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Universidad Nacional de General Sarmiento

Maestría en Historia Contemporánea

Seminario Historia Argentina Contemporánea

Tema especial: una aproximación desde la historia de las mujeres y los


estudios de género.

Docentes:

Karin Grammático

Andrea Andujar

Reseña, “Políticas de maternidad y maternalismo político”, de


Marcela Nari

Alumna:

Tarpin, Nélida. nelidahistoria@yahoo.com.ar

DNI: 12.345.910
Reseña de “Políticas de maternidad y maternalismo político” de Marcela Nari, Biblos, Buenos
Aires, 2004.

Nélida Tarpin.

Marcela Nari (Unión Ferroviaria, 1965-Lujan 2000), doctora en Historia y especialista en

estudios de la mujer por la universidad de Buenos Aires, es autora de varios artículos sobre historia de

la mujer y del feminismo argentino publicados en revistas del país y del extranjero. Se destacan sus

colaboraciones en Feminaria, en el Boletín del Instituto Ravignani, y otras. Era docente e investigadora

en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires desde donde fue participe en

la formación del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Genero (IIEGE), desde allí promovió la

investigación y la articulación con otros centros académicos.

“Políticas de maternidad y maternalismo político” era su tesis de doctorado, de la que restaban

hacerles algunas correcciones, la autora había acordado con la editorial Biblos a entregar un libro sobre

maternidad y su rol en la construcción del feminismo argentino pero la sorprendió la muerte. Mónica

Urrestarazu por la editorial Biblos y la investigadora Mirta Zaida Lobato, tuvieron la responsabilidad

de realizar las correcciones para darle un acento menos académico y escribir la introducción y la

conclusión y la aclaración que ellas marcan es que el capítulo IV fue elaborado con partes de los

contenidos del capítulo II y III.

El libro publicado por Marcela Nari (Políticas de maternidad y maternalismo político) se sitúa

en el campo de los estudios de género y feminismo, que abordan la compleja relación e interacción

entre: maternidad, maternalismo, sexualidad, feminismo, trabajo, puericultura, reproducción sexual,

eugenesia, aborto, mortalidad infantil, inmigración, instituciones, el discurso desde la ciencia médica,

las políticas públicas y las reformas al código civil.


La obra está estructurada en cuatro apartados que constituyen otros tantos bloques temáticos, una

introducción y conclusión.

Marcela Nari plantea su objetivo en describir y analizar un conjunto de prácticas, ideas y valores

alrededor de la maternidad en Buenos Aires, en el periodo que va desde 1890 hasta 1940. “La

maternidad esta en el origen de todas las cosas”, la frase encierra dos elementos: claves el sentido

común de Universalidad y naturalización de la maternidad. En el periodo que centra su investigación

va ser una época de grandes transformaciones políticas, económicas y sociales, fue acompañado por

un acelerado proceso de urbanización, promovido por un aluvión de inmigrantes.

La autora utiliza un soporte documental que está compuesto por: Fuentes primarias: Periódicos,

Revistas, Boletín de Censos y Estadísticas de la municipalidad de Bs.As, análisis del Código Penal Y

Civil de la Republica Argentina, Diarios de sesiones de la Cámara de Diputados y Senadores de la

Nación. Fuentes secundarias: bibliografía, libro, ensayos tesis.

La autora se propuso como objetivo “… describir y analizar un conjunto de prácticas, ideas y

valores alrededor de la maternidad en Buenos Aires desde fines del siglo XIX hasta 1940…”

Las cinco décadas que se selecciona la autora para su investigación es un periodo relativamente

extenso y como sabemos en la dinámica de los tiempos históricos, hay un grado de arbitrariedad,

también es cierto que en esos cincuenta años (1890-1940) “… se configuraron ciertas nociones de

valores, y practicas alrededor de nuestro objeto de estudio que dejaron fuertes huellas en la realidad

local…” Del mismo modo coexistieron transformaciones internas al periodo por lo tanto para su mejor

investigación se lo dividió en dos etapas: 1890-1920 y 1920-1940.

El primer capítulo: “Las bases materiales e ideológicas de la ideología maternal” define esta

maternalizacion colocando en una misma línea mujer-femineidad-maternidad, partiendo de un


concepto de maternidad como fenómeno del “orden cultural”, cuyas bases materiales e ideológicas.

Objetivas y subjetivas se encuentra en continua transformación.

El primer problema es el de la población, donde mortalidad y fecundidad son los principales

determinantes del cambio demográfico. Las altas de tasas de natalidad que se registraban a fines del

siglo XIX no era en realidad lo que inquietaba a la clase dirigente de ese momento y a su proyecto de

“…poblar el desierto argentino…”; su preocupación estaba en la alta tasa de mortalidad infantil, que

se extendió durante todo el periodo estudiado, con un matiz durante la década de 1920-1930, para la

ciudad de Buenos Aires, que no es solo por la urbanización sí no que va tener que ver con un control

de la natalidad por parte de la población. Esta disminución acelerada y sostenida fue posible a través

del uso de algún método de control de la natalidad “consciente”, como procesos químicos o

fisiológicos, este fenómeno que va ser más traumático (que el de mortalidad infantil) para designarlo

se empleo un neologismo “desnatalizacion”, esta preocupación social por la población interesa por

las repercusiones que tuvo sobre la construcción de un ideal de madre, una realidad simbólica que

reducía la femineidad a la procreación y al cuidado de los hijos; los discursos de los médicos, estadista

e intelectuales hacían recaer la culpabilidad en la mujer-madre por la desnatalidad, para aprender hacer

madre en pos de la salvación de la sociedad, la nación y “ la raza”. “La pureza de la raza” recaía en

el binomio madre-hijo, desde el mismo momento del parto, recreando un espacio sano para el

nacimiento. Se pusieron en marcha una serie de “políticas eugenésicas” es decir, la pureza de la “raza”

humana. El Estado debía impedir según estos conceptos el matrimonio en casos de enfermedades

incurables como la tuberculosis, la sífilis, enfermedades mentales, el alcoholismo.

