E L IT IS M O C O M P E T I T IV O
Y L A V IS IO N T E C N O C R A T IC A
dato directo m ina el ám bito que deben tener los representantes para
resolver el conflicto, equilibrar los intereses contrapuestos y desa
rro llar políticas suficientem ente flexibles com o para hacer frente a
circunstancias cam biantes (véase Economía y sociedad, parte I, pp.
289-290, 292-293; parte II, pp. 948-952, 983-987). La democracia
directa no dispone de un m ecanism o adecuado para m ediar en las
luchas entre fa c d o nes.
Es e rróneo mezclar los problem as referentes a la naturaleza de
la ad m in ist ración con los p roblem as refe rentes al co ntrol del apara
to del estado (véase A lbrow , 1970, pp. 37-49). E n opinión de W e
ber, M arx, Engels y L enin confundían estos temas al mezclar la
cuestión sobre la naturaleza clasista del estado con la cuestión sobre
si una adm inistración burocrática centralizada es una característica
necesaria de la organización política y social. El com prom iso de
L enin con la «destrucción» del estado es quizá el ejemplo más claro
de la incapacidad de verlas com o dos cuestiones distintas. Más aún,
W eber se resistía a toda sugerencia acerca de que la organización del
estado m oderno podía e x p lie a rse d i.rec ta m en te en térm inos cíe las
actividades de las clases. Con el fin de entender esta postura, resulta
útil com prender su concepción del estado.
W eber desarro lló una de las definiciones más im portantes del
estado m oderno, poniendo el énfasis en dos elem entos distintivos
de su historia: ja territorialidad y la violencia. El estado m oderno,
al contrario que sus predecesores, agitados por la lucha constante
entre facciones, tiene la capacidad de m onopolizar el uso legítimo
de la violencia en un territo rio dado; es un estado-nación en las re
laciones arm adas con otros estados-nación, más que con segmentos
arm ados de su propia población. «Por supuesto», destacaba Weber,
«...la violencia no es, naturalm ente, ni el m edio norm al ni el único
m edio de que el Estado se vale, pero sí es su m edio específico... el
E stado es aquella com unidad hum ana que, dentro de un determ ina
do territo rio, reclam a (con éxito) para sí el m onopolio de la violencia
física legítima» (es decir, considerada legítim a) («Politics as a Voca-
tion», p. 83). El estado m antiene la conform idad o el orden en un
territo rio dado; en cada sociedad capitalista esto im plica, de forma
crucial, la defensa del sistem a de propiedad y el apoyo a los intereses
económ icos dom ésticos en el extranjero, aunque en ningún caso
pueden reducirse a esto todos los problem as de orden. La red de
agencias e instituciones estatales encuentra su sanción últim a en la
pretensión del m onopolio de la coerción, y un orden político es, en
184 V a ria n te s c o n te m p o rá n e a s
tareas adm inistrativas era crucial para el logro de este fin. Además,
las crecientes dem andas hechas al estado eran tan to de tipo interna
cional, com o nacional; y cuantas más dem andas, más necesaria es
u na adm inistración especializada para su cuidada interpretación y
adm inistración:
JEs evidente que el gran estado m oderno depende tanto más de una
base burocrática técnica cuanto mayor es y ante rodo cuanto más es o tien
de a ser en potencia... cuanto mayor sea la superficie de fricción con el ex
terior y cuanto más urgente sea la necesidad de una unificación adminis
trativa en lo interno. {Economíay sociedad, parte II, pp. 728-7299.)
D e te rio ro de
establece m ec an ism o s para
c o n tro la r a sus p ro p io s seguidores, \
in c lu y e n d o ;s los m ie m b ro s del
c o n c e p c ió n de!
p a rla m e n to : ios re p re sen ta n te s
I p a rla m e n to c o m o c e n tro ¡ se c o n v ie rte n en «borregos v otantes
\ de d e lib e ra c ió n j
p e rfe c ta m e n te disciplinados» >
y d eb ate
F i g u r a 5.1 . E l s i s te m a d e p a r t i d o s y la p é r d i d a d e la i n f l u e n c i a d e l p a r la m e n t o .
192 V arlan tes c o n tem p o rán e as
225
226 Variantes contemporáneas
ipp, 82-93). Los pluralistas dan una im portancia especial a los pro
ceso s que generan, y que resultan de la com binación de los esfuer
z o s individuales en grupos y en instituciones en la com petencia por
;el poder. Ai igual que M adison, destacaban que las facciones — en
su disfraz m oderno, los «grupos de interés» o los «grupos de pre-
jsión»— son « la co n trap a rtid a n a tu r a la la libre asociación», en un
m un d o donde la m ayoría de los bienes más deseados son escasos y
idonde un com plejo sistem a industrial fragm enta los intereses socia
les y crea una m ultiplicidad de dem andas. Al igual que M adison,
¡a ceptaban que un p ropósito fundam ental del gobierno es proteger
las libertades de las facciones para que desarrollen sus intereses p o
líticos^ al_ tiempo_que im pedir que cualquier^facción individual so
cave la libertad de las demás. A diferencia de M adison, sin em bar
go, lo s p lu ralistas argum entaban (a pesar de ciertos desacuerdos en
tre ellos) que las facciones, lejos de suponer una gran amenaza para
las asociaciones dem ocráticas, constituyen una fuente estructural
de estabilidad y la expresión central de i a dem ocracia. Para ios plu
ralistas, la existencia de in tereses com petitivos diversos es la base
del equilibrio dem o crático y de un desarrollo favorable de la políti
ca publica (véase H eld y K rieger, 1984). T endían a dar por supuesta
la idea de que al igual que la econom ía se ocupa de que los indivi
duos satisfagan al m áxim o sus propios intereses, ja política se ocupa
de que grupos de in dividuos satisfagan al m áxim o su interés co
m ún. Por consiguiente, se presupone tam bién una concepción utili-
taria m uy p articular de ios individuos, com o «maxim¿zadores de su
satisfacción», que actúan en intercam bio com petitivo unos con
otros en el mercado, y en ..la .p o lític a . (véase Elster, 1976).
E n el m undo com petitivo m oderno, caracterizado por la com
plejidad y las divisiones de interés, la vida política, adm itían los
pluralistas, no podrá nunca acercarse a ios ideales de la democracia
ateniense o al tipo de dem ocracia previsto por Rousseau o Marx. El
m un d o es, sin lugar a dudas, «imperfecto» de acuerdo con esos idea
les, pero no debem os juzgarlo así. Más bien, debe analizarse con un
«m étodo descriptivo» que considere las características distintivas y
el fun cionam iento real de todas esas naciones-estado y organizacio
nes sociales que los científicos sociales denom inan com únm ente
dem ocráticas (D ahl, 1956, p. 63). Los pluralistas tenían com o obje
tivo describir el funcionam iento real de la dem ocracia y valorar su
co n trib u ció n aJ desarrollo de la sociedad contem poránea. Por lo
tanto, se refirieron a su propia teoría de la dem ocracia como una
228 Variantes contemporáneas
P olítica de g ru p o s, g o b ie rn o s y p o d e r '"Wfí'i.Oá}
p o d er, tai co m o sugiere esta ú ltim a d e fin ic ió n de D ah l, o las cap acid ades, tai com o
especificaba su d e fin ic ió n o rig in a l, ia de fin ic ió n p lu ralista del p o d er tiende a de
p e n d e r dei ejerc icio del c o n tro l sobre sucesos in m e diatos: 1a cuestió n es ia supera
ció n de la resistencia i n m e d iata.d e B a ja v o lu n ta d o p ro p ó sito de A (véase Lukes,
1974, cap. 2).
230 Variantes contemporáneas
tíos políticos son el resultado del gobierno y, en ú ltim o caso, del eje
cutivo que trata de m ediar y juzgar entre las dem andas contrapues
tas de los grupos. E n este proceso, el sistem a político o, el estado
apenas puede distinguirse ya del flujo y reflujo de la negociación, de
la présión.com petitiva de los grupos de interés. De hecho, a veces es
mejor considerar a cada uno de los departam entos del gobierno
como otro tipo de grupo de interés, ya que tam bién ellos com piten
p or los recursos escasos. P or lo tanto, la tom a de decisiones guber
nam entales dem ocráticas im plica el intercam bio continuo, y el apa
ciguam iento de las dem andas de grupos relativam ente pequeños,
aunque probablem ente en n ingún caso todos los intereses serán ple
nam ente satisfechos.
E n el m odelo pluralista clásico no existe, en ú ltim o térm ino, un
poderoso centro de tom a de decisiones. Puesto que el poder está
esencialm ente disperso a lo largo de la sociedad, y puesto que existe
una pluralidad de puntos de presión, surge una' variedad de centros
de form ulación de políticas y adopción de decisiones rivales.
¿Gómo puede alcanzarse^ entonces, el equilibrio o la estabilidad en
una sociedad dem ocrática com o la de Estados Unidos? Según
D avid T rum an, otro de los prim eros analistas de la política de
grupos:
cho menos «la» mayoría, actúa de forma tiránica utilizando los procedi
mientos democráticos para im poner su voluntad en una (o la) minoría. En
lugar de eso, la cuestión más relevante es la medida en que varias minorías
de una sociedad frustran, mutuam ente sus ambiciones con el pasivo con
sentimiento o indiferencia de una mayoría de adultos o votantes.
3r. . ... si hay algo que'decir acerca de los procesos que realmente distin-
| | guen a la democracia v(o poliarquía) de ia dictadura.... la distinción está
| f (muy cerca)... de ser la que existe entre el g o É T e r n o u n a m inoría y el go~
11 bierno de minorías. En com paración con los procesos políticos de una
J ‘ ^rctaHuHriáVcaracterísticas de la poliarquía amplían enormemente el n ú
mero, tamaño y diversidad de las minorías cuyas preferencias influyen en
el resultado de las decisiones gubernamentales. (Dahl, 1956, p. 133.)
este consenso o persiguen activam ente sus propios objetivos, sin te
ner en cuenta las expectativas del electorado, fracasarán casi con
toda seguridad en cualquier nueva tentativa de perm anecer en el
poder:
P o lític a , c o n se n so y d is trib u c ió n d e l p o d e r