MARCO INTRODUCTORIO

Con el objetivo de plasmar la política de defensa de la nación frente a las amenazas que
afecten la soberanía, el clima de seguridad interno y fomentar la confianza del país con respecto a
los países de la región, siete senadores plantearon la necesidad de que el Poder Ejecutivo elabore
el Primer Libro Blanco de la Defensa de la República Dominicana.

No cabe dudas de que en la República Dominicana el sector de la defensa y la seguridad se

encuentra en un momento de transición y reformas. Por primera vez, prácticamente desde su
fundación, tanto las Fuerzas Armadas como los cuerpos policiales se encuentran readecuando sus
doctrinas, revisando sus misiones y replanteando sus estructuras al contexto de las preocupaciones
y de los desafíos nacionales e internacionales. En este tránsito ineludible hacia la reforma integral
del sector de la seguridad, el sector militar ha ido pausadamente articulando una relación más
horizontal con la sociedad dominicana, debido en gran medida a los cambios generacionales del
liderazgo militar, a la voluntad y conducción de un liderazgo político democrático y a la mayor
madurez de la sociedad civil dominicana.

La propuesta está contenida en un proyecto de resolución, que estudia la Comisión de

Justicia y Derechos Humanos del Senado, se solicitaría al presidente Danilo Medina disponer, en
el más breve tiempo posible, la reglamentación de la composición y el funcionamiento del Consejo
de Seguridad y Defensa Nacional, según lo que establece la Constitución.

La iniciativa fue presentada por los senadores por San José de Ocoa, Carlos Castillo; por
Elías Piña, Adriano Sánchez Roa; por Dajabón, Sonia Mateo; por Nagua, Arístides Victoria Yeb;
por Sánchez Ramírez, Félix Vásquez; por Barahona, Edis Mateo; y por Bahoruco, Manuel Paula.

Destacan que los Libros Blancos de Defensa son documentos públicos que contienen las
políticas estratégicas para la planificación de la defensa y que existe en países latinos. Por lo tanto,
en la República Dominicana se vislumbran una serie de desafíos en el campo de la seguridad y
particularmente en los agentes centrales y concomitantes a él.
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 En este tema desarrollaremos un camino para aunar esfuerzos hacia la búsqueda creativa de
alternativas para apoyar, interactuar y realizar actividades armoniosas con la sociedad civil no debe
mermar y cada vez más encaminar los esfuerzos hacia la interacción con la población,
desarrollando actividades dirigidas y orientadas a cooperar directamente con la misma. De esa
forma, encontraremos acogidas, aceptación progresiva y armoniosa, y justificaríamos aún más la
razón de ser de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana.

En la época no bélica hay mucho potencial dentro de la FFA--AA que podrían concentrarse
y destinarse para desarrollar las misiones cívico-militares e innovando la planificación hacia esa
meta puede iniciarse, reanudarse o continuarse desde la máxima dirección y de manera sucesiva
los intercambios con la población no militar.

La importancia de acciones orientadas en ese sentido se enmarca en dos vertientes, ganarnos

el aprecio y la cooperación de la sociedad civil, y la característica especial para una institución
militar convivir y subsistir en tiempo de paz.

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