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PARANA, 3 de junio de 2019.

VISTOS:

El presente incidente de recusación planteado en el Legajo Nº 4385


caratulado: "URRIBARRI SERGIO D. - BAEZ PEDRO A. - AGUILERA
JUAN P. - CARGNEL CORINA E. - MONTAÑA HUGO F. - TAMAY
GUSTAVO R. - ALMADA LUCIANA B. - GIACOPUZZI EMILIANO O. -
ALMADA ALEJANDRO S/ NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON
EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA - PECULADO -
DEFRAUDACIÓN A LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA", traído a
despacho para resolver y;

CONSIDERANDO:

A- Mediante escrito que luce glosado a fs. 117/119 se presentan los


Dres. Ignacio Esteban Díaz, Raul Enrique Barrandeguy y Jose C. Pérez,
abogados defensores de los imputados Pedro A. Báez y Sergio Daniel
Urribarri, deduciendo formal recusación contra el Sr. Vocal Nº 5 del
Tribunal de Juicio y Apelaciones de esta ciudad, Dr. Gervasio Labriola.-
En líneas generales, alegan que su presentación tiene un fundamento
técnico, cual es ejercer el derecho a señalar y eventualmente
acreditar las circunstancias que llevan a sus defendidos a temer
fundada y seriamente por la falta de imparcialidad del Juzgador, cuya
carencia afecta gravemente la estabilidad del debido proceso entendido
como debido proceso adjetivo o ritual.-
Refieren que en el Legajo de OGA Nº 11.808, donde se acumulan los
Legajos Nº 61.211, 29.885 y 58.885, el Dr. Gervasio Labriola en fecha
03/05/2019 dictó resolución equiparada a definitiva rechazando la
excepción deducida oportunamente por los presentantes y, una vez
firme esa decisión, desestimó por cuestiones formales el Recurso de
Casación interpuesto por los defensores técnicos.-

Explican que aquella excepción se fundó en el hecho de que los gastos


de dineros públicos dispuestos por sus defendidos, y que fueron
estimados delictivos por la acusación, fueron todos aprobados por los
organismos de control, tal como lo sostuvieron al deducir una
excepción gemela en las presentes actuaciones, y que será reiterada en
el momento del juicio.-
Concluyen que el mismo Juez que rechazó la referida defensa y denegó
su revisión casatoria en el Legajo antes mencionado, ha sido designado
para integrar el Tribunal que en esta causa habrá de juzgar idéntica
defensa, entablada entre los mismos adversarios y con los mismos
fundamentos.-
Por ello considera evidente que, por haber pronunciado la referida
resolución, el magistrado se ha colocado en la situación prevista por
el inc. j) del art. 38 del C.P.P. que autoriza la excusación o
recusación del juez cuando "hubiere dado consejos o manifestado
extrajudicialmente su opinión sobre el proceso.-
Respecto de la admisibilidad del planteo, manifiesta que fueron
notificados en fecha 20/05/2019 de la resolución del Dr. Labriola, que
denegó la revisión de la resolución de fecha 03/05/2019 por la que
rechazó la prenotada excepción de falta de acción, gemela a la que en
estos autos han interpuesto y que será materia de consideración por el
Tribunal -integrado por el Magistrado recusado- en el juicio que
próximamente ha de realizarse en el presente Legajo. Destaca que la
causal de recusación sobrevino mucho tiempo después de la integración
del Tribunal de Juicio, por lo que la situación que motiva su
ocurrencia es de las previstas en el art. 44 del C.P.P., debiendo ser
planteada dentro de los tres días ha contar desde la producción o del
conocimiento de la causal sobreviniente.-
Citan doctrina y jurisprudencia que abonan su postura, ofrece prueba
y, finalmente, solicita se tenga por deducida la recusación
imprimiéndosele el trámite pertinente.-
A fs. 121/125 se presenta el Sr. Vocal Nº 5 del Tribunal de Juicios
y Apelaciones de Paraná, Dr. Gervasio LABRIOLA, a los fines de
producir el informe del art. 46 del C.P.P., interesando el rechazo de
la recusación planteada.-
En primer lugar, aclara que comparte con los señores defensores el
criterio interpretativo de las causales de recusación previstas en el
ordenamiento procesal, cuyo carácter taxativo y de interpretación
restrictiva no necesariamente obsta a que las partes formulen un
planteo inhibitorio si consideran que existen elementos de objetiva
gravedad que permitan fundar un temor cierto y concreto en la falta de
imparcialidad del Juzgador; pero, a su entender, tales circunstancias
de objetiva gravedad deben ser acreditadas y serán objeto de un juicio
de ponderación en cada caso concreto, a los efectos de analizar su
concurrencia, para arribar luego a una determinada decisión, y tal
ponderación debe contemplar en su análisis tanto el respeto
irrestricto por las garantías constitucionales y convencionales de los
imputados, como asi también el cumplimiento de los deberes que la
Constitución y las leyes del Estado democrático de derecho les imponen
a los jueces en ejercicio de la magistratura, de conocer y decidir
fundadamente en aquellos casos que sean sometidos a su jurisdicción y
competencia.-
Si bien no discute los extremos fácticos reseñados por los Sres.
Defensores, disiente en lo relativo a la entidad que pretenden
asignarle a dichas circunstancias, pues considera que tales hechos no
configuran ni la causal de recusación indicada en el planteo, ni
ninguna otra de las legalmente previstas, ni tampoco dan sustento para
objetivar cualquier otra situación parangonable -por su seriedad e
importancia- a previsiones tales que pudieran, por su objetiva
gravedad, afectar la imparcialidad de su actuación en el presente
proceso.-
Advierte que los señores defensores han mencionado y transcripto
(aunque con errores) la causal de inhibición prevista en el inciso a)
del art. 38 del C.P.P.E.R., pero luego aparentemente dicha causal no
es invocada como eje del planteo; no obstante ello, aclara que el
Legajo Nº 11.808 de OGA en el que se ha expedido rechazando el recurso
de Apelación articulado es un proceso diferente y autónomo de la
presente causa, más allá de las similitudes alegadas por los
defensores referidas a identidad de adversarios o al diseño de las
estrategias defensivas, no siendo posible siquiera considerar que se
encuentra comprendido en la situación de prejuzgamiento prevista por
dicho inciso.-
Concluye que, el hecho de haberse pronunciado en un proceso diferente
de modo adverso a las pretensiones de los señores defensores, por más
idéntica o "gemela" que pudiera ser la estrategia defensiva desplegada
en sendos procedimientos, de ninguna manera lo coloca en la situación
prevista en el inciso j) del art. 38 de la ley de rito, que contempla
el caso en que el magistrado hubiere manifestado extrajudicialmente su
opinión sobre el proceso.-
Agrega que no puede tener cabida el razonamiento de la defensa de
pretender valerse de una resolución judicial (no extrajudicial)
emitida en el marco de otro proceso, asimilando tal acto funcional a
una manifestación extrajudicial sobre el presente proceso, que
constituye un yerro lógico identificar un acto jurisdiccional dictado
en el marco de otra causa con una manifestación extrajudicial sobre
este proceso concreto, lo que es muy distinto.-
Cita jurisprudencia, ilustrando el criterio sentado por la Corte
Federal al desestimar como causal de recusación las opiniones vertidas
por el Tribunal en sus sentencias, necesarias para resolver los casos
sometidos a su decisión.-
Por último, afirma que el mecanismo recusatorio articulado por los
Sres. Defensores carece de fundamentación suficiente, por lo que debe
ser descartado de plano, propiciando de este modo su rechazo.-
En el marco de la audiencia del art. 46 del C.P.P., los incidentantes
ampliaron sus fundamentos.-
El Dr. Barrandeguy expresó que el objeto de la audiencia es sencillo,
que refiere a los términos en que se instala esta controversia
respecto de la integración del Tribunal. Relata que en el presente
Legajo Nro. 4385, en fecha 23/07/18 se integró el Tribunal y la
recusación del Dr. Labriola fue articulada el 23/05/2019, es decir
casi un año después, porque en el momento de la integración del
Tribunal la Defensa no tuvo objeciones que formular. Refiere que en el
Legajo Nro. 11.808, que acumula tres legajos -Nros. 58383, 29885 y
61.211-, dedujeron un incidente de recusación perentoria (sic)
derivado de la circunstancia de que la imputación de su defendido se
sostenía en el hecho de que su asistido había ejecutado gastos con
dineros públicos para fines no públicos. Adelanta que la misma defensa
que ya ha planteado, se va a plantear en el juicio ante V.E. en el
Legajo Nro. 4385. Explica que cuando deducen excepción en el Legajo
Nro. 11.808, la misma es rechazada por el Dr. Bonazzola. Que
previamente había ocurrido el pronunciamiento del Dr. Labriola en la
causa ?Alanis?, donde en un voto muy sólido rechazó las defensas de
fondo de los imputados, consistente en valorar en favor de los
imputados la actuación de los organismos de control; ese voto casi
íntegro es reproducido por el Dr. Bonazzola en el Legajo Nº 11.808
para dar fundamento al rechazo. Refiere que contra esa decisión
interpuso apelación.

