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CONSTRUCCIÓN DE ESPECTROS DE RESPUESTA DE AMENAZA UNIFORME

COHERENTES

Mauricio Gallego (1) Juan Diego Jaramillo (2)

RESUMEN

En este trabajo se plantea la posibilidad de usar la teoría sismológica del modelo ω2 para la
generación de leyes de atenuación, funciones de la magnitud y la distancia, de espectros de
amplitudes de Fourier, EAF, de los movimientos sísmicos en el territorio colombiano. Se
usan igualmente funciones de transferencia de osciladores y la teoría de vibraciones
aleatorias para determinar los valores extremos de los EAF estimados, y determinar de esta
manera las ordenadas esperadas de los espectros de respuesta en terreno firme. La
extensión del problema a la derivación de espectros de respuesta en suelo blando se logra
mediante funciones de transferencia que se multiplican por los EAF de roca para lograr
EAF en superficie, de los que se pueden estimar espectros de respuesta sobre la superficie
de suelos blandos. Con el procedimiento descrito es posible evaluar espectros de respuesta
coherentes con la dinámica estructural, que contrastan con los que se deducen a partir de los
espectros propuestos actualmente por algunos de los reglamentos para diseño sísmico
alrededor del mundo, que incluyen suavizaciones y simplificaciones en las aceleraciones
para diseño que resultan en desplazamientos espectrales monótonamente crecientes con el
periodo estructural, lo que a todas luces viola los principios de la dinámica estructural y
lleva a diseños equivocados.

SUMMARY

the seismological theory ω2 model for developing scaling laws of Fourier Amplitude
Spectra, FAS, for seismic movement on the Colombian territory is used. In a second stage,
in order to determine extreme values of the considered FAS and estimate response spectrum
ordinates, the oscillator transfer function and random vibrations theory are used. Further
analysis include the derivation of displacement spectra on soft soils by estimating soil
transfer functions. The results indicate that it is possible to estimate displacement
spectrums which satisfy the structural dynamic laws. This is contrary to some aseismic
design codes around the world, which estimate spectrum displacement based on
acceleration spectrum. The latter include smoothings and excessive simplifications which
lead to monotonic increasing in spectral displacement with the structural period, violating
the structural dynamics principles and leading to erroneous designs.

(1)
Departamento de Ingeniería Binaria Ltda; Bogotá, Carrera 10 # 24-76 Of, 906 mgallego@binaria.com.co
(2)
Departamento de Ingeniería Civil, Universidad EAFIT, A.A. 3300, Medellín, Colombia, jjarami@eafit.edu.co
INTRODUCCIÓN

Tal vez la práctica de estimación de Leyes de Atenuación se inicia en la sismología con


los artículos clásicos de Haskell (1967), Aki (1969) y Brune (1970) donde se pretendía estimar
los espectros de amplitudes de Fourier de desplazamiento, velocidad y aceleración que son una
medida en el dominio de la frecuencia del movimiento y su intensidad, a partir de variables como
el momento sísmico, caída de esfuerzos y otros parámetros por excelencia sismológicos. A
nuestro modo de ver, cualquier esfuerzo que se haga para determinar el comportamiento de las
intensidades sísmicas con respecto a la distancia dependiendo del tamaño de los eventos debe
tener como objetivo brindar un mejor conocimiento del fenómeno para contribuir en la reducción
de los riesgos sísmicos en la sociedad.

Sin embargo, esto en un principio no fue así, y los francos avances que tuvo la sismología
en la estimación de los movimientos en el dominio de la frecuencia, no dejaron de ser eso:
avances en la sismología. La ingeniería teórica y práctica que buscaba incorporar estas variables
a la realidad de la construcción y protección de los bienes nunca usó los avances de la sismología
debido a la falta de interacción de estas disciplinas. Por ejemplo, las primeras aproximaciones de
estimación de variables como la aceleración máxima fueron hechas por ingenieros como Esteva,
Donovan y McGuire por las mismas épocas de los avances sismológicos. En éstas, se buscaba
mediante mínimo error estadístico una variable clásica del diseño de estructuras: la aceleración
máxima del suelo. La razón de lo anterior se basaba en puras razones coyunturales debido a que
pocos años atrás se había desarrollado la teoría formal de cuantificación de amenaza sísmica que
en principio usó relaciones de atenuación de Intensidad modificada de Mercalli, variable que
demostró no tener buena relación con el diseño sismorresistente de estructuras.

Los principios inerciales de diseño sísmico de estructuras, así como la facilidad de


registrar la alta frecuencia de los sismos de campo cercano mediante acelerógrafos hicieron que
la ingeniería casara una alianza definitiva con la aceleración máxima del suelo y los espectros de
respuesta derivados de esta, para olvidarse temporalmente de la sismología y los avances en la
estimación de espectros de amplitudes. En principio, los estudios formales de amenaza se
realizaban solo sobre la aceleración máxima del suelo, Amax, es decir que Amax era la única
variable que contaba con una evaluación rigurosa de las tasas de excedencia que es el número
medio de veces en que la variable es excedida por unidad de tiempo y que define el concepto de
amenaza sísmica.

A principios de los 70 a partir de la estimación de Amax se idealizaba la forma del espectro


de aceleración a partir de aproximaciones estadísticas. Por ejemplo, a partir de Amax se establecía
una meseta en la zona de periodos cortos en el espectro que era dos y medio veces el valor de
Amax, proporción extraída a partir de espectros normalizados sobre terreno firme de muchas
regiones. El resultado del proceso anterior conducía a que todo el espectro propuesto dependía
de Amax y si se incurría en un error en la estimación de esta, todo el espectro resultaba errado.
Además, las ordenadas espectrales idealizadas estadísticamente ya no garantizaban una amenaza
conocida, es decir, se desconocía el periodo de retorno de todos los puntos del espectro diferentes
a Amax.

2
Esto inicialmente se realizó en Estados Unidos y se adoptó como criterio de diseño, por lo
que muchos países que adaptaron las normas americanas hicieron lo propio y heredaron la
práctica. Sin embargo, con el tiempo comenzó a volverse necesaria la avaluación de la amenaza
sísmica rigurosa para muchos otros análisis, por ejemplo, para calcular las pérdidas esperadas en
el futuro o evaluar los índices de confiabilidad. Además, existían problemas de diseño donde se
necesitaba la velocidad o el desplazamiento espectral. Lo anterior establecía que era necesario
realizar los cálculos de las tasas de excedencia de las ordenadas espectrales y además hacerlo
para diversas intensidades. Fue así como nació el concepto de leyes de atenuación espectrales
que empezó a aplicarse de manera detallada sobre condiciones especiales como el tipo de suelo o
de fallas generadoras. De esto trata este artículo, de mostrar la utilidad de la sismología en la
definición coherente de los movimientos de diseño para edificaciones.

Los modelos teóricos basados en sismología y los modelos estadísticos, típicos de la ingeniería,
empezaron a converger en modelos híbridos que usaban teoría sismológica de procesos
estacionarios para definir los espectros de amplitud y estimación estadística de los parámetros de
los modelos fuentes. El resultado de la anterior combinación fue el mejor para la sociedad ya que
en los últimos años ha ocurrido un fuerte desarrollo de relaciones para diversidad de escenarios,
condiciones e intensidades. De un puñado de famosas expresiones a principios de los años 80
que se usaban a nivel mundial, se paso a incontables relaciones para cada país o cada zona, para
diversos tipos de fallas, para sismos superficiales o profundos, para cualquier intensidad, para
ordenadas espectrales, para diversos amortiguamientos, para diversos tipos de suelo, etc.

Hoy cualquier país, inclusive Colombia, cuenta con expresiones de atenuación que en
ocasiones no tienen ni siquiera ecuación ya que son generadas a partir de análisis de
minimización usando teorías de control y optimización que buscan la mejor solución con el
mínimo error y sesgo nulo teniendo la más completa información de registros que día a día
alimenta y hace crecer bases de datos para tener una mayor confiabilidad. Esto derivó en la
creación de la Ingeniería sismológica, ciencia que formó ingenieros con conocimientos absolutos
de sismología, pero que además comprende toda la aplicación práctica de cada uno de los
aspectos del diseño. No obstante, en nuestro país, esto no desembocó en las aplicaciones
prácticas del diseño de edificaciones y se quedó en la academia por lo que nuestros estudios de
amenaza vigentes siguen usando las expresiones pioneras que debido a la falta de información de
la época guardan una tendencia de sobreestimación sistemática apreciable de la aceleración.

Se evalúa en este trabajo y para el caso Colombiano una propuesta para estimación de
amenaza sísmica fundamentada en leyes de atenuación con base en modelos sismológicos
aceptados, y uso de los datos empíricos para ajustar los parámetros de los cuales dependen estos
modelos. Este esquema, paramétrico, no solo hace un mejor uso de la información disponible
cuando utiliza un modelo físico para con base en él interpretar los datos, sino que, como se verá
más adelante con detalle, y por provenir de modelos que respetan las leyes de la física, sus
resultados son a todo nivel consistentes y coherentes.

Con los modelos tradicionales de leyes de atenuación los datos no solo se usan para
definir los parámetros de tales leyes sino para definir la forma de éstas. En términos de cantidad
de información, las leyes de atenuación tradicionales desprecian gran cantidad de información

3
cuando no hacen uso de los modelos sismológicos aceptados y probados con base en información
de zonas sismogénicas diferentes.

Durante mucho tiempo se exploraron formas rigurosas para, en zonas de escasa


información, hacer uso de información de zonas sismotectónicamente similares. Entre las
metodologías más exploradas está la estadística bayesiana, que permite considerar la información
de zonas similares como información a priori sobre los parámetros a explorar. El uso de modelos
sismológicos puede interpretarse como una forma rigurosa, transparente e ingeniosa de
considerar información de zonas sismotectónicamente similares.

En lo que sigue se expone en detalle el modelo sismológico utilizado como ley de


atenuación entre la magnitud y localización de la fuente, y el espectro de amplitudes de Fourier,
EAF, del movimiento en el sitio de observación. Acto seguido, se expone con algún detalle la
teoría de vibraciones aleatorias, TVA, que permite estimar valores máximos de una serie de
tiempo a partir del EAF de ésta. Lo anterior, para mantener la tradición, absolutamente
justificable, de evaluar la respuesta en términos de los valores máximos del movimiento, como
desplazamientos, velocidades o aceleraciones a nivel de la superficie del suelo, o de máximos de
la respuesta de sistemas de un grado de libertad, 1GDL, como son los espectros de respuesta.

Estos dos componentes, modelo sismológico como ley de atenuación sobre EAF y TVA
para pasar de EAF a espectros de respuesta, se introducen dentro del esquema usual de
evaluación probabilística de la amenaza sísmica, PSHA (Probabilistic Seismic Hazard Analysis),
por sus siglas en inglés, para obtener espectros de respuesta de amenaza uniforme, que hemos
llamado coherentes por ser consistentes entre ellos y respetar las leyes de la dinámica como se
hará notar más adelante.

Después de ajustar los parámetros del modelo de fuente para el país con los registros
disponibles de movimiento fuerte en Colombia, se aplican éstos para estimar espectros de
respuesta de amenaza uniforme en algunos sitios de la república, que serán discutidos y
analizados haciendo énfasis en sus formas y en lo que estas significan a la luz del diseño sísmico
de edificaciones.

