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Para explicar en este trabajo las cuatro primeras partes del Discurso del Método de

René Descartes, he partido del momento histórico que caracteriza la etapa del
Renacimiento, porque es aquí donde tiene su origen los principios filosóficos de este
filósofo.

El Renacimiento es un momento de cambios producidos en todos los ámbitos de la


sociedad, se produce una renovación de la literatura, de las ciencias naturales y
humanas (una de ellas la filosofía). Es también una época de crisis porque el hombre
empieza a poner en duda todas las creencias que sobre la humanidad adquiridas a
través de siglos anteriores. Como consecuencia el hombre se aqueda sin filosofía.
Este vacío de ideas le produce a Descartes mucha inseguridad y angustia, ya que él
considera que la filosofía es la base en la que se sostiene el ser humano.

El Renacimiento pretende dejar atrás cuestiones religiosas donde se partía de la idea


de Dios como creador del mundo. Por el contrario, en el Renacimiento, la ideología se
enmarcar en el denominado Movimiento Humanista, que considera al hombre como
ser creador.

Descartes busca entonces una nueva filosofía que le permita explicar los
acontecimientos naturales y sociales de forma racional. Como pone en duda todas las
convicciones vitales de siglos anteriores, es lo que le lleva a meditar sobre las dudas
existentes con el propósito de encontrar una sola verdad cierta. Para ello, busca un
método basado en el estudio, la observación y el abordaje analítico que le ofrezca
explicaciones racionales dejando de lado la especulación y el escepticismo propios de
la filosofía de siglos anteriores. Descartes se convierte en el primer filósofo del
Renacimiento creando las bases del idealismo filosófico.

Empezó sus estudios en Francia, en el colegio de La Fleche (colegio religioso dirigido


por los Jesuitas. Allí recibió una educación clásica y filosófica, siendo su profesor de
filosofía Francisco Verón. El método de enseñanza de este colegio, basado en
elaborar argumentaciones de lo estudiado, le servía para agudizar el ingenio y la
agilidad intelectual, pero le impedía establecer verdades científicamente. Descartes
pretendía encontrar por sí mismo las razones últimas y únicas de los principios
recogidos en los libros estudiados, buscando sus propias opiniones, sin dejarse influir
por otras personas o autoridades que habían proyectado sus ideas en las ciencias que
él estudiaba: “ Y no me precio tampoco de ser el primer inventor de mis opiniones, sino
solamente de no haberlas admitido ni porque las dijeran otros ni porque no las dijeran,
sino sólo porque la razón me convenció su verdad”.1

Después de estudiar en París se trasladó a Holanda, dedicándose a la meditación


para llegar así al propio entendiendo y también al estudio de diversas ciencias como
filosofía (ciencia que según Descartes contenía los principios del resto de ciencias),
matemáticas (proporcionaba absoluta certeza), artes y teología.

Pero después de estudiar varias ciencias, se planteó un problema principal en su


pensamiento: pretendía construir su propio conocimiento suprimiendo las opiniones
que había adquirido a través del estudio de esas ciencias, de las costumbres vividas,
de la religión aprendida de niño, para así sustituirlas por otras ajustándolas al nivel de

1
Rene Descartes, Discurso del método, p. 9.

1
la razón, elaborando su propio pensamiento conduciéndose por sí mismo e intentar
encontrar un método adecuado para llegar al conocimiento, confiando en su propia
razón y no en las opiniones generadas por lo aprendido de otros: “Mis designios no
han sido nunca otros que tratar de reformar mis propios pensamientos y edificar sobre
un terreno que me pertenece a mí solo”.2

Su método será la duda metódica cartesiana, que consistía en alcanzar la certeza, la


ausencia de posible error, el fundamento seguro. Anteriormente otros filósofos también
habían utilizado la duda, pero a diferencia de la de Descartes, consistía en una duda
escéptica, basada en dudar para permanecer en la duda:” Y no es que imitara a los
escépticos que dudan por solo dudar y se las dan siempre irresolutos, por el contrario
mi propósito no era otro que afianzarme en la verdad”.3

Descartes pretendía encontrar un método para afianzar en la búsqueda de la verdad a


través del razonamiento propio y único sin dejarse influir por los silogismos
establecidos en las ciencias estudiadas, ya que no le servían para llegar al
descubrimiento sino para explicar otras cosas ya sabidas: “ Y así pensé yo que las
ciencias de los libros, por lo menos aquellas cuyas razones son solo probables y
carecen de demostraciones, habiéndose compuesto y aumentado poco a poco con las
opiniones de varias personas diferentes, no son tan próximas a la verdad como los
simples razonamientos que un hombre de buen sentido puede hacer.”4

Descartes pretendía encontrar un método que le garantizase descubrir verdades


siguiendo reglas fijas a través del uso de la razón, es decir realizando razonamientos
claros y seguros. Llegó a establecer un método basado en cuatro preceptos o reglas:

Primero: Admitir solamente como verdad aquello de lo que se tenga evidencia que lo
es, partiendo de principios claros, sin precipitarse en la búsqueda de la verdad (DUDA
METÓDICA).

Segundo: Dividir los problemas en sus elementos principales, descubriendo aquellos


que son verdaderos y los que son falsos (ANÁLISIS).

Tercero: Reunir y organizar ordenadamente los conocimientos elementales para llegar


de forma gradual al conocimiento de los más compuestos (SÍNTESIS).

Cuarto: Enumerar y revisar todas las verdades conocidas para estar seguro de no
omitir nada y comprobar s se relacionan las unas con las otras (ENUMERACIÓN Y
PRUEBA).

Descartes empezó aplicando este método a las ciencias de las matemáticas,


realizando importantes aportaciones a las mismas, pero como ya he indicado
anteriormente que para Descartes todos los principios de las ciencias debían de ser
tomados de la filosofía, de donde él todavía no había encontrado alguno que fuera
cierto, se planteó crear los cimientos de esa nueva filosofía: “Pero habiendo advertido
que los principios de las ciencias tenían que estar todos tomados de la filosofía, en la

2
René Descartes, Discurso del método, p. 44.
3
René Descartes, Discurso del método, p. 56.
4
René Descartes, Discurso del método, p. 42.

2
que aún no hallaba ninguno que fuera cierto, pensé que ante todo era preciso procurar
establecer algunos de esta clase”.5

Se sirvió entonces de una MORAL PROVISIONAL (normas provisionales) para dirigir


sus actos mientras alcanzase la verdad a través de su método: “Así pues, con el fin de
no permanecer irresoluto en mis acciones, mientras la razón me obligaba a serlo en
mis juicios, y no dejar de vivir, desde luego, con la mejor ventura que pudiese, hube de
arreglarme una moral provisional”.6

Esta moral provisional contenía tres máximas:

Primera: Mientras dude de mis propias ideas tengo que dejarme guiar por las de los
más sensatos (es decir las ideas ya recogidas en los libros por otros).

Segunda: Mantenerse firme ante las dudas hasta encontrar la verdad.

Tercera: De lo que no podemos dudar es de ser dueños de nuestros pensamientos.

Partiendo de estas tres máximas o principios morales, Descartes se encaminó hacia la


búsqueda de la verdad, rechazando todo aquello que le pudiera conllevar alguna duda
y así crear los cimientos de la nueva filosofía a través del entendimiento propio o de la
razón única. Dejó de lado lo aprendido en los libros, pasó a ser observador, a viajar y a
practicar la meditación para conseguir su propósito: “Pero deseando yo en esta
ocasión ocuparme tan solo de indagar la verdad, pensé que debía hacer lo contrario y
rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor
duda, con el fin de ver si después de hecho esto, no quedaría en mí creencia alguna
que fuera enteramente indudable”.7

Descartes dudaba de la percepción que los sentidos le transmitían acerca de las cosas
materiales presentes en el mundo. Descartes planteaba que los objetos (incluido su
cuerpo físico) son compuestos que ocupan un lugar o dependencia en el espacio y
pueden ser apreciados de formas diferentes en función de las reglas que se aplican en
geometría o también de la influencia que puede tener en nosotros mismos la
imaginación en la percepción de las cosas (Ejemplos: un astro se ve de un tamaño u
otro en función de la distancia a la que lo percibimos, una persona daltónica ve los
objetos con un color diferente al de otras personas, una barra parece que se dobla
cuando se mete en el agua, etc.): “Así puesto que los sentidos nos engañan, a las
veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal y como ellos nos las
presentan en la imaginación”.8

Partiendo de la idea de que el conocimiento adquirido a través de los sentidos podía


ser engañoso, pero como él era un ser que dudada entonces tenía claro de que existía
y de que pensaba, así llegó a establecer la primera verdad: PIENSO, LUEGO EXISTO:
“ Pero advertí luego que creyendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, creí
necesario que yo que lo pensaba, fuese alguna cosa y observando que esta verdad
YO PIENSO, LUEGO SOY era tan firme y segura que las más extravagantes

5
René Descartes, Discurso del método, p. 50.
6
René Descartes, Discurso del método, p. 51.
7
René Descartes, Discurso del método, p. 59.
8
René Descartes, Discurso del método, p. 59.

3
suposiciones de los escépticos no son capaces, de conmoverla, juzgué que podía
recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando”.9

Esta primera verdad afirmada por Descartes, la existencia de pensamiento, le planteó


una nueva duda, ¿cómo había él aprendido a pensar?. En el camino iniciado para
resolver esta nueva duda, le llevó a descubrir la segunda verdad, la existencia de Dios.

Descartes demuestra la existencia de Dios a partir de la idea de la perfección. Si él


dudada era porque suponía que él era un ser imperfecto y si era consciente de su
imperfección esto implicaba que en él también existía la idea de la perfección.
Además, los pensamientos no podían surgir de un ser imperfecto, pensó que algún ser
más perfecto los puso en él mismo, siendo para Descartes ese ser perfecto Dios:”
Pero no podía suceder otro tanto con la idea de un ser más perfecto que mi ser, pues
era cosa manifiestamente imposible que la tal idea procediese de la nada; y como no
hay repugnancia en pensar que lo más perfecto sea consecuencia y dependencia de
lo menos perfecto que en pensar que de nada provenga algo, no podía tampoco
proceder mí mismo; de suerte que sólo quedaba que hubiese sido puesta en mi por
una naturaleza verdaderamente más perfecta que yo y poseedora inclusive de todas
las perfecciones de que yo pudiera tener idea; esto es, para explicarlo en una palabra,
por Dios”.10

Para Descartes Dios era importante porque fue el quien le proporcionó los
pensamientos que le permitían, a través del uso de la razón llegar a realizar
afirmaciones o a descubrir verdades. Sin pensamientos no podemos dudar, ni razonar.
En la duda estaba la imperfección, en los pensamientos estaba la verdad, solamente
era cuestión de encontrarla siguiendo el método que él había establecido.

Finalizo este trabajo en forma de conclusión: a través del método que Descartes
encontró, llegó a establecer dos verdades, la existencia de pensamiento, por el mero
hecho de existir, y la existencia de Dios que como un ser perfecto que puso el
pensamiento en él para poder establecer verdades a través de su método basado en
el razonamiento y en el entendimiento propio.

VALORACIÓN PESONAL

9
René Descartes, Discurso del método, p. 59-60.
10
René Descartes, Discurso del método, p. 60.

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