Afirma que es un hecho igual, salvo por las características propias de los
instrumentos comisivos, al del Legajo Nº 4385. En este trámite
rechazada por el Dr. Bonazzola la excepción, transcribiendo casi a la letra
el voto de Labriola en ?Alanis?, que fue sostenido también por la Fiscalía
en el caso "Urribarri, Báez, Bufa", donde se planteó una excepción
perentoria. Pero volviendo al Legajo Nº 11.808, la Defensa apela y el
Tribunal unipersonal integrado por Labriola rechaza la apelación con
iguales argumentos que se habían utilizado en la otra causa y los mismos
argumentos que utiliza Bonazzola en la resolución apelada, ello ocurre el
03/05/19, todavía la causa Nº 4385 no tenía movimiento, estaba
esperando la fecha de juicio; se presentó el recurso de casación y con
apoyo en un ápice formal (extemporaneidad) se rechaza, ante ello se
presentó la queja, que se encuentra ahora en trámite previo. Ante esta
situación, y la perentoriedad del plazo de 3 días que prevé el Código,
viene a recusar al Dr. Labriola por una causa objetiva, sin que esto
signifique objeción alguna a la honorabilidad del Sr. Juez, ni a su
concepto de hombre de bien. Destaca que a veces en la prensa y en los
foros, se considera que ejercer un derecho es una circunstancia que se
lleva adelante para obstaculizar el proceso o conseguir dilaciones
indebidas; lamentablemente quienes reciben el descrédito de estas
opiniones forenses son los defensores que hacen los planteos;
considera fundamental señalar que está ejerciendo derechos, con
fundamentos sociológicos casi milenarios, ese ejercicio de derechos,
de ocuparse de gestionar la prueba que desincrimine al imputado, en
lugar de ser desacreditada debería ser reconocida porque legitima el
producto judicial. No hay duda que extraer del Estado el cáncer de la
corrupción produce dolor, enfrentamiento, entonces esta tarea judicial
tan noble debe realizarse con un apego prolijo por el respeto y
cumplimiento de las garantías procesales. Observar la actitud objetiva
de un Magistrado para entender en un caso, se puede hacer anteniendo el
respeto por el acusado, sin ofenderlo y sin transformar lo que debe ser
una cuestión de derecho, de puntos de vista o criterios, en una guerra
donde el único principio es el de la falta de razón.

Asimismo, el letrado reconoce que ha incurrido en un error en su escrito


de interposición, pues el inc. a) del art. 38 no ampara la recusación
deducida, sino que la misma tiene cobijo en el inc. j). Nadie duda que
las causas de recusación no puedan ser entendidas con criterio
taxativo, sino con la más amplia interpretación, ya que se pretende la
más absoluta ajenidad del juez con el problema objeto de la contienda.
Es verdad que el inc. j) no contiene con precisión la observación que
la Defensa hace a la intervención del Dr. Labriola, pero también es
cierto que la interpretación que la Defensa le da a lo manifestado
extrajudicialmente, concilia con los principios fundamentales del
sistema acusatorio, la independencia del Poder Judicial, el carácter
de juez natural y la imparcialidad. Lo que sostiene la Defensa en este
caso, más que la analogía es la semántica, ?extrajudicialmente? es una
actividad que se formula fuera del juicio, si se plantea en un juicio
en Córdoba o en un juicio en Concordia, es extrajudicial; lo que no se
puede eludir es que sea entre las mismas partes y ante una misma
cuestión judicial. Si esto ocurrió en otro juicio, la objeción que
hace el Dr. Labriola no se cuestionaría. Labriola entiende que
?extrajudicialmente? quiere decir que no haya sido en un juicio, pero
la Defensa entiende que ?extrajudicialmente? significa que no haya
sido en el mismo juicio; si es con las mismas partes y la misma
cuestión. Probablemente pueda tener razón Labriola, más allá de que
esta convenido de que no la tiene, porque estamos en un mundo donde
la disputa por el alcance y sentido de los conceptos es estratégica.
Afirma que para sostener su Defensa acerca de la significación que se
le debe conceder ante la Justicia Penal a los organismos de control,
le asiste razón aunque no pueden imponerla o decretarla, pero si
aceptara el punto de vista del Dr. Labriola tendría un Tribunal
integrado por alguien que entiende que ese punto de vista sobre la
actuación de los organismos de control es diferente. Después de que el
Vocal lleve casi la insignia de este punto de vista con su resolución
en la causa Alanis, y después de no haber concedido la casación hace
unos días, esperar que el Dr. Labriola piense distinto o que admita
?en el debate de ideas - que la Defensa tenga razón, sería esperar de
él una conducta inhumana; no hay otra posibilidad, al sentarse a
decidir, que no sea de sostener lo que ya ha sostenido. Esta situación
no encaja con la prolijidad que se podría esperar en la hipótesis del
C.P.P. pero, admitiendo la analogía, podemos decir que este inc. j) si
es entre las mismas partes y sobre el mismo proceso, le impide al Juez
objetivamente participar del debate. Cita la causa "Lerena Horacio
s/abuso de arma y lesiones" de la CSJN de mayo del año 2015, indicando
que debe hacerse excepciones al principio cuando esté en juego el art.
18 de la CN y tratados internacionales, las cuestiones de recusación
se vinculan con la mejora de la administración de justicia, cuyo
ejercicio imparcial es uno de los elementos de la defensa en juicio.
Refiere que con razón o sin razón están ejerciendo un derecho, y que
en el ejercicio correcto y pleno de ese derecho esta la legitimidad
del producto judicial que el Tribunal emitirá.-

A su turno, el Dr. Diaz ratifica en su totalidad lo manifestado en el


escrito de interposición de la recusación, y también las expresiones
vertidas por el Dr. Barrandeguy en la audiencia. Hace reserva del Caso
Federal, por violación al principio constitucional de imparcialidad
contenido en los Tratados Internacionales, y por violación a los arts.
1, 33 y 18 de la Constitución Nacional, violación del derecho a la
defensa en juicio. Hace reserva de recurso de casación y demás
consecuentes, hasta que se expida la sala del STJER. Adelanta que
planteara la inconstitucionalidad del art. 48 y 46 del C.P.P., que
establece la resolución de la recusación sin recurso alguno, por ser
ello incompatible con el art. 64 de la Constitución Provincial, que
establece la imperatividad del doble conforme y en atención al control
de constitucionalidad que debe ejercer el juzgador conforme art. 60 de
la Constitución Provincial.-

En representación del M.P.F., la Dra. Goyeneche se opone al planteo


efectuado por las Defensas, manifestando que había comprendido
perfectamente el fundamento de la recusación, que ha sido el inc. j)
del art. 38, es decir la opinión anterior extrajudicial sobre la
causa. Expresa que le sorprende lo que ha pasado en el trámite a
partir de la distinción entre jurisdicción y administración, es decir,
entre Jueces y OGA, ya que se encuentra con la evidencia
incontrastable de que no se debería haber fijado esta audiencia, que
debería haberse rechazado in limine el planteo porque los Sres.
Defensores han incurrido en un defecto formal y el planteo ha sido
absolutamente extemporáneo. Refiere que el planteo defensivo se
vincula con una resolución judicial según la cual se rechaza una
excepción por falta de acción en una causa distinta a la presente,
vinculada con los mismos defendidos; el Dr. Labriola resolvió el
planteo el 03/05/2019, y el planteo de recusación pasa a despacho el
22/05/2019, el motivo (expresado en el punto 4) no tiene que ver con
la segunda decisión de Labriola de fecha 20/05/2019, que es una
decisión incuestionable, hay una norma vigente válida que establece un
plazo para la actuación, el Dr. Labriola aplica la norma y rechaza el
recurso de casación por extemporáneo, pero no es ese el motivo, sino
que el planteo se vincula con la decisión del 03/05/2019 dispuesta
muchos días hábiles antes a la interposición de la recusación. Si el
motivo que articulan los Sres. Defensores para recusar al Dr. Labriola
es que formulo opinión y que tomaron conocimiento de esa opinión
cuando él opinó, en todo caso tomaron conocimiento de esa opinión el 3
de mayo porque esa resolución se dicta en audiencia con la presencia
de los Sres. Defensores. Sin perjuicio de ello, esa misma toma de
postura del Dr. Labriola sobre la misma cuestión ya había sido aludida
por la Fiscalía al contestar el recurso de reposición que articularon
anteriormente los Sres. Defensores en esa misma causa cuando el Sr.
Juez de Garantías de esa causa, Dr. Bonazzola, fijo una audiencia para
tratar la excepción de falta de acción, donde ya aludía el Ministerio
Público Fiscal esa postura de Labriola porque citaban lo resuelto por
el Tribunal integrado por Labriola, y también por el Dr. Cotorruelo,
en la causa Alanis donde se resolvió una excepción por falta de acción
interpuesta por la Defensa en el mismo sentido. Refiere que en esta
audiencia se agregó con requisito aparentemente sustancial para el
cuestionamiento de la opinión previa en una causa judicial distinta,
el hecho de que se trate de las mismas partes, pero no se interpreta
de dónde surgiría ese requisito.