MODELO SISMOLÓGICO

Los espectros de amplitudes de Fourier de desplazamiento de sismos reales cerca al origen


muestran una tendencia decreciente con la frecuencia, por lo que algunos autores sugirieron la
idea de que el decrecimiento fuera proporcional a ω-2; de esta manera, y teniendo la historia de
los desplazamientos en el borde de la falla de la forma:

σa
U (t ) = βτ (1 − e − t / τ ) , (1)
G

donde σa es el esfuerzo aparente en la falla, G es la rigidez al corte del medio (en este caso la
corteza litosférica), β es la velocidad de transmisión de las ondas S, τ es el tiempo de la ruptura

4
igual a L/v, donde L es la longitud de ruptura y v la velocidad de ruptura. La transformada de
Fourier de la ecuación anterior permitirá observar que el espectro de amplitudes del
desplazamiento es:

( )

σa −t σ β 1
U (ω ) = ∫ G
βτ 1 − e τ eiωt dt = a
G 1
, (2)
−∞
ω ω + 2
2

que muestra la forma de decrecimiento espectral propuesta por las tendencias de los sismos
reales. Si se usa la definición estática del momento sísmico, M0, se observa que este puede
determinarse con buena aproximación a partir de espectros de amplitudes de Fourier de campo
lejano en bajas frecuencias, siempre que las longitudes de onda y la distancia a la fuente sean
grandes. De lo anterior resulta que los espectros de amplitudes de Fourier de las ondas P en el
campo lejano, cuando a cada uno de los pares se les asigna una variación en el tiempo dada por
una función de Heaviside multiplicada por Mo, están dados por:

1 M0
U P (ω ) = Rθφ P , (3)
4π R ρα 3

y el espectro de ondas S por:

1 M0
U S (ω ) = Rθφ S , (4)
4π R ρβ 3

donde RθφP es el valor cuadrático medio del patrón de radiación de ondas P y RθφS el de las ondas
S.

En 1923, Nakano mediante la teoría de la elasticidad y suponiendo una tierra elástica,


infinita e isotrópica, dedujo los patrones de radiación para los modelos de par sencillo y par
doble, lo que llevó a la derivación de las primeras ecuaciones de desplazamiento para el modelo
de par doble. Este modelo fue corroborado mediante estudios de mecanismos basados en las
componentes de las ondas S, el ángulo de polarización, y en las ondas superficiales, que
permitieron establecer que el modelo de doble par de fuerzas es el que mejor describe el
mecanismo focal de un terremoto.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, Haskell (1966) definió una función de dislocación de
la forma D(ζ,,t), que representa el desplazamiento de la discontinuidad a lo largo del plano de
falla en el punto ζ y en el tiempo t. El plano de falla se extiende a lo largo del eje ζ (fig. 1
izquierda) y la función de dislocación es considerada como la dislocación promedio sobre el
ancho w de la falla; se supone que la falla se acaba cuando ζ=L, donde L es la longitud de la falla
tal y como se muestra en la fig. 1 derecha. De manera general, la dislocación que sufre una falla
se genera en un segmento de la misma y no en toda su extensión; mecánicamente es imposible
que se genere un sismo de gran magnitud en un punto o segmento de falla corto, entonces, cuanto
mayor sea la longitud de fallamiento, mayor será la magnitud.

5
No obstante, la ruptura que se observa en la superficie no necesariamente representa la
extensión del plano fallado, debido a que muchas rupturas solo se extienden parcialmente hasta la
superficie y la mayoría no se pueden observar del todo, pues ocurren a grandes profundidades o
bajo el fondo oceánico, por lo que es necesario tener en cuenta este tipo de consideraciones.
Además, los tipos de fallas establecen diferentes formas de comportamiento en la longitudes de la
ruptura por lo que son necesarias relaciones para cada tipo de fuente.

Uθ Ur

L
φ

θ
w ζ
L
w
ζ

Figura 1. Izquierda: Diagrama de falla rectangular de Haskell. Derecha: Sistemas de referencia


locales para una falla rectangular.

Para describir la fenomenología de la radiación de alta frecuencia provocada por


temblores, Aki (1967) estudió el modelo de dislocación de Haskell (1964), en el que una ruptura
bajo esfuerzo cortante se propaga a través de una falla rectangular, la cual está dentro de un
espacio elástico, isótropo e infinito. Aki, basado en los trabajos de Stokes, Lamb y Haskell
dedujo que los desplazamientos en campo lejano debido a las ondas P y S, se escriben, en un
sistema de coordenadas esféricas tal como el mostrado en la fig. 1 derecha, como:

Patron de
Radiacion
1  β 3  L   R −ζ Cos (θ ) 
UR =   Sen (2θ ) Sen (φ ) w ∫ D ζ ,t − dζ , (5)
3 α
4πβ R   0  α 

1 L  R −ζ Cos (θ ) 
Uθ = Cos (2θ )Cos (φ ) w ∫ D  ζ ,t −  dζ , (6)
3
4πβ R 0  β 
L
Uφ =
1   ζ ,t − R −ζ Cos (θ ) dζ ,
Cos (2θ ) Sen (φ ) w ∫ D (7)
3
4πβ R    β
Patron de 0  
Radicion

donde UR, Uθ y Uφ son los desplazamientos en dirección radial, angular y longitudinal


respectivamente, w es el ancho de la falla, R la distancia al hipocentro, β la velocidad de onda S,
α la velocidad de onda P, L la longitud y D ( x, t ) es la función de velocidad de dislocación.
Tomando el punto inicial de la falla como el origen de un sistema de coordenadas cartesianas se
tiene: x=Rcos(θ), y=Rsen(θ) y z=Rsen(θ)Cos(φ).

Las expresiones 5, 6 y 7 se pueden escribir de manera generalizada como:

6
 R − ζ cos θ 
L

U = P ( R, θ , φ , α , β ) w ∫ D  ζ , t − d ζ (8)
0  (α , β ) 

Aplicando la transformada de Fourier para llevar la expresión anterior al dominio de la


frecuencia se obtiene:

∞ ∞
 r − ζ cos θ 
L

∫ u (t )e dt = ω ∫ e dt * ∫ D  ζ , t −
− iω t − iω t
U (ω ) = d ζ (9)
−∞ −∞ 0  (α , β ) 

donde ω es la frecuencia circular igual a 2πf.

Siguiendo el planteamiento inicial de Haskell (1966) fue necesario estimar la función de


dislocación en cualquier momento t+τi y en cualquier punto ζ+xi; para lo cual se necesitó
introducir una función de autocorrelación ρ(xi,ti) de D(ζ,t) de la forma:


ρ ( xi , ti ) = ∫ ∫ D (ζ , t ) D (ζ + x , t + τ )dζ dt
−∞
i i (10)

Según Haskell (1966), es posible establecer que la función temporal, es decir, la función
de autocorrelación del tiempo, decrece exponencialmente con el log(τi) y tiene la forma:


− kT τ i
ρ (ti ) = ∫ ∫ D(ζ , t ) D(ζ + x , t + τ )dt = ρ0e
i i , (11)
−∞

y la función espacial, es decir, la función de autocorrelación del espacio, tiene la forma:


− k L xi − kT τ i − xi / v
ρ ( xi ) = ∫ ∫ D(ζ , t ) D(ζ + xi , t + τ i )dx = ρ0 e , (12)
−∞

donde v es la velocidad de dislocación y v=kT/kL.. Usando las funciones espaciales y temporales


de autocorrelación descritas, Aki(1967) dedujo que el espectro de amplitudes de Fourier del
desplazamiento provocado por las ondas S en el campo cercano puede expresarse como:

1 wD0 L
U (ω ) = , (13)
4πρβ 3R 2
 Cos (θ ) 1   ω 
2
ω 
2
1+ −    1+ 
 β v   kL   kT 

donde D0 es el desplazamiento promedio de la falla. Aki estudió igualmente el caso particular


cuando θ=0 y además considerando la definición estática de momento sísmico como M 0 = GwLD0 ,
y pudo definir el espectro de amplitudes de desplazamiento como:

7

Espectro de Brune = S(f)

RΘφ Mo 1
U( f ) = , (14)
4πρβ 3  f 
2
R
1+  
 fc 

donde Mo es el momento sísmico (dinas-cm, ergios), f es la frecuencia natural (Hz), Rθφ es el


valor cuadrático medio del patrón de radiación resultante de los productos de senφcos2θ,
sen2θsenφ y cos2θcosφ; ρ es la densidad de masa del material (la corteza litosférica ≈ 2.8
gr/cm3), β es la velocidad de ondas de corte (≈ 3.5 km/s) y fc es la llamada frecuencia de esquina.

El término 1/R modela la atenuación geométrica de las ondas de cuerpo en el campo


lejano; después se verá cómo este varía a medida que se aleja de la fuente para reflejar mejor la
atenuación de las ondas a grandes distancias.

El espectro propuesto contiene una parte plana en la zona de bajas frecuencias cuya
amplitud es proporcional a Mo. Para altas frecuencias, el espectro decae como función de f2 ( por
lo que se denominó modelo “omega cuadrada”, en ingles, “omega square”) y, las dos zonas del
espectro se cortan aproximadamente en la frecuencia de esquina. Esta frecuencia se relaciona
con la dimensión del radio equivalente de la fuente de la siguiente forma: (Brune, 1970)

β
r0 = 2.34 , (15)
ωc

donde r0 es el radio equivalente de una falla circular para la caída de esfuerzos y el momento
sísmico que se considera, y ωc=2πfc. El espectro de la ec. 14, al ser multiplicado por ω2 dará
como resultado el espectro de amplitudes de Fourier de aceleraciones, que puede ser evaluado
mediante la siguiente expresión:

1
A( f ) = CRΘφ S ( f ) , (16)
R

donde C es un término constante que depende de las propiedades del material, dado por:


C= 3 (17)
ρβ

El termino S(f), llamado espectro de fuente de Brune (1970), se expresa mediante la


siguiente relación:

2
Mo. f
S( f ) = 2 (18)
 f 
1+  
 fc 

8
Brune (1970), con base en un modelo de falla circular encontró relaciones entre la
frecuencia de esquina, el momento sísmico y la dimensión de la falla, de tal forma que la
frecuencia de esquina para el modelo se escribe:

∆σ
f c = 4.9 * 10 6 β * 3 , (19)
Mo

donde ∆σ es la caída de esfuerzos medida en bares, β está dada en km/seg y Mo en dinas-cm.

El termino A(f) de la ec. 16 representa el espectro de aceleraciones en un medio ideal; las


condiciones bajo las cuales se va modificando este espectro a medida que el movimiento avanza
se describen a continuación:

Atenuación Regional. Este parámetro toma en cuenta la energía disipada por procesos
viscosos, comportamiento no lineal de la roca o disipación por calor. Se ha visto que una forma
apropiada de representar este tipo de atenuación es mediante la multiplicación de A(f) por un
término exponencial decreciente de la forma e-πfR/βQ, donde Q es el factor de calidad de la corteza
litosférica en la región de estudio (Knopoff, 1964) y suele depender de la frecuencia
aproximadamente en la forma Q=Qof ε, donde Qo y ε son constantes para una zona de la corteza
en análisis. En Colombia se necesita estudiar con detalle el factor de calidad de la corteza.

Decaimiento de la alta frecuencia. Como se aprecia en la ec. 16, el espectro de Brune


predice amplitud constante para f>>fc, lo que resulta absurdo. En primer lugar por
consideraciones energéticas, y además porque, como se observa en los espectros reales, a medida
que se avanza en distancia, las altas frecuencias se van filtrando y las amplitudes de la
aceleración van decayendo de una forma más rápida que lo predicho por la atenuación regional.
Dicho decaimiento se ha atribuido tanto a efectos de fuente como a efectos de las capas
superficiales. Boore (1983) utiliza la frecuencia de corte introducida por Hanks (1982), fmax, para
modelar el abrupto decaimiento de la energía de alta frecuencia mediante un filtro Butterworth
pasabajas. Singh et al. (1982) encontraron que este decaimiento podía ser representado mediante
una expresión exponencial de la forma e-πfk, donde κ es un factor que depende del sitio y que será
motivo de calibración en la zona en estudio. Además, se ha visto que el parámetro κ tiene
variación con la distancia de la forma κ=κ1+R/Q1.

