Anda di halaman 1dari 77

NO DEJANDO DE CONGREGARSE

Hebreos 10:25

La amonestación de la Palabra de Dios a los miembros de la iglesia, en


cuanto a no dejar de congregarse (asistir a las reuniones o cultos), tiene
tal importancia que, de la observancia de este “mandamiento”, depende
la vida misma y la prosperidad de la Asamblea.

El edificio “espiritual” la iglesia, la asamblea o la congregación, es una


realidad palpable únicamente cuando se cumple este mandamiento, su
no-cumplimiento muestra una desobediencia clara a Cristo, como cabeza
de la “iglesia” (Colosenses 1:18; Efesios 1:22.23); y quién lo haga
provoca (aunque ignorándolo) la destrucción de su santuario Hebreos
3:6; Efesios 2:19-22 y 1 Timoteo 3:15.

¿Qué es dejar de congregarse?


1. Es menospreciar al Señor:.pues él dijo “donde hay dos o tres
congregado en Mi Nombre, allí estoy en medio de ellos Mateo 18:20.

2. Es obstaculizar la adoración: que debe rendir todo creyente: Juan 4:23-


24; Lucas 17:12-19 ¿Dónde están los otros nueve?

3. Es despreciar la Mesa del Señor: al no participar de sus elementos, el


Pan y la Copa, Malaquías 1:12; 1 Corintios 10:16-17. El dijo “haced esto
en memoria de mi” si deja de congregarse: es tener en poco el sacrificio
de Cristo, ya que el dijo “Haced esto en memoria de mi” 1 Corintios
11:24-25.

4. Es desconocer el Señorío de Cristo: al no obedecer sus mandamientos,


como lo deja muy bien expuesto en muchas citas bíblicas largas de
enumerar.

5. Es tentar a Cristo: exponiéndonos a juicio (1 Corintios 10:9; 11:30-32.

6. Esa debilitar el testimonio: para el Señor Hechos 2:44, Salmo 50:5.

7. Al dar mal ejemplo: a todos los nuevos convertidos Tito 2:7.

8. Es romper la unidad del Espíritu: “solícitos a guardar la unidad en el


Espíritu, unánimes sintiendo una misma cosa Efesios 4:3; Filipenses 2:2.

9. Es cerrar la Casa del Señor: para la hospitalidad y las necesidades de


los santos, siguiendo la hospitalidad de amarse unos a otros Lucas 24:29.
y Romanos 12:13.

10. Es atentar contra la vida espiritual: individual y colectiva,


fomentando la incredulidad y el terrible raquitismo espiritual Juan 20:25
y 21:3.

11. Es retener indebidamente la ofrenda: que deben entregar “los santos”


en comunión en la Cena del Señor, en reconocimiento de lo que él
mismo nos a dado 1 Corintios 16:1-2

Ante la tremenda realidad de lo que significa el dejar nuestra


congregación > como algunos tienen por costumbre< y tomando en
cuenta las pérdida eternas e irreparables que los tales sufrirá, en Aquel
Día ante el Tribunal de Cristo, por su infidelidad a lo que el Señor nos
mando guardar y la posibilidad de vernos “confundidos de El en Su
Venida” 1 Corintios 3:12-15; Romanos 14:10-12 y 1ra de Juan 2:28;
creemos cumplir con un deber ineludible, rogando a los hermanos, que
cada uno proponga en su corazón “guardar todas las cosas que os he
mandado” y no dejar nuestra congregación o de congregarnos.
¿ QUE ES FE ?

Fe. Es una palabra con muchos significados. “Bosquejo”

1. Puede significar fidelidad: ¡Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al


cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
(Mateo 24:45, 25:21-23)

2. Confianza absoluta: Como lo demostraron algunas personas que


fueron a Jesús buscando sanidad: (Lucas 7:2-10)

3. Puede significar una esperanza confiada: Es, pues la fe la certeza de


lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1), 2
Pedro 2:20, Hech.16:30.

4. Creencia muerta: Como menciona Santiago, creencia muerta que no


se muestra en “buenas obras” Santiago 2:14-26; 1:22.

¿Que quiso decir Pablo, cuando en Romanos nos habla de una fe


salvadora?

Debemos ser muy cuidadosos para comprender cómo Pablo usa la


palabra fe debido a que la relaciona con la salvación.”No es que debemos
hacer a fin de ganar la salvación; si fuera así, la fe sería solo una obra
más y Pablo establece con claridad que las obras humanas nunca podrán
salvarnos (Galatas 2:16),
En cambio la fe es: un don que Dios nos da , porque es nuestro Salvador.
(Efesios 2:8)

La gracia de Dios es lo que nos salva, no nuestra fe. En su misericordia,


sin embargo cuando Él nos salva nos da fe, una relación con su Hijo que
nos ayuda a ser como Él Mediante la fe que nos da, pasamos de muerte a
vida. (Juan 5:24)

Aún en el período del Antiguo Testamento, la gracia, no las obras, fue la


base de la salvación. Como Hebreos señala: “Porque la sangre de toros y
de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (10:4). Dios
procuraba que su pueblo, mas allá de los sacrificios de animales, lo viera
a Él, pero a menudo ponían su confianza en el cumplimientos de la
demanda de la Ley; Llevar a cabo los sacrificios ordenados.

Cuando Jesús triunfó sobre la muerte, canceló los cargos que existían en
nuestra contra y abrió el camino al Padre (Colosenses 2:12-15). Debido a
su misericordia, nos brinda fe. ¡ Qué trágico que convirtamos la fe en
obras y tratemos de efectuarlas dependiendo de nosotros mismos! No
podemos acercarnos a Dios mediante nuestra fe, nunca más como en el
Antiguo Testamento la gente se acercaba a Dios a través de sus
sacrificios. En lugar de eso debemos aceptar su ofrecimiento con “acción
de gracias” y permitirle plantar la semilla de fe en nosotros.

Salvación por fe: La meta es confiar en Jesucristo y luego vivir para


agradarle.

Medios: Confiese, sométase y sujétese al control de Cristo

Poder: El Espíritu Santo que mora en nosotros, nos ayuda a hacer buenas
obras para el reino de Cristo.

Control: Cristo en mi; yo en Cristo.

Resultados: Gozo, gratitud, amor, dirección, servicio, perdón.


LA SALVACION Y SUS FACES
Isaias 1:16-20 - Salmo 51:9

1.- Pecado
2. - Arrepentimiento
3. – Nuevo Nacimiento
4.- Justificacion
5. - Reconciliacion

· Pecado: Es un acto de Desobediencia a Dios (Romanos 5:12 y 5:19ª ),


Rebelión (Job 7:21, Salmo 51:3), desde que Nacimos (Salmo 51:5,
Romanos 3:23), Esclavos es del pecado Juan 8:34, La culpabilidad del
hombre y su negro corazón se envaneció (Romanos 1:21-24)
y sus Transgresiones (Romanos 5:14-17)
No hay justo ni aún uno Romanos 3:10-18.

· Arrepentimiento: Es un cambio de actitud; es dar media vuelta,


implica una confesión Marcos 1:14-15; Hechos 2:38 ; 3:19; 17:30;1
Juan 1:9; 2 Pedro 3:9 y Lucas 13:3.Es un acto que implica: reconocer
el pecado en nosotros y saber que meremos la muerte
(eterna),Romanos 6:23ª . Debemos confesar con nuestra boca que
Jesús es él Señor..Romanos 10:9-10; Fil.10:9-10 y Mateo 3:6.

· Nuevo Nacimiento: Esto es “Nacer de Nuevo” (espiritualmente), se


es una nueva criatura, como se lo explica el Señor Jesús a Nicodemo
en Juan 3:3-10, 2 Corintios 5:17. Esto se refiere al “cambio interno”
que se produce en nuestro interior (corazón), corazón y mente. La
Palabra de Dios dice: “todas las cosas viejas pasaron, “ahora” e aquí
todas son hechas nuevas”; Esto significa que ahora somos hijos de
Dios, debiendo alimentarnos de la leche espiritual (La Biblia),
creciendo en gracia y alimentándose diariamente, como los bebes.

· Justificación: Justificados pues por la fe Romanos 5:1, esta fe que


vino de Él, que nos hizo creer en Jesucristo y recibirle como nuestro
Salvador. Fe puesta en Su obra de la cruz Romanos 3:24, que nos
muestra como fuimos justificados gratuitamente solo por creer y
salvos de la ira Romanos 5:9.
· Reconciliación: Dar término a una “enemistad”; ponerse en la
buena, hacer las paces; también implica “el perdón” de una de las
partes; pues ante fuimos enemigos de Dios; pero ahora “hemos
recibido la reconciliación Romanos 5:10-11; 2 Corintios 5:18-20;
reconciliándonos mediante la cruz Efesios 2:16.
¡LO QUE HEREDAMOS A LOS HIJOS!

Bisabuelos- Paternos, Maternos


Abuelos - Padres
varón – mujer- hijos
Cuarta generación Núm.14:18 y Det. 5:9 (Bosquejo)

Herencia familiar: Heredamos rasgos y características de 10 antepasados

·Figura familiar: en rasgos, morales, físicos, culturales, ideológicos que


continúa en los descendientes.
·Transmisión de las características normales y patológicas (enfermedad)
a
través de las generaciones.

1.Rasgos morales: positivos, conducta, educación, valores cristianos,


comportamiento, vocabulario, respeto, buena voluntad, alegre, etc.

2.Rasgos immorales: negativos, todo lo contrario a lo de arriba.

3.Rasgos físicos: nariz del abuelo, frente del papa, sonrisa de la abuela,
estatura del papá, buena disposición de la abuela, voluntarioso como la
tía, estatura como su papá, igual al abuelo (abuela) paterno o materno,
etc.

4.Rasgos culturales: educado como su abuelo paterno, buen


comportamiento como su papá, educado, de buenas palabras igual que el
abuelo materno, etc.

5.Virtudes: Amable, buen comportamiento, educado, respetuoso, gentil,


siempre dispuesto a ayudar, habilidades manuales o de canto, etc.

6. Defectos: Insolente, mal educado, sin respeto, fuma, toma, mal


comportamiento, falta de respeto, malas juntas, se droga, roba, no estudia
ni trabaja, mala cara igual a: algunos de sus parientes.
·Tiene la enfermedad del abuelo, de la madre o del padre, etc.
DE DÓNDE SACÓ CAÍN SU ESPOSA

Ésta es una pregunta antigua que todo creyente debe saber contestar,
porque muchos incrédulos la usan para tratar de desacreditar la veracidad
de la Palabra de Dios. La contestación es bien sencilla, pues está en la
misma Biblia. Leemos lo siguiente en Génesis 5:4-5: "Y fueron los días
de Adán después que engendró a Seth, ochocientos años, y engendró
hijos e hijas.

Y fueron todos los días de Adán novecientos treinta años y murió." Aquí
dice claramente que Adán vivió 930 años y que tuvo una familia que
consistía de hijos e hijas. Es decir que Caín, Abel y luego Seth no fueron
los únicos hijos de la primera pareja, sino que con toda probabilidad esta
familia era bien numerosa.

Por lo tanto lo más lógico es que Caín se casara con una hermana suya.
La cuestión de incesto era irrelevante, pues no sólo era necesario, sino
que la Ley que prohíbe el incesto vino mucho tiempo después en los días
de Moisés. Otro versículo de Escritura que nos indica que Dios omite la
historia de la niñez de estos hijos e hijas de Adán es Génesis 4:3, donde
la Biblia dice: "y aconteció andando el tiempo…" esta frase indica que
hubo una transición de tiempo considerable en que Dios no da detalle
alguno de la niñez y crecimiento de estos protagonistas, sino que la
narración continúa cuando ya Caín y Abel son adultos. Hay también
varios detalles que nos pueden ayudar a reconstruir la historia no escrita
de esta primera familia. En Génesis 1:28 leemos así: "Y los bendijo Dios,
y les dijo:

Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en


los peces del mar, en las aves de los cielo, etc." Para llevar a cabo este
mandato, era necesario que Dios hiciese a Eva una mujer fértil, prolífica,
y además hermosa. El hecho que estaba siempre solo, sin Adán tener que
salir a trabajar; como mínimo este matrimonio pudo haber tenido un bebé
anual, y pudo haber engendrado la familia más numerosa en la historia,
considerando el mandato de Dios, la soledad de ambos, y la longevidad
de Adán 930 años.
PROPOSITO DE LA BIBLIA

Debemos comprender que el propósito de la Biblia no es historia, sino


Redención. La Biblia es un libro escrito por varones de Dios, pero
Inspirado por el Espíritu Santo para Redimir (rescatar) al hombre de las
consecuencias de sus pecados. Por lo tanto, desde el comienzo de la
Biblia, Dios nos relata sobre los personajes que tienen que ver con el
comienzo del problema del pecado, en este caso Adán, Caín y su
hermano Abel.

También nos habla de la solución del problema del pecado que es el


Mesías, por eso más adelante en Génesis Dios nos da la genealogía de
Cristo desde los Patriarcas en adelante, véase: (Lucas 3:23-38).

Gracias a Dios que no solamente envió su Palabra escrita, sino que


también envío su Palabra hecha Carne, el Señor Jesucristo, que salva por
su Gracia a todos los que creen y le reciben, por medio de la Fe en su
Sangre Derramada (Juan 1:1-18).
LAS BATALLAS DEL CRISTIANO

Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser iluminados,


hubisteis de soportar un duro y doloroso combate, unas veces expuestos
públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras, haciéndoos solidarios de
los que así eran tratados. Hebreos 10.32-33

INTRODUCCIÓN

Antes de que llegáramos a los pies de Jesús las tinieblas nos envolvieron
y estábamos perdidos, un día la luz de Dios llegó a nuestra vida y nos
resucitó (Jn. 3:17, 19, 20). Muchos cristianos después de haber aceptado
al Señor empiezan a tener problemas en su casa, trabajo, etc.; que son
batallas que con el poder del Espíritu Santo puede vencer, porque
nuestras armas no son carnales sino espirituales y poderosas en Dios para
derribar fortalezas (2 Co. 10:4).

DESARROLLO

Mientras andamos sobre esta tierra estaremos en guerra y debemos saber


cuales son las batallas que enfrentaremos. El apóstol Pablo le decía a
Timoteo que debía pasar por tres etapas, la de sembrador, atleta y
soldado; el soldado es quien se enfrenta contra el enemigo, y aunque
Jesucristo ya lo venció, debemos conocer que luchas vamos a enfrentar,
para que se cumpla en nosotros la escritura que dice que no ignoramos
las artimañas de nuestro adversario el diablo (2 Co. 2:11).

1. Batalla de padecimiento, Hebreos 10:32: Esta batalla la peleó


principalmente cuando somos recién convertidos, porque el enemigo
empieza a levantar luchas en contra nuestra en el trabajo, antiguos
amigos, en nuestra casa, en donde estudiamos etc., y también a medida
que crecemos espiritualmente empiezan a venir padecimientos que no
experimentábamos cuando estábamos en el mundo, y eso lo aprovecha el
enemigo para atacarnos haciéndonos creer que estábamos mejor en el
mundo que ahora en Cristo (Mt. 13:20-21), pero debemos pelear y
reprender para no dejar que nos engañe, porque el es padre de mentira.
2. Batalla contra fuerzas naturales, Hechos 27:17-18: La batalla contra
las fuerzas naturales, es cuando son manipuladas por el enemigo y pelean
contra nosotros para que no hagamos la obra de Dios.

