“El remate judicial es la forma más común de realizar la ejecución forzada. El mismo que
comprende una serie de actos sucesivos que se inician con la tasación de los bienes
afectados y culminan con la transferencia de los bienes a quien se los haya adjudicado. Por
ello, de ninguna manera debe pensarse que el remate judicial solo está constituido por el
remate propiamente dicho (es decir, la venta judicial de los bienes afectados del deudor),
sino que comprende a su vez diversos actos, tanto anteriores como posteriores al acto de
remate que buscan preparar y concluir el procedimiento de remate judicial”.
“Una vez aprobada la tasación, o cuando ésta sea innecesaria en los casos ya
mencionados, el juez debe proceder a convocar al remate judicial. Ello lo realizará a través
de una resolución que, según el artículo 731 del CPC, debe: fijar día y hora en que deba
realizarse el acto de remate, designar al funcionario que efectuará el acto de remate“.
“La convocatoria a remate debe publicarse en el diario de los avisos judiciales del lugar
donde se efectuará dicho acto. El anuncio se realizará por tres días tratándose de bienes
muebles y seis días en caso de inmuebles. En caso de no haber diario, la convocatoria se
publicará en otro medio de notificación edictal“.
➢ “El nombre de las partes y los terceros legitimados, es decir el del acreedor ejecutante,
del ejecutado y de los demás acreedores que intervienen en el proceso”.
“El último párrafo del artículo 733 del CPC señala que la publicidad del remate no puede
omitirse, aunque medie renuncia del ejecutado, bajo sanción de nulidad. Ello en razón a
que la convocatoria se realiza con el objetivo de difundir el remate judicial“.
“Una vez que las personas interesadas tomen conocimiento de la convocatoria a remate,
podrán presentarse a efectos de ser considerados como posibles postores. Para ser
admitido como postor es necesario que el interesado, antes del inicio del acto de remate,
cumpla con depositar, ya sea en efectivo o en cheque de gerencia girado a su nombre, una
cantidad no menor al 10% del valor de tasación del bien afectado. Tanto el ejecutante como
el tercero legitimado pueden participar en el acto de remate en calidad de postores, para lo
cual están exentos de realizar el depósito mencionado. En cambio, el ejecutado está
imposibilitado expresamente de participar en el remate como postor“.