, es de aclarar que esto se logra desde las
instituciones educativas, puesto que son ellas las que nos brindan o implantan las bases en las diferentes
etapas o niveles de formación, para esto deben replantear los programas educativos en donde se tenga en
cuenta la inclusión de las competencias y habilidades requeridas para realizar las funciones otorgadas.

Referencias bibliográficas:

Aproximación a la situación actual del bibliotecario público municipal en Colombia. (2012). In Revista
Javeriana (12th ed., p. 172 - 186). Bogotá.

Cuesta Olivos, F., & Rozo Higuera, C. (2019). Retrieved from


https://www.redalyc.org/pdf/860/86025373011.pdf.

Jose. M. Higuera, 2019 Ensayo crítico sobre el artículo de “El mercadeo social/estratégico de los
productos/servicios y la definición del perfil de competencias del profesional de la información”, escrito por
R. Portillo Hernández y J. Pírela Morillo. p.4

Kotler, P. Kartajaya, H. Setiawan, I. Marketing 3.0/2013, 9788483568439 Editorial Empresarial, S.L.


https://books.google.com.co/books?id=C7XEoAEACAAJ.

Trujillo Rexach, M. (2019). Retrieved from http://bvs.sld.cu/revistas/uni/vol1_1_00/uni02100.pdf.

Zapata Cárdenas, Carlos Alberto. (2007). La oferta formativa en bibliotecología en Colombia: análisis actual
del sector. Revista Interamericana de Bibliotecología, 30(2), 165-188. Retrieved April 12, 2019, from
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-09762007000200008&lng=en&tlng=es.

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