Así mismo (Rowntree, 1977) indica que hasta cierto punto la evaluación es un intento de
conocer a esa persona que viene a ser el estudiante.
Según (Miller, 2012) las recomendaciones para que la evaluación del aprendizaje se lleve a
cabo de forma apropiada son: a). Especificar claramente lo que se va a evaluar. b). La
evaluación es un medio para un fin, no un fin en sí mismo. c). Los métodos de evaluación
deben elegirse por su relevancia según las características a evaluar del estudiante. d).
Requiere de una variedad de procedimientos e instrumentos y e). Su uso adecuado requiere
tener conciencia de su propósito y de las bondades y limitaciones de cada método.
A los tipos de evaluación del aprendizaje los clasificamos desde dos puntos de vista:
a) De acuerdo el objetivo:
La evaluación diagnóstica: Se realiza al principio de una actividad académica con la
finalidad de determinar el nivel de conocimiento, habilidad o actitud del educando.
La evaluación sumativa: Compuesta por la suma de valoraciones efectuadas en un
curso, para luego determinar el grado con que los objetivos de la enseñanza se
alcanzaron y así otorgar calificaciones.
La evaluación formativa: Se utiliza para monitorear el progreso del aprendizaje y
proporcionar realimentación al estudiante sobre sus logros, deficiencias y
oportunidades de mejora.
Los criterios a tener en cuenta para realizar una buena evaluación del aprendizaje son:
Validez: La validez de una evaluación es el grado con el que se mide a los conceptos a
evaluar. La validez tiene cinco fuentes importantes: Contenido, procesos de respuesta,
estructura interna, relación con otras variables y la consecuencia.
Confiabilidad: La confiabilidad de la evaluación viene a ser la consistencia de las
puntuaciones obtenidas por los mismos estudiantes en ocasiones diferentes o con
diferentes conjuntos de preguntas equivalentes.
Justicia y equidad: Estos criterios son necesarios para ser congruentes con el sentido
social de la educación y el aprendizaje.
Equivalencia: Se refiere a que los exámenes proporcionen puntuaciones o decisiones
equivalentes, cuando se administran en diferentes lugares o tiempos.
Factibilidad y aceptabilidad: Las evaluaciones deben ser prácticas, realistas y
apropiadas a las circunstancias del contexto.
Los instrumentos de evaluación del aprendizaje, también son muy importantes por ser las
técnicas de medición y recolección de datos y pueden clasificarse en estas categorías:
a) La comprensión clara del concepto moderno de validez es fundamental para entender las
limitaciones de los resultados de los exámenes, ya que extrapolar conclusiones y
decisiones más allá de lo académicamente obtenible es inapropiado e incluso puede ser
peligroso.
b) La responsabilidad de realizar buenos exámenes e informar a la sociedad sobre sus
limitaciones recae en nuestras organizaciones y grupos de expertos, en colaboración con
las autoridades y los medios de comunicación.
c) Debemos mejorar nuestros conocimientos y habilidades en evaluación, como una
obligación ética y moral de todos los docentes, e informar al resto de la sociedad sobre
las virtudes, alcances y limitaciones de este fascinante y controversial concepto.
BIBLIOGRAFIA
Melchor S. Mendiola (2018). La evaluación del aprendizaje de los estudiantes: ¿es realmente
tan complicada? Vol. 19. Número 6. Noviembre - diciembre 2018. Revista Digital
Universitaria. Universidad Autónoma de México. Obtenido de
http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2018.v19n6.a1