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ESTABILIDAD DE OBRAS SUBTERRÁNEAS

1.-Estudios Previos para la Realización de Obras Subterráneas


Para poder realizar un Estudio o Plan de Seguridad, con el máximo grado de eficacia, es
necesario conocer exhaustivamente el terreno que vamos a perforar o excavar, para prever
con el máximo grado de exactitud los problemas que pueden surgir durante la construcción
de la obra, derivados de las características del terreno.

Esto conlleva la realización de un estudio específico, amplio y detallado, en el que se


tendrán en cuenta, al menos, los siguientes aspectos:
a) La gravedad.
b) Las tensiones naturales existentes en el terreno.
c) El agua en lo que hace referencia a:
Niveles freáticos.
• Corrientes de agua natural o inducida por la existencia, construcción o explotación
de la obra.
• Lluvias.
La excavación de un túnel implica la extracción de un volumen de tierras. Ello supone la
desaparición de unas tensiones que mantenían en equilibrio el terreno. Estas fuerzas o
tensiones tiene que ser sustituidas por otras para recuperar el equilibrio antes perdido con
la extracción de tierras, y esto se consigue, en la mayoría de las ocasiones, con el perfil de
hormigón que contornea el túnel, o cualquier otro medio de sostenimiento.

En ocasiones, la masa de terreno que envuelve el vacío provocado por la extracción del
material, queda comprimida, reduciendo con ello el riesgo de desprendimiento. Sin embargo
en otras ocasiones, que suelen ser la mayoría de los casos, el terreno no posee las
características y resistencia deseadas y puede convertirse en una masa suelta que dé
origen a posibles desprendimientos.

Por todo ello es importante determinar el sistema de excavación que vaya a emplearse, que
dependerá de los datos geológicos, hidrológicos y geotécnicos obtenidos.
Estudios geológicos, hidrológicos y geotécnicos del terreno
Se realizarán los reconocimientos y estudios geológicos y geotécnicos adecuados para
obtener un conocimiento exhaustivo del terreno que será afectado directa o indirectamente
por la construcción y explotación de la obra subterránea y de sus zonas de acceso y
emboquille.
La mejor y más confiable manera de obtener información del macizo es en la fase
constructiva, pues en los datos que provienen de la misma fuente de excavación.
Si el terreno involucrado es un medio rocoso, se prestará especial atención a la eventual
presencia de fallas o discontinuidades importantes, de ámbito regional o local, que pudieran
ser cortadas por la perforación del túnel.

Características del macizo rocoso.


Mapeo geotécnico Subterráneo.
Con la finalidad de efectuar buen seguimiento de las condiciones mapeo geológica –
geotécnicas de la excavación se deben de efectuar mapeos para caracterizar al macizo
rocoso y recomendar medidas de sostenimiento, los mapeos deben de considerar los
siguientes aspectos:

Mapeo Geológico – Geotécnico.


Esta actividad consiste en cartografiar las estructuras principales tales como: Contactos,
fallas, discontinuidades mayores, etc.
Así como identificar el tipo de roca, grado de alteración, filtraciones de agua,etc.

Registros lineales.
En los registros lineales se anotan una serie de características de las discontinuidades que
intervienen en la evaluación de la estabilidad de los bloques y para el análisis estadístico
de la fractura miento a ser aplicado a las clasificaciones geométricas. Así tenemos que: la
abertura, tipo de relleno, grado de rugosidad de superficie de la discontinuidad y
espaciamiento, son factores que intervienen la estabilidad del túnel.
Una abertura muy angosta (1mm.), limpia, rugosa, determinara una buena resistencia inter
bloques, mientras que si la abertura aumenta significativamente (> 2.5mm.) y el tipo de
relleno es blando, con la rugosidad de la discontinuidad plana, favorecerá el
desplazamiento, de bloques.

Descripción del macizo.


Esta labor se realiza paralelamente al mapeo geológico – geotécnico y a la elaboración de
los registros lineales, debe complementarse con el resultado de los ensayos in-situ, y de
laboratorio y la información de los controles de instrumentación, para el diseño del
sostenimiento definitivo de la obra.
Ensayos para determinar las propiedades geotécnicas
La gran variedad de ensayos para determinar las propiedades geotécnicas exige una
adecuación y una actuación, acorde con las características, profundidad e importancia de
la obra. Galerías y Pozos de reconocimiento, sondeos mecánicos, zanjas, calicatas,
métodos geofísicos, toma de muestras y ensayos de campo o laboratorio, deben ser
seleccionados para obtener una suficiente base para el diseño.
ENSAYO IN-SITU.
Estos ensayos se realizan al interior del túnel y consiste en:
- Índice de resistencia manual (IRM): Es una prueba de campo que se efectúa con la
ayuda de una picota de geólogo y un cuchillo de bolsillo.

CLASIFICACION GEOMECANICA DE LOS MACIZOS.


Existen varios sistemas de clasificación aplicadas a obras subterráneas, como por ejemplo:
Terzaghi, Lauffer,Deer, Bartón, Bieniawski, y otros; siendo de todo los más conocidos y
utilizados en el campo de la tonelería los sistemas de Bartón (Índice “Q”) y Bieniawski
(Índice RMR).
Estos sistemas cuantitativos, son las técnicas mejor conocidas para evaluar la estabilidad
de las obras subterráneas y los elementos de sostenimiento necesarios.
Los datos deben de obtenerse en el mismo frente de excavación, siendo por tanto
representativos del estado del macizo rocoso en el punto donde se sitúa la excavación.
Clasificación de Barton – Índice “Q”
Da una estimación de la calidad del macizo rocoso
El rango de variación de este índice, oscila entre 0.001 y 1.000 :
“Q” entre 0.001 – 0.01 : roca excepcionalmente mala.
“Q” entre 0.01 – 0.1 : roca extremadamente mala.
“Q” entre 0.1 – 1 : roca muy mala.
“Q” entre 1 – 4 : roca mala.
“Q” entre 4 – 10 : roca media.
“Q” entre 10 – 40 : roca buena.
“Q” entre 40 – 100 : roca muy buena.
“Q” entre 100 – 400 : roca extremadamente buena.
“Q” entre 400 – 1000 : roca excepcionalmente buena.

RMR – BIENIAWSKI
Permite hacer una clasificación de un macizo rocoso 'in situ'. Se utiliza usualmente en la
construcción de túneles, de taludes y de cimentación.
Roca muy buena RMR entre 81 – 100
Roca buena RMR entre 61 – 80
Roca media RMR entre 41 – 60
Roca mala RMR entre 21 – 40
Roca muy mala RMR menor que 20

DEER - RQD
cuantificación del grado de fractura de la roca.
Índice de calidad de la roca
Muy mala R.Q.D. entre 0-25 %
Mala R.Q.D. entre 25-50 %
Regular R.Q.D. entre 50-75 %
Buena R.Q.D. entre 75-90 %
Excelente R.Q.D. entre 90-100 %
Clasificación adoptada por el ejemplo
Según el ejemplo estas clasificaciones (Q, RMR) finalmente es adecuada para la obra,
agrupando las rocas en tres categorías o tipos de rocas, siguiendo los criterios por Deer.
Las características adoptadas para la valuación de la calidad de las rocas son:
-Roca tipo I: rocas generalmente duras y moderadamente fracturadas. Las fracturas son
irregulares y con superficie cerradas e inalteradas, se auto soporta, requiriendo
ocasionalmente pernos puntuales para estabilizar eventuales cuñas.
-Roca tipo II: El macizo rocoso esta sano, es de resistencia dura a media, afectando por
discontinuidades con desplazamiento amplios o moderados (0.2 – 2m) y con trazas
continúas.
Pequeñas zonas de cortes y fallas pequeñas a medianas. Las fracturas (juntas) son
frecuentes planas y continúas.
-Roca tipo III: El macizo rocoso esta fracturado o cizallado y moderado a completamente
meteorizado, de resistencia media a baja. Las fracturas están abiertas y rellenas con
material arcilloso. Las zonas de fallas tienen rellenos de: material arcilloso, milonita, o roca
muy fracturada o triturada.

ZONIFICACION GEOTECNICA
Se describe el macizo rocoso comprometido con la obra subterránea (texturas, resistencia,
etc.), discontinuidades, fracturas, fallas locales, superficie ondulada rugosa, rellenos.

Zonas estables: corresponde a la clasificación tipo I


Zonas medianamente estables: corresponde a la clasificación tipo II están caracterizados
por intensa fractura miento de macizo con sistemas estructurales desfavorables y alteración
en los planos de fracturas afectando la estabilidad del túnel; originando desprendimientos
en forma de bloques, cuñas y lajas. Estas condiciones determinan la aplicación de pernos
puntuales, instalación de malla y aplicación de shotcrete en sección parcial y/o completa,
como complemento estructural para la estabilidad de la excavación.
Zona inestable: pertenece a la clasificación de tipo III. Para este caso los elementos de
sostenimiento deben ser perfiles estructurales y shotcrete

Objetivos a conseguir con los reconocimientos y ensayos


a) Determinación del perfil geológico del túnel, con definición litológica y tectónica del
terreno atravesado, en especial:
c) Recomendaciones sobre tipos de sostenimiento a adoptar para los distintos sectores
establecidos.
e) Problemática previsible de la excavación (estabilidad, avenidas de agua. presencia de
líquidos o gases, etc.).

Se efectuarán los estudios hidrogeológicos necesarios para conocer de una manera


suficiente, para las etapas de construcción o explotación, las siguientes facetas:

a) Establecimiento del o de los niveles freáticos y su eventual variación estacional.


b) Existencia de fuentes, manantiales, captaciones de agua, etc., que puedan influir en el
túnel, o ser influidos por éste.
c) Permeabilidad o transmisividad de los diferentes terrenos que pudieran ejercer su influjo
en los aportes de agua al túnel durante la vida de la obra.
d) Influjo del eventual drenaje del túnel en la posible variación de las condiciones hidráulicas
de los niveles freáticos, afloramientos o aprovechamientos.