La circunstancia jurídica que alegaron con motivo de recurso, es la


existencia de una resolución que panticipan los Sres. Defensores- sería
idéntica a un planteo futuro que realizarían en el debate, es algo que
conocían con mucha anterioridad al momento en que deciden recusar al
Vocal. Entiende que el planteo de recusación debe ser rechazado por
extemporáneo, sin perjuicio de ello, analizará la materia del planteo ante
la posibilidad de que el Tribunal tenga un criterio amplio respecto del
análisis de la recusación.

Para interpretar las causales objetivas del art. 38, hay que regirse por las
reglas constitucionales y convencionales que fijan contornos a la garantía
de imparcialidad, teniendo en cuenta que esta garantía de imparcialidad
limita con la organización de la justicia, que es también una garantía para
el ciudadano, de ser juzgado por un Tribunal previamente constituido
conforme a derecho. El legislador argentino no ha reconocido la
recusación sin causa para evitar el fórum shopping, evitar que las
partes puedan seleccionar un Juez acorde a sus intereses. Las reglas
de interpretación del art. 38 y los extremos de cada una de estas
causales de recusación objetiva si pueden tener ámbitos de
ponderación, no así el plazo de cinco días para interponer recurso de
casación cuando no se trata de sentencias definitivas o el plazo de
tres días para recusar que estamos tratando, esas normas no son
susceptibles de valoración, son verdaderas o falsas, existe o no
existe el plazo.

El estándar constitucional y la interpretación que han hecho los


tribunales argentinos e internacionales sobre esto, es que las causales
objetivas están orientadas a eliminar la posibilidad de que se constaten
prejuicios por parte de algunos de los Jueces del Tribunal respecto del
hecho a juzgar, es decir que todas las causales del art. 38 tienden a
determinar que el ciudadano o el acusador público o privado, tienen que
tener la garantía de que no hay una toma de postura respecto del hecho a
juzgar, o respecto de la culpabilidad o inocencia del autor.

Toda la organización de sistema acusatorio tiende a garantizar de la


mejor manera esto, a tal punto que este Tribunal que juzgara esta causa
es el primer contacto que tiene con el hecho, más allá de la fijación de la
fecha de debate. Esa ausencia de prejuicios iniciales sobre el hecho no
tiene ningún punto de contacto con la existencia de tomas de posturas de
los Jueces sobre las normas, o sobre el alcance o interpretación de las
normas. Este es el yerro de enfoque del planteo recusatorio, ni siquiera
este Tribunal ha tenido contacto con el hecho de esta causa, ni con la
existencia de control o no por parte de los organismos estatales, ni
tampoco ha tenido contacto con defensas que va articular la Defensa en
el debate. Que un juez haya resuelto en otra causa judicial una situación
análoga y entender que esto afecta su imparcialidad, es absolutamente
ajeno a cualquier criterio de razonabilidad en la interpretación de las
normas, es muy difícil encontrar antecedentes jurisprudenciales sobre
esto, porque planteos así no han tenido posibilidad de trasladarse a
jurisprudencia de tribunales superiores porque el sistema judicial
presupone que los jueces van tomando postura sobre situaciones.
Menciona los sistemas de precedentes, o los casos de jurisprudencia
plenaria, entonces ningún juez que haya definido una interpretación de
una norma en jurisprudencia plenaria podría ser tildado de juez
imparcial.

No se da en este caso la situación normada por el inc. j) del art. 38 del


C.P.P, no hay una expresión extrajudicial del Magistrado sobre lo que la
Defensa pretende plantear en esta causa, aún no sabemos si será el
mismo planteo que ya planteó como excepción u otro distinto; no hay
ningún anticipo del Dr. Labriola sobre el caso, sobre la sospecha de
culpabilidad de ninguno de los imputados en esta causa, sino que
solamente hay un toma de postura sobre una interpretación normativa -
si incide sobre la definición de la acción penal la intervención de
organismos administrativos de control- en una causa distinta, un hecho
distinto y con intervenciones distintas de los organismos
administrativos, más allá de que los imputados hayan sido los mismos.
No se da la subsunción normativa que pretende la Defensa, porque no
hay una opinión extrajudicial, ni tampoco se da una causal subjetiva de
sospecha o temor de parcialidad vinculada a alguna situación que se
derive de esas resoluciones judiciales anteriores. Lo que observa es que la
Defensa no realizó ningún planteo que pueda ser atendido respecto de
temor de parcialidad alguno en la intervención del Dr. Labriola en este
proceso. Entiende que los motivos invocados por la Defensa son
inadmisibles por no estar amparados ni por las reglas del Art. 38, ni por
ninguna otra regla constitucional. Sin perjuicio de ello, reitera que el
motivo que debe justificar el rechazo de la recusación articulada, es un
motivo formal y es la extemporaneidad del planteo.-

B- Someramente delimitado el thema decidendum y en tren de definir la


cuestión, expresamos que compartimos la posiciones fijadas por el
Magistrado informante y la acusación pública, en cuanto a la
improcedencia del planteo de recusación formulado.-
Previo al ingreso del tratamiento de los argumentos de fondo que
sustentan el embate partivo, corresponde advertir que ciertamente
parece asistir razón a la señora Procuradora Adjunta en cuanto a la
extemporaneidad del mismo.-

Ello emerge de la mera circunstancia de tomar en consideración los


propios datos aportados por la incidentante en su escrito, en donde
refieren que en fecha 3 de mayo del corriente año el señor Vocal de
Apelaciones, Dr. Labriola, en el marco del Legajo Nro. 11808 habría
dictado la resolución que rechaza la defensa ("gemela" o idéntica a la
que sostienen interpondrán en este proceso en la instancia de juicio),
y que el día 20 del mismo mes y año, el Magistrado deniega por
extemporáneo el recurso interpuesto contra aquella resolución.-
Evidentemente, el plazo de 3 días previsto en el art. 44 del C.P.P.
debe contarse desde el momento en que la causal de recusación "se
produce o se conoce", en el caso, la mentada "opinión" que colocaría
en situación de hipotética imparcialidad al Magistrado, se produce en
fecha 3 de mayo, siendo la fecha seleccionada por los incidentantes
-20/05/19- la fecha de notificación de una denegación a un recurso
entablado contra aquella resolución, que evidentemente, ya les había
sido notificada -conocida- y contra la cual, evidentemente,
interpusieron recurso de casación, que fuera declarado inadmisible por
el señor Vocal en su función de Juez de apelación.-
Por lo tanto puede extraerse de este razonamiento que, tal como lo
alega la señora Procuradora Adjunta, el planteo que nos ocupa fue
interpuesto fuera del término legal.-

No obstante ello, habiéndose celebrado la audiencia de rigor y


habiendo sido escuchadas las partes, quienes también alegaron en forma
acabada sobre el fondo de la cuestión, este Tribunal se encuentra en
condiciones de abocarse a su definición, lo cual entendemos
constituirá para los señores defensores y sus asistidos una respuesta
material y no solo formal a sus planteos, cuestión que en definitiva
afianza las garantías de defensa en juicio y debido proceso que les
asisten.-

En un primer plano de análisis, entendemos que el principio general


que rige esta materia indica que las causales de apartamiento de los
Magistrados deben ser interpretadas en forma restrictiva, resultando
taxativa la enumeración de los motivos que proporciona la Ley Procesal
al respecto, en tanto se encuentra en juego la garantía del Juez
Natural expresamente consagrada en nuestra Constitución Nacional en
su art. 18, la cual no puede ser afectada mediante una interpretación
abierta o laxa de aquellas.-

En este sentido se ha expedido la Sala Penal del S.T.J. en su antigua


función casatoria -si bien dictado bajo la vigencia del viejo sistema
de enjuiciamiento mixto- en autos "REINOSO, JOSE LUIS ? S/
SOLICITUD DE INCONSTITUCIONALIDAD Y OTROS EN CAUSA
`REINOSO, JOSE LUIS ? INFRACCION ART.142 BIS, INC.1º, DEL C.P.
? RECURSO DE CASACIÓN?: "...

Que, liminarmente y en relación a la pretensión de apartamiento


interesada por el encausado respecto del señor Vocal, cabe poner de
resalto, en primer lugar, que los motivos del art. 51 del C.P.P.E.R.
deben interpretarse con un criterio restringido, ?siendo taxativas las
causales de inhibición que enumera la ley (ver la Exposición de
Motivos del codificador TORRES BAS, en la Edición Oficial del Cód.
Procesal Penal, pág.61)? (Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia
en ?ESPIL, VICTOR EDUARDO ? LOPEZ OSUNA, HEBE ALICIA ?
VINZON, CLAUDIA GRISELDA ? CAPOBIANCO, MIGUEL EDUARDO ?
HOMICIDIO CALIFICADO POR EL VINCULO, POR PRECIO Y POR EL
CONCURSO PREMEDITADO DE DOS O MAS
PERSONAS- RECURSO DE CASACIÓN?, 21/V/98). En el
pronunciamiento citado y en otros más, la Sala de Casación ha sostenido
la raigambre constitucional de cuestiones como la que aquí se considera
ya que, en definitiva, ?hay un compromiso a la garantía del ?juez natural?
que aseguran los arts.18 de la Carta Magna; 14, inc. 1º, del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 8º, inc. 1º, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica), ambos constitucionalizados por el art. 75, inc.22, de la
Ley Fundamental? ?AROSTEGUI, ROQUE A. -HOMICIDIO- INCD. DE
RECUSACIÓN ? RECURSO DE CASACIÓN? (11/VIII/98).

Que, siguiendo esos principios, lógico resulta advertir que no puede


fácilmente sustraerse una causa penal de los magistrados llamados por el
ordenamiento correspondiente a juzgarla, sino en los casos expresa e
inequívocamente señalados en el art. 51 del C.P.P.E.R., ya que -de otro
modo- se estaría privando a las partes del ?juez natural?, lo que
eventualmente importaría viciar al proceso de una nulidad insanable. De
ahí el carácter restringido, ceñido, restricto, que debe darse a las causales
legales de apartamiento de los jueces en nuestro procedimiento penal,
acorde con la taxatividad de las mismas. Que, esto es así ya que ?las
causas penales imponen un criterio restringido vedando toda posibilidad
de inteligir con amplitud los motivos de recusación del art. 51 del
C.P.P. a fin de tutelar la garantía constitucional aludida e impedir
que los jueces llamados por la ley a decidir sean reemplazados por
otros magistrados a través de una interpretación flexible, generosa
del catálogo de causales de inhibición, lo que no resulta
constitucionalmente posible ya que compromete libertades
fundamentales del imputado. Esta ha sido la doctrina pacífica que
reiterada y constantemente ha sostenido esta Sala desde ?TEXEIRA,
ANGEL CUSTODIO ? LESIONES CULPOSAS? ?31/VIII/82-? (cftr.
?SOLANAS, JULIO R. F. Y OTROS ? ADMINIST. FRAUDULENTA-
INCID. DE RECUSACIÓN? ?13/III/01.- ...?.-
Jorge Vazquez Rossi en su obra "Derecho Procesal Penal" (Ed. Rubinzal
Culzoni, año 2004, Tomo II, pag. 162,) refiere al respecto que "... Se
ha señalado que mientras en la excusación es admisible un criterio
amplio, pudiendo comprender hasta motivos graves de decoro o
delicadeza personal, la recusación es de interpretación restrictiva
...". Jorge A. Claria Olmedo en su obra ?Derecho Procesal Penal" (Ed.
Rubinzal Culzoni, año 2004, Tomo I, pag. 296) sostiene "... Todos los
códigos prohíben recusar con expresión de causa distinta a las legales
y la jurisprudencia generalmente es restrictiva. No ocurre igual en
cuanto a la inhibición de oficio ...". Y Francisco J. D´Albora en su
"Código Procesal de la Nación" (Ed. Abeledo Perrot, año 1993, pag. 85,
?... La jurisprudencia de los tribunales federales, ? ha sido estricta
para la recusación de un juez por parte de los participantes en un
procedimiento, por afirmación del carácter taxativo de la
reglamentación y de la necesidad de la interpretación restrictiva ...?.-
Coincidentemente la jurisprudencia tiene dicho ?? debe tenerse
particularmente en cuenta que, las causales de recusación de los
magistrados deben ser interpretadas y analizadas de manera prudente y
detenida, en tanto traen como consecuencia el apartamiento del juez de
la causa, el que sólo será procedente frente a la verificación de la
existencia de razones serias y objetivas del temor alegado por la
parte ?? (CNCP, SALA IV, CAUSA N°4723/12, REG. N° 2465/15.4, RTA.
23/12/15).-