Partición de la energía en dos componentes. Como la energía del espectro de fuente es


total, se asume una partición en dos componentes ortogonales horizontales, por lo que se
involucra el factor 1/ 2 , suponiendo que las componentes son iguales en ambas direcciones.

Corrección por superficie libre. Se aplica un factor de 2 para predecir las amplificaciones
de onda al llegar a la superficie.

Patrón de radiación. Se usarán los recomendados en la literatura internacional (Boore


1983; Boatwright, 1984) que oscilan entre 0.55 y 0.63.

9
Atenuación geométrica. El término 1/R implica el predominio de ondas de cuerpo para
distancias cercanas al epicentro; sin embargo, a mayores distancias el predominio es de ondas
superficiales. Este efecto puede tomarse en cuenta transformando el término 1/R en (R*Rx)-1/2,
donde Rx es la distancia epicentral a partir de la cual predominan las ondas superficiales.

Una mejor manera de considerar el fenómeno que se acaba de describir debería tener en
cuenta que la distancia a partir de la cual las ondas de superficie comienzan a predominar sobre
las de cuerpo, por mayor atenuación de estas últimas, es una función de la profundidad de la
fuente: mientras más profunda la fuente más lejano será el campo de predominio de las ondas de
cuerpo. Esta relación puede considerarse aproximadamente lineal con la profundidad, H, esto es:
Rx=λH, donde λ es un parámetro adicional a estimar.

Introduciendo estos efectos se puede describir el viaje de las ondas S a través del medio y
así establecer el espectro de amplitudes de aceleración en cualquier sitio particular. En estas
condiciones, la ecuación original se transforma en la siguiente:

  
Filtro alta frecuencia

Factor de calidad
 −π fR  
Superficie


Espectro de Brune


  −π (κ + R ) f 
 β Qof ε
libre  
- 2  1 Q
2 M0 f e  
e  1 
A( f ) = Rθφ C (20)
2
,
2  f  R
,
Particion 1+   Atenuacion Geometrica
Energia
 fc 

Este modelo es llamado de fuente puntual y representa el EAF en un sitio después del
viaje de las ondas afectado por las variables mencionadas. Este modelo ha sido aplicado en
muchas zonas del mundo para distancias de hasta 100 km. Después de esa distancia el
movimiento deja de estar controlado por las ondas S. De esa distancia en adelante se utiliza la
corrección en la atenuación por las ondas superficiales descrita en párrafos anteriores.

Se ha observado también que a distancias focales muy pequeñas, comparables con el


tamaño de la ruptura, el modelo de fuente puntual falla. Por ello, se desarrolló un modelo
sismológico que tiene en cuenta el tamaño finito de la zona de ruptura (Singh et. al., 1989). El
modelo contempla una falla circular de radio ro que rompe con intensidad uniforme a lo largo del
área. El punto de observación está situado justo arriba del foco, a una distancia Ro sobre el
hipocentro. Además, se supone que la ruptura de cada elemento ocurre aleatoriamente en el
tiempo. Bajo estas hipótesis, el EAF puede ser descrito en el punto de observación como:

   
 −2π  κ + R  f 
  1 Q  
 

( ) ( )
2e   1 
 2 
 E1 (α1R0 ) − E1 α1 r0 + R0   ,
2 2
( A( f )) = 4 RΘφ C Mofc
2  2
(21)
( ro )
2

donde E1( ) es la integral exponencial (Gautschi y Cahill, 1965) y α1=2π/βQo. Nótese que en el
modelo de Singh el radio al epicentro, Ro, no divide la ecuación para no generar la
indeterminación cuando el límite tiende a cero.

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El modelo de fuente finita parte de la suposición de que el observador se encuentra a una
distancia cercana. Como ya se mencionó, el radio de la falla equivalente crecerá a medida que
aumente la magnitud; si esto sucede, y teniendo en cuenta que las ondas sufren todos los
fenómenos de atenuación descritos anteriormente, la contribución de ondas que vienen del cada
vez más lejano perímetro sufrirá los procesos exponenciales de atenuación, haciendo que la
aceleración no crezca de forma indefinida. Este comportamiento es el que provoca la saturación
de la aceleración para magnitudes muy grandes.

En efecto, se ha observado de registros de movimientos fuertes en sitios localizados sobre


la zona de ruptura de grandes temblores costeros de México, que para magnitudes grandes (M>7)
las aceleraciones máximas del terreno, Amax, no crecen como lo predicen los modelos usuales de
atenuación (ver por ejemplo Idriss, 1985). Esto sugiere que existe un fenómeno de saturación de
Amax al aumentar la magnitud, algo que muchas de las leyes usuales de atenuación no predicen de
forma adecuada.

Para la República de Colombia se encontró que una distancia Rx para la cual existe un
buen acoplamiento es de aproximadamente 100 km. Al realizar el análisis de minimización sobre
estas variables para las condiciones de Colombia se procedió a construir los espectros de fuente
finita y fuente puntual para cada combinación de magnitud y distancia. La fig. 2 izquierda
muestra las formas típicas de este tipo de espectros. Ya que el espectro de fuente finita genera
amplitud constante para las bajas frecuencias (Luco, 1985), en ese rango se usa el valor mínimo
correspondiente al espectro de fuente puntual. La parte derecha de la fig. 2 muestra los EAF
tomando la contribución de los modelos de fuentes finita y fuente puntual generando leyes de
atenuación de EAF.

EAF, Magnitud 7.0; R=15 Km; Nacional EAF, Magnitud 7.0; Nacional
100 100
Amplitud (gal-s)

Amplitud (gal-s)

puntual
10 10
finita
R=15 Km.
R=30 Km.
R=50 Km.
R=100 Km.
1 1
0.01 0.1 1 10 100 0.01 0.1 1 10 100
Frecuencia (Hz.) Frecuencia (Hz.)

Figura 2. Izquierda: Modelos de fuente puntual y fuente finita para una combinación de
magnitud y distancia; derecha: Leyes de atenuación de EAF para diferentes distancias en una
misma magnitud del mecanismo focal de fuentes Nacional.

Al realizar el mismo análisis para diferentes distancias es posible construir leyes de


atenuación de espectros de amplitudes de Fourier para diferentes magnitudes como se observa en
la fig. 2 derecha. Al comparar los registros calculados y registrados y minimizar la desviación
fue posible identificar los parámetros del modelo sismológico adoptado para describir el EAF
según el tipo de mecanismos focal; estos se muestran en la tabla 1 (en Colombia el esquema se

11
realizó por separado para las zonas de subducción y para las fallas continentales; no obstante el
análisis se puede discretizar para cada fuente por separado si se cuenta con información).

Tabla 1 Resultado de la calibración de parámetros para cada caso analizado.

Mecanismo focal Q1 ε Qo Rθφ K1 σ ∆σ em


Activa 3600 1.0 750 0.6 0.008 0.56 125 0.007
Subducción 3800 1.5 750 0.6 0.010 0.65 50 -0.002
Promedio nacional 3800 1.5 750 0.6 0.012 0.65 185 -0.007

em es el error medio, que se define como el promedio de los logaritmos de los cocientes
entre aceleraciones observadas y calculadas; em es una medida del sesgo de la estimación. σ es la
desviación estándar de los logaritmos naturales. Para los sismos de fallas activas la desviación
estándar es de 0.56, mientras que para subducción es de 0.65. Si se incluyen todos los sismos
(“nacional”) se obtiene un valor de σ =0.65. En términos generales, los errores medios son
aceptablemente bajos.

El análisis de los datos disponibles en Colombia ha permitido evaluar los parámetros


relevantes de un modelo sismológico y no los parámetros de leyes de atenuación mediante
regresiones clásicas y aproximaciones estadísticas que para el caso de bases de datos pobres como
es nuestro caso no funcionan bien. Se observa que, en general, las leyes usadas en estudios
anteriores para el país tienen desviaciones estándar mayores que las determinadas en este estudio y,
además, sobrestiman sistemáticamente las aceleraciones observadas.

Al comprobar con sismos pasados de los cuales se conoce su magnitud y distancia


epicentral, es posible corroborar el favorable comportamiento de las leyes de EAF encontradas a
partir del análisis con sismos colombianos. El contar con buenas aproximaciones para los espectros
de EAF garantiza que los valores pico generados a partir de teoría de vibraciones aleatorias de los
mismos sean correctos para la estimación de los parámetros útiles en el diseño. En otras palabras,
evaluar bien los EAF garantiza correcta evaluación de los espectros de respuesta.

En la fig. 3 es posible ver la buena aproximación de los EAF calculados contra lo


registrado en algunos sismos intermedios en Colombia. Al repetir el proceso para todas las
distancias y magnitudes es posible generar leyes de atenuación de EAF. En este primer caso los
EAF reflejan la variable de aceleración máxima del suelo; no obstante, a partir de la teoría
sismológica clásica descrita con anterioridad el proceso puede extenderse a cualquier otra
variable.

12
Espectros de amplitudes M=5.5; R=112 Espectros de amplitudes M=6.5; R=127
10,00 10,00

1,00 1,00
σ =0.523 σ =0.416
amplitud

amplitud
sesgo=-0.171 sesgo=-0.057

0,10 0,10
amplitud amplitud
calculada calculada

0,01 0,01
0,01 0,10 1,00 10,00 100,00 0,01 0,10 1,00 10,00 100,00
frecuencia (Hz) frecuencia (Hz)

Espectros de amplitudes M=6,1; R=159 Espectros de amplitudes M=5.5; R=212


10,00 10,00
σ =0.494 σ =0.479
sesgo=-0.105 sesgo=-0.172

1,00 1,00
amplitud

amplitud
0,10 0,10
amplitud amplitud
calculada calculada

0,01 0,01
0,01 0,10 1,00 10,00 100,00 0,01 0,10 1,00 10,00 100,00
frecuencia (Hz) frecuencia (Hz)

Figura 3. Comparación de EAF registrados por la RSNC (Amplitud) contra los calculados por
medio de la teoría sismológica descrita en este artículo

TEORÍA DE VIBRACIONES ALEATORIAS

El EAF de aceleración en el sitio refleja el contenido de frecuencia del movimiento


sísmico en cuestión. Sin embargo, hace falta la información de las fases del acelerograma y no
hay forma de conocerla. Así las cosas, existiría una gran cantidad de señales que cumplirían con
tener el mismo EAF y la misma duración de fase intensa, cada una de ellas con diferentes fases y,
por tanto, con un valor diferente de aceleración máxima. Por esta razón, esta variable se vuelve
aleatoria. Es necesario recurrir, entonces, a la teoría de vibraciones aleatorias para determinar
esos valores extremos.

Sea a(t) una señal de aceleración cuyo EAF es A(f). Se puede demostrar (Cartwright y
Longuett-Higgins, 1956) que bajo circunstancias generales, el valor esperado del máximo de a(t),
está dado por:

E ( A Max ) = ACM FP , (22)

donde, Acm es la aceleración cuadrática media, que puede calcularse mediante el teorema de
Parseval (Papoulis, 1965):

13
m0
ACM = (23)
Td

En esta expresión, mo es el momento estadístico de orden 0 de A(f) y Td es la duración de


la fase intensa del evento, que de acuerdo con Herrman (1985) estaría dada por:

1
Td = + 0.05R (r0 en el caso de fuente finita) (24)
fc

Puede demostrarse (Cartwright y Longuett-Higgins, 1956; Davenport, 1964) que si N no


es demasiado pequeño, la siguiente es una buena aproximación para Fp, cantidad frecuentemente
llamada el “factor pico”:

γ
FP = 2 ln( N ) + , (25)
2 ln( N )

donde γ es la constante de Euler (= 0.577…) y N es el número esperado de valores extremos, que


se puede definir de la siguiente forma:

Td m2
N = , (26)
π m0

donde m2 es el momento estadístico de orden 2 del EAF.

