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Generalidades del Derecho Laboral

Durante la época del Imperio Romano, el hombre se consideraba un cúmulo de virtudes dentro de
las cuales no existía el concepto de trabajo. Consideraban que únicamente las bestias y los
esclavos debían trabajar.

Con este tipo de conceptos sobre el trabajo, no es de extrañar que en roma no existiera el derecho
Laboral y mucho menos que hubiesen leyes al respecto. Era mucho más importante legislar el
sector humano en cuestiones civiles, y por tanto fue el Derecho Civil el que caracterizó el mundo
jurídico de la antigua Roma.

A pesar de que la agricultura formaba parte de las principales actividades el Imperio, el hecho de
tener una actividad de tipo comercial, como panadero, zapatero....etc. venía siendo cosa de
extranjeros y por tanto nadie se molestaba en interferir o en intentar legislar dichas actividades. A
estas personas simplemente se les reconocían honores públicos y es de aquí de donde ha derivado
la palabra "honorarios" en referencia al hecho de ganarse un sueldo.

Antecedentes en Nicaragua

Antes del primer Código de trabajo, existían algunas disposiciones dispersas que contenían reglas
laborales, tales como le <ley de Descanso Dominical, del 8 de agosto de 1949 y su reglamento, la
ley de Seguridad de los <obreros, Salario mínimo y horas de descanso, del 12 de junio de 1936, Ley
de accidentes de trabajo, del 7 de marzo de 1930 y la Ley que prohíbe pagar a los obreros sus
salarios con objetos o cosas que no sean la moneda legal, del 20 de febrero de 1936.

1° de abril de 1945, se aprueba el primer código del trabajo.

Por decreto del 7 de julio de 1952, se crea el Ministerio del Trabajo como Secretaria de Estado,
responsable de la aplicación del Código de Trabajo y del seguro social.

El actual código de trabajo fue aprobado por la Asamblea Nacional el 28 de octubre de 1994, cuyo
Presidente de la Republica en ese entonces era la Señora Violeta Barrios de Chamorro, y fue
promulgado hasta el 30 de octubre de 1996, entrando en vigencia 60 días después, el primero de
enero de 1997.

Concepto de derecho laboral

En relación con los que se debe entender por derecho del trabajo, la doctrina destaca aspectos
diversos:

En relación al sujeto:
se ve la protección a las clases económicas débiles,
el conjunto de medios que reconoce jurídicamente la persona del trabajador,
la serie de normas jurídicas referentes a la clase trabajadora
la regulación de las relaciones de trabajo entre patronos y obreros
En cuanto al objeto:
las normas rectoras entre capital, trabajo y sus relaciones mutuas en las diferentes fases
de la producción, repartición y consumo de las riquezas
los principios naturales y racionales reguladores de la actividad encaminada a la
producción de valores económicos y sociales
las normas jurídicas aplicadas al hecho social de trabajo, en las relaciones entre las partes
y la colectividad y las tendencias al mejoramiento de los trabajadores
el que regula la conducta humana al fenómeno trabajo

Por la naturaleza del vínculo:


el que regula el trabajo prestado en virtud de un contrato en la dependencia de una
empresa privada
conjunto de leyes que consideran al empleado y el empleador unidos en una relación
contractual
el que rige las relaciones de la prestación contractual y retribuida del trabajo humano
el conjunto de normas jurídicas que regulan la relación de trabajo.

De índole dual:
basada en los sujetos y en la finalidad, es el conjunto de principios y normas que regulan
las relaciones de empresarios y trabajadores y de ambos con el Estado, a los efectos de la
protección y tutela del trabajo

Por lo tanto El derecho laboral es una rama del derecho, cuyas normas y principios tienen como
finalidad regular las relaciones jurídicas entre personas empleadoras y trabajadoras, proteger el
trabajo humano productivo originado por una prestación voluntaria, subordinada y retribuida de la
actividad humana. A partir de este concepto, podemos observar que hay elementos importantes
para discutir:
El trabajo es productivo. El trabajo es una acción humana que supone el ejercicio de
actividades para favorecer procesos productivos en beneficio del desarrollo del país;
genera en la persona trabajadora, bienestar y satisfacción de sus necesidades físicas,
emocionales y sociales, siempre y cuando el trabajo que se desarrolla esté enmarcado en
la legalidad.

