OBTENCIÓN Y CtBSERVACIÓN
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UNIVERSIDAD
1JE LOS ANDES
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DE
PROBETAS METJ~LOGRÁFICAS
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u Asignatura: METALURGIA 1
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A Profesor: ROBERTOSUAREZ
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E~cuella: MECANICA.
G Preci41~: Bs. 400
E Refercencia: 09.02-102-100
N Código: M-69
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MERIOA- VENEZUELA
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Univenidad de los Andes
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Facultad de lngenieria
Escuela de lngenieria Mecánica
OBTENCIÓN Y OBSERVACIÓN
DE
PROBETAS METALOGRÁFICAS
Fundamentos teórico-prácticos parciales de la asignatura Metalurgia I
Segunda edición
HECHO EL DEPÓSITO DE LEY
Depósito legal If. 23720026201522
ISBN 980-11 ~50-6
Se tiraron 100 ejemplares
. .
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OBTENCIÓN Y OBSERVACIÓN
DE
PROBETAS METALOGRÁF'ICAS
Prof. Roberto Suárez F.
Prof. Carlos Bloem l.
Escuda de Ingeniería Mecánica - ULA
CONTENIDO
l. Introducción ---------------------------------------------------------------··------------------------------
2. Operaciones preliminares para la preparación de muestras metalográficas ------------------------ 2
2.1. Selección de muestras metalográficas ----------------------------------------------- 2
2.2. Corte ------------------------------------------------------- -------------------------------- 3
2.3. Embutido-------------------------------------------------------------------- 4
3. Operaciones de la preparación de mUtestras metalográficas - - - -..------------------------------- 5
3.1. El desbaste--------------------------- -------- 6
3.2. El pulido-------------------..·-------·------------------------·----------------------------- 8
3.2.1. Pulido intermedio ------------------------------------------------------------------ 8
3.2.2. Pulido fmo (afino)---------------------------------------------------- 8
3.3. El ataque químico ------------------------------------------..------------------------------- 12
4. Observación con el microscopio metalográfico -------------------------------------------------- 13
5. Acerca del pulido electrolítico----------------------------------..------·----------------------------- 14
5.l. Ventajas del pulido mecánico --------------------------------------------------------------------- 15
5.2. Desventajas del pulido mecánico----------------------------------------------------- 15
5.3. Ventajas del pulido electrolítico -------------------------------------------------------------------- 15
5.4. Desventajas del pulido electrolítico--------------------------------------------------------- 15
Referencias bibliográficas ---------------------------------------------------.. ----------------------------- 16
Anexo único: Substancias y condiciones para la preparación de muestras metalográficas -------- 17
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Obtención y ob!ervación de ¡:wobelas metalogr.l:fi= 1
Proí Roberto SuátezF., Proí Carlos Bloem J. Escuela de InpieriaMecánica- UI.A
l. INTRODUCCIÓN
La metalurgia fisica es la rama de la metalurgia que se encarga del estudio de las estructuras de los matt?
riales metálicos (metales puros y aleaciones) y de las relaciones existentes entre esas estructuras y las pro-
piedades y comportamientos fisicos de estos materiales.
Metalografia se llama la parte de la metalurgia fisica que se encarga del estudio de la estructura granular;
no obstante, se debe tener presente que la metalografia también estudia las características y detallc~s que
presenta una superficie cualquiera del material metálico como masa total, y no sólo en lo relacionado con
sus granos. Los exámenes metalográficos a los que pueden ser sometidos los materiales metálicos, son:
a) exámenes macroscópicos y
b) exámenes microscópicos.
a) los tipos de granos pres~tes en un material metálico, diferentes visualmente debido a sus diferentes natu-
ralezas;
b) el tamaño promedio de los granos;
e) las formas de los granos;
a.mción y obsemlción de probelas metalográfica5
Prof Robe!1n Suál~ F., Prof Carlos Blocm l. Escuela de Ingenieria Mealnica • ULA
Todos estos son factores que iru~uyen en las propiedades y/o comportamientos mecánicos del~s maferiales
metálicos, o sea, en la manera como n~sponden dichos materiales cuando son sometidos ·a la acción de una
carga (fuerza externa).
Para que la microestructura resulte visible bajo el microscopio metalográfico, es imprescindible preparar
a
adecuadamente la superficie del material metálico que va ser observada. Para este fm se toma una peque-
ña muestra del material y sobre tmo de sus lados se hace la preparación; al ésta fmalizar decimos que hemos
obtenido una probeta meta/ográfica. Así pues, la obtención de una probeta metalográfica se logra mediante
la preparación de una muestra metalográfica.
La preparación de la muestra consiste en realizar una serie de operaciones sucesivas; la práctica y la expe-
riencia de realización de esas operaciones hacen· mejorar notablemente ·la calidad de la visualización de la
rnicroestructura y con ello se incrementa también la confianza en los resultados derivados de la observación.
Es evidente que para preparar una muestra se debe, antes que todo:
a) tenerla, y
b) darle condiciones que faciliten la preparación.
Tener la muestra implica haberla seleccionado entre muchas otras posíbles. Facilitar la preparació~ hnpiica
dar a la muestra un tamaño y forma tales que permitan su manipulación. ·Ént~nces, las operacio~es preÚmi-
nares para la preparación de una muestra metalográfica, son:
- Selección de la muestra.
