La obra de Rubén Darío, tanto en prosa, como poética, ha exaltado a la mujer como una
de sus musas mas importantes. Tanto en Azul, como en Prosas Profanas, la personificación de la
naturaleza como esencia de lo femenino y la descripción de la mujer, busca producir efectos
sensoriales en el lector, que evocaran a la mujer etérea y perfumada, delicada y frágil esa mujer
soñadora y aniñada que era el ideal de la mujer de su tiempo. Su vuelta permanente a la estética
y la mitología clásicas, que se detiene en la descripción exultante de las diosas como
representación de la belleza y la inocencia, hacen de la obra de Darío un hito estético y de
recursos que va mucho mas allá del movimiento modernista:
“La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos
dorados y alas de pedrería,caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde
estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados” (…) Yo
tengo el espíritu de Grecia en el cerebro, y amo los desnudos en que la ninfa huye y el fauno,tiende los
brazos. ¡Oh Fidias!”(…)(2001),Rubén Dario,pp 20
Al mismo tiempo que la influencia parnasiana, sus roces con el decadentismo asoman en
sus contrastantes relatos de la pobreza y la riqueza, en donde el Amor romántico, la belleza, la
fragilidad de la vida y la muerte se alternan en un decir tan personal como memorable.
DESARROLLO:
La obra poética de Darío nos ha dejado, imágenes sensoriales y emotivas que han pasado
a ser textos canónicos por su importancia. En Azul y Prosas Profanas, los textos con los que
trabajaremos en este informe, El poeta recorre todas las temáticas propias del modernismo,
buscando la perfección de la forma, la imagen y la emoción a partir de la palabra, utilizando la
métrica y la rima como instrumento inspirado para expresar su ideal de belleza.
La métrica es un tema aparte en su obra, sobre todo en Azul, Prosas Profanas y Cantos de
vida y esperanza. Sus sonetos, perfectamente acompasados, producen en el lector una sensación
de continuidad, de narración casi perfecta:
“¡Amigo! El cielo está opaco, el aire frío, el día triste. Un cuento alegre... así como para distraer las
brumosas y grises melancolías, helo aquí:”(...)(2001) Rubén Darío,pp 3
Los cuentos en Azul son continuidad de su poética, se leen como poemas, poseen una
musicalidad que se percibe, se palpa y se disfruta en las lecturas de las descripciones, aquellas
de esas mujeres núbiles y etéreas, y al mismo tiempo con un erotismo desbordante; erotismo que
rememora las poesías amorosas de Sor Juana Inés de la Cruz. En Darío, el uso del barroquismo
no produce tedio, nos alarga la percepción de lo narrado, nos presenta a la imaginación un mundo
volátil, nostalgioso y anhelado, mundo de delicias orientales, paisajes idílicos y amores inmortales.
Al mismo tiempo, su fina ironía se asoma en sus cuentos, hablando de soledad, pobreza y muerte.
En el cuento El palacio del Sol, contrasta hábilmente las descripciones de ambientes exquisitos y
de una joven hermosa y frágil, con la aseptica y formal del farmacéutico y sus abominables curas:
“A vosotras, madres de las muchachas anémicas, va esta historia, la historia de Berta, la niña de los ojos
color de aceituna,fresca como una rama de durazno en flor, luminosa como un alba, gentil como la princesa
de un cuento azul.”(…) (2001) Rubén Darío,pp 36
“En el castillo que últimamente acaba de adquirir Lesbia,esta actriz caprichosa y endiablada que
tanto ha dado que decir al mundo por sus extravagancias, nos hallábamos a la mesa hasta seis amigos.
Presidía nuestra Aspasia, quien a la sazón se entretenía en chupar como niña golosa, un terrón de azúcar
húmedo, blanco entre las yemas sonrosadas”(…) (2001),Darío, pp 9
La búsqueda de la expresión estética, de la pura belleza, “del arte por el arte” manifiesto
del ideal parnasiano de Theophile Gautier y Lecomte de Lisle, encuentra en Darío un seguidor
entusiasta. La forma poética, en prosa y verso de Darío, buscaran, sobre todo a partir de Azul, así
como en Prosas Profanas y Cantos de vida y esperanza, esa poética que se demora en la forma
de lo dicho más que en la narración, en el efecto sensorial per se, en lo bello más que lo narrado.
Hallamos en la fina ironía de sus poetas, siempre contrariados, extasiados por la belleza o
apremiado por el hambre, figura del propio Darío, que buscarán sin embargo seguir su musa: en
Lesbia y El Rey burgués, es el poeta un mártir de su propio arte. Esos poetas, esforzados,
sufrientes, capaces del amor mas abnegado, permitirán a Darío mostrarse a si mismo:
(...)“-¡Té! como dice Tartarín: ¡el poeta ha visto ninfas!... -La contemplaron todos asombrados, y ella
me miraba, me miraba como una gata, y se reía, se reía, como una chicuela a quien se le hiciesen
cosquillas.”(2001),Darío, pp13
Es ese mismo poeta el que prologa, en primera persona, casi como si lo contara al oído del
lector, sus Prosas Profanas :
(...)”Yo no tengo literatura “mia” -como lo ha manifestado una magistral autoridad,- para marcar el
rumbo de los demás: mi literatura es mía en mí; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro
personal y, paje o esclavo, no,podrá ocultar sello ó librea.”(...)
La mujer para Darío es misterio, belleza y inocencia, pero también es desdén, perfidia y
celos, toda la gama de las emociones aparecen en su poética. Toda la estructura social que rodea
a la mujer, que la circunscribe a roles pasivos en un gineceo misterioso y cerrado, desde donde
las jóvenes tímidamente asoman al llegar a la edad adolescente, y que veladamente será
mencionado en la obra de Darío:
“Delicada y fina como una joya humana, vivía aquella muchachita de carne rosada, en la pequeña
casa que tenía un saloncito que tenía los tapices de un color azul desfalleciente. Era su estuche”(…) (2010),
Rubén Darío,pp 1
CONCLUSIÓN
Para el ideal parnasiano de belleza, donde lo dicho es menos importante de cómo se ha
dicho, la mujer, la naturaleza, el amor y la muerte son percepciones y sensaciones que deben
completarse con la palabra, la pintura, la música, la danza, las texturas, los sabores y perfumes.
Es en la visión inspirada del poeta donde lo creado encuentra su culminación. En su obra, Darío
hace vivir a las palabras, las combina para dejar en sus poemas, en sus textos la absoluta
realización de “El Arte por el Arte”
BIBLIOGRAFIA: