a la fe
¿Vivimos en una sociedad Nihilista?
El presente escrito contrastará una idea teológico-religiosa con algún problema pertinente al
mundo actual con el fin de desarrollar una opinión propia acerca del tema a tratar.
Actualmente, muchos consideran que estamos viviendo en una sociedad nihilista, pero no
desde el punto de vista crítico y cuestionador simplemente, si no desde el punto de vista
"negativo" u "oscuro" si así se le quiere llamar.
El nihilismo nos muestra como todos los valores han decaído, y a pesar de que no es una
corriente de pensamiento muy reciente, si supone la destrucción de los valores en nuestra
sociedad.
Este pensamiento filosófico ha intentado darle una solución en este aspecto a los problemas
que enfrenta el hombre contemporáneo, ya que no se puede seguir ignorando algo que está
pasando y que nos afecta cada vez más. Para esto se ha apoyado en el nihilismo. Pero, ¿qué
es realmente el nihilismo? (Volpi, F. 2007)
Encontramos la respuesta a nuestra interrogante en Nietzsche, el primer gran profeta y teórico
del nihilismo. En un fragmento escrito en los últimos destellos de lucidez, en el otoño de1887,
haciéndose el mismo la pregunta, Nietzsche responde:
Nihilismo: falta el fin; falta la respuesta al “¿para qué?"; ¿Qué significa nihilismo?
Que los valores supremos se desvalorizaron. (Nietzsche,1988:XII,350)
Se entiende por nihilismo una "creencia" o fe en que todos los valores no tienen sentido, o
no sirven, y que nada puede ser realmente conocido ni comunicado, ya que el ser humano
nunca logrará conocer la verdad y salir del estado de engaño en el que se encuentra. Se duda
de todo lo preestablecido, queriendo destruirlo o bien crear algo nuevo.
Nuestra sociedad hoy en día se caracteriza por ser incrédula, cree en menos cosas, ha ido
perdiendo sus tradiciones y ritos y es reacia a creer en algo solo porque sí. De hecho, a pesar
de que se aclama la libertad de las personas, lo cierto es que, ya sea bueno o malo este
paradigma, la libertad del individuo está condicionada casi exclusivamente por el poder
adquisitivo. Es decir, a más dinero, mayor grado de libertad. Con esto, la gente va perdiendo
la fe, no simplemente en un “Ser Superior” sino que en muchos aspectos del sistema
propiamente tal; se duda de las personas y hasta la familia ya no es del todo confiable. El ser
humano se siente solo y a menudo ni siquiera se tiene a sí mismo. Esta situación antes era
aplacada por la religiosidad, es decir, había un gran peso moral que hacía que la gente se
comportara bien, por lo menos ante los demás, aunque no fuera por otra razón que la de
“ganarse el cielo”. Pero ahora no, se ha perdido la compostura y ya no se tiene que probar
nada a nadie. Se falsea la verdad abiertamente y el orden moral está sujeto simplemente al
ser humano como individuo, a la voluntad de cada cual. A su vez las religiones van perdiendo
su función de "reguladora de la conciencia" para convertirse en disciplinas fuertemente
cuestionadas, y en muchos casos, cumpliendo un rol muy parecido al de una gran empresa ,
lejos de significar algo más moralizante que aquello.
.
La decadencia de las tan tradicionales religiones, hasta las más influyentes históricamente, o
la pérdida de los "valores" que hasta ahora siempre se habían sostenido, son claros signos de
una sociedad que no está lejos de ser nihilista. No se cree en nada, no se valora nada.
Es cosa de mirar a nuestro alrededor, para saber que las cosas no son perfectas, de hecho, a
pesar de que se aclama la "globalización y libertad", se sabe que esto se encuentra siempre
condicionado. Esa es la verdad de la que mucha gente habla. La iglesia, a pesar de que todavía
es muy poderosa, más que tener un poder moral, ahora se le podría atribuir básicamente un
poder político y por decirlo de alguna manera, "de imagen", es decir, la sociedad "necesita"
tener a la Iglesia como algo estable, algo a la cual recurrir, ya que si bien cada vez las personas
están siendo menos teológicas, lo cierto es que es normal ver cómo la gente desesperada
acude a rezar cuando se ve en situaciones difíciles, tienden a "colgarse" de algo supremo, que
se supone los salvará. No por nada Nietzsche tilda al cristianismo como "la religión de la
compasión" (El anticristo.F.Nietzsche)
Conclusión
Mucha gente hace mucho esfuerzo intentando determinar lo que es el nihilismo, y a menudo
parece perpleja debido a que es un punto de vista y una actitud mental radical diferente. Los
sistemas de creencias e ideologías están definidos por lo que son y lo que valen, pero el
nihilismo está definido por lo que no es, se refiere a la ausencia en lugar de la presencia. El
nihilismo es la ausencia de fe, la ausencia de teleología, la carencia de Dios y así
sucesivamente. Ese es por qué siempre se dice que el Nihilismo está ahí, donde vas cuando
no puedes encontrar algo en que creer.
Podría afirmarse que estamos sufriendo las consecuencias de la excesiva importancia que la
modernidad le ha otorgado a la “subjetividad” y a la herencia nihilista de Friedrich Nietzsche.
Se comprueba que hoy no solo se mata impunemente a las personas, sino que también se
matan principios, todo tipo de instituciones, y las esperanzas de muchos. Por ello, podríamos
que nos encontramos en una sociedad cada vez más Nihilista, en el que las cosas van
perdiendo sentido, nos cuestionamos todo, y buscamos como darle sentido a nuestra vida a
partir de eso. La falta de creencia en la sociedad va generando cada vez más decepción,
llegando al punto en el que no se sabe en que creer, no se sabe cuál es la verdad. Con esto
llegamos a la confirmación de nuestra hipótesis.
El darle un sentido a nuestra vida depende únicamente de nosotros mismos, ya que hay
muchas formas de interpretar y de dar un sentido. Lo único que valdría mencionar que tienen
en común todos los hombres, es que todos buscamos algo mejor, todos buscan la felicidad y
esa felicidad tiene como base el bien, para llegar a esto hay varios caminos, que al darnos
cuenta que somos proyecto, podemos escoger libremente como hacer el bien. Ese bien por
ejemplo siempre va a tener como base un poder superior que nos dará la trascendencia hacia
algo mejor.
Bibliografía
Bentué, A. (2014). La opción creyente. (8ª. ed.). Santiago de Chile: Editorial Verbo
Divino, Universidad Católica del Maule, San Pablo.