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Colección: 119 - Tomo 8 - Numero 10 - Mes-Ano: 2003_

CONSECUENCIAS DE LA NULIDAD DEL PACTO SOCIAL


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CONSECUENCIAS DE LA NULIDAD DEL


PACTO SOCIAL
(Manuel Alberto Torres Carrasco(*)

I. INTRODUCCIÓN

Es la inscripción registral lo que otorga plena personería jurídica a las sociedades. Por eso la
labor del Registro Público es tan importante en el nacimiento de estas personas jurídicas, pues
constituye un filtro por el cual se garantiza que una sociedad nace cumpliendo con los recaudos
legales establecidos.

Sin embargo, como toda obra humana, la calificación registral no está exenta de fallas. Puede
ocurrir que el registrador no haya advertido que una sociedad incurría en alguna causal de nulidad
del pacto social, lo cual conllevará a que la sociedad tenga que disolverse de pleno derecho, esto es,
a extinguirse y cerrarse su inscripción.

Estas causales están relacionadas con aspectos muy especiales que han requerido que la propia
Ley General de Sociedades, Ley Nº 26887 del 09 de diciembre de 1997 (en adelante, LGS), haya
previsto un procedimiento especial de nulidad de pacto social distinto al contemplado para la
generalidad de nulidades de los actos jurídicos.

II. CAUSALES DE NULIDAD DEL PACTO SOCIAL

El artículo 33 de la LGS establece que existen cuatro causales por las cuales puede solicitarse la
nulidad del pacto social: i) por incapacidad o por ausencia de consentimiento válido de un número de
socios fundadores que determine que la sociedad no cuente con la pluralidad de socios requerida
por la ley; ii) por constituir su objeto alguna actividad contraria a las leyes que interesan al orden
público o a las buenas costumbres; iii) por contener estipulaciones contrarias a normas legales
imperativas u omitir consignar aquellas que la ley exige; y, iv) por omisión de la forma obligatoria
prescrita.

Veamos cada una de estas causales:

1. Incapacidad o ausencia de consentimiento válido de un número de socios que


determine la pérdida de pluralidad de los socios

Como se sabe, una sociedad para ser tal requiere el concurso de por lo menos dos personas, ya
sea naturales y/o jurídicas. En caso de que la sociedad pierda dicha pluralidad (por ejemplo, por la
compra de un socio de las acciones de los demás socios), la sociedad, en un plazo no mayor de seis
meses, debe reconstituir su pluralidad de socios, pues de lo contrario se incurriría en la causal de
disolución contemplada en el inciso 6 del artículo 407 de la LGS.

De igual manera y por las mismas razones, si posteriormente a la inscripción de la sociedad se


advierte que en su acto constitutivo se alcanzó el requisito legal de la pluralidad de socios con la
participación de un número de personas incapaces o cuyo consentimiento no haya sido válido, se
podrá solicitar la nulidad del pacto social.

Adviértase que la procedencia del pedido de nulidad de pacto social está circunscrito a que la
participación de los incapaces o de aquellos que no prestaron su voluntad válidamente haya sido
indispensable para alcanzar la pluralidad legal. En ese sentido, no será procedente la nulidad del
pacto social si es que existen al menos dos socios que hayan prestado válidamente su
consentimiento para constituir la sociedad.

Tampoco será procedente el pedido si es que antes de la expedición de la sentencia que declara
la nulidad del pacto social, la sociedad obtiene la pluralidad de socios requerida por la ley, lo que
podría darse con la venta de las acciones del único socio a favor de terceros.

2. Por constituir su objeto actividad contraria a las leyes que interesan al orden público
o a las buenas costumbres

Si el registrador no ha advertido que el objeto social previsto en la escritura pública de la


sociedad incluye alguna actividad contraria a las normas de orden público o a las buenas
costumbres, y, pese a ello, ha procedido la inscripción de la sociedad, cualquier tercero que cuente
con legítimo interés podrá solicitar la nulidad del pacto social.

Nótese que el ejercicio de esta causal requiere que el objeto social incluya expresamente una
actividad contraria a las buenas costumbres y al orden público. En consecuencia, si una sociedad
realiza en los hechos algunas de estas actividades pero en su objeto social no aparece consignada
ninguna de estas, no procederá la nulidad del pacto social bajo los términos previsto en el artículo 33
de la LGS (que es la materia que estamos analizando), sino bajo los términos del artículo 410 de la
LGS (1) .

Ahora bien, si antes de la expedición de la sentencia que declare la nulidad del pacto social, la
sociedad opta por modificar su objeto social para que este no afecte las normas de orden público o a
las buenas costumbres, el pedido deberá ser de-sestimado porque la sociedad por voluntad propia
ha subsanado la falta cometida en su constitución.

3. Por contener estipulaciones contrarias a normas legales imperativas u omitir


consignar aquellas que la ley exige

Igual que lo que sucede en los casos anteriores, si el registrador no advierte que el estatuto
contiene estipulaciones contrarias a normas imperativas u omite consignar aquellas que la ley exige,
cualquier interesado podrá solicitar la nulidad del pacto social y obtener la cancelación de la partida
registral de la sociedad.

Un ejemplo de estipulación contraria a norma legal imperativa sucedería cuando en el estatuto


social se haya consignado que el quórum calificado en primera convocatoria solo requiere la
concurrencia de un tercio de las acciones con derecho a voto, lo cual infringe el mandato del artículo
126 de la LGS (2) . Ejemplos de omisión de consignar aquella información que dispone
imperativamente la ley se daría cuando en el estatuto de la sociedad no se haya consignado cuál es
la denominación de la sociedad, su domicilio o el importe de su capital.

Al igual de lo que sucede en los casos anteriores, si la sociedad enmienda el error cometido
antes de la expedición de la sentencia, el pedido de nulidad del pacto social deberá ser desestimado
en razón de que la sociedad ha optado por subsanar el error advertido.

Queremos destacar que tampoco procederá la solicitud de nulidad del pacto social si existen
dispositivos legales que podrían suplir la ausencia en el estatuto de una regulación determinada,
esto es, cuando no se haya infringido normas de carácter imperativo sino mandatos legales que
pueden ser suplidos por regulaciones contenidas en la ley.

Un ejemplo de norma supletoria es el artículo 96 de la LGS, que establece las facultades que le
corresponden a los socios titulares de acciones sin derecho a voto. Si en el estatuto de la sociedad
no se ha establecido expresamente cuáles son los derechos de estos accionistas, este artículo 96
reemplaza la falta de manifestación de los socios en el acto constitutivo de la sociedad. Entonces, no
podría demandarse con éxito una nulidad de pacto social amparándose en esta falta de regulación
del estatuto.

4. Por omisión de la forma obligatoria prescrita

Esto es, que en el estatuto de la sociedad no se haya consignado la forma societaria que
adoptará la sociedad, o sea, que no se haya establecido si esta será una anónima, comercial de
responsabilidad limitada, civil, etc.

Si pese a esta ausencia, el registrador ha procedido a inscribir a la sociedad, cualquier tercero


interesado podría demandar con éxito la nulidad del pacto social, salvo que la propia sociedad
subsane el error mediante una modificación estatutaria antes de la expedición de la sentencia
respectiva.

III. IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE NULIDAD

El artículo 34 de la LGS establece que la nulidad del pacto social no podrá ser declarada: i)
cuando la causa de ella ha sido eliminada por efecto de una modificación del pacto social o del
estatuto realizada con las formalidades exigidas por la ley; o, ii) cuando las estipulaciones omitidas
pueden ser suplidas por normas legales vigentes y aquellas no han sido condición esencial para la
celebración del pacto social o del estatuto, de modo que estos pueden subsistir sin ellas.

Como ya hemos venido señalando en reiteradas ocasiones, si antes de la expedición de la


sentencia, la sociedad enmienda el error advertido al momento de su constitución, el pedido de
nulidad del pacto social deberá ser declarado infundado. La ratio legis de este dispositivo es que la
LGS ha optado por dotar a los socios de diversos mecanismos que permitan mantener la
subsistencia de la sociedad, entre ellos, que la misma sociedad enmiende el error cometido incluso
durante la tramitación del proceso de nulidad del pacto social.
Igualmente, si las estipulaciones omitidas pueden ser suplidas por normas legales vigentes (como
el ejemplo que mencionamos líneas atrás sobre la falta de precisión de las facultades de los
accionistas sin derecho a voto), y estas estipulaciones no han sido condición especial para la
celebración del acto constitutivo de la sociedad, tampoco procederá la declaración de nulidad del
pacto social. Se justifica esta regulación porque al no ser los elementos indispensables para la
constitución de la sociedad, esta puede perfectamente operar sin dichos elementos, además de
desarrollar su objeto social, realizar actividades económicas, reunirse sus socios, comprar, vender,
etc.

IV. CUESTIONES PROCESALES DE LA NULIDAD DEL PACTO SOCIAL

El artículo 35 de la LGS establece que la demanda de nulidad del pacto social puede ser
presentada solamente por personas que demuestren tener legítimo interés en dicho pedido. Por lo
tanto, el círculo de la legitimidad para obrar activa debe restringirse a los socios, sus causahabientes
y los acreedores de la sociedad. La legitimidad para obrar pasiva corresponde únicamente a la
sociedad.

El pedido se tramita por el proceso abreviado, vía procedimental prevista entre los artículos 486
al 494 del Código Procesal Civil. La acción de nulidad caduca a los dos años de inscrita la escritura
pública de constitución en el Registro de Personas Jurídicas de la oficina registral correspondiente.

Para terminar, basta reiterar que los principales efectos de la sentencia firme que declara la
nulidad del pacto social son ordenar:

a) La inscripción de la sentencia en la partida registral de la sociedad.

b) La disolución de pleno derecho de la sociedad.

c) El inicio del procedimiento de liquidación de la sociedad, como consecuencia de su


disolución.

Para iniciarse el procedimiento de liquidación de la sociedad, la junta general de la sociedad,


dentro de los diez días siguientes de la inscripción de la sentencia, debe designar al liquidador o a
los liquidadores de la sociedad. En caso de que esto no suceda, pues puede darse el caso de que
los socios no ser reúnan o sean rebeldes al mandato judicial, la designación de los liquidadores
deberá efectuarla el juez en ejecución de sentencia, y a solicitud de cualquier interesado.

Debe tenerse presente que cuando las necesidades de la liquidación de la sociedad declarada
nula así lo exijan, no se tomarán en cuenta los plazos previstos para que los socios cumplan con
pagar sus dividendos pasivos (o sea, acciones suscritas pero aún no pagadas íntegramente), por lo
que estarán obligados a pagarlos de manera inmediata.

La sociedad mantiene su personalidad jurídica solo para los fines de la liquidación, pues una vez
terminado dicho procedimiento, la sociedad deberá extinguirse y cancelarse su partida registral.
NOTAS:

(1) Ley General de Sociedades, Ley Nº 26887 del 09/12/97:

“Artículo 410.- Disolución a solicitud del Poder Ejecutivo.

El Poder Ejecutivo mediante Resolución Suprema expedida con el voto aprobatorio del Consejo
de Ministros, solicitará a la Corte Suprema la disolución de sociedades cuyos fines o actividades
sean contrarios a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres. La Corte
Suprema resuelve, en ambas instancias, la disolución o subsistencia de la sociedad.

La sociedad puede acompañar las pruebas de descargo que juzgue pertinentes en el término de
treinta días, más el término de la distancia si su sede social se encuentra fuera de Lima o del Callao.

Producida la resolución de disolución y salvo que la Corte haya dispuesto otra cosa, el directorio,
el gerente o los administradores bajo responsabilidad, convocan a la junta general para que dentro
de los diez días designe a los liquidadores y se dé inicio al proceso de liquidación.

Si la convocatoria no se realiza o si la junta general no se reúne o no adopta los acuerdos que le


competen, cualquier socio, accionista o tercero puede solicitar al juez de la sede social que designe
a los liquidadores y dé inicio al proceso de liquidación, por el proceso sumarísimo”.

(2) Ley General de Sociedades, Ley Nº 26887 del 09/12/97:

“Artículo 126.- Quórum calificado.

Para que la junta general adopte válidamente acuerdos relacionados con los asuntos
mencionados en los incisos 2, 3, 4, 5 y 7 del artículo 115, es necesaria en primera convocatoria,
cuando menos, la concurrencia de dos tercios de las acciones suscritas con derecho a voto (...)”.

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