En Marcos 4:35-41 el Señor Jesucristo iba hacia Gadara con el propósito


de liberar a un endemoniado y convertirlo en predicador, para que se
convirtiera los habitantes de las ciudades llamadas decapo lis.
Lo primero que hizo el diablo fue levantar una tormenta, pero el Señor
Jesucristo sabía que eso no era normal, sino que era una lucha de los
elementos naturales motivados por el diablo.
Debemos discernir cuando pasamos aflicciones, luchas o padecimientos.
Si es una prueba que viene de Dios debemos gozarnos, pero sí viene del
diablo debemos reprender, pero no es conveniente reprender sin
discernir, por ejemplo en el caso de Jonás, la tormenta fue enviada por
Dios para que Jonás cumpliera el mandato que se le había dado (Jon.
1:4).

3. La batalla de la fe, 1 Timoteo 1:18: Está peleando la batalla de la fe o


contra la incredulidad porque el enemigo atacará la fe con la
incredulidad.Mucha gente llega a la iglesia y no creen lo que se predica,
muchos oyen hablar de Cristo y no creen, como los discípulos, porque
algunos adoraban y dudaban al mismo tiempo (Mt. 28:17), así mucha
gente oye el evangelio pero duda y eso se llama incredulidad, y la
incredulidad es un enemigo que lucha para que no agrademos a Dios
(He. 11:6).

La incredulidad puede impedir que el cristiano sea levantado sin ver


muerte, porque Enoc, antes de ser llevado, tuvo testimonio de agradar a
Dios. Por ello debemos reprender esos dardos.

Pasión significa: deseo desordenado, sin freno, un anhelo ferviente de


algo prohibido.

Pasiones que combaten contra el alma, 1 Pedro 2:11: Existen pasiones


que combaten contra nuestra alma.
Es decir que en nuestra alma hay anhelos desordenados y sin límites, es
decir pasiones que debemos combatir en el nombre de Jesús. Una de las
pasiones puede ser el sexo, que es un enemigo poderoso porque no ve
edad, puede haber alguno de cualquier edad con pensamientos obscenos
y deleitarse con ellos (Judas 5-8), otras pasiones son los vicios, lo mismo
puede suceder con la comida cuando se convierte en una pasión, otras de
las pasiones con las que podemos llegar a combatir son:

a. Pasiones Viles de deshonra (Ro. 1:26),


b. Desordenadas (Ro. 1:27),
c. Pecaminosas (Ro. 7:5),
d. De la carne (Gá. 5:24),
e. Bajas (Col. 3:5),
f. Insensatas (1 Ti. 6:9),
g. Juveniles (2 Ti. 2:22),
h. Diversas (2 Ti. 3:6),
i. Propias (Jud. 18),
j. Mundanas (Tit. 2:12),
k. Engañosas (Ef. 4:22), etc.

4. La lucha contra el pecado, Hebreos 12:4: La lucha contra el pecado es


la que constantemente estamos librando y no dejaremos de hacerlo hasta
que seamos transformados, porque aún el apóstol Pablo decía “quien me
librara de este cuerpo de muerte” (Ro. 8:24). En esta lucha hay ocasiones
en que pecamos y no es lo que deseamos hacer, por eso es constante para
que el pecado no nos alcance.

5. Luchan contra principados, huestes, gobernadores y potestades,


Efesios 6:12: Esta lucha es espiritual, del reino de luz contra el reino de
las tinieblas, en donde el enemigo ha organizado a sus ejércitos en
principados, huestes, gobernadores y potestades.
Debemos pelear contra estos grupos de acuerdo a nuestra madurez
espiritual, con la armadura que Dios nos entregó para que obtengamos la
victoria (Ef. 6:13-17).

CONCLUSIÓN

Las batallas del cristiano son duras y para ganarlas es necesario buscar el
equilibrio, pedir a Dios que nos dé discernimiento, confiando en que
nuestro poder radica en El y que solamente con su ayuda podremos
vencer, como dice la Escritura: “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece” (Fil. 4:13) y que “Somos mas que vencedores por medio de
aquel que nos amó” (Ro. 8:37)
A veces luchamos contra Dios cuando queremos estorbar su obra, por
eso debemos ser cuidadosos con lo que estamos haciendo no sea que
seamos hallados luchando contra Dios (Hch. 5:39).
LA JUSTIFICACION POR LA FE
Por Dr. R.A. Torrey (1856-1928)

Mucha gente cree que una persona primero tiene que santificarse y dejar
de pecar para lograr la justificación de Dios. Esa creencia es
absolutamente falsa. A continuación veremos que esa creencia es falsa
porque es anti-bíblica.

JUSTIFICACION

Es la palabra clave en los escritos del Apóstol Pablo. Tanto en el Antiguo


como en el Nuevo Testamento, la palabra justificación tiene un
significado legal bien definido; es una palabra que está estrechamente
relacionada con la idea de juicio o prueba (Deuteronomio 25:1,
1Corintios 4:3, Mateo 12:37). De modo que la palabra justificación
puede definirse como: ser una persona declarada justa por disposición de
un tribunal. Cuando se dice que Dios a justificado a un hombre, se quiere
significar que ha llevado el caso ante su Divino Tribunal y que, después
de examinar el caso, ha declarado al acusado tan libre de toda falta y
culpa, como si fuera del todo justo y agradable a la vista de su santa ley.
Un sinónimo común de la palabra justificación es aceptación.

EL PROBLEMA

En el Antiguo Testamento algunos pensaban que la justificación ante


Dios era imposible: “¿Cómo pues se justificará el hombre para con Dios?
¿Y Cómo será limpio el que nace de mujer? He aquí que ni aun la misma
Luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos;
¿Cuánto menos el hombre, que es un gusano?” (Job 25:4-6).
En el libro de Romanos, la Palabra de Dios nos revela que el hombre,
nada, absolutamente nada puede hacer para que Dios le acepte. El
Apóstol Pablo nos dice claramente que nadie puede llegar a ser justo a la
vista de Dios mediante su conducta, su forma de actuar. Aquí él usa el
tiempo futuro del verbo. El quiere decir que ningún mortal vendrá a ser
considerado justo jamás, sobre la base de su propia vida. Ningún hombre
puede afrontar el juicio de Dios con una conciencia tranquila, si su
confianza descansa en la calidad de su propia vida. La razón para esto
queda firmemente establecida: “Porque no hay diferencia por cuanto
todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22-
23). “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y
nunca peque” (Eclesiastés 7:20).

LA SOLUCION

Ya hemos visto por la Palabra de Dios, que la solución no se encuentra


dentro del hombre; no se encuentra en ninguna de sus capacidades
religiosas o morales. Nadie puede alcanzar una calidad de vida capaz de
confrontar las normas que demanda la perfecta, justa e inflexible ley de
Dios (Romanos 3: 9-20).

El Apóstol Pablo en su Epístola a los Romanos, habiendo abatido, y


habiendo expuesto la inutilidad de todos los logros humanos, nos
muestra que la justificación del hombre procede únicamente de Dios.
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio
de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado
por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar
en este tiempo su justicia, a fin de que El sea el justo, y el que justifica al
que es de la fe de Jesús. ¿Dónde pues, está la jactancia (del hombre)?
Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la ley de las obras? No, sino por la
(ley) de la fe (en Cristo)” (Romanos 3:24-27).

SOLO POR JESUCRISTO SOLO POR GRACIA SOLO POR FE

El texto bíblico anterior nos dice que somos justificados gratuitamente


por su Gracia, mediante la redención que es en Jesucristo, por Fe en su
sangre. En este texto de las Escrituras encontramos los tres factores por
medio de los cuales Dios justifica al hombre pecador, sin defraudar su
propia ley. Debido a la crucial importancia de estos tres factores, los
vamos a considerar uno a uno por separado. Por ser indispensable, la
justificación del pecador es primeramente:

SOLO POR JESUCRISTO - En (Hechos 4:12) leemos así: “Y en ningún


otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.” Con esta declaración queda
absolutamente claro que no hay ningún otro salvador ni salvadora. El
Señor Jesús fue el único que pagó el precio para saldar la deuda de
pecado de toda la humanidad. Pero todavía no estamos justificados sin
apropiar los próximos dos factores:

SOLO POR GRACIA - En segundo lugar, la justificación del hombre es


sólo por Gracia. “Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don (regalo) de Dios; no por obras, para que
nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).La Gracia de Dios se define como regalo
que el hombre no merece, pero que Cristo lo pagó y lo ganó para todo ser
humano que le recibe. El Señor Jesús ama al pecador y no quiere que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

SOLO POR FE - En tercer y último lugar, tenemos que hay una


condición que Dios demanda del hombre para justificarle. Esa condición
es Fe en Jesucristo, es decir, confiar en que su sacrificio en la cruz del
Calvario fue el pago suficiente para saldar nuestra deuda de pecado ante
Dios, una vez y para siempre. “En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre” (Hebreos 10:10) y el versículo (12) que dice: “Pero Cristo,
habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio por los pecados, se
ha sentado a la diestra de Dios.” A Cristo no hay que volverlo a
sacrificar. Hacer los sacrificios incruentos de Cristo es una blasfemia,
pues se niega la eficacia actual del único sacrificio hecho una vez para
siempre. Además, ningún sacrificio incruento es aceptable ante Dios,
pues la Biblia dice:“sin derramamiento de sangre no se hace remisión”
(Hebreos 9:22).
¿QUIÉN NOS SEPARARA?
“Romanos 8:35, 38-39”

1.- ¿Tribulación? 4.- ¿Hambre?


2.- ¿Angustia? 5.- ¿Desnudez?
3.- ¿Persecución? 6.- ¿Peligro o
Espada?

El Amor que El nos tiene a nosotros es:


(Un Amor inmenso, poderoso, y dura)

Dios nos ha manifestado SU AMOR a tal punto de entregar a Su Hijo


(5:8, 8:32, Juan 3:16) etc.

Esta pregunta podemos nosotros sinceramente hacerla en nuestro


corazón, ¿tenemos la seguridad, de que cuando vengan estas
“dificultades”, estaremos firmes confiando en el Amor de Cristo?
“ El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó, por todos
nosotros”¿ No nos ayudara?: Hermanos somos más que vencedores y que
los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien Veamos ahora
“estas cosas”:

A.- Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o


peligro, o espada: Son Pruebas: espirituales, materiales o físicas de parte
de Dios o por nuestros propios errores o pecados (tentación)
a.- de parte de Dios: para perfeccionarnos “Santiago 1:2”
b.- de nuestra parte: son errores o pecados “Santiago 1:12

B.- El apóstol no viene enseñando que vivamos en el espíritu, pues ya


ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Porque él
nos conoció antes y nos predestinó, nos llamó nos justifico y también
glorifico, entonces: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
C.- ¿Quién acusará a los escogidos de Dios?, ¿ Quién es el que
condenará? Si Dios es el que justifica y Cristo es el que murió y también
resucito y que además está a la diestra de Dios (Col. 3:1, Hebreos 1:3;
10:12, Rom. 8:34, 1 Pedro 3:22) e intercediendo a favor de los suyos:
Hebreos 7:25 y 1ra. Juan 2:1

D.- ¿Sufres persecución? ¿ Peligro o espada? “Pero” es por causa de


Cristo (Mateo 5:10) no te preocupes. Tu Salvador te recompensará: eres
calumniado, vituperado, dicen muchas cosas de ti que no son verdad. No
te preocupes, a Jesucristo ya antes le dijeron de todo y sin embargo
clavado en la cruz oraba por aquellos que le herían y estaban matando.
No te olvides que El mismo dice: Bienaventurado (felices) los que
padecen persecución. “ No olvidemos las Bienaventuranzas del Sermón
del Monte”

E.- Debemos recordar que ahora somos “hijos de Dios (Juan 1:12), y que
tenemos una herencia en los cielos, que somos sacerdocio real, nación
santa, pueblo escogido. Nuestro Cristo no nos olvida en los cielos, sino
que nos tiene siempre presente. El está ahí “siempre” (Hebreos. 10:12)
como símbolo de sacrificio acabado, pero de pié (como inmolado Apoc.
5:5), con las señales de los clavos y de la lanza para perpetuo memorial
ante el Padre, de que murió “#una vez y para siempre, para alcanzarnos
“salvación”

F.- El enemigo siempre está sembrando en nosotros la duda y ofreciendo


para nosotros mucha tentación. Si nos alejamos del pecado y de la
tentación, seremos vencedores y podemos aferrarnos con toda seguridad
en nuestra redención y recordar que “estamos en la mano de Dios” y de
Cristo, ni nadie podrá sacarnos de allí (Juan 10:28-29).

Sus ovejas oyen su voz y le siguen. Juan 10:27.


En Cristo, somos más que vencedores:
por lo cual estamos seguros de que:
“ Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente ni lo por
venir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de
Dios, que es en CRISTO JESUS SEÑOR NUESTRO.-
CRISTO: DIOS MANIFESTADO EN CARNE
(1 Timoteo 3:16).

Ésta es una doctrina fundamental de la fe cristiana . Si Cristo fuera sólo


un hombre bueno o un hombre que llegó a ser Hijo de Dios, no valdría la
pena ser su seguidor, porque si no es Dios, fue un ser engañado o un
engañador, ya que frecuentemente declaró que era Dios.

Tanto sus discípulos que lo seguían, como los judíos que no creían en él,
se daban cuenta de que Cristo afirmaba su deidad en forma inequívoca
(Juan 5:18; 10:32,33).

¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

Tomemos como punto de partida una afirmación que leemos en el


Evangelio según San Juan:

Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije
que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en
vuestros pecados moriréis (Juan 8:23,24).
Si no creemos que Jesús es quien él mismo se decía ser, moriremos en
nuestros pecados. Estas palabras no dejan lugar para opiniones
contradictorias. Cristo es Dios, igual en gloria y sustancia al Padre. Esta
verdad la podemos ampliar con otras lecturas de la Biblia:

La misión dada a Juan el Bautista

Primero preguntaremos: ¿A quién preparó el camino Juan el Bautista? El


profeta dijo:
Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro
Dios (Isaías 40:3).
Según este pasaje, Juan prepararía el camino de Jehová Dios; pero
veamos lo que dice Cristo:
Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero
delante de tu faz, el cual preparará el camino delante de ti (Mateo 11:10).

Hay dos posibilidades: o Juan estaba preparando el camino para dos


personas, o Cristo es Dios.

2. El uso de la frase: El primero y el último

Dios habló de sí por medio del profeta y dijo:


Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios (Isaías
44:6; vea también 41:4; 48:12).

A esto, unamos el testimonio que de Cristo, el apóstol Juan escribió:


Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí,
diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y
estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén
(Apocalipsis 1:17,18; vea también 2:8; 22:13).

El que habló con el apóstol era Cristo, el mismo que murió y resucitó.
¿Se equivocó al decir que era el primero y el último? ¿Será posible que
se esté atribuyendo un título que le pertenece sólo a Dios?

3. Cristo es digno de adoración

En la ley, Dios declara: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra


de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de
mí... No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu
Dios (Éxodo 20:2,3,5).

En el Nuevo Testamento. Tomás se acerca a Cristo y le dice: ¡Señor mío,


y Dios mío! A lo que Jesús le contesta:
Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron,
y creyeron (Juan 20:28,29).

¿Por qué no fue reprendido Tomás por blasfemo? Al contrario, Cristo lo


reprendió por ser tan lento para creer. Cristo permitió que Tomás lo
adorara. ¿Hizo mal? ¿O aceptó la adoración porque sabía que él era
Dios?
Al ser tentado por Satanás el Señor Jesús afirmó:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás (Mateo 4:10, citando
Deuteronomio 6:13).

A pesar de esta afirmación Cristo aceptó la adoración de los hombres.


Esto es evidente en Mateo 2:11; 8:2; 9:18; 14:33; 15:25; 18:26; 20:20;
28:9,17; Marcos 5:6; Lucas 24:52; Juan 9:38. Comparemos estos pasajes
con Hechos 10:26; 14:11-18; Apocalipsis 19:9,10; 22:8,9.

4. El valor infinito de su obra

A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,


para manifestar su justicia,...a fin de que él sea el justo, y el que justifica
al que es de la fe de Jesús (Romanos 3:25,26).
¿Cuál es la base sobre la cual Dios puede perdonar a toda una raza de
pecadores rebeldes y al mismo tiempo mantener su integridad moral?
La respuesta a esta pregunta aporta evidencia contundente sobre la
deidad de Cristo. Meditemos sobre el sustituto que se precisa para que un
Dios que es infinitamente santo pueda perdonar a los pecadores sin
sacrificar su santidad ni su justicia.

Hay dos requisitos:


1. El sustituto debe ser perfecto.

Yo no podría sufrir por los pecados de otro, pues ya estoy condenado por
pecados que yo he cometido. Sólo un hombre sin pecado puede tomar el
lugar de un pecador. La perfección es un requisito indispensable.

2. El sacrificio debe ser infinito.

Para que un Dios justo pueda ofrecer perdón a toda la humanidad el


sacrificio debe ser infinito. Supongamos que soy moralmente perfecto y
que tengo la noble idea de sacrificarme por otros pecadores. ¿A cuántos
pecadores podría sustituir? A uno, solamente a UNO. Pero también
pregunto: ¿Cuánto debo sufrir? Todo el tiempo que el pecador hubiera
tenido que sufrir. Muerte eterna sería mi sentencia. Ningún ser finito
puede agotar de otra manera el juicio de un Dios santo. Para rescatar a
dos personas harían falta dos sustitutos. Para que diez personas fueran
justificadas harían falta diez sustitutos perfectos que sufrieran
eternamente.

¿A qué conclusión podremos llegar cuando leemos que la muerte de


Cristo satisface todas las demandas de la justicia de Dios contra la raza
humana? A esta: Cristo no sólo es moralmente perfecto sino infinito.
Y ahora afirmamos que, o hay más que un ser infinito, o Cristo es el Dios
infinito manifestado en carne humana.

5. La frase: Hijo de Dios

Algunos que aceptan que Cristo merece el título "Hijo de Dios", lo usan
para probar que no es Dios, sino solamente Hijo de Dios. Ven aquí una
prueba de inferioridad. Arguyen que si es Hijo no puede ser igual a Dios
porque todo hijo es inferior a su padre.

Este argumento, aparentemente fuerte, pasa por alto dos cosas obvias.

1. Cristo también es "Hijo del Hombre". ¿Significa esto que es


inferior al hombre? De ninguna manera. Significa que es
verdaderamente hombre. Cuando descendió al mundo no perdió
su deidad y cuando ascendió a la gloria no perdió su humanidad.
Es interesante notar cuántas veces el título "Hijo del Hombre"
está vinculado con su ascensión (Mateo 13:41; 16:27; 26:64;
Juan 1:51; Hechos 7:56). "Hijo del Hombre" demuestra plena
humanidad. "Hijo de Dios" demuestra deidad.

2. El hijo es inferior al padre sólo durante una etapa de su


existencia. Muchos hijos llegan a ser iguales o mejores que sus
padres. La historia confirma esto plenamente. El Hijo de Dios es
igual a Dios. Él mismo lo afirma: Yo y el Padre uno somos (Juan
10:30). Pero también reconoce que hay un sentido en el cual el
Padre es mayor que él: Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y
vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque
he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo
(Juan 14:28).

El Padre es mayor en función, no en esencia. Esto lo ilustraremos así: El


hombre y la mujer son iguales en esencia: ambos son humanos; pero hay
distinción en funciones: el hombre es cabeza de la mujer (1 Corintios.
11:3). El Padre es mayor que el Hijo en su función como Padre, pero es
igual en esencia. En la esfera terrenal, el padre una vez fue hijo y el hijo
puede llegar a ser padre. Las funciones cambian, pero la esencia humana
persiste.
¿QUÉ IMPLICA CREER QUE CRISTO ES DIOS MANIFESTADO EN
CARNE?

El apóstol Juan en sus epístolas pone especial énfasis en esta doble


verdad. Veamos sus escritos:
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de
Dios? (1 Juan 5:5).

Creer en Jesucristo como Hijo de Dios, es creer que su obra es perfecta y


completa y que mi salvación es significativa y segura. Algunos niegan
con sus palabras esta verdad; otros lo hacen con sus hechos, porque si
creo en la virtud de la sangre de Cristo y en lo eficaz de su obra, deberá
haber victoria constante en mi vida, pues:

1. Mantengo mi comunión con Dios y con mis hermanos. Porque creo


que la sangre de Cristo borró mis pecados pasados (Romanos 3:25), y me
da el poder para mantener mi comunión con Dios (1 Juan 1:7) y con mis
hermanos (1 Corintios 10:16).

2. Sirvo a Dios con excelencia. Porque creo que la sangre de Cristo libra
mi conciencia de obras muertas (complejos relacionados con mi vida
antes de conocer a Cristo), y me permite acercarme para aprender más de
él (Hebreos 9:14; 10:22).

3. Vivo con diferentes principios. Porque creo que la sangre de Cristo me


ha rescatado de mi vana manera de vivir (tradiciones, costumbres y hasta
cultura) que recibí de mis padres (1 Pedro 1:18). Esto me hace una
criatura diferente (2 Corintios 5:17), con nuevos propósitos (Efesios
2:10) y nueva imagen (Efesios 4:22-24; Colosenses 3:9-11).
Sobre la otra parte de esta doctrina, el apóstol Juan añade:
Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios
(1 Juan 4:2).
Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan
que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el
anticristo (2 Juan 7).

Por tanto, para confesar con mi vida que Jesucristo ha venido en carne
debo manifestar que creo lo siguiente:

1. Que fue mi sustituto, por tanto, porque él murió por mí, yo vivo para
él. El amor de Cristo me constriñe (2 Corintios 5:14,15), por lo que sé y
entiendo lo que él hizo por mí (Efesios 2:15; Colosenses 1:21,22; 1
Pedro 3:18).

2. Que es mi ejemplo. Por esto ando en sus pisadas. Creo que si Dios
envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado (Romanos 8:3) fue para
condenar al pecado en la carne. Creo que participó de carne y sangre,
para destruir al que tenía el imperio de la muerte, y lo hizo usando las
armas que Dios me ha dado (la oración, su Palabra y el poder del
Espíritu) para que no tenga excusa para no poder andar en él (Colosenses
2:6; 1 Pedro 2:21).

3. Que es mi intercesor y puede suplir todo lo que necesito. Al pensar en


la función de intercesor, muchos se forman la idea de uno que se para
entre nuestra vida de pecado y el Dios perfecto y justo. Sin embargo, la
Biblia da otro cuadro: Uno que está entre mi necesidad como su siervo y
las inescrutables riquezas de Dios. Está en los cielos para darme todos
los recursos necesarios para vivir una vida victoriosa. Él sabe lo que
necesito e intercede ante el Padre por mí (Juan 14:13,14), porque:
Padeció siendo tentado, y puede socorrerme (Hebreos 2:18).

Fue tentado en todo según nuestra semejanza, y puede compadecerse de


mis debilidades (Hebreos 4:15).

Fue constituido como intercesor por palabra de juramento y hecho


perfecto para siempre (Hebreos 7:25-28).

Él alcanzó la perfección (Hebreos 2:10) por el mismo camino que yo la


he de alcanzar (1 Pedro 5:10).
En la reflexión final que sugiere usted haga, conteste estas dos preguntas:

¿Creo que Cristo es Dios manifestado en carne?


¿Demuestro por mi vida, en forma inequívoca, que Jesucristo es Dios y
que ha venido en carne?
¡Gran Creador!
¡Oh gran Creador del universo, ser infinito e inmortal!
Por nuestro amor, tu trono dejas y tu morada celestial,
Y entre pañales naces pobre para en nuestro mundo andar.
Tú, que eres Dios y Rey supremo, hambre y sed has de probar;
Y en vez de cantos de alabanza escarnio y burla escucharás.
Todo porque tú nos amaste y nos quisiste rescatar.
¿Qué viste en mí que decidiste a este mundo descender,
Y en los días de tu carne la obediencia aprender?
Dime qué es que tanto amaste y a tus pies lo rendiré.
¡Oh! Dios de amor y toda gracia, haga en ti siempre pensar,
Al verte humilde en un pesebre, quita el orgullo y vanidad;
Al contemplarte en cruz sufriendo, haznos, Señor, amarte más.
EL CRISTIANO Y LA LEY

¡Cuánto desacuerdo hay sobre el lugar de la ley en la vida del cristiano!


Unos dicen que ella es la base de la salvación mientras que otros la hacen
a un lado afirmando que nada tiene que ver con los que viven en éste, el
día de la gracia.

Es importante aclarar que sí hay “días, épocas o dispensaciones” en el


trato de Dios hacia los hombres. Cuatro de ellas se describen en Génesis
y en los primeros 18 capítulos de Éxodo. Desde el capítulo 19 de Éxodo
hasta la muerte y resurrección de Cristo tenemos la dispensación de la
ley. La gracia vino por Jesucristo (Juan 1:17) y esta dispensación
terminará en la segunda venida. El reino de Cristo sobre la tierra por mil
años, sigue a este evento.

No reconocer estas divisiones es causa de mucha confusión. Entenderá el


propósito de la ley si aceptamos la diferencia introducida por la muerte y
resurrección de Cristo.

Notemos lo siguiente:

1. La ley mosaica fue para Israel.


Cuando Dios dio la ley por medio de Moisés, dijo:
Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño
(Deuteronomio 4:1).
Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es
toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? (Deuteronomio 4:8).

En Romanos 2:14 leemos que: los gentiles... no tienen ley y más adelante
Pablo dice a los romanos: Pues no estáis bajo la ley (Romanos 6:14).
No podemos pedir lenguaje más claro.
2. La ley fue un pacto por tiempo limitado.
Nunca fue la intención de Dios que la ley fuese eterna. La ley duraría
hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa. La promesa
fue hecha a Abraham 430 años antes que fuera dada la ley y la simiente
prometida es Cristo.
Los siguientes pasajes indican que la ley fue muerta, cancelada:
Romanos 7:4-6; 2 Corintios 3:7,11; Gálatas 3:24,25; Efesios 2:14,15;
Colosenses 2:14. Pero no queda un vacío; la ley sale para que entre algo
mejor, más glorioso. Lo nuevo reemplaza a lo anterior, no por
destrucción sino por cumplimiento. Cristo cumplió toda la ley y en todo
sentido: (1) Obedeció todos sus requerimientos. (2) Llevó todo el castigo
que la ley exigía contra los que la habían quebrantado.

3. El hombre es incapaz de guardar la ley.


El error más prevalente e insistente en la iglesia es el legalismo. El
hombre tiene gran facilidad de inclinarse al legalismo con el consiguiente
desprecio de la gracia de Dios. Prefiere trabajar y sudar tratando de
merecer lo que Dios le ofrece sin dinero y sin precio (Isaías 55:1,2). La
razón detrás de esa preferencia es que el hombre es orgulloso y no quiere
reconocer que es incapaz de guardar la ley.
El hombre dice que hay algo de bueno en el peor de los hombres. Dios
dice que hay mucho de malo en el mejor. Estas son su palabras:
Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si
había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se
han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno
(Salmo 14:2,3).
Porque no se sujetan a ley de Dios, ni tampoco pueden (Romanos 8:7).
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto,
se hace culpable de todos (Santiago 2:10).

4. La ley no puede salvar.


No fue dada para salvar al hombre. La redención, desde la eternidad
pasada, fue sobre la base de la sangre de una víctima inocente, por esto
leemos:
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne (Romanos 8:3).
Sabiendo que fuisteis rescatados... con la sangre preciosa de Cristo, como
de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes
de la fundación del mundo (1 Pedro 1:18-20)

5. La ley sí sirve para algo.


Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente (1
Timoteo 1:8).
¿Para qué sirve la ley? ¿Cuál es su uso legítimo? Sin un espejo me es
difícil descubrir que mi cara está sucia.
Una plomada me indica que una pared está en peligro de caer. Una luz
me puede mostrar que un cuarto está en desorden. Pero no me lavo la
cara con un espejo, ni reconstruyo sólo con la plomada, ni barro el cuarto
con la lámpara. La ley me convence de que necesito limpieza del pecado
que mancha mi vida y me domina. La ley me lleva a Cristo para que sea
justificado por la fe (Gálatas 3:24).

6. El creyente no vive sin ley.


El evangelio de la gracia de Dios no es un parche a la ley sino un vestido
nuevo. Debemos darnos cuenta cuán nuevo es el vestido que nos cubre
con la justicia que no podemos obtener por nuestros propios esfuerzos. El
evangelio no dice: Has esto y vivirás. Al contrario, nos muestra lo que
Cristo ha hecho por nosotros. Al aceptar a Cristo recibimos la potestad
de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12) y luego viene la palabra de Dios
que nos dice: Ya son mis hijos, ahora pórtense de acuerdo a lo que son;
que su conducta sea digna del nombre glorioso que llevan.

Lejos de estar sin ley, los hijos de Dios vivimos para hacer la voluntad de
nuestro Padre. Esta voluntad no se expresa en una lista de prohibiciones
sino que se nos revela al disfrutar de comunión vital y constante con
nuestro Dios. Leemos la Biblia para conocer su voluntad (Colosenses
1:9). El amor de Cristo nos constriñe a hacer dicha voluntad (2 Corintios
5:14). El Espíritu Santo que mora en nosotros nos da el querer y nos
ayuda a hacer su buena voluntad (Filipenses 2:13).
La epístola a los Gálatas, que tanto se ocupa de enseñar que estamos
libres del dominio de la ley dada a Moisés, nos exhorta a cumplir la ley
de Cristo (Gálatas 6:2). Santiago nos enseña que debemos perseverar en
la ley perfecta, la de la libertad (Santiago 1:25; 2:12) y nos dice que amar
al prójimo es la ley real (Santiago 2:8).

7. La relación entre el creyente y la ley.


El creyente no recibió vida por medio de la ley, ni es la ley la norma de
su conducta una vez que Cristo lo ha salvado. Cristo es nuestra vida y él
es nuestra norma. Pero Éxodo 20, Deuteronomio 6, los cinco libros de
Moisés y todo el Antiguo Testamento son la Escritura inspirada por Dios
que es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16,17).

La ley que rige al creyente está escrita, no con tinta, sino con el Espíritu
del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del
corazón (2 Corintios 3:3). La ley del creyente no es letra muerta sino
Espíritu vivificante
BOSQUEJO CREO EN UN CRISTO VICTORIOSO

Creo en un Cristo Victorioso


Efesios 1: 3:14

1. Porque Dios me ha dado bendiciones en Cristo: (3-4)


• Me ha bendecido con toda bendición espiritual (3)
• me escogió antes de la fundación del mundo (4-6)
• me ha bendecido en Cristo para su gloria (6)

2. Porque en Cristo tengo Redención de pecados: (7-10)


• Por medio de Su sangre (7)
• Según las riquezas de su Gracia (7-8)
1. en sabiduría
2. en inteligencia
• Me ha dado a conocer el misterio de su voluntad (9)
1. según su aprobación
2. con miras al cumplimiento de los tiempos

3. Porque en Cristo fui hecho herencia: (11-12)


• predestinado según el propósito de su voluntad
• predestinado para la alabanza de su gloria

4. Porque mora en mi él Espíritu Santo: (13-14)


• Al oír y creer en él fui sellado con el Espíritu Santo
• Es las arras de mi herencia
• Es mi herencia hasta la Redención
• Es mi posesión para la alabanza de su gloria.

LAS OBRAS DE LA CARNE Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU


La batalla de la mente del cristiano
Gálatas 5:16-24

A.- Andad en el Espíritu: Gálatas 5:16 “Digo pues andad en el


Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne.” Todos los
creyentes tienen en su interior la presencia del Espíritu Santo que
mora en ellos (Romanos 8:9 y 1ra. Cor. 6:19-20); cómo él poder
personal para vivir de forma agradable a Dios. “”Andad” indica
una acción continua o estilo de vida habitual, indica progreso, pues
a medida que se ve el control del Espíritu y en obediencia
responde a los mandatos básicos de las Escrituras (crece en su vida
espiritual).

El Fruto del Amor es: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad,


Bondad, Fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas No hay
ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.

B.- La carne: No solo se trata del cuerpo físico, sino que incluye la
mente, la voluntad, y las emociones; porque todas están sujetas
por igual al pecado.

Y manifiestas son las Obras de la Carne que son: Adulterio,


Fornicación, Inmundicia, Lascivia, Idolatría, Hechicerías,
Enemistades, Pleitos, Celos, Iras, Contienda, Disensiones,
Herejías, Envidias, Homicidios, Borracheras, Orgias, y coas
semejantes a estas.
Hermanos: si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros
que sois espirituales restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tu también seas tentado.

PRONTO VIENEN “LAS BODAS DEL CORDERO”


ESTAS PREPARADO (A)

La Promesa del Señor: En la casa de mi Padre muchas moradas


hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho, voy pues a preparar
lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis. Juan 142-4.

Así en 1ra. Cor. 15:51-52 Pablo El apóstol nos recuerda este


misterio, pronto seremos transformados; también les dice a los
Tesalonicenses, sobre la manifestación del Señor 1ra.Cor.4:13-18.

Pronto se manifestaran Alabanzas en los cielos Apoc. 19:6 “y oí


como la voz de una gran multitud como la voz de grandes truenos,
que decía: ¡Aleluya, porque el Señor Nuestro Dios Todopoderoso
reina! (7) Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria, porque han
llegado las bodas del cordero y su esposa se ha preparado, (8) Y a
ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente, porque el lino fino es las acciones justas de los
santos.

Las Acciones justas de los Santos: No la justicia de Cristo que


fue imputada a los creyentes para su salvación; sino los resultados
prácticos de esa justicia en la vida de los creyentes, es decir la
manifestación exterior de la vida Interior.
Por lo tanto debemos cuidarnos de los pecados de 1 Corintios 6:9-
10 y también debemos recordar lo explicado en Apoc. 21:7-8.-
Una advertencia seria y solemne acerca del tipo de personas que
serán excluidas del cielo nuevo y tierra nueva

Amados hermanos en la fe, debemos ya pensar y actuar


seriamente en luchar contra el pecado que nos asedia y rodea.
Preparémonos para el encuentro con nuestro Dios
TU QUE TE DECLARAS CRISTIANO ESTAS
OBEDECIENDO LO

Toda Potestad me es dada en el cielo y en la Tierra; Por Tanto “id


y hace discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo.; Ensenándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado y he aquí yo estoy con vosotros, todos
los días, hasta el fin del mundo” Amen. (ver Mateo 11:27 y Fil.2:9-
10). Una absoluta autoridad soberana, señorío sobre todo, es dada
a Cristo, en el cielo y en la tierra. Esto es una prueba de su
Deidad; ya no mas humillación; Dios lo había exaltado sobre todo.

Por Tanto: ( Id y hacer Discípulos),“es decir en base a Su


Autoridad, los discípulos son enviados a todas las naciones, a
predicar “Las Buenas Nuevas de Salvación”, predicando a
Jesucristo como su Salvador personal y confesándoles sus pecados
y Bautizándoles en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo: (Salid a buscar y hacer discípulos)

Enseñándoles que guarden (atesoren – obedezcan) todas las cosas


(no se limita a la conversión de los incrédulos, sino hasta el fin del
mundo; y hasta que El regrese en persona para Juzgar al Mundo y
establecer su Reino Terrenal,

Estas líneas son para ti “Hermano” tú que eres Cristiano(a), ya


sabes lo que tienes que hacer; tienes todo el poder, para proclamar
Las Buenas Nuevas, ¿pregunto? estas dispuesto a Id por todo el
mundo a predicar; pero recuerda también que la orden es enseñar
que guarden (obedezcan) todas las cosas que El os mandado; si
esto lo cumples El estará con vosotros todos los días hasta Que el
Venga.

Pregunto: ¿qué has dejado tú por servir a Cristo? ; has llevado Las
Buenas Nueva a otra Etnias, has predicado El Evangelio, ¿a
quiénes?, ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Qué has enseñado? ¿O no has
cumplido con esta parte del mandamiento? Aun tienes
tiempo………

Muchas congregaciones se han olvidado de la segunda parte de


esta Misión; Enseñándoles que guarden todas las cosas que El os
mandado. Es hora de hacer un análisis de nuestras vidas y de las
congregaciones donde nos congregamos, Se está cumpliendo con
lo Ordenado por Cristo. Crees que has cumplido con todo.
HERMANOS QUIZAS SEAMOS LOS ULTIMOS QUE...

Hermanos quizás seamos los últimos que podamos hablarles de Cristo


nuestra familia. Aprovechemos. Daremos cuenta de ello.-

El Libro de Daniel nos dice:” A esto nos quiere llevar Dios a nosotros,
porque no es una casualidad que posiblemente seamos la última
generación de creyentes en esta tierra”; Nos dejamos usar nosotros los
que sabemos qué clase de Tribulación vendrá. Tenemos que ser sensibles
para los propósitos divinos, sensibles para un mundo que se pierde=
recuerde que deberemos dar cuenta de nuestros esposos (si somos
casados), de nuestros hijos y familiares (Tito 1:6; 2:4; Hebreos 2:1-4).

Oswald Smith escribió en su Libro “Pasión por las Almas”

“Si la carga de la responsabilidad por las almas de tu prójimo ya no se


encuentra sobre ti, entonces tienes necesidad de un avivamiento. ¿Es
posible que te encuentres en el camino angosto al cielo, mientras que tus
amados se pierden? ¿Es verdad que no sufres un dolor intenso por ellos,
que la carga de sus almas no te pesa en absoluto, y que tus ojos
permanecen secos? ¿Puede ser que te quedes completamente tranquilo
sabiendo que vas al cielo, mientras ellos se van al infierno?

¿Cómo está la situación de tu padre, que le sucederá a tu madre?, ¿qué


será de tus hijos e hijas y esposa, esposo? Puede ser que mientras tú
tienes seguridad de la salvación, ellos se pierden y a pesar de esto no
sufres interiormente, ni tengas una carga de orar constantemente por
ellos. Si yo supiera que tengo un hijo o hija que no tiene la “seguridad
del perdón de los pecados, no sé donde encontraría la tranquilidad para
comer o dormir. En lugar de dormir clamaría con angustia por la
Salvación de sus almas. “Yo me aferraría a los cuernos del altar” Mis
ojos llenos estarían de lagrimas y mi corazón lleno de pena y
preocupación, no encontraría descanso, hasta que hubiesen tomado una
decisión por Cristo.”

La Palabra de Dios nos dice “Serás salvo tú y tu casa Hechos 16:31 Yo


creo esto. Si tu lo crees comienza luchar YA, por la conversión de todos
tus seres amados, pues todos deberemos dar cuenta en el Tribunal de
Cristo, de lo que hicimos o dejamos de hacer

DIEZ PRINCIPIOS

1.- Objetivo (Lucas 19.10; Fil.3:8-10). ¿Porqué estamos luchando y que


es lo que tenemos que ganar? Estamos luchando en la causa de la
cual Jesucristo vino al mundo para buscar y salvar lo que se había
perdido. Para hacerlo, tenemos conocer a Jesucristo y su poder, y
compartir sus sufrimientos.

2.- Ofensiva (Fil.3:13-14). Para lograr el objetivo debemos avanzar


constantemente y, como Pablo, proseguir a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús

3.- Concentración (Fil.3:13). Es decir, juntar las tropas para empezar una
acción decisiva. Toda nuestra energía, nuestra concentración y nuestro
pensamiento deben enfocarse en Jesucristo (Heb.3:1). Debemos
simplificar nuestra vida hasta poder decir con Pablo, una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo….(Fil. 3:13-14).

4.- Economía de las Fuerzas (Zacarías 4:6, 10). Es el uso experto y


sabio de lo que tenemos. Como cristianos tenemos que aprender a nunca
gastar más poder y energía de lo que la tarea requiera. Esto significa que
aprendamos no como luchar sino cómo descansar en la fe, sabiendo que
Dios se complace en dar la victoria por medio de las cosas pequeñas e
insignificantes.

5.- Movilidad (Efesios 4-.5). Debemos ser flexibles, capaces de


desplazarnos con rapidez., La vida cristiana es un andar en novedad de
vida (Rom.6:4), por fe (2Cor. 5:7 y por el Espíritu (Gál.5:16), en amor
(Efes. 5.2) y en luz (1 Juan 1:7).
6.- Cooperación (Efes. 4:3, 13). Negar colaboración en tiempo de guerra
es un crimen llamado traición. Todos los creyentes somos uno en Cristo
y debemos colaborar y funcionar como un solo ejército en unidad del
Espíritu y fe.

7.- Seguridad (Judas 21),. Los cohetes teledirigidos van y viene


surcando el aire, las granadas explotan, las balas pasan zumbando. Para
nosotros solo hau un lugar seguro, el amor de Dios.

8.- Sorpresa (Job 1:21). Cuando Job se postró en tierra y adoro a Dios,
cuando David salió con su honda para enfrentar a Goliat, cuando
reaccionamos al dolor y las tribulaciones con fe, sorprendemos al
enemigo y lo ahuyentamos por el poder de Dios.

9.- Comunicación (1 Tes.5:17; 2 Tim 2:15). Si nos mantenemos en


contacto constante con la Comandancia; ¿Cómo sabremos dónde
debemos estar y que debemos hacer? Necesitamos estudiar la Palabra de
Dios y orar todos los días.

10.- Persecución (1 Cor.9:22-23). Si queremos ganar, debemos perseguir


al enemigo contemplando su derrota total. Pablo persiguió la excelencia
en el servicio para poder ganar a muchos para Cristo
MATERIA DE TEOLOGÍA BÁSICA SIMPLE
(DIFERENTES DEFINICIONES

1.- ¿Qué es Ateismo?

Es una negación abierta y positiva de la existencia de Dios. Para el ateo


el universo material es solo un accidente y todas sus maravillas de
coordinación y desarrollo son de carácter fortuito.

El Ateismo existe en las formas siguientes:


- Practico.
- Especulativo:

a: dogmático: Que Dios existe y/o que las facultades humanas son del
incapaces de establecer o verificar su existencia.

b. escéptico: La simple duda y la negación de las evidencias.


c: Virtual.

2.- ¿Qué es el Agnosticismo?

Es la creencia que afirma que no existe base suficiente ni para asegurar


ni para

Negar la existencia de Dios.


Etimológicamente: es simplemente “el no saber”
Es ataque contra los poderes mentales del hombre y engendra
una desconfianza
En los hechos y fuerza comunes de la existencia humana

3.- ¿Qué es la Evolución?


Esta puedes ser Teísta o ateísta.

a. La E. Teísta reconoce a Dios como él creador de las substancias


originales, pero afirma que la evolución es él método por el cual ha
tenido lugar todo desarrollo acaecido partiendo de un supuesto estado
elemental hasta llegar al presente estado de madurez
b. La E. Ateísta Rechaza la persona de Dios, niega su intervención en
la Creación y postula que la materia es eterna y autónoma.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la


Palabra de Dios, de modo que lo que se4 ve fue hecho de l que no se
veía. Heb.11:3

4.- ¿Qué es el Materialismo?

Es la doctrina que enseña que los hechos de la experiencia han de ser


explicados en su totalidad en relación a la realidad, actividades y leyes de
la Sustancia física o material.

5.- ¿Qué es Politeísmo?

La creencia y doctrina que hay más de un Dios, se conoce como


“politeísmo”, y así esta constituye una desobediencia al “Decálogo de
Dios” .Ha sido la creencia de los infieles y de los evolucionistas
modernos

6.- ¿Qué es el Idealismo y/o Realismo?

Un sistema de pensamiento que se propone interpretar y explicar la


totalidad del universo, las cosas y las mentes con sus relaciones, como
la realización de un sistema de ideas o como la evolución progresiva de
una idea.

7.- ¿Qué es el Panteísmo?

Es la creencia que Dios es todo y que todo es Dios, confundiendo de esa


manera a Dios con la Naturaleza, la materia con él espíritu y al Creador
con las cosas que Él ha creado.
8.- ¿Qué es el Deísmo?

Como filosofía el deísmo mantiene que Dios es un ser Personal, infinito


y santo y que él es él Creador de todas las cosas, pero que él
deliberadamente abandonó su creación después de completada con él
propósito de que ésta fuese autosuficiente en todo sentido por medio de
las fuerzas residentes en ella.

El Deísmo rechaza las Escrituras o cualquier sugerencia de que Dios está


obrando providencialmente desde la creación.

9.- ¿Qué es el Positivismo?

Es la filosofía elaborada por Augusto Comte y que está basada en la idea


de que el conocimiento del hombre está limitado a hechos visibles o
fenómenos y de estos el hombre sólo tiene conocimiento parcial.

Rechaza toda consideración de la metafísica o de la filosofía


especulativa.

10.- ¿Qué es el Monismo?

Es la doctrina que relaciona la explicación de toda las existencias,


actividades y desarrollos del universo, incluyendo los seres físicos y
síquicos o espirituales, un último principio o sustancia en forma de vida
personal, la doctrina toma las características de “monismo idealista”; si
se concibe como materia y mecanismo físico, entonces se llama
“monismo materialista”.

11.- ¿Qué es el Dualismo?

Es el sistema o Teoría que afirma la existencia de una dualidad radical o


doble división de la naturaleza, ser u operación.

En la historia del pensamiento filosófico de han desarrollado cuatro


especies de “dualismo”: que hasta cierto punto son interdependiente pero
no son idénticas, según el asunto que se considere:
a.- Dualismo Teológico.
b.- Filosófico
c.- Psicológico o Psicofísico.
d.- Etico

12.- ¿Qué es el Pluralismo?

Tiene un significado filosófico específico en el cual la unidad esencial


del mundo es negada. Dicho concepto afirma que “debido a que la gente
crea su mundo, para los propósitos prácticos, hay tantos mundos como
mente pueda crear.

13.- ¿Qué deduce la Trinidad de Dios?

La Teología Sistemática obtiene su información tanto de la razón como


de la revelación. También se afirma que la Biblia siendo La Palabra De
Dios escrita, sus declaraciones son aceptadas como finales.

Dios ha declarado en Su Palabra que el hombre, muy contrariamente a


otras cosas materiales, ha sido creado a “imagen y semejanza del
Creador” (Gén1-26

Dios es una Unidad Una esencia. Los aspectos concretos de la verdad


acerca de Dios están basados en el hecho de que Dios existe en una
“Trinidad” de Personas,lo cual se conoce con el nombre de “trinitarismo”
. Juan 14:16-17 y Mateo 28:19.

14. ¿Qué es Omnisciencia? Atributo de Dios

Es el entendimiento de Dios, todo inclusivo e infinito.Hay dos medidas


evidentes del conocimiento divino:

Omnisciencia, que incluye todas las cosas acerca de Dios mismo y todas
su Obras.
Presciencia: que puede ser limitada a las cosas específicamente
preordenadas.
La Omnisciencia comprende todas las cosas pasadas, presente y futuras,
y tanto lo posible como lo real. Para Dios las cosas del pasado son tan
reales como si fuesen presentes y las cosas del futuro son tan reales como
si fueran pasadas. (Romanos 4:17) .

15.- ¡Qué es la Sensibilidad? Atributo de Dios

Esta expresión introduce el segundo elemento de la personalidad,


incluye las formas más elevadas de sentimiento y representa los deseos
racionales y morales. Aunque existe una diferencia de grado de pureza
esencial entre la sensibilidad humana y la Divina.. La sensibilidad de
Dios incluye Su ser racional Jeremías 31:3; Romanos9:13 y Malaquías
1:2-4.

16.- ¿Qué es la santidad? Atributo de Dios

La Santidad de Dios es intrínsica, no creada y sin mancha, esta puede


observarse en toda actividad divina y en cada acción de Dios. Es activa,
Como motivo primordial, ésta estimula todo lo que Él hace por lo tanto
Él es justo en Sus caminos. Aunque Él es infinitamente Santo, Dios no
obstante mantiene una relación con las criaturas que cayeron en pecado.
Romanos 3:26; l Juan 1:9 y 1ra Cor.11:31-32.

17.- ¿Qué es el Amor? Atributo de Dios

Amor es Dios: 1 Juan 4: Dios no ha adquirido el Amor, ni tampoco


mantiene el amor por medio del esfuerzo; este es la estructura de Su
propio ser. Él es la fuente inagotable de todo Amor. El Amor de Dios
tuvo su manifestación perfectamente en la muerte de Cristo: Juan 3:16;
Rom. 5:8; 1 Juan 3:16; 1 Samuel 2:2; Sal.22:3.

18.- ¿Qué es la Justicia? Atributo de Dios

Es una característica esencial del gobierno divino en esa elevada y


armoniosa excelencia hacia lo cual dicho gobierno avanza. La Justicia
Divina es exhibida en el hecho de que leyes justas son dadas a los
hombres, que esa leyes son sostenidas por sanciones adecuadas y en que
esa leyes son ejecutadas imparcialmente: Romanos 3:23; 1 Juan 1:9

19.- ¿Qué es Bondad? Atributo de Dios

Está dentro de Dios y ligado estrechamente a Su Santidad; si es


contemplado como algo que procede de Dios, está estrechamente
relacionado con el amor

La infinita Bondad de Dios es una perfección de Su ser que caracteriza


Su naturaleza y es sí fuente de todo aquello que es el universo que es
bueno.

Hay cuatro expresiones específicas para describir la bondad de Dios:


Benevolencia. Complacencia, Misericordia y La Gracia:
Efesios 2:4-5; 2 Cor. 1:13 y Hebreos 4:16.

20.- ¿Qué es la Verdad? Atributo de Dios

Él no tan solo manifiesta y confirma aquello que es verdad, sino que


también permanece fielmente en Su promesa y ejecuta toda advertencia y
todo augurio que a hecho
“Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso: Romanos 3:4
“Su Palabra es verdad: Salmo 12:6.

21.- ¡Que es la Omnipotencia? Atributo de Dios

Es el poder infinito de Dios, es empleado en la ejecución de todo lo que


es la Voluntad de Dios. Ej.: Dios dijo “sea la luz y fue la luz”.

Esto es la Omnipotencia operando a través de la voluntad. Mateo19:26;


28:18; Sal.115:3.

22.- ¿Que es la Libertad?


La voluntad de Dios es libre. Su actuar es conforme a la sabiduría, es
ejercitada en poder infinito y mantiene solamente los justos propósitos de
Dios, pero así y todo es libre en sentido de que es independiente de todas
sus criaturas, asó como de sus acciones. Det.29:29; Salmo 36:6.

23.- ¿Qué es la Simplicidad?

Dios no tiene mezcla, es una Unidad, es una Santidad, una Sustancia


simple, Puro e indivisible. Siendo Él el perfecto debe ser adorado como
la finalidad y la infinidad de la simplicidad.

La simplicidad del Ser en Dios no es una contradicción de la Trinidad de


Personas en cuyo modo el existe. El hecho de la “Trinidad” no demanda
tres
Esencias: por el contrario, demanda una Esencia y dicha Esencia es lo
suficientemente simple en si misma

24.- ¿Qué es la Voluntad? Atributo de Dios

El tercer elemento esencial en la personalidad de Dios y puede


observarse mucho acerca de la voluntad de Dios

La Voluntad es aquello en Dios que pone en acción todo lo que Él ha


diseñado. Como evidencia que la voluntad pertenece a Dios está el hecho
que ésta pertenece a la personalidad, la perfección, la independencia, la
Obra de la Creación es directamente afirmada respecto a Dios por Las
Escrituras. Juan 1:13; Romanos 8:27; 12:2; 1 Cor. 1:1 y Efesios 1:5.

25.- ¿Qué es la Unidad?

Muy estrechamente relacionado al Atributo de la Simplicidad se


encuentra él de la Unidad. Estando la diferencia en que aún si fuese
posible mezclar

A Dios a pesar de Su Simplicidad. Él todavía sería una Unidad o uno en


Si.De igual manera la palabra Unidad debe distinguirse del hecho que
Dios Es Espíritu ya que él podría ser más que Espíritu puro y aún así
retener Su unidad.

26.- ¿Qué es la Infinidad? Atributo de Dios

Este es el Atributo de Dios que expresa una idea negativa solamente en


el sentido de que Dios es Infinito y por lo tanto no es finito.Dios
trasciende todas las limitaciones impuestas por el tiempo y el espacio. El
no puede ser aprisionado por éstas; de la misma manera Él conoce todas
las cosas perfectamente.

27.- ¿Qué es la Eternidad?

Por medio de esta palabra se expresa la relación que Dios sostiene con la
duración. Siendo Dios el autor del tiempo, no está condicionado a éste en
manera alguna. Él es libre de actuar en relación al tiempo, es igualmente
libre de actuar fuera de las limitaciones de éste: Gén.18:4; Gál.4:4.

La Palabra eternidad se usa de dos maneras:


a. Para describir aquello que ya es pasado (eternidad pasada.)
b. Pertenece a la eternidad futura.

La sola idea de la “eternidad” es demasiado amplia para el pensar


humano.

28.- ¿Qué es Inmutabilidad? Atributo de Dios

Es el estado o cualidad de ser aquello que “no es capaz de experimentar


cambio”, ya sea por aumento o disminución, desarrollo o evolución
propia;inalterable, invariable, permanente, como Dios es Inmutable.
Salmo1:2; 24-27 Mal. 3:6, Isaías 46:9-10

29.- ¿Qué es Omnipresencia o Inmensidad? Atributo de Dios

La relación que Dios sostiene con el espacio recibe la designación de


“Omnipresencia” o “Inmensidad”. Él está presente en todo lugar. Tal
noción es difícil de comprender por la mente finita. Heb.1:3; Efe.4:6; 1
reyes 8:27; Salmo 139:6 y 7:12.
30.- ¿Qué es Soberanía?

Esta es más propiamente una “prorrogativa de Dios” que un atributo y


deb toda su realidad a las perfecciones divinas que han sido nombradas.
Es él fundamento mismo de la doctrina de los decretos divinos. Salmo
50:10 ,1 Samuel 2:6-8 y Mateo 6:13.

31.- ¿Qué es el Decreto de Dios?

La doctrina del decreto divino es solamente otro método de asignar a


Dios la posición de ser la “primera causa” de todo lo que existe. Aparece
primero siendo que Dios no tiene más que un Plan. Él ve todas las cosas
a la vez:
Hechos 15:18; 1 Pedro 1:20. El Decreto de Dios es Libre
Isaías.40:13=14.

32.- ¿Qué es Predestinación

El término “predestinación” es restringido para criaturas de Dios ya sean


angélicas o humanas y prescindiendo del hecho de que en Las Escritura
ordinariamente se aplica a los buenos. Significa predeterminar el destino:
Hebreos 12:22-24; Apoc. 20:10

33.- ¿Qué es Elección?

Es aquel favor de Dios, notablemente una plena y libre salvación que es


acordada para algunos, pero no para todos .Se dice de algunos que “son
escogidos” del Señor Rom. 16:13; 2 Tes. 2:1;Efesios 1:4 y 1ra Pedro 1:2

34.- ¡Dios El Hijo: Su Deidad!

La Segunda persona de la Trinidad ha sido siempre manifestación de la


Deidad y nunca fue tan evidente tal manifestación como en la
encarnación Juan 14:9; Mateo 11:27; Juan 5:23; 2:22-23
Y le corresponden todos los Atributos Divinos, ya mencionados. No hay
ningún atributo de la Deidad que. No se le aplique a Cristo: Isaías 9:6;
Juan 1:1; 8:58; 1 Cor. 15:25; Fil. 3:21

35.- ¡Dios El Hijo: Su Encarnación!

La Encarnación se considera “con toda propiedad” como uno de los


Siete Eventos principales en la historia del Universo. El Descenso de la
“Segunda Persona” de la “Trinidad” (El Hijo), desde las alturas donde
moraba en la eternidad, para poder elevar a las criaturas humanas a la
gloria eterna: Mateo l : 22-23; Isaías 7:4; y 9:6-7; Lucas 1:30-35; Juan
1:1-2; 14 ; Fil.2:6-8; y Col. 1:13-17.

36. ¿Qué es la Kenosis?

Indica que Dios condescendió con nosotros al tomar forma humana y


hacerse un Siervo (Fil.2:7), 1 Pedro 2:24, era necesario que la Deidad
tuviera cuerpo humano, ya que tendría que ser entregado: Hebreos 2:14,
Rom.8:24.

La teoría de la “Kenosis” es generalmente un punto de vista sobre el


Auto-anonadamiento de Cristo, el cual sucedió en la encarnación, cuando
El cambió lo que pudiera llamarse su modo de existencia eterna, por el
modo relacionado con el tiempo, la forma de Dios por la forma de
“siervo o esclavo”.

37.- ¿Qué es la Unión Hipostática?

Esto tiene que ver con la naturaleza Divina y la naturaleza humana, cada
una en su forma íntegra, que son orgánica e indisolublemente unidas en
la en la persona de Cristo: Col.2:9; 1 Tim. 2:5

a.- Naturaleza Divina: Juan 5:8, 4:26 1 Juan 5:20, Romanos 9:5
b.- Naturaleza Humana. Mateo 26:38 y Hechos 2:27

Espíritu – Alma y Cuerpo.


Alma: Voluntad, sentimientos e intelecto.

38.- ¡Explique lo esencial sobre el Espíritu Santo!


El Espíritu Santo: es Dios, la Tercera persona de la trinidad. No es una
fuerza impersonal, ni una mera influencia, sino que posee una
personalidad plena y es la enseñanza clara e inequívoca de las Sagradas
Escrituras, cuando habla dice “YO”; cuando se habla a “Ella”se le dice
tú, cuando se habla de ella se dice ËL, todo en relación con una persona,
lo cual sin lugar a dudas El Espíritu Santo es.
-
Se le atribuyen cualidades personales:
a: Conocimiento: 1 Cor. 2:10-13
b: Amor : 5:5
c: Voluntad : 1 Cor. 12:11

Varios:
Escudriña las cosas de Dios: 1:Cor.2:10;
Habla Hechos 13:2; 21:11;
Intercede Romanos 8:26;
Testifica Juan 15:26;
Enseña Juran 14:26;
Guía Hechos 16:6;
Manda y nombra para los puestos Hechos 13:2-4, 20:28;
Tiene Comunión 2 Cor.13:14;
Obra Milagros Hechos 8:39 10:38.
EL MUNDO QUE HABITAMOS

PROFECÍA es un tema fascinante, pues alimenta la curiosidad innata


del hombre por conocer el futuro. Por eso es que se confunde con
adivinación y se compara con pronósticos, cayendo en ideas distintas de
lo que debemos entender por el vocablo: "PROFECÍA".

Estudiar profecía bíblica demanda entender el lenguaje que Dios usa,


creer que su voz es veraz y que sus propósitos son únicamente buscar
nuestro bien. Como introducción a esta serie llamada Profecía,
trataremos de fundamentar y explicar estos puntos básicos.

EL LENGUAJE DE LA BIBLIA

Para comprender la importancia de entender el lenguaje de la Biblia,


analicemos dos palabras que se usan en el contexto de la profecía; la
primera es: "MISTERIO".

La Biblia sugiere que hay varios y los llama: "Los misterios del reino de
los cielos" (Mt. 13:11) y aclara que es Dios quien los revela (Dn. 2:28).
Misterio, pues, es algo oculto, pero ahora revelado por Dios, siendo él
quien decide cuándo, cómo y a quién lo revela. A mí me toca estudiar la
revelación ya hecha, pues la profecía tiene sus sellos quitados con el
propósito de que pueda entenderla (Ap. 22:10).

Los misterios revelados pueden resumirse así:


1. El misterio de la piedad (1 Ti. 3:16). Nos habla de cómo Dios tomaría
forma humana y viviría entre nosotros.

2. El misterio de Cristo (Ef. 1:9,10; 3:4-7; Col. 1:26; 2:2; 4:3), del
evangelio (Ef. 6:19,20) y de la fe (1 Ti. 3:9). Nos habla de cómo gentiles
y judíos serían "coherederos y miembros del mismo cuerpo, y
copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio". Hay
que creer, guardar, y anunciar este misterio y por él se habrá de sufrir.

3. El misterio de la iglesia (Ef. 5:32). Nos enseña que hoy somos uno en
Cristo (Jn. 17:21).
4. El misterio del arrebatamiento (1 Co. 15:51). Éste nos dice que un día
seremos transformados a la imagen de Cristo en su venida.

5. El misterio de Israel (Ro. 11:25). Éste nos recuerda que Dios no los ha
despreciado ni desechado, sino que aún tiene un plan para ellos.

6. El misterio de la iniquidad (2 Ts. 2:7). Éste nos advierte que un día


operará Satanás en la tierra con libertad.

7. El misterio de la mujer, y de la bestia que la trae (Ap. 17:7). Éste se


refiere a cómo Satanás unirá estado y religión y gobernará al mundo.

Estudiar profecía es entender los misterios del reino de los cielos. Tarea
necesaria, pues somos llamados a ser administradores de los misterios de
Dios (1 Co. 4:1), y ¿cómo podremos aplicarlos para bien si no los
conocemos?

Pensemos ahora en una segunda palabra: "MUNDO". En la Biblia, esta


palabra tiene cinco significados diferentes; cuatro de éstos son en sentido
figurado. Podemos listarlos así:

a) El globo terráqueo.

b) El conjunto de hombres que lo habitan.

c) Los satisfactores temporales que existen para que los hombres suplan
sus necesidades.
d) Las costumbres de los hombres que tienen estos satisfactores en un
primer nivel de importancia.

e) Un instrumento de Satanás usado para hacer tropezar al hombre.

Anotamos con la letra correspondiente su significado en 1 Juan 2:15-17:

LA PROFECÍA Y LA BIBLIA

La profecía tiene mucho que decir en estos cinco contextos en que puede
entenderse la palabra mundo. Pero antes de buscar qué dice, veamos qué
nos dice la Biblia con respecto a la profecía.

Presentamos siete razones para estudiar profecía con detenimiento.

a) La voz de los profetas es la voz de Dios (2 P. 1:21).

b) La voz de Dios es una advertencia al hombre para escapar del juicio (2


P. 1:19).

c) Una profecía tiene, de menos, dos cumplimientos y una aplicación


(2P. 1:20).

d) Con el cumplimiento de las profecías se escribe la historia (1 Co.


10:6-11).

e) La historia es un testigo de la veracidad de las profecías (Ro. 15:4).

f) La historia es una fuente de información respecto a la voluntad, el


poder, la deidad, la justicia y la gracia de Dios (Ro. 1:18-20).

g) La profecía no nos es dada para especular sobre cuándo será el día de


su cumplimiento, sino para estar preparados (Am. 3:7,8; Mr. 13:23).

¿QUÉ ES LA BIBLIA?
También será bueno recordar que la Biblia se presenta a sí misma como
el vehículo por el cual Dios ha hecho llegar a nosotros sus profecías, y es
uno de tres testimonios que deben trabajar en armonía (1Jn. 5:8):

a) El Espíritu, que trabaja con nuestra mente para permitirnos entender la


voluntad de Dios (1 Co. 2:10-13), habiéndonos primero convencido "de
pecado, de justicia y de juicio" (Jn. 16:8).

b) El Agua (la Biblia), que limpia nuestro camino (Sal 119:9): las huellas
que dejan nuestros anhelos al irse cumpliendo.
c) La Sangre (de Cristo), que unifica nuestros esfuerzos (1 Co. 10:16), y
que motiva nuestras acciones (Heb. 12:24,28).

LÍNEAS DE ESTUDIO PROFÉTICO

Podemos observar a través de las páginas de la Biblia varios temas


proféticos, pero los queremos resumir en estos siete:

a) El trato de Dios con el hombre: Las siete dispensaciones.

b) La obra de Cristo: Purificar para sí, de toda tribu, nación y lengua,


una esposa: la iglesia.

c) La historia del pueblo hebreo: Testimonio de la fidelidad de Dios y de


la firmeza de sus pactos.

d) Satanás: Sus intenciones de perturbar el pensamiento del hombre


proponiéndole religiones falsas y filosofías vanas que lo enemisten con
Dios; así como su fin inevitable: el lago de fuego.

e) La historia de la raza humana y sus gobiernos: Una manifestación de


la soberanía de Dios y la justicia del Juez de toda la tierra.

f) El mundo que el hombre habita: Un problema administrativo donde el


hombre ha fracasado.
g) La elección y ministerio de individuos; bendiciones y juicios para ellos
y su descendencia.

Cabe señalar que muchos de estos temas ya se tocaron en otros folletos


de esta serie: Aclaraciones de Vital Importancia, y que en los presentes
artículos publicados bajo el título: PROFECÍA, los estaremos estudiando
como acontecimientos secuenciales en cinco progresiones paralelas.

Tocaremos, pues, en los artículos de esta serie los sucesos pasados,


presentes y futuros relacionados con uno de los siguientes temas:
1. El mundo que habitamos
2. La raza humana y sus gobiernos
3. El pueblo hebreo
4. La iglesia de Cristo
5. Satanás y sus ángeles
Comencemos, pues, por las profecías respecto a:

EL MUNDO QUE HABITAMOS

SUS CARACTERÍSTICAS
Es bueno observar que la Biblia habla de tres mundos diferentes (2 P.
3:5, 7,13):

Los cielos y la tierra que provienen del agua.


Estos son los que conoció Adán y existieron hasta los días de Noé,
cuando el agua fue el elemento de juicio que Dios usó y hubo
cataclismos que modificaron, sin duda alguna, la geografía del planeta
(Gn. 7:11,12; 8:2).
Los cielos y la tierra guardados para el fuego.
Movimientos de origen térmico, se piensa, fueron los que causaron los
cataclismos que destruyeron el mundo primero e hicieron nacer el
segundo. En los días de Peleg: División (Gn. 10:25) volvieron a sentirse
estos poderes (posible origen del Océano Atlántico). Temblores y sismos
continúan en aumento y continuarán hasta el fin de este mundo (Mt.
24:7). Este es el mundo presente.
Los cielos nuevos y la tierra nueva.
Estos son los que esperamos después que el mundo de hoy sea liberado y
sus habitantes juzgados (Ro. 8:21)
SU HISTORIA
La Biblia habla de siete etapas en la historia del mundo que habitamos, y
son las siguientes:

1. El mundo administrado por el hombre.


Etapa de perfección. Todo era "bueno en gran manera" (Gn. 1:31). El
Edén donde vivieron Adán y Eva.

2. El mundo como campo de la batalla de Satanás.


Etapa de corrupción. Esta etapa, así como las cuatro siguientes, continúa
hasta el final; no terminan al aparecer la siguiente. La batalla está desde
Génesis (3:15) hasta Apocalipsis (20:10). Es la batalla de Satanás contra
la simiente de la mujer.

3. El mundo es testigo de la gracia de Dios.


Etapa de juicio. Es de notarse que la primera vez que leemos de la gracia
de Dios es en el contexto de una sentencia universal (Gn. 6:7,8), cuando
Dios, por conducto de Noé, prepara un medio de salvación.

4. Un nuevo mundo, bajo nuevos pactos.


Etapa de oportunidad. El arca, reposando en Ararat, habiendo terminado
su obra; el altar humeante de un sacrificio acepto a Dios y el arco en las
nubes, hacen este cuadro hermoso de salvación y oportunidad (Gn.
8:4,20; 9:16).

5. El mundo como laboratorio del hombre.


Etapa de fracaso. La búsqueda por el hombre de caminos alternos a los
propuestos por Dios lo ha llevado a formar ciencia, tecnología y arte; ha
propuesto filosofías y propagado cultura, pero en su búsqueda ha sido
cegado por deseos egoístas de placer, poder y sabiduría y no ha visto las
manifestaciones de Dios (Ro. 1: 8-32).

6. El mundo gimiendo, esperando su liberación.


Etapa de frustración. Pensemos en esto desde el punto de vista de la
naturaleza que ha de sufrir la irresponsabilidad del hombre en cuanto a la
preservación del medio en que vive (Ro. 8:22).

7. El mundo bajo la autoridad del Rey de reyes.


Etapa de paz. El milenio, cuando Cristo reinará por mil años en la tierra y
restablecerá, no sólo un régimen de paz civil, sino también, en el
contexto ecológico, habrá cambios que hablan de paz, justicia y santidad.
Etapa de emancipación (Zac. 14:1-21).

REFLEXIÓN
Podemos preocuparnos de lo pasajero: comida, bebida y vestido; de lo
que quisiéramos fuera eterno: la naturaleza y sus recursos; o de aquello
que verdaderamente es eterno: nuestra alma (2 P. 3:11,12). Podemos
investigar nuestro entorno y formar ciencia y tecnología, o podemos
llegar a conocer el eterno poder y deidad del Creador,glorificarle y
servirle (Ro. 1:18-21). Es bueno oír el consejo del apóstol Pedro. Nos
conviene guardarnos para no ser arrastrados por el error y así caer de
nuestra firmeza. Nuestra meta ha de ser: crecer en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 P. 3:17,18).
EL MISTERIO DE LA PIEDAD (BOSQUEJO)
1ra.Timoteo 3:16

1. Dios manifestado en carne:


• Isaías7:14; 9:6-7
• Gálatas4:5
• Lucas 31:3-5
• Mateo 1;21-23
• Juan 1:14

2. Justificado en él Espíritu:
• Marcos 1:9-11
• Juan 1:12-14
• Mateo 3:15-17; 17:5

3. En Su nacimiento, tentación, agonía en el huerto


Resurrección y ascensión

4. Fue predicado.
• A los judíos en Pentecostés Hechos 2:6-10 ;4:4, 32
• A los gentiles 2da.Tesalonicenses 2:13.14 y 15

5. Creído en el mundo.
• Esto no quiere decir que todo el mundo ha creído, sino que en todo el
mundo hay “pueblo” de Dios y ya que Cristo dijo “me seréis testigos”
Mateo 28 18-20, es nuestra obligación cumplir este mandamiento, y así
habrá mucho pueblo de Dios.

6. Recibido (arriba) en Gloria.


• Su ascensión Hechos 1:9-10
• Colosenses 3:1
• 1ra.Tesalonicenses 4:16

7. Vendrá otra vez.


• Vendrá en busca de los suyos Juan 14:1-3
• Vendrá el arrebatamiento de la iglesia 1ra. Corintios 15:51-52
• 1ra.Tesalonicenses 4:16-17.

EL EVANGELIO UN COMPROMISO

Cuando predicamos el evangelio nos gusta hacer hincapié en la gracia de


Dios que ofrece salvación al hombre aunque no la merece. Nos gusta
enfatizar que se llega a ser hijo de Dios sin tener que pagar, sin tener que
observar ritos y sin que sea necesaria una serie de reformas previas a
nuestro acercamiento a él.

Todo lo anterior es cierto y damos gracias a Dios por ello. Pero al


enfatizar que la salvación es obra enteramente de Dios pudiéramos llegar
a la conclusión de que la respuesta a la pregunta del título es negativa y
que el hombre no contrae responsabilidades al creer y aceptar el
evangelio.

La vida eterna es dádiva de Dios, ¡cierto!, pero la vida cristiana es


responsabilidad del que, por gracia, recibe potestad de ser llamado hijo
de Dios.

La proclamación fiel del evangelio debe incluir suficiente información


para que se pueda responder afirmativamente a nuestra pregunta. El
evangelio sí es un compromiso serio para el que lo acepta y aun para el
que lo escucha.

Queremos señalar tres compromisos: el de creer el evangelio, el de


compartirlo y el de vivirlo.

EL COMPROMISO DE CREER
Oir una noticia nos compromete a actuar de acuerdo a ella. El que está en
peligro y sabe que hay un medio para escapar de él tiene mayor culpa
que el que ignora su condición y no sabe que hay una salida.

El apóstol Pablo nos dice que el evangelio será un factor importante en el


juicio de Dios contra aquellos que lo escucharon: Dios juzgará por
Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio
(Romanos 2:16).

La eternidad será mucho más triste para aquel que supo que había un
Salvador. El que oyó el evangelio y lo rechazó no podrá alegar que fue
pobre, ignorante, que no tuvo tiempo o ninguna otra cosa.
La condición de tal persona será como la de la ciudad sobre la que lloró
Cristo lamentando: ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus
hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
(Lucas 13:34).

Eternamente se culpará pensando: Estoy en el infierno por una sola


razón: porque no quise creer el evangelio, no quise aceptar al Salvador
provisto por Dios, a Cristo, quien murió por mis pecados.

EL COMPROMISO DE COMPARTIR
El que oye una noticia que satisface sus necesidades personales tiene la
obligación moral de compartir esa noticia. A esa conclusión llegaron
unos leprosos que se estaban muriendo de hambre ya que sus parientes
no los podían ayudar por estar en Samaria, ciudad que sufría el sitio del
ejército de Siria. Los leprosos decidieron pedir alimento a los soldados.
No temían morir en sus manos porque eso era preferible a morir de
hambre.

Al llegar al campamento lo encontraron desierto, pero había en él


abundancia de alimento. Comieron hasta hartarse y luego dijeron uno al
otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros
callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra
maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey
(2 Reyes 7:9).

El que sabe que hay peligro y no advierte a sus vecinos tiene culpa. Esto
lo dice Dios por medio del profeta: Si el atalaya viere venir la espada y
no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada,
hiriere de él a alguno... demandaré su sangre de mano del atalaya
(Ezequiel 33:6).

EL COMPROMISO DE VIVIR
Esperamos que nuestros lectores serios puedan disculpar una historia
imaginaria que vamos a relatar enseguida. Por favor lean hasta el fin. No
es fragmento de una de las telenovelas tan populares en la actualidad sino
una ilustración del compromiso que contraemos al decir sí al
ofrecimiento del evangelio y confesar a Cristo como Señor y Salvador.

DESPUÉS DE LA BODA
¡Isaac y su novia por fin estaban solos! La boda había terminado y
también la recepción. Del pastel sólo quedaban migajas. Los regalos
habían sido abiertos y admirados. Las despedidas, entre risas y lágrimas
habían marcado el fin del evento importante que señalaba el inicio de una
nueva vida y la formación de un nuevo hogar.
Iban en el auto que los llevaría al aeropuerto de donde saldrían en viaje
de bodas. La novia se alejó hasta el extremo del asiento, tan lejos como
pudo de su esposo y exclamó: –Isaac, ¡llévame a casa! –¿A casa,
Rebeca? Todavía no hemos comenzado nuestra luna de miel y tú sabes
que nuestra casa no estará lista hasta dentro de dos semanas. –Pero yo no
quiero ir a la casa que tú estás arreglando, por lo menos durante algunos
años. Quiero ir a mi propia casa, donde he vivido siempre.
Isaac miró con asombro a su esposa, pero no cabía la menor duda, ella
hablaba en serio. Sin parecer importarle los sentimientos de su marido
siguió diciendo: –Isaac, siento gusto al ser tu esposa. Nos pertenecemos
el uno al otro. Me enorgullece usar tu nombre. Pero, de veras, quiero
seguir viviendo en mi casa, igual como he vivido hasta ahora. Nos
veremos una vez a la semana; pero dejar mis amigos, mis ocupaciones,
mis costumbres para vivir contigo, ¡no señor! –Quiero que sepas que te
amo– continuó –Te he recibido como esposo, ¿no es verdad? Te
pertenezco hasta que la muerte nos separe, pero no permitiré que tú
cambies mi estilo de vida, ni intervengas en mi vida privada.

¿Qué opina usted de este arreglo? ¿Es un verdadero matrimonio lo que


quiere Rebeca?
Es una burla entrar en un contrato de matrimonio y querer que todo siga
como antes. Aceptar a una persona como esposo es una unión completa.
La vida diaria, lo dulce y lo amargo; las circunstancias del presente y los
propósitos y anhelos para el futuro, todo se comparte. El matrimonio es
un compromiso serio y solemne.

Así sucede con la persona que acepta a Cristo como Señor y Salvador.
Pero lamentablemente, hay muchos que dicen ser cristianos y mantienen
una actitud exactamente como la de Rebeca. Dicen con sus hechos, lo
que tal vez no se atreverían a decir con palabras como estas:
–Señor Jesús, yo te acepté como Salvador. Gracias por haberme salvado,
pero ahora déjame en paz. Me gusta el estilo de vida que he llevado hasta
ahora. –Espero que me ayudes cuando me meta en problemas, que me
cuides si me enfermo y suplas todas mis necesidades. Por supuesto,
cuando muera quiero ir al hogar que tú estás preparando, pero espero que
eso sea hasta dentro de muchos años porque hay tantas cosas que quiero
hacer antes. Por ahora, si mis ocupaciones me lo permiten, trataré de ir a
la iglesia a lo menos una hora el día domingo porque sé que es mi deber
como cristiano, pero tú sabes que te quiero aunque no vaya.

¿Es realmente de Cristo la persona que piensa así? ¿Merece llevar el


nombre de Cristo? Muchas veces encontramos en la Biblia que el
matrimonio es una ilustración de nuestra relación con Cristo. En Génesis
hay una historia muy diferente a la que contamos líneas atrás. En Génesis
24 vemos cómo el siervo de Abraham habla a Rebeca acerca de Isaac,
convenciéndola de que su amo la recibiría, la amaría y sería capaz de
suplir todas sus necesidades.

Cuando llegó el momento de decisión la pregunta fue: ¿Irás tú con este


varón? Y ella respondió: Sí, iré (Génesis 24:58). Lo que hizo el siervo de
Abraham lo hace con nosotros el Espíritu Santo. Él dirige nuestra mirada
a Cristo y nos convence de su amor que lo llevó a morir por nuestros
pecados en la cruz. Nos habla de su resurrección, de su poder, riqueza y
gloria. Entonces nos dice: ¿Quieres recibir a Cristo y confesarle como
Señor? Muchos hemos respondido: Sí, lo haré.
Pablo escribe a los creyentes de Roma y les dice: Porque la mujer casada
está sujeta por la ley al marido mientras éste vive;... así también vosotros,
hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para
que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos
fruto para Dios (Romanos 7:2-4). Cuando una persona recibe a Cristo,
desde ese momento queda unida con aquel que resucitó de los muertos y
puede cantar Ahora soy de Cristo, Mío también es él. No sólo por el
tiempo aquí, Mas por la eternidad. Es hermoso disfrutar esta relación y
tener esta seguridad, pero recordemos que hay un propósito en todo esto.
El apóstol escribió: A fin de que llevemos fruto para Dios. Regresemos a
nuestra pregunta inicial. El evangelio: ¿un compromiso?
Esperamos que después de esta lectura la respuesta sea: ¡Claro que sí! Es
un compromiso serio y solemne, que debo vivir.

LENGUAS Y PROFECÍAS

1 Corintios 14:1
-“Seguid el amor; y procurad los dones espirituales…”
-La superioridad del amor a todos los dones sobrenaturales se resalta en
la elocuente definición del amor que se encuentra en el capítulo trece de
1 Corintios.

Aplicación al presente. El afán con que algunos creyentes del tiempo


presente persiguen los dones, en particular, el de “lenguas extrañas”, da
lugar a pensar que, para ellos, el amor es secundario.

El amor nunca deja de ser; en cambio, es limitada la duración de los


dones “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y
cesarán las lenguas, y la ciencia acabará” 1 Corintios 13:8. Por
consiguiente, la exhortación “procurad los dones” puede obedecerse solo
durante el tiempo que estén disponibles los dones sobrenaturales. Al no
estar disponibles, ¿con qué razón o lógica procurarlos? ¿”Procurad”
cuáles dones? “Procurad, pues, los dones mejores” aconseja en apóstol
Pablo en 1 Corintios 12:31. ¿Solo “los… mejores” y nunca los demás?
Observa el mismo apóstol que hay “diversidad de dones… Pero a cada
uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios
12:4-7), explicando que todos los miembros, con sus diferentes
funciones, son necesarios (1 Corintios 12:12-30). A la iglesia del primer
siglo de la Era Cristiana le hacía falta todos los dones para lograr la
organización autorizada por Dios, como también para llevar a cabo su
misión y crecer hasta llegar todos “a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). A los cristianos de
Corinto se les concedía la libertad de solicitar dones, aconsejándoles
Pablo que solicitaran “los… mejores”, pero el Espíritu Santo
administraba y repartía los dones (1 Corintios 12:4-10), y, por lo tanto,
cada cual debía conformarse que el don que le plació al Espíritu
conferirle, utilizándolo “para provecho”, sin envidia o resentimiento,
porque “Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo,
como él quiso” (1 Corintios 12:18). Es como Dios dijera: “Hay
diversidad de dones. Tú puedes indicar tu preferencia, pero la
determinación final es nuestra, conforme a la necesidad y tu habilidad”.

Aplicación al presente. Quienes procuran dones hoy día, solicitan, casi


exclusivamente, (1) lenguas, (2) sanidades y (3) profecías. ¿Quién
solicita (1) don de sabiduría, (2) don de ciencia (conocimiento espiritual),
(3) don de fe, (4) don de hacer milagros, (5) discernimiento de espíritus o
(6) interpretación de lenguas? “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca
de los dones espirituales” escribe Pablo, introduciendo el tema en 1
Corintios 12:1. ¿Será que muchos creyentes del presente ignoren ciertos
aspectos importantes de los dones, por ejemplo, que todos los dones eran
necesarios para la formación completa de la iglesia en el molde hecho
por Dios? No luce sabia la obsesión de muchos solo por “lenguas,
sanidades y profecías”.

Algunos cristianos en Corinto ya tenían dones. “Cuando os reunís, cada


uno… tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene
interpretación” (1 Corintios 14:26). ¿Por qué animar a la iglesia a
procurar más? Quizás para completar, extender o multiplicar los
ministerios esenciales, con la meta de llevar la congregación a la
madurez. ¿Crecía la iglesia en número? Al crecer, le haría falta más
miembros capacitados para ayudar, administrar, adoctrinar, planificar,
efectuar obras, edificar. La iglesia en Corinto no disponía de todos los
veintisiete libros inspirados que componen el Nuevo Testamento
completo y perfecto. Para ella, “lo perfecto” no había llegado, ni hablado
ni escrito. Conocía en parte; profetizaba en parte. Era como niño. De
hecho, la iglesia era joven, no contando con miembros de largos años de
experiencia en los asuntos del reino espiritual. Necesitaba todos los
dones para perfeccionarse en todo detalle. Pues, convenía procurarlos, en
particular, los más útiles para edificar. A propósito, los que ya tenían
dones los habían recibido, indudablemente, a través de la imposición de
las manos del apóstol Pablo, el fundador de la congregación en Corinto,
pues “por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu
Santo” (Hechos 8:14-18), es decir, los dones.

¿Siempre recibía algún don todo aquel que solicitara? Tener el derecho
de solicitar no es garantía absoluta de ser complacido. Cualquiera que sea
la petición, la voluntad de Dios es decisiva (2 Corintios 12:7-10).
¿Tenían dones sobrenaturales el hermano en Corinto que adulteró con la
mujer de su padre (1 Corintios 5:1-5), los hermanos que eran “de menor
estima en la iglesia” (1 Corintios 6:4), los hermanos débiles (1 Corintios
8:8, 11-12), los que se embriagaban en la Cena del Señor (1 Corintios
11:20-22) o los que recibían “otro espíritu” u “otro evangelio” (2
Corintios 11:4)? Muy dudoso, ¿no le parece?
-“Pero sobre todo que profeticéis.”
-¿Por qué procurar el don de profecía más que cualquier otro? “Porque…
el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y
consolación” (14:2-4). EDIFICAR a la iglesia es el tema central de 1
Corintios, el capítulo catorce, y no “hablar lenguas”.
-“El que profetiza, edifica a la iglesia”. (14:4).
-“Para que la iglesia reciba edificación” (14:5).
-“Pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para
edificación de la iglesia” (14:12).
-“Porque tú… bien das gracias; pero el otro no es edificado” (14:17).
-“Prefiero hablar cinco palabras… para enseñar también a otros, que diez
mil palabras en lengua desconocida” (14:19).
-“Hágase todo para edificación” (14:26).
-“Podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos
sean exhortados” (14:31).

Ha de ser muy evidente para todo lector inteligente y espiritual que el


propósito principal de los dones era EDIFICAR, recalcamos y
subrayamos, EDIFICAR a la iglesia. “Procurad abundar en ellos.” ¿Para
qué? “Para edificación de la iglesia” (14:12). No para “alabar a Dios”, no
para “entretener a los congregados”, no para “sentirse el cristiano en
comunión con Dios” ni “elevarse en éxtasis”, tampoco para impresionar
a los inconversos, sino para EDIFICAR a la iglesia. Lejos de instar a
todo cristiano a “hablar lenguas”, lejos de exigir “lenguas” como “sello
del Espíritu”, el apóstol Pablo enfoca la “edificación de la iglesia” como
lo más importante.

Aplicación. Muchos maestros espirituales del presente enseñan que el


propósito principal de los dones es capacitar al cristiano para “alabar a
Dios”. Su equivocación es transparente, engendrando una manada
alborotada de errores sobre el Espíritu Santo, “alabanzas” y “señales”.

1 Corintios 14:2
“Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios;
pues nadie le entiende…”
¿Por qué “no habla a los hombres”? La razón se identifica enseguida en
el mismo versículo: porque “nadie le entiende”. Y, ¿por qué “nadie le
entiende”? Se sobreentiende que porque habla un idioma que ninguno de
los presentes entiende.

El don de “diversos géneros de lenguas” (1 Corintios 12:10) le capacita


para predicar el evangelio a personas nacidas en lenguas (idiomas) que el
poseedor del don no sabía hablar. Al recibir el don sobrenatural, al
instante puede hablar a perfección idiomas que jamás había hablado.
En el día de Pentecostés, los apóstoles, “hombres sin letra y del vulgo”
(Hechos 4:13), al recibir el don, pudieron anunciar “las maravillas de
Dios” en las lenguas natales de la multitud multinacional que se juntó,
para gran asombro de los oyentes, quienes exclamaron: “¿Cómo, pues,
les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos
nacido”? (Hechos 2:1-13).

“Las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos”
apunta Pablo para los corintios (14:22), señal impugnable y convincente,
como en Pentecostés, y medio sin igual que facilita, en el momento, la
predicación del evangelio a inconversos de otros idiomas. Ya que son
para “los incrédulos”, ¿con qué justificación hablarlas cuando “toda la
iglesia se reúne en un solo lugar” (14:23)? No existe una razón de peso, a
menos que a la asamblea entraran indoctos o incrédulos que no
entendieran el idioma de la iglesia local. Corinto era una ciudad
importante de Grecia, y del Imperio Romano. Su población para el
primer siglo de la Era Cristiana se calcula entre cien mil y medio millón.
“La ciudad de Corinto cobró gran importancia como un centro de
comercio y transporte internacional, con negocios de trasbordo o venta
de mercancías, así como de recolección de tarifas e impuestos. Eventos
deportivos de la envergadura de los Juegos ístmicos bienales atraían a
Corinto gran cantidad de aficionados, y este turismo deportista generaba
importantes ingresos para los comerciantes y artesanos de la región. Gran
número de comerciantes y hombres de negocios (más unas cuantas
mujeres de negocios) viajaban a menudo entre Corinto y las otras
ciudades principales del imperio” (Nuevo diccionario ilustrado de la
Biblia, Caribe, Página 217).

“En una colonia romana como Corinto el idioma oficial fue el latín, y la
gran mayoría de las inscripciones públicas encontradas por los
arqueólogos emplean el idioma del imperio. Sin embargo, el griego
perduró como el idioma del pueblo, y fue en el dialecto popular (no
literario) de este idioma que Pablo escribió sus cartas a la iglesia de
Corinto” (Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, Caribe, Página 218).

Pues, pasaban por las calles de Corinto gran número de extranjeros de


todo el vasto Imperio Romano, hablando distintos “géneros de lenguas”:
egipcio, árabe, latín, asirio, arameo. El griego era el idioma de la
congregación en Corinto, pero ¿cuánta gente extranjera de otros idiomas
la habrán visitado? ¿Quedarían tales almas sin instrucción espiritual?
Precisamente, el “don de lenguas” fue dado para hacer posible
comunicarles el evangelio en su propio idioma.

¿Qué problemática surgió en la iglesia de Corinto? El poseedor del don


de lenguas se extralimita en el uso de su poder, obviando su propósito
principal y violando directrices que dicta hasta el sentido común de lo
correcto. Su don es para los incrédulos, pero él se para en la
congregación, pide la palabra, o tal vez ni siquiera la pida, y procede a
hablar en un idioma que los presentes no entienden. Quizás hable aun
mientras otro esté hablando, pues tanto el 14:23 como el 14:27 implican
que algunos cometieran semejante contravención inexcusable de la ética.
Tiene potestad sobre el uso de su don, tal cual tenían los profetas sobre el
suyo (14:32). Puede callarse (14:28). El Espíritu Santo no es quien lo
mueva a hablar. ¿Podría callarse el poseedor del don de lenguas si el
Espíritu actuara en él independientemente de su voluntad? El Espíritu le
dio el don, pero cuándo y ante quiénes lo emplee, lo determina su
poseedor.

En Corinto, el poseedor del don decide usarlo en la congregación. Ha


recibido el poder, y con el poder un mensaje inspirado. El “mensaje”, se
sobreentiende, es, principalmente, para los incrédulos, ya que las lenguas
son para los incrédulos (14:22), pero él se empeña en presentárselo a la
iglesia, decisión falta de sabiduría que Pablo reprocha con tacto, pero con
argumentos sólidos, una y otra vez en el capítulo catorce. La situación en
Corinto se volvió, de verdad, caótica, pues es evidente que unos cuantos
que poseían el don de lenguas tomaron la misma decisión
contraproducente. “Si… todos hablan en lenguas… ¿no dirán que estáis
locos?” (14:23).

¿Qué motiva al poseedor del don de lenguas en Corinto a usar su don en


medio de circunstancias donde debía callarse? Podemos especular,
guiados por serios fallos espirituales que Pablo señala en los corintios,
por ejemplo: deseo de lucirse frente a la congregación, jactarse, alabarse
a sí mismos, gloriarse; tendencias hacia el envanecimiento, de mirar “las
cosas según la apariencia” (1 Corintios 4:7-21; 2 Corintios 10:7-18).
“¡Miren!, que el Espíritu me ha dado el don de lenguas, y quiero que
sepan todos que yo he sido favorecido, y para que lo vean, ¡voy a usarlo
en la congregación, aunque no me entienda nadie!” ¿Inmadurez,
egoísmo, vanidad? Sí, de acuerdo, pero poseer el don no aseguraba que
el poseedor tuviera también todos los atributos espirituales
perfeccionados, tal como ser “apóstol” no garantizaba que el privilegiado
actuara siempre con madurez, sabiduría y honra (Gálatas 2:11-18).

Aplicación. Hasta el sol de hoy, hay cristianos dotados de ciertos talentos


o rasgos de carácter, por ejemplo, soltura o elocuencia en el habla,
carisma o dinamismo natural, que no saben cuándo conviene callarse.
Intranquilos y atrevidos, piden la palabra o agarran el micrófono cuando
lo correcto sería guardar silencio. No faltan quienes hablan aun mientras
esté hablando el maestro o predicador.

Que conste: “nadie le entiende”, no porque hable lenguas extáticas,


angelicales o jerigonzas, sino porque habla un idioma que los oyentes no
entienden.
Debe hablar “a los hombres...”, diciendo “palabra bien comprensible”
(14:9), pero al hablar en su presencia algún idioma que no entiendan “no
habla a los hombres… pues nadie le entiende”.

¿Está enseñando Pablo que las “lenguas extrañas” no son para los
hombres, que no se dirigen a los hombres, que el don de lenguas no fue
dado para beneficio de los hombres, que su propósito principal es para
alabar a Dios? Negativo, ¡en absoluto! Todo lo contrario: el sentido de
toda la instrucción sobre “lenguas” en el capítulo catorce es que han de
edificar a los hombres, bien sean incrédulos o creyentes. Esta verdad se
resalta cada vez más a medida de que progrese la exposición, hasta
quedarse completamente clara e irrefutable.

“No habla a los hombres, sino a Dios.” Y, ¿por qué a Dios? Porque en
tales circunstancias, ¡Dios es el único que le entiende! Los oyentes
humanos en la congregación no le entienden, pero Dios también está
presente en Espíritu, le oye y le entiende, pues entiende todo idioma.
Ahora bien, ¿a Dios le hace falta que los cristianos en la tierra le
edifiquen, sea por el idioma o dialecto que sea? El propósito de las
lenguas debe ser comunicar “revelación… ciencia… profecía, o…
doctrina” (14:6), pero, ¡bendito!, Dios mismo es el autor de toda
revelación, ciencia (conocimiento espiritual), profecía y doctrina.
Entonces, el que habla en lenguas no entendibles para sus oyentes
humanos, termina hablando solo “a Dios”, quien es el único que le
entiende, siendo, además, ¡el único que no necesita instrucción!

El lector atento e inteligente observa que el texto dice: “Habla… a Dios”.


No dice “alaba a Dios”; tampoco “gime alabanzas a Dios”, sino “habla”.
Al decir “habla… a Dios”, no se trata de “lenguas para alabar”, “lenguas
extáticas de alabanza”, “lenguaje de alabanza dado por el Espíritu” o
“lenguaje misterioso de alabanzas”. Cero apoyo tiene este concepto de
“lenguas” en el capítulo catorce. Es invención de William J. Seymour y
sus simpatizantes que fundaron el tipo de pentecostalismo popular del
presente en Los Ángeles, California, Estados Unidos de América, a
principios del siglo veinte.