Los momentos estadísticos espectrales de los espectros de amplitudes de Fourier se


pueden evaluar fácilmente a partir de:


32π 4
m4 ( A( f ) ) = ∫ ( f ) A( f )df
4
(27)
Td −∞


8π 2
m2 ( A( f ) ) = ∫ ( f ) A( f )df
2
(28)
Td −∞


2
m0 ( A( f ) ) = ∫ A( f )df = Acm
2
(29)
Td −∞

| De las ecs. 20-29, es posible estimar Amax si se conocen el EAF y la duración de fase
intensa de un sismo.

14
FUNCIONES DE TRANSFERENCIA

Ahora bien, ya que los movimientos definidos a partir de un solo EAF son denominados
procesos estacionarios, entonces las ecuaciones diferenciales de los sistemas de un grado de
libertad con rigidez k, amortiguamiento c, masa m, sometidos a cargas de valor máximo P0
modulada por senos y cosenos de frecuencia Ω son:
.
mxDD(t ) + c xD (t )+ kx(t ) = P0 senΩt y (30a)

.
mxDD(t ) + c xD (t )+ kx(t ) = P0 cos Ωt , (30b)

donde ω=√(k/m) y ξ=c/(2mω), de las cuales se puede calcular la respuesta estacionaria del
desplazamiento en el dominio del tiempo para ambos casos como: (Clough y Penzien, 1975)

P0 1 − ( Ω / ω )  senΩt − [ 2ξΩ / ω ] cos Ωt


2

x (t ) = y (31a)
1 − ( Ω / ω ) 2  + [ 2ξΩ / ω ]2
2
k
 

P0 1 − ( Ω / ω )  cos Ωt − [ 2ξΩ / ω ] senΩt


2

x (t ) = (31b)
1 − ( Ω / ω ) 2  + [ 2ξΩ / ω ]2
2
k
 

Suponiendo una carga estacionaria unitaria en el dominio de la frecuencia de la forma:


p (t ) = 1e y siguiendo la Ley de Euler, p (t ) = 1 ( cos Ωt + isenΩt ) que muestra la forma compacta
i Ωt

de fuerzas con ambas funciones, la respuesta de estado estacionario del desplazamiento armónico
combinado con frecuencia Ω puede ser expresada entonces por medio de x(t ) = H u (Ω)eiΩt donde
Hu(Ω) es una variable a determinar denominada función de transferencia. Para encontrar la
velocidad y la aceleración del sistema bastaría derivar con respecto al tiempo para encontrar que:

x (t ) = iΩH u (Ω )eiΩt y (32a)

x(t ) = −Ω 2 H u (Ω)eiΩt
 (32b)

Reemplazando las ec. 30 y 32 en las ecuaciones originales de movimiento 30 encontramos


una forma común para ambos casos de carga seno y coseno como sigue:

(
H u (Ω)eiΩt −Ω 2 m + iΩc + k = eiΩt ) (33)

cancelando los terminos eiΩt a ambos lados de la ecuación 33y dividiendo por la masa m,
se llega a:

15
1 1
H u (Ω ) = , (34)
k 1 − ( Ω / ω )  + i  2ξΩ / ω 
2
    

que expresa la función de transferencia en términos de la frecuencia natural del sistema, ω.

La ec. 34 contiene la respuesta estacionaria del desplazamiento para los casos de cargas
seno y coseno y, si se reemplaza en la ec. 32 se obtiene:

1 1
x (t ) = eiΩt , (35)
k 1 − ( Ω / ω )  + i [ 2ξΩ / ω ]
2
 

y la respuesta estacionaria de aceleración del oscilador a partir de la ec. 32 es:

1 1

x (t ) = Ω 2 e i Ωt (36)
k 1 − ( Ω / ω )  + i [ 2ξΩ / ω ]
2
 

Ahora, si se divide esta respuesta por la aceleración del suelo es posible derivar la función
que modifica la excitación del suelo por las propiedades del oscilador; dicha función es
denominada función de transferencia y para el caso de aceleración del suelo a seudoaceleración
espectral del oscilador con frecuencia ω y amortiguamiento ξ, toma la forma:

1
H A (ω , Ω, ξ ) = (37)
ω 
2 ω 
1−  + 2ξ i 
Ω Ω

Nótese que el valor máximo de la función de transferencia se presenta en la frecuencia de


resonancia que es la misma del oscilador que se desee. Asimismo, el valor máximo será de 1/2ξ.
Para el caso de velocidad, siguiendo el mismo procedimiento se obtiene:


H V ( ω , Ω, ξ ) = − (38)
Ω − ω + 2iξΩω
2 2

Si el EAF deducido por medio de la teoría sismológica que describe el movimiento en el


dominio de la frecuencia del terreno es multiplicado punto a punto por la función de transferencia
de un sistema con periodo y amortiguamiento conocido, se obtiene el EAF de los sistemas
estructurales en condiciones lineales para el movimiento en la base descrito por el EAF. En la
fig. 4 se muestra en el lado izquierdo un EAF calculado a partir del modelo ω-2. En el centro, las
funciones de transferencia de osciladores para diferentes periodos y relación de amortiguamiento
con respecto al crítico, ξ=5%. Nótese que el pico se encuentra en la frecuencia del oscilador
conforme a la resonancia que se presenta, y el valor máximo es 1/(2*0.05)=10. Al multiplicar el
EAF del movimiento del terreno por cada una de las funciones de transferencia se obtienen (ver

16
fig. 4 derecha) los EAF de osciladores de periodo y amortiguamiento conocido ante el
movimiento en la base descrito por los EAF.

Espectro de Amplitud de Aceleraciones para Función de Transferencia de osciladores de


EAF, M=7.0, R= 15 Km,
fallas continentales Ml=6.2; R= 15Km diferente periodo estructural ξ =0.05
osciladores de ξ =5%
1000
1000 1000 T=0.5 seg
T =0.5 seg
T= 1.0 seg
T =1.0 seg
100 100 100 T=2.0 seg
T =2.0 seg
Amplitud (gal-s)

Amplitud (gal-s)
T= 3.0 seg
T =3.0 seg

Amplitud
10 10 10

1 1 1

0.1 0.1 0.1


0.01 0.1 1 10 100 0.01 0.1 1 10 100 0.0 0.1 1.0 10.0 100.0
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz) Fre cue ncia (Hz ))

Figura 4. Izquierda: EAF del movimiento en el suelo para M=6.2, R=15 Km. Centro: Funciones
de Transferencia de diferentes periodos estructurales. Izquierda: EAF de la respuesta de los
sistemas estructurales.

Estos EAF pueden ser tratados con la Teoría de Vibraciones Aleatorias descrita y
encontrar los valores espectrales máximos asociados. Si el proceso se repite sistemáticamente
para todas las combinaciones de magnitud y distancia, al evaluar los máximos en todos los casos
se están derivando leyes de atenuación espectral que resultan útiles en la evaluación de la
amenaza en términos, en este caso, de la aceleración. Sin embargo, si la función de transferencia
es de velocidad o desplazamiento, el procedimiento es perfectamente valido para evaluar la
variable de interés sin ningún problema.

Nótese que no son necesarias leyes de atenuación adicionales sobre otros parámetros del
movimiento para estimar los desplazamientos o las velocidades máximas en la superficie del
suelo, o los espectros de respuesta de desplazamientos y velocidades, y es aquí precisamente
donde radica una de las fortalezas del procedimiento y de donde nace la coherencia o consistencia
ya mencionada: es una ley de atenuación sobre el movimiento completo descrito en términos del
EAF.

Hay ocasiones en donde se presentan depósitos de suelo en el viaje de las ondas hacia la
superficie. En este caso, es necesario evaluar la función de transferencia del suelo (un aspecto
que depende de las propiedades del medio transmisor y de la dinámica de suelos) y multiplicarla
punto a punto por los EAF de osciladores en terreno firme evaluados antes, para así llegar a los
EAF de osciladores de periodo y amortiguamiento conocido teniendo en cuenta las condiciones
de suelo, tal y como se describe en la fig. 5. El procedimiento descrito de Teoría de Vibraciones
Aleatorias sigue siendo valido en este caso, haciendo posible la generación de leyes de
atenuación teniendo en cuenta las condiciones locales de suelo en un sitio.

17
EAF, M=7.0, R= 15 Km, EAF de osciladores de ξ =0.05 para fallas
osciladores de ξ =5% Función de Transferencia Lineal del sitio continentales Ml=6.2, R=15 Km en Uniquindio
1000 T=0.5 seg Universidad del Quindio 1000

T= 1.0 seg 1000 Amplitud

T=2.0 seg T =0.5 seg


100 100
100 T =1.0 seg

Amplitud (gal-s)
Amplitud (gal-s)

T= 3.0 seg
T =2.0 seg

Amplitud
10 10 T =3.0 seg
10

1 1
1

0.1 0.1 0.1


0.0 0.1 1.0 10.0 100.0 0.01 0.1 1 10 100
0.01 0.1 1 10 100
Fre cue ncia (Hz )) Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)

Figura 5. Izquierda: EAF de la respuesta de osciladores de ξ=5% en roca y para M=6.2, R=15
Km. Centro: Función de Transferencia del suelo en el sitio Uniquindío. Derecha: EAF de
sistemas estructurales sobre el suelo Uniquindío durante el sismo del 25 de enero de 1999.

RESULTADOS

A continuación, en la fig 6 se muestra el EAF estimado para una falla continental, para
Ml=6.2 y R=15 km en las condiciones de suelo presentes y se compara con el EAF registrado en
la Universidad del Quindío con ocasión del sismo de Armenia de 1999. El ajuste en este caso es
muy bueno y habla muy bien del modelo y los parámetros utilizados.

EAF para fallas continentales Ml=6.2,


R=15 Km en Uniquindio
1000

Calculado
Amplitud (gal-s)

Registrado

100

10
0.1 1 10 100
Frecuencia (Hz)

Figura 6. EAF estimado para una falla continental, Ml=6.2, R=15 km y EAF registrado en la
Universidad del Quindío con ocasión del sismo de Armenia de 1999

En la fig 7, se comparan esta vez los espectros de respuesta de aceleraciones y de


desplazamientos, estimados para los mismos parámetros del caso anterior y registrados en la
Universidad del Quindío con ocasión del sismo de Armenia de 1999. Era de esperarse un ajuste
igualmente bueno al que se presentó con los EAF. En el espectro de respuesta de desplazamiento
es importante notar una amplificación o pico coincidente con el periodo fundamental del depósito
de suelo, una caída pronunciada después de este pico que se estabiliza luego al desplazamiento
máximo registrado en el suelo.

18
Registro de la Universidad del Quindio
Registro de la Universidad del Quindio
25 de enero de 1999, Ml=6.2 R= 15 Km
25 de enero de 1999, Ml=6.2 R= 15 Km
2000
15

Pseudoaceleración (gal)
Registrado Registrado
1500

Desplazamiento (cm)
calculado Calculado
10

1000

5
500

0 0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 7. Espectros de respuesta de seudoaceleración y desplazamiento estimados y registrados


en la Universidad del Quindío durante el sismo de Armenia de 1999.

