con las «relaciones sociales» visibles sino que falsas apariencias derivan todas las nociones jurí-
constituyen un nivel de la realidad, invisible pero dicas del asalariado y del capitalista, todas las mis-
presente más allá de las relaciones sociales visi- tificaciones de la producción capitalista”.4
bles. La 16gica de estas últimas y, más general- En efecto, desde el momento que el salario
mente, las leyes de la práctica social, dependen del aparece como precio del trabajo, la ganancia no
funcionamiento de aquellas estructuras ocultas, puede aparecer como trabajo no retribuido. Se
cuyo descubrimiento debe permitir «desentrañar presenta, necesariamente, como emanación del
todos los hechos observados».2 capital. Parece que cada clase obtiene de la pro-
Muy a grosso modo resumiremos así la te- ducción la renta a que tiene derecho. No hay ex-
sis de Marx: en la práctica del sistema capitalista plotación visible de una clase por la otra. Las cate-
todo sucede como si con el salario se retribuyese el gorías económicas de salarios, beneficio, interés,
trabajo del obrero y como si el capital tuviera, por etc., expresan, pues, las relaciones visibles de la
sí mismo, la propiedad de acrecentarse automáti- práctica corriente de los negocios, lo que les con-
camente, de proporcionar una ganancia a su pro- fiere una utilidad pragmática, pero su valor cientí-
pietario. En la práctica corriente no hay prueba fico es nulo. Al partir de esas categorías la ciencia
directa alguna de que la ganancia capitalista sea económica se limita, de hecho, a «sistematizar y
trabajo obrero no pagado, ninguna experiencia preconizar doctrinalmente las ideas de los agentes
inmediata de la explotación del trabajador por el de la producción cautivo de las relaciones de pro-
capitalista. Según el análisis de Marx, la ganancia ducción del régimen burgués. Por eso no debe
es la fracción del valor de cambio de las mercan- causarnos asombro el que la economía vulgar se
cías que queda en las manos de su propietario, una encuentre como el pez en el agua precisamente
vez deducido el precio de coste. El valor de cam- bajo la forma más extraña de manifestarse las rela-
bio supone una unidad de medida que haga con- ciones económicas, en la que éstas aparecen prima
mensurables a las mercancías. La utilidad de éstas facie como contradicciones perfectas y absurdas”.5
no puede proporcionar tal unidad, puesto que en el La inteligibilidad y la coherencia que esa sistema-
plano del valor de uso no hay nada de común entre tización introduce en las representaciones corrien-
-por ejemplo legumbres y estilográficas. . . El va- tes de los miembros de la sociedad no pueden
lor de cambio de las mercancías sólo puede prove- desembocar más que en mitos. «Hablar del precio
nir de aquello que les es común: ser productos del del trabajo es cosa tan irracional como un logarit-
trabajo. Por lo tanto, la sustancia del valor es el mo amarillo». En el caso que estamos consideran-
trabajo socialmente necesario para la producción do el mito consiste en una teoría coherente de las
de mercancías. La ganancia o beneficio es una apariencias, de lo que parece suceder en la prácti-
fracción -no retribuida en el salario del valor 3 ca. De donde se deduce que la representación cien-
creado por el uso de la fuerza de trabajo de los tífica de la realidad social no «surge», por “abs-
obreros. En una palabra, la ganancia es trabajo no tracción», de las representaciones espontáneas o
pagado, trabajo gratuito. Pero en la práctica de los reflejas de los individuos. Debe, por lo contrario,
capitalistas y de los obreros todo sucede a primera romper la evidencia de dichas representaciones
vista como si el salario retribuyese la totalidad del para poner de manifiesto la lógica interna, invisi-
trabajo suministrado por él obrero (prima, salario a ble, de la vida social. Para Marx, por lo tanto, el
destajo, tarifa de horas suplementarias, etc.) Por modelo construido por la ciencia corresponde a
consiguiente, el salario comunica al trabajo no una realidad disimulada bajo la realidad visible.
retribuido del obrero la apariencia de trabajo retri- Más todavía: según Marx dicha disimulación no
buido. resulta de la impotencia de la conciencia para
Esta forma del salario, que no expresa más «percibir” la estructura sino que es el producto de
que las falsas apariencias del trabajo asalariado, la estructura misma. Si el capital no es una cosa
hace invisible la relación real entre capital y traba- sino una relación social, es decir, una realidad no
jo y muestra precisamente lo contrario; de esas sensible, ésta no puede por menos que desaparecer
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 3
cuando se presenta bajo la forma sensible de mate- ta ocho subsecciones, como el sistema Aranda, y
rias primas, instrumentos, dinero, etc. Por lo tanto, sin embargo, autoriza el matrimonio con la prima
no es el sujeto el que se engaña, es la realidad cruzada matrilateral, como el sistema Kariera. Pero
quien lo engaña: las representaciones de los indi- mientras que el sistema Kariera autoriza el matri-
viduos se originan en las apariencias que disimula monio con las dos primas cruzadas, el sistema
estructura del proceso de producción capitalista. A Murngin lo prohibe con la prima cruzada patrilate-
una estructura determinada de lo real corresponde ral, introduciendo una dicotomía entre los primos
-señala Marx- un determinado modo de aparecer cruzados. Y aún encierra otras peculiaridades:
dicha estructura, el cual constituye el punto de recurre a siete líneas, mientras que el sistema
arranque de un tipo de conciencia espontánea de Aranda se contenta con cuatro, y el sistema Karei-
esa estructura, del que ni la conciencia, ni el indi- ra con dos; la nomenclatura de su sistema de pa-
viduo son responsables. De ahí que el conocimien- rentesco incluye 71 términos, mientras que la de
to científico de una estructura no liquide la con- los Aranda s6lo cuenta 41 y la de los Kariera, 21.
ciencia espontánea de la misma: modifica el papel Era necesario, por lo tanto, explicar la di-
y los efectos de esta última sobre la conducta de cotomía de los primos cruzados, el matrimonio
los individuos, pero no la suprime.6 preferencial con la prima cruzada matrilateral, y
Así Marx, al suponer que la estructura no las otras singularidades del sistema. C. Lévi-
se confunde con las relaciones visibles sino que Strauss ha demostrado que puede encontrarse la
explica su lógica oculta, anuncia la moderna co- explicación si se supone la existencia y la acción -
rriente estructuralista. Y enlaza plenamente con bajo el sistema explícito de cambio restringido
ella al plantear la prioridad del estudio de las es- entre ocho subsecciones, que es la forma aparente
tructuras sobre el de su génesis y evolución. Antes en el sistema Mumginde un sistema implícito de
de abordar este nuevo tema precisaremos, sin desa- cuatro secciones, de estructura totalmente diferen-
rrollarla, la comparación que hemos esbozado te, de la que los mismos Mumgio no tenían con-
entre las prácticas científicas de Marx y de Lévi- ciencia, y tampoco había sido verdaderamente
Strauss, recordando las características principales identificada y teorizada hasta entonces por los
del célebre análisis del sistema de parentesco etnólogos especialistas de los sistemas de paren-
Murngin, incluido en las Structures élémentaires tesco. A esa estructura Lévi-Strauss la denomina
de la parenté.7 “estructura de cambio generalizado”.
Los especialistas consideraban «aberrante” Mientras que en un sistema de cambio res-
este sistema porque no era posible clasificarlo tringido el matrimonio se con forma siempre a la
exactamente en la tipología de los sistemas austra- misma regla, puesto que si un hombre de A se casa
lianos llamados «clásicos”. Estos son de tres tipos, con una mujer de B, un hombre de B puede casar-
según que el número de clases matrimoniales sea se con una mujer de A, en un sistema de cambio
de 2, 4 u 8. Se había comprobado que un sistema a generalizado si un hombre de A se casa con una
mitades prescribe el matrimonio entre los primos mujer de B, un hombre de B se casará con una
cruzados, pero lo prohíbe entre los primos parale- mujer de C, y un hombre de C con una mujer de A.
los. Lo mismo sucedía en el sistema Kariera de Es decir, A habrá tomado una mujer a B, pero a
cuatro secciones. Por lo tanto, al pasar de un sis- «cambio» cederá una mujer a C. Aquí la reciproci-
tema de dos a un sistema de cuatro clases matri- dad se realiza, entre un número cualquiera de par-
moniales no cambiaba en nada el orden de las ticipantes, por el juego de relaciones orientadas en
prescripciones y prohibiciones. Por el contrario, en una dirección determinada e irreversible:
el sistema Aranda, de ocho subsecciones, estaba ABCA. Se puede demostrar fácilmente, a
prohibido el matrimonio entre todos los primos de continuación, que en un sistema de cambio genera-
primer grado, cruzados o paralelos. lizado, de cuatro secciones, la prima cruzada ma-
Ahora bien, el sistema Murngin difiere, a trilateral encuentra siempre en la clase que sigue
la vez, de los sistemas Kariera y Aranda. Compor- inmediatamente a la del o, donde él puede tomar
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 4
esposa, mientras que la prima cruzada patrilateral tanto, en su principio mismo, el estructuralismo
se encuentra siempre en la clase que procede a la funcionalista de Radcliffc-Brown11 y, en general,
suya y que le está prohibida. La estructura de tal toda la sociología empírica anglosajona, para la
sistema proporciona, pues, la fórmula teórica del cual la estructura forma parte de la realidad empí-
matrimonio Murgnin y funda la ley de la dicoto- rica.12
mía de los dos primos cruzados. Para Lévi-Strauss la estructura forma parte
Después es fácil demostrar que cuando se de lo real, pero no es realidad empírica. No es
agregan mitades matrilineales a un sistema de posible, pues, confrontar una estructura y el mode-
cambio generalizado de cuatro secciones, cada lo teórico construido para representarla. Pero, a la
sección se desdobla en dos subsecciones y se ob- vez, la estructura no existe solamente en, y para, el
tiene así un sistema de ocho sub secciones que espíritu humano, con lo que se recusa igualmente
reviste las apariencias de un doble sistema de el estructuralismo idealista y formalista que se
cambio restringido tipo Aranda. En este momento, reclama de Lévi-Strauss.13 En su respuesta a May-
igualmente, todas las restantes peculiaridades del bury-Lewis --quien le acusaba de descubrir seudo-
sistema --el número de líneas, la extensión, enor- estructuras que contradecían los datos etnológicos
me de la nomenclatura aparecen como otras tantas Lévi-Strauss formula su posición mucho más ex-
consecuencias necesarias al funcionamiento de esa plícitamente que en la Anthropologie structurale:
estructura implícita, como aspectos complementa-
rios de su lógica interna. «Naturalmente, la última palabra
No es difícil percibir el inmenso alcance la dirá la experiencia. Sin embargo, la ex-
de la demostración de Lévi-Strauss. Tratando de periencia sugerida y guiada por el razona-
explicar un caso singular, aberrante,8 inclasificable miento deductivo no será idéntica a las
en los epígrafes de la tipología etnológica tradicio- experiencias simples 'con las que todo el
nal, Lévi-Strauss des cubría la existencia9 y expli- proceso comenzó. El microscopio electró-
caba la naturaleza de una nueva familia de estruc- nico, al permitimos ver moléculas reales,
turas mucho más compleja que las conocidas hasta suministra la prueba concluyente de la es-
la fecha y, sobre todo, mucho más difíciles de tructura molecular de la materia. Esta ha-
identificar, dado que el ciclo de cambio que de- zaña no altera el hecho de que en el futuro
terminan no es «tan inmediatamente perceptible”. la molécula seguirá siendo lo mismo de
Con ello se hacía necesaria y posible una nueva invisible a simple vista. Análogamente, se-
clasificación de los sistemas de parentesco, en la ría vano esperar del análisis estructural
que quedaba incluida la antigua tipología de los que modifique la percepción de las rela-
sistemas de cambio restringido, cuya particulari- ciones sociales concretas. Sólo logrará ex-
dad quedaba ahora manifiesta. En el plano práctico plicarlas mejor»14
se disponía del instrumento necesario para abordar
el estudio de ciertos sistemas complejos de paren- Una de las implicaciones del método es-
tesco en China, la India, el Sudeste asiático y Sibe- tructural es la crítica de todo psicologismo y de
ria, que parecían extraños a la noción de cambio. todo finalismo sociológico. En las Structures élé-
No era menor la importancia de las con- mentaires, Lévi-Strauss mostraba que las conside-
clusiones y principios metodológicos de Lévi- raciones psicológicas de Warner aportaban una
Strauss en el plano epistemológico. Sea implícito10 respuesta ilusoria al problema de la existencia de
como ocurre en el caso de los Murngin, o explíci- siete líneas entre los Mumgin.15 Warner quería
to, como en el de los Katchin, una estructura nunca explicar este hecho por la necesidad de resolver las
es directamente visible y legible al nivel empírico. tensiones que, de no existir esa multiplicación de
Tiene que ser descubierta mediante un trabajo líneas, se producirían en el grupo entre Ego y el
teórico, productor de hipótesis y de modelos. El hermano de la madre, es decir, el padre de la futura
análisis estructural de Lévi-Strauss recusa por lo esposa, la prima cruzada matrilateral. 16 Como
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 5
hemos visto, la respuesta a esta cuestión no debía legitimar la comparación entre Marx y el estructu-
nada a la psicología sino que se encontraba en la ralismo moderno. No ha permitido aislar en la
lógica misma del sistema de: cambio generalizado, práctica de Lévi-Strauss dos principios del análisis
del que Werner no sospechaba ni siquiera la posi- estructural: el primero, que una estructura forma
bilidad. parte de lo real, pero no de las relaciones visibles;
Más fundamental aún es que el análisis de el segundo, que el estudio del funcionamiento
la lógica de una estructura permita poner de mani- interno de una estructura debe proceder y orientar
fiesto sus posibilidades y capacidades de evolu- el estudio de su génesis y evolución. Ya hemos
ción. Dicho análisis permite a las investigaciones puesto en evidencia que el primer principio se
sobre origen y la génesis de una estructura «guiar- encuentra en Marx. Demostraremos ahora que sin
se”, en cierta manera, por el conocimiento de su el segundo no puede comprenderse la arquitectura
propio mecanismo. En el caso de los Murngin, de El Capital.
Lévi-Strauss suponía que habían imitado a otros el
mecanismo de ocho subsecciones que ellos se es- II. Prioridad del estudio de las estructu-
forzaban por hacer coincidir con un sistema ma- ras sobre el de su génesis y evolución.
trimonial original.17 Ponía de manifiesto, a conti-
nuación, que semejante sistema era «inestable», lo Una simple ojeada sobre la construcción
que determinaba sus posibles formas y modos de de El Capital pone de manifiesto esa propiedad.
evolución. Demostraba que esa inestabilidad era lo La obra no comienza con la teoría del capital, sino
propio de todos los sistemas de cambio generali- por la exposición de la teoría del valor, es decir,
zado, los cuales, por principio, son de régimen por la definición de un grupo de categorías necesa-
«armónico”, dado que en ellos las reglas de filia- rias al estudio de no importa qué sistema de pro-
ción son las mismas que 1as reglas de residencia ducción mercantil, independientemente de que ésta
en lo que concierne a la definición del estatuto repose sobre el trabajo del campesino libre, del
social del individuo, mientras que los sistemas de siervo, del esclavo, del trabajador asalariado, etc.
cambio restringido son, por principio, «disarmóni- Este grupo de categorías se desarrolla a partir de la
cos y estables”.18 En esto, concluía Lévi-Strauss, definición del valor de cambio de la mercancía. A
reside el fundamento de la desigual capacidad de continuación aparece la moneda como mercancía
aparición y evolución de esas dos familias de es- especial, cuya función consiste en expresar y me-
tructuras.19 dir el valor de cambio de las restantes mercancías.
