Importancia de la valoración del Patrimonio Cultural

En los tiempos actuales es necesario difundir la importancia del patrimonio

cultural y la valoración del mismo, en vista de las múltiples culturas que, con fines
comerciales, a través de los medios de comunicación masivos se han impuesto a
lo largo de los años, y que han sido aceptadas por nuestras comunidades con
gran receptividad.
Al hablar sobre el patrimonio cultural no se hace referencia a lo antiguo,
sino a lo propio, lo autóctono, contrastando con lo que se ha impuesto
artificialmente, y que se confunde con modernidad, con desarrollo. El patrimonio
cultural, en síntesis, son todos aquellos bienes materiales e inmateriales que
hemos heredado de nuestros ancestros y que nos confieren un rasgo
característico ante otros pueblos, grupos sociales o comunidades. De allí su
importancia: de que confiere identidad y representa la esencia, el ser y el sentir de
un pueblo. Es conveniente destacar que cualquier manifestación folclórica o bien
inmueble es patrimonio cultural sólo cuando el pueblo reconoce en él o ella un
símbolo de identidad, como algo suyo, propio, teniendo un vínculo afectivo y de
pertenencia con aquello y que es capaz de practicar, preservar, difundir y
defender.
Los tiempos modernos se han caracterizado por la “colonización” de una
cultura global, única - una amalgama entre culturas europeas y norteamericana
caracterizada por la preponderancia del desarrollo científico, tecnológico y, por
supuesto, de las TIC´s- sobre las culturas minoritarias, consideradas como
retrógradas y atrasadas, siendo estas, aquellas que mantienen las creencias,
expresiones folclóricas, entre otras, que han recibido de sus antepasados. Y es
en estas culturas minoritarias que aún se mantienen vivas, donde se expresa la
diversidad cultural mundial, que debe ser conservada. Por tanto, el patrimonio
cultural de estos pueblos hace referencia a su historia, a la evolución de sus
pueblos originarios hasta los actuales, la inserción de nuevos elementos culturales
al paso de los tiempos y que se han quedado enraizados.
Es, por tanto, que el estudio y enseñanza del patrimonio cultural, sobre todo
el sentido de pertenencia hacia lo propio, debe comenzar en casa y ser reforzado
en las instituciones educativas y culturales, en búsqueda de no dejar perder las
tradiciones y la esencia de nuestra identidad. El conocer el pasado, el quiénes
somos nos garantiza comprender y encarar los tiempos presentes así como
encaminarnos a los tiempos futuros.