El modelo propuesto en este trabajo sigue las tendencias descritas en el registrado para
todas las ordenadas espectrales de aceleración, pero con la diferencia que después de la caída
vuelve a subir para volverse asintótico en un desplazamiento máximo del terreno mayor al
desplazamiento registrado en el periodo fundamental del sitio. La diferencia entre los espectros
de respuesta de desplazamientos estimados y medidos en los dos casos documentados puede
deberse a los filtros pasa altos utilizados en el proceso de integración de la señal de aceleración
registrada, que pueden atenuar las verdaderas amplitudes del movimiento en bajas frecuencias.

Un comportamiento similar al del espectro de desplazamientos estimado con el modelo


que aquí se presenta se predice también con un modelo semejante al utilizado en este caso;
modelo sismológico para el espectro de amplitudes de Fourier y uso de teoría de vibraciones
aleatorias para estimación de los espectros de respuesta, usado en ese caso para estimar los
espectros de diseño en las zonas homogéneas de Medellín (Jaramillo, 2003), (ver fig. 8).

E s p e c tr o d e a c e le r a c io n e s p a r a d is e ñ o E s p e c tr o d e d e s p la z a m ie n to s p a r a d is e ñ o
ZO NA 1 2 ZO NA 1 2
0 .8 0 30

25

0 .6 0 20
Sd(cm)

15
Sa( g)

0 .4 0
10

5
0 .2 0
0
0 1 2 3 4
0 .0 0
T (s e g )
0 1 2 3 4
T (s e g )

P RO P UE S TA JA RA M ILLO , 2002 RE G LA M E NTO A CTUA L

Figura 8. Espectros de repuesta de seudoaceleración propuestos, medidos y reglamentados


actualmente, para la zona homogénea 12 de Medellín, (Jaramillo, 2003)

Es muy notable, que en suelos blandos como los que se están analizando, el espectro de
seudoaceleraciones cae muy rápidamente después del periodo fundamental del sitio, muy
diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en los reglamentos, caracterizados por caídas

19
inversamente proporcionales al periodo en el mejor de los casos. Estas caídas pronunciadas
predichas por el modelo propuesto son coherentes con los espectros de desplazamientos
analizados, y de no ser así, resultarían como efectivamente ocurre con los espectros de los
reglamentos actuales, espectros de desplazamientos que crecen indefinidamente con el periodo,
violando los principios de la dinámica cuando se predicen desplazamientos infinitos del terreno.

Las caídas pronunciadas de los espectros de seudoaceleraciones son características de los


suelos blandos y son producidas no por la amenaza regional sino por las funciones de
transferencia de los depósitos de suelo, que en algunos casos son bastante estrechas y picudas.

Las caídas no tan pronunciadas de los espectros de seudoaceleración en el basamento


rocoso se ilustran en la fig. 9, en donde se muestran los espectros de respuesta de
seudoaceleraciones y desplazamientos estimados y registrados durante el sismo de Armenia,
1999, en dos estaciones acelerográficas desplantadas en terreno firme, pero a una distancia
apreciable del epicentro. Estos espectros de respuesta se parecen mucho a los sugeridos por
nuestros reglamentos, con caídas aproximadamente inversas al periodo en el espectro de
seudoaceleración, y tendencias crecientes aproximadamente lineales y hasta periodos altos de los
espectros de desplazamiento.

Sismo de Armenia, Filadelfia 100 km Sismo de Armenia, Filadelfia 100 km


50. 2.0.
Pseudoaceleración (gal)

registrado
Desplazamiento (cm)

40. registrado
1.5. calculado
calculado
30.
1.0.
20.

10. 0.5.

0. 0.0.
0.0 1.0 2.0 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
periodo (seg) periodo (seg)

Sismo de Armenia, Prado 117 km Sismo de Armenia, Prado 117 km


30. 1.0.
Pseudoaceleración (gal)

registrado
Desplazamiento (cm)

registrado
calculado
20. calculado

0.5.
10.

0. 0.0.
0.0 1.0 2.0 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
periodo (seg) periodo (seg)

Figura 9. Espectros de respuesta de seudoaceleración y desplazamiento estimados y registrados


en dos estaciones en terreno firme durante el sismo de Armenia de 1999.

Para estudiar la influencia en las formas espectrales de respuesta, del tipo de fuente, en la
fig 10 se muestran los espectros de seudoaceleración para la misma distancia pero producidos por
diferentes magnitudes generadas en fallas activas superficiales o generadas por procesos de

20
subducción. De la fig. 10 es claro que los procesos de subducción, aunque generados por la
misma magnitud y a la misma distancia, producen movimientos más ricos en baja frecuencia que
los producidos por fallas activas superficiales. En el modelo propuesto esta característica la
define la caída de esfuerzos, ∆σ, ver ec. 19, que es menor para sismos de subducción, generando
frecuencias de esquina, fc, (ver ec. 19) más bajas, es decir, EAF con más contenido de energía en
periodos altos.

Espectros de Atenuación; Activas; R=15 Km Espectros de Atenuación; Subducción; R=15 Km


1200 1800
M=4 1600 M=4
1000

Pseudoaceleración (gal)
M=5 1400 M=5
Pseudoaceleración (gal)

M=6 M=6
800 1200
M=7 M=7
1000
600 M=8 M=8
800
400 600
400
200
200
0 0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (Segundos) Periodo (Segundos)

Figura 10. Espectros de respuesta de seudoaceleración estimados a una distancia de 15 km para


diferentes magnitudes y por procesos de fallas activas superficiales y de subducción.

En la fig. 11, normalizados a la aceleración máxima, Amax, y al desplazamiento máximo,


Dmax, se muestran los espectros de respuesta de amenaza uniforme para diferentes periodos de
retorno y para procesos de fallas activas superficiales y de subducción, separadamente. Si se
considera únicamente un proceso generador de eventos, en los espectros de seudoaceleración no
se aprecia una influencia definitiva del periodo de retorno en la forma espectral, pero,
nuevamente, y con los espectros normalizados, es muy clara la influencia del tipo de fuente en las
formas espectrales de aceleración. Igualmente, es muy notable de la fig. 11 el corrimiento hacía
la derecha del punto de amplificación de la aceleración espectral máxima para fuentes de
subducción respecto a las fallas activas superficiales, en las que las primeras adicionalmente
están más lejanas, aproximadamente 150 km vs 15 km, lo que comparativamente incrementa el
contenido de baja frecuencia en las señales de las fuentes de subducción por atenuación
anelástica.

De la fig. 11 llama la atención también que el factor de amplificación de la aceleración


espectral máxima respecto a la aceleración máxima en la superficie del terreno es prácticamente
el mismo, aproximadamente 2.35 veces, independientemente del proceso de generación del
movimiento. Este factor es muy cercano al que durante tanto tiempo ha definido la meseta de los
espectros de diseño de nuestros reglamentos y los de muchos países del mundo: 2.5 veces, lo cual
es valido únicamente para espectros con amortiguamiento de 5% y en el basamento rocoso.

En este punto es importante dejar claro nuevamente que se están analizando espectros de
respuesta en terreno firme. En párrafos anteriores se discutió algo de las formas espectrales en
suelos blandos, y volviendo a ellos (ver figs. 7 y 8) en relación con el factor de amplificación

21
sobre Amax para alcanzar la aceleración espectral máxima, en estos casos se registran factores
cercanos a 3.0, producto de la función de transferencia del suelo que puede llegar a ser muy
estrecha y elevada, generando espectros de respuesta a nivel de la superficie del suelo con
factores de amplificación de hasta 4.5 veces.

Amenaza Medellín Falla Romeral Amenaza Medellín Subducción


2.5 2.5

100 años 100 años


2 250 años 2 250 años
500 años
Pseudo aceleración/Amax

500 años

Pseudo aceleración/Amax
1000 años 1000 años
1.5 1500 años 1.5 1500 años

1 1

0.5 0.5

0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Amenaza Medellín Falla Romeral Amenaza Medellín Subducción


1.2 1.2

100 años 100 años


1 250 años 1 250 años
500 años 500 años
1000 años 1000 años
Desplazamiento/Dmax
Desplazamiento/Dmax

0.8 0.8
1500 años 1500 años

0.6 0.6

0.4 0.4

0.2 0.2

0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 11. Espectros de respuesta normalizados y de amenaza uniforme en Medellín producidos


por el sistema de fallas Romeral o por la subducción, separadamente, y para diferentes periodos
de retorno.

Del trabajo de Jaramillo, 2003, en donde se estudiaron paramétricamente muchas


posibilidades del modelo de dislocación descrito en este trabajo, se concluye que el factor de
amplificación sobre Amax para alcanzar la aceleración espectral máxima si está, en bajo grado,
correlacionado con el periodo de amplificación máxima del espectro en terreno firme, de tal
manera que al aumentar el periodo se aumenta igualmente el factor de amplificación. Para dar
una idea, en Jaramillo, 2003, se propone que cuando el periodo de amplificación máxima alcanza
0.4s, el factor de amplificación alcanza un valor de 3.5.

22
En cuanto a los espectros de desplazamientos mostrados en la fig. 11, se nota una
dependencia más clara de sus formas como función de los periodos de retorno, pero nada
concluyente todavía. Si es de destacar la tendencia aproximadamente lineal del espectro de
desplazamientos a partir del periodo que marca la caída del espectro de seudoaceleraciones, lo
que indica, como ya se hizo notar, una caída aproximadamente inversa al periodo de los espectros
de aceleración en terreno firme. Para los casos analizados, a partir de aprox. 2.0s estos espectros
son asintóticos al desplazamiento máximo del terreno, indicando que a partir de este periodo el
espectro de aceleraciones cae inversamente proporcional al periodo al cuadrado. Estas
tendencias, coincidentes con lo que cabe esperar de un análisis cualitativo del fenómeno, es lo
que hemos llamado espectros coherentes, que se insiste deberían reflejarse en las normas para
diseño sísmico de edificaciones.

En la fig. 12 se muestran los espectros de respuesta normalizados y de amenaza uniforme


para Medellín considerando esta vez todas las fuentes sismogénicas que la afectan. Aunque no
decisivamente, el periodo de retorno afecta la forma del espectro de aceleraciones. Lo anterior es
claro que se debe al hecho de que, por ejemplo para Medellín, la fuente que controla los
movimientos para periodos de retorno del orden de 100 años es la subducción y la llamada zona
de Benioff del Viejo Caldas, produciendo espectros más ricos en periodos altos, que los
producidos por el sistema de fallas Romeral, que controla los movimientos para periodos de
retorno de más de 500 años. La diferencia en las formas espectrales de aceleración podría ser
mayor en casos en donde fuera más clara y definitiva la influencia de determinadas fuentes y para
determinados periodos de retorno. En el caso de Medellín, lo que se puede afirmar es que en los
movimientos asociados a diferentes periodos de retorno hay fuentes que contribuyen más que
otras pero no de manera definitiva.

Para el cruce de estas formas espectrales de aceleración en un periodo cercano a 2.5s no


hay una explicación satisfactoria hasta el momento. No es la distancia, por que para el caso de
Medellín las fallas activas superficiales son muy cercanas (15 km), lo que incrementaría el
contenido de alta frecuencia en estos casos por la mayor atenuación anelástica relativa de la alta
frecuencia, comparativamente a lo que pasaría con las fuentes de subducción, distantes cerca de
150 km de la ciudad. El hecho descrito, por el contrario reforzaría la idea de que los espectros de
respuesta de periodos de retorno altos (> 500 años) producidos por las fuentes cercanas, deberían
permanecer por debajo de los espectros de respuesta de periodos de retorno cortos producidos por
las fuentes de subducción más lejanas.

