Concepto de Inversión
Se entiende tradicionalmente como inversión el gasto que se realiza con el propósito de obtener
un beneficio económico o social, esto sugiere la inmovilización de importantes capitales en
adquisiciones de planta y equipos.
Según Basagaña J. 1992, el objetivo de tales inversiones involucra en general un principio similar
al que guía la función financiera, esto es maximizar la riqueza de los propietarios y reconocer
ambientes estratégicos que deban ser compatibles, tales como la participación esperada en el
mercado, las metas de crecimiento, etc.
Reservando así la denominación de inversión estratégica para aquellas de las cuales depende el
futuro crecimiento de una compañía. El concepto de inversión sufrió una evolución conceptual al
extenderse su definición a todas las decisiones que implicaran un uso de fondos con el objetivo de
tener una rentabilidad.
Decisiones de inversión.
Decisiones de financiación.
Decisiones de políticas de dividendos y capitalización propia.
Las decisiones de inversión deben ofrecer una tasa de rentabilidad superior al costo de capital que
sea necesario para su ejecución.
Las decisiones de nuevas financiaciones deben tener un costo menor al rendimiento que se
obtendrá en la disposición de dichos fondos.
Las decisiones sobre dividendos y estructura de capitalización deben intentar mantener una
imagen positiva frente al mercado de inversores para de esta forma proyectar mayor confiabilidad
sobre sus ganancias y menor riesgo de quiebra.
Idea y anteproyecto
Gracias al surgimiento de una necesidad insatisfecha, se crea una idea de realizar una inversión,
con el propósito de satisfacerla. En esta idea preliminar es común encontrar muchos rasgos del
proyecto definitivo, como son el tamaño aproximado de la planta, forma básica de producción,
posible localización, etc.
En esta etapa la inversión de dinero no es muy significativa, pero las etapas subsiguientes de
formulación requieren de inversiones ascendentes, por lo que es necesario analizar muy bien la
idea, e ir decidiendo en cada etapa si es viable continuar o no. Es por esta razón que se avanza
gradualmente en la evaluación del proyecto.
Además de la necesidad de reunir gradualmente mayor información sobre la futura obra, se sitúa
entre el estudio de la idea y del proyecto definitivo una serie de cuestionamientos en las diferentes
subetapas, que sólo en caso de encontrar respuestas que satisfagan los requisitos de la
evaluación se continuará con la siguiente subetapa.
Eduardo J. Basagaña, (1992) sugiere que los aspectos que la formulación debe cumplir pueden
clasificarse en: Científico-técnico; económico; financiero; jurídico. En el primero es necesario
realizar un análisis de disponibilidad, de sus potenciales proveedores, de los rendimientos de la
misma, también se debe considerar la garantía ofrecida e indagar sobre experiencias concretas
sobre la utilización de esta tecnología, su vida útil, el riesgo de obsolescencia, etc. La obra civil, el
montaje y la infraestructura de servicios necesarios están contenidos en este campo de análisis.
El aspecto económico está constituido por la traducción de cada opción en términos de costos de
inversión, costos e ingresos operativos y rentabilidad resultante.
El aspecto jurídico comprende todas las disposiciones legales que se tiene que tener en cuenta
para llevar a cabo el proyecto, si se trata por ejemplo, de la creación de una empresa, se debe
tener en cuenta las disposiciones legales respecto a la conformación de ésta, el financiamiento, la
forma societaria, en etapas posteriores, la resolución de todos los problemas, trámites, etc.
Cuando la información recopilada sobre diferentes aspectos del proyecto haya alcanzado
suficiente cantidad y variedad, se desarrollaran estas dos etapas consecutivamente, las cuales se
diferencian por su nivel de información, pero sobre todo de definición, en cuanto a tamaño de
planta y ubicación de la misma. Al concluir el estudio de factibilidad seguramente se encontraran
un par de alternativas en cuanto a la ubicación de la planta y su tamaño. Además se contará con
un cálculo más completo respecto a las magnitudes de inversión, costos operativos, tiempo de
ejecución, etc. Finalmente se establecerá la factibilidad económica, técnica, financiera y legal de
cada alternativa. Muy posiblemente dentro de esta etapa se decidirá la alternativa más conveniente
para la ejecución del proyecto.
Proyecto Definitivo
En esta etapa ya se debe haber establecido el tipo de tecnología que se va a utilizar y avanzados
los convenios con los proveedores de las mismas; también, previo estudio de mercado se habrá
resuelto la capacidad de producción más adecuada al desarrollo predicho para la demanda, y se
habrá definido la ubicación de la planta.
En esta etapa se requiere la colaboración de diferentes actores, como son:
Frecuentemente se presentan vacíos entre la etapa del proyecto definitivo y la etapa de ejecución
del mismo. En algunos aspectos del proyecto definitivo, tales como la ingeniería de detalle 7 no son
concluidos hasta bien avanzada la ejecución de la obra, en pleno proceso de adquisición de
equipos o de servicios.
El realizar una inversión, se generan flujos de fondo (ingresos y egresos) durante un periodo de
tiempo, por esta razón es necesario basarse en métodos probabilísticos para efectuar previsiones
que se constatarán en meses o años posteriormente. El principal objetivo de estos métodos es
convertir estados de incertidumbre en un análisis de riesgos.
Otro aspecto importante en la evaluación de proyectos es definir los elementos que forman parte
del flujo de fondos, pues algunos conceptos de contabilidad de la empresa no son aplicables en la
evaluación de inversiones.
Un punto importante en el análisis del proyecto es el flujo de caja, ingresos y egresos se tienen en
cuenta a la hora de verificarlos, el concepto contable de lo devengado no tiene aplicación en este
caso. Por otra parte, la conservación de unidades tales como amortizaciones o previsiones, no
forman genuinos egresos de efectivo y por esto deben depurarse de la información extraída de la
contabilidad de la firma, sin embargo cuando algunos criterios influyen sobre el monto de
impuestos a erogar, se debe tener en cuenta el efecto neto sobre los mismos, pues éstos se
transformarán en un verdadero movimiento de caja.
Otra consideración importante se presenta cuando en lugar de un proyecto particular, que exige
su aceptación o rechazo, se presentan varios proyectos los cuales se deben comparar para
encoger la mejor alternativa de inversión.
Los métodos para evaluar la rentabilidad de las inversiones pueden clasificarse en dos grupos: los
tradicionales, los cuales no consideran el valor tiempo del dinero, es decir, que no tienen en
cuenta las tasas de interés; y los que se basan en los flujos de fondo descontados a una cierta
tasa de interés (Basagaña J. 1992, p. 9).
2.
2. Los métodos de evaluación de inversiones basados valor-tiempo del dinero son: