La planeación del trabajo docente, requiere dedicarle un tiempo específico, a partir de los

interese y desarrollo del alumnado, y darle un tratamiento didáctico, para que las actividades
permitan el logro aprendizaje esperados el currículo vigente.
Al respecto, aún tiene áreas de oportunidad a desarrollar, las cuales se enuncian a continuación:
Realizar los ajustes necesarios a los programas para atender las características de los niños
promedio, con rezago, con desempeño sobresaliente o que enfrentan barreras para el
aprendizaje y la participación (BAP) permite que todos aprendan en igualdad y equidad.
II. APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO Y LOS RECURSOS MATERIALES PARA DESARROLLAR LAS
CLASES
El tiempo en el aula, es importante aprovecharlo hacia el logro de los aprendizajes de todo el
alumnado, el cual debe incluir actividades variadas con diversos recursos. Al respecto, aún tiene
áreas de oportunidad a desarrollar en este aspecto, las cuales se enuncian a continuación:
Aprovechar los tiempos de las actividades de acuerdo con lo que había estimado o planeado,
permitirá alcanzar los propósitos establecidos.
Utilizar los materiales de la Biblioteca Escolar (enciclopedias, libros del rincón, etc.) de una
manera permanente, ya que tiene una rica variedad de materiales para, complementar el
aprendizaje de los diferentes contenidos de las asignaturas.
Es necesario utilizar materiales didácticos como láminas informativas, maquetas, juegos
interactivos, etcétera para buscar y/o reforzar la adquisición de conocimientos de manera
diversificada.
Se requiere utilizar los materiales como mapas, croquis y planos entre otros para propiciar el
desarrollo de habilidades de orientación y localización espacial.
Incluir juegos didácticos permite motivar y reforzar los aprendizajes dentro del aula.
Aprovechar el uso de los espacios con que cuenta la escuela (áreas verdes, canchas, auditorios,
etc.) para reforzar la enseñanza de los temas amplía las posibilidades de aprendizaje de los
alumnos..
Hacer uso de los recursos ambientales del entorno o de la naturaleza para reforzar los temas de
las diferentes asignaturas permite que los alumnos vinculen el aprendizaje de la escuela con su
vida cotidiana..
III. ESTRATEGIAS Y ACTIVIDADES PARA PROMOVER APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS
Las actividades de aprendizaje del alumnado requieren tener un inicio, desarrollo y cierre, sobre
todo verificar el logro de los aprendizajes, los cuales deben ser significativos, para la vida.
Al respecto, aún tiene áreas de oportunidad a desarrollar en este aspecto, las cuales se
enuncian a continuación:
Se requiere verificar continuamente que los alumnos hayan comprendido lo que tienen que
hacer, a fin de asegurar el logro de los aprendizajes del alumnado
Es importante impulsar a que los alumnos con desempeño sobresaliente realicen diferentes
funciones donde apoyen a sus compañeros y al docente.
Promover el trabajo colaborativo entre el alumnado se reflejará en un ambiente de respeto,
comunicación y aprendizaje entre pares
Dedicar atención especial a los alumnos con mayor rezago, a través de la revisión puntual de sus
trabajos, la asignación de tareas especiales y la promoción constante de su participación educe
el riesgo de deserción o abandono.
Fomentar la realización de demostraciones ayuda a explicar paso por paso los procedimientos
seguidos en la elaboración de trabajos o ejercicios y verificar si los aprendizajes son
comprendidos.
Realizar actividades en el aula, con el fin de desarrollar habilidades para la investigación (como
la observación, la entrevista, etc.) promueve el desarrollo de habilidades científicas necesarias
para el conocimiento y explicación del mundo que nos rodea.
Promover actividades de análisis, síntesis y evaluación de lo que se aprende contribuyen a que
los alumnos desarrollen habilidades para aprender a aprender.
Presentar los contenidos y temas a partir de situaciones familiares para el alumnado ayuda a la
adquisición de nuevos aprendizajes y le permite aplicarlos en su vida cotidiana.
IV. ESTRATEGIAS Y ACCIONES PARA LA EVALUACIÓN DE LOS ALUMNOS
La planeación didáctica que elaboremos como parte del trabajo docente, requiere considerar
una evaluación formativa, de inicio, seguimiento y final del proceso de aprendizaje de los
alumnos.
Al respecto, aún tiene áreas de oportunidad a desarrollar en este aspecto, las cuales se
enuncian a continuación:
Se requiere realizar actividades variadas para conocer el nivel de conocimiento que tienen los
alumnos sobre cada tema (juegos, interrogatorios, resolución de problemas, etc.) y tener un
parámetro para realizar la planeación didáctica.
Elaborar registros para identificar los avances y progresos del alumnado (registros de
observación, de entrevista, etc.) ayuda a reorientar las estrategias y actividades en los
momentos precisos para alcanzar los propósitos establecidos.
Promover actividades de autoevaluación, facilita que el alumnado tenga claridad de sus áreas
de oportunidad y se comprometa a mejorar.
Promover actividades de coevaluación (evaluación entre compañeros) mejora el desempeño
individual y del grupo involucrado en el proceso al identificar los conocimientos y las habilidades
que aún no dominan.
V. USO DE LOS RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN
Como resultado de la evaluación formativa, se requiere en todo momento retroalimentar al
alumnado, en mejora de sus aprendizajes.
Al respecto, aún tiene áreas de oportunidad a desarrollar en este aspecto, las cuales se
enuncian a continuación:
Identificar necesidades de apoyo de sus alumnos mediante la evaluación le ayuda a establecer
acciones adecuadas hacia el logro de los aprendizajes.
Realizar los ajustes pertinentes en la planeación de las clases (actividades, tiempos, materiales
entre otros) hacia el logro de los aprendizajes del alumnado permite avanzar con pertinencia
eficiencia.
VI. CLIMA DE AULA
El clima en el salón de clases, debe contribuir al logro de los aprendizajes del alumnado, así
como aprender en un ambiente de respeto y armonía.
Al respecto, aún tiene áreas de oportunidad a desarrollar en este aspecto, las cuales se
enuncian a continuación:
Cuando los alumnos aceptan y respetan la aplicación de las normas de disciplina, generan un
ambiente saludable y propicio para el aprendizaje en el contexto escolar.