INTRODUCCION:

Los servicios de salud, al igual que otro tipo de servicio social, así como el
sistema de mercado o de telefonía, brinda a las personas una serie de
elementos para satisfacer unas necesidades particulares. A diferencia de
otro tipo de servicios, el de salud tiene la particularidad de estar ligado a una
necesidad biológica y emocional. La persona que solicita este servicio, lo
hace desde la vulnerabilidad, desde un estado de aflicción y de alarma. De
ahí la importancia de entender los servicios de salud como un proceso de
atención al otro, basado en la tolerancia, la empatía y el trabajo en equipo.

La prestación de servicios de salud tiene el reto de amoldarse a cada caso

en particular; invita a los trabajadores de la salud a desconocer sus propias
creencias, para comprender las de los demás.

Entender los valores humanos cobra especial relevancia en este proceso de

entendimiento del otro. Una adecuada lectura de los múltiples valores que
manifiesta una persona puede marcar la diferencia entre prestar un servicio
eficaz o ineficaz
HUMANIZACION DIGNIDAD Y CAPACIDADES HUMANAS.

La humanización se inclina por la protección de la dignidad humana. Ello

hace que sea amplia y a la vez difícil precisar a qué se refiere la palabra
humanización, pues el mismo concepto de dignidad humana es muy
variable. La humanización es un énfasis que se da a un tipo específico de
atención o servicio.

En este caso, la humanización de los servicios de salud se relaciona con el

servicio al otro, reconociéndolo como ser humano, con respeto a su
dignidad y sus potencialidades o capacidades.

1 Ahora bien, las características que hacen de alguien un ‛ser humano’

pueden variar. Por ello es importante hablar un poco acerca de la dignidad y
las capacidades del ser humano.

A lo largo del tiempo, la dignidad se relaciona con muchas características

del ser humano, que va desde la racionalidad hasta la libertad y la
creatividad. Así no haya un significado universal, sus alcances denotan
conceptos de bienestar, placer, autonomía, felicidad y no de sufrimiento. Es
función de cada interlocutor crear las especificaciones necesarias mediante
el mismo diálogo, que permita sentar en cada quien el significado particular
de dignidad, cuando esto sea necesario. Así pues, la dignidad sería una
palabra de contenido amplio, y significados cambiantes.2
EL MODELO BIOSICOSOCIAL

El modelo biopsicosocial, como su nombre lo indica, contiene tres

componentes que explican los cambios en el proceso salud-enfermedad. El
componente biológico retoma todo lo planteado por la teoría del modelo
biomédico. El componente psicológico se relaciona con las emociones, los
pensamientos y las conductas del ser humano. El componente social reúne
todos los aspectos externos al cuerpo biológico y que se relacionan con el
hombre
Este último componente es muy amplio, pues reúne a las esferas culturales,
políticas y económicas. Una repercusión en la adaptación a este nuevo
enfoque biopsicosocial tiene que ver con la forma en que el ser humano
participa en el proceso de atención en salud. Anteriormente, el enfoque
biomédico exigía que el ser humano ‛enfermo’ fuera en efecto ‛paciente’;
objeto de estudio por parte del médico
Con la llegada del enfoque biopsicosocial, el ser humano se convierte en
‛agente’ del proceso asistencial. La forma en que se vive la enfermedad es
motivo también de estudio, y ello solo se logra con la participación del ser
humano ‛enfermo’, ya no como ‛paciente’, sino como un ‛usuario’ de los
servicios de salud.
El médico es aquel mediador, que intenta dar sentido a las relaciones entre
el cuerpo, las vivencias del ser humano, sus interpretaciones y su efecto en
la relación salud-enfermedad, en un proceso dialógico que incorpora al ser
humano como actor importante en el fortalecimiento de capacidades.

Los servicios de salud, hoy en día, incorporan al ‛usuario’ de forma más

activa. El usuario debe conocer las rutas de atención, la forma en que opera
el sistema de salud de su país y los medios necesarios para hacer efectiva
cada una de las recomendaciones generadas para el restablecimiento de un
estado más saludable. En todo este proceso intervienen muchas personas,
roles y micro-procesos.

De allí que las fallas, errores o malas interpretaciones devengan en la

obstaculización del proceso y, por ende, la persistencia o empeoramiento de
un estado de enfermedad.