Anda di halaman 1dari 3

TITERES Y SU IMPORTANCIA

Introducción

El teatro de títeres es una actividad bien recibida por los niños y adultos. Los personajes logran fácilmente niveles de
conexión profundos con los más pequeños. En el caso de la experiencia propuesta, los alumnos eran de Educación
Infantil y nos limitamos a la construcción de los diferentes tipos de títeres con temática libre, sin asociar esta práctica
con una representación teatral, aunque sirvieron posteriormente para otras asignaturas en las que fueron utilizados y
enriquecieron su experiencia. Los títeres encierran en sí distintas facetas de comunicación que van desde: la
interpretación teatral para niños con un contenido lúdico, hasta la realización de óperas para su divulgación como las
marionetas de Palermo, Salzburgo, Munich o la transmisión de valores como en las marionetas de Mali.

Los títeres gustan a todos los niños. Son un medio de expresión y creación. El niño, desde pequeñito logra
prestar una fascinante atención a los personajes diversos que se les puede presentar, ya que viajan con ellos
pasando un sinfín de historias, conociendo lugares, épocas y personajes nuevos.

Origen de los títeres


El origen y evolución de los títeres es tan antiguo como el hombre. Éste encontró en los títeres una forma de expresar
lo que sentía, jugando con la sombra de su cuerpo a la luz del fuego o del sol. Nació como elemento de la religión y
formo parte del sentir de los pueblos, hay textos escritos, muñecos articulados que están en los museos, que dan una
idea de la antigüedad milenaria de este arte. En el antiguo Egipto, se descubrió una barca en la tumba de una bailarina
llamada Jelmis (Fig. 7), en cuyo interior había una casita de marfil que guardaba varios muñecos, uno de ellos
dedicado a la diosa Isis y era movido por hilos. Fueron encontradas en excavaciones arqueológicas mejicanas,
formando parte de diversas ofrendas en entierros de restos humanos en Xochitecatl (Fig. 8 y 9). Figuras
antropomorfas, asexuadas, con brazos y piernas móviles, en la cabeza llevan tocados complicados y orejeras. Con una
antigüedad aproximada de 800 a.d.C. Grecia desarrolló una importante cultura de los títeres e incluso Aristóteles cita
esta actividad que se realizaba de forma muy elaborada.Se pueden encontrar escritos de las culturas Asirias y los
Caldeos, que realizaron ídolos movidos por hilos accionados por manivelas y poleas. El imperio romano modificó su
carácter que inicialmente estaba relacionado con las actividades bélicas y los ritos, para proporcionar un medio de
expresión en la calle, donde el pueblo expresaba su opinión a modo de caricatura del poder político, y por ello fueron
acosados y pasaron a realizar las representaciones por medio de la mímica. Es en el Medievo cuando el títere adquiere
un uso de tipo educativo, enseñar Las Sagradas Escrituras o textos moralizantes y otro más burlesco con temas
profanos y atrevidos, actuando en los espacios públicos. En Oriente adquirieron gran desarrollo los "Teatros de
sombras" en los que se utilizaban títeres de diferentes materiales, algunos de ellos opacos, otros con dibujos
perforados y coloreados, de los que existen actualmente escuelas que han continuado con esta práctica milenaria. Los
titiriteros formaban parte del séquito de la corte, donde realizaban sus funciones para el entretenimiento de los
cortesanos renacentistas. Posteriormente los títeres se incorporaron a las ferias itinerantes, a la cultura en diversos
medios como teatros, salas de representación, etc; y con la utilización de un retablo para su puesta en escena.

Definición títeres y marionetas

Los títeres, podríamos definirlos como objetos inanimados que, a través de la acción de un individuo, adquieren una
apariencia de vida. La palabra títere viene del ruido: “ti, ti” que hacían con un silbato los titiriteros en sus
representaciones. La palabra francesa marionette (marioneta) se refiere al habla de estos personajes, una “marionette”
era un clérigo, que en las representaciones religiosas transformaba su voz haciéndola aguda para que pareciese
femenina. En español e italiano, se usa indistintamente la palabra títere o marioneta. Pero se hacen estas distinciones
sobre ambos: El títere tiene cabeza, manos y cuerpo que es un trozo de tejido que le sirve al titiritero para manejarlo
con la mano. La marioneta tiene cabeza, manos, brazos, piernas y troncos móviles, que se mueven con hilos o varillas
por el marionetista situado por encima o detrás del muñeco. Las marionetas y títeres son figuras o personajes que se
manejan con los dedos, varillas o hilos en pequeños teatros llamados retablos, su nombre proviene de los lugares
donde se representaba el teatro religioso, porque en Europa la Iglesia utilizaba los títeres para contar las historias de
santos, milagros, y de la Biblia.

