ESTUDIOS GENERALES
TEMA
CURSO DE:
Investigación Académica
PROFESOR
AUTOR:
Carrion Silva, Alexis Javier Código: 17101012
En el Perú actual, el legado cultural vivo, también llamado patrimonio inmaterial, está
obteniendo creciente reconocimiento, no solo en el ámbito nacional sino también en el
mundo. Se le está dando cada vez mayor importancia a las tradiciones locales, a las
costumbres regionales, al arte popular, a las danzas y a la música, así como a las
personas que han sabido mantener vivo este variado acervo de expresiones culturales,
tiene repercusiones positivas para el conjunto nacional en distintas dimensiones.
Esto ha repercutido, por un lado, en que se hayan incrementado los esfuerzos de
valoración, difusión y promoción de la cultura tradicional y popular, tanto desde el
Estado como desde los centros de investigación académica e incluso desde el sector
privado. A la vez, y quizá con mayor significación, esto revierte en una creciente
conciencia del potencial de este acervo como capital cultural para el desarrollo de
industrias creativas y otras actividades que, debidamente manejadas, pueden significar
oportunidades económicas para muchas personas, con el valor agregado de reforzar la
identidad cultural y la autoestima y orgullo por nuestro patrimonio vivo. Este va
adquiriendo así un gran valor en la construcción de la identidad peruana como una
ciudadanía que se reconoce multicultural y étnicamente variada, y que se empieza a
aceptar con una tolerancia proactiva y socialmente cohesiva.
Uno de los principales elementos del patrimonio inmaterial, considerado fundamental
para todos los peruanos, es la culinaria peruana, que atraviesa actualmente por un gran
período de auge, siendo reconocida local e internacionalmente como una de las más
sofisticadas y diversas del mundo. Sin embargo, este reconocimiento no es repentino ni
casual. La enorme riqueza culinaria que nuestro compatriotas hemos sabido desarrollar
y promover con el transcurrir del tiempo es resultado de la capacidad creativa de
nuestros antepasados y de su milenaria interacción con condiciones medioambientales
particulares y procesos históricos cambiantes. La continua revitalización y
perseverancia de tradiciones regionales, junto a las dinámicas de sus encuentros y
contrastes, son los cimientos del actual apogeo gastronómico, pero este esplendor
también es resultado de la concurrencia y flujo constante de saberes, sabores y valores.
Durante milenios, los diferentes grupos culturales originarios que habitaron de modo
continuo el actual territorio peruano se relacionaron de forma estratégica con el medio
para subsistir y prosperar, hasta constituirse como uno de los principales centros
civilizadores del mundo. La observación y manejo de factores hidrológicos y climáticos,
la continua experimentación agrícola, el perfeccionamiento de tecnologías de
conservación y almacenamiento, entre otros desenvolvimientos, son elementos que
forman la base de una cultura alimentaria ancestral cuyos principales principios de
acción han sido la diversificación y distribución de comestibles para garantizar el
sustento de las poblaciones.
La cúspide de la administración alimentaria fue alcanzada por la sociedad incaica. Cabe
resaltar que, a través de una compleja red de relaciones e intercambios, esta civilización
supo apropiarse y difundir los diversos conocimientos y creencias sobre la obtención de
alimentos, aprovechando también las instituciones y la tecnología que poseían las
múltiples culturas que fueron asimilando. Todo ello, sumado a un adecuado control de
la diversidad natural y a una organización muy detallada y especializada, hizo posible la
gran expansión que alcanzó su cumbre en el Tawantinsuyu.
Un elemento básico para este logro fue el Qhapaq Ñan o camino principal andino, el
cual se convirtió en la vía primordial de circulación tanto de los insumos producidos en
los diferentes pisos ecológicos, como de las poblaciones que los habitaban.
El Qhapaq Ñan se constituye, entonces, en un espacio dinámico y fluido de intercambio
de técnicas, sabores y valoraciones relacionados con la producción de alimentos, con la
culinaria y con los espacios sociales de consumo.
Es sobre esta compleja red de intercambios que se produce la influencia de la conquista
española, con las grandes transformaciones que implicó a nivel político, económico,
religioso y sociocultural. En el plano culinario, significó la apropiación y revaloración
de técnicas e insumos llegados de Europa y de otras colonias españolas, muchos de los
cuales comenzaron a producirse de forma local, adaptándose al medio y modificando el
espacio. También significó la distinción simbólica de alimentos y procesos de
resistencia reflejados en platos y ceremonias vinculados a la comida. Es sobre la base de
este nuevo panorama que se plasma y se consolida la culinaria existente en el Perú,
incorporando luego los aportes de las poblaciones que arribaron durante la República,
como los migrantes chinos, italianos y japoneses.
Si bien es cierto, la globalización de la vida ha generado que las cocinas traspasen
fronteras con total normalidad, que los cocineros intercambien experiencias, recetas y
formas de cocinar, el conocimiento sobre ingredientes, recetas, etc. está disponible al
instante, las técnicas de cocina evolucione constantemente, la forma en que las personas
comemos y el valor que damos a la comida es diferente, los paladares de los comensales
de elementos ha generado nuevos platos, nuevas experiencias y un negocio totalmente
nuevo que tiene sus propias reglas de actuación arrojándonos una nueva tendencia
llamada cocina fusión.
Esta investigación surge con la intención de mostrar a nuestra cocina peruana como un
complejo sistema enlazado con la vida cotidiana y con la subjetividad de nuestra
sociedad, y que con el tiempo se ha convertido en un medio de afirmación de la
identidad regional y nacional. Esta obra busca también ilustrar las múltiples
dimensiones del sistema gastronómico peruano, promoviendo el reconocimiento y
valoración de todos los agentes involucrados en dicho sistema: los productores, los
comerciantes, los cocineros, los investigadores y finalmente los consumidores.
Dado que la culinaria peruana se perfila como uno de los espacios de creación y acción
cultural más importantes de la actualidad, puede convertirse a través de acciones
concretas y de amplio consenso en un vehículo de desarrollo intercultural, inclusivo y
participativo. Cada insumo, cada plato que se presenta y ofrece, así como cada espacio y
forma de consumo, narran una historia particular, cargada de peculiaridades que van
más allá del gusto. Por ello, la investigación y difusión sobre los alimentos en general y
sobre la culinaria en particular resultan de vital importancia para establecer espacios de
diálogo entre los peruanos.
CAPÍTULO I: LA EVOLUCIÓN DE NUESTRA CULTURA GASTRONÓMICA
Y LA COMIDA FUSIÓN
Si bien es cierto nuestra gastronomía no es más que un sin fin de fusiones de otras
culturas que migraron a nuestro país en diferentes épocas sin embargo no se conocía el
término comida fusión hasta el año 1970.
En la comida fusión que influye y que resalta con más frecuencia en nuestro país son la
comida china, la japonesa con los makis, la italiana con las pastas, la francesa, española
y la más sobresaliente es la de áfrica. Entre todos los países del mundo Perú es el que
más resalta en gastronomía ya que las personas no solo consumen nuestros platos
nacionales sino también internacionales y siempre con un poco de nuestra esencia
peruana. (G. Alva 2012).
La comida fusión más conocidas son los platos típicos de china, Italia, Francia,
japon, África y españa. Perú recibió mucha influencia extranjera desde la llegada de los
españoles, y siguieron viniendo mas extranjeros trayendo sus distintas gastronomías de
sus países.
El país que ha tenido una mayor influencia de comida fusión en el Perú ha sido
los chinos de la región de cantón, fueron ellos quienes inventaron el chifa en el Perú en
el año 1920, y el cual ha ido creciendo sorprendentemente. Existen más chicas en el
Perú que cevicherías o pollerías. Entre las comidas más conocidas que se venden en los
chicas tenemos: arroz chaufa, combinado, tallarín saltado y chi jau kay. (C. Sifuentes
2017).
Está ligado con la tradición de una nación, esto suele confundirse con lo típico,
que es referencia a algo peculiar de una región. Sin embargo esa IDEGAS Tradicional,
Nacional y Regional antes de autodefinirse más o menos de forma general debió pasar
por el filtro de lo típico; es decir qué; los ingredientes, las recetas, los procedimientos y
los platos tuvieron que adquirir primeramente una condición peculiar que los hiciera
característicos o representativos de cada grupo, región y época.
