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Qué es el horario de niños, niñas, y adolescentes?

A partir del 7 de junio de 2005, la Ley de Responsabilidad Social


en Radio y Televisión puso en práctica las exigencias referidas a
la publicidad, los servicios de televisión por suscripción, la
difusión de programas de producción nacional y de programas
para niños y jóvenes establecidas en los artículos 9, 11 y 14, se
activaron de acuerdo con lo establecido en la Disposición
Transitoria Única de este instrumento jurídico. El horario de
niños, niñas y adolescentes es la implementación del artículo 14
de dicha Ley, el cual especifica lo siguiente: “Los prestadores de
servicios de radio y televisión deberán difundir, durante el
horario todo usuario, un mínimo de tres horas diarias …ver
más…
A los efectos de esta Ley se definen los siguientes elementos
clasificados: lenguaje, salud, sexo y violencia.

1. Son elementos de lenguaje:


a) Tipo “A”. Imágenes o sonidos de uso común, que pueden ser
presenciados por niños, niñas y adolescentes sin que se
requiera la orientación de madres, padres, representantes o
responsables, y que no clasifiquen en los tipos “B” y “C”.
b) Tipo “B”. Imágenes o sonidos que, en su uso común, tengan
un carácter soez.
c) Tipo “C”. Imágenes o sonidos que, en su uso común, tengan
carácter obsceno, que constituyan imprecaciones, que
describan, representen o aludan, sin finalidad educativa
explícita, a órganos o prácticas sexuales o a manifestaciones
escatológicas.

2. Son elementos de salud:


a) Tipo “A”. Imágenes o sonido utilizados para la divulgación de
información, opinión o conocimientos sobre la prevención,
tratamiento o erradicación del consumo de alcohol, tabaco,
sustancias estupefacientes o psicotrópicas, así como de la
práctica compulsiva de juegos de envite y azar y de otras
conductas adictivas que puedan ser presenciados por niños,
niñas y adolescentes sin que se requiera la orientación de
madres, padres, representantes o responsables.
Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Aporte al debate sobre: Ley Resorte


Por: Organizaciones Sociales (Cumeco, Madres por una
Televisión sin Violencia y otras) | Jueves, 04/11/2004 07:56
AM | Versión para imprimir
Nota de Aporrea: Este documento fue introducido en la Asamblea
Nacional como una contribuciòn al debate por parte de diversas
organizaciones sociales con el propòsito de participar en el mismo y
contribuir en la redacciòn de la Ley RESORTE. Un Instrumento legal
del que carecemos en la sociedad venezolana; cuya ausencia hemos
sentido los venezolanos, en momentos en que los dueños de los
medios privados no diferencian entre sus objetivos polìtico-partidistas
y/o comunicacionales. La Ley Resorte debe reflejar las luchas eternas
de los usuarios de los medios.
Caracas, 16 de octubre de 2004

Ciudadano
Francisco Ameliach
Presidente de la Asamblea Nacional
República Bolivariana de Venezuela
Presente.-

Asunto: Discusión del Proyecto de Ley de Responsabilidad Social en


Radio y Televisión

Nosotras(os), las(os) abajo firmantes, actuando en nombre y


representación de las organizaciones que a continuación se citan:
Madres por una Televisión Sin Violencia, Comité de Usuarios de los
Medios de Comunicación (CUMECO), Comité de Defensa de Derechos
Humanos de la Familia, Adolescentes, Niños y Niñas (CODEHFANN),
Movimiento por la Información Veraz, Sistema Nacional de
Comunicación y, Defensa Psicológica, nos dirigimos respetuosamente
a usted, en uso de los derechos y atribuciones que en materia de
participación protagónica nos otorga la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, para exponer:
Primero: Nuestro más firme respaldo a la decisión de abrir el debate
para la segunda Discusión del Proyecto de Ley de Responsabilidad
Socia en Radio y Televisión, cuya aprobación consideramos una
necesidad urgente de la sociedad venezolana, quien ha esperado
durante décadas por un instrumento legal que promueva y garantice la
construcción de una radio y una televisión dignas, de altura, útiles y
creativas, soportadas en los valores del trabajo, el respeto, la libertad,
la solidaridad y la responsabilidad, todo lo cual forma parte del bagaje
cultural venezolano.