Los títeres permiten al niño:

 Desarrollar su creatividad o imaginación.


 Manifestar su personalidad.
 Comunicar sentimientos.
 Establecer un diálogo de tú a tú.
 Descargar tensiones, o emociones.

¿Por qué usar títeres en el campo educativo?

 Porque estimulan la capacidad de atención y concentración del niño.


 Porque incrementan el vocabulario pasivo del niño.
 Porque es un medio de estimulación auditiva y visual.
 Porque desarrolla la comprensión del niño al interactuar con el títere.
 Los títeres se pueden emplear para enseñar prevención y cuidado del cuerpo.
 Son fáciles de crear o adquirir.
 Permite a los niños comprender mejor los temas pre-escolares.
 Estimulan el raciocinio lógico del niño.
 Porque los invita a “viajar” con la imaginación.
 Puede enseñarse además, valores, principios a desarrollar también la capacidad empática y la
tolerancia.

¿Qué criterios se debe tener en cuenta para emplear títeres en el campo educativo?

 Los títeres deben estar a disposición de los niños; ser empleados por ellos mismos para que puedan
crear sus propias historias.
 Deben adecuarse a la realidad del niño.
 Debe transmitir un mensaje positivo.

Los títeres se pueden crear con diversos tipos de materiales, también con material reciclable o incluso pueden
ser adquiridos en tiendas especializadas en productos didácticos. Lo importante es el mensaje que transmitan, y
la forma cómo llegar a los niños, interactuar con ellos, de esta manera aprenden jugando.

LOS TÍTERES EN EL AULA


Es importante la utilización de métodos alternativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, entre estos
está el teatro de títeres que permite la comprensión de conceptos y brinda la posibilidad de abordar
diferentes temáticas con fácil asimilación del mensaje, convirtiéndose en un instrumento que facilita la
interacción social entre los niños.
Esta técnica teatral facilita la expresión de los estudiantes porque integra una serie de actividades que le
permiten expresar sus sentimientos, mejorar su lenguaje y enriquecer su vocabulario .

El lenguaje de los títeres


Una misma historia puede ser contada de muchas maneras, usando distintos medios de expresión: teatro,
cine, música, relato oral, libro, cada una de esas opciones impregnará la historia de un “sabor” diferente,
único. Esto sucede porque cada uno tiene distintas herramientas para transmitir su mensaje, y es
importante que, sea cual sea el medio que usemos, seamos capaces de aprovechar todas las
posibilidades. El caso del teatro de títeres no es diferente, por lo que será necesario dedicar tiempo a
explorar las propiedades únicas que tiene. Entre ellas podemos encontrar las siguientes:

- Interacción con el público. Ya vimos que esta es una de las características esenciales, por lo que al
momento de estructurar la historia se debe considerar de antemano en qué momentos la audiencia
intervendrá activamente en la obra. Esta interacción se puede dar de muchas formas. Un ejemplo clásico
es el momento de complicidad: “María: Si ven a Pepito me avisan, porque quiere robarme el baúl. María
sale, entra Pepito y los niños gritan: ¡María, María! Ella tarda en aparecer, y entonces Pepito se esconde.
María lo busca pero no lo encuentra, y piensa que los niños la están engañando. Entonces ellos gritan
para demostrarle su fidelidad. Al final María pilla a Pepito”. Otro ejemplo clásico se da cuando el villano (si
es que tenemos uno) desafía a los niños, burlándose del héroe.

