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ANÁLISIS DE SENTENCIA T-027-17

MÓDULO DE MECANISMOS DE PROTECCIÓN ADMINISTRATIVA

IRIS ALEIDA PINZÓN ARTEAGA


JENNY ESTEFANY VALENZUELA RINCÓN
KARLA SUSANA GUERRERO SARMIENTO

MÓDULO DE MECANISMOS DE PROTECCIÓN ADMINISTRATIVA


PRESENTADO A: MARY VERGEL CAUSADO

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BUCARAMANGA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESPECIALIZACIÓN EN VIOLENCIA INTRAFAMILIAR - NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
2019
1. Identificación:

Acción de tutela contra providencias judiciales en proceso de Violencia


Intrafamiliar- Procedencia por defecto fáctico, al omitir valorar material
probatorio.

Acción de tutela interpuesta por Diana Patricia Acosta Perdomo contra la Comisaría de
Familia Dieciséis de Bogotá D.C y el juzgado veintinueve de familia de Bogotá D.C.

Corte: Sala séptima de revisión de tutelas de la Corte Constitucional

Fecha: 23 de enero de 2017

Magistrado Ponente: Aquiles Arrieta Gómez

2. Supuestos fácticos (Hechos):

La señora Diana Patricia Acosta Perdomo, por medio de un apoderado judicial, interpone
acción de tutela contra la comisaría y el juzgado de familia mencionados en el apartado
de identificación, al considerar que le fueron vulnerados sus derechos a la igualdad,
integridad personal y a la vida, debido a la negación de la solicitud de desalojo por
violencia intrafamiliar de Julián Giovanny Zamudio, padre de sus dos hijos. La solicitante
se basa en los siguientes hechos:

1. Debido a violencia intrafamiliar física y psicológica, la accionante solicitó ante la


comisaría de familia una medida de protección de desalojo contra el señor
Zamudio Espinosa, padre de sus hijos.

2. Expone que la comisaría se negó a concederle la medida de aseguramiento


solicitada, al considerar que no contaba con elementos probatorios suficientes
para determinar la existencia de acciones violentas que pusieran en peligro la
integridad de la solicitante. Cabe resaltar que en la providencia proferida por la
comisaría se lee que, debido a la presencia de eventos de violencia intrafamiliar
de carácter mutuo, apoyándose en el principio de economía procesal, se le otorga
a las partes involucradas la calidad tanto de accionante como de accionado.
Además, se asegura que el despacho no cuenta con elementos probatorios
suficientes para determinar un nivel de riesgo que amenace la integridad de la
señora Acosta Perdomo, dado que la valoración emanada por el Instituto de
Medicina Legal no fue contrastada con una valoración realizada al señor Zamudio
Espinosa. Consecuentemente, la comisaría expidió una medida de protección a
favor de ambas partes en conflicto, consistente en la conminación para que
cesaran los actos de violencia; así como la asistencia a tratamiento reeducativo y
terapéutico.

3. La decisión de negar la medida de protección solicitada se tomó, a pesar de que


en el informe aportado por Medicina Legal se concluyó que existía un grave nivel
de riesgo, considerando la cronicidad, la frecuencia y la intensidad de las
agresiones físicas y verbales contra la señora Acosta Perdomo; razón por la que
apeló la decisión tomada por la comisaría.

4. La solicitante aduce que el juzgado de familia que conoció dicha apelación


confirmó la determinación de la comisaría de familia, argumentando que la
actuación de la institución se ajustó a la normativa y que se argumentó en el
material probatorio legalmente recaudado. Además, destaca que en las partes se
confunden los roles de víctima y victimario, señalando que ambos contribuyen a
la lucha de poderes presente en el hogar. Respecto al informe de Medicina Legal,
establece que no constituye prueba pericial, al no tratarse de una valoración de
daño físico, psíquico, mental o emocional de la usuaria, así como tampoco valora
al presunto victimario.

5. La señora Acosta Perdomo considera que las autoridades mencionadas


vulneraron sus derechos fundamentales e incurrieron en defecto sustantivo por
desconocimiento de las normas de rango legal aplicables al caso, negándose a
imponer la medida de protección solicitada, omitiendo el informe de Medicina
Legal.
6. Debido a la decisión tomada por la comisaría de familia y ratificada por el juzgado
de familia, la solicitante se vio obligada a dejar su casa debido al temor infundado
por Zamudio Espinosa, quien además ha convertido su casa en una bodega de
productos de contrabando.

3. Derechos violados y las consideraciones de esos derechos conculcados :

Madre

● Derechos fundamentales a la igualdad, a la integridad personal y a la vida:


La madre en su relato, refiere que le fueron violados estos derechos, por su
esposo y padre de sus dos hijos, debido a que fue víctima de violencia física y
psicológica, mediante golpes y heridas de importante gravedad, además de
constantes amenazas de muerte.

● Debido proceso: Puesto a que el informe de medicina legal define “un nivel
de riesgo grave, teniendo en cuenta: <<la cronicidad, la frecuencia y la
intensidad de las agresiones físicas y verbales que la habían puesto en una
situación en la que se hacía imperativo tomar medidas urgentes en aras de
proteger la vida de la usuaria>>. Sin embargo, este informe no se consideró como
una prueba pericial relevante, debido a que no se logró entrevistar ni valorar al
agresor, por lo cual no se dictó la medida de desalojo de la vivienda, y se obligó a
la madre a buscar una nuevo lugar de residencia para ella y sus hijos, por el temor
que su pareja le provocaba.

● Derecho a especial protección: Puesto que la madre es jefe de familia y principal


proveedora de las necesidades básicas de sus dos hijos en edades de infancia,
es considerada un sujeto de especial protección para el Estado; por lo cual, este
debe brindar todas las medidas de protección necesarias para salvaguardar su
seguridad física y psicológica, además de la sus hijos, quienes también son
considerados sujetos de especial protección.
Niños:

● Derecho a vivir en una familia afectiva y garante de sus derechos: Los dos
hijos de la pareja fueron espectadores y testigos de las situaciones de violencia
entre sus figuras paternas, lo cual produjo en ellos sentimientos de temor,
ansiedad y tristeza, provocando así que su familia no sea considerada una red de
amor y apoyo y sea en su núcleo familiar donde se violan algunos de sus derechos
básicos.

● Derecho a gozar de un estado de salud físico y psicológico: La salud


emocional de los niños se vio afectada, debido a que, al ser espectadores de
situaciones de violencia física y verbal entre sus padres, se afectó su estado
anímico y psíquico, dando lugar a sentimientos de intranquilidad, ansiedad y
tristeza, lo cual afecta directamente su salud psicológica y existe el riesgo de
producir consecuencias importantes para la formación de su personalidad.

● Derecho a la especial protección: Además de ser niños, es importante


mencionar que uno de ellos tiene discapacidad y tiene diagnóstico de Plagiocefalia
severa, la cual consiste en una malformación en su cabeza, provocando
dificultades de crecimiento y función cerebral, por lo cual su atención y tratamiento
médico especializado debe ser constante y permanente en el tiempo para prevenir
nuevas problemáticas asociadas a dicho diagnóstico.

4. Problema jurídico planteado:

De acuerdo con lo explicitado en la sentencia y la descripción de los hechos previamente


presentada, el problema jurídico se resume en la siguiente cuestión:

“¿Una comisaría de familia y una autoridad judicial incurren en la causal de procedencia


de la acción de tutela contra providencia judicial por defecto fáctico, al negarse a
conceder una medida de protección de desalojo por Violencia Intrafamiliar, con
fundamento de que hubo agresiones mutuas entre la pareja, omitiendo un informe del
Instituto de Medicina Legal que certifica la existencia de riesgo grave en cabeza de la
mujer?”

5. Decisión y argumentación de cada una de las instancias:

● La Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C.
resolvió:

Denegar el amparo constitucional invocado, puesto que consideran que las


autoridades accionadas sí tuvieron en consideración el informe emitido por el
Instituto de Medicina Legal. También afirman que la accionante no se deja
desprotegida en ningún momento, puesto que ella puede iniciar una nueva acción
si su pareja no acata la medida impuesta. Finalmente, también manifiestan que
las actividades delictivas de la pareja no afectan en la decisión, debido a que no
tiene que ver con lo que se debatía en el trámite de la medida de protección.

● La Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia resolvió:

Confirmar el fallo emitido inicialmente por la comisaria de familia, debido que dicha
decisión no se desvío de la norma de proteger los derechos de toda la población
y su competencia no era lesionar los derechos básicos de la madre.

● La Corte Suprema afirma:

Quien emitió el fallo analizó de forma conjunta el expediente y las pruebas


alegadas por la madre y de ello concluyó que las situaciones de violencia física
se presentaron desde las dos figuras, por lo cual las medidas de protección
también debían ser para los 2 y así finalizar dichos eventos y garantizar su no
repetición. También se considera que el esposo de la madre no es una figura de
riesgo o amenaza importante para los demás miembros de la familia que requiera
una medida mayor como el desalojo de la vivienda, esto sin importar que existe
un informe de medicina legal que no se considera una prueba relevante debido a
que no da un calificativo real del daño ni tuvo en consideración la entrevista con
el demandado.