-Corte. ' .· t,
La correcta selección de la muestra radica en lograrla de una pieza metálica de manera que sea representati-
va, o sea, que en sus características contenga información útil acerca del material metálico cuyo estudio
metalográfico se desea desarrollar. La representatividad de la muestra es condición indispensable en cual-
quier estudio de este tipo.
La operación de seleccionar correctamente uria muestra no puede ser dominada en forma de una. ~i.J:tlple
receta, pues requiere ae algún conocimiento previo acerca del material metálico y de la función que éSte ha
<bmción y obsavación de probetas metalo:w.iticas 3
Proí RobenD Suárez F., Prof. Carlos Bloem l. Escuela de lngenierla Mcc:áoica- ULA
de cumplir o ha cumplido como pieza. En cualquier modo, lo que sí se debe tener como principio de la se-
lección, es que cualquier estudio metalográfico de examen microscópico consiste en comparaciones de ca-
racterísticas microestructurales y que , por lo tanto, en comienzo siempre es conveniente seleccionar mues-
tras de las que se espera que posean características microestructurales opuestas, pues así se facilitan las
comparaciones, se simplifica la determinación de las causas que produjeron las diferencias microestructura-
les (o de las coruiecuencias deri·~adas de esas diferencias) y luego se puede ahondar en el estudio seleccio-
nando muestras de las que se espera menor diferencia entre sus respectivas características microestructura-
Jes. Nótese, no obstante, que se ha dicho "seleccionar muestras de las que se espera..."; es esta espera la
que debe estar fundada en algún conocimiento previo acerca del material metálico y de su función por cum-
plir o ya cumplida.
Escapa del objeto de esta guía el profundizar en el conocimiento previo necesario para una correcta selec-
ción de muestras metalográficas. El estud~ante interesado desde ahora en este asunto puede acudir a las
fuentes bibliográficas sefialadas con los números 1 y 2 en la bibliografía dada al final de esta guía.
1..2. Corte
El ejercicio profesional del ingeniero mecánico incluye tanto el diseño como la fabricación de piezas de
diferentes materiales. Por pieza se entiende una masa de materia que posee una naturaleza, una forma y
unas dimensiones que la hacen apta para cumplir una determinada función que satisface una necesidad
humana.
Una muestra metalográfica debe poseer dimensiones que permitan manipularla fácilmente durante su prepa-
ración, y lu~o;ya· como probeta metalográfica, permitan instalarla al microscopio para su observación.
;·:· ··.
En relación con las limitaciones de tamaño de las muestras metalográficas, las piezas metálicas pueden ser:
- Demasiado grandes,
- De tamaño adecuado, o
- Demasiado pequeñas.
En el primer caso la pieza debe .rer sometida a corte para extraer de ella la muestra; en el seguq.~9 caso la
pieza puede servir directamente r.omo muestra; en el tercer caso la pieza debe ser embutida (embebida par-
cialmente en otro material por cuyas dimensiones se facilita la manipulación).
·Las muestras que se obtienen por corte de piezas grandes pueden ser de formas y dimensiones muy varia-
das; sin embárgo, es conveniente guiarse por las siguientes indicaciones en cuanto a cómo debe ser la mues-
trir extraída:
a) Debe poseer, por lo menos, dos lados planos y paralelos. En uno de estos dos lados se hace la prepara-
ción; J,
b) Debe prestarse ·a ser aprisionada firmemente con las falangetas de los dedos pulgar, índi~, medio y a.Qu-
.. lar;· quedando un lado plano (d que va a ser preparado) hacia el lado opuesto de estos últimos dedos. ·~
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<l:Jtención y ob9ervaciá1 de probetas metalosráficas
Prof Roberto Suán::z F., Prot: Carlos Bloem l. Escuela de lngenicria Mecánica - UlA
e) Los lados donde se apoyan las falangetas de los dedos deben poseer suficiente superficie para ese apoyo
y a la vez no producir incomodidad, dolor y/o lesiones.
d) La altura de la muestra (distmcia entre el lado plano que va a ser preparado y el lado plano paralelo a
aquél) debe ser menor que la máxima distancia entre la base del microscopio metalográfico y el objetivo
de éste. Se recomiendan alturas de dos a tres centímetros.
Ya seleccionada la porción de la pieza que se desea estudiar, primero hay que analizar la forma más conve-
niente para realizar el corte, la C<mtidad de cortes a efectuar y el tipo de material a ser cortado. El corte debe
realizarse cuidando que por su causa no se produzcan cambios en la microestructur~ del material, pues esto
conduciría a alterar las características originales de la microestructura de Ja pieza. Por causa del corte la
capa superficial de la muestra (en la zona del corte) puede sufrir deformación plástica o excesivo calenta-
miento, y por estos dos motivos la microestructura puede sufrir alteraciones (cambios).
Para realizar el corte es necesario utilizar una sierra, segueta o disco abrasivo. Se debe t•~ner presente que
el corte por sierra o segueta produce excesiva deformación plástica y puede producir elevación excesiva de
la temperatura de la muestra. M•~jor opción es el corte con disco abrasivo y con simultánea refrigeración de
la muestra, pues se obtiene una superficie bastante lisa, prácticamente sin alteraciones microestructurales y
en un tiempo relativamente peqm:ño.