Estas capacidades, pues, constituyen pro- El dinero es definido como una forma de la mone-
piedades objetivas de las estructuras, no dependen da. El dinero cesa de funcionar como simple me-
de los individuos, y éstos, por lo general, son in- dio de circulación de las mercancías y comienza a
conscientes de dichas propiedades. Si el sistema funcionar como capital cuando reporta dinero,
Murngin, por ejemplo, es producto de una imita- cuando su uso añade valor a su valor inicial. Cua-
ción y de una adaptación, resulta, por este hecho, lesquiera que sean sus formas capital comercial,
producto de una actividad consciente y finalizada, financiero, industrial --la definición general del
pero en lo esencial los Murngin son inconscientes capital es la de ser valor que se valoriza y reporta
de la lógica y de las capacidades de evolución de plusvalía.
su nuevo sistema, las que, en todo caso, no depen- Por lo tanto, al final de la 2ª sección del li-
den de sus in tenciones. Situada en semejante bro 1 de El Capital, Marx dispone de los instru-
perspectiva, la evolución social deja de ser una mentos teóricos necesarios para identificar la es-
sucesión de accidentes desprovistos de significa- tructura específica del sistema económico capita-
do.20 lista, la relación capital-trabajo asalariado, elaborar
Este análisis, demasiado sucinto, de algu- la teoría del Capital. Para emprender esta cons-
nos fragmentos de la obra más antigua de Lévi- trucción teórica necesitaba disponer de la defini-
Strauss, nos parece suficiente, sin embargo, para ción rigurosa de la noción de mercancía, puesto
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 6
contradicciones internas a un sistema con la tesis el método y el plan de El Capital. Es la que permi-
de que el funcionamiento de este sistema reprodu- te a Marx explicar las formas visibles del funcio-
ce necesariamente las condiciones de su funcio- namiento del sistema capitalista, dejadas de lado al
namiento? Por ejemplo, el mecanismo del funcio- comienzo de su análisis. Le permite, también, di-
namiento del sistema capitalista reproduce, sin lucidar el nuevo papel y las nuevas formas que
cesar, la relación capital-trabajo, sobre la cual se toman las formas «antediluvianas” del capital24 --
ha edificado. Los mecanismos de la ganancia y del capital comercial y capital financiero cuando éstas
salario permiten, continuamente, a la clase capita- funcionan en el marco del capitalismo moderno.
lista, acumular nuevos capitales y reproducirse Resumiremos brevemente estos dos puntos para
como clase capitalista, acumular nuevos capitales extraer las consecuencias metodológicas.
y reproducirse como clase dominante y, allí inver- Como hemos visto, Marx analiza en pri-
sa, obligan a la clase obrera a poner de nuevo en mer lugar el mecanismo de producción de la plus-
venta su fuerza de trabajo y a reproducirse como valía, demostrando que consiste en la producción
clase dominada.22 Por lo tanto, la relación capital- de trabajo no retribuido. A continuación pone de
trabajo se presenta como el elemento invariable de manifiesto que el lazo interno y necesario de la
la estructura económica capitalista a través de to- plusvalía con el trabajo desaparece desde el mo-
das las variaciones de ésta: paso del capitalismo de mento en que se pone en relación no ya con el
libre concurrencia al capitalismo de monopolio salario pagado al obrero sino con el conjunto del
privado o de Estado, aparición de nuevas fuerzas capital avanzado por el capitalista, es decir, desa-
productivas, modificación de la composición de la parece en cuanto la plusvalía se presenta como
clase obrera y de sus formas de organización sin- beneficio. Los resultados del libro II le permiten a
dical o política, etc. De donde se desprende que el Marx, en las cuatro primeras secciones del libro
descubrimiento y la definición de esa invariable III, analizar las condiciones complejas de la reali-
constituyen, sin duda, el punto de partida obligado zación, por el empresario capitalista, del beneficio
del estudio científico del sistema, de su génesis y máximo. Sin daño para el objetivo que persegui-
de su evolución. La investigación de esta última se mos, podemos dejar de lado estos problemas rela-
presenta como el estudio de las variaciones com- tivos a las relaciones valor-precios, precios-
patibles con la reproducción del elemento invaria- beneficios, beneficio medio y super-beneficio,
ble de la estructura del sistema. El paso de la eco- norma de beneficio por ramas al nivel de la eco-
nomía política a la historia económica se perfila, nomía nacional, etc. Lo esencial es tener presente
una vez más, a este nivel; son posibles estudios la conclusión de Marx. De su ganancia -que al
sincrónicos y diacrónicos (análisis de los diversos límite parece tener poco que ver con la explotación
estados de una estructura correspondientes a diver- real de sus obreros-, el capitalista debe deducir una
sos momentos de su evolución). Pero el análisis parte que se convierte en renta urbana del propieta-
diacrónico de las variaciones compatibles con la rio del solar donde está enclavada la fábrica, otra
reproducción de una relación invariable no hace parte que vierte a título de interés al prestamista o
aparecer ninguna incompatibilidad estructural, al banco, otra que debe como impuesto al Estado.
ninguna condición de cambio estructural. 23 ¿Pue- El saldo constituye su beneficio empresarial. Al
den existir, acaso, variaciones incompatibles, ori- demostrar que el mecanismo de la producción de
ginadas en el interior del funcionamiento de un plusvalía constituye el origen común de las formas
sistema, desde el momento que el mismo mante- visibles de la ganancia capitalista -aunque ciertas
nimiento del sistema probaría que eran compati- categorías de capitalistas parezcan no tener rela-
bles con la reproducción de éste? Antes de analizar ción directa alguna con el proceso de la produc-
en detalle la noción de contradicción en Marx nos ción Marx hace posible el estudio de la articula-
detendremos aún en la de «compatibilidad estruc- ción entre la estructura interna del sistema y su
tural”, teniendo en cuenta que esta noción desem- formas visibles, de las cuales había prescindido,
peña un doble y decisivo papel que esclarece todo
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 8
por razones de principio, al comienzo de su análi- otra. Pone al descubierto las funciones de un ele-
sis. mento en el seno de una estructura, o de una es-
Marx vuelve sobre esas formas visibles, tructura en el seno de un sistema, y explica el or-
definiendo en cada momento su función real en el den de esas funciones. No es preciso esperar a que
sistema y su compatibilidad interna con las estruc- se descubra, por fin, dónde y cómo fue inventada
turas esenciales prioritariamente estudiadas. En la primera moneda, para resolver el «enigma de la
lenguaje moderno, el modo de proceder de Marx moneda». Por consiguiente, el objeto de la teoría
constituiría una especie de génesis ideal de los económica es descubrir dichas funciones y su or-
diversos elementos de un sistema a partir de las den en tal o cual estructura, y mediante ello d finir
leyes de su composición interna. El propio Marx lo las categorías de la economía política y articularlas
define a propósito de la moneda. entre sí en una especie de génesis lógica ideal.
Pero ésta no es la génesis real y no la reemplaza.