La influencia más importante que tuvo el Perú fue a la llegada de los andaluces y
árabes - andaluces quienes cocinaban rico, en aquella época eran esclavos y las mujeres
dedicadas a la cocina fue por ello que sus costumbres influenciados mucho en la
gastronomía convirtiéndose en tradiciones culinarias. Todos estaban sorprendidos de la
variedad de recetas que cocinaban los árabes, en aquel entonces, como el ají de gallina
se dice que deriva de la "sopa desmigada de pan acimo Sabat" el cual contiene huevo
duro y aceituna como en nuestro plato. A parte que los españoles trajeron diversos
insumos, recetas y postres de países aledaños.
Entre los platos típicos del Perú con influencia española se conocen: el estofado,
seco de res, arroz con pollo, causa rellena, anticucho, el escabeche, entre otros; dulces
hispanoamericanos como: arroz con leche, alfajores, cocadas y mazamorra. (E.
Hernández 2017).
Los constantes cambios que ha sufrido nuestra cultura gastronómica han tenido
como reflejo la pérdida de identidad gastronómica en nuestro país, con el pasar de los
años las nuevas generaciones van desconociendo nuestra verdadera cultura
gastronómica las maneras de preparación e incluso los insumos que llevan nuestras
comidas.
Aunque parece una idea muy llamativa para muchos, al realizar esta actividad se
pierde identidad cultural que no podremos transmitir a futuras generaciones sobre sus
verdaderos orígenes.
3.2. Aspectos positivos y negativos de la comida fusión.
Pero aun así hay muchos platos típicos de peruanos los cuales no pierden el
gusto de querer prepararlos y comprarlos para poder comerlos una y otra vez por la
gran satisfacción que causan al comerlos.
Desde varios años que los cocineros o chefs están queriendo cada vez más sobresalir
mundialmente en la cocina con su técnica y creatividad y han logrado llegar más allá de
los clásicos mundiales siendo diferentes platos de culturas diferentes. Lo importante de
esto es saber de donde residía la identidad cultural ya que eso era lo que marcaría la
diferencia de 2 cocinas totalmente opuestas.
Esta transformación hiso que la cocina tradicional que conocemos sumado a la mezcla
de ingredientes de otras regiones fuera conocido por muy pocos y así fue expandiéndose
de a pocos esta nueva destreza que radicaría exitosamente.
Estamos en la duda si ambas cocinas podrían convivir conservando su sabor clásico de
la región. Y si, la idea de la comida fusión es mezclas distintas tradiciones e innovar
nuevas técnicas y mantener viva la cultura de cada lugar por medio de sus insumos. Los
grandes maestros de la gastronomía suelen decir que “ sin tradición no hay creatividad.
La identidad gastronómica de cada región meceré ser respetada ya que con los insumos
que una persona utilice le sea útil para varios tipos de comida y así pueda surgir una
nueva mezcla y saber decir de donde proviene para que un plato sea bien reconocido.
En América Latina la gastronomía se encuentra en dos caminos. La primera es que
algunas organizaciones quieren modificar y con eso alterar sus propiedades originales
de modo que lo hace más fácil de digerir y lo segundo seria de fusionar dos maneras
diferentes de realizar un plato.
La historia nos ha estado enseñando que con el pasar del tiempo, que nuestras raíces son fuertes
y concisas. También ha demostrado que cada generación de peruanos tiene paladares exigentes.
No se puede negar que la comida de otros países ha ayudado a evolucionar la cocina peruana
actual. Pero esto hace que olvidemos nuestra identidad nacional, ya que la culinaria peruana es
parte de nuestro patrimonio cultural.
Así como otras cosas culturales están pasando lentamente al olvido, la culinaria peruana podría
sufrir este inconveniente. Es importante no olvidar de dónde venimos y que debemos preservar
los que nos identifica como una nación. Debemos crear conciencia cultural a nuestra sociedad y
no dejar que se pierdan antiguas costumbres que nacen desde el incanato.
El estado peruano puede ayudar conjuntamente con el Ministerio de Cultura, a promover dichas
costumbres y preservar las recetas para que no se pierdan ese toque que los hace diferentes a
otras, que han sido variadas con técnicas internacionales.
BIBLIOGRAFIA