(Ejemplos)
El propio acto de escribir una carta puede considerarse un arte, y no únicamente
por la forma material en cómo se dibujan los signos, sino también por la belleza
de las frases, imágenes y oraciones gramaticales que se consigue expresar
mediante dichos signos.
Tal y como resulta razonable pensar, esta página no quiere llegar a ser ningún
manual para llegar a dominar el aspecto artístico de la escritura, sino que nuestra
intención será la de acercar al lector las distintas maneras de expresarse de una
manera natural, clara y fluida, que son propiamente las tres cualidades
esenciales que caracterizan todo cuanto escriba, aquel que quiera redactar una
carta, por el motivo que fuere.
Es indiscutible que todo escrito ha sido hecho con un fin determinado. Pues
bien; ese fin ha de ponerse al descubierto con la forma y estilo que mejor cuadre
a su carácter y si, por ejemplo, consiste en una carta por la que habremos de
expresar nuestro pesar por la pérdida familiar que ha sufrido un querido amigo
nuestro, toda la prosa reflejará la tristeza que la irreparable desgracia ha
producido en nuestro ánimo. Y si el motivo de la carta es una felicitación, sus
términos estarán concebidos con un sentido optimista y alegre que llevará la
convicción, a quien lo lea, de nuestra sincera satisfacción.
Por lo tanto, según el carácter que informe el escrito, éste deberá ser más o
menos extenso, aunque para ello se incurra en necesarias divagaciones, ya que
así se determina y precisa mejor el fin perseguido.
Esta página está dedicada a todas esas personas que buscan redactar cartas de
todo tipo, desde un formato de carta comercial hasta un modelo de carta
profesional o personal.
Cuando nos plantamos frente a la hoja en blanco y nos disponemos a escribir
una carta, debemos cumplir unos mínimos en cuanto a calidad. No podemos
arriesgarnos a escribir la carta de manera incorrecta, con faltas de ortografía, o
con un lenguaje mal expresado. Tenemos que tener en cuenta que no se trata de
una comunicación directa como la que puede haber entre dos personas al
teléfono o cara a cara. Una carta después de ser enviada, no desaparece, va a
permanecer y por ello no se puede rectificar tan fácilmente como una
conversación.
– Fecha
– Encabezamiento
– Introducción y cuerpo (asunto a tratar)
– Despedida y firma
Lo que no debe ocurrir al terminar una carta o un escrito es que nos demos
cuenta que nos hemos olvidado alguna cosa fundamental y trastoquemos el
orden anterior. Para este tipo de cosas, podemos añadir una posdata o una nota
al margen. Pero sin abusar, la posdata o la nota ha de ser breve.
En cuanto al contenido de las cartas, cabe destacar que existen cartas privadas,
cartas de relación social y cartas comerciales. Siendo las privadas escritas a
mano y las comerciales siempre mecanografiadas o por ordenador.