Anda di halaman 1dari 4

- COMPOSICIÓN DE LA LECHE MATERNA

La composición de la leche humana varia con la fase de lactancia, la hora del


dia, el momento de la toma, la nutrición de la madre y la edad gestacional del
recién nacido en el momento del parto. Mientras se establece la lactancia se
distinguen tres fases en la leche humana: calostro, leche de transición y leche
madura.

El calostro: Es un líquido amarillento de aspecto cremosos, más espeso que la


leche madura y que contiene más proteínas, más vitaminas liposolubles y más
minerales. También contiene concentraciones más elevadas de
inmunoglobulinas (anticuerpos como la IgA) y puede ser una fuente de
inmunidad pasiva para el recién nacido. La producción de calostro comienza en
fases tempranas del embarazo y puede durar hasta varios días tras el
nacimiento. En la mayoría de los casos, el calostro es sustituido por la leche de
transición a los 2-4 días después del parto.

La leche de transición: se produce desde el final de la producción de calostro


hasta aproximadamente 2 semanas después del parto. Esta leche contiene
lactosa, vitaminas hidrosolubles, niveles elevados de grasa y más calorías que
el calostro.

La leche madura: es la leche final, contiene el 10% de solidos (hidratos de


carbono, proteínas y grasa) para la energía y el crecimiento, el resto es agua,
que es fundamental para mantener la Hidratacion.

La composición de la leche madura varía según el momento de la toma. La


primera leche es la leche que se obtiene al principio de la toma. Tiene un elevado
contenido en agua y contiene vitaminas y proteínas, la última leche se libera
después de la subida inicial de la leche o de la salida de la leche y tienen una
mayor concentración de grasa, aunque la leche madura parece similar a la leche
desnatada y puede llevar a la madre a cuestionarse si su leche es lo suficiente
rica, la leche materna madura proporciona 20 Kcal/ 30ml, como la mayoría de
las formulas. Sin embargo, el porcentaje de calorías derivado de las proteínas
es menor en la leche materna que en la de las formulas y hay un mayor
porcentaje de calorías derivado de las grasas. En los bebes alimentados con
leche materna, el metabolismo de las proteínas produce menos compuestos
nitrogenados, lo cual tiene un efecto positivo sobre el riñón aun inmaduro del
niño.

- VENTAJAS DE LA LECHE MATERNA

Ventajas inmunológicas: Las ventajas inmunológicas de la lactancia materna


incluyen diversos grados de protección frente a infecciones respiratorias y
digestivas, otitis media, meningitis, sepsis y alergias (Kelleher y Duggan, 1999).
Esta protección del niño alimentado con lactancia materna se extiende desde el
período posnatal hasta los 18 meses de edad, cuando las inmunoglobulinas
propias del niño comienzan a ser activas. La IgA secretora, una inmunoglobulina
presente en el calostro y en la leche materna, tiene propiedades antivirales,
antibacterianas y de inhibición antigénica. La IgA secretora contribuye a reducir
la permeabilidad del intestino delgado a las macromoléculas antigénicas
(Johnson y Riddick, 2000). Otras propiedades del calostro y la leche materna
que actúan para inhibir el crecimiento de bacterias y virus se deben a la
presencia de Lactobacillus bifidus, lisozimas, lactoperoxidasa, lactoferrina,
transferrina y diversas inmunoglobulinas. También están presentes las
inmunoglobulinas del virus de la poliomielitis en la leche de las madres que están
inmunizadas frente a este virus. Como la presencia de estas inmunoglobulinas
puede inhibir la infección intestinal buscada y la respuesta inmunitaria del bebé,
algunos médicos recomiendan esperar de 30 a 60 minutos para la toma después
de administrar la vacuna de la polio Sabin por vía oral. Además de estas
propiedades inmunológicas, se sabe que la leche materna no es alergénica.