«Todo el mundo sabe, aunque no Una vez más, la teoría económica suministra su
sepa más que eso, que las mercancías po- análisis, como hilo conductor, a la historia econó-
seen una forma particular de valor que mica, sin confundirse con ella, todo y desarrollán-
contraste muy ostensiblemente con sus di- dose gracias a los resultados de esta última. A este
versas formas naturales: la forma moneda. nivel, la recusación de todo historicismo, o de toda
Se trata ahora de hacer lo que la economía prioridad del estudio histórico de un sistema sobre
burguesa no ha intentado nunca: se trata su estudio estructural, es total en Marx, y anticipa
de proporcionar la génesis de la forma en más de medio siglo la crisis de la lingüística y
moneda, es decir, de desarrollar la expre- de la sociología que indujeron a Saussure y a Lo-
sión del valor contenido en la relación de wie a rechazar el enfoque evolucionista del siglo
valor de las mercancías, desde su manifes- XIX.
tación más simple y menos aparente hasta
esa forma moneda que salta a la vista de «Se puede comprender el capital
todo el mundo. Con ello será resuelto al sin la renta del suelo. El capital es la fuer-
mismo tiempo, y desaparecerá, el enigma za económica que lo domina todo. Consti-
de la moneda».25 tuye, necesariamente, tanto el punto de
partida como el de llegada, y debe ser ex-
Pero conviene advertir sobre una interpre- plicado antes que la renta del suelo. Una
tación errónea que podría surgir a propósito de lo vez estudiados específicamente -capital y
que · hemos llamado la génesis ideal de las catego- renta del sueles menester examinar su re-
rías económicas. En efecto, si un objeto se con- lación recíproca. Sería imposible y erróneo
vierte en mercancía desde el momento que es pro- alinear las categorías económicas en el or-
ducido para el cambio, este cambio puede hacerse den en que fueron históricamente determi-
por trueque y no implicar la existencia de moneda nantes. Al contrario, su orden viene de-
alguna. Para que el cambio de mercancías haga terminado por las relaciones que existen
necesaria la especialización de una de ellas en la entre ellas en la moderna sociedad burgue-
función de expresar y medir el valor de cambio de sa, y resulta precisamente el inverso del
las restantes mercancías, se requieren determina- que parece ser su orden natural o parece
das condiciones concreta. (independientemente de corresponder a su orden de sucesión en el
que esa mercancía moneda sea el cacao, las con- curso de la evolución histórica. No se trata
chas, el ganado o el oro: su función no cambia por de la prelación que se establece
ello). Para que un metal precioso se imponga como hist6ricamente entre las relaciones econó-
forma general de la moneda se requiere otras con- micas en la sucesión de las diferentes for-
diciones precisas. Marx no opera, a la manera he- mas de sociedad. Aún menos de su orden
geliana, «deduciendo» una categoría a partir de de sucederse “en la idea» (Proudhon)
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 9
las posibilidades, las propiedades objetivas, de una sistema capitalista al destruir la antigua sociedad
estructura históricamente determinada. Se trata de feudal y sus formas de esclavitud.
una correspondencia totalmente independiente de Hemos distinguido dos tipos de contradic-
toda idea a priori sobre la felicidad, la libertad ción en El Capital y mostrado que la contradicción
«verdadera”, la esencia del hombre, etc. Por consi- fundamental para esclarecer la evolución de un
guiente, Marx demuestra la necesidad y la superio- sistema es la contradicción entre sus estructuras, la
ridad de un nuevo modo de producción, y con ello cual nace de los límites objetivos de las relaciones
funda un juicio de valor, sin partir de un criterio de producción para mantenerse invariables mien-
apriorístico de lo racional.44 Y ese juicio de valor tras varían en ciertas proporciones las fuerzas pro-
no es un juicio sobre das personas», no demuestra ductivas. Necesitamos ahora intentar definir la
un progreso de la «moralidad», una victoria de teoría de la contradicción implícita en Marx que, a
«principios éticos» en la sociedad socialista res- nuestro parecer, opone radicalmente la dialéctica
pecto a la sociedad capitalista. Es un juicio sobre de Marx a la de Hegel.
las «propiedades» de una estructura, sobre sus
condiciones particulares de aparición y de funcio- IV. La oposición radical de la dialéctica
namiento. de Marx y de la dialéctica de Hegel.
La necesidad de la aparición de un nuevo
modo de producción no remite ya a una finalidad Son conocidos los términos del problema,
escondida en los misterios de la esencia del hom- obscurecidos aún por las declaraciones de Marx y
bre, revelada sólo al filósofo, sea materialista o Engels. Marx declara, por un lado, que su método
idealista. En la contradicción, históricamente de- dialéctico es «la antítesis” del de Hegel; Engels,
terminada, entre relaciones de producción capita- que la dialéctica era «inutilizable bajo su forma
lista y un determinado nivel de fuerzas producti- hegeliana», y que sólo la dialéctica de Marx es
vas, ya no puede leerse el drama filosófico de la “racional”. Pero, al mismo tiempo, Marx agrega
rebelión de la «esencia verdadera» del hombre que basta con poner la dialéctica hegeliana sobre
contra la «existencia deshumanizada» impuesta a sus pies” para descubrirle una fisonomía comple-
los trabajadores por la burguesía. tamente «razonable» y desembarazarla de los «as-
En El Capital, mediante el análisis de las pectos mistificados» introducidos por el idealismo
contradicciones del sistema capitalista, la ciencia absoluto hegeliano. El asunto, pues, parece senci-
económica se separa radicalmente de toda ideolo- llo y tranquilizador. Sin embargo, Louis Althusser
gía, y Marx ya no tiene nada que ver con el joven ha desgarrado en artículos recientes47 ese velo de
Marx. La ideología consiste, precisamente, en palabras, obligado a ver el carácter insólito, absur-
transformar en carácter de la “naturaleza humana» do, de la hipótesis de una «inversión de Hegel». Es
la necesidad «puramente histórica, transitoria “, de inconcebible que la ideología hegeliana no haya
un modo de produccíón.45 El análisis de Marx contaminado a la esencia de la dialéctica en Hegel
recusa, pues, todas las justificaciones «humanis- mismo, que la dialéctica hegeliana pueda dejar de
tas» que pueden darse de la superioridad del socia- ser hegeliana y hacerse marxista por el simple
lismo. Lo que no significa que Marx desechara los milagro de una “extracción”.
problemas reales que puede expresar una ideología Según L. Althusser, la diferencia específi-
humanista, materialista o no. Pero analizar teóri- ca de la dialéctica de Marx consistiría en que la
camente estos problemas es determinar las posibi- contradicción está en ella, por principio, «sobrede-
lidades nuevas de evo lución social específicas de terminada». A nuestro parecer esta respuesta, si
las estructuras socialistas.46 Al suprimir las rela- bien aporta elementos positivos, válidos a otro
ciones de explotación y de dominación capitalis- nivel, no concierne a lo esencial. Veamos de nuevo
tas, el sistema socia lista crea condiciones nuevas el problema.
de evolución social, como antes lo había hecho el Marx describe dos tipos de contradicción.
Uno -interno a la estructura de las relaciones de
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 13
producción- aparece antes que el otro, el cual se posible más que llegando a un cierto momento del
crea poco a poco entre las dos estructuras del mo- desarrollo del modo de producción, de las fuerzas
do de producción capitalista: relaciones de produc- productivas. Las contradicciones de las clases en el
ción y fuerzas productivas. seno de las relaciones de producción pueden po-
La primera contradicción aparece con el nerse “al rojo vivo”, pero no habrá necesariamente
sistema y desaparece con él. La segunda surge con solución si no hay desarrollo de las fuerzas pro-
el desarrollo del sistema y por efecto del funcio- ductivas (al contrario, puede resultar la reproduc-
namiento de la primera contradicción, pero es ella ción cíclica de los conflictos sociales, estanca-
la que crea las condiciones materiales de la desa- miento, etc.)
