Anda di halaman 1dari 2

La ley del oro.

El oro blanco

Catálogo de joyas de oro y oro blanco en castellon

El oro es un metal de color amarillo ligeramente rojizo, dúctil, blando, pesado y brillante. El oro puro
mancha los objeto con los que se encuentra en contacto durante un tiempo, este hecho se debe a su
condición como metal blando, y por tanto de fácil desgaste. Para aumentar su dureza se alea con otros
metales que no perjudiquen sus restantes cualidades. La ley del oro es la indicación de la proporción de
metal fino (puro) que hay en una aleación. Cuando hablamos de “ley de 18 kilates” indicamos que en
cada 24 partes de oro hay 18 de fino y 6 de otros metales; por ejemplo, plata o cobre.

La ley de 24 kilates quiere decir que las 24 partes son de oro; cuando la ley es de 22, se indica que la
aleación está formada por 22 partes de oro y 2 partes de otros metales. En la ley de 12 kilates, habrá 12
partes de oro y otras 12 de otro metal, o liga.

La ley, se puede expresar, tanto en kilates (medida de pureza), como en milésimas; las milésimas nos
indican el peso de oro que entra en 1000 unidades; por tanto, si la ley de un trozo de oro es de 850
milésimas, significa que en 1000 gramos entran 850 gramos de oro fino y el resto de otros metales; si la
ley es de 916, en 1000 gramos entrarán 916 de oro puro.

Pues bien, como comentábamos anteriormente, el oro puro se alea con otros metales para aumentar su
dureza. Aun así, el oro de 18 kilates sigue siendo un metal blando y por tanto, susceptible de provocar
manchas, esto se debe a la presencia de dos factores: en primer lugar, por la proporción de oro fino que
contiene (75%); y en segundo lugar, por los metales de su liga, que en caso del oro amarillo serían la
plata y el cobre. La plata es blanca y el cobre rojizo, con esta aleación mantenemos el color natural del
oro, pero se debe tener en cuenta que tanto la plata como el cobre también son metales blandos, por
tanto, una pieza de 18 kilates sigue manchando. El resultado de la aleación proporciona un nuevo metal
con más dureza pero no con la suficiente para evitar un futuro desgaste.

En 1917, y tras 30 años de investigaciones, el joyero neoyorquino David Belais da a conocer al comercio
una nueva modalidad en el oro: el oro blanco. Su empleo se ve fuertemente motivado por la primera
guerra mundial que da lugar entre 1914 y 1918. El uso del platino desaparece para todo lo concerniente
a la joyería, ya que tan preciado metal era completamente necesario para las armas bélicas de precisión,
así, los joyeros se vieron forzados a estudiar la nueva aleación. Actualmente se fabrica el oro blanco de
18 kilates a través de una aleación de oro fino, paladio y plata. El resultado es un metal entre blanco y
gris, sin llegar al blanco del platino, por eso, una vez terminado el trabajo, las piezas se someten a un
baño de rodio consiguiendo presentar un color blanco muy parecido al platino.

El rodio es un elemento metálico del grupo del platino y usado como baño galvánico, es una protección
hasta hoy no superada contra las influencias químicas o el desgaste; es un metal duro y esta cualidad
impide que las piezas puedan manchar, al contrario del oro amarillo. El baño de rodio garantiza un
espléndido acabado de las piezas de joyería y bisutería, con el oro blanco consigue un magnífico brillo.
Su color es incluso más blanco que el platino. Cabe tener en cuenta que en piezas como las sortijas, que
por su uso, sufren un continuo roce, este baño acaba desapareciendo, mostrando así el color de la
aleación del oro blanco. En estos casos, el orfebre puede preparar la pieza para volverla a someter a un
baño de rodio y así dejarla totalmente nueva.

Todos los artículos

Anda mungkin juga menyukai