TALLER DE DEBATE

COLEGIO ALICANTE DEL SOL

7 consejos para
hablar en público
Publicado a la(s) 23/01/2012 08:24 por Antonio Sánchez [ actualizado
el 29/01/2012 12:08 por Rubén Pulido ] en
https://sites.google.com/site/oratoriaycomunicacionefectiva/famil
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1.- Exprésese con sencillez

La audiencia que lo escuche captará una o dos de las principales ideas que exponga. Sólo
una o dos; no diez, ni veinte.

Si no puede expresar en un par de enunciados el punto que se propone comunicar, entonces

su alocución no está bien definida. Si no sabe con precisión lo que quiere decir, mucho
menos lo sabrá el auditorio.

2.- Organícese
Sea larga o corta su presentación, es importante ordenar los elementos de la misma. Hay
que prever la introducción, los puntos principales que se van a exponer, y la conclusión.

3.- Sea breve

La duración de los números en los espectáculos de variedades o televisivos suele ser, como
máximo, de 12 a 15 minutos. Si una cuadrilla de bailarines y cantantes que ponen toda el
alma en su trabajo no logran entretener al público por más tiempo, ¿qué le hace pensar que
Usted sí lo logrará?

4.- Sea sincero

Si trata de ser distinto de como es (poco natural), probablemente no logre convencer al
auditorio. Si no le parece graciosa una anécdota, no espere que ría el público cuando le
escuche.
Si la información que pretende transmitir no le despierta verdadero interés, tampoco lo
despertará en los demás.

5.- Aduéñese de la situación

En los primeros momentos de su disertación se establece el vínculo entre el público y Usted.
No empiece hasta que haya captado la atención de todos los presentes. Cada una de esas
personas comprenderá inmediatamente que el orador le está hablando a ella, y su cerebro
se dispondrá a prestarle atención. Eso es precisamente lo que Usted quiere.

Cuando el público se haya puesto atento, establezca contacto visual. Escoja tres caras
amigables: una a la derecha, una a la izquierda, y una al centro. Diríjase entonces a una,
luego a otra, y así logrará abarcar a todo el auditorio.

6.- No lea. ¡Hable!

Leer ante un auditorio no resulta tan eficaz como hablar
directamente y con el corazón; la expresión espontánea
quizá no sea tan pulida, pero es mejor.

No es recomendable redactar alocuciones, pero sí lo es llevar

notas para recordar lo que quiere decir, y saber en qué parte
va uno.

7.- Relájese
Cuando estamos sometidos a tensión nerviosa, a menudo olvidamos cómo respirar
correctamente, y toda persona que acostumbra presentarse o actuar en público conoce la
importancia de la respiración.
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No inhale profunda y forzadamente, ni respire con mayor rapidez que de ordinario; de esa
manera se hiperventilaría. Para relajarse, sólo tiene que mover el diafragma suave y
rítmicamente.
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Tipos de comunicación
Los tipos de comunicación se agrupan en dos grandes bloques:

o la comunicación verbal: usa la lengua como código compartido, teniendo la comunicación oral y
la escrita.

o la comunicación no verbal: se fundamenta en otros códigos simbólicos.

Comunicación verbal

La comunicación verbal es aquella en la que su contenido es la palabra.

Las pautas a seguir para utilizar correctamente la comunicación verbal son las siguientes:

o Claridad: expresar nítidamente el pensamiento, sin dar lugar a la incomprensión. Las ideas
confusas, mal expresadas, dichas con palabras o formas equivocadas, expresadas en lenguaje
incomprensible para el alumnado, confunde a los /las oyentes.

o Brevedad: el pensamiento debe expresarse en el tiempo adecuado y necesario. Alargar una

expresión es contraproducente. No debe decirse en diez palabras lo que cabe en cinco. Las
expresiones breves son más fáciles de seguir mentalmente por el oyente desde el principio hasta el
fin, más agradables y más convincentes.

o Naturalidad: expresarse de forma llana y no rebuscada, sin recurrir a palabras o frases inusuales,
complicadas o llamativas El estilo correcto en formación es el natural o coloquial, sin llegar a ser
demasiado familiar.

o Corrección gramatical: exponer los pensamientos con estructuras y palabras gramaticales

legítimas. Ejemplo: es incorrecto decir “fue allí que le vi”, en lugar de “fue allí donde le vi”.

Comunicación no verbal

La comunicación no verbal es el conjunto de signos que representan una idea. La forma de expresar
nuestros pensamientos, nuestros mensajes. El cómo lo decimos. Esta comunicación acompańa a la
verbal. Son complementarias.

A diferencia de la comunicación verbal, su función no se centra sólo en la transmisión de contenido sino

que expresa también las emociones del emisor, sirve para controlar la interacción y proporcionar feedback
del efecto que el mensaje produce en el receptor, funciones todas muy útiles para el formador, tanto en su
tarea de transmisor de conocimientos como en la tarea de motivar y dirigir el grupo.

Los elementos de comunicación no verbal se agrupan en distintas categorías:

o kinesia: son todos los movimientos corporales que tienen un significado y que pueden utilizarse
tanto para reforzar lo que se expresa mediante comunicación verbal como para sustituirlo. Los
aspectos a tener en cuenta son los siguientes:

o La postura, a través de la cual el docente debe transmitir a sus alumnos confianza y seguridad, lo
que puede conseguirse a través de una postura erguida, de pie, apoyándose sobre los dos pies y
manteniendo alta la cabeza. Una vez conocido el grupo, podemos adoptar otras posturas como
apoyarnos, acercarnos a los alumnos y sentarnos.

o Los gestos serán un buen aliado del formador, excepto cuando se esté incómodo o
nervioso. La mayoría de los gestos que utilizamos cumplen la función de reforzar el
mensaje verbal.

o La expresión facial transmite nuestras emociones y nos permite obtener fácilmente una
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respuesta del público. Una expresión facial agradable, como una sonrisa no forzada,
facilita la creación de un ambiente relajado dentro del aula.

o El contacto visual con cada uno de nuestros alumnos es, junto a la postura, uno de los
mejores métodos para transmitir confianza y para captar la atención. Nos sirve también
para recoger información de los alumnos. Mientras el formador habla, debe mantener la
mirada sobre sus oyentes la mayor parte del tiempo, mirándoles el tiempo suficiente como
para que se sientan atendidos pero no incómodos.

o Los desplazamientos no deben ser muy bruscos ni repetitivos, ya que pueden causar
distracción.

o proxémica: es el uso del espacio. La proximidad física entre los alumnos debe ser la que no los
incomode ni los haga vernos distantes; por lo tanto debemos acercarnos a ellos pero sin que se
noten intimidados.

o paralingüística: tenemos que controlar los aspectos no lingüísticos del lenguaje, para que
nuestro mensaje sea entendido por todos los oyentes.

o El volumen debe ser el adecuado para que todos los alumnos nos oigan con facilidad.
Debemos cuidar especialmente los finales de las frases que, inconscientemente,
tendemos a pronunciar más bajo.

o La entonación. El problema más frecuente es la monotonía, lo que dificulta a la hora de

captar la atención de nuestros alumnos o a motivarlos. Nuestro interés por el tema y una
correcta preparación nos hará destacar los puntos clave y jugar con la entonación de una
forma adecuada a lo largo de toda la exposición.

o La pronunciación. Los problemas se nos presentan especialmente cuando estamos

nerviosos o hablamos demasiado rápido. Debemos hacer un esfuerzo por articular todas
las palabras de manera clara y limpia, abriendo la boca lo suficiente para pronunciar
correctamente las sílabas, consonante y vocales.

o La velocidad. Una velocidad correcta puede ayudarnos a resolver problemas de

pronunciación y de entonación. Debemos hablar a la velocidad que lo hacemos
normalmente o algo superior para facilitar el mantenimiento de la atención. Si estamos
nerviosos y no nos salen las palabras, podemos hablar con mayor lentitud para facilitar la
respiración y relajarnos. También debemos reducir la velocidad cuando expliquemos
conceptos técnicos complejos o cuando esperemos alguna respuesta por parte de los
alumnos.

o proyección física: existen una serie de factores que sin que la persona diga ni haga nada,
transmiten información y que hacen referencia a la imagen física que proyectamos. En un formador
es fundamental que la información que transmita su imagen sea positiva para los alumnos.

Teniendo en cuenta que no podemos influir mucho sobre nuestros propios rasgos físicos,
centraremos nuestra atención sobre los artefactos que sí podemos manipular: los adornos y
prendas de vestir.

Hay que recordar que un objetivo del formador será captar la atención de sus alumnos hacia el
contenido que está desarrollando, nunca hacia su persona.

Todas estas categorías facilitan al docente el logro de los objetivos del curso.

Finalmente, recordar que si un formador observa atentamente la comunicación no verbal de sus alumnos
obtendrá una gran cantidad de información. Hay muchos signos que lo indican, como los siguientes:

• La atención: posturas del cuerpo (inclinado hacia delante, hacia atrás).

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• La necesidad de hablar: movimientos sutiles de la boca, de la mano, etc.

• La irritación: movimientos de pies, manipulación de objetos sobre la mesa.

• La concentración: coger apuntes, mirar al formador, etc.

• El cansancio: cuerpo hundido, suspiros, etc.

• El desinterés: cerrar los apuntes, ordenar los documentos, bostezar...

• La sorpresa: levantar los brazos, abrir la boca, levantar las cejas, abrir los ojos, etc.