A diez años de una de las declaraciones más agresivas contra la sociedad civil
que hemos vivido en Michoacán (las granadas en el centro de Morelia el 15 de
septiembre de 2008), vemos con mucha claridad la necesidad de pensar un arte
que en su búsqueda de paz prevea el fortalecimiento de las formas de vida,
ateniendonos a la vía legal.
Dado que queremos renegociar con los tres niveles de poder la naturaleza con la
que los funcionarios observan nuestro trabajo, algunas de la propuestas son para
negociar con nuestro municipio, otras con nuestro estado y otras más para acordar
con la federación. Se exhibirán todas en esta ponencia buscando casos afines
donde hayan funcionado y aprender de ellos.
Señalamos 5 de varios puntos a los que apostamos: 1. Fortalecer la red ciudadana
propuesta por este congreso para generar una representatividad legítima y
fehaciente, por medio de un congreso estatal y un congreso regional. 2. Negociar
el tabulador de impuesto a espectáculo apropiado para la afluencia del evento, así
como las formas de pago de impuesto de los artistas. Fortaleciendo las redes de
espacios independientes y de autoempleo. 3. Obligatoriedad del arte teatral para
escuelas de educación básica, como derecho ciudadano y obligación educativa. 4.
Crear un criterio afín (creación de un Plan de desarrollo teatral nacional) para l_s
funcionari_s de los tres niveles de gobierno que se responsabilicen del área de
teatro, para prevenir la incertidumbre que las ocurrencias no sustentadas de
funcionarios de alto nivel provocan en el trabajo teatral, y de este modo darles más
autonomía de acción. 5. Observatorio de políticas culturales que sea autónomo, no
gubernamental y eminentemente ciudadano.
Entendemos (y espero que se entienda aquí que cuando use la primera persona
del plural hablo de los artistas escénicos michoacanos con los que tuve la
posibilidad de dialogar esto, en búsqueda que sean los más, que me eligieron y a
quienes estoy representando) que por más que enunciemos a este espacio como
un lugar de encuentro y construcción organizada de paz, esto es una arena de
confrontación que debe ser regulada; y es, sobre todo, un espacio de negociación:
Queremos construir una ley nacional de teatro y cada uno de los representantes
elegidos por cada estado viene aquí a presentar su carta de deseos imposibles.
Si queremos, como congreso, que se logre tener una ley nacional de teatro para
impulsarla en la agenda política de estas elecciones, debemos estar dispuestos a
aceptar públicamente nuestros intereses y saber negociar sobre ello. Renunciando
con esto a una perspectiva idealizada de lo que la federación significa: Consenso
irrestricto, acuerdo definitivo con un proyecto único que no se puede dar el lujo de
atender al disenso.
Las instituciones pueden facilitar en las transacciones 4 tipos de costos: los costos
de producción (instituciones creadoras de mercado), los de planeación
(instituciones estabilizadoras), los de negociación y promesa (instituciones
reguladoras) y los de aplicación y supervisión (instituciones legitimadoras) (Eaton
D. 2008; Rodrick & Subramanian 2003, 2).
Parto aquí de dos puntos que a veces coinciden y otras veces se confrontan: Lo
que mi comunidad necesita y lo que le falta a mi comunidad. En función de ambas
exhibo las conclusiones fundamentales que se dialogaron en las Jornadas
Preparatorias de Michoacán.
¿Quiénes son los artistas escénicos que me mandaron como representante? Una
minoría. Aun cuando llegamos a ser 26 trabajadores de la escena en las jornadas
preparatorias, varios de ellos expresaron su desconfianza de una elección – la mía
- tan prematura que no tomase en cuenta más que a los grupos de la capital del
estado, de los cuales fueron pocos, y no a los del estado en su plenitud.
Del 2008, donde se producía una temporada del Don Juan Tenorio que llegó a
contar con un millón de pesos de presupuesto, una temporada de pastorelas, un
sistema de becas en funcionamiento llamado en aquel tiempo SECREA y dinero
suficiente para producir al menos 2 obras al año; para el 2018, carecemos desde
hace 4 años de estímulos estatales para el desarrollo artístico, la última temporada
de pastorelas hace 2 años careció de cualquier tipo de remuneración, la última
temporada de Don Juan Tenorio en 2017 fue producida de forma privada con
apoyo en especie (escenario y un vestuario en disputa por asuntos de pagos), e
incluso los grupos más arraigados al sistema institucional y con facilidades
presupuestales, sólo pudieron contar con sesgados tiempos en el único teatro en
funciones del estado en Morelia.
Por otro lado, y como ya dijimos, el estado carece de estrategias para reducir
costos en términos de planeación, que serviría como formato de estabilización
entre proyectos recién formados y proyectos de largo respiro que se han
acomodado adecuadamente al esquema institucional. A la inexistencia de una red
de información de agrupaciones y proveedores del arte escénico (red que la actual
secretaria demandó a la comunidad, pero que es su responsabilidad plena), habría
que sumarle el rompimiento durante al menos 2 años entre los departamentos de
teatro y danza de la SECUM y la administración del teatro del IMSS local, la
desaparición paralela del foro cultural la bodega (cuya organización venía fallando
desde hace casi 9 años antes de su desaparición), con lo que nos encontramos
con una falta de infraestructura y un teatro cooptado históricamente por la
Orquesta Sinfónica (Ya en 1970 ese teatro era prioritariamente para la OSIDEM)
como es el teatro Ocampo.
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* * *
Volviendo al ejemplo del PNTE, pudimos ver que la maquinaria estatal carecía de
los mecanismos para distribuir presupuesto (un formato de legitimación donde
todo el dinero se centraliza en finanzas y emerge al gusto), que la encargada
institucional de operarlo carecía de herramientas de negociación dentro de su
propio instituto y que la coordinación nacional no tuvo muchos mecanismos para
refrendar los intereses del grupo o de buscar los intereses del arte escénico.
* * *
La quinta propuesta gremial es muy concreta y por ello con ésta termino: Crear
un observatorio de políticas teatrales que sea autónomo, no gubernamental y
eminentemente ciudadano que nos permita visualizar y poder señalar con más
precisión la gama de imperfectos, y de abusos de las que hemos hablado y que
queremos corregir en nuestras instituciones para que nos sirvan y nos atiendan.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2003/06/pdf/rodrik.pdf
Press.