Los discos abrasivos están manufacturados con partículas aglutinadas de materiales de alta dureza, tales
como óxido de aluminio, carburo de silicio, polvo de diamante, etc. Como aglutinante de esas partículas
(también llamadas granos) se usa goma, resinas u otras substancias. Los discos <:on aglutinantes de goma
son los mas utilizados para el corte de muestras sometidas a refrigeración (corte húmedo). Como refrigeran-
ti~ se usa el agua o aceites emulsionables. Para el corte seco con frecuencia se utilizan discos aglutinados
con resinas. Una regla empírica para seleccionar el disco abrasivo a emplear, indica que se deben utilizar
discos con aglutinante blando para cortar materiales duros y discos con aglutinante duro para cortar mate-
riales blandos.
2.3. Embutido
Antes se dijo que cuando las pi1~zas son demasiado pequeñas deben ser embutidas en otro material para
facilitar la manipulación asociada con la preparación y la observación en el microscopio. Se entiende que en
este caso se prescinde del corte, pues la pieza entera constituye la muestra. El embutido consiste en embeber
parcialmente la pieza (demasiado pequeña) en una matriz que puede ser de baquelita, resinas epóxicas o
metales de bajo punto de fusión. La razón para escoger uno u otro material para la matriz está dictada por
el costo del material, su temperatura de fusión, la rapidez del c;:mbutido, etc. Para dar a la matriz la forma y
dimensiones adecuadas, se moldea el material escogido elevando su temperatura y sometiéndolo a compre-
sión. La forma y din;tensiones de la matriz deben obedecer a las indicaciones antes señaladas para el caso de
la.s muestras que se obtienen mediante corte en piezas demasiado grandes. La pieza. embutida debe quedar
embebida en la matríz ·d e manera tal que una parte de eJla quede al descubierto, para así poder realizarle las
Obtención y observación de probetas melalogrificas 5
Prof Robertil Suárez F., Prof Carlós Bloem l. F..scuela de lrperiaMec:ál:lica - ULA
El equipo que se utiliza para el embutido varía según el modo de generar el calor para calentar el material
de la matriz y según el modo de ejercer la presión. Por lo general la fuente de calor es la energía eléctrica y
la presión se ejerce por medio hiidráulic!o. Las temperaturas aplicadas al material de-;la matriz de embutido,
oscilan entre 130 °C y 150 °C y las presiones son de 1,75 kgf/mm2 (para el ftalato de dialilo) y 2,93
kgflmm2 (para los otros materiales).
Los materiales utilizados para elaborar las matrices se clasifican en tennoendurecibles y termoplásticos; la
baquelita y el ftalato de dialilo son termoendurecibles, en tanto que los materiales transópticos son termo-
plásticos. Los materiales termoendurecibles requieren sólo de calentamiento para endurecerse, y por este
motivo, una vez que se les ha a1plicado presión para darles la forma en el molde, basta con calentarlos en
éste para obtener la matriz (con la muestra embutida) pudiendo la misma ser extraída del molde antes de
enfriarse. Los materiales termoplásticos requieren de calentamiento y sucesivo· enfriamiento para poder
endurecerse y por ello la matriz que se elabora de estos materiales debe permanecer en el molde (con la
muestra embutida) hasta que se enfríe hasta temperaturas cercanas a la ambiental.
El objeto de la preparación de una muestra metalográfica es hacer de ésta una ¡probeta metalográfica. La
·carácterística principal de una probeta metalográfica es que presenta una superficie en la cual la microes-
'·
tructura es visible bajo observac:ión con el microscopio metalográfico.
Para que en una superficie de la muestra (ya seleccionada, cortada y/o embutida) la estructura granular
resulte fmalmente observable con el microscopio metalográfico, es imprescindible prim«rro ·lograr que esa
superficie sea lo más plana posible y a la vez lo mas perfectamente lisa posible, entendiéndose por superfi-
cie lisa aquella que, aunque la viésemos con el microscopio, no le observaríamos ninguna · irregularidad
debida a desniveles, talt:s como rayas (hendiduras) por muy fmas y cortas que éstas fuesen.
La necesidad de que la superficie sea lo más plana posible se debe a los dos siguientes motivos:
.
La necesidad de que la superficie sea lo mas perfectamente lisa posible se debe a los dos siguientes motivos:
a) La superficie no sólo plana, sirto también lisa, es la que definitivamente garantiza que los detalles se en-
..cuentren en un mismo nivel.
1,-J . ) · . ...
Obtención y observación de probetas meta!OI!r.ificas
Proí Roberto Suárez }'., Pro( Carlos Bloem l. Escuela de Ingeniería Mecánica - UlA
b) Para lograr que la estructura granular se descubra (se revele) en la superficie, es necesario atacar ésta
con un reactivo químico. En la medida en que esa superficie sea más lisa el ataque del reactivo será más
uniforme tanto en extensión superficial como en profundidad de la muestra y, por consiguiente, la reve-
lación de la microestructura será más uniforme en esos dos ~entidos.
-Desbaste.
- Pulido.
- Ataque químico.
Con el desbaste y el pulido se <:onsigue, respectivamente, aplanar y alisar la superficie de interés. Esto se
logra mediante la aplicación de medios abrasivos que, por ser más duros que la muestra, son capaces de
remover las irregularidades de la superficie.
En dependencia de la cantidad d~~ material que son capaces de remover con un dado número de pasadas, los
medios abrasivos se pueden dividir en desde muy toscos hasta muy finos. Los más toscos son capaces de
remover mayor cantidad de matc~rial por pasada, pero a la vez dejan en éste huellas (rayas) más gruesas y
más profundas; los mas fmos remueven menor cantidad de material pero de sus pasadas quedan huellas más
finas y menos profundas, pudiéndose llegar al extremo de que no queden rayas visibles ni con el microsco-
pio (este caso corresponde al de la muestra pulida). De los abrasivos toscos decimos que son de granulación
.·
gruesa y de los finos - que son de granulación fma. Existen muchos diversos grados de granulación entre el
mas grueso y el más fino.
3.1. El Desbaste
El desbaste tiene como finalidad aplanar la muestra o la pieza embutida eliminando las irregularidades de-
jadas en la superficie de la muestra por el corte, o eliminando las protuberancias de una pieza embutida.
Esta operación suele requerir de medios abrasivos de gran granulación, tales como limas (planas), papel de
lija gruesa*(# 80 a# 240) y a vc~es piedra de esmeril; esta última se utiliza en los casos en que los relieves
a desbastar son exageradamente grandes. Para el desbaste, la selección del medio abrasivo inicial se realiza
mediante una comparación visual entre la rugosidad de la superficie a desbastar y las rugosidades de las
superficies de diferentes medios abrasivos, eligiendo entre éstos el que posea la rugosidad más parecida
(pero no mayor) a la de la superficie a desbastar. Ya habiendo seleccionado el medio abrasivo inicial, éste
se fija (se inmoviliza) sobre una superficie plana y sobre su superficie se hace rozar la superficie a desbas-
tar moviendo la muestra (o pieza embutida) en vaivén (movimiento plano en una sola dirección, pero en dos
sentidos contrarios recorridos alternadamente).
• El abrasivo del papel de lija es el carburo de silicio SiC, con granulaciones que van desde el# 10 hasta el# 600. A mayor
número de granulación más fina es ésta.
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<lltc:ocióo y obseMicá6n de pobetz metalográfka1 7
Pro[ RoberiD Suá=I1., Pro{ Carlos Bloem l. Escuela de JQI!!elliedaMecánica- ULA
Asúmase que el eje de la muestra es perpendicular a la superficie del medio abrasivo; durante el movimiento de
vaivén se debe cuidar que la mw:stra pmnanezca inmóvil respecto a ese eje, pues con ello se garantiza que las
rayas que el abrasivo haga a la muestra resulten todas paralelas entre sí mismas y paralelas a la dirección del
vaivén. Al observar que todos los relieves en la superficie de la muestra se encuentran cubiertos por rayas dejadas
por el abrasivo, se cambia éste por otro de granulación inmediata inferior, se limpia la muestra de cualquier traza
del abrasivo anterior o de su mismo material y se procede a continuar su desbaste con el nuevo abrasivo. El mo-
vimiento será siempre el de vaivé111, pero al cambiar de un abrasivo a otro la muestra se debe rotar en ángulo de
90°, a objeto de que las rayas a d~ar por el nuevo abrasivo resulten perpendiculares a las dejadas por el abrasivo
anterior. El desbaste con el nuevo abrasivo durará hasta tanto no hayan desaparecido completamente las rayas
dejadas por el anterior. El cambio de abrasivos hacia granulación inmediata inferior (así como la limpieza y rota-
ción de la muestra en 90°) se hace:sucesivamente hasta observar que han desapareddo las irregularidades dejadas
en la superficie de la muestra por el corte, o las protuberancias de una pieza embutida; este hecho marca el final
de la operación de desbaste. Al éste culminar, las únicas irregularidades presentes en la superficie desbastada
deben ser las rayas dejadas por el último abrasivo utilizado.
El desbaste requiere de ciertos cuidados especiales debido a que durante su realización, al igual que durante el
c--orte, pueden ocurrir alteraciones de la microestructura original por causa de elevación de la temperatura y/o por
deformación plástica de la superficie tratada. La cantidad en que la temperatura se eleva y la magnitud de la de-
fonnación plástica dependen de la. intensidad del roce entre la muestra y el abrasivo. A su vez, la intensidad del
roce depende de los siguientes factores:
_,
- Dureza y granulación del abrasivo.
- Dureza e irregulari~des de la pieza.
··- - Presión ejercida sobre la muestra contra el abrasivo.
- Rapidez del vaivén.
No es posible lograr un control riguroso de la influencia simultánea de todos estos factores en el trabajo manual
del desbaste; no obstante, se recomienda tener presentes las siguientes precauciones:
a) Presionar la muestra (o pieza embutida) de manera uniforme pero relativamente suave, cuidando siempre que
no se caliente durante el movimiento de vaivén.
b) Si necesariamente se desea acelcnr la operación de desbaste, la muestra debe ser swnergida frecuentemente en
agua para evitar su calentamiento.
e) No emplear medios ~r.asivos de rugosidad (granulación) mayor que la rugosidad superficial de la muestra
Emplear los de rugosidad igual o menor que la de la muestra.
¡. o ..
d) Los materiales metálicos se defbrman plásticamente con mayor facilidad si son de baja dureza (más blandos);
por ello, si la muestra es de un material blando, el desbaste con lima debe ser muy lento y de muy poca pre-
sión, en tanto que el desbaste con papel de lija se debe realizar bwnedeciendo este abrasivo con ool~bricante
adecuado; con esto se logra evitar torceduras (deformación plástica) en la superficie de la muestra del material
metálico blando.
Respecto a la deformación plástica que puede sufrir la superficie de la muestra sometida a desbaste, se conoce que
la profundidad de la capa deformada varía de manera inversamente proporcional a la dureza del material. Por
- - - - - -- - _- :=:;;1
Clll1món y ~ón de p'Obctas metalog¡áficas
Proí ROOerto Suárez F., Prot: Carlos Bloem l. Escuela de l~erlaMedinica- ULA
ejemplo, al desbastar una mu~tra de latón, aleación tres veces menos dura que un· acero, presentará una capa
defonnada de profundidad seis v:e::es mayor que la del acero desbastado en iguales condiciones.
' . •• ,¡
3.2. El Pulido
La finalidad de la o~ción de pulido es alisar la superficie de la muestra que ha sido desbastada, hasta dejarla
sin ningún vestigio de rayas causadas p<:>r abrasivos . .. ;
... f .• ~ i: :.
- Pulido intermedio.
- Pulido fino (también denominado afino).
La finalidad del pulido intermedio es, ~ lo inmediato, suprimir las rayas dejadas por el último abrasivo
empleado para el desbaste y, en lo sucesivo, incrementar la lisura de la superficie de interés empleando
abrasivos de cada vez menor granulación, hasta lograr que a simple vista prácticamente no se observen
rayas en aquella.
Como procedimiento técnico el pulido intermedio se realiza en modo idéntico al descrito para el desbaste.
También son las mismas las pre<:auciones que se deben tomar en consideración (exceptuando la precaución
asociada con el desbaste con lima,. pues en el pulido intermedio en ningún mom.:mto se utiliza ese medio
abrasivo, ya que su granulación es muy gruesa). La única diferencia entre la realización práctica del
desbaste y la realización práctica del pulido intermedio es que los abrasivos que se utilizan en el segundo
son más fmo~. En el pulido intennedio el abrasivo es el papel de lija con granulaciones #360 hasta #600. El
pulido intermedio se inicia con una lija cuy~ granulación sea la inmcediata inferior a la deil último abrasivo
utilizado en el desbaste, y culmina con la aplicación de la lija# 600 y abrasivos de aún menor granulación,
delorden de diez ~eras* (lOfJ.); las rayas .dejadas por estos abrasivos son poco visibles a simple vista,
pero s01Í muy nítidas en el microscopio.
.e;~~ el desbaste, el pulido intermedio se realiza manualmente (el movimiento de vaivén- se efectúa con la
mano),
.
pero
.
se puede realizar
' .
también con la ayuda de una máquina en la que gira un plato a una determi-
nada velocidad (RPM. -revoluciones por minuto). La lija se fija sobre el plato giratorio y se hace tozar la
muestra contra. ella (ver ~bla al final de esta guía).
Con el pulido fino se obtiene la máxima y definitiva lisura de la superficie tratada. Al fmalizar está ·opera-
,~,La q¡i~ se simboliza oon la letra grie~ f.l· lr.t = 10-3 mm.
'1 •.•
..---------------------------------------------------------·
~y ob6elva::ióode proberas ~= 9
Pro( ROOerto Suiifez F., Proí Carlos Bloem l . Esc:ucla de T~eria MecáDal- ULA
ción la superficie. observada a simple vista, debe poseer un brillo especulario (brillo de espejo), y observada
en el microscopio metalográfico debe presentarse sin vestigio de rayas producidas por abrasivos. Para lo-
grar este objeto se requiere, fmulmente, de un abrasivo de muy fmísima granulación, constituido por partí-
culas que pueden alcanzar el orden de centésimas de micra, o sea, el orden de 1o·' mm.
Para la ejecución del atino existen máquinas automáticas, semiautomáticas y manuales; pero la operación
es siempre similar. Ésta consist'e en hacer rozar la superficie tratada sobre un paño o una tela m:.pregnada
con el_abrasivo, encontrándose el pafio o la tela fijada como cobertura de un plato giratorio instalado en la
máquina.
Por afino correctamente realizado se entiende aquél durante el cual se logra controlar el roce (fricción)
entre la muestra y el abrasivo, pues de ese roce dependen:
J>ara lograr un afmo óptimo se requiere seleccionar adecuadamente los siguientes factores decisivos:
1) El abrasivo.
2) El humectante de impregnación.
3) El paño o tela.
4) La presión de la muestra contra el paño o tela.
5) La velocidad de giro del plaro.
El tamañ.o de las partículas para el afino comprende desde 0,05J.1 hasta Sf..l, siendo las más fmas las utiliza-
das en la etapa fmal del afmo. A menor dureza del material metálico ~enor debe ser la granulación de las
partículas.
En la tabla incluida al fmal de la guía se suministra información_de' algunos abrasivos que se empl~n para
el afmo.
