La escolástica es una forma de pensamiento que se desarrolló en la Edad Media,
época en la que surgieron los primeros centros de estudio en las grandes ciudades occidentales. La escolástica es la filosofía practicada durante el medievo en un contexto cristiano y europeo, especialmente durante los siglos XI y XIV. Según diversos investigadores, la filosofía medieval se caracterizó por ser el resultado de la unión de diferentes dogmas de creencias monoteístas (como el cristianismo, el islam o el judaísmo) con los principales conceptos de la filosofía pagana, especialmente aquella con enfoque racionalista que fue explotada por pensadores como Platón y Aristóteles.
Anselmo de Canterbury es uno de los representantes más destacados de la escolástica
Incluso, algunos autores afirman que Platón y Aristóteles gozaron de mayor
reconocimiento en la época medieval que en su propio período, ya que la cultura grecolatina prefería la inclinación de las escuelas epicúrea y estoica. La escolástica como disciplina se desarrolló en un fuerte ámbito teológico, ya que los pensadores medievales se consideraban teólogos antes que filósofos. Esto trajo como consecuencia que se produjera una escisión en el modo de tratamiento y en los contenidos; la intensión de asimilar la tradición monoteísta con la pagana implicó conflictos. Por ejemplo, la filosofía pagana afirmaba que la materia y el mundo eran eternos, por lo que no podían tener un inicio en el tiempo. Esto se contradecía con las creencias cristianas y monoteístas, puesto que estas religiones afirmaban que Dios había creado al mundo y a la materia en un momento concreto del tiempo. Algunos autores como Aristóteles negaron la inmortalidad del alma, lo que se diferencia radicalmente de las religiones medievales, cuyo regimiento escatológico y moral se basa en la premiación y en el castigo luego del fallecimiento en este mundo terrenal. Por esta razón, la filosofía medieval tuvo que enfrentar este problema básico mediante múltiples cuestiones concretas, intentando compaginar la razón con la fe. El enfoque principal de la escolástica consiste en su búsqueda por hacer compatibles los dogmas cristianos con el conocimiento racional de sus antecesores grecolatinos. ORIGEN Y CONTEXTO HISTÓRICO La primera etapa —en cuanto a la adaptación de la filosofía pagana al monoteísmo— fue llevada a cabo por el judaísmo y el cristianismo durante los siglos I y V d. C. En el siglo I el rabino Filón de Alejandría decidió producir una doctrina de carácter filosófico que se encargara de interpretar los contenidos del judaísmo mediante los conceptos estoicos y platónicos. A esta corriente se le conoció con el nombre de judeoalejandrismo. Por su parte, el cristianismo llevó a cabo esta adaptación algunas décadas más tarde, en el período conocido como patrística, durante los siglos II y V d. C. Esta unión entre el pensamiento pagano y el cristiano trajo como consecuencia el origen de la doctrina que fue la base de toda la teología posterior de la Europa occidental.
CIERRE DE LAS ESCUELAS
San Agustín de Hipona fue uno de los primeros en interpretar los dogmas cristianos con los fundamentos de Platón; luego de esto, siendo ya el cristianismo la religión oficial del antiguo Imperio romano, la filosofía se dejó de ejercer por un período de tiempo en Occidente. Esto se debió a que el emperador Justiniano prohibió la enseñanza de cualquier doctrina que no fuese la cristiana, lo que trajo como consecuencia la clausura de todas las escuelas filosóficas que se encontraban en Atenas, como el Liceo y la Academia. Los profesores que se encontraban en aquellas escuelas se trasladaron a Siria y a Persia, regiones que posteriormente fueron conquistadas por la religión islámica durante el siglo VII. Este suceso no fue del todo negativo: los islámicos pudieron hacer contacto con la tradición filosófica pagana, lo que propició el inicio de la corriente filosófica falsafa, que buscaba una interpretación más racional del Corán. RECUPERACIÓN DE LA TRADICIÓN FILOSÓFICA MEDIANTE LA DIALÉCTICA La recuperación de la tradición filosófica comenzó a darse en los territorios cristianos gracias a la fundación de escuelas catedralicias y de universidades, que estaban estrechamente vinculadas con el crecimiento de las ciudades, la burguesía y la cultura urbana. Las universidades se dividieron en cuatro facultades principales: Derecho, Medicina, Artes Liberales y Teología. Los estudios relacionados con la teología eran considerados los más importantes; sin embargo, la facultad de Artes fue aumentando su popularidad debido a su prestigio en la dialéctica, disciplina que se ocupaba del razonamiento y la lógica. El impulso definitivo para la nueva aparición de la filosofía surgió cuando los teólogos absorbieron los planteamientos de la dialéctica para aplicarlos a la teología racional. De esta manera surgió la escolástica, cuyo término hace referencia a la filosofía académica que se estudiaba en las universidades, tanto en la facultad de Artes como en la de Teología. “Escolástica” quiere decir “filosofía de los escolares”; en otras palabras, la filosofía de los profesores universitarios. CARACTERÍSTICAS La filosofía escolástica se caracterizó principalmente por la conciliación y el ordenamiento de las preguntas universales realizadas por la cultura grecorromana, junto con la búsqueda por comprender de manera racional los preceptos planteados por las sagradas escrituras y por la Iglesia cristiana ortodoxa. En consecuencia, los métodos aristotélicos fueron aplicados al imaginario religioso que crecía rápidamente por todo el territorio de occidente. La escolástica se dedicó a cultivar el silogismo aristotélico, así como también el empirismo y la exploración de la realidad; sin embargo, estas dos últimas vertientes no fueron muy favorecidas dentro de la filosofía medieval. EL MÉTODO ESCOLÁSTICO Se llamó “método escolástico” al modelo de enseñanza que rigió la Edad Media y que caracterizó a esta doctrina filosófica. Se caracterizó por su extraordinario rigor en el planteamiento y la defensa de las ideas expuestas, mediante un procedimiento de tres pasos: LECTIO (LECTURA). Se basaba en la creación de comentarios más o menos literales (se denominaban litera para una copia literal, sensus para extraer el sentido y sententia para formular una conclusión) de textos de autoridad, como tratados teológicos o fragmentos bíblicos. Enseñar era enseñar a leer. QUAESTIO (PREGUNTA). El cuestionamiento de los textos no era propiamente crítico, sino más bien se ocupaba de comparar las versiones existentes de ellos y resolver posibles dudas, contradicciones o diferencias interpretativas respecto a su significado. DISPUTATIO (DISCUSIÓN). Se trata de un método dialéctico de exposición de las ideas comprendidas en la lectura de los textos, que debía ser expuesta frente a los otros académicos y defendida de posibles contraargumentaciones oralmente.