parición del sistema, es ella la contradicción fun- En definitiva, nuestro análisis excluye la
damental. La relación entre estas dos contradiccio- hipótesis de que existe en Marx una teoría de «la
nes muestra que la primera, interior a las relacio- identidad de los contrarios”. De hecho, la hipótesis
nes de producción, contiene en sí misma el conjun- de la «identidad» es inventada por Hegel para de-
to de condiciones de su propia solución. Las con- mostrar que hay una solución interna a la contra-
diciones materiales de esta solución no pueden dicción interna de una estructura. La condición de
existir más que el exterior de la contradicción que semejante solución es que cada uno de los elemen-
estamos considerando, puesto que las fuerzas pro- tos que se contradicen en el seno de la estructura
ductivas constituyen una realidad completamente sea, a la vez, él mismo y su contrario; que la tesis
distinta de las relaciones de producción e irreduc- sea ella misma y su contraria, la antítesis, para que
tible a éstas; una realidad que posee sus condicio- la síntesis esté ya incluida en las contradicciones
nes internas de desarrollo y su temporalidad espe- de aquéllas. Pero en Marx tal condición queda
cífica. radicalmente excluida, puesto que no son reducti-
Las otras condiciones para la solución de bles los unos a los otros, no son idénticos, ni los
la contradicción de las relaciones de producción se elementos que se contradicen en el interior de una
sitúan al nivel de las superestructuras políticas, estructura, ni las estructuras que se contradicen en
culturales, etc., y estas estructuras son igualmente el interior de un sistema.
irreductibles a las relaciones de producción tienen Esto demuestra que la identidad de los
también su propia modalidad de desarrollo. En contrarios, estructura fundamental de la dialéctica
Marx, por lo tanto, la solución de la contradicción hegeliana, no es necesaria más que para adminis-
interna a la estructura de las relaciones de produc- trar las «pruebas» del idealismo absoluto, para
ción no se crea por el sólo desarrollo de esta con- fundar el hegelianismo como saber absoluto del
tradicción. La mayor parte de las condiciones de espíritu absoluto, totalidad que se contradice a sí
su solución es exterior a ella, irreductible a su con- misma en sí misma, en la exterioridad de la natura-
tenido. leza y en la interioridad del Logos, permaneciendo
Por el contrario, la posibilidad de resolver idéntica a sí a través de todas sus contradicciones.
la segunda contradicción -la existente entre las La identidad de los contrarios es un operador má-
estructuras del sistema económico-nace del desa- gico que Hegel debe darse para construir el templo
rrollo interno del sistema (y, como veremos, del de las ideas48 del saber absoluto y revestir de apa-
movimiento de todas las estructuras sociales). La riencia racional el golpe de mano ideológico que
solución de esta segunda contradicción consiste en sirve de indemostrable punto de partida al idealis-
cambiar la estructura de las relaciones de produc- mo absoluto. Por lo tanto, el idealismo filosófico
ción para ponerla en correspondencia con la de las hegeliano determina el contenido interno específi-
fuerzas productivas. Pero este cambio equivale a co de la noción de contradicción en Hegel, y esta
eliminar la propiedad privada de los medios de estructura, fundada sobre el principio de la identi-
producción y, por consiguiente, a suprimir la base dad de los contrarios, es el polo opuesto de la de
misma de la contradicción interna de las relaciones Marx y hace a la dialéctica «inutilizable para la
de producción capitalistas. Tal eliminación no es ciencia”49
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 14
Con la hipótesis de la identidad de los con- tíficos del marxismo dogmático, no eran como
trarios se puede, en efecto, probar todo, a lo que es para disipar dicha fascinación. Por ejemplo: «La
lo mismo, no demostrar nada. apropiación capitalista, conforme al modo de pro-
Por eso es comprensible que Marx, ya ducción capitalista, constituye la primera negación
desde la «Contribución», declare: «Nada más sim- de esa propiedad privada que no es más que el
ple, entonces, para un hegeliano, que poner la pro- corolario del trabajo individual independiente.
ducción y el consumo como idénticos...»,50 aña- Pero la producción capitalista engendra ella misma
diendo: «el resultado al cual llegamos nosotros no su propia· negación con la fatalidad que preside a
es que la producción, la distribución, el intercam- las metamorfosis de la naturaleza. Es la negación
bio, el consumo, son idénticos, sino · que son los de la negación». 54
elementos de una totalidad, diferenciaciones al Lo que en Marx no es más que metáfora,
interior de una unidad”.51 Y en el Anti-Dühring una manera de hablar del movimiento del capita-
Engels defiende el método dialéctico de Marx lismo, en Engels se convierte en «ley del desarro-
mostrando que no se reduce al «embrollo dialécti- llo de la naturaleza, de la historia y del pensamien-
co, a la mixtura y a la caricatura de ideas, cuyo to, ley extremadamente gene.ral y precisamente
resultado final es que todo es uno»,52 y donde la por ello de extremo alcance y significación».55
negación de la negación «oficia de comadrona De hecho, una vez expulsada la mistifica-
merced a cuyos servicios el porvenir surge del ción acerca de la identidad de los contrarios, y en
seno del pasado”; que no se reduce «al infantil tanto que el carácter específico de la contradicción
pasatiempo de afirmar alternativamente que una en Marx estaba por analizar, el único concepto
rosa es una rosa y no es una rosa”.53 general hegeliano que parecía seguir siendo racio-
Aquí es donde los análisis de Althusser nal era la noción de negación de la negación. Tal
adquieren su verdadera significación. El postulado como nosotros lo entendemos, el análisis que hay
de la identidad de los contrarios garantiza a Hegel, en Marx de la noción fundamental de contradic-
en todo instante, una solución interna, imaginaria, ción entre estructuras podría incorporarse a la más
a las contradicciones internas que analiza, y lo más moderna práctica científica.56 Esta noción explici-
frecuentemente esa solución se reduce a una ope- taría ciertas propiedades objetivas de las estructu-
ración mágica, ideológica, en el seno de una dia- ras, los límites objetivos de sus posibilidades de
léctica «simple». reproducción, de permanecer invariable en lo
Siendo así, ¿cómo explicarse la impoten- esencial habida cuenta de las variaciones de sus
cia de los comentaristas de Marx para localizar la condiciones de funcionamiento internas y exter-
diferencia radical entre Hegel y Marx? La respues- nas; más profundamente, explicitaría los límites
ta es relativamente sencilla. Marx y Engels no han objetivos en que dichas estructuras pueden repro-
efectuado, nunca, de manera explícita y desarro- ducir su relación, su conexión con otras estructu-
llada, la distinción teórica de los dos tipos de con- ras. La aparición de una contradicción· sería, de
tradicciones -interno a una estructura y entre dos hecho, la aparición de un límite, de un umbral,
estructuras ni la clarificación de su articulación para las condiciones de invariabilidad de una es-
recíproca. En esas condiciones, la contradicción tructura. Más allá de ese límite se impondría un
que «saltaba a la vista» era la existente entre capi- cambio de estructura. Bajo este ángulo, la noción
talistas Y obreros, y a la segunda contradicción se de contradicción que presentamos podía interesar a
la confundía con ésta, o sea, con una contradicción la cibernética, puesto que ésta explora las posibili-
interna a una estructura. Nos encontramos, con dades límites y las regulaciones internas que per-
ello, aspirados en la órbita de la dialéctica mistifi- miten a no importa qué sistema -fisiológico, eco-
cada y mistificadora de Hegel, de la fascinante nómico u otro conservarse a través de determina-
dialéctica de la dialéctica de los contrarios y de la dos juegos de variaciones de sus condiciones de
solución interna, etc. Las fórmulas equívocas de funcionamiento, internas y externas. Tal análisis
Marx y Engels, lo mismo que los hábitos anticien- aproxima las ciencias de la naturaleza de las cien-
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 15
cias del hombre. En plan de broma podría decirse producción de la vida material condiciona
que si una glaciación hizo desaparecer el dinosau- el proceso de la vida social, política e inte-
ro de la superficie del globo, esta especie no pere- lectual en general. . . el cambio en la base
ció del desarrollo espontáneo de sus contradiccio- económica material transforma, más o
nes internas sino de la contradicción entre su es- menos, toda la enorme superestructura”.58
tructura fisiológica interna y la estructura de sus
condiciones exteriores de existencia. Por lo general se ha interpretado al revés
La teoría de la contradicción que expone- la causalidad particular que Marx atribuye a lo
mos devolvería a la dialéctica su carácter científico económico en el juego de conjunto de todas las
y, por las mismas razones, esta dialéctica científica causalidades recíprocas de la infraestructura y de
tendría que ser materialista. En efecto, si el método las superestructuras. Como ya hemos visto, en el
dialéctico no depende ya de la hipótesis de «la seno mismo de la infraestructura Marx distingue
identidad de los contrarios”, si las contradicciones las relaciones de producción y las fuerzas produc-
que nacen del funcionamiento de una estructura tivas, no confundiendo jamás estas dos estructuras
expresan sus dimites”, si las condiciones de apari- Esta irreducibilidad de las estructuras no puede
ción y resolución de dichas contradicciones se limitarse a la economía. Para Marx -y de ello hay
encuentran, en parte, al exterior de dicha estructu- que partir- cada estructura social posee un conte-
ra, si ninguna estructura es reducible a otro, quiere nido y un modo propios de funcionamiento y de
decir que ningún finalismo interno regula la evolu- evolución. Esta irreductibilidad excluye de inme-
ción de la naturaleza y de la historia. diato dos tipos de interpretación de la causalidad
Sobre esta base podría entablarse un diá- determinante de la economía.
