CAP 4: LOS NIÑOS DESAFIANTES O EL DESAFÍO DE NUESTROS DÍAS:

Hoy en día los niños tienen comportamientos trasgresores y desafiantes con los adultos,
siendo catalogados como con patologías de síndrome de hiperactividad o trastorno
negativista desafiante, llegando a tratamientos farmacológicos para poder “dominarlos”.
Este comportamiento no tiene que ver muchas de las veces con falta de mano dura, sino
más bien es la obstrucción de poder que los adultos han hecho a sus pequeños, tratándolos
como pares e imponiendo su voluntad. Por este comportamiento, los niños serán
sancionados, castigados y separados, no dándose cuenta los adultos que refuerzan el
pensamiento que el mundo es hostil.

El terapeuta en este caso debe mostrarse confiable y a la vez un adulto que sostiene las
diferencias.

ALGUNAS DETERMINACIONES DE LAS CONDUCTAS OPOSICIONMISTAS Y

DESAFIANTES:

TRASTORNOS EN LA CONSTITUCIÓN DE LIGAZONES QUE OPEREN COMO

INHIBIDORES:

Los niños tienen falta de tolerancia a la frustración, llegando a tener enfrentamientos y

conductas violentas con los adultos y estos fracasan en la contención del niño, poniendo al
niño en una posición de que todos están contra él y con esto clasificar dentro de algún
trastorno, sin primar las causas.

DESMENTIDA DE LAS DEPENDENCIAS:

El niño puede mostrarse autosuficiente y desobedecer órdenes de los que él supone está
en su contra (adulto), porque no quiere quedar a su merced. Muchos niños, dominan al otro
porque lo encuentran satisfactorio, ya no hay satisfacción en el vínculo, sino placer del
dominio como objeto, por esto muchos niños, en vez del juego buscan tener el poder,
unificando al “no” como un modo de ser primando la independencia para evitar toda pérdida,
todo sentido de indefensión.

EL NIÑO COMO SOSTÉN NARCISISTA DE ADULTOS:

Los niños remiendan el narcisismo de los adultos que mantienen heridas sin cerrar que
aún causan daño en el presente. Los niños son juzgados en función de sus padres y él se
refleja en ellos, siendo difícil para el diferenciar entre su narcisismo y el de sus padres,
por esto los niños se sienten en la obligación de cumplir los deseos y vengar las derrotas
como mandato inconsciente, asimismo a desarrollar conductas desafiantes frente a la
autoridad.

EL PREDOMINIO DE LA TRASGRECIÓN:

Los padres suelen trasmitir sus trasgresiones a los hijos, proyectando su represión en
ellos, trasmitiendo también las prohibiciones, lo prohibido pero de manera afectada, por lo
tanto mucho de las veces, lo que se les trasmite son los deseos de desafiar toda norma,
posiblemente porque percibe al mundo como peligroso, atacando a los otros por defensa
propia.

En este caso el terapeuta debe sostener con el niño que las normas son iguales para
todos los pacientes, además de sostener la diferencia niño – adulto y no entrar en la
pelea.

FALLAS EN LA CONTRUCCIÓN DEL SUPERYÓ:

Es probable que en muchos de estos niños, la constitución del superyó, sea como
posibilitador y protector. Podríamos hablar de dos tipos de trasgresión una que posibilita
la creatividad y el sevicio de eros y otra que implica la desestimación de las normas,
llevando a la autodestrucción.