23
Amenaza Medellín Todas las fuentes Amenaza Medellín Todas las fuentes
2.5 1.2

100 años
100 años 250 años
1
2 250 años 500 años
500 años
Pseudo aceleración/Amax

1000 años

Desplazamiento/Dmax
1000 años 0.8
1500 años
1.5 1500 años

0.6

1
0.4

0.5
0.2

0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 12. Espectros de respuesta normalizados y de amenaza uniforme en Medellín integrando


todas las fuentes y para diferentes periodos de retorno.

En cuanto a los espectros de desplazamiento normalizados que se muestran en la fig. 12,


se nota más claramente que antes, que se presentan valores de desplazamiento espectral mayores
al desplazamiento máximo del terreno para periodos de retorno bajos (< 250 años). Este
comportamiento, sobre el que no tenemos una explicación, no parece deberse al tipo de proceso
generador del sismo, puesto que este mismo comportamiento se advierte en la fig. 11 para las
fallas activas superficiales y no se presenta en los procesos de subducción, contrario a lo que
muestra la fig. 12 cuando señala que el fenómeno se presenta en periodos de retorno bajos, que
para el caso de Medellín están controlados por los procesos de subducción.

Para el caso de la variación de los amortiguamientos estructurales, en la fig. 13 se pueden


observar espectros de roca y suelo para diferentes relaciones de amortiguamiento. En la parte
derecha la figura muestra los espectros normalizados a Amax y se observa que, para
amortiguamientos de 2% el valor máximo de Sa llega a superar 4 veces el de Amax. Asimismo,
para 10% de amortiguamiento la amplificación no supera el valor de 2. En el caso de los suelos,
el comportamiento es mucho más errático y no es posible usar las recomendaciones antiguas del
ATC al respecto. En cada caso las curvas de descenso son diferentes dependiendo del
amortiguamiento, es decir, que los valores recomendados por normas actuales representan
condiciones particulares bastante restringidas sobre las que no se tiene control. Este efecto del
amortiguamiento es importante para edificaciones sobre suelos blandos que presentan interacción
inercial apreciable, este efecto incrementa el amortiguamiento total de la estructura, por lo que
son útiles espectros de amortiguamiento mayor a los que se usan convencionalmente.

24
Espectros Roca M=7, R=40 Espectros Roca M=7, R=40
450 4.5
ξ =2 % ξ =2 %
400 4.0
ξ =5 % ξ =5 %

Pseudoaceleracion/Amax
Pseudoaceleracion (gal)

350 ξ =7 % 3.5 ξ =7 %
300 ξ =10 % 3.0 ξ =10 %
250
ξ =15 % ξ =15 %
2.5
200 2.0
150 1.5
100 1.0
50 0.5
0 0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (seg) Periodo (seg)

Espectros Suelos M=7, R=40 Espectros Suelos M=7, R=40


450 4.5
ξ =2 % ξ =2 %
400 4.0
ξ =5 % ξ =5 %

Pseudoaceleracion/Amax
Pseudoaceleracion (gal)

350 ξ =7 % 3.5 ξ =7 %
300 ξ =10 % 3.0 ξ =10 %
250
ξ =15 % ξ =15 %
2.5
200 2.0
150 1.5
100 1.0
50 0.5
0 0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 13. Izquierda: Espectros de Roca y suelo para una combinación de magnitud y distancia;
Derecha: Espectros de roca y suelo de Izquierda normalizados con respecto a Amax

Otro análisis de sensibilidad se puede hacer en términos de la distancia para diferentes


escenarios de sismos. Por ejemplo, la fig. 14 muestra a la izquierda la distribución de la amenaza
sísmica en términos de la aceleración máxima del suelo para sismos de subducción, y al lado
derecho para sismos en las fallas del sistema Frontal.

Para la subducción la fig. 15 muestra en su parte izquierda los espectros de


seudoaceleración para diferentes capitales de departamento y para ξ = 5%. En la parte derecha la
fig. 15 muestra los mismos espectros normalizados con respecto a Amax.

25
Quibdó Quibdó
Manizales Manizales
Bogotá Bogotá
Ibagué Ibagué

Cali Cali Villavicencio

Neiva Neiva
SJ
Guaviare

Figura 14. Izquierda: Escenarios de amenaza subducción; Derecha: Escenario para sismos en la
Falla Frontal

Es notable que ciudades como Quibdó y Cali, cercanas a la subducción, tienen espectros
con mayor contribución en las altas frecuencias; conforme la distancia aumenta, las ciudades más
alejadas muestran espectros con mayor contribución de bajas frecuencias, de tal manera que un
sismo de subducción sobre Cali a 75 km de distancia muestra ondas predominantes en los 0.2 seg
de periodo, mientras que para Bogotá a 500 km el mismo sismo tiene predominio en 0.5 seg.
Esto introduce cambios en la forma de los espectros con respecto a la distancia al epicentro.

Sismo en Subducción Tr= 500 años Sismo en Subducción Tr= 500 años
800 3
Quibdó 50 km
Quibdó 50 km Cali 75 km
700 Cali 75 km 2.5 Manizales 120 km
Pseudoaceleración/Amax
Pseudoaceleración (gal

600 Manizales 120 km Ibagué 180 km


Ibagué 190 km Neiva 300 km
Neiva 300 km 2
500 Bogotá 500 km
Bogotá 500 km S. J. Guaviare
400 S. J. Guaviare 700 km 1.5
300
1
200
0.5
100
0 0
0 1 2 3 0 1 2 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 15: Espectros de Subducción sobre ciudades y espectros normalizados

Los espectros de un escenario sobre el sistema Frontal son mucho más variables con la
distancia ya que establecen un filtro de altas frecuencias más pronunciado. En este caso, los
cambios en la formas espectrales son mucho más severos que en el caso de la subducción para los
periodos altos, aunque, el valor tope de amplificación de 2.5 para ξ=5% se mantiene. Las
ciudades cercanas tienen descensos rápidos tal y como es el caso del sismo de Armenia en los
registros de estaciones cercanas, pero las ciudades lejanas muestran las tendencias suavizadas que
se manejan actualmente en los reglamentos y que como se vio atrás coinciden con la realidad de

26
registros de largas distancias. No obstante, los sismos destructores de fuentes intraplaca se
presentan siempre a distancias cercanas al lugar.

Sismo en Frontal Tr= 500 años Sismo en Frontal Tr= 500 años
800 3
Quibdó 300 km Quibdó 300 km
700 Cali 250 km Cali 250 km
2.5

Pseudoaceleración/Amax
Manizales 200 km
Pseudoaceleración (gal

Manizales 200 km
600 Ibagué150 km
Ibagué 150 km
Neiva 25 km 2 Neiva 25 km
500 Bogotá 30 km
Bogotá 30 km
Villavicencio 10 km Villavicencio 10 km
400 1.5
300
1
200
0.5
100
0 0
0 1 2 3 0 1 2 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 16. Espectros del sistema Frontal sobre ciudades y espectros normalizados

OBSERVACIONES SOBRE SUELOS BLANDOS Y DE PIEDEMONTE

A pesar de todo lo anterior, la respuesta sísmica de los suelos siempre ha estado asociada a la
relación en el dominio de la frecuencia de los espectros de amplitudes, esto no es otra cosa que
las funciones de transferencia de amplio uso a nivel mundial. No obstante, en Colombia muchos
olvidaron esto o no lo tuvieron en cuenta; el hecho es que la respuesta de los suelos en las
microzonificaciones se ha tomado en función de los espectros de respuesta de aceleración que
afloran en superficie, algo que obviamente tiene un rigor, por mucho, inferior a lo necesario ya
que los espectros de respuesta representan los valores máximos asociados a la historia de cada
movimiento, mientras que las funciones de transferencia representan punto a punto el filtro lineal
o no lineal que establecen los suelos, esta función de transferencia muestra con rigor la respuesta
del suelo y no los espectros de respuesta que muestran una cantidad bastante limitada de
información.

Las condiciones mostradas para suelos son bastante especiales con respecto a las de roca,
ya que las funciones de transferencia de estos suelen tener características no-lineales que se
activan conforme mayor son las intensidades sísmicas. En la fig. 17 se observan funciones de
transferencia, FTs, de suelos de Piedemonte (similares a los de la zona 12 de Medellín) y suelos
blandos típicos de las condiciones de Bogotá. Las FTs de la fig 17 muestran los valores de
amplificación sobre la frecuencia predominante, que en el caso de los suelos corresponde al
periodo natural. En ambos casos de suelo se encuentran condiciones de Índice de Plasticidad
bajos, por lo que el comportamiento no lineal es grande. De manera sistemática en este ejemplo
las FTs reducen la frecuencia (incrementan el periodo) y reducen la amplitud con mayor nivel de
aceleración, reconociendo el efecto no-lineal típico de las curvas de Gmax con respecto a la
deformación unitaria. Este hecho sucede en casos de suelo y de piedemonte, sin embargo, en
estos últimos es menos reconocible.

27
En la fig. 17, la función de mayor amplitud corresponde a una aceleración de 0.05g, que
corresponde a cierta combinación de magnitud y distancia. Conforme aumenta la intensidad las
amplitudes de las FTs disminuyen sistemáticamente. Además, los picos de las mismas se van
corriendo hacia las bajas frecuencias, esto es, un incremento en los periodos fundamentales del
depósito. Las figuras siguientes muestran la distribución con la profundidad de los diferentes
parámetros dinámicos que hacen parte del modelo de proyecto de referencia.

El fenómeno de las funciones de transferencia se vuelve más relevante a medida que la


aceleración aumenta hasta el valor máximo de 0.6g, donde los efectos de la no linealidad llevan
las amplitudes de la FT a los niveles más bajos. Asimismo, el desfase de los periodos con
respecto a los iniciales también es máximo. En muchos casos para frecuencias muy altas se llega
a presentar deamplificación (amplitudes menores que 1); esto quiere decir que la amplitud de las
ondas que llegarán a la superficie en los bajos períodos será menores que la incidente en la base
del depósito debido al alto amortiguamiento y baja rigidez que exhiben dichos suelos para altas
intensidades. Sobre este aspecto pueden existir variaciones adicionales debido a la convergencia
del método usado y al empleo de amortiguamiento viscoso adicional al histerético.
F. T. Piedemonte F. T. Suelos Blandos
5 5
Amax = 0.05 g
Amax = 0.05 g
4 Amax = 0.10 g
4 Amax = 0.10 g
Amax = 0.20 g
Amax = 0.20 g
Amax = 0.40 g
Amplitud

3 Amax = 0.40 g
Amplitud

Amax = 0.60 g 3
Amax = 0.60 g

2 2

1 1

0 0
0.1 1.0 10.0 0.1 1.0 10.0
Frecuencia (Hz) Frecuencia (Hz)
Figura 17. Funciones de Transferencia de suelos de Piedemonte y de suelos blandos de Bogotá.