El trabajo como producto. El trabajo es una obra, un producto o servicio finalizado, es el


resultado concreto del esfuerzo realizado por la fuerza humana de la persona trabajadora
y cobra relevancia por la paga que se recibe por ello. La persona trabajadora es libre de
elegir el ejercicio de su profesión.

Cualquier persona apta para desempeñar un trabajo está en completa libertad de escoger qué tipo
de profesión u oficio desempeña, dónde y con quién desea trabajar. Esto pone fin a una de las
formas de esclavitud, pues nadie puede en la actualidad ser obligado a trabajar para una persona
o una empresa donde no se sienta cómodo. Cuando se violenta esta libertad, se estarían
violentando los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) # 29 sobre el Trabajo
Forzoso, y 105 sobre la Abolición del Trabajo Forzoso.

El trabajo subordinado. El trabajo se concibe siempre bajo una subordinación porque es


realizado para un tercero, ya sea éste una persona natural o jurídica; implica una actividad
cuya obra o labor es considerada en sí misma y no en el resultado final. El trabajo
subordinado es una actividad humana lícita, en la cual una persona trabaja para otro en
una empresa ajena, a cambio de una remuneración.

Tres elementos característicos distinguen a este tipo de labor: La subordinación técnica o


administrativa, la jornada de trabajo y la remuneración.

Un ejemplo de ello es el caso de las maquilas, en donde las personas laboran para otra a cambio
de una retribución monetaria. Vale destacar que también existen trabajos no subordinados. Una
de las formas de trabajo no subordinado es el “autónomo”, que realiza una persona con su propia
empresa a favor de otra, a cambio de un precio determinado; es el caso por ejemplo, del
empleador que tiene su propia empresa para elaborar cajas de cartón. La otra forma clásica de
trabajo no subordinado es el que se presta, por contrato de servicios profesionales, que lo puede
realizar cualquier persona que presta un servicio y que por sus destrezas y conocimientos sobre un
asunto pacta con la otra parte; no en una posición de subordinación, ni de dependencia, sino en
una posición de igualdad. En esta relación de servicios, las partes contratantes no tienen una
determinación de nombre específico y sus pactos se rigen por lo que establezca su voluntad y las
leyes civiles. El trabajo remunerado. La OIT, ha consignado en el Convenio 100 sobre la Igualdad de
la Remuneración, que la remuneración comprende el salario o sueldo ordinario básico o mínimo, y
cualquier otro emolumento en dinero o en especie pagados por la persona empleadora, directa o
indirectamente a la persona trabajadora, en concepto del empleo de esta última. En el caso de
Nicaragua, ese salario debe ser pagado en moneda de curso legal y no en especie, salvo las
excepciones legales que más adelante se abordarán. La remuneración debe de ser una
contraprestación que dignifique la labor realizada por la persona trabajadora, pues de lo contrario
se estaría concibiendo una especie de explotación.

“No se presume la gratuidad del trabajo”.

El trabajo dignifica al ser humano. Al llevar a cabo una actividad y recibir un pago, la persona
puede satisfacer las necesidades básicas suyas y de su familia, lo que representa un mejor nivel de
vida, salud, educación, servicios básicos, vivienda, etc. El trabajo constituye el medio y función
necesaria para realizarse en la vida, para lograr los objetivos que los seres humanos nos
planteamos.

Para que el derecho laboral se manifieste, es necesario que existan dos partes celebrando un
contrato o relación de trabajo, estas son la persona trabajadora y la persona empleadora. Por ello,
podemos decir que el derecho laboral es el conjunto de normas y principios jurídicos que regulan
precisamente esa relación de trabajo.

Fuentes del derecho laboral

Son todos aquellos modos capaces de crear normas jurídicas, así como el medio necesario para
que éstas nazcan y que son aplicables a las relaciones entre trabajadores y empleadores, que dan
origen al derecho laboral. Hay fuentes formales como el derecho escrito, las decisiones que las
personas han tomado, y han codificado y llamado leyes; otras de estas fuentes son la doctrina y la
jurisprudencia. Asimismo existen fuentes materiales derivadas de la costumbre.
Al respecto, el Código del Trabajo expresa lo siguiente:

Ver Numeral IX, Titulo Preliminar del Código del Trabajo de la República de Nicaragua.

