Antecedentes
Condiciones como migraña, dolor de espalda, diabetes, alergia, rinitis, reflujo
gastroesofágico y depresión, dominan los costos por pérdida de productividad, aun
así, la depresión resulta ser la más costosa debido a su alta prevalencia y su
correlación con otras enfermedades.14 La depresión tiene un costo mundial anual
de 50 billones de dólares; en países como España, el costo asciende a 745 millones
de euros anuales, del cual 53.5 % corresponde a gastos directos derivados del
manejo y tratamiento de los pacientes y 46.5 % a costos indirectos por muerte
prematura o incapacidad laboral temporal.
De 1.8 a 3.6 % de los obreros en Estados Unidos padece depresión mayor. El
gasto asociado al tratamiento oscila entre 30 mil millones y 20 billones de dólares
anuales, y hasta 200 millones de días de trabajo perdidos al año; los costos anuales
(médicos, farmacológicos y de discapacidad laboral) son 4.2 veces mayores para
beneficiarios con depresión mayor que para los beneficiarios típicos (8709 versus
2059 dólares).
En una investigación realizada con 153 trabajadores ferroviarios y operadores
de grúa-puente en una empresa minero-metalúrgica de cobre en Perú, concluyeron
que el primer lugar se encuentran las exigencias laborales, cargas de trabajo,
demandas y estresores (aspectos del puesto de trabajo, entorno de trabajo, es decir,
clima y cultura de la organización, funciones laborales, relaciones interpersonales y
diseño y contenido de las tareas).
En el segundo caso si el trabajador tiene voz y voto que se sienta una parte
esencial de la empresa, la organización del trabajo, como el control del trabajo, el
cual dota al individuo de condiciones que posibilitan la adquisición de nuevos
conocimientos o la posibilidad de tomar decisiones sobre la actividad que realiza.
Tercero es Adicciones el abuso de alcohol, tabaco y drogas representa un factor
importante de riesgo.
Por nuestra parte agregaremos dos variables más que igualmente son de
suma importancia y que yo en notado en el área es la antigüedad en el empleado
será algo influyente puesto que mayoría de las personas deprimidas tiene baja
conciencia de sus síntomas depresivos, y las individuos con más de 11 años de
trabajo tienen más síntomas, lo cual pudiera relacionarse con la motivación, los
intereses particulares, dificultades interpersonales, fundamentalmente con sus
superiores, así como el tiempo que requieren las exigencias del medio en que se
desarrollan, el cual constituye un factor estresante.
También tomamos en cuenta la variable de los conflictos laborales,
familiares, económicos, conyugales, sociales, etcétera, representan un peligro para
la salud mental del trabajador.
Efectos Adversos
Los efectos adversos más comunes asociados a los antidepresivos más
comúnmente utilizados —los inhibidores selectivos de la re captación de serotonina
(ISRS) y los inhibidores de la re captación de serotonina y noradrenalina (IRSN)
incluyen náuseas, insomnio, disfunción sexual y somnolencia. Además, se ha
demostrado que la baja adherencia al tratamiento aumenta el riesgo de recaídas.
Según la OCDE, la tasa de empleo de las personas con trastornos mentales
comunes, como la depresión, está en 10-15 puntos por debajo de las personas que
no tienen estos trastornos (60-70% vs. 45-55%). Además, las personas con
trastornos mentales graves tienen 6-7 veces más posibilidades de estar en paro que
las personas que no tienen este trastorno, y entre las que sufren trastornos comunes
la posibilidad es de 2 a 3 veces mayor.
Una parte importante de las personas con trastornos depresivos continúan en
su puesto, a menudo con una importante reducción de la cantidad y calidad del
trabajo realizado (presentismo) es el desafortunado cliché de ir a trabajar sin
trabajar, aunque las causas pueden ser varias, y no necesariamente por una mal
atribuida flojera o irresponsabilidad de los colaboradores. Según los datos del
estudio sobre el impacto de la depresión en el trabajo en Europa, que aporta cifras
de 7 países europeos (España, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Turquía y
Dinamarca), en España aproximadamente la mitad de los pacientes que han sufrido
esta enfermedad han visto mermada su capacidad productiva32. Se calcula que
aproximadamente un 80% de la pérdida de productividad debida a depresión pueda
atribuirse a una mala ejecución del trabajo más que a la ausencia del mismo.
Despiégel N, Danchenko N, Franc¸ ois C, Lensberg B, Drummond MF. The use and
performance of productivity scales to evaluate presenteeism in mood disorders.
Value Health. 2012;15:1148–61.
En cuanto a la capacidad de las empresas para abordar este problema, este
trabajo revela que las grandes compañías cuentan con pocos programas de apoyo,
promovidos por sus departamentos de recursos humanos, orientados a ayudar a los
trabajadores que sufran depresión. Además, a pesar de la magnitud del problema,
uno de cada 3 directivos reconoce que no disponen de apoyo formal ni recursos
para afrontar las dificultades de los empleados con depresión y apoyan una mejora
en la legislación y las políticas en materia de reinserción laboral de los pacientes
que han sufrido una depresión.
Por otro lado, un estudio europeo que incluyó una muestra de 21.425
pacientes de 6 países (Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda e Italia) mostró
que aquellos que tenían episodios de depresión mayor pasaban un 25% de los días
del mes de media sin poder realizar su actividad laboral con normalidad, comparado
con un índice del 3% (2-4%) entre las personas sin ningún trastorno. Alonso J,
Angermeyer MC, Bernert S, Bruffaerts R, Brugha TS, Bryson H, et al. Prevalence of
mental disorders in Europe: Results from the European Study of the Epidemiology
of Mental Disorders (ESEMeD) project. Acta Psychiatr Scand Suppl. 2004;(420):21–
7.