- Comicidad. Los títeres son de por sí criaturas cómicas, pues permiten exagerar situaciones que, sin
embargo, conservan cierta verosimilitud. Esto se debe trabajar de manera conciente al momento de
montar la obra, evaluando qué tipo de comicidad se trabajará. Las opciones son variadas: está la
repetición mecánica de algo (al estilo de “El Chavo del 8”); la comedia de las equivocaciones, del tipo
“¿por dónde se fue? ¡Por allí!”, está la inversión de los valores (como cuando un personaje pequeño
demuestra ser más fuerte que uno grande), etc. En cualquier caso, las situaciones exageradas suelen
funcionar bien.
- Improvisación. Aun cuando se esté trabajando con un libreto que se deba respetar (como en el caso de
¡No te rías Pepe!), lo más común es que en una función se dé más de alguna situación imprevista. Los
niños suelen sorprender con comentarios o reacciones que ameritan una respuesta improvisada; por eso,
los titiriteros deben estar siempre mentalmente preparados para esas eventualidades. Aquellos con
experiencia logran que cualquier situación inesperada se integre orgánicamente a la obra. “Casa de
títeres” y decorados Más allá de que se disponga o no de recursos para este ítem, se recomienda
mantener cierto grado de sencillez en lo que respecta a “casas de títeres” y decorados. Muchas veces
una sobrecarga en el escenario sirve sólo para distraer la atención, tanto de los niños como de los 27
mismos titiriteros. Es importante recordar algo que puede parecer obvio, pero que muchas veces se
olvida: el teatro de títeres lo hacen los títeres, no los decorados o las “casas de títeres”. Un pedazo de tela
colgado en el marco de una puerta puede perfectamente servir de escenario, y un uso mínimo de
recursos materiales estimula mucho más eficazmente la imaginación de los niños. Sea cual sea la “casa”
que usemos, es necesario que desde el primer ensayo se tenga claridad sobre este aspecto, pues
determinará muchos asuntos prácticos: ¿Dónde se ubicará cada titiritero en cada escena? ¿Estarán
sentados o de pie? ¿Desde dónde entrará cada personaje, por la derecha o por la izquierda?

Consideraciones finales
Para ser un buen titiritero Las funciones de títeres suelen ser actividades alegres. Esto no debemos
entenderlo como que siempre deban ser comedias, aun cuando es cierto que la mayoría del tiempo lo
son; más bien, se trata de entender que, en el contexto en que nos encontramos (jardines, escuelas o
liceos), funcionan como una instancia de distensión, incluso cuando presentamos situaciones dramáticas
más serias que motivan cierto nivel de reflexión. Muchas veces los niños ayudan a instalar una atmósfera
distendida de manera automática; les basta con sólo ver a un títere en acción. Pero no siempre es así.
Esto puede variar mucho de acuerdo a la edad, el contexto socio-económico, el lugar de la función o la
cantidad de niños en el grupo. Hay muchísimos niños en el mundo que nunca ha visto un títere, por lo que
ellos no saben muy bien cómo reaccionar cuando aparece uno. En esos casos, caerá enteramente sobre
el titiritero la responsabilidad de instalar el ambiente apropiado para el desarrollo de la función. Para lograr
esto, hay por lo menos dos características que todo titiritero debe desarrollar. La primera y la más obvia,
es que debe tener, como individuo, una relación cercana con los niños. Debe ser capaz de entablar un
diálogo con ellos, entender lo que buscan, prestar atención a su interpretación del mundo, escuchar lo
que tienen que decir. Como es de suponer, todo esto requiere un respeto profundo y sincero. No se
logrará una comunicación real con los niños si, en el fondo, nos estamos sintiendo superiores a ellos, si
no le damos importancia a lo que nos dicen, si menospreciamos sus perspectivas. En el contexto de este
manual, se da por sentado que tal relación ya ha sido desarrollada por quienes han estudiado este
material, y que es de hecho una de las motivaciones para querer trabajar con títeres. La segunda
característica es la familiaridad absoluta que el titiritero debe tener, por un lado, con la obra que
presentará, y por otro, con cada uno de sus muñecos. Sin esta familiaridad, al titiritero le será imposible
desarrollar su actividad con soltura pues se verá dominado por la inseguridad, y con eso instalará un
ambiente de incomodidad; en tal caso, la relación que los títeres establecerán con los niños será distante,
cuando no conflictiva. En este tema, el ensayo de la obra y la ejercitación con los muñecos son elementos
de suma importancia. Por último, solo cabe mencionar que el mundo de los títeres está lleno de
sorpresas. La exploración, de aquí en adelante, requiere ser continuada con mente abierta y actitud de
aprendizaje. Los niños tienen mucho que enseñarnos al respecto: el asombro que manifiestan cuando un
títere los estimula, la empatía que demuestran cuando un personaje les interpela, la pasión con que
reaccionan cuando un villano se sale con la suya, son las cosas que constituyen el verdadero alimento
para el titiritero.

Anda mungkin juga menyukai