Es que la aplicación de este instituto procesal constituye un acto


cuyas consecuencias resultan de suma gravedad, no solo por el respeto
que se le debe a la investidura del Magistrado, sino fundamentalmente
en atención al interés general que puede verse afectado por un
eventual uso incorrecto de este medio de desplazamiento de la
competencia, de los jueces que deben entender en cada proceso, al
estar comprometida la garantía del Juez Natural.-
Observado bajo este prisma el planteo que nos ocupa, se advierte que
los recusantes hacen expresa invocación de dos supuestos legales, los
contenidos en los puntos a) y j) del artículo 38 del C.P.P. (si bien
en el marco de la audiencia celebrada el Dr. Barrandeguy limita su
exposición al último de los incisos nombrados).-
Estos motivos de separación del Magistrado -en el caso relativas a la
intervención del señor Vocal Nº 5, Dr. Labriola como integrante del
Tribunal de Juicio- refieren -en lo que aquí concierne- a que "en el
mismo proceso hubiere pronunciado o concurrido a pronunciar
sentencia" o "si hubiere dado consejos o manifestado extrajudicialmente
su opinión sobre el proceso".-

Por su parte, el concreto hecho expuesto por los presentantes que


pretende ser subsumido -al parecer en alguna de estas dos causales-
consistiría en que el Dr. Labriola habría intervenido en calidad de
Juez Unipersonal -en grado de apelación- en el marco de un proceso
diferente, en el cual varios de los aquí imputados también se
encuentran involucrados, y en tal carácter habría rechazado una
excepción que las defensas técnicas oportunamente formularan, defensa
cuyo contenido fue sostenido en forma "simétrica" en las presentes -en
la etapa de la IPP- y que afirman será reiterada en la etapa de
debate. Alegan que se trata por lo tanto de una excepción "gemela", de
una "idéntica defensa", vinculada a que los hechos que se reputan como
delictivos y que dan lugar al inicio de la causa penal, fueron
oportunamente aprobados por los organismos de control, cuestión sobre
la cual el magistrado en definitiva ya se expidió -en diferente
proceso- rechazando dicho planteo.-

Así resumida la cuestión partiva, debe advertirse que no requiere


mayor esfuerzo concluir que los hechos descriptos como motivo de
apartamiento por parte de los recusantes en manera alguna conforman
alguna de las conductas descriptas en los incisos antes transcriptos.-
Es suficiente para ello afirmar, que la actuación del Dr. Labriola
fue en un proceso diferente -aún con gran coincidencia de personas
imputadas- y no en el mismo proceso.-
De hecho, la solución pretendida debería tener lugar, de producirse
una acumulación de legajos -de aquel en el cual el Dr. Labriola actúa
como Vocal de apelación con el que aquí lo tiene como Juez del
Tribunal de Juicio-, como lógica con secuencia de que ambos pasarían a
formar parte de un único proceso.-