..
ttumectantes de impregnación para el aflno.-
El hú.mectante es un liquido que en el afmo cumple las si~ientes funcioÍl~: ··
a) Ser el vehículo portador de las partículas del abrasivo con el cual se debe impregnar d pañ.o o tela. Al
rociar el paño o tela con el humectante con lo mismo se agrega el abrasivo cuyas partículas se encuen-
tran en suspensión en aquél.
b) Servii'cbmo lubricante durante el roce de las' partículas del abrasivo con ia superficie de la muestr~. Con
la lubricación se trata de evitar que durante el giro del plato (permaneciendo inmóvil la muestra o mo-
viéndola en sentido contrario al giro del plato) las partículas del abrasivo abandonen el pafio y se adhie-
ran e incrusten en la superficie objeto del afmo. Evitando esto se evi~_ la formación de rayas profundas.
el
e) Contribuir a ia distribución·uniforme de las partículas en el paño o tetá. Si paño. no está u_niformemente
impregnado con las partículas. se producen rayas o el afino no es uniforme en tociá la superficie:
el) Servir como medio refrigerante de la muestra. pue8 el roce t.'lltre l~ muestr~ y las partículas. abrasivas
impregnadas en el paño o tela, es factor causante de generación de calor. Para transferir este c~lor desde
la niuéstra a otro medio, s~ recurre· al uso de los humectantes corno refrigerantes. Además, durante el
afino ocurre desprendimiento de partículas del material de la muestra, lo cual puede producir a ésta ra-
yas cuando dichas partículas nuevamente rozan la muestra durante el giro del plato.. Por esta razón los
humectantes deben servir también como lubricantes. Los humectantes poseen diversas· capacid~des refri-
..
gerantes y lubricantes. Un caso donde se requiere de un humectante con mayor capacidad refrigerante
que lubricante es la ultima etapa del afino de los materiales metálicos blando5:·
A veces. cuando se dispone de un abrasivo en seco (no en suspensión en el humectante) es neces~io espol-
vorearlo sobre el pafio y luego agregar el humectante. En estos casos se ~ebe cuidar que el espol:v9reado sea
lo más uniforme posible.
Las partículas de cantos vivós reqüieren de mayor lubri~acrón que las d~ c~tos romos; es por ello que el
' polvo de diamánte. cuyas partículas son de cantos vivos, se einplea con aceite de oliva o aceites minerales,
"· ·en ·tanto que·para los abrasivÓs •::oit partículas de cantos romos es sufici~nte el agua de~ti~ada como humec-
tante y lubricante. En este segundo caso se debe poner atención a la cantidad de ~umeetan~e. pues si ~S insu-
ficiente se producirá un rodamitmto de~ las partículas canto romo sobre la supemcie de ia' mues.Úa. con lo
. '
c:ual se obtendrá una superficie mate (tanto más mate cuanto más blando sea el material metá~co). lo_.cual
es testimonio de que ia ·capa superficial, en vez de ser afmada. es afectada por deformación plástica; por
otro lado, si la cantidad de humectante es excesiva la muestra 'podrá . empujar las partículas hacia zonas
preferencial~ ' en el pafio o tela. y cuando esas zonas"paseri bajo la muestra producirán rayas eri la superfi-
cie o, también, las partículas acumuladas localmente en el paño o tela tenderán a depositarse en el entorno
de las inclusiones no metálicas presentes en la superficie de la muestra, alterando así la imagen de ésta.
O>tt:oción y observ.w;:ióo de ¡robetas metalográficas 11
Prof. Robetlto Suárez 1'., Prof. Carlos Bloem l. Escuela de lngenieriaMecánica • ULA
En la etapa fmal del afino se de:be disminuir la presión ejercida sobre la muestra, el abrasivo debe ser de
partículas muy fmas (0,05~ a 0,3~) y el lecho más adecuado es una tela. Como abrasivo se utiliza alguno
de cantos romos y, en consecuencia, el humectante de impregnación puede ser el agua destilada. En esta
etapa el abrasivo más frecuentemente utilizado es la alúmina (Ah03), pero también puede ser utilizado el
... óxido de cromo Cr20 3, el óxido de magnesio MgO, el óxido férr~co F~0 3 • Cuando la Iilicroestructura de la
muestra está constituida por un único tipo de granos (todos los granos son de igual dureza) no hay impedi-
mento para usar como lecho un paño de pelo corto o mediano; pero si en la microestructura existen granos
más blandos que otros es preferible usar como lecho una tela y no un paño. El problema de utilizar un paño
en la etapa final del afino de la superficie de una muestra metálica que posee granos de diferentes durezas,
consiste en que el paño, por lo mullido, se adapta a la forma de la superficie de la muestra y, aún con pre-
siones muy ligeras, las partículas abrasivas permanecen en contacto con las partes más desgastadas (más
profundas) de la superficie de la muestra, que son los granos más blandos, provocando a éstos aún mayor
desgaste; al fmalizar el afmo realizado en tales condiciones se tendrá una superficie lisa pero no plana, pues
los granos más duros formarán rdieves en tanto que los más blandos formarán vall~; el ataque químico de
fal superficie será defectuoso y lo será también su imagen al observarla con el microscopio pues, como se
'·sabe, la profundidad de ni~idez de este aparato es prácticamente nula (no es capaz de enfocar a la y~z deta-
lles ubicados en diferentes niveles).