Segundo: Nuestro total desacuerdo con un importante número de


modificaciones realizadas por esa Asamblea Nacional sobre el
Proyecto de Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión
introducido en fecha 23-01-2003, en su primera Discusión, al
considerar que dichas modificaciones lesionan gravemente nuestros
derechos e intereses y constituyen una burla para quienes con fervor
hemos dedicado muchas horas de trabajo voluntario para apoyar lo
que todo el País reclama: un instrumento democrático y justo que
ponga coto al inconmensurable poder que tienen los medios de
comunicación de masas; hecho último, por cierto, por el que claman en
el mundo personalidades de la más alta talla como el filósofo Karl
Popper o el Papa Juan Pablo II, Karol Wojtyla.

En este sentido, expresamos nuestro categórico rechazo a ese grupo de


modificaciones efectuadas en el texto del Proyecto en su primera
Discusión, las cuales en nuestra opinión resultan ser “un tiro en el ala y
otro en la pata” a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y
Televisión.

A continuación, presentamos un resumen de las modificaciones más


importantes hechas sobre el Proyecto de Ley del 23-01-2003 a las que
nos hemos referido, así como otras observaciones que consideramos
necesario tomar en cuenta, al tiempo de anunciarle que en los
próximos días haremos entrega de un Informe detallado en el cual
presentamos todas las observaciones debidamente razonadas, junto
con las propuestas concretas que traemos para ser incorporadas en el
texto de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. Así
pues, consideramos INADMISIBLE:

1. En materia de horarios y elementos clasificados:

Que se haya reducido a 12 horas (hasta las 7:00 p.m.) el horario “Todo
Usuario”, cuando en el Proyecto del 23-01-2003 estaba estipulado en 14
horas (hasta las 8:00 p.m.), privilegiando de esta manera los intereses
de los prestadores de servicios de radio y televisión por encima de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes. (Art. 7)

Es una realidad por todos conocida, que los padres y representantes de


una gruesa capa de población (especialmente de la de menores
recursos económicos, que trabajan largas jornadas y utilizan transporte
público), llega a sus hogares en horas cercanas (y pasadas) de las 8:00
p.m. (y no antes), por lo que los niños, niñas y adolescentes se
encuentran solos frente al televisor (o la radio). En nuestra opinión, el
horario “Todo Usuario” debe extenderse hasta las 9:00 p.m.,
ampliándolo más bien a 15 horas, para proteger debidamente a nuestro
mayor tesoro: nuestros niños, niñas y adolescentes.

Que se hayan eliminado algunas restricciones en la difusión de


programas, publicidad, propaganda y promociones que estaban en la
versión del Proyecto de Ley introducido el 23-01-2003, tales como las
relativas a contenidos y mensajes que “individual o colectivamente
ejerzan violencia contra una o más personas, objetos o animales”, o
“conductas que de ser imitadas por niños, niñas y adolescentes puedan
atentar contra su integridad personal así como la de cualquier otra
persona” entre otras, lo que en nuestra opinión debe ser revisado e
incorporado en el texto de la Ley, nuevamente.

2. En materia de producción nacional y producción nacional


independiente:
Que la Ley contemple un porcentaje superior para la producción
extranjera que para la producción nacional (art. 14). Examinando
detenidamente el artículo, nos encontramos con que la producción
nacional queda situada en 42,5% para un total de 10,2 horas al día,
frente a un 57,5% de producción extranjera equivalente a 13,8 horas
diarias.

Ello resulta al sacar la cuenta con el 60% de producción nacional en


horario “Todo Usuario” al que se refiere el enunciado (que totaliza 7,2
horas, por una parte), y el 50% en horario “Adulto” señalado en el
mismo artículo (que totaliza otras 3,0 horas), lo que da un total de
producción nacional de apenas 10,2 horas al día como ya hemos
referido. El enunciado del artículo, resulta entonces un engaño para
quienes a primera vista y sin entrar a profundizar en el enunciado,
pueden creer que la producción nacional será del 60% (cifra que
incluso, nos parece muy baja, pues en ningún caso la producción
nacional de un país debe bajar del 70%)

Que la música venezolana a ser difundida en los servicios de radio


abierta que incluyan música en su programación quede limitada sólo a
3 horas al día, lo que representa apenas un 12,5% del total, frente a un
87,5% de música extranjera (de la cual, una sola hora, será de música
latinoamericana y caribeña). Este enunciado resulta desmoralizante al
estar lejos, incluso, de aquel 1x1 (50%-50%) que no podemos ni
debemos aceptar en la Venezuela de hoy. (Art. 14)

Que la propia redacción del enunciado tenga una connotación


“colonial” al estar planteado en términos de “hasta un mínimo de xx%
de producción nacional” cuando debe expresar soberanamente: “hasta
un xx% máximo de producción extranjera”.

Que en el horario “Supervisado” (por ahora, comprendido entre las


7:00 p.m. y las 11:00 p.m.) no haya obligatoriedad alguna de presentar
producción nacional, cuando es de todos conocido que es el horario de
mayor audiencia, y por ende, el momento en el que la
transculturización puede ser más efectiva. Es pues, nuestra aspiración
que la producción extranjera difundida en los servicios de radio y
televisión no sea en ningún caso mayor del 30%, en cada uno de los
horarios. (Extranjero= máximo 7,2 horas; Nacional= mínimo 16,8 horas)

Que la producción nacional independiente, como efecto del cálculo


que hemos presentado anteriormente, quede reducida apenas a un
24,1% (tal sólo 5,8 horas al día), cuando debe privilegiarse este tipo de
producción por lo menos en un porcentaje de 70% sobre el porcentaje
destinado la producción nacional, para todos los horarios (49%). La
democratización de los medios, en nuestra opinión, no puede quedarse
sólo en el enunciado del artículo 14, sino en el número real de horas de
transmisión (nacional y nacional independiente) que debe haber en
cada día.

Que en la práctica, aún cuando el propósito no sea éste, se ponga


trabas a los jóvenes que aspiren incursionar en el mundo de la
producción independiente, al exigirles que posean experiencia además
de demostrar capacidad para realizar producciones, como condición
para inscribirse en CONATEL (Numeral 2, artículo 13). En la versión
anterior, por cierto, ambos requerimientos eran excluyentes, al estar
separados por una letra “o”, que fue eliminada del texto en la versión
aprobada en primera Discusión por esa Asamblea.

Que se haya ignorado a los productores nacionales independientes al


conformar el Consejo de Responsabilidad Social, quedándose estos sin
representatividad en el mismo.

Que se restrinja la difusión de producción nacional y de producción


nacional independiente únicamente a los servicios de radio y televisión
abierta, liberando de tal obligación a los servicios de radio y televisión
por suscripción (cable), como si se tratase de dos leyes (una ley dentro
de la Ley) para dos países distintos (un país por suscripción dentro del
otro país). Esta benevolencia y permisividad con los servicios de radio
y televisión por suscripción resulta no sólo incomprensible sino
inadmisible, y sobre el tema se ahonda en otro punto de este escrito.

Que al considerar la base de cálculo para el pago de las contribuciones


fiscales que han de hacer los prestadores de los servicios de radio y
televisión conforme el artículo 24, se estimule la producción en el
extranjero antes que la producción en el país. Al examinar
cuidadosamente el texto del artículo, encontramos que la base de
cálculo para el pago de las contribuciones fiscales tomará en cuenta
únicamente las “producciones realizadas en territorio nacional”; de
esta manera, a los fines de pagar menor contribución fiscal, los
prestadores de servicios preferirán producir fuera del territorio
nacional (“¿desarrollo exógeno?” o “el muchacho que es llorón y la
mamá que lo pellizca”)

3. En materia de participación protagónica:

Que se haya eliminado el INART (Instituto Nacional de Radio y


Televisión), organismo contemplado en el Proyecto introducido en
fecha 23-01-2003, con amplias competencias para cumplir y hacer
cumplir la Ley de Responsabilidad Social y su Reglamento, y se haya
optado por una figura administrativamente más débil, la creación de
una Gerencia de Responsabilidad Social en Radio y Televisión adscrita
a CONATEL, la cual tiene competencias mucho más limitadas que las
que se enunciaban en el artículo 75 del Proyecto del 23-01-2003, y que
se recogen ahora en el artículo 19 de la versión aprobada en primera
Discusión por la Asamblea.

Nuestra oposición a tal modificación se sustenta en el análisis objetivo


y acucioso de cada uno de los numerales de los artículos ya citados en
las diferentes versiones de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y
Televisión, y en el enunciado del artículo 37 de la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, de lo cual se desprende que:

1.) La Ley Orgánica de Telecomunicaciones que crea a CONATEL, no


le otorga a ese organismo facultades amplias y mucho menos expresas
para cumplir y hacer cumplir la Ley de Responsabilidad Social en
Radio y Televisión, que es lo que queremos y debemos hacer. De este
modo, una Gerencia de Responsabilidad Social en Radio y Televisión
adscrita a Conatel tendría limitaciones “de nacimiento” impuestas por
la propia Ley de Telecomunicaciones, lo que no ocurriría con la
creación de un INART con facultades amplias como las que estaban
contempladas en el Proyecto, como exigimos;

2.) La mera comparación de ambas versiones de la Ley de


Responsabilidad de Radio y Televisión, pone en evidencia que al
transferir las competencias del INART a la Gerencia de
Responsabilidad en Radio y Televisión, se eliminaron importantes
enunciados entre los que está el que le otorgaba poder decisional entre
otros. Así, se eliminan: el numeral 1. “Cumplir y hacer cumplir la
presente Ley y se Reglamento” (ya ello no es competencia de nadie: ni
del INART ni de la Gerencia de Responsabilidad en Radio y
Televisión); el numeral 2 “Velar por la defensa de los derechos e
intereses de la audiencia”; y el numeral 5 “Fomentar la asociación y
participación de las personas y su reglamento para la defensa de sus
derechos e intereses”. En cambio, el numeral 20 “Abrir de oficio o a
instancia de parte interesada, sustanciar y decidir los procedimientos
administrativos relativos a presuntas infracciones a la presente Ley y
sus reglamentos ...” fue modificado quitando la palabra clave “decidir”
por lo que en la nueva versión (numeral 14) pasó a tener el siguiente
texto: “Abrir de oficio o a instancia de parte interesada y sustanciar los
procedimientos relativos a presuntas infracciones a la presente Ley y
sus reglamentos...”

Que se haya contemplado la creación de un Consejo de


Responsabilidad Social, en el cual los prestadores de servicios de radio
y televisión tienen representatividad de 8 miembros (1 por los servicios
de radio, 1 por los servicios de televisión, 1 por los servicios de
televisión por suscripción, 1 por los servicios de radio comunitaria, 1
por los servicios de televisión comunitaria, 1 por los locutores, 1 por
los anunciantes y 1 por los trabajadores), mientras la representación
ciudadana es mucho menor con sólo 5 miembros (1 por Comités de
Usuarios, 1 por ONGs Niños, niñas y adolescentes, 1 por ONGs
cultura, 1 por los docentes universitarios y 1 por los Consejos de
Jóvenes), observándose la ausencia de la representatividad de los
grupos de interés conformados por: los ancianos, los discapacitados,
los indígenas y los afrodescendientes.
(Es de recordar que, como ya se refirió en un punto anterior de esta
comunicación, hubo un olvido al listar a los que debían conformar la
representatividad de los prestadores de servicios de radio y televisión,
dejando fuera a la representación de los productores nacionales
independientes)