Este comportamiento de las Funciones de Transferencia es heredado de forma genética a


las leyes de atenuación que se construyan con ellas de forma directa y así, los espectros de
intensidades bajas tendrán una forma diferente a los hechos para intensidad alta, ya que a los
primeros corresponderán FTs lineales, mientras que los segundos llevarán FTs degradadas. La
fig. 18 muestra una ley de atenuación espectral para una distancia fija de 40 Km. y varias
magnitudes, generada con las FTs de suelos mostradas anteriormente para suelos blandos. En la
parte izquierda de la fig. 18 se muestran los valores espectrales de la Ley, mientras que la parte
derecha muestra los espectros normalizados con respecto a Amax mostrando el efecto de no-
linealidad; para el caso de magnitudes bajas los espectros muestran tendencias de sismos sobre
roca, pero a medida que se presentan magnitudes mayores existe un cambio gradual de la forma
de los espectros hacia condiciones de suelo.
Lo anterior influye directamente sobre la evaluación de la amenaza sísmica y genera un
efecto no-lineal fuerte en la estimación de espectros de diferente periodo de retorno. En otras
palabras, los espectros para periodos de retorno bajo tendrán tendencias elásticas y con formas de
suelo firme, y los espectros de periodo de retorno alto tendrán tendencias de suelo blando. Esto

28
se ha reconocido en estaciones de suelo que ante pequeños eventos muestran espectros de alta
frecuencia y que posteriormente presentan formas diferentes conforme al tamaño de cada evento
por separado de una forma que se había considerado errática hasta el momento, pero que puede
ser explicado a la luz del modelo propuesto.

Ley de atenuación, Suelo, 40 km. Ley de atenuación, Suelo, 40 km.


600 3.0
M=4.0 M=4.0
500 M=5.0 2.5 M=5.0

Seudoaceleración/Amax
Seudoaceleración(gal)

M=6.0 M=6.0
400 M=7.0 2.0 M=7.0
M=8.0 M=8.0
300 1.5
|

200 1.0

100 0.5

0 0.0
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
Período (seg.) Período (seg.)

Figura 18. Ley de Atenuación espectral en condiciones de depósitos de suelo

Las leyes de atenuación mostradas permiten construir espectros de amenaza uniforme,


como se muestran en la fig. 19, para los casos de consideración en piedemonte y suelos en la
condición de 475 años de periodo de retorno y 5% de amortiguamiento. En la parte inferior de la
fig 19 se observan los respectivos espectros de desplazamiento para cada caso. Para efectos de
comparación se observan, además, los espectros de la zona correspondiente en la
microzonificación vigente y el resultado de 8 simulaciones de registros asociados al periodo de
retorno mediante técnicas de funciones empíricas de Green para cada uno de los casos.

De los espectros de piedemonte se puede concluir que los niveles de las ordenadas
espectrales en periodos bajos son, por mucho, superiores a lo propuesto en la legislación actual y
que la meseta presentada en este caso es producto de un corte que no corresponde a niveles reales
de amenaza presentes en el sitio donde aparece; existe en este caso como comparación, un
espectro de sismo real como el de Armenia en la estación Uniquindío y se nota que este tipo de
suelos corresponde a condiciones similares en muchas zonas del país, incluyendo la zona 12 de
Medellín.

Es decir, de manera paradójica y aunque la naturaleza ya nos ha demostrado que es capaz


de generar estos movimientos, para fines de diseño la amenaza no representa condiciones reales.
En la parte baja se muestran los espectros de desplazamiento, los cuales para periodos superiores
a 1 segundo presentan sobreestimación sistemática de los desplazamientos espectrales, algo que
impacta de forma directa la estimación de las distorsiones de entrepiso o derivas.

29
Espectros de Piedemonte Elásticos Espectros de suelos Elásticos
1.5 1.5
acun subun Cad1 Cad2
acbi subbi Cad3 Cad4
1.2 1.2
corral frontal Cad5 Cad6
Cad7 Cad8

Aceleración (g's)
Aceleración (g's)

lejano Uniquindío
0.9 0.9 475 años Microzon
Microz 475 años

0.6 0.6

0.3 0.3

0.0 0.0
40 40
35 35

Desplazamiento (cm)
Desplazamiento (cm)

30 30
25 25
20 20
15 15
10 10
5 5
0 0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (se g) Periodo (se g)

Figura 19. Espectros de aceleración y desplazamiento en piedemonte y suelos blandos de Bogotá


comparados con simulaciones de funciones de Green y espectros de microzonificación.

En el caso de los suelos blandos, la fig. 19 muestra que la microzonificación estipula un


nivel de ordenadas espectrales de aceleración aproximado a la tendencia general hasta 1.5
segundos, de allí en adelante la parte plana sobreestima la seudoaceleración apreciablemente
teniendo en cuenta las condiciones de resistencia necesaria para edificaciones de periodo largo.
El precio de esta consideración se paga por el lado de los desplazamientos espectrales ya que la
microzonificación muestra que para edificaciones de 13 pisos (1.5 segundos), en promedio, y
mayores, es imposible cumplir con la deriva o distorsión de entrepiso debido a que el espectro de
desplazamiento sigue creciendo de manera exponencial, algo que no corresponde con el modelo
de amenaza uniforme para los 475 años y las simulaciones de Green, donde se observan
tendencias asintóticas que estabilizan el desplazamiento espectral en valores admisibles.

CONSIDERACIONES INELÁSTICAS

La reducción de resistencia lateral debido al comportamiento inelástico de la estructura Rµ, está


definida como el cociente de la demanda de resistencia lateral elástica entre la demanda de
resistencia lateral inelástica asociada a una demanda de ductilidad prescrita.

Para un evento dado y una demanda de ductilidad máxima tolerable, el problema consiste
en calcular la resistencia lateral inelástica vy(µ=µi), que debe tener la estructura para evitar que la
demanda de ductilidad µi sea mayor que la prescrita µ. Esto quiere decir que si la estructura tiene
menor resistencia la demanda de ductilidad será mayor que la admisible.

30
El diseño sísmico parte de la premisa que los desplazamientos elásticos que se obtendrían
con un sistema lineal para la resistencia ve son iguales a los desplazamientos de un sistema con
demanda de ductilidad prescrita y resistencia vy, por ello se puede definir la relación entre ve y vy
para una demanda de ductilidad como:

v
Rµ = e , (39)
vy

donde Rµ, es el factor de reducción de resistencia por demanda de ductilidad. Ha sido práctica
también calcular estos factores de reducción para sistemas de un grado de libertad y
amortiguamiento preescrito y definirlos como la relación entre la resistencia necesaria para
mantener el oscilador en el rango elástico sobre la resistencia necesaria para mantener el
oscilador en una demanda de ductilidad prescrita de la forma:

v(T ,1)
R (T ) = , (40)
µ v(T , µ )

donde T es el periodo estructural. De este modo, si se conoce Rµ(T); la resistencia necesaria para
mantener una demanda de ductilidad preescrita µ, se puede calcular vy mediante la división del
espectro elástico por el factor de reducción Rµ(T), esto es:

mSa
vy = (41)

También, es posible calcular el espectro de desplazamientos inelásticos para una demanda


de ductilidad preescrita y espectro de desplazamiento elástico mediante:

D(T , µ ) = D(T ,1)


µ , (42)
Rµ (T )

donde, D(T,1) es el espectro de desplazamiento elástico. Desde principios de los años 60’s
Newmark y Veletsos reconocieron el efecto no lineal de las estructuras durante sismos intensos
de forma cuantitativa; lo anterior se debió a la pregunta de porque las estructuras se mantenían en
pie a pesar de haber sido diseñadas para resistir menores demandas a las solicitadas. Desde
entonces se reconoce la reducción de los espectros elásticos para obtener las resistencias de
diseño que generan una demanda de ductilidad prescrita.

Newmark y Hall (1973) desarrollaron un factor de reducción para sistemas elastoplasticos


de un grado de libertad con relaciones de amortiguamiento de 0.5, 1, 2, 3, 5, 7, 10 y 20%, basados
en tres sismos y excitaciones en forma de pulso, para demandas de ductilidad µ<10 que tomaron
la siguiente forma:

31
 T1
 1 → T ≤
10

 2 µ − 1  1  → T1 ≤ T ≤ T1
T
  4T  10 4
 T1µ
 T1 T1 T1 = 2πφev vg max /(φea ag max ); T1′ =
Rµ =  2µ − 1 → ≤T ≤ donde 2µ − 1
10 4
 T2 = 2πφed d g max /(φea vg max )
 T
µ → T1′ ≤ T ≤ T1
 T1

 µ → T1 ≤ T ≤ T2

dgmax, vgmax, agmax son los desplazamientos, velocidades y aceleraciones máximas del suelo
y φed=2.73-0.45lnξ, φev=3.38-0.67lnξ y φea=4.38-1.04lnξ, donde ξ es la relación de
amortiguamiento con respecto al crítico. Este factor R de forma simplificada es el usado en la
Ley 400 de 1997 para el diseño no-lineal de edificaciones.

En el momento del diseño lo que se realiza es el método inverso, que pretende descifrar la
resistencia elástica para una demanda de ductilidad prescrita y condiciones de peligro conocida
de la forma:

mS a ve
v = = , ……(43)
y Rµ Rµ

donde Sa es la ordenada espectral de seudoaceleraciones.

El valor del factor de reducción depende fuertemente de la capacidad de disipación de


energía que a su vez depende de la capacidad dúctil.

Los factores de reducción para sistemas elastoplásticos tienen límites impuestos por la
dinámica estructural; así, en períodos bajos cuando T→0, Rµ(T)→1. Además, en el caso
contrario, cuando T→∝, entonces Rµ(T)→µ para todas las ductilidades y amortiguamientos. Al
calcular la relación entre el espectro elástico y cada uno de los espectros de resistencia para cada
periodo, es posible, como se muestra en el ejemplo, encontrar los factores de reducción para una
demanda de ductilidad de 4. De la fig. 20 se puede comprobar, en el sismo de Armenia y bajo
condiciones de suelo, que efectivamente los factores toman valor de 1 en periodos bajos y tienden
a la ductilidad prescrita µ en periodos largos. La diferencia con los factores de reducción de
Newmark y Hall que son los usados en la NSR98 son apreciables en los periodos intermedios
donde la realidad muestra que los factores de reducción son mucho mayores que lo propuesto en
el caso de suelos blandos. Desafortunadamente, lo anterior se presenta de forma sistemática y los
factores de reducción que se emplean en los reglamentos de construcción actuales de Colombia y
otros países se basan en la regla de Newmark y Hall, que solo garantiza precisión en los periodos
extremos antes mencionados.

32
Armenia, Altolibare µ =4
10
9
8
7
6


5
4
3 µ=4
2 Newmark y Hall
1
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo(seg)

Figura 20. Comparación de factores de reducción en sismos

Rosas et al (1989) conociendo lo anterior establecieron aproximaciones para calcular el


factor de reducción en periodos característicos en el valle de México. Miranda (1991) amplió lo
anterior para cualquier periodo y reconociendo diferentes tipos de suelo y origen de los mismos.
Ordaz, Pérez Rocha y Meli (1993), reconocieron que cuando el periodo estructural es igual al
periodo del suelo, el factor de reducción se incrementa con respecto al de suelos firmes. Fue
identificado, entonces, el efecto de que en ciertos periodos intermedios los valores de Rµ tienden
a ser mucho mayores que los propuestos por Newmark y Hall sobretodo en suelos blandos. Por
todo lo anterior, Ordaz y Pérez Rocha (1998) desarrollaron factores dependiendo de las
condiciones de suelo usando 445 registros de la red acelerografica de Guerrero y analizando
sistemas elastoplasticos de amortiguamiento con respecto al crítico de 5% y demandas de
ductilidades, µ=1.5, 2, 4 y 8. La expresión propuesta, la cual es independiente de las condiciones
de suelo, tiene la siguiente forma:

 
β (µ )
x (T )
Rµ (T , µ ) = 1 +  

( µ − 1) , (44)
 xg
 MAX 

β ( µ )=0.388( µ −1)0.173

El modelo que reconoce la rigidez de postfluencia de las estructuras, αy, para la extensión
al caso bilineal del factor de reducción de Ordaz y Pérez Rocha (1998) tiene la forma: (Gallego,
2000)

 x(T )
β
 5
R (T , µ ,α ) = 1 + α ( µ − 1) + 
µ y y  xg max

 (
µ −1−α y ( µ −1) ) (45)
 
β = 0.388(µ − 1)0.173 (α µ + 1)
5 y

donde xgmax es el desplazamiento máximo del terreno (T→∞) para un sismo de magnitud y
distancia epicentral conocido. Este puede ser calculado a partir del EAF de desplazamiento y
posterior uso de la teoría de vibraciones aleatorias (TVA). Para el caso bilineal se realizaron

33
cálculos sobre 50 registros de terreno blando y 50 registros de terreno firme de sismos de México
y Colombia. En la tabla 2 se presenta el valor de la desviación de logaritmos naturales para los
diferentes suelos en varias ductilidades y rigideces de postfluencia.

