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Los pecados de Israel en el desierto

- Texto: Sal. 106:24-32


- Serie: De Egipto a Canaán
- Meta: Que los creyentes quiten pecados de su vida que impiden que puedan crecer
espiritualmente.
- Fecha:
- Lugar:

Introducción: ¿Por qué es tan necesario para nosotros hoy estudiar la historia de Israel
desde su salida de Egipto hasta su entrada en Canaán? Porque el apóstol Pablo nos
recuerda que todas las historias del Antiguo Testamento se escribieron con el propósito
de enseñarnos qué debemos hacer y qué no debemos hacer.

Ro 15:4 “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se
escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos
esperanza.”

Escribiéndoles a los Corintios Pablo les dice que todo lo acontecido en el desierto con
Israel es una demostración que por más fuertes que nos creamos o más bendecidos que
estemos podemos terminar desagradando a Dios si nos descuidamos.

1 Co 10:1- 12 “1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos
estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados
en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos
bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y
la roca era Cristo. 5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron
postrados en el desierto. 6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros,
para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como
algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a
jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés
mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por
las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el
destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el
que piensa estar firme, mire que no caiga.”

Dios permita que este sermón sea una amonestación para nosotros, para vivir vidas
agradables a Él.

I. El pecado de la murmuración:
“Murmurar” es una palabra española que tiene básicamente dos significados según la
RAE:

- Expresión que hace una personas a manera de queja o disgusto con una persona o
cosa en voz baja.
- Criticar, hablar mal o conversar en perjuicio de una persona que no está presente.

Entonces, la murmuración es aquel pecado que hace que los creyentes expresen sus
incomodidades o desacuerdos cuando no están presentes las personas de quien se
habla, o bien es el pecado que hace que los creyentes comenten sus desacuerdos o
quejas con otros, sin ser capaces de enfrentar a las personas cara a cara. En este
mismo pecado cayó Israel en el desierto.

a) Israel se queja de las bendiciones de Dios:


“4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de
Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos
acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los
melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues
nada sino este maná ven nuestros ojos. 7 Y era el maná como semilla de culantro, y
su color como color de bedelio. 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en
molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor
era como sabor de aceite nuevo. 9 Y cuando descendía el rocío sobre el
campamento de noche, el maná descendía sobre él. 10 Y oyó Moisés al pueblo,
que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se
encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.”
Nm. 11:4-10

- ¿Es posible que los creyentes lleguen al punto de menospreciar las bendiciones de
Dios por las cosas del mundo? Viendo la historia de Israel en el desierto, eso puede
suceder.
- La indignación de Dios por causa del pueblo:
“18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis
llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente
mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. 19 No comeréis
un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino hasta un mes
entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto
menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de
él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?”
Nm. 11:18-20

- El pueblo de Israel no sólo se estaba quejando contra Dios sino que hablaban en
sus tiendas ocultamente sobre Moisés y su liderazgo, el pecado de murmuración
hizo que Dios indignado por el pecado del pueblo les diera carne hasta que ellos
terminaran aborreciéndola.

b) Israel se queja contra Dios por la nueva tierra:


“36 Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían
hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, 37
aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de
Jehová.” Num. 14:36-37

- En el contexto de los versículos 36-37, Moisés había enviado a doce varones


espías a reconocer la tierra de Canaán y que trajeran un informe completo sobre lo
que había allá. ¿Qué informaron?

Num. 13:31-33 “31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos
subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. 32 Y hablaron mal
entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por
donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el
pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33 También
vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a
nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”

¿Cómo reaccionó el pueblo?

Num. 14:1-4 “1 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró
aquella noche. 2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de
Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este
desierto ojalá muriéramos! 3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a
espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería
mejor volvernos a Egipto? 4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y
volvámonos a Egipto.”

El desánimo es como un virus que se extiende a varias personas. Recuerde


hermano, no estamos para desanimar a los creyentes, estamos para animar, y si
vemos que las cosas se ponen difíciles, tenemos que motivar a salir adelante, no a
retroceder. La Biblia dice que una de las cosas que Dios aborrece es a aquella
persona que pone discordia entre los hermanos.

- El pecado de Israel no sólo se suscitó por causa tener temor a pasar a la nueva
tierra sino porque querían designar otro líder, el que a ellos les parecía mejor para
volver nuevamente a Egipto, la tierra de la esclavitud.
Lo que tenemos que hacer es confiar más que Dios que en nuestros propios
esfuerzos. ¿Quién daría la victoria a Israel? Era Dios. Israel tenía que confiar más
en Dios.

c) Israel se queja contra Dios por falta de agua:


“2 Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y
Aarón. 3 Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto
cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! 4 ¿Por qué hiciste venir
la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y
nuestras bestias? 5 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este
mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun
de agua para beber.” Num 20:2-5

- Hasta donde se había tornado el corazón duro de Israel para nuevamente caer en
el pecado de la murmuración. De la misma manera, hoy en día hay muchos
cristianos murmuradores, aquellos que se entremeten en la vida de los hermanos
para hablar mal, aquellos que cuestionan el liderazgo de la Iglesia, aquellos que
generan pleitos entre los cristianos. Debemos de tener cuidado. Esto mismo pasaba
en la Iglesia de Corinto y de Éfeso pero Pablo les recomienda:

Ef. 4:1-3 “1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre,
soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;”

d) Israel se queja contra Dios por estar en el desierto:


“4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra
de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5 Y habló el pueblo contra Dios y
contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este
desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan
liviano. 6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al
pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.”
Num. 21:4-6

- Hay mucha gente hoy en día que piensa que ser líder o pastor es muy fácil, pero no
entienden que tener que pastorear a un grupo de personas no es fácil. Tener que
tratar con distintos caracteres, tener que tratar con distintas personalidades, no
todos maduran igual, algunos creyentes son de apoyo, a otros hay que estar
empujándolos todo el día, algunos creyentes son prudentes con sus palabras, otros
son imprudentes, algunos creyentes soportan todo, otros son muy sensibles y de
todo se ofenden. NO ES FÁCIL SER PASTOR.

- Me imagino a Moisés pastoreando a los Israelitas, creo que muchos pastores no se


atreverían a querer pastorearlos porque eran un pueblo muy difícil. Por ello Dios
brinda de una paciencia especial a los pastores y líderes para tratar con cada
creyente de manera particular.
II. Rebeldía al liderazgo:

a) Aarón y María murmuran contra Moisés:


“1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había
tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés
ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3 Y
aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la
tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al
tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la
columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a
María; y salieron ambos. 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7 No
así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y
claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no
tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? 9 Entonces la ira de Jehová se
encendió contra ellos; y se fue. 10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí
que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba
leprosa.” Num. 12:1-10

- Aarón y María eran hermanos de Moisés y líderes en Israel. Es curioso que a veces
pensamos que los líderes todos son maduros pero no es así. Aarón y María
estaban para ayudar a Moisés y no para estar hablando a sus espaldas. Recuerde:
Los líderes y diáconos están para apoyar el ministerio pastoral no para ser de
obstáculo.

Muchos pastores dicen que el ministerio pastoral es muy solitario, porque aún los
líderes y hermanos más cercanos pueden terminar traicionándole a uno. ¿Por qué
Dios lo permite? Porque Dios quiere que los pastores y ministros aprendan a confiar
y a esperar sólo en él.

- Dios castiga más fuertemente a María que a Aarón. El tema de la “mujer cusita”
sólo era una excusa, el tema de fondo era cómo tomar ellos el liderazgo
traicionando a Moisés.

b) Israel es rebelde al consejo del liderazgo:


“6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían
reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7 y hablaron a toda la congregación de
los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra
en gran manera buena. 8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta
tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seáis rebeldes
contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos
como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los
temáis. 10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos.”
Num 14:6-10

- ¿Cuál es el propósito de que Dios establezca líderes en una congregación o


pueblo? Ayudarles a caminar correctamente delante de Dios.

Ef. 4:11-12 “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos
para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
- ¿Por qué debemos ser sensibles al consejo del liderazgo en la congregación?
Porque la Biblia nos dice que los líderes de la iglesia son personas sabias, puestas
por Dios a través de la Iglesia local para ayudar a los creyentes a madurar en
Cristo.

1 Tes. 5:12 “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre
vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;”

c) Coré se rebela contra el liderazgo:


“1 Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y
On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, 2 y se levantaron contra
Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la
congregación, de los del consejo, varones de renombre. 3 Y se juntaron contra
Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación,
todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os
levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? 4 Cuando oyó esto Moisés, se
postró sobre su rostro; 5 y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana
mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que
él escogiere, él lo acercará a sí. 6 Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su
séquito, 7 y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová
mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste,
hijos de Leví.” Num. 16:1-7

- ¿Cómo terminó la historia? Doscientos cincuenta varones de los hijos de Coré


murieron por el fuego de Dios porque ellos ofrecieron incienso sin ser sacerdotes.
Además, Coré, Datán y Abiram junto con sus familias y posesiones descendieron
vivos al infierno por rebelarse contra el liderazgo de Dios.

- Hermanos seamos sensibles a la voz de Dios. Los líderes de la iglesia son siervos
puestos por Dios para respetar. El problema que se suscita ahora siendo cristianos
es que antes en el mundo, no teníamos líderes y no nos gustaba sujetarnos al
liderazgo de nadie. Pero ahora en la vida cristiana en nuestro camino a Canaán
debemos aprender a someternos a las autoridades porque ellos representan la
voluntad de Dios.

III. El pecado de la inmoralidad sexual:

a) Balaam busca maldecir a Israel:


“1 Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al
Jordán, frente a Jericó. 2 Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al
amorreo. 3 Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se
angustió Moab a causa de los hijos de Israel. 4 Y dijo Moab a los ancianos de
Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la
grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. 5 Por tanto,
envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra
de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de
Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. 6 Ven pues, ahora,
te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda
herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el
que tú maldigas será maldito.” Num 22:1-6

- Balac el rey de los moabitas tenía temor que Israel conquistara su tierra así que
envió a Balaam a maldecir a Israel. Sin embargo, cada vez que Balaam quería
proferir un juicio de maldición contra Israel, Dios mismo cambiaba sus palabras en
bendición.

Num. 23:7-11 “7 Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de


Moab, de los montes del oriente; Ven, maldíceme a Jacob, Y ven, execra a Israel. 8
¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que
Jehová no ha execrado? 9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los
collados lo miraré; He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado
entre las naciones. 10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de la cuarta
parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, Y mi postrimería sea como la
suya. 11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que
maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.”

- Viendo Balaam que no podía maldecir a Israel porque Dios lo había bendecido,
inventó un plan para que sea Dios mismo maldiciendo al pueblo. ¿Qué hizo?
Ordenó que Balac entregara a las jóvenes de su pueblo para que fornicaran con los
varones israelitas y les motivaran a que ellos adoraran otros dioses y comieran
comidas sacrificadas a los dioses. Esa era la única manera en la que Dios mismo
maldeciría a Israel.

b) El pecado de Israel:
“1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, 2 las
cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se
inclinó a sus dioses. 3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se
encendió contra Israel.” Num. 25:1-3

- La Biblia declara que fue el consejo de Balaam lo que hizo que los varones
israelitas fornicaran en Sitim.

Num 31:16 “He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de
Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo
mortandad en la congregación de Jehová.”
Ap. 2:14 “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen
la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.”

- Amados hermanos la fornicación destruye nuestras vidas, Dios pide de nosotros


santificación, pide pureza sexual, pide compromiso de fidelidad. ¿Viviremos más en
el pecado habiendo muerto a él? Si Israel falló sexualmente a Dios en el camino de
Egipto a Canaán, nosotros vivamos vidas que le glorifiquen camino a nuestro
Canaán espiritual.

Conclusión: Amados hermanos, los pecados de Israel en el desierto sean una


advertencia para todos nosotros, para no caer en murmuración, para no caer en rebeldía
contra los líderes de nuestra iglesia, y para no vivir vidas impuras sexualmente. Dios a
través de estas historias tan sólo nos muestra que ansía que vayamos quitando pecados
de nuestras vida y que vivamos una vida de santidad como la que él desea. Desechemos
de nuestra vida la murmuración, la rebeldía y la impureza sexual para que entremos al
Canaán de nuestro crecimiento espiritual.

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