Que se trate con preferencia a la representación de los prestadores de


los servicios de radio y televisión, “amplificando” a tres (3) el número
de sus representantes: 1 por los servicios de radio, 1 por los servicios
de televisión y 1 por los servicios de por suscripción; cuando no dio el
mismo trato a los representantes de los usuarios y usuarias quienes
quedaron con un único representante general. De ahí que, por el
derecho de la igualdad ante la Ley; en caso de quedar los prestadores
de servicios de radio y televisión con 3 representantes, los usuarios y
usuarias habríamos de quedar igualmente con 3 representantes: 1 por
los usuarios y usuarias de servicios radio, 1 por los usuarios y usuarias
de servicios de televisión, y 1 por los usuarios y usuarias de servicios
de televisión por suscripción.

Que el texto del artículo 21 no deje expresamente sentado que las


decisiones u opiniones emanadas del Consejo de Responsabilidad
Social no tendrán en ningún caso carácter vinculante. De ahí que,
podría estar alimentándose una ilusión contraria a los principios
elementales del derecho, según la cual los representantes de los
prestadores de servicios de radio y televisión podrían emitir opinión o
decidir sobre sus propias infracciones y terminar siendo “juez y parte”
al formar parte de un Consejo de Responsabilidad Social con
decisiones u opiniones vinculantes.
Que al eliminar el INART y dar al Directorio de Responsabilidad
Social carácter de unidad de apoyo a la Gerencia de Responsabilidad
Social en Radio y Televisión, la representación de los Usuarios y
Usuarias haya quedado disminuida tanto en número (eran 2 en el
Proyecto de Ley del 23-01-2003, y ahora 1 en la versión aprobada en
primera discusión por la Asamblea), como en capacidad decisoria
(reducción del poder real).

Resultan pues, en nuestra opinión, insostenibles los argumentos que se


aducen para eliminar el INART (como el aumento de la burocracia y el
gasto público, entre otros), haciendo girar en 180 grados la propuesta
contenida en el proyecto de fecha 23-01-2003 con la creación de una
Gerencia de Responsabilidad Social en Radio y TV adscrita a
CONATEL (con competencias totalmente limitadas), con un Consejo
de Responsabilidad Social en el que los prestadores de servicios
participan con representación mayoritaria (y sobre cuyas opiniones o
decisiones no se señala en el texto de la ley que no son vinculantes) y,
un Directorio de Responsabilidad Social en el que participan los
Usuarios y Usuarias disminuidos en número y capacidad de decisión
(al tener éste, únicamente carácter de unidad de apoyo a la Gerencia).
Antes por el contrario, los hechos parecen apuntar hacia una intención
de debilitamiento de la participación protagónica de los usuarios y
usuarias de los servicios de radio y televisión, los verdaderos afectados
de los mensajes y contenidos difundidos por los medios, ante lo cual
nos oponemos y exigimos la restitución del INART.

Que no se contemplen exoneraciones a los Comités de Usuarios y


Usuarias inscritos en CONATEL, del pago de tasas para obtener
gratuitamente registros y grabaciones audiovisuales y sonoras, lo que
atenta en contra de los derechos e intereses de estos para la promoción
y defensa de la Ley de Responsabilidad en Radio y Televisión

Que se contemple como requisito para conformación de


organizaciones para la defensa de los derechos e intereses de los
Usuarios y las Usuarias un mínimo de 20 personas, cuando en la
práctica existen numerosos grupos de 10 personas que cumplen
cabalmente esas funciones y a quienes estarían restringiéndoseles sus
oportunidades de participación protagónica (art.12)

4. En cuanto a los servicios de televisión por suscripción:

Que se deje al libre aldebrío de los prestadores y de los usuarios o


usuarias de los servicios de televisión por suscripción, la adquisición
de las facilidades tecnológicas que permiten el bloqueo de señales o
canales, cuando a los fines de garantizar la integridad de los niños,
niñas y adolescentes, el Estado debe obligar a quienes decidan adquirir
tales servicios, a adquirir (a su costo) tales dispositivos; su uso en
cambio, a de quedar a discreción del particular, según sus niveles de
conciencia.

Que se exima a los prestadores de servicios de televisión por


suscripción del cumplimiento de las exigencias que se imponen por
esta Ley a los restantes prestadores de servicios de difundir
producción nacional y difusión nacional independiente. En tal sentido,
se utiliza una especie de alternativa compensatoria, lo que en la
práctica es un “canje no equivalente” al comprometer a estos
prestadores a tener “un canal” de producción nacional. Al respecto,
cabe hacer dos señalamientos:

1. La medida relativa a la apertura de canales de producción nacional


compensatorios, debe ser una medida transitoria y no definitiva, y así
debe contemplarlo la Ley, ya que se estaría aceptando “la lógica del
negocio de la televisión por suscripción”, para la cual es muy trabajoso
invertir en producciones locales porque le resulta más cómodo
comprar “derechos”, y no le importa la transculturización que a su
través hace, ni tampoco sus efectos. La Ley pues, debe marcar una
dirección clara, permitiendo la progresividad, para que este tipo de
prestadores de servicios cumplan con lo que debe ser una Ley para
todo el País con producción nacional y producción nacional
independiente en todos los canales; mientras tanto, la posibilidad de
compensar esta obligación con canales exclusivos de producción
nacional independiente, ha de ser de carácter transitorio.

2. Como medida transitoria, la compensación de canales de producción


nacional, debe hacerse proporcional al número de canales que ofrecen
estos prestadores de servicios. Llama la atención que en el artículo 41
del Proyecto de Ley del 23-01-2003 se estipulara “al menos un canal” y
ya en la versión discutida por la Asamblea se hable de “un canal” (art.
16)

Que el costo de las cargas derivadas por la difusión del canal de


producción nacional independiente haya sido transferido totalmente al
Estado, cuando los mismos han de correr por cuenta del prestador de
servicios de televisión por suscripción, como bien estaba establecido en
el Proyecto del 23-01-2003, lo que significa un cambio abrupto que
tienen peso de muchos millones de bolívares. (¿Cómo es que se da este
“pequeño” cambio, así no más?)

Que los 70 minutos semanales de espacios gratuitos para el Estado y


para los usuarios y usuarias (art. 10) a ser transmitidos por los
servicios de televisión por suscripción, se distribuyan entre todos los
canales, resultando en la práctica que cada canal transmita pocos
minutos o hasta segundos semanales de espacios gratuitos, lo que
constituye una burla.

Que se haya exonerado a los prestadores de servicios de televisión por


suscripción del pago del tributo del 2% al que están obligados los
prestadores de servicios abiertos, cuando éstos representan un negocio
privado altamente rentable que además de los ingresos por venta de
espacios, obtiene ingresos directos por la suscripción, y es de todos
conocidos que es el “negocio del futuro”. Este tributo, debe ser pagado
independientemente de cualesquiera otros tributos o impuestos tenga
que pagar este tipo de servicios por sus características, como sucede en
todos los países del mundo.
5. En cuanto a la difusión de contenidos y mensajes en vivo:

Que se haya eliminado el texto previsto en el Proyecto de Ley


introducido el 23-01-2003, referido a la responsabilidad de los
prestadores de servicios de radio y televisión sobre los contenidos y
mensajes difundidos en vivo y directo. Creemos que la excepción
estipulada en el artículo referido a las sancione, deja claro en qué
circunstancias no se considerará la existencia de infracción.

6. En cuanto a la responsabilidad de los anunciantes:

Que únicamente se exija responsabilidad a los anunciantes cuando


éstos hayan contratado directa o indirectamente espacios para tal fin,
esto es, cuando sean patrocinantes; dejándoles sin responsabilidad en
los demás casos. El argumento esgrimido para liberarles de esa
responsabilidad tiene que ver con que los anunciantes “no saben” con
qué programas concretos se les vincula (es decir, es un problema del
“sistema”); no obstante, en nuestra opinión, se trata precisamente de
eso, de que hay que cambiar el sistema y preocuparse por el contenido
y los mensajes de los programas con los que se les vincula (lavarse las
manos, no puede seguir siendo la manera de actuar en nuestro país).
Por otro lado, estamos convencidos de que no hay tampoco tanto
“desconocimiento” por parte de los anunciantes; de hecho, los
anunciantes participan en las pre-ventas que anualmente presentan los
canales. En todo caso, creemos que las multas vinculadas con los
espacios en los que nos son patrocinantes, pueden ser de menor que
aquellas en las que son patrocinantes directos (art. 28)

Que se haya eliminado el numeral 3 del artículo 47 del Proyecto de Ley


del 23-01-2003, según el cual quedaba prohibido interrumpir los
infocomerciales para difundir otra publicidad, hecho que debe ser
nuevamente incorporado pues tal posibilidad puede confundir a los
usuarios y usuarias, especialmente a los niños, niñas y adolescentes.
Que se haya eliminado la identificación de la publicidad al final de los
programas que utilicen los mismos escenarios, ambientación o
elementos propios de los programas de opinión, información u
opinión e información, cuando la misma debe producirse al principio,
durante y al final de los mismos.

Que se haya eliminado la obligatoriedad expresa de presentar por


escrito el costo de las tarifas telefónicas con sobrecuotas a las que se
incite a llamar a la audiencia, afectando los derechos e intereses de las
personas sordas.

7. En cuanto a la responsabilidad de los emisores:

Que se hayan eliminado totalmente en la Ley las responsabilidades


que tienen los emisores, comprendiendo entre estos a los moderadores
de programas, locutores, periodistas, modelos, etc.), quienes en el
Proyecto de Ley del 23-01-2003 tenían responsabilidades y sanciones
especiales por faltas, lo que constituye una incongruencia con el
espíritu, propósito y razón de la Ley de Responsabilidad Social en
Radio y Televisión que propulsa la co-responsabilidad para todos sus
actores. (ver arts.122 y siguientes de primera versión del Proyecto de
Ley del 23-01-2003)

8. En cuanto a las sanciones:

Que inexplicablemente se hayan omitido sanciones de suspensión y


revocatorias para el caso de la difusión de programas con elementos
sexuales tipo “D”, o sea, pornográficos. Igual ocurre con otras
infracciones a la Ley que fueron eliminadas de la versión del Proyecto
del 23-01-2003 tales como: “cuando un prestador de servicios desacate
órdenes que le hayan sido impartidas como consecuencia de medidas
cautelares” o cuando “hagan publicidad de productos relacionados
con armas de fuego o explosivos”

Que con el sistema sancionatorio contemplado (art. 29), el prestador de


servicios pueda incurrir indefinidamente en infracciones siempre que
éstas sean de diferente tipo, sin perder la habilitación o la concesión.
Como el enunciado establece que tendrá que haber reincidido en la
misma infracción, sólo se cuidará de no repetir el mismo de tipo de
infracción en un lapso de 5 años; así, tendrá la oportunidad de incurrir
en los otros tipos de infracción, sin que ello signifique causal para que
le sea revocada la habilitación y/o la concesión. En este sentido,
consideramos necesario reformular completamente el sentido del
artículo, pues más bien parece estar orientado a estimular que a
castigar las infracciones, y los ciudadanos requerimos que las leyes
venezolanas contengan castigos ejemplarizantes para poder construir
el nuevo país que todos exigimos y necesitamos.