6. Argumentos de la corte:

Con el fin de resolver el problema jurídico planteado, los magistrados consideraron cuatro
temáticas: (a) la especialísima protección constitucional en cabeza de la accionante; (b)
el compromiso nacional e internacional de erradicar toda forma de violencia contra la
mujer; (c) defecto fáctico, la ausencia de valoración probatoria o su valoración irrazonable
en el caso concreto y (d) la protección judicial en el contexto de violencia estructural
contra la mujer.

A continuación se sintetiza la argumentación presentada por la parte en cada una de las


temáticas mencionadas:

a. La especialísima protección constitucional en cabeza de la accionante:

La corte suprema señala que en cabeza de la solicitante recaen factores que la


convierten en una persona de especialísima protección constitucional. Haciendo
referencia a sentencias anteriores y al principio de igualdad material, señalan que el
Estado social de derecho se encuentra en la obligación de brindar protección especial a
determinado grupo de personas que debido a su condición económica, física o mental
sean vulnerables a abusos o maltratos contra ellos.

En el caso específico, la Sala de la Corte señala que la solicitante Acosta Perdomo,


además de ser mujer cabeza de familia, ha sido víctima de violencia de género que la
obligó a desplazarse de su vivienda. Por otro lado, tiene a su cargo dos hijos menores
de edad, uno de los cuales se encuentra en situación de discapacidad asociada al
diagnóstico de plagiocefalia. En consecuencia, se recuerda que madres cabeza de
familia, menores de edad y personas con discapacidad son considerados como grupos
de personas vulnerables y, por consiguiente, el Estado está en la obligación de
protegerlos.

b. El compromiso nacional e internacional de erradicar toda forma de violencia


contra la mujer:

En relación a esta temática, la argumentación se fundamenta en el bloque constitucional,


haciendo referencia a los numerosos tratados internacionales y regionales suscritos por
el país en materia de violencia contra la mujer. Especialmente, se referencia la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la
Mujer - Convención de Belém do Pará- que ratifica la obligación de los Estados parte,
entre ellos Colombia, de condenar todas las formas de violencia contra la mujer; además,
de actuar con diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia de género.
Específicamente, alude a la obligación estatal de tomar las medidas apropiadas para
modificar leyes y reglamentos vigentes o práticas jurídicas que respalden la persistencia
o tolerancia del fenómeno violento, como se evidenció en el caso.

c. Defecto fáctico, la ausencia de valoración probatoria o su valoración


irrazonable en el caso concreto:

El defecto fáctico se configura cuando el funcionario judicial de conocimiento del caso


aplica el derecho sin contar con el apoyo de hechos determinantes del supuesto legal;
en este caso, se trataría de la valoración irrazonable del material probatorio existente.
Para argumentar su posición, hacen referencia a antecedentes como la sentencia T-902
de 2005, en la que se establece que si bien los jueces gozan de amplio margen valorativo
del material probatorio, dicho poder jamás puede utilizarse de forma arbitraria, pues la
evaluación del material probatorio debe basarse en criterios objetivos, racionales y
rigurosos.

Adicionalmente, analizando el informe de Medicina Legal, argumentan que no existen


motivos razonables para que las autoridades pasaran por alto dicho documento, el cual
desecharon aludiendo a que las agresiones eran de carácter mutuo. Más aún cuando la
normativa en materia de violencia intrafamiliar establece como deber del Estado y de las
autoridades adoptar un enfoque de género al evaluar los testimonios de las víctimas,
evitando toda revictimización; además, se establece la necesidad de una flexibilización
de los procedimientos del rigor probatorio, con el fin de hacer efectiva la protección contra
la mujer. El hecho de que en el contexto de la violencia intrafamiliar las agresiones sean
de carácter mutuo, no es motivo suficiente para dejar sin protección a la mujer.

d. La protección judicial en el contexto de violencia estructural contra la mujer:

Considerando las cifras en materia de violencia contra la mujer, así como el hecho de
que esta problemática se nutre de la discriminación histórica, llegando al plano político,
social y económico, la Corte constitucional advierte que las decisiones judiciales también
han sido fuente de discriminación de género y terminan por confirmar patrones de
desigualdad. En este contexto, la existencia de agresiones mutuas entre la pareja del
caso es leído por las autoridades desde el estereotipo de la mujer débil que no se
defiende ante la agresión; lectura que constituye en sí misma discriminación. Se aclara
que las víctimas de violencia de género no pierden su condición de víctima por reaccionar
a la agresión y mucho menos su condición de sujeto de especial protección
constitucional. Así pues, es deber del Estado y de las autoridades adelantar todas las
medidas necesarias para contrarrestar la discriminación histórica y estructural que motiva
a la violencia de género.