Estas son las fuentes que rigen el derecho laboral interno; sin embargo, no se especifica el orden
en que deben ser consultadas. Hay que hacer notar que en el derecho laboral, se rompe el
esquema de la jerarquía de las normas porque en caso de que haya dos o más normas aplicables a
un caso, no se aplica mecánicamente la de mayor jerarquía, sino la más favorable a los
trabajadores. De tal manera, que no es inconstitucional que habiendo una norma constitucional y
una disposición reglamentaria para resolver un caso, se aplique la norma reglamentaria en vez de
la constitucional.

1. La Constitución Política de la República de Nicaragua. En ella se preceptúan las garantías y


libertades de las personas y además, la protección que reciben frente al Estado y en
algunos casos, frente a particulares. Nuestra Constitución incluye un capítulo relativo a los
derechos laborales, en donde se consignan de manera clara y precisa las garantías
mínimas a las que el trabajador tiene derecho cuando establece una relación de trabajo.

2. Los Tratados y Convenios Internacionales. Se ubican en categoría constitucional, siempre y


cuando hayan sido firmados y ratificados por la Asamblea Nacional. Es a través de
convenciones internacionales que, los Estados acuerdan efectuar recomendaciones a sus
Estados miembros para mejorar las condiciones de trabajo. Cada Estado en particular, al
ratificar estos convenios en su legislación laboral, efectúa las reformas e incorporaciones
necesarias para cumplir con el mandato que se ha firmado y ratificado. Así lo determina
nuestra norma fundamental16, al elevar a rango constitucional las declaraciones
internacionales sobre derechos humanos, que contienen protección a los derechos
laborales.

3. La ley y otras normativas. La principal de las leyes en materia laboral es el Código del
Trabajo, que parte de las grandes líneas establecidas en la Constitución Política de la
República de Nicaragua para regular con más precisión las relaciones laborales. En este
mismo lugar, tenemos a las leyes de carácter especial en materia laboral, cuyos objetivos
consisten en responder a situaciones específicas derivadas de la relación de trabajo. Tal es
el caso de la Ley General de Inspección del Trabajo; Ley General de Higiene y Seguridad del
Trabajo y su Reglamento; Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades; Ley de Salario
Mínimo, Ley de Habilitación Profesional para Procuradores Laborales y de Seguridad Social
y la Ley de Derechos Laborales Adquiridos, entre otras.

Así mismo, en cuanto a normativas, tenemos los reglamentos de las leyes que así lo requieran, los
decretos dictados por el Poder Ejecutivo y los acuerdos emitidos por el Ministerio del Trabajo.

Se debe hacer mención, que la legislación laboral nicaragüense establece que las leyes están por
encima de la autonomía de la voluntad de las partes.

4. La Jurisprudencia. Ésta se compone de las resoluciones dictadas por los diferentes


tribunales laborales a nivel nacional, que pueden ser invocadas en procesos con casos
similares. Si una situación laboral fuese ventilada en un proceso ante un organismo
internacional, también esa resolución formará parte de nuestra jurisprudencia, siempre
que surta efecto en el país.

5. La Doctrina. Se trata de todos los estudios que intelectuales del derecho laboral realizan
cada día a través de investigaciones, para dar respuestas a problemas de la materia, y que
muchas veces influyen en el criterio de interpretación. Estas personas se dedican a escribir
sobre el derecho laboral, fundamentando cada una de las actuaciones de las partes en una
relación laboral. La doctrina comúnmente es utilizada por los jueces del trabajo cuando
hay vacíos en las leyes o para soportar sus resoluciones.

6. Los Convenios Colectivos. Una vez firmados por las partes -trabajadores y empleador-
surten pleno efecto para la empresa y no pueden dejar de ser aplicados salvo por causas
justificadas previamente autorizadas por el Ministerio del Trabajo.

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