logo nuevo -en torno a la hipótesis de una corres- Por un lado, las estructuras no económicas
pondencia necesaria entre estructuras entre las no pueden «brotan de las relaciones económicas, y
ciencias y el marxismo, y entre estructuralismo y la causalidad de lo económico no puede presentar-
marxismo. Para terminar quisiéramos confrontar se como la génesis de la superestructura fuera del
esa hipótesis con otra de Marx que parece contra- seno de la infraestructura. Por otro lado, las estruc-
decirla o, al menos, reducir su alcance, con una turas no económicas no son simples «fenómenos»
salida ideológica: la tesis relativa al papel determi- que acompañan a la actividad económica y que no
nante que desempeñarían «en última instancia”57 ejercen más que una acción pasiva sobre la vida
las estructuras económicas en la evolución de la social, mientras que las relaciones económicas son
vida social. poseedoras de una causalidad activa, a efectos más
o menos «automáticos”.59 En ambos casos es difí-
--oOOOo-- cil comprender mediante qué curiosa alquimia la
economía se convertiría, por ejemplo, en sistema
Es bien conocida la célebre frase del pre- de parentesco, o por qué misteriosa razón debería
facio a la Contribución a la crítica de la economía ocultarse -torpemente-- bajo dicho sistema. Por lo
política: tanto, hay que orientar la investigación en otra vía,
y conviene estudiar más de cerca la noción de «co-
“Las relaciones de producción co- rrespondencia” entre estructuras.
rresponden a un determinado grado de Consideremos, por ejemplo, el proceso de
desarrollo de las fuerzas productivas mate- producción en nuestra sociedad capitalista. Las
riales. El conjunto de estas relaciones de relaciones de producción entre capitalistas y obre-
producción forma la estructura económica ros, la obligación para éstos de trabajar para aqué-
de la sociedad, la base real sobre la cual se llos, parece estar holgadamente independizada de
eleva la superestructura jurídica y política, los lazos religiosos, políticos y, ocasionalmente,
y a la que corresponden determinadas familiares, que pudieran existir entre ellos. Cada
formas de conciencia social. . . el modo de estructura social parece ampliamente «autónoma»
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 16
y el economista se inclinará a tratar las estructuras realmente como relaciones de producción, el papel
no económicas como «variables exógenas», a bus- determinante de la economía no entra en contra-
car una racionalidad económica «en sí». La co- dicción con el papel dominante del sistema de
rrespondencia entre estructuras será, entre todo, parentesco, sino que se expresa a través de él.63
«externa». En una sociedad arcaica la situación es En esta perspectiva es posible entrever una
distinta. El economista marxista distinguirá fácil- eventual aportación de Marx al estudio científico
mente en estas sociedades las fuerzas productivas de las estructuras sociales y de sus múltiples evo-
(caza, pesca, agricultura, etc.), pero no distinguirá luciones, profundamente diferente del que le atri-
relaciones de producción «aisladas». O, todo lo buyen o le rehúsan sus exégetas habituales. Porque
más, las distinguirá en el funcionamiento mismo lo que en realidad es irreductible son las funciones,
de las relaciones de parentesco Estas son las que y la evolución de las estructuras, su diferenciación,
determinan los derechos del individuo sobre la se explicaría por la transformación, la evolución,
tierra y los productos, sus obligaciones de trabajar de sus funciones. Puede suponerse, por ejemplo,
para otro, de recibir o de dar. Determinan, tam- que la aparición de nuevas condiciones de produc-
bién, la autoridad de unos sobre otros en materia ción en las sociedades arcaicas modifica la demo-
política y religiosa. Es decir, que en ese tipo de grafía, exige nuevas formas de autoridad, lleva
sociedad las relaciones de parentesco dominan la consigo nuevas relaciones de producción. Puede
vida social. ¿Cómo, en la perspectiva de Marx, suponerse que más allá de un cierto límite las anti-
comprender a la vez el papel dominante del paren- guas relaciones de parentesco no pueden asumir
tesco y el papel determinante, en última instancia, esas nuevas funciones. Estas se desarrollan fuera
de la economía? del parentesco y hacen aparecer estructuras socia-
Sería imposible si economía y parentesco les distintas -políticas, religiosas- que a su vez,
son considerados como infraestructura y superes- funcionan como relaciones de producción. Es de-
tructura. Pero en una sociedad arcaica las relacio- cir, no son las relaciones de parentesco las que se
nes de parentesco funcionan como relaciones de transforman en relaciones políticas, sino la función
producción al mismo tiempo que como relaciones política de las antiguas relaciones de parentesco la
políticas. Por lo tanto, las relaciones de parentesco que se desarrolla sobre la base de problemas nue-
son aquí, a la vez --en el vocabulario de Marx in- vos. Las relaciones de parentesco derivan hacia un
fraestructura y superestructura,60 y puede suponer- nuevo papel, adquieren otro estatuto social, y las
se que la complejidad de las relaciones de paren- relaciones políticas y religiosas encargadas de las
tesco en las sociedades arcaicas está ligada con las nuevas funciones (infraestructura y superestructura
múltiples funciones que asumen en dicho tipo de a la vez) pasan a ocupar el puesto central dejado
sociedad.61 Puede suponerse, igualmente, que el vacante.
papel dominante y la estructura compleja de las Explicar el papel determinante de la eco-
relaciones de parentesco en las sociedades arcaicas nomía consistiría, pues, en explicar al mismo
dependen, también, de la estructura general de las tiempo el papel dominante de estructuras no eco-
fuerzas productivas, de su débil nivel de desarro- nómicas en tal o cual tipo de sociedad. Sociedades
llo, que impone la cooperación de los individuos, distintas en el espacio y en el tiempo pertenecerían
la vida en grupo, para subsistir y reproducirse.62 a un mismo «tipo» si su estructura global es com-
A través de este ejemplo abstracto la co- parable, es decir, si la relación entre sus estructuras
rrespondencia economía parentesco no aparece ya sociales, determinada por las funciones y la impor-
como una relación externa sino como una corres- tancia de cada una de ellas, resulta compa rabie.
pondencia interna, sin que por ello las relaciones En esta perspectiva podrían abordarse de manera
económicas entre parientes se confundan con sus nueva las oposiciones acostumbradas: estructura-
relaciones políticas, sexuales, etc. Tenemos, por acontecimiento (antropología historia, estructura-
consiguiente que en la medida en que en este tipo individuo (sociología-psicología).
de sociedad el sistema de parentesco funciona
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 17
lizado). Structures élémentaires de la paren- 36. Le Capital, I, t. III, p. 155. En la edición del
té, p. 272. FCE, T. I p. 608.
