Resumen:
En el trabajo presente intentaré demostrar que Boecio gustaba de la literatura pagana al
grado de imitarla y crear un sincretismo entre el clasicismo y su vida doctrinal. Por suerte
no fue trabajo difícil demostrar lo que aquí procuro, pues parece ser una visión que se
advierte inmediatamente desde que los estudiosos fijaron los ojos en Boecio. Para ello he
partido de la larga tradición del Diálogo mayéutico en la literatura filosófica, por lo que
haremos una revisión esquemática de la estructura del diálogo filosófico, sus funciones y
finalidades. Para concluir usaremos el mismo esquema aplicándolo a alguna parte de la
obra de Boecio, lo cual será la demostración de nuestra hipótesis.
Introducción
1
MILLARES, Carlo, pp 216-217.
2
Bardy, Gustavo, Prólogo.
3
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/567/Boecio
Erik Barrera RL 5 Boecio
Por lo que a mí toca, explica, voy a traducir todas las obras de Aristóteles que han caído en
mis manos, dotándolas de comentarios en latín; todo lo que escribió Aristóteles, ya sea que
tenga relación con la sutileza lógica, ya con la gravedad del conocimiento moral, ya con la
agudeza de la verdad natural, lo voy a ordenar y traducir, ilustrándolo, de paso, con la luz
de mis comentarios. Lo mismo pienso hacer con los diálogos de Platón: los voy a traducir al
latín y los voy a explicar. Una vez llevado a cabo eso, voy a intentar concordar la doctrina
de estos dos filósofos y demostrar, al revés de lo que suele hacer la mayor parte, que no sólo
no están en desacuerdo Aristóteles y platón sino que coinciden en la mayor parte de los
problemas filosóficos4
Sabemos que tradujo algunas obras de Aristóteles y que no pudo hacer lo mismo con las de
Platón, sin embargo había ya versiones traducidas al latín que Boecio podía leer
tranquilamente, aunque no estuviera conforme con ellas y así es como llegó a conocer la
obra de Platón, además de que, como ya sabemos, el nuestro es un autor cristiano apegado
al neoplatonismo.
El diálogo platónico
4
Boecio, In Peri hermeneias, II, 3. (cita tomada del prólogo de Bardy)
5
mayéutico, ca
Del gr. μαιευτικός maieutikós; propiamente 'perito en partos'; la forma f.,
de μαιευτική maieutikḗ; propiamente 'técnica de asistir en los partos'.
1. adj. Perteneciente o relativo a la mayéutica.
2. f. Método socrático con que el maestro, mediante preguntas, va haciendo que eldiscípulo descubra noc
iones que en él estaban latentes.
6
aporía
Del gr. ἀπορία aporía.
1. f. Fil. Enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional
Erik Barrera RL 5 Boecio
7
Tomado de http://www.filosofia.org/cla/pla/azc01091.htm (Platón, Critón o el deber, versión de Patricio de
Azcárate, Madrid 1871.)
Erik Barrera RL 5 Boecio
¿Se puede decir que esto es un diálogo?, pues sí, lo es, son dos remitentes/remisores
intercambiando un mensaje, y se puede decir también que no pues sólo hay un remitente y
un remisor8.
En otro trabajo podría esbozarse fácilmente cómo Boecio y la Filosofía, mujer sencilla y
elegante, son parte del mismo razonamiento, es decir, ambos son Boecio, y podrían
apuntarse también las ideas que tienen en común Boecio y el Sócrates que dibuja Platón,
por ejemplo, lo que para Boecio es Dios, para Platón es el bien sumo y natural, e incluso
podría uno a aventurarse a decir que la Filosofía del de Consolatione es sin más ni más el
Sócrates de este diálogo, pues tiene todas las respuestas preparadas. Comparemos un
fragmento escogido arbitrariamente de lo que se dicen nuestros interlocutores9.
