Pedro Paunero
El libro “La batalla naval de San Juan de Ulúa” de Othón Arróniz (1921-
españoles, dueños del mundo en el Siglo XVI, en las costas veracruzanas; hecho
El primer cañonazo
La bula Inter Caetera, emitida el 3 de mayo de 1493, por parte del papa
Alejandro VI, se entendía como la cesión total a los Reyes Católicos, de todo
"Cada una de las tierras e islas ya citadas, así las desconocidas como las
el tiempo presente".
productos ingleses por azúcar en Santo Domingo, por perlas en Río de la Hacha y
por plata en Veracruz. Pero sucedía que, en dichas poblaciones, la mano de obra
Y sobre el cobre:
agora tiene es el ganado, cueros y principalmente el azúcar, que hay como una
porque como no se saca oro, no vienen mercaderías, y así las demás granjerías
descubrimiento, más que en otras, por ser ésta tan fértil y apacible, los cuales
trabajos”.
Este motivo obligó a los colonos el que los indígenas tuvieran que ser
“No se pueden llevar de España ni de otras partes para las Indias, sin
licencia expresa de S.M. y pagando el derecho que de cada licencia se debe, que
son treinta ducados por cada uno, y en las Indias no se pueden vender sino por el
precio y tasa que para cada parte está por el Rey puesta”.
Nos cuenta Arróniz que, un día del año 1527 un barco inglés, que iba
surcando las aguas del océano atlántico, se acercó a las costas de Santo
nexo comercial entre sus marinos y sus habitantes, por entonces detentadores del
provocaría la creciente envidia por parte de los ingleses, por participar de las
riquezas que el llamado Nuevo mundo, estaba llenando las arcas del Imperio
español. Aquél cañonazo disparado contra el barco inglés abrió un proceso legal
largo y tedioso, al mismo tiempo que los británicos evitaban el Mar Caribe para
cuantos esclavos a cambio de una licencia para vender al resto de los negros y las
oportunidad. Dos años después vuelve con 400 esclavos. Arriba a Burburata,
sorprendido Arróniz y, con dicho testimonio nos sorprende también a los lectores,
Recordemos que Felipe II, mediante casamiento con María Tudor (Iure
uxoris), llegó a ser rey de Inglaterra e Irlanda y, como sugiere Arróniz, es probable
había sido armado caballero por el rey español y que tendría este gesto en alta
“Trata a toda costa de crear una imagen consecuente con sus pretensiones
“En Río del Hacha, ante la dificultad de vender a tan gran número de
navegar él mismo pero sí para enviar, en su lugar, a John Lovell. Durante su tercer
Fue una tormenta tropical la que obligó a la flota de John Hawkins a buscar
refugio en San Juan de Ulúa. Sólo un día después arriba otra flota, la del nuevo
al virrey que consiste en permitir a la flota real alcanzar el puerto, y refugiarse del
vendaval que está a punto de echarlos a pique, siempre que le permitan reparar
de 1528 Hawkins pone por escrito su aventura. En este texto se dejan traslucir sus
dudas ¿Permitiría que se estrellasen las naos españolas contra la costa? Hawkins
caballero. Por otro lado, el virrey, Don Martín Enríquez de Almansa, de mentalidad
burócrata, ante la disyuntiva de tener que aceptar las condiciones del “pirata”, idea
diese la señal. Así, Delgadillo y Pedro de Yebra, acompañados con sus fuerzas,
todavía lejos del Jesús de Lubeck. La conjura se descubre. Juan Ortiz, pífano de
llamaban “la Casa de las mentiras” y estaba habitado por negros. Lo protege un
simple paredón, que serviría de parapeto a los artilleros. Su artillería, enlista
Entendemos que los elementos que siguen, estaban por completo inservibles: 1
Con todo en contra, así dio comienzo la batalla de Sn Juan de Ulúa, ganada
Cronología de la batalla
Juan de Ulúa.
Enríquez de Almanza.
española.
Martes 21 de septiembre: Los ingleses reparan sus navíos y los españoles
señal de ataque.
Jueves 23, por la tarde: Los españoles se han apoderado del Jesús y lo
Hawkins y a Drake.
bordo.
Luis de Carbajal.
de guerra entre Inglaterra y España. Los únicos en desventaja en todo este marco
histórico, y hasta de leyenda, son los esclavos negros, se da cuenta. Y serán estos
quienes lo ayudarán una y otra vez. Los “cimarrones” (esos esclavos fugitivos), lo
ponen al tanto de la zona exacta por la cual los españoles hacen pasar las
las minas del Sur, prontas a ser transportadas. Una recua de mulas, conducida por
que, por no poder llevarla, deja tan sólo la plata. Su venganza es terrible. Ataca
una y otra vez los puertos del Pacífico. Un testimonio da cuenta de la vida
cotidiana en sus barcos: a bordo vive placenteramente, incluso lleva consigo una
retira. Se siente, por fin, vengado de su derrota legendaria en San Juan de Ulúa,
II
en 1986 por la editora del estado. Nos ocuparemos aquí, solamente, de las
Para los autores, antes que Arróniz se ocupara del tema, habrían sido muy pocos
quienes se dieran cuenta que, frente al puerto y su castillo, España había perdido
enumerar las aventuras corsarias que Drake viviría después del saqueo a
saqueó Vigo, incendió Sao Thiago en las islas de Cabo Verde, asaltó Santo
El autor del libro “La batalla naval de San Juan de Ulúa” (Biblioteca de la
Románica en Madrid con una tesis dirigida por Dámaso Alonso (célebre director de