El rol de la madre era fundamental en el mejoramiento de la raza, la madre dentro del hogar era

la portadora “natural” de los conceptos higiénicos, desde el hogar se iniciara el proceso de

regeneración.
Marcela Nari va plantear el tema de la unidad domestica partiendo de la familia y el problema

habitacional, desde fines del siglo XIX, una de las preocupaciones que se le plantea a algunos

integrante de la elite dirigente es el de las viviendas de las clases populares, la vivienda era el espacio

físico en el cual se desarrollaba la vida domestica, si bien era un ámbito privado, los limites y alcances

de esta privacidad estaban constantemente redefinidos por el Estado, y esa movilidad se daba por la

coyuntura social, económica, política e ideológica de las clases populares, según la autora cree que la

preocupación de cierto sector de la elite por las condiciones de vivienda de la clase obrera estuvieran

ligadas a tres niveles o aspectos de la reproducción: temor a la degeneración de la raza, temor a la

insuficiente reposición de la fuerza de trabajo del obrero y temor finalmente a que el conventillo

pudiera constituirse en un espacio de contestación social. El conventillo era un espacio poco propicio

para la procreación sana y a esto se le sumaba los inconvenientes del parto realizado en las mismas

piezas del inquilinato por “comadronas” que provocaban un alto porcentaje de muertes maternas y de niños.

Este modelo suponía, que la mujer trabajadora también ocupaba un espacio decisivo en un periodo

de grandes cambios sociales activados por el anarquismo y el socialismo.

El trabajo femenino extradomestico era considerado un factor fundamental, de la degeneración

de la raza , especialmente el fabril por las malas condiciones edilicias, las largas jornadas laborales, la

mala nutrición y la fatiga, influían en la formación del nuevo ser.

La condena del aborto y el abandono publico de los infantes, era casi la única alternativa que

poseían las mujeres para mantener el lugar obtenido en el mercado de trabajo.

El segundo capítulo: “La maternalizacion de la mujeres (1890-1920). La maternalizacion de las

mujeres coincidió con los esfuerzos por parte de los médicos del proceso de la medicalización, que se

llevaba a cabo con la profesionalización de dos especialidades, la ginecología, la puericultura y la

obstetricia, la desaparición de las comadronas y las sanadoras, por la aparición de una nueva figura
que fue la de la partera profesional y a esto hay que sumarle una red de instituciones , en esta lucha

contaron con el apoyo del Estado, pero también se tuvieron que enfrentar con otra instituciones

tradicionales que se habían hecho cargo hasta ese momento de la salud de las mujeres y niños.

Un punto que cabe destacar es que las mujeres hacen su “resistencia” Marcela Nari lo interpreta

como una suerte de apropiación del cuerpo de la mujer.

También analiza las “políticas de maternidad”, que el Estado va regular a partir de la

implementación del Código Civil, Código Penal y la legislación laboral. En esta etapa no solo se

visualiza un enfrentamiento entre dos corporaciones, médicos y juristas que se daba en una época de

transición sino lo que se ponía en discusión eran los derechos individuales, de la familia, del honor de

la familia, el derecho de la Patria Potestad, y a partir de 1887 el Código Penal penalizaba los abortos

y los infanticidios, estos fueron comportamientos que preocuparon a la mayoría de los médicos en

especial aquellos que se vinculaban a instituciones oficiales e identificados con políticas

poblacioncitas.

En el capítulo tercero la autora explica los procesos que hacen a la politización de la maternidad

entre 1920-1940, no implicaba su “socialización”; en este periodo podemos hablar de continuidades y

cambios, en las primeras podemos hablar de el peso que seguía teniendo el discurso de la “eugenesia”,

“raza”, caracterizado por la influencia de las políticas fascistas. En la década del treinta crecieron otras

instituciones vinculadas al “binomio madre-niño”(asilos diurno y nocturnos). A fines de la década del

treinta (1937) se creó la Dirección Nacional de Maternidad, dependiente del Departamento Nacional

de Higiene, paso a coordinar toda la estructura publica privada y semiprivada de las décadas anteriores,

su director fue designado por el P.E. por lo tanto determinadas decisiones con respecto a la procreación

y a la crianza de los niños eran “cuestiones de Estado” o “asunto públicos”; la nueva reglamentación

del trabajo femenino y de niños y un espacio formal para recepción, reclamos y pedidos con un
instrumento de publicación que era el Boletín, el régimen de protección a la maternidad , los descanso

de las madres-nodrizas, la ley de trabajo a domicilio, y de salarios mínimos.

El cuarto capítulo “El feminismo Resultante” la autora va describir y analizar las posturas del

movimiento feminista en el periodo estudiado, teniendo en cuenta que la maternidad constituía el

núcleo fuerte de las argumentaciones, los reclamos por la igual civil y la igualdad política.

“…La maternidad aparecía para las feminista (así tambien como para las antifeministas) en

aquello que diferenciaba a las mujeres de los varones y aquello que unificaba a las mujeres entre sí

y fue un punto de conflicto…” desde aquí se conformaron centros y agrupaciones que les permitió

debatir problematices ampliando así su horizonte.

En la última parte del texto hay dos apéndices, el primero recopila los trabajos que están

relacionados con el periodo y el tema investigado por Marcela Nari y el segundo esta compuesto por

estadísticas y censos perecientes a la ciudad de Buenos Aires.


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