1.– Había ella terminado su canto, mientras yo, ávido de escucharla, permanecía estupefacto con mis oídos
atentos todavía ante la dulce armonía de sus versos. Luego exclamé: 2.– “¡Oh tú, suprema consolación de los
espíritus abatidos! ¡Cómo me ha reanimado el encanto de tu voz y la profunda amplitud de tus consejos!. En
adelante, ya no me sentiré incapaz de resistir los golpes de la Fortuna. Así, pues, aquellos remedios que antes
dijeras ser demasiado fuertes por su aspereza, lejos de serme odiosos serán para mí muy estimables: y en mi
anhelo de escucharte te pido no me los niegues”. 3.– “Lo había adivinado —dijo— al ver que recibías mi
mensaje con el más atento silencio; y ese estado de ánimo expectante en que te encuentras lo esperaba de ti,
mejor dicho, yo misma te conduje a él. Lo que me resta decirte podrá serte amargo al principio; mas si de ello te
penetras, experimentarás incomparable dulzura. 4.– ”¿Dices que estás deseoso de oírme? Arderías en ansias
infinitas de escucharme si supieras a dónde quiero llevarte”. 5.– “¿Adónde, pues?” —dije. ”A la felicidad
verdadera —respondió—; a esa dicha suprema que tú has soñado, pero que no puedes ver, ofuscada como está
tu mente por engañosas apariencias”. 6.– A lo que repliqué: “Habla, te lo suplico; y muéstrame sin titubeos cuál
es esa verdadera felicidad”. 7.– “Hablaré gustosa —prosiguió—, para complacerte; pero antes intentaré
representar y describir el estado que tú mejor conoces; y con la visión clara del mismo, cuando vuelvas atrás tus
ojos, podrás llegar a vislumbrar lo que es la felicidad verdadera.10
Como podemos observar en el texto, y esto se repite constantemente, Boecio no tiene otro
poder que el de narrar los actos de la Filosofía, o simplemente asentir o negarse o
llanamente redodear una idea, esto sucede durante todo el diálogo y aunque cumple con las
reglas que cita el apéndice a este trabajo no podemos dejar de lado la idea de que estos son
soliloquios donde la respuesta no es más que una respiración para el que lleva la voz
cantante de las ideas.
8
Confróntese el apéndice a este trabajo.
9
Boet. De Consolatione, III, 1
Iam cantum illa finiuerat, cum me audiendi auidum stupentemque arrectis adhuc auribus carminis mulcedo defixerat. Itaque paulo post:
o, inquam, summum lassorum solamen animorum, quam tu me uel sententiarum pondere uel canendi etiam iucunditate refouisti, adeo ut
iam me posthac imparem fortunae ictibus esse non arbitrer! Itaque remedia quae paulo acriora esse dicebas non modo non perhorresco,
sed audiendi auidus uehementer efflagito. Tum illa: sensi, inquit, cum uerba nostra tacitus attentusque rapiebas, eumque tuae mentis
habitum uel exspectaui uel, quod est uerius, ipsa perfeci; talia sunt quippe quae restant ut degustata quidem mordeant, interius autem
recepta dulcescant. Sed quod tu te audiendi cupidum dicis, quanto ardore flagrares si quonam te ducere aggrediamur agnosceres! —
Quonam? Inquam. — Ad ueram, inquit, felicitatem, quam tuus quoque somniat animus, sed occupato ad imagines uisu ipsam illam non
potest intueri. Tum ego: fac, obsecro, et quae illa uera sit sine cunctatione demonstra. — Faciam, inquit illa, tui causa libenter; sed quae
tibi [causa] notior est, eam prius designare uerbis atque informare conabor, ut ea perspecta cum in contrariam partem flexeris oculos
uerae specimen beatitudinis possis agnoscere.
10
http://www.librosdearena.es/Biblioteca_pdf/consolacion_de_la_filosofia.pdf
Erik Barrera RL 5 Boecio
Conclusión: Hemos visto la cómo la educación de nuestro autor le permitió conocer las
literaturas paganas para recrear sus sistemas argumentativos en la cristiandad, imitando a
Platón, Cicerón y Tacito, tal vez a otros más. Es innegable que la literatura clásica, en este
caso la que es de corte filosófico se crea y se recrea en el tiempo. Creo que quedó
comprobado mi argumento, Boecio se basó en el sistema platónico para poder crear su
opera magna: De consolatione philosophiae. Así mismo dejo escuetamente un árbol
genealógico de este género filosófico-literario.
Erik Barrera RL 5 Boecio
Apéndice
Encontramos en Internet un hermoso artículo que retrata muy amenamente el diálogo
filosófico, de él es que extraemos los siguientes apuntamientos11.
a) Etapa de apertura
En esta etapa los participantes se ponen de acuerdo en involucrarse en un determinado tipo de
diálogo. Las reglas del diálogo deberían especificarse hasta donde sea posible, aunque hay
reglas implícitas exigidas por la cortesía y la racionalidad, que han de ser respetadas en una
buena conversación. Se debería establecer también las reglas que rigen el turno de palabra y el
tipo de actos de habla permitidos.
b) Etapa de confrontación
En esta etapa se debe plantear el tema o el problema sobre el que se va a discutir, y cada una
de las partes que intervienen en el diálogo ha de fijar sus posiciones de entrada.
c) Etapa de argumentación
Es el momento en que cada participante tiene la obligación de contribuir a la consecución de
sus propios fines en el diálogo, así como la de cooperar para que los otros miembros puedan
lograr los suyos. Para cumplir estas obligaciones se deben cumplir ciertas reglas como, por
ejemplo, participar ordenadamente, permitir al otro el derecho de réplica...
d) Etapa de clausura
Es el momento en que los objetivos del diálogo se han cumplido o cuando los participantes
están de acuerdo en que el diálogo puede terminar.
11
MARTÍNEZ Navarro, Emilio, El diálogo filosófico como base de la formación ética, Murcia.