20. De ahí la crítica de Lévi-Strauss contra el evo- 37. El Capital, T. III, p. 256.
lucionismo asociacionista del siglo XIX. 38. Sobre este punto se impone la confrontación de
Structures élémentaires de la parenté, p. Marx y de Sartre de la Critica de la razón
129, 185. dialéctica.
21. Le Capital, J. T. III, p. 155. En la edición del 39. El Capital, T. III, p. 8.
FCE, T. I. p. 608. 40. El Capital, T. III, p. 254.
22. Esto no es invalidado por los fenómenos de 41. El Capital, T. III, p. 248. Subrayado por Marx.
movilidad social que permiten a ciertos 42. El Capital, T. III, p. 256.
obreros convertirse en capitalistas, o que na- 43. El Capital, T. III, p. 261.
cen de la concurrencia, arruinando a tal ca- 44. En una carta a Lafargue del 11 de agosto de
pitalista o a tal categoría de empresas. 1884. Engels escribía: “Marx protestaría
23. Esta dicronía parece replegarse siempre en lo contra el “ideal político, social y económi-
sincrónico, o al menos manifestar los múlti- co” usted le atribuye. Cuando se es “hombre
ples modos de existencia de una misma es- de ciencia” no se tiene ideal se elaboran re-
tructura habida cuenta de las variaciones lo- sultados científicos, y cuando además se es
cales de sus condiciones de funcionamiento. hombre de partido, se combate por aplicar-
Véase Marx: “Una misma base económica - los. Pero cuando 1e tiene un ideal no 1e
la misma en cuanto a sus condiciones fun- puede ser hombre de ciencia, porque enton-
damentales puede mostrar en su modo de ces se tiene un parti pris por anticipad”.
manifestarse infinitas variaciones y grada- {Correspondencia Engels-Lafargue, T. I., p.
ciones debidas a distintas e innumerables 235. Editíons sociales).
circunstancias empíricas, condiciones natu- 45. El Capital, T. III, p. 241.
rales factores étnicos, influencias históricas 46. Ver toda la discusión por Marx del programa
que actúan desde el exterior, etc., variacio- de Gotha, y su pulverización de laJ declara-
nes y gradaciones que sólo pueden com- ciones humanistas sobre el “derecho legal”,
prenderse mediante el análisis de estas cir- la justicia en el trabajo, etc.
cunstancias empíricamente dadas”. El Capi- 47. “Contradicción y Superdeterminación”; Sobre
tal, T. III, p. 733. la dialéctica materialista en Por Marx, Edi-
24. El Capital, T. III, p. 555. ción Revolucionaria, 1966.
25. Le Capital, 1, T. I, p. 63. En la edición del 48. Kierkegaard, en El Concepto de la angustia
FCE, T. I, p. 15. saca partido contra Hegel y contra el racio-
26. Contribución a la crítica de la economía políti- nalismo, y abre el camino al existencialis-
ca, p. 267. mo.
27. El Capital, T. III, p. 561. 49. Cuando Lenin declara que la dialéctica “la
28. El Capital, T. III, p. 811. teoría de la identidad de los contrarios” o “el
29. El Capital, T. III. p. 247. estudio de la contradicción en la esencia
30. El Capital, T. III. p. 260. misma de las cosas”, pensamos que estable-
31 El Capital, T. III. p. 241. ce una equivalencia abusiva entre estas dos
32. El Capital, T. III. p. 816. definiciones.
33. Carta a Kugelmann del 17 de marzo de Análogamente, Mao Tsé Tung confunde
1868. constantemente unidad de los contrarios e
34. Le Capital, I, t. III, p. 190-191. En la edición identidad de los contrarios: “¿Por qué ha-
del FCE, p. 636-647. blamos nosotros de la identidad de los con-
35. Le Capital, J, t. I. p. 171-172. En la edición del trarios y de su unidad? ... Es que los aspec-
FCE, T. 1, p. 121. tos contradictorios no pueden existir aisla-
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 20
damente el uno sin el otro. Si uno de los dos que Marx designaba como el «núcleo”
aspectos opuestos, contradictorios, falta, las (Kern) positivo de la dialéctica de Hegel sea
condiciones de existencia del otro aspecto este grupo de propiedades; unidad de los
desaparecen también. . . Sin propietarios te- contrarios, asimetría de las relaciones en el
rratenientes no hay arrendatarios; sin arren- seno de esta unidad, relación orientada en
datarios no hay propietarios terratenientes. una dirección y animada de un movimiento
Sin burguesía, no hay proletariado; sin pro- irreversible. Es posible, también que puedan
letariado no hay burguesía... Y así con todos relacionarse con este grupo de propiedades
los contrarios. En condiciones determinadas, algunos análisis hegeliano de significado se-
por una parte se oponen, por otra, están li- cundario, pero que parecen conservar cierta
gados mutuamente, se interpenetran, se im- validez: por ejemplo, la hip6te1is de la
pregnan recíprocamente, dependen el uno transformación de la cantidad en calidad…
del otro. Es lo que se llama identidad”. Esto esclarece el equívoco de las dos metá-
(Ecrits philosophiques, Lausanne, 1963, p. foras utilizadas por Marx para designar las
96-97). relaciones de su método dialéctico con el de
50. Contribución a la crítica de la economía políti- Hegel: la metáfora del “núcleo” y la de la
ca, p. 249. «inversión”. En efecto, no bastaba invertir la
51. Contribución, p. 256. dialéctica de Hegel para darle un aspecto to-
52. Anti-Dühring, Cap. XIII. Dialéctica. Negación talmente “razonable”, desde el momento
de la negación. que fue necesario amputarla antes del prin-
53. Anti-Dühring, Cap. XIII. Dialéctica. Negación cipio de identidad de loa contrarios, que era
de la negación. En Hegel Marx y Engels lo a la vez, el principio primero del método y
sabían muy bien- el método dialéctico no el fundamento último del idealismo absolu-
lleva a la confusión de todos los contrarios to. Pero esta fisión del n6cleo muestra que
en 1u identidad y a la incoherencia del dis- no se ha conservado intacto en el seno de
curso filosófico. Ciertamente, la identidad la dialéctica de Marx, hecho que la metáfora
de los contrarios es, a la vez, el principio y mencionada disimula.
el objeto, y por lo tanto el fundamento ima- No obstante, es difícil imaginar que Marx -
ginario, especulado, de la validez teórica del -el único entre todos los pensadores del siclo
idealismo absoluto. Pero éste no es el único XIX que revolucionó, a la vez, el saber filo-
principio invocado por Hegel, puesto que la sófico y un dominio del saber científico se
identidad de los contrarios funda, a fortiori, haya equivocado enteramente sobre sus re-
el principio de unidad de los contrarios. En laciones con Hegel. Probablemente, lo que
la trama del discurso especulativo de Hegel Marx aprehendía como su deuda teórica con
pueden, pues, existir islotes positivos indu- Hegel era ese fragmento del núcleo, el con-
cidos por una reflexión sobre la unidad de cepto de unidad de loa contrarios y el grupo
los contrarios. Por ejemplo, en la Fenome- de propiedades a él ligadas. Pero en este ca-
nología del Espíritu, bajo la identidad espe- so es forzoso comprobar -como el mismo
culativa del amo y del esclavo (el amo es el Marx lo hacía que el Método dialéctico, en
esclavo de su esclavo, el esclavo el amo de tanto que teoría explícitamente desarrollada
su amo) la relación amo-esclavo está consti- de unidad de los contrarios, no existe aún
tuida por dos relaciones asimétricas, del científicamente es decir, realmente. Y si,
amo al esclavo y del esclavo al amo, que no como vamos a ver, las diversas variedades
se superponen, no se confunden. Por esta ra- de contradicciones deben relacionarse con el
zón, la relación amo-esclavo se encuentra concepto de “límite”, entonces existirían ya
orientada y evoluciona en una dirección de- -como la misma existencia de El Capital lo
terminada, irreversible. Es posible que Jo prueba- tantos análisis dialécticos implícitos
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 21
como hay prácticas científicas que elucidan sobre esos objetos), el segundo permanece
las contradicciones límites de funcionamien- ampliamente desconocido.
to de dominios de “objetos” explorados por En cuanto se aplican las matemáticas a un
1as ciencias. Pero nada asegura a priori que, campo de problemas, respecto a los cuales
una vez explicitados los principios metodo- todavía son débiles, se corre el riesgo de
lógicos de cada una de estas prácticas (o sea, crear saberes ilusorios, fantasmas del cono-
1as normas operatorias actuantes a la som- cimiento. Se corre, también, el riesgo de
bra gesto científico) tendrán su sitio en una franquear sin saber ni quererlo, y por lo tan-
dialéctica única y unificadora. to sin intención ideológica, la línea invisible
54. Le Capital, I, t. III, p. 205. En la edición del pero real que separa siempre el saber cientí-
FCE, T. I, p. 649. fico de la ideología.