En la tabla incluida al final de t~ta guía se presenta una serie de parámetros que pueden servir de orienta-
ción en el momento de seleccionar la velocidad de giro del plato y la presión o, mejor dicho, la fuerza a
. provien~n de c~atro grandes
ejercer sobre una probeta con un área de 5 cm2• 'Los datos allí sumi.nistrados
.
grupos de materiales, considerando las diferentes operaciones de elaboración de las probetas metalográficas.
Al finalizar el afino y observar con el microscopio metalográfico la superficie tratada, ésta debe presentarse sin
vestigio de rayas causadas por abrasivos. Es posible que en esa observación se visualicen defectos presentes en la
masa metálica y también inclusion.es no metálicas•; esto es normal puesto que el objeto del afino no es la elimina-
ción de tales defectos e inclusiones, sino el lograr la más perfecta posible lisura. En tales condiciones de la super-
ficie tratada, se procede a su ataque químico para revelar la estructura granular (microestructura), con lo .cual
cubnina la preparación de la muestra y se obtiene la probeta metalográfir.a.
El ataque químico consiste en la aplicación de un reactivo a la superficie afinada. El reactivo debe ser selecciona-
do según la naturaleza del material metálico, pues con esto se garantiza que produzca el efecto necesario para
revelar la microestructura... Una microestructura revelada (mediante el ataque químico) es una microestructura en
la cual, con la ayuda del microscopio metalográfico, se puede distinguir visualmente:
a) Granos de diferentes tipos (diferentes naturalezas). Esta distinción visual es posible gracias a que ele(ecto quí-
mico del reactivo ha sido diferente en los granos acorde con las natw:atezas de éstos.
b) Granos de un mismo tipo (igual naturaleza). Esta distinción visual es posible gracias a que el efecto químico ha
sido uno en los granos' (acorde con la naturaleza de éstos) y otro diferente en los límites intergranulares (froJite.
ras ente los granos).
En el caso de granos de diferentes naturalezas el reactivo ejerce efecto químico también er1 los lúnites intergranula-
res.
1) Efocto co"osivo: El r~ivo aJtaca las superficies de los granos y los limites intergranuJ.ar~ prü9uciendo co-
rrosión en diferentes magnitudes según las corréspondientes naturalezas de los granos y límites intergranul~es,
· creando asi diferentes desnivel(:S (depresiones). Las figuras (únicas) Ua, Ub y_Uc muestran este efecto del re-
activo. La figura Ua representa la muestra de perfil, no habiendo aún sido atacada la superficie afinada. La fi-
gura Ub es W1 esquema de los granos (muy aumentados) en el interior de la muestra,
. .. no habiendo ,aún sido ata-
.. ~
• Los defectos de la masa metáli.::a aquí aludidos son finísimas grietas, poros y/o picaduras. Las inclusiones no
metálicas son pequefiísimas partíc111las de compuestos químicos (Si02, A120 3, FeO, FeS, etc.) que no poseen na-
turaleza metálica (en ellos no e:xiste el enlace metálico) y están. p~tes en el material metálico provenientes de
la materia prima empleada para la obtención de éste o como coosecuencia inevitabl~ de Wia serie de fenómenos
y procesos de necesaria realización durante la obtención del material metálico.
•• En . la tabla incluida al final d(~ esta guía se dan ejemplos de reactivos para el ataque quim:ico según tipos de
materiales metálicos.
Oblleaci6n y obscrvaci6a ele probotu m$logúticu
Prof. ~lo Suárez F, PJut: Carb Bloem L Eacoola de blgeaierla MocániGa- ULA
13
cada la superficie afinada. La figura Uc nmestra las diferentes depresiooes en la superficie afinada después de
haber sido atacada con el reaotivo. Aquí la línea de trazos indica el nivel inicial (antes del ataque) de la super-
ficie afinada. Obsérvt~ que la depresión de los granos de naturaleza 3 es menor que los de naturaleza 2.
Esto indica que en los granos de naturaleza 2 el ataque químico del reactivo fue más intenso que en los
de naturaleza 3. Obsérvese también qu.e en los límites intergranulares las depresiones tienen fonna de va-
lles de superficie irregular (no plana).
FIGURA Ua FIGURA Ub
FIGURA Uc
2) Efecto colorante: El reactivo produce diferentes coloraciones y/o contrastes a los granos y límites ínter-
granulares acorde con las correspondientes naturalezas de estos.
3) Efecto combinado: El reactive~ produce simultáneamente efecto corrosivo y efecto colorante.
.
Siempre se debe guardar la precaución de que antes de aplicar. ...el reactivo a la superficie afinada ésta se
eneuenti-e lo más perfec1tamente limpia posible, pues con ello se logra que el reactivo actúe directamente
sot>r~ los granos y limites intergr.anulams. La limpieza de la superficie afinada se puede hacer con un algo-
dón embebido en alcohol o simplemente con agua y jabón aplicados con extrema suavidad (también con
·algodón). En este segundo caso la muest.Ia debe ser debidamente enjuagada m un chorm de agua exenta
ésta de abrasivos, e inmediatamente debe ser secada con aire tibio.