ETAPAS DE LA ALTA ESCOLÁSTICA
La evolución de la escolástica se compone de tres etapas, reconocibles a partir de la manera de entender la dialéctica entre razón y fe, entre los siglos XI y XV, en el período del poder papal centralista, época de las cruzadas y el resurgimiento de las ciudades. El debate en torno a razón y fe pasa de sus etapas de identificación inicial (pues para los religiosos eran una sola cosa), a una segunda fase en que ambas tienen una especie de zona común, preludio de la separación que vendrá después entre razón y fe (filosofía y teología). Dicho proceso se compone de tres etapas: La cuestión de los universales. Del siglo IX al siglo XII, en la que se opusieron los realistas a los nominalistas y los conceptualistas. El apogeo de la escolástica. Durante el siglo XIII tendrá su punto climático la escolástica, con la recuperación de Aristóteles por parte de textos judíos y árabes, pero también por traducciones del griego al latín. Separación entre razón y fe. Esto ocurre en el siglo XV, cuando se empieza a cuestionar la inteligibilidad del mundo y de Dios. IMPORTANCIA La importancia de la escolástica reside en que esta corriente implicó una recuperación del modo de pensar racional y filosófico, dándole paso a otras filosofías que se desarrollaron posteriormente y que moldearían la esencia de Occidente. Además, la escolástica fue una doctrina clave dentro de la formación académica moderna, puesto que en la actualidad todavía se utiliza su método de enseñanza; claro está, con sus variantes modernas y contemporáneas. De igual forma, la escolástica permitió la separación de la razón (filosofía) y la fe (teología), lo que posteriormente influenció al pensamiento del Renacimiento. Esto también afectó en la posterior separación que ocurriría entre la jerarquía eclesiástica y el Estado, pues se convirtieron en organizaciones diferenciadas. La escolástica entrará en crisis como filosofía imperante en Occidente alrededor del siglo XIV, y paulatinamente cederá su lugar a otras tendencias y doctrinas, en la misma medida en que la teología dejaría de ser una ciencia y sus principios de ser verdades. REPRESENTANTES Y SUS IDEAS ANSELMO DE CANTERBURY: Canterbury nació en 1033 y desde muy pequeño mostró un genuino interés por las inquietudes religiosas. Realizó algunos estudios sobre latín y retórica, lo que lo llevó a formar parte de la orden benedictina. En 1060 ingresó en el monasterio, donde ganó fama de forma vertiginosa. Anselmo de Canterbury es uno de los representantes de la escolástica más importantes ya que, según autores como el historiador Justo Gonzales, Anselmo fue el primero, luego de siglos de tinieblas, en volver a introducir la razón en las cuestiones religiosas de manera sistemática. PEDRO ABELARDO: Nació en Bretaña, en una región llamada Le Pallet. Dejó su hogar para estudiar filosofía en París con Guillermo de Champeaux, conocido por su enfoque realista. Siguiendo la línea escolástica, Abelardo publicó una obra titulada Tratado sobre la Trinidad, en 1121. Esta obra fue condenada y quemada durante la realización de un concilio católico llevado a cabo en Soissons. Abelardo sostuvo las ideas del conceptualismo, muy ligadas a los preceptos de Platón. También fue muy polémica su visión en contra del realismo natural escolástico, pues Abelardo cuestionó incluso su propia corriente. En su libro Sic et Non (Sí y no) sostuvo que la fe religiosa debía mantenerse limitada a los principios racionales. Algunas de estas afirmaciones fueron catalogadas como heréticas. TOMÁS DE AQUINO: Es uno de los pensadores medievales que más influencia ha tenido no solo en su época, sino también en la teología católica contemporánea. Nació en Roccasecca, en Italia. Realizó sus estudios en el monasterio Montecassino y en la Universidad de Nápoles. Fue canonizado por el papa Juan XXII en 1323, y también fue proclamado doctor de la Iglesia por Pío V en 1567. Aquino se caracterizó por afirmar que no puede existir nada en el entendimiento si antes no ha pasado por los sentidos. También argumentó que el conocimiento humano comienza primero por lo particular para luego introducirse en lo universal, así como primero por lo concreto para luego pasar a lo abstracto. En consecuencia, luego de que los sentidos capten el objeto sensible, la imaginación guarda o registra la imagen de dicho objeto para luego ser abstraído por el entendimiento, que busca comprender todo lo que tiene de particular y de concreto. SEDANO GARCIA, CARLOS