Tabla 2: Desviación del factor de reducción para sistemas bilineales

Suelo firme suelo blando


σ σ
αy µ=2 µ=3 µ=4 µ=2 µ=3 µ=4
0.00 0.21 0.21 0.23 0.21 0.26 0.26
0.10 0.20 0.21 0.22 0.20 0.22 0.17
0.20 0.18 0.22 0.26 0.14 0.16 0.24
0.30 0.16 0.22 0.25 0.16 0.22 0.25
0.50 0.14 0.20 0.21 0.12 0.21 0.32

La aplicación rigurosa de este factor de reducción se muestra en la fig. 21, donde se


observan espectros de resistencia para demanda de ductilidad constante de 2 en registros de suelo
del sismo de Armenia. El resultado como se ve muestra una correlación bastante buena para
representar las condiciones no-lineales de los espectros de resistencia.

Filandia; 25/01/1999; µ =2 Pereira; 25/01/1999; µ =2


0.7 0.7
0.6 0.6
Registrado Registrado
0.5 0.5
Resistencia/m

Resistencia/m

Calculado Calculado
0.4 0.4
0.3 0.3
0.2 0.2
0.1 0.1
0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3
Periodo (seg) Periodo (seg)

Figura 21. Espectros de resistencia para registros de suelo de sismo de Armenia

Los factores de reducción de resistencia Rµ calculados adecuadamente en sitios con


efectos de suelo permiten establecer una confiabilidad en los resultados apreciable como se
muestra en la fig. 22, donde se observan para los mismos registros de la fig. 21 en estaciones de
suelo y roca y para diferentes demandas de ductilidad la forma real de los factores Rµ y lo lejos
que se encuentran actualmente de la realidad. Al parecer las mesetas obligadas en los periodos
bajos de los espectros de amenaza obedecen a un problema en la estimación real de la capacidad
estructural a través de factores de reducción adecuados.

34
R - Estación Filandia CFLAN 25/01/99 R - Estación Pereira CPER2 25/01/99
µ=4 µ=3
10 10


1 1
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Periodo (seg) Periodo (seg)
R registrado R Código R calculado R registrado R Código R calculado

Figura 22. Espectros de factores de reducción para registros de suelo del sismo de Armenia

En todo este proceso, la calibración y corroboración con los datos es indispensable para la
adaptación de estas técnicas al ambiente local. Los espectros de desplazamiento inelástico son
perfectamente calculables a partir del procedimiento propuesto para contar con evaluaciones
coherentes de deriva y control de la misma. La fig. 22 muestra los espectros de factores de
reducción calculados rigurosamente comparados con la aproximación propuesta y con el factor
de Newmark y Hall. De esta figura se observan valores mayores a los prescritos normalmente en
los periodos intermedios para sismos colombianos en condiciones de suelo.

Aplicando esta misma teoría a los espectros de amenaza uniforme en los sitios de suelos
blandos y de piedemonte es posible estimar los factores de reducción que se observan en la fig.
23. En estos se observa que donde la amenaza es mayor, mayores son los valores de los factores
de reducción. En el caso de piedemonte, el factor real es mucho mayor en los periodos bajos que
es la zona en donde se presentan más altos valores de ordenadas espectrales tal y como se observa
en la fig. 19. Para el caso de los suelos blandos, los factores de reducción presentan estimaciones
mayores en los periodos intermedios de las zonas de mayor amenaza en este caso.

Espectros de Piedemonte µ = 3 Espectros de Suelo µ = 3


10.0 10.0

1.0 1.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 1.0 2.0 3.0
Periodo (seg) Periodo (seg)
acun subun acbil Cad1 Cad2 Cad3
subbi frontal corral Cad4 Cad5 Cad6
lejano Uniquindío Microzon Cad7 Cad8 Microzon
475 años Tr= 475 años

Figura 23. Espectros de factor de reducción para diferentes tipos de suelo.

35
Si se aplican los factores de reducción evaluados rigurosamente de la fig. 23 a los
espectros de amenaza de la fig 19, se obtienen los espectros de resistencia asociados. En la fig.
24 se evaluaron los espectros de resistencia paso a paso para las simulaciones de Green
propuestas en ambos casos y se comparan con los espectros de resistencia de microzonificación y
con los espectros de resistencia de 475 años de periodo de retorno. En la fig. 24 Se observan los
espectros de resistencia para los sitios propuestos con demandas de ductilidad, µ= 2 y una
sobrerresistencia nominal de 2 lo que brinda un factor R de código de aproximadamente 4.

Espectros de Piedemonte R=4 Espectros de suelo R=4


0.50 0.50
0.45 acun subun 0.45 Cad1 Cad2
0.40 acbi subbi 0.40 Cad3 Cad4
0.35 corral frontal 0.35 Cad5 Cad6
lejano Uniquindío Cad7 Cad8
Resistencia/m

Resistencia/m
0.30 0.30
475 años Microzon Tr= 475 años Microzon
0.25 0.25
0.20 0.20
0.15 0.15
0.10 0.10
0.05 0.05
0.00 0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 0.0 1.0 2.0 3.0
Periodo (se g) Periodo (se g)

Figura 24. Espectros de resistencia para sitios de piedemonte y suelos.

El resultado muestra en el caso de piedemonte una envolvente aceptable que es similar a


la de la microzonificación en periodos bajos y menor para periodos mayores de 1 segundo. Lo
anterior a pesar de que se partió de un espectro de amenaza uniforme que llegaba hasta 1.5g en el
mayor de los casos.

Cuando se analiza el problema para µ=3 los coeficientes básales se reducen hasta 0.2g en
el mayor valor que corresponde a periodos bajos donde no es difícil suministrar dicha resistencia;
lo anterior corresponde a dividir por un factor de 8. En el caso de suelos blandos la fig. 24
muestra la sobreestimación de la resistencia constante, y esto, debido a que los factores de
reducción funcionan mejor para el caso de suelos más blandos. Para todos los casos, el
desplazamiento espectral inelástico es sobreestimado de forma apreciable en las condiciones
actuales de diseño con respecto a lo mostrado en este análisis; esto influye negativamente en la
estimación adecuada de la distorsión de entrepiso o deriva.

En la fig. 24 los espectros de resistencia para una demanda de ductilidad prescrita son
comparados con las respuestas teóricas de modelos propuestos para condiciones de suelo,
observándose en todos los casos una correlación aceptable. Esto quiere decir que espectros con
altos valores de aceleración como los que se presentan en la realidad pueden ser representados
por la amenaza real para diseño ya que existe un comportamiento estructural diferente que resulta
favorable en el desempeño estructural. Se advierte, además, que cuanto mayor es la rigidez de
postfluencia en los sistemas estructurales, el factor de reducción crece, mayores son las
reducciones y por ende las resistencias se reducen aún más. Las rigideces de postfluencias varían
entre 3 y 7% y se pueden evaluar a partir de análisis de “Push-Over”.

36
De estas comparaciones se deducen disminuciones dramáticas de los niveles de resistencia
admisibles para el diseño, lo que indica que actualmente existe un problema en la evaluación de
la capacidad estructural de las edificaciones sobre suelo y que es posible mostrar la amenaza real
para el diseño siempre y cuando se tenga buena aproximación de los factores de reducción. Se
muestra, como fuertes espectros de amenaza al ser modificados por el factor R consistente,
resultan en espectros de resistencia o coeficientes de diseño que funcionan económicamente para
diseño. Lo anterior significa que a partir de espectros reales de amenaza sísmica que pueden
parecer muy altos, se pueden evaluar espectros de resistencia asociados a demandas de ductilidad
constante de forma consistente y sin ambigüedades.

CONCLUSIONES

El procedimiento propuesto y explorado en este trabajo para estimación de amenaza


sísmica en el caso colombiano, basado en modelos sismológicos aceptados, es definitivamente
más eficiente en el manejo de la información registrada, cuando se utiliza ésta sólo para estimar
los parámetros de un modelo físico que señala las variables involucradas y, además,
comportamientos muy claros. El modelo igualmente permite un manejo transparente de los
efectos locales a través de la inclusión de funciones de transferencia que multiplican el EAF en el
basamento rocoso, convirtiéndose en otra función correctora del modelo de ruptura propuesto.

Al ser el EAF del movimiento el objetivo del procedimiento, posibilita, a través de la


Teoría de Vibraciones Aleatorias, la estimación de cualquier respuesta, particularmente máximas,
del suelo o de las edificaciones: desplazamientos y velocidades máximas del terreno, espectros de
respuesta, EAF de la respuesta de una estructura particular descrita a través de su función de
transferencia, etc. Esta generalidad evita la estimación de leyes de atenuación para cada
respuesta máxima que quiera ser estimada, y hace coherentes todas las respuesta entre si por
venir de un mismo modelo basado en los mismos parámetros físicos.

Los espectros de respuesta de amenaza uniforme calculados y discutidos como aplicación


del modelo propuesto son explicables en la mayoría de sus características basados en el modelo
propuesto: proceso de ruptura, transmisión de las ondas y atenuación de las mismas. Esta
percepción se considera fundamental en el proceso de estimación de amenaza sísmica, plagado de
decisiones, en donde no queda otro camino que basarlas en una comprensión detallada del
proceso. El modelo propuesto ofrece explicaciones a la mayoría de las particularidades halladas
en la respuesta.

Es muy claro de los resultados presentados que los espectros de respuesta de amenaza
uniforme no son invariables en forma como se propone actualmente, sus factores de
amplificación, tasas de decaimiento, periodos de amplificación máxima son propios de cada sitio
y dependen entre otros, de los procesos que generan estos movimientos, de las distancias a las
que se encuentran las fuentes sismogénicas, y por último, de los periodos de retorno
seleccionados para estimar estos espectros.

Se presenta igualmente un procedimiento coherente para estimación de espectros de demandas de


resistencia asociadas a demandas de ductilidades prescritas. En el procedimiento presentado, las

37
reglas de reducción son función de los desplazamientos máximos del terreno, que son estimados a
partir de los EAF y la TVA para cada magnitud, distancia, proceso sismogénico y tipo de suelo, lo
que convierte la regla para reducción del espectro elástico en otra especie de función de
transferencia sobre el espectro de respuesta. Estas reglas de reducción muestran desviaciones
sobre los datos mucho menores que las propuestas actualmente en la mayoría de reglamentos
para diseño sísmico.

Por último, estas reglas muestran que existe una influencia directa entre los espectros de R
y los espectros de respuesta elástica en el sitio, que incluyen obviamente los efectos del suelo
local. También, existe variación de la capacidad dúctil con la interacción suelo estructura y con
el amortiguamiento estructural. En el caso de los suelos blandos como los de la ciudad de Bogotá
el R resulta mucho más favorable para el comportamiento estructural de lo planteado
actualmente, lo que sin duda contribuiría a reducir coherentemente los valores de las
construcciones actuales en algunas zonas de la ciudad.

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