Al respecto resulta atinada la cita que efectúa el Magistrado


recusado en su informe, en donde la Sala I de la Camara de Casación
Penal con asiento en esta ciudad recientemente se expidió afirmando
que no es suficiente la identidad de partes -imputados- sino que el
?prejuzgamiento? requiere identidad de proceso (autos "VITALE,
Antonio María Daniel - Amen. simples, Peculado en conc. Ideal, Sustr. de
obj. destinados a servir de prueba en la mod. de delito contin.,provi.
ilegal de armas de fuego agrav. por habitualidad S/ RECURSO DE
CASACIÓN", sentencia del 12/03/2019): "... Sostienen en su queja los
Sres. Defensores, que dos de los jueces que intervinieron en la
sentencia aquí recurrida, días antes se habían pronunciado en un
recurso de apelación en el marco de otra causa que se le sigue al
imputado Vitale, en el Juzgado de Transición Nº1. Sin embargo, se
trata precisamente de otra causa, presuponiendo la causal que obsta al
juzgamiento el concurrir o haber concurrido a pronunciar sentencia en
la misma causa. Tal garantía pretende proteger al justiciable de ser
juzgado por un magistrado que ya se hubiere pronunciado con
anterioridad en la misma causa -i.e., no sólo sobre la situación del
imputado, sino en el mismo proceso y por el mismo objeto- Maier es
claro al establecer que la regla que avente la posibilidad de
prejuzgamiento "debe impedir que un juez que intervino total o
parcialmente, dictó o contribuyó a dictar alguna resolución en un
período anterior del procedimiento, integre el tribunal formado para
tramitar o decidir un período posterior; básicamente, no pueden
integrar el tribunal juzgador aquellos jueces que, de alguna manera,
incluso por apelación de decisiones del juez de instrucción,
contribuyeron durante la instrucción preliminar; dicho sea de paso,
tampoco puede integrar el tribunal que juzga un recurso aquel juez que
dictó o contribuyó a dictar la decisión impugnada, no puede integrar
el tribunal que juzga el juicio de reenvío el juez que dictó o
contribuyó a dictar la sentencia casada (anulada)" -MAIER, J. Derecho
Procesal Penal, Tomo I. Fundamentos. Ed. del Puerto, Buenos Aires,
1996, p. 759. Lo que ha sido materia de agravio de los defensores es
un supuesto prejuzgamiento de la Dra. Castagno y el Dr. Chemez, ya que
se habían pronunciado en un recurso de apelación en una causa que
tramita en el Juzgado de Transición, y que tiene como imputado a
Vitale. Ahora bien: se trata de un mismo imputado pero son distintas
causas. ...".-
Por su parte, en referencia al restante supuesto legal invocado -inc.
j)-, la actuación del Dr. Labriola como Juez Unipersonal de ninguna
manera constituyó un "consejo" o una "opinión extrajudicial", que, por
otro lado, tampoco estuvo referida o vinculada al "mismo proceso" en
el cual le toca actuar como Juez de Juicio.-
Debemos destacar, que el término "opinión extrajudicial" que utiliza
el legislador, aún cuando aceptáramos por vía de hipótesis -tal como
lo alegara en la audiencia el Dr. Barrandeguy- implica "opinión dada
fuera del proceso en el cual el Magistrado recusado actúa", no cabe
ninguna duda que esa opinión debe estar referida al mismo proceso y no
a otro, aún cuando exista identidad de partes, similitud de argumentos
o ambas cosas, pues, de otro modo, el legislador así lo habría
dispuesto.-
En función de lo argumentado, debemos concluir que los hechos
expuestos por los señores defensores no pueden ser encuadrados en
ninguno de los dos supuestos legales invocados -incs. a) y j) del art.
38 del C.P.P.-, a lo que debemos agregar que tampoco resultan
subsumibles en el resto del catálogo contenido en la citada
disposición procesal.-
Ahora bien, cierto es que el aludido principio en virtud del cual las
causales de recusación solo pueden tener base legal siendo además las
mismas de interpretación restrictiva, debe ser necesariamente
morigerado y aún excepcionado cuando se ponga en juego y se afecte en
el caso concreto -lo cual debe ser cabalmente demostrado- la
imparcialidad del juzgador, pues ello constituye una garantía
estructural del debido proceso, de cuño constitucional y convencional:
"... La garantía de un tribunal imparcial es exigencia de la forma
republicana de gobierno (art. 1 C.N.), se encuentra dentro de los
derechos implícitos (art. 33 C.N.), deriva directamente de la garantía
del debido proceso y el derecho de defensa (art. 18 C.N.) y se haya
consagrado en los arts. 26 de la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre, art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, art. 8.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y art. 10 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, que forman parte del bloque de constitucionalidad federal en
virtud de la incorporación expresa que hace el art. 75 inc. 22 C.N.
..." ("Código Procesal Penal de la Provincia de Entre Ríos", Ed. Nova
Tesis, año 2010, pag. 122).-
La C.S.J.N. señala la importancia de esta garantía el referir
(Fallos: 198:78 y 257:132) que "... no es dudoso que las cuestiones de
recusación se vinculan con la mejor administración de justicia, cuyo
ejercicio imparcial es uno de los elementos de la defensa en juicio
...".-
También Julio B. J. MAIER en su obra "Derecho Procesal Penal? (Ed.
Del Puerto S.R.L., año 2009 , Tomo II, páginas 555 y ss.) se
manifiesta en forma similar "... la pretensión de taxatividad,
incluso de la necesidad de interpretación restrictiva que la
jurisprudencia y la doctrina le han adjudicado a la enumeración de
motivos por parte de la ley procesal penal, no se compadece con el
objetivo que se intenta alcanzar por intermedio de esa regulación
jurídica: eliminar motivos de posible parcialidad. Sin perjuicio de
que esa haya sido la verdadera intención legislativa, revelada
prácticamente en el texto de diferentes códigos, no resulta posible
adjudicar compleción al catálogo de motivos que, de ordinario,
contienen los códigos procesales. Por peligroso que parezca admitir
esta verdad, en el sentido de posibilitar exclusiones practicadas con
cierta picardía u oportunismo, que estorban a la organización
judicial, resulta imprescindible custodiar con firmeza el ideal de
imparcialidad del juzgador. ...".-

Por lo tanto, acometer esta labor impone respetar el delicado


equilibrio existente entre las garantías que asisten a los imputados
derivadas del derecho de defensa en juicio y el debido proceso, con el
deber funcional de raíz constitucional que tiene todo Magistrado de
conocer y decidir en todos aquellos casos en que es convocado conforme
a las normas que estructuran el sistema de competencias y al mismo
tiempo informan la garantia del ?Juez Natural?, de suerte tal que este
principio solo ceda, cuando su irrestricta vigencia vulnere aquellas
garantías -que ciertamente deben prevalecer- cuestión que no debe ser
definida de manera general y abstracta, sino caso por caso.-
En otros términos, cuadra despejar si la conducta que se le endilga
al Magistrado, no obstante no encuadrar en ninguna causa legal de
recusación, objetivamente considerada, posee o reviste gravedad, al
punto de poner en jaque su imparcialidad como miembro del Tribunal
encargado de juzgar en las presentes.-
Al respecto, forzoso es concluir que de ninguna manera ello es así.-
Ciertamente forma parte permanente de nuestro quehacer forense, en
cada ocasión en la que somos convocados a ejercer la judicatura,
asumir posturas, tomar posición, efectuar afirmaciones, que inclusive
nos obligan a futuro a ser mantenidas o eventualmente, a justificar y
fundamentar cualquier cambio de opinión en que se incurra, esta
cuestión no es privativa del fuero penal, pues forma parte del
ejercicio de la función jurisdiccional.-

Muchas de estas posiciones -aun teórica y abstractamente


consideradas- pueden tener fuerte incidencia en la resolución de casos
futuros (tal el ejemplo del Dr. Labriola en materia de prescripción de
la accion penal en los delitos de abuso sexual de menores, a lo que
pueden agregarse cientos de casos similares, como ser en el campo
dogmático penal una distinta concepción del dolo o de la
constitucionalidad -o inconstitucionalidad- de la figura de la omisión
impropia; diferencias acerca del momento consumativo de una figura
penal específica, sobre el comienzo de ejecución de un delito o la
amplitud para considerar un acto como meramente preparatorio
impune; diferencias en la definición de conceptos legales como el de
funcionario público, o en materia procesal el valor que pueda
otorgarse a determinada prueba, o diferentes criterios que tenemos los
magistrados para admitir prueba en el proceso, etc.).-

Si fuera posible para cada parte del proceso estudiar y seleccionar


cada postura adoptada, cada toma de posición, cada afirmación de un
Magistrado vertida con anterioridad -en casos diferentes, aun
similares o idénticos-, de manera tal de ?sacar de la cancha? a todos
aquellos que no se adecuen a su eventual estrategia defensiva o
acusatoria, aun cuando la opinión o postura que se conoce del
Magistrado -según lo entienda la parte- pueda ?aventurar? o
?conjeturar? una decisión adversa, se produciría una inaceptable
paralización del servicio de justicia, a la vez que habilitaría la
libre elección del perfil del Magistrado que a su entender, resulte
mas ?amigable? con sus intereses partivos.- Finalmente, debemos
expresar que esta cuestión fue tratada en doctrina y jurisprudencia,
siendo conocidas citas como las que invoca el Magistrado recusado, que
por su pertinencia corresponde aquí transcribir.- Carlos Eduardo
Fenochietto en su obra "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
Comentado, anotado y concordado con los códigos provinciales"
(Editorial Astrea, año 2003, páginas 103 y ss.) explica:
"... reiteradamente se tiene interpretado que las opiniones emitidas
por los jueces del tribunal en sus sentencias, necesarias para
resolver los casos sometidos a su decisión, no constituyen el
prejuzgamiento que autoriza la recusación con causa debiendo
rechazarse de plano la que sobre tal base se articule. Por último
también se ha desestimado la recusación por la causal de
prejuzgamiento, si el tribunal ha emitido opinión en un juicio
distinto al presente, donde únicamente coinciden las partes (...) En
cuanto a las sentencias sobre casos similares pronunciadas en otras
causas por el juez o la sala de un tribunal colegiado, no es un
argumento para fundar el incidente de prejuzgamiento, ni aun en el
supuesto de que el asunto sea prácticamente idéntico. ...".-

En el ámbito jurisprudencial, es conocida la posición de nuestro


máximo Tribunal Federal al respecto, sostenida en forma inveterada ya
desde los albores de nuestra vida institucional (fallo del año 1868 en
la causa "D. Adolfo Lucas, contra D. Gerónimo Soler, sobre recusación)
en donde los Magistrados Francisco de las Carreras, Salvador María del
Carril, Francisco Delgado y José Barros Pazos afirmaban que el fallo
de un juez en un caso no importa para los casos idénticos, la
manifestación de su opinión, para que pueda constituir en estos una
causa legal de recusación.-

En autos "Maria Adelia Harilaos de Olmos c/ Provincia de Córdoba"


(sentencia de fecha 05/07/44) la Corte Federal expresó que "... No es
causal de recusación la opinión vertida en los fallos de un tribunal
acerca de cuestiones cuya dilucidación era necesaria para la decisión
de los juicios en que aquellos fueron dictados ...". En autos
"Elizabeth Revainera de Carreras y otros C/ Nación Argentina"
(sentencia de fecha 03/10/83) expresó en referencia a la recusación
con causa del art. 17, inc. 7º del Código Procesal Civil y Comercial
que es inaplicable con respecto a las opiniones expresadas por los
jueces en sus fallos, en relación con aspectos cuyo análisis
requirieron los pleitos que se dictaron, aún cuando se plantearen
nuevamente cuestiones idénticas o análogas a las ya resueltas.-
En autos ?Municipalidad de San Luis c./ Provincia de San Luis? (
sentencia de fecha 20/07/2007) la C.S.J.N. señaló como
manifiestamente improcedentes y "... que deben desestimarse de plano
las recusaciones que se funden en la intervención de los Jueces de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en un procedimiento propio de
sus funciones legales, aun en un mismo proceso, ... cuando el Tribunal se
halla en la necesidad de emitir opinión acerca de algún punto
relacionado con la materia controvertida, lo que ocurre, entre otros
casos, cuando decide sobre la admisión o rechazo de una medida cautelar
...?.-

Pueden agregarse numerosos precedentes de la misma fuente: "... Que


de acuerdo a conocida jurisprudencia debe desestimarse como causal de
recusación la opinión vertida por el Tribunal en sentencias sobre los
puntos cuya dilucidación requirieron los juicios en que se las dictó.
En efecto, las opiniones emitidas por los jueces del Tribunal en sus
sentencias, necesarias para resolver los casos sometidos a su
decisión, no constituyen el prejuzgamiento que autoriza a la
recusación con causa, debiendo desecharse de plano la que sobre tal
base se articula. ..." (Fallos: 305:1978)". (Fallos 317:597). También
tiene dicho la Corte Federal que: "... Que según conocida
jurisprudencia, las recusaciones improcedentes deben desecharse de
plano ..." (Fallos: 205:635; 280:347; 303:1943; R.470 y 469 XXIII
"Rabinovich, Héctor c/ Videla, Horacio Germán y otros, del 17 de
septiembre de 1992) "... y tal carácter revisten las que se fundan en
la intervención de los jueces de la Corte en una decisión anterior
propia de sus funciones legales...." (Fallos 316:2713).-
En suma, en virtud de todo lo argumentado, entendemos corresponde
rechazar el planteo de recusación interpuesto por los Dres. Ignacio
Esteban Diaz, Raul Enrique Barrandeguy y José C. Perez en
representación de los imputados Baez y Urribarri en relación a la
intervención del señor Vocal Nro. 5, Dr. Jose Gervasio Labriola, quien
deberá continuar integrando este Tribunal de Juicio.-
Por todo ello,

SE RESUELVE:

I- NO HACER LUGAR A LA RECUSACIÓN interpuesta por los señores


Defensores, Dres. Raúl Barrandeguy, José Candelario Perez -en
representación del incurso Sergio Daniel Urribarri; y, por el Dr.
Ignacio Esteban Díaz, en carácter de defensor del enjuiciado Pedro
Angel Baez, respecto a la intervención del señor Vocal Nro. 5, Dr.
José Gervasio Labriola como integrante del Tribunal de Juicio, quien
deberá continuar interviniendo en tal caracter.-
II- DECLARAR LAS COSTAS a cargo de los incidentantes.-
III- Notifíquese, regístrese, cúmplase.- Fdo: Dres. RAFAEL M.
COTORRUELO, GUSTAVO R. PIMENTEL, ALEJANDRO D. GRIPPO.-
Vocales.-

O.G.A.

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