Teniendo en cuenta dicha argumentación, la Corte Constitucional decide:

● REVOCAR las sentencias proferidas por la Sala de Casación Civil de la Corte


Suprema de Justicia y confirmó la providencia proferida por la Sala de Familia del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C la cual denegó el amparo
solicitado por la esposa, para en su lugar, AMPARAR los derechos
constitucionales a la igualdad, a la integridad personal, a la vida y al debido
proceso de ella.
● DEJAR SIN EFECTOS la providencia proferida por el Juzgado Veintinueve de
Familia de Bogotá, en el marco de la solicitud de adopción de medidas de
protección a favor de la accionante, y ORDENARLE a dicho juzgado proferir una
nueva providencia.

● MANTENER las medidas cautelares adoptadas mediante auto del dieciocho 18


de enero de dos mil diecisiete 2017, pero en los siguientes términos: Ordenar al
esposo, abstenerse de retornar, ingresar al domicilio y aproximarse a su esposa
o alguno de sus hijos; comunicar a la Policía Nacional la adopción de la anterior
medida a fin de que garantice su cumplimiento; ordenar a la Unidad Nacional de
Protección adelantar un estudio de riesgo y prestar las medidas de seguridad
adecuadas a favor de la madre y sus hijos; ordenar a la Secretaría Distrital de la
Mujer, a través del Sistema Distrital Integral a Mujeres Víctimas de Violencia -
SOFÍA-, así como al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y a la Defensoría
del Pueblo, que en el marco de sus respectivas competencias, continúen
brindando a favor de la madre y de sus hijos, el acompañamiento médico,
psicológico, social y jurídico necesario para el restablecimiento de sus derechos.

7. Posición del grupo:

Después de analizar los criterios expuestos el equipo de trabajo manifiesta las siguientes
consideraciones:

● Inicialmente, cuando la denuncia llega en primera instancia a la comisaría de


familia, el deber ser es que el equipo psicosocial realice una visita domiciliaria a
la vivienda de residencia permanente del sistema familiar, evaluando así los
posibles factores de riesgo y protectores para los miembros de la familia, y desde
este momento, el equipo omite el uso de la casa como bodega de almacenamiento
de mercancía de contrabando como factor de riesgo, debido a que, entre dicha
mercancía, se encuentran bebidas alcohólicas adulteradas; cuestión que
constituye un riesgo grave, puesto que dichas sustancias tienen altos niveles de
inflamabilidad.

● Luego, durante el desahogo de pruebas el informe emitido por el Instituto de


Medicina Legal, donde manifiestan un riesgo alto para la madre, es omitido como
una prueba relevante para el proceso; afirmando que no fue posible entrevistar al
demandado y por ello no se encuentran sus condiciones ni valoraciones en dicho
informe, lo cual, no es adecuado, puesto que, cuando un demandado es citado, y
no comparece a dicha citación, está aceptando los cargos de los que se acusa.
Cabe resaltar que, desde una lectura sesgada, las autoridades mencionadas en
el caso (comisaría, juzgado de familia, entre otras) declararon que la solicitante
no podía ser considerada como una víctima; sin embargo, el equipo de trabajo
destaca que la Corte constitucional es clara en que el hecho de que una mujer
víctima de violencia de género reaccione y se defienda no implica que pierda su
condición de víctima o de sujeto de especial protección constitucional.

● De acuerdo a las Convenciones Internacionales radicadas por Colombia y la


legislación vigente en materia de violencia intrafamiliar, es deber del Estado
flexibilizar el rigor probatorio, con el fin de tener en cuenta las pruebas indiciales
del caso, cuyo interés debe ser siempre salvaguardar la integridad física y
psicológica de las posibles víctimas de violencia.

● Finalmente, el equipo está de acuerdo con la decisión de la Corte Constitucional,


encontrando que protege los derechos de la solicitante y sus hijos. Además,
señala la presencia de violencia estructural, al encontrar que las decisiones de las
autoridades que conocieron del caso contribuyeron al mantenimiento de la
problemática violenta.

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