9. En cuanto a la información disponible:

Que se haya estipulado la obligatoriedad de disponer de información


que no exceda de seis (6) meses, cuando al igual que los registros
contables de las empresas, debe tener la obligatoriedad de su
conservación por diez (10) años. Este enunciado, formulado como está,
atenta abiertamente en contra del derecho a la defensa de los derechos
e intereses de los usuarios e usuarias.

10. En cuanto a la responsabilidad y prescripción:

Que se haya estipulado la prescripción de la potestad sancionatoria a


los cuatro (4) años, cuando en nuestra opinión han de ser no
prescriptibles todas las infracciones a esta Ley (y no sólo las derivadas
de los casos de anonimato, propaganda de guerra, y otros que
menciona el artículo 30), en virtud de la delicada naturaleza de la
mente humana y de las implicaciones que tales infracciones puedan
tener en la vida de una persona o grupo humano (un daño incubado
“hoy” puede tener repercusión años más tarde; situación que es
conocida por todos los profesionales de la salud, especialmente
psicólogos, psiquiatras y médicos de familia)

11. En cuanto a las Disposiciones Transitorias:

Que se contemple un período de tiempo de un (1) año para entrar en


vigencia y cinco (5) años para la incorporación de técnicas que
garanticen la integración d las personas con discapacidad auditiva, los
cuales resultan excesivos en ambos casos. El tiempo máximo para la
entrada en vigencia de la Ley ha de ser inmediata en el caso de los
horarios, elementos clasificados y otros; creemos que debe haber
progresividad para el cumplimiento de la producción nacional y
nacional independiente que no exceda en ningún caso de dos (2) años.
Igual progresividad debe ser contemplada para la creación del INART,
pero esta no debe exceder de seis (6) meses; para la incorporación de la
programación nacional y nacional independiente en los canales por
suscripción, la cual no debe exceder de tres (3) años; y aquellas
medidas necesarias para garantizar la integración de las personas
discapacitadas, no debe exceder de un (1) año.

12. En cuanto a las definiciones:

Que se hayan eliminado del texto de la Ley todas las definiciones de


los términos que se manejan en la misma, tales como: prestadores de
servicios, usuarios y usuarias, emisores, anunciantes, etc., lo cual
genera un vacío conceptual que dificulta la adecuada interpretación de
la misma y que puede afectar las decisiones administrativas y/o
judiciales.
13. En cuanto al uso de los términos “contenido” y “mensaje”:

A lo largo del texto de la Ley se usan de manera indistinta los términos


contenido y mensaje cuando tienen significados y alcance
perfectamente diferenciados, por lo que ambos conceptos deben ser
objeto de regulación de la Ley.

Por tener estos términos connotación diferente, es que puede hablarse


“del contenido de los mensajes” y “del o de los mensajes del
contenido” de un programa, una publicidad, una promoción o una
propaganda (a un mismo contenido, por ejemplo, pueden asociársele
mensajes diferentes y también mensajes subyacentes).

Tercero: Nuestro reconocimiento a quienes con mística han trabajado


en la elaboración y defensa de aquellos enunciados de la Ley de
Responsabilidad Social de Radio y Televisión que, a excepción de las
graves observaciones que hemos señalado en el punto Segundo de esta
comunicación, responden a las necesidades y anhelo del pueblo
venezolano, esperanzados de que continuarán luchando, como su
deber se los impone, por evitar que la Ley de Responsabilidad Social
sea otra ley “gatopardiana” más.

Sin otro particular, y a la espera de una adecuada y oportuna


respuesta, conforme lo estipulado en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, se despiden. Por:

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