El valor del silencio administrativo nace con la objeto de servir de garantía para que
los derechos fundamentales de petición del ciudadano no se vean afectados.
Entonces el silencio administrativo es el reemplazo de la expresión concreta del
órgano administrativo por la manifestación abstracta diligente por la ley,
estableciendo una conjetura a favor del administrado, con esa capacidad pasado un
determinado plazo se desvía una manifestación de voluntad estatal con
consecuencias jurídicas en determinado sentido.
El silencio administrativo vendría a ser una conjetura o ficción legal por lo cual,
pasado cierto plazo sin respuesta la Administración, y además producidas ciertas
circunstancias se interpretara denegada o aceptada la petición o el recurso
formulado.
La ideología como la legislación, tienen en consideración dos consecuencias del
silencio administrativo: la negativa y la positiva. Ósea, ante la falta de una respuesta
a los requerimientos del administrado, se supone que han sido expedito de forma
negativa o positiva.
- el silencio negativo: es el efecto asignado por la ley a todo suceso que no ha sido
resuelto en un plazo dado, es la desatención de la pretensión.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS