matices y posibilidades pata degustar con todo tipo de platos. Desde los quesos hasta los platos
muy especiados, ácidos, picantes, ahumados y marinados, los sabores amargos, las carnes a la
plancha o el chocolate.
Es difícil hablar con exactitud del maridaje, de la unión armónica entre dos elementos, porque
no hay reglas ni razonamientos técnicos y, sobre todo, porque ‘en cuestión de gustos no hay
nada escrito’. Sin embargo, queremos dar algunas sugerencias para empezar a descubrir las
mejores combinaciones entre las cervezas y la gastronomía.
Arrancamos una serie sobre las armonías de la cerveza y lo hacemos por el principio,
explicando los sabores que mejor combinan con los de nuestras cervezas. ¡Vamos allá!
Ácidos y amargos: La cerveza contrasta la acidez del vinagre, por eso combina muy bien con los
escabeches, las ensaladas y los salpicones de marisco. Con los platos con tomate y verduras de
sabores amargos también se consiguen excelentes maridajes.
Agridulces: La cocina oriental encuentra en la cerveza el contraste perfecto a sus salsas de soja
o wasabi picante. Ocurre lo mismo con las hamburguesas con kétchup y mostaza.
Carnes: Para maridar un plato de carne con cerveza hay que adecuarse a los condimentos o
salsas. Cuanto más fuerte sea el sazonamiento se escogerán cervezas más oscuras y de mayor
cuerpo.
Pescados: Los pescados azules como atunes, bonitos, sardinas, boquerones, salmones, pez
espada… armonizan muy bien con las cervezas. Ocurre lo mismo con los ahumados, los
pescados en salazón y los marinados.
Picantes y especiados: La cerveza alivia la sensación que producen en el paladar los platos
picantes y los que llevan ajo y pimentón o condimentos.
Untuosos: La cerveza es una buena opción para acompañar los platos de textura untuosa como
los quesos o el huevo porque ‘limpia’ el paladar.
Chocolate: Los postres de intenso sabor a chocolate maridan con la cerveza negra y su gusto a
regaliz y frutos secos. También los platos que tienen el chocolate como ingredientes en sus
salsas encuentran en la cerveza una excelente compañera.
Cerveza
Como reglas primordiales, deberemos tener en cuenta que los sabores de la cerveza no
deberán sobresalir sobre los de la comida, y viceversa, así mismo, deberá existir
un equilibrio entre aromas y sabores.
Si prefieres maridar pollo asado, puedes optar entre una lager liviana, una
pilsner o una brown ale, ya que todas ellas complementan muy bien el sabor de
la carne. Sin embargo, no es del todo buena la combinación de la cerveza con el
pollo asado, puesto que la cerveza puede con los sabores suaves de las aves de
corral, salvo que se lo adobe bien.
Incluso hay gran numero de recetas para cocinar con cerveza, particularmente
la carne de pollo; en este caso, se recomienda acompañar con la misma que se
utilizó para prepararla. La cerveza también combina con el pollo braseado al
limón, las pechugas al estragón y el humilde pollo al ajillo.
Cualquier frito amerita una cerveza helada: anillos de cebollas, papas a la francesa,
alitas de pollo, empanadas, arepas... no hay límites. Clave que lo acompañe con
una cerveza para limpiar el paladar, pero que no sea lo suficientemente fuerte como
para quitarle el sabor salado de estas frituras.
ALE
Este tipo de cervezas de fermentación alta maridan con un buen número de
platillos sencillos, lo cual la hace ideal para servirse en ocasiones comunes. Va
bien con hamburguesas, pizzas, alitas de pollo, comida
asiática y mexicana, y, en general, con la comida picante o con alimentos
fritos.
CERVEZA FRUTAL
Para este tipo de cerveza belga al que se le añaden frutas en las barricas en que
se fermenta, lo cual le da un sabor especialmente dulce, marida con queso
mascarpone; con carnes blancas, como el pollo o pavo e, inclusive, va
perfecto con el pato cocinado con componente dulces; también con platos
encurtidos o ensaladas con aderezos afrutados.
LAGER
Las cervezas de fermentación baja son ideales para platillos donde destacan el
marisco, como el sushi; o para acompañar a pollo o cerdo asado. También
marida con platos de pasta en los que ésta no se acompañe con salsa o carne,
así como con platillos de comida picante, como la comida mexicana.
ORTER
Caracterizada por su color oscuro y su sabor intenso, donde se destaca el
lúpulo y la malta, la cerveza porter es ideal para acompañar platillo
ahumados o asados, por lo que va perfectamente con la cortes de carne,
salchichas o productos cárnicos con bastante grasa como el tocino o la
panceta.
El pimentón de es una especia que realza cualquier alimento, aportando sabor y aroma”
“El Pimentón tiene un valor reconocido en el mundo y la cerveza es un producto
que siempre está de moda con lo cual es una combinación perfecta que el
consumidor apreciará”.
Ácido con salado (el ácido corta al salado y compensa el sabor creando
una sensación de “limpieza”). Ejemplos: tomate y queso scamorza;
encurtidos y carne en sazón, o una Weissbier o Hefeweizen con por
ejemplo un buen jamón serrano.
En cambio, los sabores secundarios son aquellos más específicos que
complementan a los primarios. En la cerveza los más característicos son:
cereales, tostado, café, chocolate, nuez, ahumados, terrosos, caramelo,
fruta, lúpulo, hierbas, especias, vegetales, óxido, mantecados, minerales,
madera, levaduras, etc., que surgen como consecuencia de
una combinación de sabores primarios y elementos volátiles.