De cierto, este versículo nada tiene que ver con “alabar a Dios mediante
lenguas extáticas o angelicales”, pero ya que muchos insisten que sí con
terquedad obstinada nos detenemos para indagar un poco más. Con raras
excepciones, los avivados (pentecostales, carismáticos) confiesan que no
saben lo que dicen cuando “alaban con lenguas”. Si no entienden lo que
dicen, ¿qué valor tiene su acción ante Dios? Sonidos salen de la boca, a
menudo, en medio de gemidos, llantos y griterías, pero ni el intelecto ni
el espíritu del adorador comprende su mensaje. Asimismo llegan, según
se asegura, a los oídos de Dios; sonidos misteriosos e incomprensibles
que el Espíritu Santo dio al adorador, dicen. O sea, pasan del Espíritu
Santo, a través del adorador avivado como medio, revolcando sus
emociones, pero oculto su significado a su intelecto. Llegan a los oídos
de Dios, quien descifra su mensaje, agradándole inmensamente tales
“alabanzas”. ¡Excepcional ¡Curioso en extremo! ¿Por qué no eliminar al
adorador avivado, ya que las “alabanzas” no son iniciativa suya sino del
Espíritu Santo, y dado que tampoco entiende su contenido?

¿Hemos de creer que a Dios le agraden las alabanzas de adoradores que


no entienden lo que dicen? No hay precedente o mandamiento en el
Nuevo Testamento para ellas. El Dios que es la máxima expresión de
inteligencia, que nos creó a su imagen, que alaba infinidad de veces en
las Sagradas Escrituras el conocimiento, el entendimiento y la sabiduría,
¿goza con las alabanzas de quienes ignoran lo dicen? Realmente,
¡inconcebible! Dios no pide tales alabanzas, ni las facilita mediante su
Santo Espíritu. Reiteramos: son la creación de William J. Seymour y la
nueva iglesia “pentecostal” que formó en Azusa Street, Los Ángeles,
California. En su empeño desesperado de “hablar lenguas” recibieron el
falso “don” de “lenguas extáticas”. Ya que estas no comunicaban ningún
mensaje entendible, para justificarlas concibieron la idea de
representarlas como “lenguas misteriosas de alabanza”, doctrina
“avivada” que satisface solo a los ingenuos que desconocen o
malinterpretan la verdadera “sana doctrina”, “la doctrina de Cristo” (1
Timoteo 4:16; Hebreos 6:1).

“Aunque por el Espíritu habla misterios.”


-La frase no lee “habla lenguas misteriosas” sino “habla misterios”.
Tampoco dice “alaba mediante lenguas misteriosas” sino “habla
misterios”.
-En el Nuevo Testamento, “misterios” identifica los designios y el plan
de Dios para salvar a la humanidad a través del sacrificio de su Hijo,
“misterios” estos conceptos para el incrédulo, el hombre natural y “los
príncipes de este mundo” (1 Corintios 2:7-16), pero no para el espiritual
y entendido.
-“Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la
cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que
ninguno de los príncipes de este siglo conoció” (1 Corintios 2:7-8).
-“Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y
administradores de los misterios de Dios” (1 Corintios 4:1).
¿Administraban "lenguas de alabanza"? Más bien, administraban el
evangelio de reconciliación.
-“Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito,
el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en
Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:9-
10). Lo que se da a conocer, y se entiende, ya no es misterio en el sentido
de ser oculto o incomprensible.
-“Que por revelación me fue dado el misterio… leyendo lo cual podéis
entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo” (Efesios 3:3-
4). El “misterio” revelado y entendido ya no es misterio.
-El poseedor del don de lenguas recibía, juntamente con el poder, el
mensaje inspirado que debía proclamar. El Espíritu Santo dio el don, y
también el mensaje. Por lo tanto, el que hablaba lenguas (idiomas) “por
el Espíritu” también comunicaba los “misterios”, es decir, las enseñanzas
inspiradas, reveladas por el mismo Espíritu, enseñanzas entendibles para
el oyente que entendía el idioma
LA APOSTASÍA, SEÑAL DEL ULTIMO TIEMPO

Nuestro Señor Jesucristo manifestó que antes de su venida, habría


confusión, falta de fe, falsas doctrinas y que lobos rapaces trataran de
devorar su rebaño y enseñorearse de su iglesia, con toda clase de
sutilezas y engaño.

Esta reflexión no pretende crear rivalidad entre cristianos o


denominaciones cristianas, pero si exponer con claridad que hay una fe
que fue dada a los santos y que si nos callamos, las piedras hablarán.
Muchos talvez por falta de conocimiento o por temor a represalias, no
hablan ni denuncian los abusos y lo anti-bíblico en las iglesias de la
actualidad, pero hay otros que por conveniencia son cómplices.

Los cristianos verdaderos que temen a Dios y aman su Palabra, no


comparten la impiedad creciente en la cristiandad y cuando denuncian lo
que Dios abomina, son blasfemados, calumniados, dejados de lado y
hasta injuriados desde las sombras de la cobardía y la mala fe, porque
generalmente los desleales a la causa de Cristo, no dan la cara.

Todo cristiano honesto y conocedor de la Palabra de Dios, no puede


ignorar el perfil de los inmediatos discípulos del Señor Jesús. El Nuevo
Testamento revela como funcionaban las comunidades cristianas
primitivas. Aquellos cristianos, fieles seguidores de nuestro Señor, no
ostentaban títulos para sí, no usaban la buena fe de la gente, no
alimentaban su ego. Pero en nuestros días hay muchos líderes sin
escrúpulos que embaucan a otros usando la palabra de Dios, la cual es
medio de gracia y alimento del alma. No en vano los reformadores
protestantes lucharon espiritualmente, para que la Biblia fuera luz y guía
de los creyentes llamados por el Santo Evangelio.

Es Necesario recordar los tres principios fundamentales de la reforma:


1) La supremacía de las Escrituras sobre cualquier tradición,
2) La supremacía de la Fe sobre las obras y
3) La supremacía del pueblo cristiano sobre su sacerdocio o clero
exclusivo. Juan Calvino dijo que donde quiera que se predica la Palabra
de Dios y se administran correctamente las Sagradas Ordenanzas, allí
está la “iglesia”.
La Iglesia del Señor, tanto universal como a escala local, no tiene otra
cabeza a no ser el Cristo Glorificado, que la compró con su preciosa
sangre, y la guía por su Espíritu Santo.

El Nuevo Testamento revela que los ancianos y diáconos eran apartados


para ministrar en la iglesia loca; los primeros apacentaban el rebaño y los
otros cuidaban de lo material de los pobres y las viudas.

Cuando determinados individuos tratan de subyugar bajo el mando con


supuestas revelaciones, a otros siervos de Dios, arrogándose para sí
mismos, la autoridad de los profetas y apóstoles de la Biblia, tuercen las
escrituras y pervierten el orden establecido por Dios. A través de la
historia, amplios sectores cristianos han ido a la ruina o degradación por
este motivo.

Esto no nos debe sorprender, porque los escritos apostólicos dan a


conocer que vendrían falsos maestros, en sus propias concupiscencias,
haciendo portavoces de Dios par la iglesia, con revelaciones que tratan
de someter a los cristianos, como si la Palabra de Dios, no fuera
suficiente regla de fe y conducta para los escogidos. No en vano el
apóstol Pablo advirtió, que aunque un ángel del cielo, nos anunciara otro
evangelio SEA ANATEMA.

A estas latitudes han llegado últimamente, toda clase de movimientos


seudo-espirituales que tratan de cautivar a los incautos de las iglesias
cristianas evangélicas. Algunos con promesas de prosperidad material
inmediata y curanderismo, usando terminología bíblica fuera del
contexto, engañando a la gente y empleando el fetichismo (objetos
bendecidos), para que las personas vean y toquen para recibir una gracia,
lo que es idolatría. pero lo que más entristece, es ver como se prolifera en
las iglesias, una parodia o remedo del culto la Señor presentando en la
sencillez del culto neo testamentario.

Hoy se recurre a la sensualidad y el entretenimiento, ocasionando a


cantores y predicadores, siendo características de los shows evangélicos
importados. Tenemos también enseñanzas totalmente extrañas a la
revelación, que tanto confunden a la gente, como ser: regresiones,
quiebra y quema de maldiciones, psicosis con guerras espirituales,
triunfalismo, teología de la prosperidad, manía de mandar a Dios, etc.,
todo lo cual ha profanado la verdadera adoración en el culto divino. A
ese tipo de iglesia el Señor vomitará de su boca.

Si hubiere que admitir estas enseñanzas, sin poner cuidado, de que nos
serviría ser tantas veces y tan cuidadosamente avisados por boca del
Señor, que no oigamos a los falsos profetas “No escuchéis” nos dice
Jeremías, “las palabras de los profetas que os profetizan, os alimentan
con vanas esperanzas; hablan visiones de su propio corazón, no de la
boca de Jehová” Jer. 23:16.

Por esto no hay razón para que quieran atemorizarnos con sus títulos,
para hacernos participes de su ceguera, porque el Señor nos avisó en su
Palabra. Porque si es verdad la respuesta de Cristo, que muchos son cieg
MAS CRECED EN LA GRACIA

"Mas Creced en la Gracia"


Por Mariano González V.

Prosiguiendo mi afición anual de plantar vegetales en el patio de la casa,


puse una vez en la tierra una pequeña matita de tomate. Varios días
después regresé para visitarla. Quería deleitarme con el crecimiento que
hubiera tenido. Pero grande fue mi sorpresa al notar que la plantita nada
había progresado, ni un solo milímetro. Todo lo contrario, se había
secado completamente. Una vez más tuve que recordar que las cosas
muertas no crecen. Cuando S. Pablo exhorta a los cristianos a "crecer en
la gracia", está dirigiéndose a entes vivos físicamente. En ellos la Gracia
de Dios ha implantado ya la vida de Dios, o sea vida espiritual, por tanto,
están también vivos para Dios.

Han nacido de nuevo del agua y del Espíritu y como están vivos tienen la
capacidad de crecer en el Señor. En otra ocasión, planté unas matitas de
tomates más creciditas que las anteriores. Estas tenía de 4 a 6 pulgadas
de alto.

Cuando fui a visitarlas a la mañana siguiente, noté que las liebres o los
conejos le habían comido las hojas, las tiernas ramitas, y la mayor parte
de los frágiles tallitos. Decidí que era mejor arrancarlas y comenzar de
nuevo. Al traer otras plantitas, les hice primero un cerco de malla
metálica a fin de protegerlas de estos roedores. Ahora podía reirme de las
liebres que por más que trataron no pudieron hacer de las suyas puesto
que no podían meter el hocico por la malla metálica. En la vida espiritual
también hay muchas liebres que atentan contra el progreso del cristiano.
Por cierto, hay un liebrón, grandón y poderosón. Se llama Apolión, y se
apellida Abadón. Este ente maléfico trata continuamente de cortar las
ramitas de las virtudes cristianas que el Espíritu de Dios reproduce en
nosotros. Procura comerse, si pudiera, el tallo mismo de la vida
espiritual. Dije que trata y procura, porque Apolión no puede hacer todo
lo que quiere. Su habilidad maligna tiene límites que Dios le ha puesto.
Por una, no tiene permiso para destruir a los hijos de Dios.

El Espíritu Santo que nos ha bautizado y sellado hasta el día de la


redención es mayor que este espíritu maligno que está en el mundo y con
toda autoridad lo mantiene a raya. El diablo no puede destruir lo que es
posesión del Espíritu de Dios. Al nosotros dejar que el bendito Espíritu
se posesione por entero de nuestras vidas, obtenemos la victoria sobre
este liebrón que estará siempre a la procura de devorarnos. Volviendo a
los tomates, en otra ocasión noté que las tiernas hojitas de mis plantas se
encogían como si fueran a enrollarse. Luego se ponían negras, y al fin se
caían ya resecas.

Las plantitas hacían poco o ningún progreso. Estaban vivas, sí, pero
enfermas. Supe entonces que había una plaga que estaba acabando con
las plantitas de tomate en mi vecindario. En el plano espiritual sucede lo
mismo. Algunos de los hijos de Dios se enferman con las plagas que
envenenan el ambiente en que desarrollan sus vidas espirituales.

Sucumben ante la plaga de la crítica, la murmuración, los celos, la


envidia, los pleitos, la inconformidad, los malos pensamientos, y otras
plagas más. Estas destruyen el fruto del Espíritu que suponen exhibir.
Por otra parte, he visto a través de los años el buen efecto que tiene el
fertilizante o abono aplicado a las matitas. Las plantitas crecen más
rápido, más robustas, más verdes, y producen mayor cantidad y mejor
calidad de frutos. Los tomates son más grandes, muy carnosos, bien
jugosos y más bonitos. En la vida espiritual existe la misma proporción.

El fertilizante del estudio de la Biblia, el abono regular de la oración, la


comunión y compañerismo de la iglesia y el testimonio cristiano,
promueven el crecimiento rápido, lozano, y robusto del cristiano y lo
hacen fructificar abundantemente. Por todos es sabido que el árbol se
conoce por su fruto. Un naranjo nunca producirá algarrobas, y a la
inversa, un algarrobo nunca producirá naranjas. El árbol cristiano
produce el fruto del Espíritu. La Biblia dice que el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza. Estos son los tomates, las naranjas, las manzanas espirituales
que engalanan la planta cristiana. Las buenas obras también forman parte
del fruto que supone producir el cristiano. Otros frutos esperados son los
engendros espirituales que estos tengan, o sea las almas que ganen para
el Reino de Dios mediante un activo y militante evangelismo personal.
Pero la planta que ya se ha resecado, no produce frutos sino los frutos de
muerte. La Biblia llama a estos frutos negativos: "las obras de la carne" y
las enumera como: envidia, homicidios, borracheras, orgías, herejías,
disensiones, contiendas, iras, celos, pleitos, enemistades, hechicerías,
idolatría, lascivia, inmundicia, fornicación, adulterio y cosas semejantes
a estas. Por consiguiente, lector nuestro, declaro con la autoridad de las
Santas Escrituras, como repetidamente ya he declarado en otros artículos,
que los que practican tales cosas no herederán el reino de Dios. Las cosas
enumeradas son obras de la carne, no frutos del Espíritu, y la Biblia dice
que los que están en la carne "no pueden agradar a Dios". Sea pues
evidente a todos que sólo las plantas vivas pueden reverdecer, crecer,
florecer, echar frutos. Las plantas muertas no progresan. Déjeme llamarle
la atención, seriamente, al asunto siguiente: Si todo lo que hay en su vida
es fruto de la carne, su única esperanza es la de ser cortado y echado en
el fuego. Por tanto, examine con toda seriedad y con la más entera
sinceridad delante de Dios la CLASE DE FRUTO que la planta de su
vida produce.

Determine ante Dios si en verdad usted está muerto en delitos y pecados,


creyéndose vivo, si en realidad necesita la regeneración del Espíritu de
Dios que instituya la vida espiritual en su interior. Jesucristo anunció
durante su visita a la tierra que había venido a los hombres para que
"tengan vida, y para que la tengan en abundancia". En el postrer y gran
día de la fiesta Jesús se ponía en pie para ser visto, y decía en alta voz
para ser oído, y ofrecía a todos para ser creído, el agua que refresca,
satisface y vivifica. Ofrecía esta agua en los términos más atractivos.
Decía El: "Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí,
como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán por su ser". Ponga a un
lado este artículo. Arrodíllese ahí mismo donde se encuentra y con toda
sinceridad y auténtico arrepentimiento dígale al Señor en oración: Señor,
soy un árbol sin fruto. Sin fruto espiritual, porque el fruto que doy es
fruto carnal. En este momento, vengo a tu Hijo Jesucristo para tomar del
agua de vida de balde. Quiero ser una planta de fruto espiritual plantada
junto a arroyos de agua de vida, que da su fruto a su tiempo y su hoja no
cae. Perdóname. Acéptame. Recibo a tu Hijo Jesucristo en mi corazón
como mi Salvador personal. Ayúdame a vivir, de ahora en adelante,
como un verdadero cristiano. Por Jesucristo te lo ruego

Anda mungkin juga menyukai