2.-Métodos de Sostenimiento
Una de las primeras cosas que se han de definir en el tipo de sostenimiento, y si es el caso,
su revestimiento, que responda a las diversas circunstancias previsibles del terreno y de la
profundidad o situación de la obra.
El riesgo de desprendimiento de materiales por la gravedad que entraña, merece una
especial atención, ya que un accidente de este tipo puede dar lugar a graves
consecuencias. El que en un tajo o frente de la excavación exista mayor o menor riesgo de
desprendimiento de materiales, en muchas ocasiones, viene determinado por el método o
sistema empleado en la explotación de la obra
Para que la obra se realice con las máximas garantías de Seguridad, existen dos soluciones
frente al riesgo de desprendimientos:

 Mejora de las condiciones del terreno


 Medios de sostenimiento.
Los sistemas empleados para la mejora de las condiciones de resistencia del terreno son:

 Consolidación
 Impermeabilización
 Drenaje
Consolidación
La consolidación se emplea cuando se trata de mejorar la resistencia del medio que va a
excavarse.
Para aumentar la resistencia del terreno existen dos formas:
 Inyección
 Cogelacion
Inyección
La inyección consiste en llenarlos huecos de una roca, suelo o cualquier otro medio, con un
medio acuoso a presión, el cual fragua después de un cierto tiempo, proporcionando a la
roca una mayor resistencia, y en zonas donde exista presencia de agua, mayor
impermeabilidad.

Se va consolidando una longitud determinada de la traza del túnel, que posteriormente es


excavada y hormigonada. Estas operaciones de inyección se realizan desde el interior del
último anillo hormigonado. Para evitar que el frente de la excavación no se desprenda, hay
que dejar en cada etapa, una zona de solapa ya inyectada en la etapa anterior.

Congelación
El sistema consiste en aislar la sección por la cual transcurre la traza del túnel, mediante la
congelación del terreno circundante, de manera que forme un muro resistente, mientras
duran los trabajos de excavación y hormigonado.
Este método sólo puede ser aplicado en terrenos saturados o con un elevado grado de
humedad.
Uno de los métodos para hacer descender la temperatura del suelo que rodea cada sonda
es a través de un circuito formado por una serie de sondas, se hace circular en su fase
líquida y a elevada presión un fluido refrigerante (nitrógeno o anhídrido carbónico) que al
volver a su fase gaseosa, el calor que precisa lo toma del material que rodea el circuito: el
suelo.
Impermeabilización
En ocasiones la presencia de agua hace imposible la excavación de un túnel. En este caso,
una de las soluciones a adoptar seria la impermeabilización del terreno, siempre que el
trazado del túnel no pueda ser desviado.Su única finalidad es impedir el paso de agua.
La impermeabilización puede llevarse a cabo mediante la Inyección. Consiste en inyectar
en el suelo, a través de bulones, un material acuoso a presión que, al fraguar y solidificarse,
tiene la misión de tapar todos los poros y huecos y haga imposible el paso del agua.
Drenaje
Las características de este sistema son idénticas a las de los sistemas antes descritos;
mejorar las condiciones de trabajo eliminando el agua que fluye al túnel.

El túnel en sí, ya es un sistema de drenaje al que fluyen las aguas del terreno o zona que
atraviesa la traza del túnel, dificultando las tareas de excavación y facilitando el
desprendimiento de materiales, piedras o cascotes que en un principio poseen una gran
solidez y no presentan un riesgo de desprendimiento. Sin embargo con el paso del agua
por fisuras y huecos, arrastran consigo las pequeñas partículas que permitían a la piedra
mantenerse adherida al muro que al eliminarse, provoca el riesgo de desprendimiento.

El drenaje puede realizarse de la forma siguiente:


 Bulonado
 Entibación metálica: cerchas metálicas

Bulonado
Un bulón es una barra de acero que se introduce en un orificio perforado en la roca, y que
lleva en el extremo que se introduce en la roca, un mecanismo o pieza que permite sea
anclada firmemente a la masa rocosa.
La finalidad del bulonado es la de armar una zona de la roca, y por tanto, mejorar sus
características de resistencia alrededor de una excavación.
Esta longitud depende de las características geológicas del terreno. Por otro lado, el
bulonado debe realizarse sin dejar pasar mucho tiempo después de la excavación, o sea,
antes de que la roca inicie su relajación.
Entibación metálica
Este sistema consiste en ir colocando unos arcos metálicos, unidos entre sí por medio de
grapas, simultáneamente a la excavación.

La distancia a la que se colocan estas cerchas, viene determinada por la consistencia del
terreno, normalmente entre 0,5 y 1,5 metros. Estas cerchas cuando están muy separadas,
suelen colocarse entre ellas un recubrimiento de madera o chapas metálicas que conforma
el encofrado.

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