¿Necesitamos a los hombres? Obvio que los necesitamos, porque es una lucha para
ambos. Queremos destruir al macho. Al estereotipo del hombre con el que crecimos todxs. Que
amar y llorar esté bien, porque también tienen el derecho de ser libres. Me arriesgo a decir que
todas las feministas lo quieren, porque está en la base de su significado. El peso de la balanza aún
favorece a los hombres, por eso somos las mujeres las que nos movilizamos.
En la Revolución Francesa, que es cuando se suelen datar los orígenes del feminismo, surgieron los
Derechos del Hombre y del Ciudadano: excluyentes. Las mujeres fueron las que se movilizaron en
contra de esta “exclusividad” imperante. Se ve a lo largo de la historia, la violencia y la desigualdad
denigrante. Entonces, cuando nos dicen “¿Y los hombres?” indignados, yo contesto que los
protagonistas no son ellos. Y digo protagonistas, no porque sea un show, si no porque fueron el
tema principal durante siglos, posicionándose delante de la mujer. Me alegra esta liberación, me
alegra que las mujeres hablen de cosas que duelen, que hagan público el sufrimiento que tanto
tiempo se tuvieron que callar nuestras antepasadas. Apoyo las denuncias sociales, porque la
justicia es patriarcal y un papel no nos sirve. Apoyo la humillación para los verdaderos acosadores,
violadores y violentos. Y lamento si nos llevamos por la corriente a personas equivocadas, si se ha
acusado a gente inocente y se ha difamado a gente que realmente apoyaba la lucha; pero la
verdad es que no somos todas, y como compañeras que somos vamos a escuchar a todas sin
preguntarles si hicieron algo o qué vestían, porque estamos cansadas. Cansadas de una historia
llena de represiones, censura y denigración. La idea es que ambos géneros luchemos y para eso
hay que ser comprensivxs; y para serlo hay que salir un poco de uno y ver el panorama general.