55. Anti-Dühring, Cap. XIII. Cf. en este capítulo el 57. Engels. Carta a Joseph Bloch, 21 de Sep. 1890:
cuadro en quince líneas de la evolución dia- “Si alguien lo tergiversa diciendo que el fac-
léctica de la humanidad desde el comunismo tor económico es el único determinante,
primitivo hasta el comunismo definitivo, pa- convertirá aquella tesis en una frase vacua,
sando por la propiedad privada. abstracta, absurda”... (Ed. en Lenguas ex-
56. En el seno de esta práctica las matemáticas y la tranjeras. Moscú Tomo II pág. 520. N. de la
cibernética exploran de manera privilegiada R.).
la noción de “límite”. Es una de las razones 58. Contribución, p. 12.
de su uso, cada vez más generalizado, en las 59. Engels. Cartas a Starkenberg. 25 de enero de
ciencias humanas. Pero la eficacia real de 1894.
las matemáticas está circunscrita, por prin- 60. Engels, en el Origen de la familia, de la pro-
cipio, al conjunto limitado de problemas que piedad privada y del Estado (prefacio), al
se pueden formalizar ya, y para el tratamien- declarar que “el factor determinante en últi-
to de los cuales es suficiente la potencia ma instancia, en la Historia, es la produc-
operatoria de las matemáticas. ción y la reproducción de la vida inmediata»
Para los problemas más complejo del análisis es- deja suponer que el parentesco juega un pa-
tructural -analizar, por ejemplo, las modali- pel determinante al lado de la economía,
dades de la conexión de las estructuras de mientras que en realidad es un elemento de
un sistema (social u otro) de tal era que pue- la infraestructura económica.
da explicarse por qué esas modalidades in- 61. Basándose en esta plurifuncionalidad del sis-
ducen al interior de una de las estructuras tema de parentesco Beattie y otros antropó-
conectadas una función dominante- el con- logos han pretendido que el parentesco no
cepto científico de estructura parece todavía tiene un contenido propio, sino que es una
demasiado tosco. Por otra parte, pensar el constante, la forma simbólica en la cual se
concepto de límite es determinar el conjunto expresa el contenido de la vida social, las re-
de las relaciones permisibles entre las es- laciones econ6micas, políticas, religiosas,
tructuras de un sistema, el conjunto de las etc., y por lo tanto que el parentesco no es
variaciones compatibles de esas variaciones más que lenguaje, medio de expresión. Sin
incompatibles que provocarían la elimina- discutir que el parentesco funciona como
ción de una de las estructuras conectadas y lenguaje simbólico de la vida social, Sch-
el cambio del sistema. Si el primer punto es- neider objeta que el parentesco tiene tam-
tá ya parcialmente explorado (por ejemplo, bién su propio contenido, el cual aparece
el concepto matemático de categoría de con· sustrayendo de su funcionamiento sus as-
junto toma por objeto un conjunto de obje- pectos económicos, políticos, religiosos.
tos Y el sistema de aplicaciones permisibles Aparece, entonces, el conjunto de las rela-
ciones de consanguinidad y de alianza que
Maurice Godelier: Sistema, estructura y contradicción en El Capital de Marx - 22
sirven de medios de expresión de la vida so- vol. XXX. 1963. Schneider, “The nature of
cial y son los términos del lenguaje simbó- Kinship”, noviembre-diciembre de 1964.
lico del sistema de parentesco. Quiere de- 62. Véase a este propósito C. Lévi-Strauss: “La
cirse que el parentesco es un contenido par- situación es completamente diferente en los
ticular de la vida social y, al mismo tiempo, grupos donde la satisfacción de las necesi-
sirve de modo de aparición y de expresión dades económicas reposa enteramente sobre
de un contenido totalmente diferente. la sociedad conyugal y la división del traba-
Pero al intentar reencontrar de esta manera jo entre los sexo. No solamente el hombre y
un contenido al parentesco, Schneider difí- la mujer no tienen la misma especialización
cilmente puede evitar la caída en el biolo- técnica, y dependen el uno del otro para la
gismo que él condena en Gellner. Es sabido fabricación de los objetos necesarios a las
que el conjunto de relaciones biológicas de tareas cotidianas, sino que se consagran a la
consanguinidad y alianza no es el parentes- producción compleja de diferentes tipos de
co, puesto que· un sistema de parentesco es alimentos. Una alimentación completa y,
siempre un “grupo” particular de esas rela- sobre todo, regular, depende pues de esta
ciones, en el seno del cual se regulan social verdadera “cooperativa de producción” que
mente la descendencia y la alianza. Y por- constituye el matrimonio”… “En los niveles
que estas relaciones son seleccionadas y más primitivos, particularmente, cuando el
“retenidas” el parentesco real no e1 un rigor del medio geográfico y el estado rudi-
hecho biológico sino social. mentario de las técnicas hacen problemáti-
El error común a Battie y a Schneider es cos tanto la caza y la horticultura como la
buscar, fuera de lo económico, lo político, recogida y la rebusca, la existencia sería casi
lo religioso, el contenido de ese tipo de pa- imposible para un individuo abandonado a
rentesco. Este no es ni una forma exterior, sí mismo”. En Structures élémentaires de la
ni un contenido residual, sino que funciona parenté, p. 48.
directamente, interiormente, como relacio- 63. A propósito del “rango” y la importancia” de
nes económicas, políticas, etc., y, por ello las estructuras sociales en hacer una socie-
mismo funciona como modo de expresión dad caracterizada por una producción de-
de la vida social, como forma simbólica de terminada, Marx escribía en la introducción
esta vida. a la Contribución a la crítica de la economía
Por consiguiente, el problema científico política: “Es como una luz general en la que
consiste en determinar por qué es así en di- se bañan todos los colores modificando sus
versos tipos de sociedad, y en el plano me- tonalidades particulares. Es como un éter
todológico parece imponerse la conclusión particular que determina el peso especifico
de que las parejas de conceptos forma- de todas las formas de existencia que allí
fondo, continente-contenido, son inadecua- toman relieve”. (p. 171).
dos para dar cuenta del func1onanuento de 64. Roland Barthes, “Les Sciences hunaines et
las estructuras sociales. l'oevre de Lévi-Strauss”. Annales. No-
Gellner,”ldeal Language and Kinship Struc- viembre-diciembre de 1964 p. 10-86.
ture”, Philosophy of Science, vol. XXIV,
1957. Needham, “Descent. Systems and
Ideal Language”, Ibid., vol. XXVII. 1960.
Gellner, “The concept of Kinship”, vol.
XXVII, 1960. Barnea, “Physical and Social
Kinship», vol. XXVIII, 1961. Gellner, “Na-
ture and Society in Social Anthropology”,