Ventajas nutricionales: La leche materna está compuesta por lactosa, lípidos,


ácidos grasos poliinsaturados y aminoácidos, especialmente taurina, y tiene un
índice de proteína sérica-caseína que facilita su digestión, absorción y
aprovechamiento completo comparado con las fórmulas (Johnson y Riddick,
2000). Algunos investigadores piensan que la elevada concentración de
colesterol y el balance de aminoácidos en la leche materna la confieren ser el
alimento óptimo para la mielinización y el desarrollo neurológico (Johnson y
Riddick, 2000). Los altos niveles de colesterol en la leche materna pueden
estimular la producción de enzimas que permiten su metabolismo eficaz,
reduciendo así sus peligrosos efectos a largo plazo sobre el aparato
cardiovascular.
La leche materna proporciona al recién nacido minerales en dosis más
adecuadas que las fórmulas (Lawrence y Lawrence, 1999). Aunque la
concentración de hierro en la leche materna es mucho más baja que la de las
fórmulas preparadas, se absorbe mayor proporción y de manera más rápida, y
parece ser suficiente para satisfacer las necesidades del bebé durante los
primeros 4 a 6 meses. La AAP y el ACOG (1997) establecen que los recién
nacidos alimentados con leche materna generalmente no necesitan suplementos
de hierro antes de los 4 a 6 meses de vida. Es más, los suplementos de hierro
pueden reducir la capacidad de la leche materna para proteger al recién nacido
por su interferencia con la lactoferrina, una proteína ligadora de hierro que mejora
su absorción y tiene propiedades antiinfecciosas.

Otra ventaja de la leche materna es que todos sus componentes se administran


al bebé en su forma no modificada, y las vitaminas no se pierden durante su
procesamiento y calentamiento. Si la madre lactante está tomando diariamente
suplementos polivitamínicos, su dieta es adecuada y el bebé queda expuesto a
la luz solar durante 30 minutos a la semana si está en pañales, o 2 horas a la
semana si está totalmente vestido, no es necesario administrar suplementos de
vitamina D a los bebés alimentados exclusivamente con leche materna (Lauwers
y Shinski, 2000). Si la dieta de la madre o la ingesta de vitaminas es inadecuada
o cuestionable, el personal asistencial puede decidir prescribir vitaminas
adicionales para el bebé.

Ventajas psicosociales: Las ventajas psicosociales de la lactancia materna


son fundamentalmente las que se derivan del vínculo madre-hijo. El nivel de
oxitocina de la madre aumenta generalmente con la lactancia, y los estudios
indican que este cambio hormonal coincide con respuestas incluso más
cariñosas y un mayor sentimiento de bienestar en la madre. La lactancia
materna potencia el vínculo ofreciendo la oportunidad de un contacto cutáneo
directo frecuente entre el recién nacido y su madre. El sentido del tacto en el
recién nacido está muy desarrollado al nacer y es una de las primeras formas
de comunicación. La estimulación táctil asociada con la lactancia materna
puede transmitir calor, proximidad y comodidad. Esta mayor proximidad
proporciona tanto al recién nacido como a la madre la capacidad de aprender el
uno del otro las pautas de comportamiento, así como las necesidades. El
sentimiento de la madre de ser capaz de satisfacer las necesidades de su bebé
en lo que se refiere a su alimentación y a su comodidad se ve reforzado
cuando el recién nacido succiona vigorosamente y queda satisfecho y calmado
con la lactancia. Algunas madres prefieren la lactancia materna como un medio
para potenciar la relación estrecha y única de dependencia entre la madre y el
bebé que existía antes de que éste naciera.

Dar de mamar a gemelos no sólo es posible, sino que además puede potenciar
la individualización y el vínculo de la madre con cada uno de los niños. La
fantasía de un solo bebé se sustituye con la realidad de dos individuos cuando
la madre tiene un contacto estrecho y frecuente con cada uno de ellos. Hay que
animar a los padres a que se impliquen en la experiencia de alimentar al bebé
permitiéndoles que le proporcionen leche materna fresca extraída o congelada
al bebé en una o más tomas al día.

Anda mungkin juga menyukai