Con el ataque químico culmina bLpreparación de la muestra y se obtiene la probeta metalográfica apta para
· ser observada con el microscopio metalográfico.
El microscopio metalográfico se caracteriza por el hecho de que desde su fuemte de iluminación el haz se
p royecta sobre la superficie observada después de haber pasado a través del objetivo. Si toda la superficie
Cb:ncióo y~(.Q de probetas mc:taiOSJ'Ú{ÍQl$ l
Pro! RDberlo Stán::z F., Prof. 0u1o6 Bk:cm l. Eswela de !nFoierJ& Mecénica- UlA
observada es perfectamente plana y lisa (como lo debe ser la superficie afinada, pero sin defectos y'aÚn no
atacada) y está dispuesta perpendicularmente respecto a la dirección del haz, los rayos de luz se reflectarán
de dicha superficie perpendicularmente, pasarán nuevamente a través del objetivo y finalmente a través del
ocular llegarán al ojo del observador. El ojo humano es capaz de ver sólo objetos que en algún grado refle-
jan la luz. Puesto que en el caso descrito la reflexión es la máxima (90° respecto a la superficie observada)
el observador verá toda la superficie como una masa brillante y continua.
Si la superficie observada ha sido afinada y atacada con el efecto colorante, gracias a la citada reflexión de
la luz y a las diferentes coloraciones y/o contrastes el observador podrá distinguir visualmente un tipo de
granos de otro tipo de granos así como también los límites intergranulares.
Si la superficie observada ha sido afmada y atacada con efecto corrosivo, el observador se podrá hallar en
las siguientes situaciones, tomando como ejemplo la figura Uc :
a) Si con el tornillo micrométrico enfoca k>s granos de naturaleza 2, gracias a este enfoque y a la antes cita-
da reflexión de la luz (90° ) podrá verlos nítidamente y distinguirlos uno de otro (de igual naturaleza)
gracias a los límites entre ellos. Los limites intergranulares los verá como zonas oscuras, es decir, no los
verá. La oscuridad de los límites se debe a que en ellos, debido a la forma de valles accidentados, la re-
flexión de la luz no es de 90°, o sea, la luz no regresa al objetivo para poder seguir desde allí hasta el ojo
del observador. Habiendo enfocado los granos de naturaleza 2los de naturaleza 3 serán vistos de manera .•
difusa (borrosa), lo cual es debido a la casi nula profundidad de nitidez del microscopio metalográfico.
b) Si con el tornillo micrométrico enfoca los granos de naturaleza 3 podrá ver y distinguir nítidamente estos
granos en condiciones análogas a las anteriores.
Las operaciones de pulido descritas en la sección 3.2 constituyen lo que se denomina el pulido mecánico,
pues se lleva a cabo por acción abrasiva. Existe también el denominado pulido electrolitico, en el cual el
pulido intermedio y·el fino (afino) se producen al sumergir·la sui>erficie de interés d~ la muestra (ánod~) én
un electrolito• por el cual pasa corriente eléctrica desde un cátodo. El aplanamiento y alisamiento de ·\a
superficie se producen gracias a que con el paso de la corriente eléctrica sus rugosidades (puntos altos) sé
disuelven en el electrolito, quedando finalmente todos lós puntos en uri mismo nivel y con la lisura adecuada
para el posterior ataque químico y observación al microscopio.
En el pulido mecánico la acción sobre la superficie de la muestra es por abrasión, en tanto que en el. pulido
electrolítico la acción es por erosión electroqufmica (disolución ·parcial del material de ·la muestra en el
electrolito}.
.. ' ;., .. ;. ..
~ .
• Electrolito: Solución, co~ductora de elecbi.cidad que se obtiene al disolver un soluto adecuado en un solvente (ge>-
nerabriente ag\Ja) ..:. · " ' ·· ·
1 : .• ; i it .":· · ~,--\¡_ • ¡ . '
Obte:acióo y obserwción de pubetas metal~cas 15
Prof Robcrro Suárez F., Proí Carlos Bloem l. Escuela de lneenierla Mecáoica- ULA
Comparando el pulido mecánico y el pulido electrolítico, se hallan las siguientes ventajas y desventajas:
1) Los electrolitos y las condiciones del pulido son diferentes para cada metal puro o aleación.
2) La probeta obtenida presenta dificultades para estudiar las inclusiones no metálicas debido a las erosio-
nes en el entorno de éstas (las erosiones se confunden con estas inclusiones cuando son observadas con el
microscopio).
3) Los límites intergranulares pueden ser atacados por· el electrolito; esto puede causar erosión no uniforme
de los granos, pero a veces esto mismo puede resultar útil, pues la muestra pulida electrolíticamente re-
sulta de inmediato apta para la observación de la microestructura.
4) En materiales metálicos con diferentes tipos de granos la erosión no es uniforme, y por este motivo en la
superficie tratada se crean ondulaciones que impiden la buena visión con el microscopio metalográfico.
S) Es necesario cambiar frecuentemente el electrolito para poder mantener la efectividad del proceso de
pulido.
6) Si la muestra ~ embutida el material de embutición puede reaccionar con el electrolito
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXO ÚNICO
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A N E X O úNICO (e o n ti n u a e i ó n)
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(preparacion y
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(preparacion y
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